EN ESPAÑA NO SE QUIERE VER LA REALIDAD SOBRE LAS DROGAS

miércoles 2 de marzo de 2011

EN ESPAÑA NO SE QUIERE VER LA REALIDAD SOBRE LAS DROGAS

De nuevo España encabeza una vez más otra vergonzosa lista. Si ya somos el país europeo con más número de parados, también somos el mayor consumo de cocaína. Se estima que el consumo se centra entre los 15 y 64 años. Como se puede ver, la extensión entre la población es preocupante y no deja tramo de edad que se salve.

Hace años la cocaína era una sustancia preeminente entre los ejecutivos, artistas y adictos a otras sustancias ilegales; pero ahora, se ha extendido a toda la población. 

Por detrás del cannabis, la cocaína es la segunda droga más expandida por España y Europa. Según los datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) cerca de 4,1 millones de europeos son adictos a la cocaína.

Sin embargo las autoridades españolas de la salud, critican estos datos y como un chivato cualquiera de la clase, apuntan a que Reino Unido nos supera en consumo; como si ese dato nos librase de nuestro bochornoso puesto en la lista europea.

También es bochornoso que algunas zonas de nuestra geografía se dediquen a la recepción de la droga y muchos de sus habitantes vivan del tráfico de estupefacientes: Cádiz, Pontevedra, Málaga o Baleares son algunas de las zonas donde los traficantes campan entre la población, y lo peor es que todo el mundo lo sabe.

Dicen que las drogas ilegales tienen serios competidores entre los productos que se venden en las "smart shops" entre ellas, la "metedona", "metilona", "spice" o la favorita de muchos consumidores: la "mefredona".

Bajo la apariencia de sales de baño o alimentos para plantas, en polvo o en pastillas, es posible adquirir la "mefredona", cuyo efecto se asemeja al producido por la cocaína o el éxtasis.

También la ONU alerta del avance de Perú como vendedor mundial de coca. De nuevo se le está viendo el plumero a Alan García, que no solo está destruyendo la selva peruana, sino que está empeñado en lograr que Perú sea la nueva Colombia.

Todos conocemos la gravedad de este azote:

1. El negocio de las drogas mueve tanto dinero que compra las voluntades de políticos, policía y judicatura.
2. Destruye familias y voluntades individuales hasta multiplicar los delitos como robos, asesinatos e inseguridad ciudadana.
3. Nadie quiere meterle mano a la legalización o el blanqueo de capitales.
4. Si se pusiera el mismo interés que la lucha que se mantiene contra el tabaco, nos horrorizaríamos de las secuelas que dejaría en nuestros conciudadanos.
5. El negocio de las drogas es tan eterno como la especie humana.

Pero nadie le pone el cascabel al gato.