Cuando una crecida como la vivida estos últimos días en el río Ebro vuelve a producirse es prioritario prestar atención a la situación en la que se han quedado los vecinos y municipios de la ribera, así como las explotaciones agrícolas y ganaderas de las zonas afectadas para resarcir debidamente el daño causado. Después, debemos sentarnos a reflexionar y extraer las lecciones que nos permitan afrontar tanto la situación actual como las futuras en las mejores condiciones posibles. Las actuaciones de restauración fluvial nos dan las claves para evitar los daños económicos y sociales de las riadas. ¿Cómo? Este número de la revista esPosible describe diferentes experiencias que se están llevando a cabo teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada cauce fluvial. Con apoyo de :
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