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domingo, 28 de julio de 2019

EQUIDAD Y EPISTEMOLOGÍA DEL TURISMO

EQUIDAD Y EPISTEMOLOGÍA DEL TURISMO
Ya sabemos que el turismo cuenta con mucha bibliografía teórica sobre la equidad y el respeto y poca práctica, pero ocurre que no se lo trata desde la epistemología, posiblemente porque su mala praxis le sirva a los pocos que obtienen la parte del león en la cadena de comercialización. De otra forma es indudable, en el caso que analicen los pormenores, que se darán cuenta que los tratos deben se equitativos y la práctica respetuosa de todos los involucrados (incluidos los clientes o turistas y los actores locales). A nadie sirven los trabajadores golondrinas mal pagos del turismo o no le sirven al turismo, al estar poco capacitados y no contar con herramientas intelectuales provistas por la epistemologia. Las malas artes, la lógica del vendedor falaz, hacen que las personas busquen esa quimera de los Free Tours y cada vez los encuentren menos, por los descuidos y malas artes en el tratamiento de la basura, la discriminación de los actores locales, el regateo inconsistente y falto de respeto por el trabajo del otro (que los hace similares a las ricas señoras gordas en sus tratos con la servidumbre) y la basura mental de las prácticas de muchos operadores turísticos.
No negamos las potencialidades, para todos, del turismo, pero deben fijarse reglas claras de trabajo y disfrute en responsabilidad y cuidando a los clientes de la industria. Igualmente se debe trabajar para que no terminen de desaparecer los Free Tours y los paseos urbanos y campestres, que sirvan para distender la presión sobre el bolsillo del turista y permitan que se agrande la cantidad de ganadores de la actividad.
Turismo y epistemología
Un ejercicio de construcción y desconstrucción
Autores: Moscoso, Florencia Viviana | Comparato, Gabriel Joaquín
2014
Si bien el turismo como práctica social tiene muy larga data, y con ello la connotación del ocio fue mutando durante a lo largo de la historia, su campo de estudio, en tanto campo disciplinar, es más bien contemporáneo. Será recién con los cambios en los paradigmas de acumulación capitalista durante el siglo XX cuando dará un giro dentro de este campus, donde además de ser una práctica, constituirá una actividad socioeconómica, capaz de generar impactos económicos, sociales y culturales. La característica que adquirirá, tal como señala Jafari (2005), es que las propiedades y herramientas que generalmente estarán asociadas con el turismo se relacionarán con los campos de investigación más desarrollados. Así, encontramos aportes desde distintas ciencias como las económicas, sociológicas, antropológicas, geográficas, etc. que no solo nutrirán desde el punto de vista conceptual sino que también provocarán que el numero de estudios crezca notablemente. Dicho proceso, lejos de ser homogéneo, estará centrado en una dimensión predominantemente descriptiva, más que explicativa (Boullón, 1985). En este marco, el presente artículo intenta ser reflexión crítica acerca del estado del arte de la epistemología y su vinculación con el turismo. El hecho es que si se pretende ahondar en el turismo como campo científico es preciso reflexionar e interpelar la forma en la que entendemos y abordamos los procesos sociales. En efecto, no se trata de un indagación por la indagación, sino porque ello tiene profundas implicancias sobre como luego, a posteriori, lo definimos y conceptualizamos. Como conocemos, y como explicamos los procesos sociales se convierte en un desafío de máxima relevancia. A este tipo de epistemología se la suele denominar epistemología social.
Información general
Fecha de exposición: 10 de septiembre de 2014
Idioma del documento: Español
Evento: VI Congreso Latinoamericano de Investigación Turística (Neuquén, 2014)
Institución de origen: Facultad de Ciencias Económicas
Extensión: 21 p.
Palabras claves: turismo ; epistemología ; estudios turísticos ; ciencia ; disciplina
Materias: Ciencias Económicas ; Turismo
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EN
http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/64058
LA INTEGRACIÓN DE SABERES EN LA ENSEÑANZA DEL TURISMO EN FUNCIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

Autores e infomación del artículo
Ana Verònica Osorio Sànchez*
Mariana Solís García**
Jenny Alexandra Muñoz Cornejo***
Universidad Técnica Estatal de Quevedo, Ecuador
Icruz8908@gmail.com

Resumen
El turismo como sector de mayor impacto social por sus resultados económicos así como por la masividad de sus movimientos es responsable de encontrar un equilibrio del desarrollo humano, del desarrollo económico y de la conservación del patrimonio histórico cultural. Es por ello que las instituciones de educación superior juegan un papel esencial en este ámbito ya que definen políticas institucionales de vinculación de disciplinas en las carreras universitarias para promover el desarrollo sostenible desde la enseñanza de diversas carreras universitarias. El reto está en lograr una educación que contemple los problemas ambientales y del desarrollo en su totalidad y las repercusiones del turismo a corto, medio y largo plazo. El presente artículo tiene como objetivo elaborar una estrategia multidisciplinar para la formación de competencias en los futuros profesionales de la carrera Ingeniería en Administración Turística de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo, Ecuador, a partir de la integración de saberes multidisciplinares en esta área que permitan potenciar un desarrollo sostenible y un turismo responsable. Esta investigación permitió conocer cómo a partir del interés de los estudiantes de dicha carrera, estas cuestiones se convierte en el elemento principal que demanda perspectivas bidireccionales entre la universidad y la sociedad.
Palabras Clave: Integración de saberes; desarrollo sostenible; turismo responsable; educación multidisciplinar.
Abstract
Tourism as a sector of greater social impact due to its economic results as well as the mass of its movements is responsible for finding a balance of human development, economic development and conservation of the historical cultural heritage. This is why higher education institutions play an essential role in this area since they define institutional policies of linking disciplines in university careers to promote sustainable development from the teaching of various university careers. The challenge is to achieve education that addresses environmental and development issues as a whole and the impact of tourism in the short, medium and long term. This article aims to develop a multidisciplinary strategy for the training of competencies in the future professionals of the Engineering in Tourism Administration course at Quevedo State Technical University, Ecuador, based on the integration of multidisciplinary knowledge in this area that allows Sustainable development and responsible tourism. This research allowed to know how from the interest of the students of this career, these questions become the main element that demands two-way perspectives between the university and society.
Key Words: Integration of knowledge; sustainable development; responsible tourism; multidisciplinary education.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Ana Verònica Osorio Sànchez, Mariana Solís García y Jenny Alexandra Muñoz Cornejo (2017): “La integración de saberes en la enseñanza del turismo en función del desarrollo sostenible”, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 22 (junio 2017). En línea:
http://www.eumed.net/…/22/desarrollo-sostenible-turismo.html
http://hdl.handle.net/…/turydes22desarrollo-sostenible-turi…
Introducción
En los tiempos actuales la mundialización y la globalización financiera hacen del turismo una expresión acabada de una nueva era. El alcance de la gestión eficaz y eficiente en este sector dependerá de un conocimiento cabal de la demanda real y potencial, de los agentes involucrados en la oferta turística, y de las relaciones económicas entre los agentes sociales.
A partir de la segunda mitad del siglo XX el turismo se destacó como uno de los sectores socioeconómicos más significativos del mundo, sobre todo por involucrar diferentes actores económicos en su cadena productiva (Moreira, Prevot y Micaela, 2010). Al decir de estos autores, la actividad turística, a pesar de estar relacionada especialmente con los grandes capitales, posee ciertas particularidades que la diferencian de otras: activa el desarrollo local a través del comercio, los bares, los restaurantes, el hospedaje, las agencias de turismo, las artesanías, entre otros; promueve acciones desde el poder público; y produce ingresos y empleo (Coriolano, 2003).
Sin dudas esto hace al turismo el sector de mayor impacto social, por sus resultados económicos así como por la masividad de sus movimientos. Es responsable encontrar un equilibrio del desarrollo humano, del desarrollo económico y de la conservación del patrimonio histórico cultural; incluye el respeto por los valores y costumbres morales, o sea, lleva intrínseco una cultura ética que garantice la sostenibilidad de los recursos turísticos.
En tal sentido las instituciones de educación superior, definen políticas institucionales de vinculación de disciplinas, generan paradigmas educativos orientados sobre propuestas de articulación entre programas educativos y el mercado de trabajo. Esta interacción necesaria entre las carreras universitarias con las necesidades de la sociedad promueve el desarrollo sostenible en las comunidades.
Las necesidades de desarrollo de la sociedad, demanda la integración social de las ciencias, a través de la formación profesional y su aplicación en la sociedad. En ambos espacios, el profesional está en constante interacción con individuos formados en diferentes áreas del conocimiento, por lo que deberá aprender a socializarse para lograr una aplicación efectiva del conocimiento en el espacio y grupo social en el cual se desenvuelva.
El reto está en lograr una educación que contemple los problemas ambientales y del desarrollo en su totalidad y sus repercusiones a corto, medio y largo plazo. Una educación que oriente la actividad personal y colectiva en una perspectiva sostenible, que respete y potencie la riqueza que representa tanto la diversidad biológica como la cultural; ellos solo se logra con el actuar consciente de los profesionales y la sociedad.
Como planteara Laura Peñaloza y Leticia Tamayo (2006) la diversidad en la que se desarrolla el sector turístico hace necesario caracterizar, desde el punto de vista educativo, los diferentes niveles y orientaciones a través de los cuales deberá abordarse su estudio, en virtud de que, si bien es fundamental atender su construcción teórico-metodológica, también lo es el desarrollo de estrategias y procedimientos para su operación, como la respuesta que las instituciones educativas deben ofrecer a la sociedad.
En tal sentido la siguiente investigación se encarga de demostrar a través de una estrategia como pueden ser implementados modelos curriculares flexibles. Estos modelos deben estar basados en competencias profesionales, con el fin de permitir la formación interdisciplinaria en la carrera de Ingeniería en Administración Turística de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Estos futuros profesionales deben ser capaces de desarrollar habilidades y destrezas para desenvolverse en el campo turístico, con responsabilidad social en función del desarrollo sostenible.
En tal sentido la carrera de Ingeniería en Administración Turística según su Plan de Estudios (2015) se caracteriza por formar un profesional de perfil amplio, sus objetivos fundamentales están dirigidos a formar profesionales competentes. Las premisas fundamentales de dicha carrera se orientan a:
Formar Ingenieros en turismo capaces de desarrollar habilidades y destrezas para desenvolverse en el campo turístico.
Diseñar sistemas administrativos turísticos para empresas de actividades turísticas.
Contribuir a la formación académica de los estudiantes para que sea parte de la solución de los problemas turísticos provinciales, vinculados con la realidad.
Contribuir al desarrollo sostenible y cuidado del ambiente.
Planificar recorridos turísticos, basado en circuitos turísticos.
Mejorar la investigación
Conservar el patrimonio turístico natural, cultural e histórico de la región. (“Plan de Estudio de la Carrera Ingeniería en Administración Turística. UTEQ,” 2015)
Cada uno de estos fines, estimulan la comprensión de los problemas sociales, habrá que construir un fundamento teórico desarrollador de actitudes responsables en función del desarrollo sostenible. Por tanto disponer de estrategias pedagógicas apropiadas y espacios integradores para el debate sobre las causas y las consecuencias de diferentes problemas sociales se convierten en un reto que solo se hace posible a través de la interdisciplinariedad según el Plan de Estudio (2015) y la Malla Curricular (2015) de la carrera.
El presente artículo tiene como objetivo elaborar una estrategia para la formación de habilidades en los futuros profesionales de la carrera Ingeniería en Administración Turística, a partir de la integración de saberes en esta área que permitan potenciar un desarrollo sostenible y un turismo responsable. Esta investigación permitió conocer cómo a partir del interés de los estudiantes de dicha carrera, estas cuestiones se convierte en el elemento principal que demanda perspectivas bidireccionales entre la universidad y la sociedad.
Desarrollo
Algunas consideraciones sobre Desarrollo Sostenible
La globalización y el acelerado desarrollo hace del turismo un sector que cada vez se hace más amplio y recaudador de economías considerables, frente a su papel potenciador de cambios y transformaciones que le impactan en lo social, económico, político y cultural. Es evidente que todos los países enfrentan los retos de la globalización y del cambio tecnológico pero pocos se encuentran inmersos en procesos de cambio simultáneo.
Ello solicita de una cultura que combine valores globales, tradicionales y equitativos, que comprendan los acontecimientos pasados presentes y futuros, así como sus consecuencias y posibles soluciones propuestas, en función de un desarrollo humano sostenible. En estas condiciones, el progreso científico y tecnológico no puede constituir un fin en sí mismo, sino un medio para promover el desarrollo humano equitativo de una sociedad. (Freyre, 2006).
El término desarrollo sostenible ha constituido desde décadas anteriores un paradigma y a la vez una utopía en el desarrollo humano. Tal afirmación ha provocado necesarias consideraciones a un desarrollo alternativo en correspondencia con el crecimiento económico, la equidad y sustentabilidad ambiental y otras dimensiones que posibilitan la búsqueda de nuevas vías para el desarrollo (Mattar, 2012; Novo, 2006a).
Teniendo como condición necesaria la educación y la cultura del hombre dentro de un contexto determinado a través de una comprensión dialéctico - materialista de la relación entre lo objetivo y lo subjetivo.
Coincidentemente con (Mattar, 2012) el desarrollo sostenible para los países en vías de desarrollo se convierte en un enorme reto por la carencia de recursos económicos, financieros y humanos capacitados. La falta de políticas y estrategias integradas bajo un sistema socioeconómico y capitalista imperante, que se basa en relaciones de propiedad privada conduciendo a las diferencias e individualidades dentro de la economía y la sociedad. Por lo que, esto trae consigo que la apropiación y el dominio privado de niveles tan elevados de desarrollo científico y tecnológico – en medio de un creciente proceso de desigualdad y exclusión social – reclama, con urgencia, de alguna forma de regulación y protección en favor de los países de menor desarrollo relativo, en aras de la continuidad de la vida en un entorno, humano y ecológicamente, sostenible. (Arana y Valdés, 2006).
De ahí que se defina el desarrollo sostenible como:
Un proceso de cambio a diversos niveles, basado en una cultura y racionalidad diferentes, determinada por valores de compromiso, responsabilidad, creatividad, solidaridad, etc., que permitan el crecimiento económico con equidad, sustentabilidad ambiental y participación democrática en las soluciones, mediante el uso racional de los recursos naturales, financieros y humanos en aras de un desarrollo económico, científico – tecnológico, además de humano. (Arana y Valdés, 2006:23)..
SEDICI.UNLP.EDU.AR
Si bien el turismo como práctica social tiene muy larga data, y con ello la connotación del ocio fue mutando durante a lo largo de la historia, su campo de estudio, en tanto campo disciplinar, es más bien contemporáneo. Será recién con los cambios en los paradigmas de acumulación capitalista ...

EQUIDAD EDUCATIVA Y EPISTEMOLOGÍA

EQUIDAD EDUCATIVA Y EPISTEMOLOGÍA
La equidad debe ser tratada desde el punto de vista de la epistemología y más particularmente de las ciencias de la información. Nadie puede creer que todo el conocimiento se encuentra fácil en la Web, pero existen formas y lugares virtuales donde encontrar datos sueltos o sistematiza dos, sin importar si se trata de buscadores generales o específicos, académicos o de archivos virtuales. Lo demás tiene que ver con las formas específicas de escribir (y describir) los hallazgos, para hacer que su lectura sea inteligible (que se logre entender) y que sostenga la atención del lector, que no suele encontrarse especializado en normas de escritura científica. Por otra parte al postular el método de investigación, como base de nuestras clases no tenemos la intención de arribar a conclusiones que se dirijan al sector científico, a los especialistas, porque solo estamos haciendo una puesta en escena (o dramatización) similar, pero no igual, a la investigación de la ciencia que se trate.
Es igual a cualquier otra dramatización inmersa en la didáctica educativa. Muchas veces podemos observar documentos de todo tipo, que siguen las reglas de la especialidad, pero son de difícil lectura para el público en general. Es mejor perder algo del rigor estilístico y menos lectura inteligible para enseñar a aprender, para aprehender.
La educación es una política de carácter pública porque la ejerce el Estado, por lo tanto, debe ser equitativa y no de un gobierno; porque, si hay una red de escuelas pobres de baja calidad educativa destinada a los pobres y una escuela para ricos, no existe equidad; no se garantiza a todos los ciudadanos el derecho ...
EQUIDAD EDUCATIVA, UN CAMBIO DE PARADIGMA - INED21
https://ined21.com › equidad-educativa-c...
Epistemología
Concepto:
La epistemología es la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico. También conocida como gnoseología, su objeto de estudio es la producción y validación del conocimiento científico.
De esta forma, la epistemología analiza los criterios por los cuales se justifica el conocimiento, además de considerar las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención.
Sumario
1 Epistemología y Ciencias de la Información
2 Corrientes epistemológicas del siglo XX
3 Paradigmas Epistemológicos de la Ciencia de la Información
4 El Paradigma físico
5 El paradigma cognitivo
6 El paradigma social
7 Conclusión: Consecuencias prácticas de los paradigmas epistemológicos
8 Fuentes
Epistemología y Ciencias de la Información
Hace aproximadamente veinte años la biblioteca del Royal Institute of Technology de Estocolmo dio una serie de conferencias sobre la ciencia de la información, una de ellas con el título "Epistemology and Information Science" (Capurro 1985). Fue la primera vez que se habló sobre la relación entre hermenéutica y tecnología de la información haciendo una exposición de la tesis que un año más tarde sería aceptada por la Universidad de Stuttgart como tesis de post doctorado ('habilitación') en filosofía con el título "Hermenéutica de la información científica" (Capurro 1986). En esta tesis indicaba que desde el punto de vista hermenéutico el conocimiento está ligado a la acción, mostrando los presupuestos y las consecuencias con respecto a los procesos cognitivos y prácticos relacionados con la Cultura informacional búsqueda de información científica almacenada en computadoras así como con el diseño de dichos sistemas y su rol en la sociedad.
Las relaciones entre epistemología y ciencia de la información tienen una compleja historia de la que no es posible dar aquí una visión detallada.
Esto vale en mayor grado con respecto a la epistemología misma a la que aludiré brevemente en la primera parte refiriéndome a algunos de los cambios paradigmáticos del siglo pasado que han dejado su huella en nuestra disciplina. En segundo lugar, profundizar sobre tres paradigmas epistemológicos predominantes en la ciencia de la información a saber el paradigma físico, el cognitivo y el social. Naturalmente que esta selección y esquematización no sólo simplifican en forma extrema la complejidad de estos planteamientos sino que pueden dar lugar a un malentendido considerando esta exposición en el sentido de un avance histórico, siendo así que muchas teorías se entrecruzan con distintas intensidades y en diversos períodos.
Previamente se muestra el concepto de paradigma.
Thomas Kuhn lo utiliza en su fa moso análisis sobre la estructura de las revoluciones científicas con múltiples connotaciones (Kuhn 1962-1970, Mastermann 1970).
Como la misma palabra paradigma lo indica – del griego paradeigma = ejemplar, mostrar (déiknumi) una cosa con referencia (pará) a otra – un paradigma es un modelo que nos permite ver una cosa en analogía con otra. Como toda analogía llega un momento en que sus límites son evidentes produciéndose entonces una crisis o, como en el caso de teorías científicas, una "revolución científica" en la que se pasa de una situación de "ciencia normal" por un período "revolucionario" a un nuevo paradigma. Kuhn indica que existe una situación "pre-paradigmática" en la cual no se producen progresos científicos, como sería el caso de las ciencias sociales incluyendo también a la ciencia de la información. David Ellis tiene razón cuando muestra, retomando la crítica a Kuhn de Margaret Masterman, que tanto la situación de dualismo como de multiplicidad de paradigmas no son necesariamente signos de un estado científico pre-paradigmático sino que son características de la ciencia normal (Ellis 1992). En otras palabras, la dicotomía entre "ciencia normal" y "período revolucionario" es demasiado esquemática si se considera que crisis, resquiebro, errores, malentendidos, equívocos, analogías, datos empíricos, conceptos, hipótesis, dudas, retornos y búsquedas sin salida así como las instituciones, los instrumentos, las visiones y pasiones que soportan por así decirlo los procesos cognitivos constituyen el meollo mismo en parte latente y en parte explícito de todo campo científico, siendo así que el éxito o el predominio de un paradigma científico está siempre en parte condicionado por las estructuras sociales y por factores sinergéticos incluyendo eventos fuera del mundo científico cuyo efecto multicausal no sólo es difícil de prever sino también de analizar a posteriori.
La ciencia de la información nace a mediados del siglo XX con un paradigma físico, el cual es cuestionado por un enfoque cognitivo idealista e individualista, siendo este a su vez reemplazado por un paradigma pragmático y social o, para tomar un famoso concepto acuñado por Jesse Shera y su colaboradora Margaret Egan a mediados del siglo pasado (Shera 1961, 1970) y analizado en profundidad por Alvin Goldman (2001), por una "epistemología social" ("social epistemology"), pero ahora de corte tecnológico digital.
Un número reciente de la revista Social Epistemology (2002, Vol. 16, No. 1) está dedicado a la relación entre epistemología social y ciencia de la información. Como se puede ver lo que aparentemente surge al final de este relativamente corto proceso histórico, a saber el paradigma social, ya estaba en sus comienzos si bien no como paradigma de la ciencia de la información si de sus predecesoras en particular de la bibliotecología y la documentación.
Una definición clásica de la ciencia de la información dice que dicha ciencia tiene como objeto la producción, recolección, organización, interpretación, almacenamiento, recuperación, diseminación, transformación y uso de la información (Griffith 1980). Esta definición es válida naturalmente también para campos específicos, de modo que si queremos identificar el rol de una ciencia de la información autónoma debemos ubicarla a un nivel más abstracto.
Para esto es necesario una reflexión epistemológica que muestre los campos de aplicación desde arriba o top down y desde donde se vea también la diferencia entre el concepto de información en esta ciencia con respecto al uso y la definición de información en otras ciencias así como en otros contextos como ser el cultural y político y por supuesto también en otras épocas y culturas...
Concepción epistemológica emergente de equidad de género en el envejecer de las mujeres
Emerging epistemological conception of gender equity in the aging of women
Concepção epistemológica da igualdade de gênero no envellhecer das mulheres
Yamilé Rodríguez Sotomayor1, Alfredo Pardo Fernández2, Iraida Mondelo López3
1Especialista de I Grado en Prótesis Estomatológica. Clínica Estomatológica "Julio Antonio Mella". Guantánamo. Cuba. Email: yamilers@infomed.sld.cu
2Licenciado en Filosofía. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor e Investigador Titular. Universidad de Ciencias Médicas. Guantánamo. Cuba. Email: pardo@infomed.sld.cu
3Especialista de II Grado en Estomatología General Integral y en Prótesis Estomatológicas. Máster en Urgencias Estomatológicas y en Medicina Natural y Tradicional. Profesora Auxiliar. Email: imondelo@infomed.sld.cu
RESUMEN
Introducción: la Organización Mundial de la Salud, a través del documento Envejecimiento activo, presentó un marco político, que ofreció un nuevo paradigma en la promoción de un envejecimiento satisfactorio en clave de curso vital. El envejecimiento y el desarrollo han de entenderse como procesos simultáneos y permanentes a lo largo de toda la vida. Objetivo: ofrecer una concepción epistemológica emergente de equidad de género que contribuya a desmontar la visión androcéntrica desde el envejecer de las mujeres en el contexto revolucionario cubano. Método: se realizó un estudio teórico crítico del androcentrismo, desde el envejecer de las mujeres, se construyó una concepción epistemológica emergente de equidad entre géneros que permitió enfocar nuevos puntos de vistas. Resultados: los estudios con enfoque de género permiten explicar el origen y las formas que adopta el androcentrismo y muy especialmente, han contribuido a la crítica del relativismo que sitúa este tipo de prácticas en términos de variabilidad cultural, permitiendo justificar la discriminación.
Conclusiones: los estudios del envejecimiento no se realizan con enfoque desde la perspectiva de género, esta situación invisibiliza a la mujer, fundamentalmente en su envejecimiento, marcan su vida los efectos de la visión androcéntrica social.
Palabras clave: concepción epistemológica; género; equidad; visión androcéntrica; perspectiva de género
ABSTRACT
Introduction: The World Health Organization, through the active aging document, presented a political framework, which offered a new paradigm in the promotion of a satisfactory aging in the key of life. Aging and development must be understood as simultaneous and permanent processes throughout life. Objective: to offer an emerging epistemological conception of gender equity that contributes to dismantling the androcentric vision since the aging of women in the Cuban revolutionary context. Method: a critical theoretical study of androcentrism was carried out, since the aging of women, an emergent epistemological conception of gender equity was constructed that allowed us to focus on new points of view. Results: studies with a gender approach allow us to explain the origin and the forms that androcentrism adopts especially; they have contributed to the criticism of relativism that places this type of practices in terms of cultural variability, allowing to justify discrimination. Conclusions: The studies of aging are not carried out with a gender perspective, this situation makes women invisible, fundamentally in their aging and their lives mark the effects of the social androcentric vision.
Keywords: epistemological conception; gender; equity; androcentric vision; gender perspective
INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud, a través del documento "Envejecimiento activo", presentó un marco político, que ofreció un nuevo paradigma en la promoción de un envejecimiento satisfactorio en clave de curso vital, con un enfoque integrado de género y con una visión inclusiva de la heterogeneidad que caracteriza a los colectivos de mayores.1
La OPS define el envejecimiento como un proceso de integración entre el individuo que envejece y una realidad contextual en proceso permanente de cambio, así el individuo hace esfuerzos constantes por alcanzar un nivel adecuado de adaptación y equilibrio entre sus propios cambios biofisiológicos y aquellos otros que ocurren en los medios ambientes socioeconómicos y culturales más amplios.
El envejecimiento y el desarrollo han de entenderse como procesos simultáneos y permanentes a lo largo de toda la vida. Desde esta perspectiva, el envejecimiento no es sinónimo de declive, sino de crecimiento y desarrollo, y la edad no es sinónimo de patología sino de cambio a lo largo de los años. La mayoría de los análisis que se realizan en torno a este tema estigmatizan a las personas mayores como un grupo de población enfermo, dependiente e improductivo.
Es necesario el análisis de la influencia de los patrones de género y los roles que han desempeñado las mujeres durante su curso vital en sistemas patriarcales-androcéntricos y como estos condicionan su vida desde su niñez hasta la vejez, ya que las concepciones de género occidentales asumidas como estereotipos universales condicionan la vida de las mujeres mayores de hoy2-3 y demuestra la vigencia de lo que Susan Sontag (1978) escribió hace ya más de tres décadas, que "no es lo mismo ser mujer mayor que hombre mayor".
La principal diferencia entre el envejecer de hombres y el de mujeres se debe en lo fundamental a la construcción a través del mundo simbólico del género, como un proceso dinámico que atraviesa los aspectos fundamentales de la existencia humana en el devenir permanente de las relaciones sociales, cuyos matices están dados por las convenciones culturales hegemónicas de cada grupo social en momentos históricos determinados, lo que establece que la identidad de género se refuerza por normas sociales que establecen expectativas de comportamiento diferentes para las mujeres, no se modifica durante el curso vital, por tanto, puede pensarse la relación entre género y epistemología.
La relación género y epistemología, en el mundo contemporáneo, pasa por una fuerte tensión entre las lógicas de organización del conocimiento y las lógicas socioculturales de las personas que asumen y expresan las diferentes orientaciones sexuales. De esta manera, la serie de prácticas y creencias con que Occidente determinó la concepción de género trazó los lineamientos de los comportamientos y prototipos que definían lo masculino y lo femenino a lo largo de historia de Occidente.
Sin embargo, hoy en día con el advenimiento del paradigma emergente, que puede considerarse en términos de Kúhn como una revolución científica, la discusión sobre el género encuentra nuevas interpretaciones que hacen posible redimensionar la lucha de las mujeres en la conquista esencial de sus derechos.
Es evidente que la concepción médica cubana medicalizada aún no reconoce totalmente estos criterios y polariza un enfoque simplista de la edad asociado con procesos catabólicos y degradados, donde la inclusión de los enfoques de género del envejecimiento, especialmente en el envejecimiento femenino es mínima.
La realidad que fundamenta los estudios de la mujer en Cuba, llevó a importantes definiciones como punto de partida:
1. Las condiciones jurídicas que refrendan la igualdad entre las personas, en particular entre mujeres y hombres, es una condición necesaria pero no suficiente para el ejercicio de la plena igual dad de derechos por parte de las mujeres.
2. Más allá, trascendiendo la realidad política y jurídica, pero marcándola con su impronta, está la cultura en su sentido más amplio construida colectivamente a través de sucesivas transformaciones y también sedimentaciones del saber humano, en un proceso histórico en el que tanto o más peso tiene el conocimiento del sentido común, como el conocimiento científico y aún vivimos en una cultura patriarcal.
3. Las transformaciones que trajo consigo el triunfo revolucionario y que se expresan claramente en el discurso jurídico y político y la situación económica de la mujer, no influye directamente en la subjetividad femenina sino que resultan mediatizadas por la influencia de la cultura patriarcal, que en forma de tradiciones, costumbres y valores, trasmite fundamentalmente la familia y en particular la propia mujer como madre, en su función educativa y se expresan en la subjetividad de todas las personas, mediatizando a su vez todas estas acciones.
Estas problemáticas profundamente tratadas en la literatura revisada conducen a la formulación del siguiente problema científico: los estudios de la epistemología feminista actual ignoran la acción del envejecer de las mujeres, sobre todo de las adultas mayores y ceden espacios a las concepciones androcéntricas vigentes. En correspondencia con este problema se propone ofrecer una concepción epistemológica emergente de equidad de género que contribuya a desmontar la visión androcéntrica desde el envejecer de las mujeres, en especial el de las adultas mayores en el contexto revolucionario cubano.
MÉTODO
Se realizó un estudio teórico crítico del androcentrismo, desde el envejecer de las mujeres, se construyó una concepción epistemológica emergente de equidad entre géneros que permitió enfocar nuevos puntos de vistas, con el objetivo de ofrecer una concepción epistemológica emergente de equidad de género que contribuya a desmontar la visión androcéntrica desde el envejecer de las mujeres en el contexto revolucionario cubano.
La metodología general de la investigación sigue el enfoque dialéctico-materialista, como método general, en el plano particular se utilizaron los siguientes métodos y técnicas de investigación: Del nivel teórico: analítico-sintético, inductivo-deductivo, histórico-lógico, análisis documental, sistémico-estructural-funcional, la modelación.
RESULTADOS
La concepción epistemológica resultante de este estudio asume que en la actualidad se puede afirmar que los estudios en los que género y vejez "pasan a ser centrales en la explicación de lo social, son prácticamente inexistentes".3-4 Fundamentalmente, porque el feminismo no ha reflexionado sobre las mujeres mayores, por eso es muy importante recalcar, lo reciente y novedoso de esta concepción centrada en el estudio de las mujeres mayores como campo de interés científico para el feminismo.
El análisis documental para construir esta concepción mostró que en el siglo XIX surge la imagen social de la vejez, en la que se analiza el envejecimiento como un proceso individual medicalizado, y el imaginario de asociar envejecimiento con deterioro y vejez con enfermedad, ofrece una visión de este proceso como un fenómeno tratable desde el punto de vista médico y fisiológico, acentuando el modelo biomédico del envejecimiento.
Los estudios con enfoque de género permiten explicar el origen y las formas que adopta el androcentrismo y muy especialmente, han contribuido a la crítica del relativismo que sitúa este tipo de prácticas en términos de variabilidad cultural, permitiendo justificar la discriminación, el control o la violencia contra las mujeres como un particularismo de algunas culturas y no como una lucha universal de derechos humanos. Sin embargo, a pesar de la relevancia que tiene el feminismo para visibilizar las desigualdades estructurales que el sistema patriarcal impone en la vida de las mujeres, prácticamente no ha puesto su foco de atención en el envejecer de las mujeres mayores.
Citado en Stolcke: androcentrismo se refiere al "enfoque de un estudio, análisis o investigación desde la perspectiva masculina únicamente, y utilización posterior de los resultados como válidos para la generalidad de los individuos, hombres y mujeres". "El hombre como medida de todas las cosas".5
Envejecemos como vivimos en la sociedad, el hecho de vivir y envejecer siendo hombre o mujer ha conllevado diferentes oportunidades, responsabilidades, actitudes y valores. A pesar de que las mujeres disfrutan de una vida más larga por su mayor esperanza de vida que supone vivir más años que los hombres, también padecen más enfermedades crónicas e inhabilitantes y discapacidades que estos.
El hecho de ser mujer es un elemento que genera desigualdades en la última etapa de la vida, ocasionado muchas veces por su estado de salud físico y mental, a las diferencias en la morbilidad y al mayor impacto del deterioro en la mujer por factores socioeconómicos y culturales. La mujer se manifiesta como el centro de la dinámica familiar siendo la responsable de la atención y cuidado de hijos, ancianos y enfermos, administrando el hogar, realizando casi la totalidad o la totalidad del trabajo doméstico, combinándolo con el trabajo fuera de casa y las responsabilidades sociales y políticas, todo lo cual repercute en su salud.
Al ser una mujer mayor llega la jubilación y recae sobre ella la responsabilidad del cuidado de ancianos, esposo y la ayuda a los hijos, lo que se conoce como síndrome de la abuela esclava en una "segunda carrera de crianza".
INED21.COM
INED21 es un medio especializado en educación y aprendizaje. Fundado por Víctor González y José Luis Coronado.

TURISMO EQUITATIVO

TURISMO EQUITATIVO
Las palabras claves suelen se engañosas y en la practica son fraudulentas y precipitan al error o a seguir produciéndolo, con otro envase o envoltorio. El turismo sigue siendo una actividad que beneficia a unos pocos y la posibilidad de concretar turismo comunitario y cultural, con una real interacción con los verdaderos oferentes locales, que viene a ser, fue y debiese ser una de las razones fundamentales de la industria sin chimenea, porque descansar se puede sin necesidad de trasladarse muchos kilómetros, como la posibilidad de encontrarse en lugares agradables, naturales y culturales. El verdadero gancho de la actividad turística es el de ofrecer la posibilidad de la interacción, que sirve de vía para el conocimiento y comprensión de la diversidad cultural de nuestro planeta, que se asienta en las comunidades.
No necesariamente ello debe producirse solo con las etnias, sino que es propio de grandes o pequeñas comarcas con una impronta similar cultural. Para hacerlo inteligible: En nuestro pais (Argentina) tenemos tres bases culturales originarias que perviven (Andina, Pámpido Patagónica y Guaranítica) que nos interconectan con otros estados en los que, asimismo, contamos con su derivado gaucho y con el aporte de los afro descendientes. La cultura dominante se impone por un entramado de políticas y apoyo estatal sobre la base de los descendientes de migrantes de los Siglos XIX y XX, pero a las otras, con mayor o menor potencia, se las observa fuera de capitales, sin que se llegue a concretar un beneficio anunciado por la sola mención de un desarrollo sostenible. No existe el apoyo estatal, para que las comunidades enlacen con la autopista del gran turismo nacional o internacional.
EL TURISMO COMO PROPIEDAD COMUNITARIA
Posted 2017-10-02 In Soluciones
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“El Turismo como propiedad comunitaria” es un proyecto de investigación independiente que estudiará algunos casos de gestión comunitaria del turismo en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México a partir de Noviembre del 2017.
Planteo del Problema
El Turismo es una de las actividades económicas que mayores ingresos genera, especialmente, en Latinoamérica. Si uno revisa la composición del PBI (Producto Bruto Interno) de algún país de esta región, podrá advertir que el turismo está en el podio de las industrias que más aportan y que más puestos de trabajo generan. Pero se suele confundir crecimiento con desarrollo. Los beneficios económicos se concentran en pocas manos, los puestos de trabajos están muy precarizados, las residentes locales no tienen ni voz ni voto en las políticas públicas y se siguen empobreciendo, los recursos naturales y culturales están siendo exterminados, la exclusión social se sigue proliferando y no se respetan derechos humanos básicos. De esta forma el turismo, como tantas otras actividades, está atentando contra la lucha internacional contra la pobreza.
En la década del 70, en pleno auge del turismo de masas, se comenzó a hablar de un turismo “amable”, posteriormente “verde” y/o “ecoturismo” para referirse a un turismo un poco menos dañino, prestando especial atención a la cuestión ambiental. Luego en los 90, con la Agenda 21 y la Cumbre de Río, aparecieron términos como “sostenible”, “responsable”, “consciente”, “ético” y “justo”, tratando de cuestionar también efectos sociales y económicos del fenómeno. Si bien todos son válidos e importantes, porque han significado los primeros pasos y conforman hoy en día nuestra base teórica, no son más que postulados tibiamente reformistas. En general son muy poco aplicados en la realidad y no proponen ningún cambio estructural. Solo sirven para disfrazar un turismo absolutamente funcional al sistema capitalista y termina siendo injusto y desigual.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró este año – 2017 – como el “Año Internacional de Turismo Sostenible para el Desarrollo”, se publicaron principios y objetivos. Pero la realidad de los pueblos más necesitados no ha cambiado en nada. El mundo está sufriendo y necesita más acciones concretas y menos declaraciones y conferencias internacionales.
En los últimos años un nuevo concepto enciende una luz de esperanza para quienes creemos que otro turismo es posible. Se trata del Turismo Comunitario, pero no como un producto, sino como una forma de gestión en la que los servicios y beneficios de la actividad están controlados por la comunidad local. Y aunque cumpla con una de las variables que diferencian el desarrollo del crecimiento (participación de los residentes locales) –lo que no es poco y de hecho debería aplicarse a cualquier emprendimiento-, todavía hay muchos otros factores que deben ser evaluados: tipo de relación y compromiso con el ambiente natural/artificial, valoración de todas las identidades socio-culturales, cumplimiento de derechos humanos, calidad laboral y distribución de los beneficios económicos. Así como también debe estudiarse si los servicios ofrecidos al turista son de la calidad necesaria como para generar una interacción armoniosa entre residente y turista.
La presente investigación cualitativa analizará algunos casos de gestión comunitaria del turismo en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México (un caso por país), teniendo en cuenta las variables anteriormente mencionadas. Pero no desde el sillón y vía internet, sino que será un viaje en busca de modelos de turismo que de verdad beneficien a todos/as los/as trabajadores/ras del sector.
Hipótesis
La gestión comunitaria de los recursos turísticos es el primer paso necesario para lograr que la actividad turística sea un factor preponderante de desarrollo sostenible y contribuya así con la lucha internacional contra la pobreza.
Objetivo
Desarrollar, mediante el estudio de diversos proyectos de gestión comunitaria de turismo, una forma de gestión que sea capaz de transformar al turismo en una herramienta de desarrollo que mejore la calidad de vida de la población local y todos los actores intervinientes.
Fundamentación
La juventud y el propio dinamismo de la actividad turística hace imprescindible, para todos los agentes intervinientes, mantener una firme voluntad de estudio. Tanto la administración pública como empresas privadas, consultoras y organizaciones no gubernamentales deben consultar frecuentemente las variantes y tendencias que el sector soporta día a día para perfeccionar sus respectivos trabajos.
Pero para todos los actores que intentan desarrollar permanentemente un modelo de turismo más justo y equitativo, es aún más necesario invertir tiempo y recursos en diferentes tipos de ensayos científicos, ya que la tendencia general es obtener la mayor cantidad de beneficios económicos sin importar la conservación del patrimonio natural/cultural y la calidad de vida de residentes, turistas y recursos humanos. En este contexto mundial de sobreexplotación y desesperado crecimiento a ciegas, es fundamental detenerse a observar, reflexionar y estudiar exhaustivamente varios procesos de gestión turística que vivan digna y armoniosamente con su ambiente para poder aprender de ellos, darlos a conocer y multiplicarlos en otros sitios del planeta.
No hay dudas que cualquier tipo de actividad turística – y en todos los ambientes – debería ser sostenible, ecológica, responsable, justa… Pero la realidad es que no lo son y no lo van a ser nunca mientras que, tanto privados como organismos públicos, le sigan dando la espalda a residentes locales y manejen la actividad a su antojo y según sus conveniencias. En la mayoría de los casos a los habitantes ni se les consulta y en otros pocos solo se los escucha por compromiso sin darle demasiada importancia. Por esto entendemos que para encaminarse hacia el cumplimiento de los principios de sostenibilidad internacionalmente reconocidos por organizaciones como la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Turismo debe gestionarse por la comunidad local, consciente y conocedora de sus virtudes y necesidades, y lo que es más importante, poseedora de una solidaria y verdadera voluntad de cambio. Y no es que inversiones privadas, organizaciones externas y administración pública no deban existir, sino que tienen que trabajar en conjunto con los residentes locales, no mandar o dictar, sino escuchar y respetar...
TURISMO , CULTURA Y DESARROLLO
( Fragmentos de la publicación del mismo título, en proceso de edición por AECI )
Damián Moragues Cortada. 2006.
INTRODUCCION
Desde hace muchos años la relación entre el turismo, la cultura y el desarrollo -claramente evidente- ha sido tratada en artículos, libros y publicaciones desde muchas perspectivas, la mayoría, sin embargo, en el contexto de la simple reflexión académica. La acepción Turismo Cultural, que parece haberse convertido, improvisada y precipitadamente, en la concreción práctica de todas las disquisiciones teóricas, tiene una amplia literatura e infinidad de asociaciones y entidades que, con mayor o menor fortuna, discurren por un amplio campo de actuación, impreciso en ocasiones y extremadamente específico en otras. Esta aceptación del Turismo Cultural como la suma absoluta del compendio de relaciones entre turismo, cultura y desarrollo puede considerarse, en todo caso, como restrictiva de las potencialidades que implica la interacción entre estos tres ámbitos y como arriesgada, también, por un cierto estilo elitista. La aplicación práctica del llamado Turismo Cultural no ha ido más allá, en la mayoría de los casos, de una pequeña parcela selectiva de un gran mercado turístico, que dispone ya globalmente de determinados contenidos culturales o paraculturales , pero no en el contexto de lo que algunos definen como Cultura, con mayúsculas.
Se pretende, aquí, dar un paso más allá del turismo cultural -entendido en los términos más comunes- para abrir la perspectiva a un nuevo espacio de relaciones más eficaz, quizás menos ortodoxo, pero definitivamente asentado en la consecución de un marco de beneficios socioeconómicos, precisamente para las comunidades menos favorecidas y que necesitan de instrumentos de dinamización en su evolución económica y social.
En esta visión apriorística de la relación entre los tres àmbitos, no cabe duda de que se asigna un rol a cada uno de ellos. Parece poco discutible que el desarrollo es el objetivo, el gran objetivo que ha de permitir mejorar la calidad de vida y las expectativas sociales de grandes capas de población sumidas en el subdesarrollo o, simplemente, minimizar el desequilibrio entre zonas urbanas y rurales o entre zonas costeras y el interior. La cultura es el gran activo, la riqueza tangible e intangible, de la que son, objetivamente, propietarios indiscutibles sus propios actores y gestores. Por último el turismo, entendido en su dimensión de fenómeno socioeconómico de gran magnitud, es el medio que ha de concretar los activos en desarrollo, las potencialidades en realidades tangibles y cuantificables, que sean percibidas por la población protagonista de la implementación de proyectos y programas.
Es pues el momento oportuno para que quienes trabajan en el mundo del Turismo, la Cultura o el Desarrollo, asuman su trascendencia y plasmen en iniciativas prácticas la interacción positiva entre los tres ámbitos. Como profesionales, gestores o responsables de territorios implicados en este proceso, no cabe duda de que tenemos una nueva responsabilidad que obliga a superar la trayectoria inercial del turismo actual y de la gestión habitual de los activos de la cultura, en aras de un compromiso con el desarrollo social y económico de una gran parte del planeta que ve limitadas sus posibilidades por la mediatización de sus actividades productivas tradicionales.
EL TURISMO
Turismo es algo que, de una u otra manera, siempre se hizo. La curiosidad, la necesidad de descubrir nuevos espacios, de interaccionar con otras gentes, forma parte de nuestra misma condición. Evolucionamos y, por tanto, nuestras motivaciones y nuestros comportamientos van variando hasta convertir el turismo en uno de nuestros consumos cotidianos. Aún así, subyacen en nuestro inconsciente razones muy primitivas que nos impulsan a descubrir que hay detrás de la montaña y a contrastar nuestro modo de vida con el de otras sociedades con evoluciones culturales muy distintas. En cierta manera, buscamos seguridad. La convicción de que lo que hacemos es mejor que lo que vemos, o de que podemos mejorar nuestra vida actual con lo que aprendemos. Una vez detrás de la montaña, optamos por sumar o por comparar, en función de nuestra propia base ética y cultural. La actitud resultante va a ser definitiva en la proyección de nuestra práctica turística sobre el territorio que visitamos. La suma es el principio de una implicación que impulsa el desarrollo. La comparación, desde la óptica de visitantes poderosos y visitados empobrecidos, acentúa, en general, las desigualdades y la impermeabilidad a la interacción cultural.
Naturalmente, todas las definiciones de turismo, incluso las más antiguas, nos pueden proporcionar pistas sobre aspectos relevantes de su relación con la cultura. En realidad, parece indisociable el turismo de la cultura y, en todo caso, no se entendería la misma génesis del turismo sin implicaciones culturales significativas.
"La suma total de operadores principalmente de cariz económico directamente relacionados con la llegada, la estancia y el movimiento de forasteros en un determinado país, ciudad o región" ( H. Von Schullard.1910).
La Liga de las Naciones (1937) define al turista como "cualquier persona que viaja por placer y abandona su lugar de residencia habitual por menos de un año y por más de 24 h.Los viajes de menos de 24 horas se definen como excursiones".
"El turismo es la totalidad de las relaciones y fenómenos generados por el viaje y la estancia de forasteros, siempre y cuando la estancia no implique el establecimiento de una residencia permanente y no esté relacionada con actividades remuneradas" (Hunziker y Krapf. 1942)
"Turismo es el desplazamiento corto y temporal de personas hacia destinos distintos a sus lugares de residencia o trabajo habitual, así como las actividades que realizan durante su estancia en el destino. Se incluyen los desplazamientos por cualquier motivación"( Tourism Society of England. 1976).
La Organización Mundial del Turismo, en 1994, lo definió como, "el conjunto de actividades que realizan las personas durante sus viajes a lugares distintos de su contexto habitual, por un período inferior a un año, con propósitos de ocio, negocios y otros motivos "
Teniendo en cuenta una definición tan amplia y el hecho, constatado, de las dificultades de ubicación de la actividad turística en el contexto administrativo, se nos sugiere que estamos tratando, en resumen, de situar, en términos de poder, las decisiones sobre el devenir turístico de cada territorio en un marco operativo, cuyos objetivos han de responder al modelo de desarrollo y al modelo de sociedad que los gestores del territorio decidan, en una primera y trascendental decisión.
Aún cuando el turismo tiene la gran opción de acomodarse para ser compatible con una innumerable cantidad de otras actividades, subyace aquí un paradigma básico en el desarrollo turístico y que se resume en la subordinación de otras políticas a las políticas turísticas o viceversa. En resumen, no se trata tanto de la definición de instituciones que rijan la política turística, sino del orden jerárquico por el que los distintos estamentos de un Gobierno ( a la escala que sea) determina la importancia del turismo en esa zona. Ello tiene que ver, ineludiblemente, no tan solo con el turismo, sino, como se afirmaba anteriormente, con la visión general, el modelo de desarrollo, que se prevé para ese territorio.
EL TURISMO COMO INSTRUMENTO
En la exploración de los conceptos de turismo y de las consecuencias de éstos sobre la sociedad, adquieren especial valor, en una perspectiva de futuro y muy especialmente en su relación con la Cultura y el Desarrollo, definiciones actuales como la de Bertram M. Gordon ( Mills College. California ) "La expresión de la curiosidad. Curiosidad en movimiento". Merece especial atención la aproximación de la idea del turismo a la necesidad de conocer , de descubrir. En un mundo en el que el volumen y la calidad de las informaciones es prácticamente insistematizable e incontrastable, adquiere especial importancia aquello que, con curiosidad, queremos conocer por nosotros mismos, sin mediatizaciones. Ello nos lleva, sin grandes elucubraciones, a la calidad de instrumento del turismo actual. Estamos, en realidad, ante un gran medio de comunicación que en lugar de acercar la noticia, la novedad, el conocimiento -posiblemente mediatizado- a nuestra confortabilidad cotidiana, nos proporciona la oportunidad de satisfacer nuestra curiosidad, nuestro deseo de aprender, en directo, en el lugar de los hechos y contrastarlo con nuestro bagaje cultural y nuestra experiencia vivencial. En este ejercicio, además de satisfacer nuestra curiosidad, abandonamos el entorno confortable de nuestra sociedad del bienestar para enfrentarnos a nuevas dimensiones sociales y culturales, algunas menos confortables, lo que nos proporciona la opción de experimentar nuestras capacidades personales ante lo extraño, ante lo ajeno.
Si aceptamos este contenido principal de curiosidad y de instrumento de comunicación, en un concepto moderno del turismo, nos acercamos, mucho más, a la valoración de la cultura, en un sentido amplio, como elemento clave en las motivaciones de los viajeros y proporcionamos una herramienta trascendental para el desarrollo, en aquellos lugares con contenidos culturales capaces de atraer la curiosidad del viajero moderno. Cierto es que la contraposición del bagaje cultural del viajero, muy en especial cuando éste proviene de sociedades económicamente avanzadas, con la cultura autóctona local, en lugares supeditados económicamente a los mercados emisores, puede suponer y de hecho ya lo supone en muchos lugares del mundo, riesgos muy notables que solamente son minimizables en una perspectiva de sostenibilidad,
Quedaría idílicamente definido el marco conceptual del turismo moderno en esta línea de medio de comunicación cultural, si no tuviéramos que admitir que gran parte, quizás la mayoritaria, del turismo de hoy en día se mueve en el entorno del uso banal de un territorio. Si bien esto es evidente y perjudicial en una visión sostenible del desarrollo, hay que aceptar que no se hace, en turismo, otra cosa distinta de la habitual en la mayoría de los medios de comunicación masivos. Las cuotas de audiencia, también en la actividad turística, prevalecen sobre otros muchos valores de mayor relevancia cualitativa, aún cuando estos últimos sean reiteradamente reivindicados por los profesionales del mismo medio.
EL IMPACTO DE LA RECIENTE HISTORIA DEL TURISMO
Es a partir del nacimiento del llamado boom turístico, donde encontramos algunas claves que van a determinar la relación entre turismo, cultura y desarrollo en la actualidad. No se puede negar, sin duda, que es un período aciago desde la perspectiva cultural. La cultura no ocupa un lugar preeminente en la consideración de los destinos turísticos, sino, que al contrario, es literalmente eliminada o transformada drásticamente por la masificación turística. Se imponen modelos culturales externos a las poblaciones receptoras de los flujos turísticos, se obvia la cultura local y se yuxtapone un exotismo cultural superficial, que ha de acompañar y complementar el conjunto de la oferta turística.
Los procesos derivados de esta primera etapa acultural o transcultural han marcado definitivamente grandes espacios de los destinos turísticos de primer orden hasta la actualidad, llegando, incluso, al extremo de una conversión formal de lo que fueron pequeños pueblos de pescadores en auténticas ciudades de servicios, en las que se hace y se tiene que hacer un gran esfuerzo para recuperar algunas, al menos, de sus antiguas tradiciones y raíces culturales.
En otra dimensión, la del desarrollo, podría afirmarse, como se hace desde determinados círculos, que la explosión turística de los 60/70 fue algo absolutamente bendecible. No se va a discutir aquí el crecimiento, en términos cuantitativos de la cifra de negocios y de sus efectos multiplicadores sobre la economía de muchas zonas. Sin embargo, sí es absolutamente discutible la calidad de tal crecimiento, en tanto que, más allá de las externalidades negativas que acompañan cualquier proceso económico, se produce un verdadero desastre medioambiental y urbanístico en las zonas de mayor densidad turística. Se trata de un crecimiento basado en la concentración , que perdurará como modelo de desarrollo turístico, hasta la actualidad, en muchas zonas del planeta.
Hay que añadir, además, otros aspectos a esta valoración negativa del desarrollo producido por el crecimiento turístico. Por una parte, la génesis de un modelo extractivo, mediante el que los países emisores de turistas obtienen la mayor parte del beneficio del conjunto de la operación turística. Por otra, la consolidación definitiva de la vinculación del desarrollo turístico a la especulación inmobiliaria, en un proceso que tan solo se limitará, parcialmente, muchos años más tarde y que sigue, todavía vigente en muchos países en vías de desarrollo.
Pretender vincular, en este último período, el turismo con la cultura y el desarrollo de una manera razonable, parece del todo imposible. Ha nacido y, además se consolidará para muchos años, un estilo de turismo que , aún entendiéndolo como un mal menor, banaliza o substituye las culturas locales, impone modas sociales tendentes a no interaccionar con los habitantes del destino y, limitando el desarrollo a su perspectiva económica más extractiva, hace un reparto injusto de los beneficios derivados de la actividad turística. Aunque pudiera tacharse de apocalíptica esta consideración sobre los resultados del boom turístico, no hay más que dar un breve repaso a las iniciativas públicas actuales sobre esos destinos turísticos tradicionales. Todas ellas, locales, estatales o internacionales, tienden a paliar, mediante Planes de Excelencia, de Dinamización o de Reconversión, los resultados negativos del proceso trepidante que sufrieron en la segunda mitad del siglo XX. En muchos casos se trata simplemente de asegurar la supervivencia económica de zonas, abocadas ineludiblemente al monocultivo turístico.
No se puede establecer una fecha mágica en la que algo empieza a cambiar en el sector turístico y en la percepción de la actividad turística por parte de la sociedad. La maquinaria central de la actividad turística sigue anclada en el estilo extractivo propio de la época del boom. Aún así, surgen nuevas actitudes y propuestas que van tomando cuerpo en el turismo y que hacen suponer un progresivo cambio en la perspectiva del desarrollo futuro de este sector. En términos de cuotas de mercado los cambios son imperceptibles o muy poco significativos, mientras que en términos de percepción social de un nuevo turismo, estas nuevas propuestas y actitudes adquieren mayor trascendencia.
El cliente ya no es un sujeto pasivo al que se le muestran las bellezas exóticas de un lugar remoto, encerrado en su urna de cristal, sino que es un sujeto activo que interacciona con las gentes del lugar, participa de su cultura cotidiana y sacrifica temporalmente el confort al que está habituado. En el marco de ese turismo alternativo se generan nuevas propuestas con contenidos culturales más rigurosos y sofisticados, de manera que el llamado turismo cultural se consolida también como una tipología turística trascendente, aunque muy centrado -en una visión muy eurocéntrica- en los atractivos de las grandes ciudades europeas.
Simultáneamente en los países avanzados se toma conciencia colectiva de la necesidad de preservar el medio ambiente. La sostenibilidad ha aparecido como paradigma universal y ello va a impregnar, también, la práctica turística. Aparecen ya las primeras críticas notables y con eco social al carácter depredador del turismo convencional. Ya a finales de los años 70 son múltiples los espacios de debate en los que se analizan las consecuencias de la construcción ilimitada y desordenada, de la especulación inmobiliaria y del escaso beneficio, para determinados destinos masivos, de la industria turística. Se habla ya de subvención a los turistas. Es decir, el volumen de servicios que presta el lugar de destino es superior, en coste real, al beneficio económico que genera la actividad turística. Todo ello, simplemente, tratando del tema económico, sin tener en cuenta, además, las implicaciones que tiene desde el punto de vista social o cultural...
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“El Turismo como propiedad comunitaria” es un proyecto de investigación independiente que estudiará algunos casos de gestión comunitaria del turismo en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México a partir de Noviembre del 2017. Planteo del Problema El Turismo es una de l...

IGUALDAD Y EQUIDAD

IGUALDAD Y EQUIDAD
Para hacerlo fácil de entender Igualdad es el derecho que se hace efectivo con el ingreso, en este caso a la educación formal y equidad significa permanencia y finalización de estudios. Por ello, para nuestro país, tenemos igualdad al iniciar, con una alta tasa de deserción y muy baja incidencia de finalización en los sectores menos favorecidos. Con lo que falta equidad. Por que ocurre esto? Por la BAJA CALIDAD DE LA EDUCACION y la falta de inversión. Por que mencionamos INVERSION, porque no solo faltan bancos y aulas al inicio de las clases, sino que falta una buena formación docente, porque no se puede entender que tantos docentes nuevos no sepan enseñar (como máximo) y comprender textos (como mínimo), según los resultados de los exámenes del año pasado. En otras palabras si antaño un docente necesitaba de cuatro o cinco años ejerciendo para ser realmente eficaz y eficiente, hoy necesita de ocho o diez años y antes de lograr maestría en su profesión, puede pasar a cargos administrativos o directivos. De igual manera que se extendió la adolescencia a mas de 24 años, se extendió el plazo a mas del doble de lo necesario anteriormente para lograr ese equilibrio profesional que permite crecer en docencia. Asimismo, en muchos casos se observa que la anticipación del declive de las potencialidades docentes se produce mucho antes, porque es poco entendible que tantos conozcan tan poco de las nuevas formas de enseñar aprender y se muestren tan sorprendidos e, incluso furiosos. Vale decir que la obsolescencia se precipita mucho antes.
La baja calidad de la educación se mueve impulsada por dos problemáticas falaces: a).- Debemos bajar la calidad, para permitir que mas alumnos permanezcan por mas tiempo en la educación formal y b).- Debemos permitir que, en servicio, mas docentes logren formarse, con el tiempo. Pero la realidad es tirana, de una forma de tiranía que suelen mostrar, al poco tiempo, las evaluaciones. Lo contrario es hacer bien las cosas en formación y en clases, como ya hemos explicado ampliamente en lo que se encuentra escrito y que no son cuestiones novedosas ni revolucionarias, porque vienen siendo marcadas, como solución, desde hace muchos años, tantos como los que dura la crisis (unos 40).
¿QUE DEBEMOS ENTENDER CON IGUALDAD EN EDUCACION?
DR. NELSON CAMPOS VILLALOBOS
IGUALDAD EN EDUCACION
El término igualdad deviene del latín aequalis, que viene de aequus, por uniforme, parejo, justo, en el sentido de conformidad de dos o más cosas iguales; de uniformidad de las partes iguales de un todo. Como adjetivo, derivado del mismo término latino, significa que igual es de la misma naturaleza, cantidad o calidad que otra cosa. Correspondencia y proporción. La igualdad, en la historia escrita de la humanidad, se inicia como un problema político y posteriormente se hará filosófico. Efectivamente, en Grecia, en el año 508 a.C., cuando Clístenes hace su gran reforma, emplea el término isonomia en el sentido de igual repartición del poder y establece el de isogoría en el sentido de igualdad de palabra, democratizando el ejercicio del poder pues en virtud de ello ningún ciudadano está por sobre otro ni por sobre la ley que han consensuado ellos mismos. Aristóteles ha señalado que a personas desiguales corresponden cosas desiguales. También ha señalado que lo que varía son los criterios de igualdad en las personas: en la oligarquía es la riqueza y en la democracia es la libertad (ver la Etica Nicomaquea, V, 6). También con gran certeza y sabiduría Aristóteles ha señalado que la igualdad de bienes lleva consigo la igualdad de educación (ver Política, capítulo IV). M. Bunge (2002:261) entiende por igualdad como la ausencia de discriminación de raza y de género y como de igual oportunidad de acceso a la riqueza, la cultura y el poder político.
La igualdad de los ciudadanos se ve amenazada debido a una realidad inesperada: en toda democracia existe una sobre-representación parlamentaria de sujetos provenientes de los estratos más educados y de mayor nivel socioeconómico en desmedro de los otros estamentos societarios. Entonces, ¿de quienes son los intereses que se defienden en los parlamentos? Una visión superficial nos muestra que hay sectores sin voz, como los jubilados, los ancianos, los más pobres, los discapacitados, los desocupados y todos ellos parecen no existir en la sociedad pues nadie los toma en cuenta ni hay voluntad política para mejorar la situación de los marginados, que son sombras de su pasado por carecer de organizaciones que los representen. Por otra parte, ellos ni siquiera tienen el derecho a la desobediencia civil, pues no cuentan económicamente. Si bien no hay mejor sistema político que la democracia, corremos el riesgo que ella, como en Grecia, sea solamente un bien para los tienen el poder y que lo pueden hacer sentir en la comunidad. El riesgo evidente es que se puede pasar de la democracia a la aristocracia hereditaria: ¿No se advierte acaso como los políticos integran al poder a sus esposas e hijos y familiares? Es evidente y malo que exista el nepotismo, pero ninguno de los políticos lo denuncia porque a su vez cada uno de ellos está esperando su turno para disfrutar del poder y sus privilegios, entre los cuales está el ubicar a sus parientes en la burocracia administrativa y técnica, no solamente en el momento en que están brillando, sino que están pensando incluso en las futuras generaciones. El hecho filosófico es que si los grupos más favorecidos económicamente están efectivamente gobernando en una sociedad, se rompe el sentido de lo que es democracia, más aún si ese hecho deja sin participación a las minorías ya señaladas. Es lamentable que en aras de un ideal democrática los grupos políticos se confabulan con los económicos para detentar el poder por el mayor tiempo posible, lo que atenta contra la igualdad, lo cual fue muy expresado por G. Orwel en Rebelión en la granja, (1946) un libro que hay que leer. De todas maneras, hay que tener en cuenta en toda crítica a la democracia, que ésta es un ideal maravilloso, del gobierno del pueblo, y que lo que falla es el llamado sistema democrático, con lo cual dejamos sin objeción el verdadero sentido de igualdad que preconiza el concepto en discusión. En la literatura educacional, observamos que hay dos líneas teóricas: a) Los que sostienen que la educación es el factor que hace iguales a las personas y b) Los que sostienen que la educación se ha convertido en un factor que mantiene y hace hereditaria la desigualdad entre las personas. Como argumento anteriormente en este libro, estoy de acuerdo con esta última visión de la realidad.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Desde la vertiente del utilitarismo, lo que interesa no es el trato igual sino que es la igualdad de oportunidades para todos, o en educación, sería el acceso garantizado a todo niño de acceder a la educación sin importar lugar geográfico, religión, posición política o recursos de los padres. Raymond Williams (2000: 174) considera como igualdad de oportunidades para ser desiguales. De todas maneras, la igualdad de oportunidades es más posible que la igualdad de partida para los estudiantes del sistema de educación obligatoria, por ejemplo, pues la primera se logra mediante el esfuerzo personal de cada quien y la segunda es una ficción creada por los políticos sin una mayor y profunda reflexión. M. Bunge (2002:261) entiende por igualdad como la ausencia de discriminación de raza y de género y como de igual oportunidad de acceso a la riqueza, la cultura y el poder político. Una de las desigualdades más resistentes al cambio es la referida al género en cuanto a igualdad de oportunidades frente al trabajo. Algunas legislaciones han pretendido hacerlo explícitamente como una forma de disuadir el trabajo de las madres o de evitar la competencia con los varones, quienes deben sostener a una familia, lo que no siempre ocurre con las mujeres. En educación, la idea generalizada es evitar la discriminación de género dando igual formación a la mujer y mejor aún, recurriendo a la educación mixta o coeducacional. Es indudable que si existiese en realidad una igualdad de oportunidades, las mujeres ocuparían al menos el cincuenta por ciento de los cargos públicos, de las profesiones y de los niveles ejecutivos de las empresas, lo cual no ocurre, al menos en toda latinoamérica, en áfrica y en otros lugares subdesarrollados. IGUALDAD INICIAL O DE PARTIDA
Es el acceso a la educación, sin importar religión, ni posición social, ni género ni etnia. No está involucrada la calidad de la educación en esta igualdad, sino la libre oportunidad que ofrece el Estado al crear escuelas en todos los lugares del país. Para algunos filósofos, la igualdad de oportunidades está implícita desde el nacimiento, porque todos los hombres han sido creados iguales. Sin duda alguna, en este concepto hay mucho de ingenuidad, porque la realidad demuestra lo contrario, es decir, que la desigualdad humana está presente desde antes del nacimiento y puede objetivizarse en los cuidados prenatales, en la entidad médica en que se produce el parto, en los bienes y dinero que posee la familia, etc.
En educación se advierte la paradoja que si bien se habla de igualdad inicial, lo que pretende la enseñanza es justamente permitir el máximo de logros en el individuo, lo que es tratar en el fondo de buscar la desigualdad, puesto que no todos los alumnos poseen los mismos dones o similares habilidades cognitivas.
Aristóteles señaló que lo importante es no nivelar las propiedades, sino nivelar las pasiones, y esta igualdad sólo resulta de la educación establecida mediante buenas leyes Ver Política, cap. IV).
Para otros filósofos, la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres produce a la larga un efecto perverso, pues las mujeres en tal situación pueden descuidar sus deberes como madres. La naturaleza ha hecho distintos a hombres y mujeres, lo que indicaría una necesaria desigualdad inicial, contraria a la igualdad cultural que preconizan los sociólogos y políticos en la actualidad. Sin duda alguna, mantener este postulado significa hacerse de enemigos intelectuales, especialmente entre las mujeres.
Distinto es el concepto de igualdad de oportunidades, que posee una fundamentación abiertamente democrática y que es una posición justa. Sin embargo, la sociedad actual busca la igualdad inicial y se olvida que justamente la más necesaria y real es que todos tengan la misma oportunidad para disfrutar de los bienes que se ofrecen en la democracia, como p.e. el acceso a salud de igual calidad y lo mismo en cuanto a educación. Por ejemplo, es evidente que la sociedad no ofrece igual oportunidad de empleo para las personas discapacitadas.
También es evidente que la siguiente afirmación es solamente una expresión de buenos deseos: Proporcionar una educación democrática, igualitaria y obligatoria para todos y sin embargo esa consigna es empleada abundantemente en el discurso político, sobre todo antes de las elecciones.
La equidad educativa. El concepto de equidad, en el campo de la educación, hace referencia al tratamiento igual, en cuanto al acceso, permanencia y éxito en el sistema educativo para todos y todas, sin distinción de género, etnia, religión o condición social, económica o política.
La equidad educativa • El Nuevo Diario
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Igualdad y equidad en la educación
9 octubre, 2016 /Enrique Sánchez Ludeña
Hay una clara relación entre educación y pobreza. Los grupos sociales más pobres son los que menos educación han recibido y los que tienen más dificultades para acceder a ella y a sus beneficios. Pero no son los únicos, porque sucede lo mismo con cualquier otra diferencia que genera marginación, como la debida a la raza, el género, la cultura, la religión o las aptitudes físicas o intelectuales.
Por unos motivos o por otros, aunque el derecho a recibir educación es universal hay múltiples diferencias y desigualdades que lo dificultan o que impiden ejercerlo. Cuando se habla de igualdad de oportunidades educativas, se está hablando de disponer las cosas o tomar medidas para que esto no suceda.
Se puede considerar que hay igualdad de oportunidades cuando todas las personas tienen las mismas posibilidades educativas. En este sentido, se puede hablar de cuatro tipos de igualdades: de acceso, de supervivencia, de resultados y de consecuencias educativas. La primera mide la probabilidad de que una persona ingrese en el sistema educativo, por lo general en una escuela. La segunda mide la probabilidad de encontrar a esa persona en un determinado nivel del sistema escolar, por ejemplo en la educación secundaria o en la educación superior. La igualdad de resultados se refiere a la probabilidad que tienen los individuos de distintos grupos sociales o con distintas características de tener el mismo rendimiento, por ejemplo, de obtener los mismos resultados en el examen de acceso a la Universidad o en las pruebas PISA. Finalmente, la igualdad de consecuencias indica la probabilidad de que aquellos que obtienen resultados escolares similares accedan a trabajos de estatus parecidos y con salarios análogos.
Dicho de otra forma, hay igualdad de oportunidades cuando todos tienen las mismas probabilidades de ingresar en el sistema educativo, mantenerse en él, aprender lo mismo y obtener los mismos beneficios de lo aprendido. Por ejemplo, si los alumnos de los programas de formación profesional básica proceden mayoritariamente de las clases menos favorecidas o los resultados que se obtienen en las pruebas de evaluación externa son claramente diferentes en los colegios privados y en los públicos, parece claro que las oportunidades no han sido las mismas; o que, siéndolo, no se han podido aprovechar de la misma manera.
Paradójicamente, para aproximarse a la igualdad de oportunidades deben introducirse desigualdades en el sistema educativo; esto es, hay personas y colectivos que deben recibir un trato distinto: recibir más atención, disponer de profesores especializados, tener acceso a ciertas tecnologías, desarrollar currículos adaptados, estar exentos de algunas exigencias horarias o de contenidos… Son lo que se conoce como medidas compensatorias, encaminadas a equilibrar la balanza o reducir las desventajas en la consecución de un objetivo común; por ejemplo, la obtención del título de secundaria. Se piensa que, así, los alumnos reciben un trato equitativo; pero no es cierto, porque muchas de estas medidas no son equitativas sino igualatorias.
Según los diccionarios, la equidad consiste en la aplicación del derecho natural por encima del derecho positivo, de la ley escrita. También se refiere al trato diferenciado que, para suprimir la injusticia, se aplica a los individuos, de acuerdo con sus circunstancias y características. En educación, según la UNESCO, la equidad implica educar de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales, sin que las condiciones económicas, demográficas, geográficas, éticas o de género supongan un impedimento al aprendizaje.
Esto parece claro, pero la equidad, en la práctica, tiene muchas interpretaciones. Por ejemplo, se considera que un sistema educativo es equitativo cuando dedica más recursos y atención a los alumnos más necesitados, que son aquellos que tienen más probabilidades de fracasar en la escuela; sin embargo, dentro de esta categoría de alumnos con riesgo de fracaso escolar, también podríamos incluir a los alumnos de altas capacidades, los llamados superdotados, porque tienen más dificultades para adaptarse que otros cuando se les somete a la enseñanza reglada. Sin embargo, no es habitual que estos alumnos reciban un trato diferente.
Se considera equitativo que los alumnos con más dificultades reciban más atención para no fracasar en la escuela, pero no suele plantearse que lo realmente equitativo para algunos alumnos sería educarse fuera de la escuela, en otro sistema, de otra manera. Si cambiase nuestro concepto de fracaso escolar también cambiaría nuestra percepción de lo que es o no es obrar con equidad.
Porque, en este momento, aunque las escuelas sean inclusivas, en todas ellas se imparten las mismas asignaturas y se desarrollan los mismos currículos oficiales, desatendiendo enseñanzas que podrían ser enormemente valiosas para muchos alumnos. Y esto de igualar las escuelas, para que en todas ellas se enseñe lo mismo y se puedan obtener los mismos resultados, puede que nos acerque a cierto tipo de igualdad de oportunidades pero, desde luego, no educa de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales.
Hay igualdad de oportunidades cuando se juega a la lotería y todos tienen un boleto, pero no la hay en una carrera de resistencia o de velocidad, por mucho que todos puedan participar en ella. Y el sistema educativo actual es claramente competitivo, aunque se disfrace de maratón popular o de carrera solidaria.
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DR. NELSON CAMPOS VILLALOBOS IGUALDAD EN EDUCACION El término igualdad deviene del latín aequalis, que viene de aequus, por…