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miércoles, 31 de julio de 2024

EL CORONEL FERNANDEZ CAMPERO Y LAS GUERRAS DE LA INDEPENDENCIA


 Historia Militar
El Coronel Fernandez Campero y las guerras de la Independencia
 



EL IV MARQUÉS DE YAVI.

Juan José Feliciano Fernández Campero

UN PATRIOTA DESCONOCIDO





Don Juan José Campero y Herrera, nacido en España, casi en la primavera de 1641, fue el primer marqués, maestre de campo, y después encomendero por su condición de viudo de la única hija y legítima heredera de don Pablo Bernárdez de Ovando. También fue Caballero de la Orden de Calatrava, recibiendo ésta investidura mediante cédula real otorgada por Carlos II en 1689 y recibe el hábito el 5 de junio del mismo año. Su título, primer marqués de Yavi,( así conocido en Argentina) pero es en realidad Marqués del Valle de Tojo, está inscripto en la memoria colectiva de los jujeños. Su magnificencia, atributo de la nobleza antigua, es proverbial en estas tierras argentinas, así como también en Bolivia, y Perú.

Su testimonio se aplica especialmente a las obras piadosas, producto de su acendrada fe cristiana.

El último y cuarto Marqués de Yavi (o de Tojo), Don Juan José Fernández Campero, nació en el pueblo de Yavi en 1777. Según investigación de Javier Campero Paz, en su libro “ El vínculo de Tojo”, hay datos contradictorios sobre esta fecha, pero la real, de acuerdo a su certificado de bautizo “ se desprende que fue bautizado el 15 de junio de 1777, a la edad de seis días, por lo que se deduce su nacimiento el 9 de junio del mismo año.(op.cit).

Mientras no se hablaba de las ideas libertarias, el marqués, al igual que los que tenían ascendencia española, y títulos de nobleza, estuvieron de parte del rey de España, por su origen colonial y además por el grado de Coronel del Rey que recibió por herencia. Fue un hombre que nació realista y abrazó la causa patriota por la cual murió.

A diferencia del primer marqués, le cupo ser más reconocido en Salta que en el territorio que lo había visto nacer.

Hasta la batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813, se desempeñaba como coronel del ejército realista. Es más, estaba como gobernador de Salta del Tucumán por disposición del general Goyeneche, y al frente del ala izquierda del ejército realista al mando del general Pío Tristán. Pero, éste es un momento crucial en la vida del hombre que se debatía entre la lealtad a sus orígenes y la que le inspiraban los razonamientos de los patriotas, sus amigos y parientes, y su amor por ésta Patria naciente.

Y su decisión fue tomada, con todo lo que ello significaba para él. El día 20 de febrero, retira el ala izquierda del campo de batalla con lo que ayudó al triunfo del General Manuel Belgrano con las tropas patriotas.

Esta histórica decisión, afianzó la relación familiar con los Guemes, y los sentimientos y emociones compartidos en adelante, signaron la amistad que unió a Juan José Fernández Campero, cuarto marqués de Yavi, y Martín Miguel de Guemes en el glorioso tiempo de la guerra por la independencia nacional. Días en los que, al decir del historiador Antonio Cornejo, “ambos abrigaron con fervor y heroicidad las ideas patriotas y un férreo espíritu americanista”.

Hombre de fortuna considerable, hizo uso de cuantiosos bienes en cumplimiento de esas altas aspiraciones a favor de la independencia nacional. Fue un colaborador incondicional del General Quemes.(op-cit).

A la guerra de la independencia, el Coronel del Ejército Patrio y Coronel graduado Juan José Fernández Campero, destinó bienes y esfuerzos, y al final, SU VIDA .Las distintas acciones que realizó a favor de nuestra Independencia en la guerra libertaria, (entre ellas la creación a su cargo de un regimiento en la vanguardia de la frontera), le valieron que el gobierno revolucionario lo nombrara Coronel del Ejercito Patriota el 27 de junio de 1814.Esta designación le fue conferida por Gervasio Antonio de Posadas mediante un oficio en el que señalaba que “ atento a los méritos y servicios(…) le confería al Coronel Don Juan José Campero el mando del Regimiento de Milicias Provinciales de Voluntarios de Caballería de Tarija. Sus tropas actuaron entre 1814 y 1816 en los combates que se sucedieron en tierras de la Puna.

En reconocimiento de sus acciones a favor de la Patria naciente, el Director Alvear ascendió nuevamente a Campero, a Coronel Mayor Graduado de la Provincias del Río de la Plata el 24 de febrero de 1815.

Está probado que en Tastil y en Casavindo levanto dos fábricas de pólvora con las que asistía a sus soldados, a los de Guemes, y a la tropa gaucha. También que producía los proyectiles de metal para los cartuchos, elaborándolos con plomo y estaño extraídos de las minas de Potosí y Tarija. Así mismo, hacía sables para los gauchos en dos fraguas de acero que levantó en plena montaña, una en Acoyte y otra en la zona de Santa Victoria. El primer sable que salió de aquellos yunques le fue entregado al general Martín Miguel de Guémes, al decir de Rodolfo Martín Campero en su libro “El marqués de Yavi. Coronel del ejercito de las Provincia Unidas del Río de la Plata”.

El 30 de agosto, día de Santa Rosa, el Coronel Mayor Juan José Fernández Campero, hace jurar la INDEPENDENCIA DE LA AMERICA DEL SUD, siguiendo las órdenes del general Manuel Belgrano, por disposición del Soberano Congreso de Tucumán a sus hombres y a los patriotas de la Puna y la Quebrada de Humahuaca,

Este documento se conoce con el nombre de “La Arenguita de Santa Rosa”, y es redactada por él mismo y expresa así:



“Hoy que es el día en que la iglesia celebra la única santa canonizada del Perú, hemos jurado la Independencia de la América del Sud, de orden del señor general en jefe don Manuel Belgrano, por disposición del Soberano Congreso reunido en Tucumán, que compone la Nación; es decir: que nos separamos absolutamente de toda dominación europea.

Nada hacemos con hablarlo, ofrecerlo y prometerlo, si nuestra constancia falta y el valor desmaya.

A las armas americanos.

Advertir que más de 300 años hemos sido cautivos y con este acto se han roto las cadenas que nos oprimían: tratemos de realizar este gran proyecto.

El tirano procurará devorarnos; opongámosle el pecho firme, ánimo resuelto, unión y virtud para resistirlo. Veréis cómo el imperio de nuestros Incas renace, y la Corte del Cuzco florece.

Nosotros nos haremos de un gobierno dulce y nuestros nombres serán eternos en los fastos de la historia.

Repito: si queréis ser independientes, si apetecéis componer una nación grande, llegar al rando de vuestros antepasados, conservad la Religión Católica, la virtud arregle nuestras operaciones, y el valor y entusiasmo las rija.

Con esto lograremos nuestros fines.

Entre tanto resuenen por el aire las voces halagueñas.

¡Viva América del Sud! ¡Viva nuestra amada Patria!

¡Viva el Imperio Peruano y vivan sus hijos en unión!”



El 15 de noviembre de 1816, mientras el Marqués se encontraba escuchando misa, llegaron las tropas de Olañeta y fue tomado prisionero junto con su segundo el comandante Quesada, en un ataque inesperado que se conoce como “La sorpresa de Yavi”. A partir de allí, los realistas fueron sus verdugos, y lo sometieron a una larga y penosa prisión. Primero en Tupiza, luego Potosí, donde tuvo una corta fuga, retornando al encarcelamiento. Allí fue juzgado por una corte marcial que lo considero culpable de “infidelidad al rey, causa que se agrava por su condición de noble, por lo que fue condenado a la pena de prisión perpetua.” Desde allí fue conducido a Lima, donde los diputados peruanos solicitaron su canje, con resultados negativos. El Congreso de Tucumán se reunió el 3 de febrero de 1817 para tratar el tema de los prisioneros en manos de los realistas y hacerlos cargo de las represalias que pudieran sufrir en el caso de torturas o fusilamientos. Numerosos fueron los patriotas que intercedieron para la libertad de Campero, o por lo menos para evitar las torturas y el mal trato. Así lo hizo el General Martín Miguel de Guemes ante el general de la Serna, como también el propio San Martín, pero todo fue en vano.

Finalmente fue enviado en barco a España por la ruta de Panamá.

Muere en Kingston, capital de Jamaica, el domingo 28 de octubre de 1820, a los 43 años, cuando era trasladado para ser juzgado por un Consejo de Guerra en España.

Lo anteriormente detallado es sólo una brevísima síntesis de la personalidad y el accionar del último marqués de Yavi, héroe de la Independencia



UN JUSTO RECONOCIMIENTO



La historia de una región, de un país, de una provincia, es material precioso para sus habitantes.

En la medida que mejor conozcamos la verdad sobre ella, más motivos tendremos para enorgullecernos y corregir aquellas cosas que hicimos mal. “El conocimiento es vida, y la vida es invocación a la vida .La cultura histórica tiene por fin conservar viva la conciencia que la sociedad humana tiene del propio pasado…En éste alto valor moral y político de la cultura histórica se funda el celo de promoverla y acrecentarla, el cuidado de preservarla libre de contaminación y juntamente con el vituperio que se inflinge con severidad a quien la deprime, desvía o corrompe”.( Benedetto Croce, “La historia como hazaña de la libertad”. F.C.E. )

El motivo de estas reflexiones, es que creo profundamente en la importancia de socializar el conocimiento a favor de nuestra historia real y no inventada o desconocida.

Realmente creo que el pueblo argentino hará justicia cuando se nombre a Juan José Fernández Campero, junto a Belgrano, a Guemes y a muchos patriotas del norte argentino que apuntalaron, con vida, sangre y bienes, la Independencia Nacional. Cuando se valore en su medida la valentía de afrontar, frente a sus contemporáneos, una decisión en la que, literalmente, se jugó la vida. “¿Cómo justificar que tan noble patriota se encuentre todavía en el exilio?”, se pregunta el Dr Rodolfo Martín Campero.

En el año 1880, el Congreso del Perú dictó la Ley 6864 por la que declara al Prócer de la Independencia Don Juan José Fernández Campero, acreedor a la gratitud nacional y autoriza al Poder Ejecutivo a repatriar sus restos mortales.

En diciembre de 2008, el Senado de la Nación Argentina dio media sanción al proyecto que fuera iniciativa del senador por Jujuy, Gerardo Morales, y que recibiera el apoyo de sus pares y en especial de la senadora por Salta, Sonia Escudero, para la repatriación de los restos mortales de Don Juan José Fernández Campero. “Temprana fue la tumba que guarda sus restos mortales, generosas las tierras hermanas que aún lo hospedan”.Estas palabras emocionadas las pronunció el Senador Gerardo Morales al fundamentar su iniciativa en la sesión del 10 de diciembre de 2008.

La Academia Nacional y la Academia Argentina de Historia analizaron los fundamentos y expresaron su apoyo, así como numerosos historiadores y personalidades de la cultura nacional y provincial del noroeste dieron su opinión a favor de esta iniciativa.

En definitiva se trata de poner en el lugar que le corresponde en la historia nacional y provincial a éste héroe de nuestra independencia, buscando la verdad en el pasado, pero también pensando en el presente y futuro, en estos momentos en los que en nuestro país se está trabajando para conmemorar el Bicentenario de la gesta libertaria

Nadie pareció entender que el hijo de la tierra en llamas, respondería a sus reclamos, aún a costa del martirio y la muerte.

Patriota por elección y mártir de la causa que despertó su pasión de americano, fue Don Juan José Fernández Campero.

Numerosas son las leyendas que circulan respecto a éste personaje, los túneles, los tesoros escondidos………pero coincidimos con Rodolfo Campero: “Tal vez necesitamos de una última leyenda: dicen que en tierras lejanas descansa su cuerpo, y en nuestra patria se halla su alma.”

EL MARQUÉS DE YAVI FUE UN PATRIOTA POR LIBRE ELECCION, QUIEN DUERME EL SUEÑO DE LOS INJUSTAMENTE OLVIDADOS, EN UN PAÍS QUE NO ES LA ESPAÑA DE LOS ORÍGENES, NI LA ARGENTINA EXTENSA DE SUS GLORIOSAS LUCHAS POR LA INDEPENDENCIA.



Creemos que éste héroe Americano, Yaveño de nacimiento, merece descansar en su tierra amada.



Profesora Silvia Rey Campero



BIBLIOGRAFÍA GENERAL

Javier Campero Paz.” El vínculo o de Tojo”. Editorial “Luis Fuentes.Tarija Bolivia 2008

Rodolfo Martín Campero.” El Marqués de Yavi. Coronel del Ejército de las Provincia Unidas del Río de la Plata”.Buenos Aires. Editorial Catálogos, 2006.

Luis Guemes. “Guemes Documentado.” Tomo 6. Editorial Plus Ultra.1980.Argentina.

Gastón Doucert .Numerosos

https://www.zona-militar.com/foros/threads/el-coronel-fernandez-campero-y-las-guerras-de-la-independencia.24394/

Pero la delicada salud de Fernández Campero por los tormentos sufridos y el encierro determinaron que fuera desembarcado enfermo en Jamaica, donde el ex marqués murió en Kingston el 22 de octubre de 1820, luego de testar como coronel mayor del Ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
https://es.wikipedia.org › wiki › Ju...
Juan José Feliciano Fernández Campero - Wikipedia

lunes, 29 de julio de 2024

LOS OMAGUACAS


Tenemos un pueblo originario que se involucró el las luchas de la independencia, al igual que otros, que luego sufrió discriminación y no hicimos nada por ellos. Igual tenemos a un Coronel del Ejército del Norte enterrado en un suelo que no es el nuestro.

Los Omaguacas: Ubicación, Vestimenta, Lengua, Vivienda.
Los Omaguacas, vocablo aymara que significa “agua sagrada”, oma=agua y guaca=lugar sagrado, es el nombre con el que se identifica un grupo de indígenas que habitan en las provincias de Jujuy y Salta de la República de Argentina. También se les conoce como humaguacas, umahuaca o umaguaca, término quechua que significa uma=cabeza y guaca=lugar sagrado, “cabeza de tesoro” o “jefe sagrado”.


Actualmente existen alrededor de siete mil personas Omaguacas distribuidas en unas 44 comunidades que viven mayoritariamente en la provincia de Jujuy, más específico en la Quebrada de Humaguaca del departamento Humahuaca. De ellas 38 habitan en espacios con características rurales y sólo 6 en situaciones urbanas.

Geográficamente, su región posee difieren un clima subtropical con buen régimen de lluvias y vegetación en el sur, mientras que el norte es más seco y con menos precipitaciones anuales. Antes de la conquista española, el territorio omaguaca era una zona de paso de caravanas y migraciones, por tanto, los pobladores recibieron todo tipo de influencias, principalmente la de los incas, los aimaras y los quechua.

Organización Social y Política
Índice

El pueblo estuvo dividido en al menos tres unidades sociopolíticas: Los Omaguaca al norte, Tilcara en el sector central y Tilián al sur. Cada una estaba a cargo de un cacique, las cuales a su vez obedecían al cacique general de los omaguacas. El cacique o jefe de la tribu ejercía funciones político – militar y religioso.


En la actualidad son un pueblo cuya organización social es marcadamente matriarcal, siendo las mujeres quienes llevan la delantera en las actividades del hogar y económicas.

Aspectos Culturales más importantes de los Omaguacas
pueblo Omaguaca

Lengua
Respecto a la lengua originaria del pueblo omaguaca no se conoce mucho. Es posible que los antiguos habitantes de la quebrada de Humahuaca hablaran una lengua propia del valle y diferenciada de las regiones cercanas denominada humahuaca u omaguaca, sin embargo, también es probable que hablaran el idioma aymara, kunza y quechua por influencia de dichas culturas.

Después de la llegada de los españoles y hasta la actualidad, los omaguacas y sus descendientes reemplazaron definitivamente su lengua autóctona por el español.

Economía
La principal actividad económica del pueblo omaguaca era la agricultura, actividad que se mantiene hasta hoy en las zonas rurales, sembrando principalmente el maíz, seguido por la papa y la quinoa. Araban la tierra con un arado manual llamado “chakitaklia” que consistía en dar un simple golpe sobre la tierra con la inclinación correcta para abrir un hoyo y sembrar la semilla; también utilizaban palas de madera de algarrobo o de piedra para romper los terrones.

Utilizaban un sistema de riego artificial y construían andenes de cultivo como los incas debido a que eran suelos pedregosos. Recolectaban frutos silvestres como el algarrobo. Guardaban la cosecha en “silos de piedra”. Molían los granos en morteros.

También domesticaron la llama y practicaron la caza del guanaco, ñandú, venados, suris, entre otros.


Respecto a sus habilidades artísticas, elaboraban pequeñas y grandes vasijas, cantaros y ollas de forma redonda con profusa decoración geométrica. También trabajaron el cobre, el bronce, el estaño, la plata y el oro para fabricar adornos, vasos, placas, armas y otros instrumentos.

Además, desarrollaron el tejido con lana de llamas y guanacos para elaborar su propia indumentaria y para la venta o intercambio con otras etnias.

Cosmovisión
La comunidad Humaguaca rinde especial adoración a la Pachamama o madre Tierra como creadora de vida, quien les ofrece el aire, el agua, el sol, la lluvia y los alimentos. Cada 1° de agosto realizan una fiesta o ritual para hacer ofrendas a la Pachamama, dar gracias por u nuevo ciclo agrícola o un nuevo año y pedir por las buenas cosechas y el buen tiempo.

Es probable que los antepasados del pueblo Omaguaca rindieran culto a los muertos y a sus cráneos debido a los hallazgos de deformaciones craneanas asociadas a la práctica de rituales donde colocaban tablillas de madera para presionar los huesos frontal y occipital.

La funeraria era un ritual elaborado donde colocaban el cadáver en posición fetal dentro de un cántaro utilizado como urna y enterrados con sus pertenencias envueltos en mantas y ponchos. La coca traída desde Bolivia era parte esencial en el ritual ya que acompañaba al muerto en su viaje final.


Era común fabricar altares o montículo de piedra llamado “apachetas” al lado de los caminos y en lo alto de las pucaras para depositar sus ofrendas y asegurar un viaje placentero y sin inconvenientes.

Con la llegada de los españoles y los misioneros católicos, hubo un sincretismo con sus creencias ancestrales; así, por ejemplo, la imagen de la Virgen María fue asociada a la de Pachamama y otras figuras religiosas con entidades propias de su cultura. Actualmente profesan el catolicismo con elementos de sus credos pasados.


Vestimenta
museo Omaguacas
El vestido tradicional del omaguaca es una manta o camiseta, llamada “uncu” que sobrepasaban las rodillas en los hombres y llegaba al tobillo en las mujeres. También elaboraban ponchos, mantas y cinturones con lana de vicuña o llama, teñidos con vivos colores y decorados con dibujos geométricos.

Calzaban sandalias de cuero crudo de llama atadas al pie con cordones del mismo material. Se adornaban con collares, anillos y brazaletes de metal, lapislázuli o malaquita.

Vivienda
vivienda de los omaguacas
Sus casas eran rectangulares, con paredes de piedra techos de barro y paja a una sola agua, sin ventadas y con una pequeña entrada. Por lo general, las viviendas se fabricaban una cerca de la otra formando un poblado de más de cien viviendas. Solo unas pocas estaban alejadas, cerca de los cultivos.

Los Omaguacas desarrollaron construcciones de tipo militar, con recintos fortificados llamados “pucará”, con muros de pirca para defenderse de sus enemigos. Hoy se conserva la de Tilcara, sobre la margen izquierda del río Grande en un cerro donde, a más de 2500 metros sobre el nivel del mar, se construyó el fuerte, que contenía viviendas, corrales para las llamas, templo y cementerio.

Alimentación
alimentacion del pueblo Omaguaca
El maíz constituía el alimento más importante para los Omaguacas, con el cual podían preparar variedad de alimentos utilizando morteros, molinos planos y piedras de moler para procesar el grano. A través de la recolección obtenían el algarrobo con el cual también obtenían harina para preparar alimentos y bebidas. La carne provenía de la caza y del sacrificio de las llamas.

La cultura ancestral del Omaguaca está en proceso de extinción. Actualmente sus descendientes han adoptado la mayoría de las prácticas de la cultura occidental.

https://pueblosindigenas.es/de-argentina/omaguaca-ubicacion-vestimenta-lengua-vivienda/

domingo, 28 de julio de 2024

EL PLAN CONTINENTAL

Cuando San Martín fue designado Jefe del Ejército del Norte, sabía que debía reestructurarlo a fondo, para que sirva para contener los avances de las tropas realistas. Para ello necesitaba de tropas de refresco y no solo de nuevas estrategias. Igualmente sabía que contaba con Güemes y sus tropas. Pero era necesario contar con el aporte de habitantes que no habían participado, hasta 1814, de la guerra. En ese caso tenía una gran cantidad de guerreros entre los grupos indígenas, que sabían de qué se trataba y estaban disponibles en la misma Quebrada de Humahuaca, configurados en los antiguos grandes guerreros de la zona.


El general Güemes y el Plan Continental Sanmartiniano
Por el Instituto Argentino de Historia Militar.

17 de junio de 2021

Excepto los salteños, que conocen muy bien a su máximo héroe, el general Güemes, la mayoría de los argentinos tiene una vaga imagen de él. Un general que, con un puñado de gauchos valientes, defendió la frontera norte durante la guerra de la Independencia.

No eran unos gauchos tipo montoneras, sino un verdadero ejército formado por la caballería de línea, con el Regimiento de Infernales y el Escuadrón de Granaderos a Caballo, y la caballería gaucha que, según la zona, estaba conformada por 2 a 5 escuadrones a lo largo y ancho de Salta y Jujuy. Un ejército que había tomado de la experiencia que le transfirió San Martín la disciplina y el espíritu de cuerpo, pero adaptados al terreno y a un tipo de lucha particular.


Pocos conocen la estrecha relación que tuvo con el general San Martín y el papel que le tocó jugar en su Plan Continental.

En el tiempo que estuvieron juntos, mientras era comandante del Ejército del Norte, San Martín le transfirió mucha de su experiencia profesional y de la guerra de guerrillas que había adquirido en España durante la invasión napoleónica.

A pesar de que San Martín conocía a sus oficiales y los había de gran experiencia, puso los ojos en Güemes para el plan continental que estaba ideando en ese entonces.


Dos misiones le dio a Güemes. La primera, que impidiera cualquier invasión mientras él preparaba el Ejército de los Andes; cruzara la cordillera y le diera la independencia a Chile; a lo que el general salteño le respondió: “Mi general, de Salta no pasarán”, promesa que cumplió, deteniendo la principal invasión de las cuatro que tuvo que soportar con posterioridad.

Era la invasión del mariscal De la Serna, que se inició en diciembre de 1816, conformada por 6000 hombres con unidades experimentadas en la guerra napoleónica y que tenía como objetivo impedir el cruce de los Andes del ejército de San Martín y posteriormente marchar sobre Buenos Aires a tomar el último bastión de Sudamérica aún en manos patriotas.

La otra misión que le dio era para la segunda parte del plan continental. Debía atacar hacia Lima con su ejército, cuando San Martín desembarcara en las playas del Perú. De esta manera, la capital del virreinato se vería amenazada desde dos direcciones. Esta misión la comenzó a cumplir con gran esfuerzo a fines de 1820, pero quedó inconclusa a su muerte, el 17 de junio de 1821.

San Martín, en su correspondencia, había ponderado a Güemes: “De coraje temerario, mimetización popular y clara lucidez intelectual”.

Alguna vez nuestro ilustre salteño, ante las dificultades que le ocasionaba a los realistas y lo impenetrable que resultaba Salta para las distintas invasiones, fue sobornado por el general Olañeta, quien le ofreció seguridad, reconocimientos, títulos nobiliarios y un gran pasar económico, todo lo cual rechazó expresándole que esa proposición era indigna de un general realista y, más aún, que un patriota la aceptara.


Güemes, según la mayoría de los escritores, pasó a la historia como el Defensor de la Frontera Norte, que no es poca cosa, pero tampoco es exacta. En realidad, fue algo más que eso.

Su presencia en Salta, su prestigio y el respeto que le tenían sus enemigos fue lo que disuadió cualquier intento de invasión en 1816, y esto permitió la reunión del Congreso de Tucumán y la posterior declaración de la independencia.

Haber detenido la invasión de De la Serna fue fundamental para el normal desarrollo del cruce de los Andes y la consecuente recuperación de Chile por parte de las fuerzas patriotas.

Haber protegido el flanco del Ejército de los Andes durante toda su campaña en Chile y posterior preparación de la campaña al Perú fue invalorable para el general San Martín.

El 7 de junio de 1821, mientras cenaba en la casa de su hermana Macacha en la ciudad de Salta, fue sorprendido en una emboscada y resultó herido cuando rompía el cerco. Fue llevado por sus gauchos hasta la quebrada de la Horqueta para preservarlo de los realistas, que, al mando del general Olañeta, habían tomado la ciudad de Salta. Este general le mandó emisarios para ofrecerle traslado al hospital, médicos y todo tipo de inmunidad. Agradeció el ofrecimiento, pero lo rechazó por ser inadmisible. Un segundo emisario al día siguiente volvió a insistir y le respondió: “Coronel, dese por despachado”.

Al atardecer del 17 de junio, luego de 10 días de lenta agonía, dejó de existir.

Güemes murió a los 36 años, dejando a una viuda de 24 años y tres pequeños hijos. Fue el único general de la guerra de la Independencia que murió producto de una bala enemiga.

https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-general-guemes-y-el-plan-continental-sanmartiniano

sábado, 27 de julio de 2024

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA LUEGO DE 1814

En general se piensa que no existieron cambios en los años de la Independencia, cuando los cambios fueron profundos y notables luego de los cuatro meses en los que San Martín se encontró al frente del Ejército del Norte, en particular en cuanto a la estrategia 

independencia Argentina – 1901
Bidondo, Emilio: La Guerra de la Independencia en el Norte Argentino
CFI. Datos sobre Volcán – 20015
Definición y etimología de batalla definiciona.com 2015
Javier Ferrer - Cecilia Bembibre: Diccionario enciclopédico ABC Definicion ABC –general-batalla 2017
Joan Corominas, José A.: Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Pascual Gredos, 1991
Jorge Ariel Vigo: Fuego y Maniobra (Breve Historia del Arte Táctico). Buenos Aires 2005
Julián Pérez Porto y María Merino: Definición de batalla Definicion.de, 2013.
Keegan, John . El Rostro de la Batalla,. Turner. 2013
Maria Moliner : Diccionario de Uso del Español.. Editorial Gredos. 1981.
Paleari , Juan A :Diccionario General de la Provincia de Jujuy Tomo 11, Gob. De Jujuy 1993,
Paleari, Antonio: Diccionario Geográfico de la Provincia de Jujuy
Sanchez De Bustamante, Teófilo: Biografías Históricas de Jujuy
Vergara, Miguel Ángel: Compendio de la Historia de Jujuy



[1] Docente de Historia en los niveles medio y superior, Diplomado Universitario en Historia Argentina y Latinoamericana, Presidente del Colegio de Profesores de Historia e Integrante del Instituto de Estudios Históricos, “Gral. Manuel Eduardo Arias”.
[2] Para los soldados que habían luchado, la distinción era puramente académica: un soldado que hubiera luchado en Beaumont Hamel el 13 de noviembre de 1916 probablemente ignorara que estaba tomando parte en lo que el comité denominaría “Batalla de Ancre”.
[3] Tras la Batalla de Waterloo algunos oficiales británicos dudaban de si los eventos acaecidos a lo largo de ese día merecían el título de “batalla” o habían sido una mera “acción”,
[4] Gral. Brig. (R) "VGM", Miembro de Número y Secretario académico del Instituto Nacional Belgraniano.
[5] Tte. Cnel. (R), Doctor en Historia egresado de la Universidad del Salvador, docente e investigador universitario, Miembro de Número de la Academia Nacional Sanmartiniana, del Instituto Nacional Belgraniano y del Instituto de Historia Militar Argentina, director del equipo de Investigación Histórica de la escuela de Guerra y director de la Maestría en Historia de la Guerra en la Escuela Superior de Guerra
[6] Abogado y Magister en Historia de la Guerra y Miembro de Número del Instituto Nacional Belgraniano y académico del Instituto Güemesiano
[7] Vicepresidente del Instituto Belgraniano de Jujuy.
Colegio de Profesores de Historia 

martes, 23 de julio de 2024

SEUDÓNIMO

¿Qué es un seudónimo y ejemplos?
Se escriben con mayúscula inicial y si van precedidos de artículo, este se debe escribir en minúscula: Alfonso X el Sabio, Isabel la Católica, Jack el Destripador... Seudónimos o nombres artísticos: Son los nombres utilizados por escritores y artistas en el ejercicio de sus actividades, en lugar del suyo propio.17 may 2018
En el día de hoy llegó una persona enojada, con la que creo no haber charlado, pero puede ser alguien que escuchó una charla mía o al que le preguntaron, pero solo puede ser de Historia. Siempre digo Guillofca o Guillermo Fernando Cámara, para que puedan encontrarme en Google.
Y no termino de entender el enojo del señor, salvo que fuese mandado, con su familia, por otra persona, pero me gustaría saber el nombre del que lo mandó o de la persona que cree que usar un sedónimo es un delito. En este caso ese era el tema. Casualmente, en el mismo día un colombiano intentó callarme en el Monumento a los Héroes Anónimos de la Independencia, en Humahuaca, porque creía que el no podía vender, porque un supuesto curandero charlaba en sus proximidades y este profesor lo hacía un poco má lejos sobre Historia del monumento, aunque dejó aclarado que lo molestaba menos. En ese caso el delito puede ser otro, cómo el autor y está vinculado con la libertad, para tratar un tema de Historia, por un profesor de la materia que presenta fuentes y pruebas.

Esto es lo que sale si se escribe Guillofca en Google , al principio en: Instagram
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Guillermo Guillofca Cámara
Bibliófilo y escritor de cientos de artículos, mochilero, enamorado de la Historia, la Antropología y la Gerontología. Ver libros en Google Aires.

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Y LUEGO ARTÍCULOS Y LIBROS... Pero no creo que avale ningún enojo, porque no es un delito. Pero si es un delito revisar las pertenencias de otros, cómo ocurrió este viernes pasado a primera hora de la mañana y creo que tiene más relación con el incidente del enojado. O puede tenerlo con otros tipos de intentos por suprimir relatos históricos con fundamentos históricos, que recientemente ocurrieron y que no tienen ningún sentido, cómo no tiene sentido decir de alguna persona que fue declarada cesante, cuando no es real al día de hoy a las 20,25 del 23/07/2024. Y si lo fuese en un futuro, no cambiaría, para nada la Historia, porque no tiene ninguna importancia, con el tema Histórico real, de la lucha por la Independencia. Por lo que no deja de ser un simple chisme. En cambio intentar evitar que explique temas de su materia, un Profesor de Historia se inscribe en otra temática.

ALGUNOS TÍTULOS BORRADOS

En este tiempo agregamos algunos artículos que habían sido solicitados, que no teníasn directa relación con lo ya escrito, y cómo ya fueron leídos por sus destinatarios los estamos eliminando, para no generar confución, pero ello no significa que deba elegir algún tema en particular o algún tipo de trabajo en especial, porque todos tenemos derechos a relatar, siempre que no violemos leyes o normas. Aunque algunas cuestiones se deben aclarar, para seguir siendo veraces.

SAN MARTIN JEFE DEL EJÉRCITO DEL NORTE


Después del Combate de San Lorenzo, San Martín se hizo cargo a comienzos de 1814 de los restos del Ejército del Norte que había sido vencido en el Alto Perú. Era una tropa derrotada y con problemas de indisciplina a la que reorganizó durante cuatro meses.8 ago 2021
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San Martín se hace cargo del Ejército del Norte - Billiken

En varias oportunidades, distintas personas, la mayoría de ellos habitantes de la ciudad de Buenos Aires y zona de influencia, me preguntaron qué había hecho el general en el ejército del Norte y la respuesta es simple: Adaptarlo a la nueva estrategia de evitar que los realistas pasen de norte a sur, con la facilidad, con la que lo habían hecho anteriormente.

San Martín y un cambio de estrategia
En 1814 cuando San Martín ocupó el cargo de general en jefe del Ejército del Norte, advirtió que los intentos de terminar con la resistencia realista en el Perú por el Norte llevarían a una guerra de desgaste. Entonces elaboró un plan para atacar y libertar Lima, corazón del poderío español en Sudamérica.

En 1814 cuando San Martín ocupó el cargo de general en jefe del Ejército del Norte, advirtió que los intentos de terminar con la resistencia realista en el Perú por el Norte llevarían a una guerra de desgaste, lo cual diezmaría los pocos recursos económicos y humanos con los que contaba la Revolución. Entonces elaboró un plan para atacar y libertar Lima, corazón del poderío español en Sudamérica, que consistía en cruzar la cordillera de los Andes primero, para reforzar la revolución chilena y unir los recursos materiales y humanos del Río de la Plata y Chile, y luego navegar por el océano Pacífico en dirección al virreinato del Perú y acabar con la resistencia española en el sur del continente. Para ejecutar su plan, solicitó el cargo de Gobernador Intendente de Cuyo, jurisdicción que comprendía las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. El 9 de septiembre de 1814, San Martín llegaba a la ciudad de Mendoza con un objetivo muy claro: armar un ejército profesional bien pertrechado que le permitiera derrotar a los realistas y lograr definitivamente la independencia americana.
“La patria no hará camino, por este lado del norte que no sea una guerra defensiva y nada más. Pensar en otra cosa, es empeñarse en echar al pozo de Ayrón, hombres y dinero. Ya le he dicho a Ud. mi secreto: Un ejército pequeño y bien disciplinado en Mendoza, para pasar a Chile y acabar allí con los Godos, apoyando un gobierno de amigos, sólido, para concluir también con la anarquía que reina. Aliando las fuerzas pasaremos por el mar a tomar Lima. Ese es el camino y no éste. Convénzase, hasta que no estemos en Lima la guerra no se acabará” (Carta de San Martín a Rodríguez Peña, del 22 de abril de 1814).
Ya siendo gobernador y con el apoyo incondicional del Cabildo de Mendoza, San Martín comenzó los preparativos de su campaña libertadora. El reclutamiento de soldados fue muy intenso. A principios de 1815, San Martín dispuso que todos los hombres que tuvieran entre 15 y 45 años de edad, debían alistarse en los cuerpos cívicos. Un año después, el 12 de enero de 1816, ante la necesidad de reclutar más hombres, dispuso en un bando que los amos de esclavos debían proporcionarle al gobierno todos aquellos que tuvieran entre 14 y 45 años y encargarse de proveerles de uniformes. Los esclavos eran los que mayormente trabajaban en las siembras, las estancias y las viñas, de manera que esta política afectó a varias de las industrias locales. Para atenuar el impacto, el 13 de septiembre de 1816, el gobierno citó a todos los propietarios de esclavos y les anunció que el Estado los recompensaría económicamente en cuanto fuera posible, pero que sus esclavos serían liberados y pasarían a forma parte del Ejército Libertador.
Para el adiestramiento de los soldados, San Martín requirió un campo de gran extensión cerca de la ciudad, que se convertiría en el Campamento del Plumerillo. Para levantar los cuarteles debió utilizar maderas, tirantes, adobes y peones. Luego fue solicitando al Cabildo caballos y mulas, cueros (para envolverle los pies a los soldados), alimento para el ganado que llevarían a pie, monturas, carretas (para trasladar armamentos y municiones), yerba mate, papel, bolsas de lanilla (para municiones), tabaco, piedras pómez (para lustrar las armas y pulir el interior de los cañones), aguardiente (para disminuir el frío nocturno) y otros elementos. Y como antídoto del mal de las alturas que provocaba cefaleas, náuseas y trastornos del sueño, conocido entonces como la puna o el soroche, San Martín reunió miles de cebollas. El 28 de diciembre de 1816, San Martín dice: “la cebolla ha probado muy bien contra la puna. No hay en proveeduría, urge acopiar cuanta hubiere en Mendoza”. Ante la dificultad de reunir los recursos materiales necesarios para la campaña, el general, en su rol de gobernador, tomó medidas económicas estableciendo nuevos impuestos y una serie de políticas específicas como la del oficio del 10 de mayo de 1816, que ordenaba encontrar diez peones que debían ser costeados por los vecinos de Mendoza con el objetivo de emplearlos en la elaboración de pólvora. San Martín necesitaba explotar al máximo los recursos locales, debido a que no podía esperar demasiado del poder central ubicado en Buenos Aires. Sin embargo, esta situación cambió a partir del 9 de julio de 1816, fecha en la que asumió Juan Martín de Pueyrredón como director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Cabe destacar que toda la comunidad mendocina se sumó a los preparativos de la campaña libertadora, cuando el ejército repartió en cada uno de los hogares millares de cortes de camisas y ropas destinadas a vestir a los soldados de los diferentes cuerpos para que fueran cosidas en el menor tiempo posible,. Las mujeres cosieron incluso de noche, a la luz de las velas, a fin de poder cumplir con esta misión. Un grupo de damas mendocinas pidió una audiencia con José de San Martín, en la que le entregaron sus alhajas para la compra de armamento y le expresaron todo su apoyo. Además, Remedios de Escalada, esposa del general, junto a sus amigas cosió y bordó la bandera de los Andes. El bordado del sol, se realizó con las perlas de un collar de Remedios.
El 5 de enero de 1817 se realizó en Mendoza una gran ceremonia a la que acudió toda la población mendocina. Las calles estaban adornadas con arcos florales y colgaduras de colores, así como también los balcones y fachadas de los edificios de la plaza principal. Poco antes de las diez de la mañana, las bandas militares anunciaban la llegada de las tropas que venían desde el Campamento de El Plumerillo. El ejército penetró en la ciudad por la calle de la “Cañada”, actual Coronel Díaz. A la cabeza marchaba el general Soler y la Virgen del Carmen, elegida patrona y generala del Ejército de los Andes. Detrás de la imagen llevada en andas, desfilaban San Martín, el nuevo gobernador de Cuyo, Toribio Luzuriaga, los miembros del Cabildo, autoridades eclesiásticas y vecinos. Durante la ceremonia, se escuchaba la música de las bandas militares y las campanas de todas las iglesias. Cuando las tropas llegaron al altar levantado en la plaza, el canónigo Dr. José Lorenzo Guiraldes realizó una misa en la que bendijo el bastón de mando y la bandera bordada por las damas. El general en jefe entregó el bastón a la Virgen del Carmen y enarboló la bandera de los Andes. Luego, una salva de 21 cañonazos saludó a la gloriosa insignia. Después, San Martín se dirigió a sus soldados y con voz firme anunció: “Soldados: ésta es la primera bandera independiente que se bendice en América”. Y los soldados respondieron: “¡Viva la Patria!”. Y San Martín replicó: “Soldados: ¿Juráis sostenerla muriendo en su defensa como yo lo juro?”. Y en un grito unánime respondieron: “¡Lo juramos!”. Luego siguieron otros 25 cañonazos.
En los días siguientes, partieron las diferentes columnas del ejército andino. El 25 de enero de 1817, el general San Martín, dejó la ciudad junto a su estado mayor después de enviarle una nota de agradecimiento al Cabildo y despedirse de su esposa y de su hija Mercedes de tan solo 6 meses de edad. La ciudad quedó desierta tras la partida del Ejército y los familiares de los soldados acudieron a las iglesias a rogar a Dios por la vida de sus seres queridos.
Para ilustrar algunos de los elementos que tuvo que llevar San Martín en su campaña libertadora, compartimos la imagen de un par de chifles que le pertenecieron al Libertador. Un chifle, es un recipiente hecho con cuerno (asta) de buey o toro que se utiliza como cantimplora para contener líquidos. En su fabricación, el cuerno era secado y limpiado. Su extremo mayor o base era cerrado con una pieza de madera o plata, y en el más angosto se realizaba una pequeña abertura donde se colocaba una espita (canuto) y una tapa. El par de chifles del general San Martín, está realizado con plata y su cuerno labrado con hierros candentes: Y la parte superior, posee una llave que pende de una cinta. Los mismos se exhiben actualmente en la sala permanente Pasos de Libertad.

lunes, 22 de julio de 2024

LA CAPITANA DE LA PATRIA

María Remedios del Valle, la capitana de la patria
Las crónicas de la Independencia dan cuenta de un pequeño número de mujeres que salieron del anonimato, ya sea por su solidaridad hacia la causa patriota, por su apoyo logístico a los soldados o por ser dueñas de casas donde se llevaron grandes discusiones para dirigir los destinos de la revolución.

En todos estos escritos, son pocos los renglones dedicados a mujeres que pelearon codo a codo con los hombres en el frente de batalla. La experiencia revolucionaria y la militarización, si bien habían llevado a la mujer a un rol más activo, ésta seguía representando valores tradicionales. Quizás por ello el papel de las mujeres como soldadas ha sido y es todavía vedado de la historia y de la memoria. Sin embargo, la figura de María Remedios del Valle hace justicia a las mezquindades y a los olvidos de los relatos historiográficos sobre el proceso de la Independencia.

¿Quién fue?
Mujer negra, pobre, guerrera, esposa y madre de varios hijos, María Remedios del Valle fue una de las pocas mujeres que comenzó a luchar en las guerras de la Independencia desde que se formó el primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810. Su primera participación fue en la Expedición del Alto Perú junto a su marido y a sus dos hijos. Ella, como muchas otras mujeres, acompañó a la tropa alimentando a los soldados, curando heridos y también peleando con ellos.

Así lo hizo en la batalla de Huaqui, donde desafortunadamente perdió a su marido y a sus dos hijos. Lejos de rendirla, sumó más coraje para pelear en las contiendas de Tucumán y Salta. Debido a su bravura y valentía, Manuel Belgrano la nombró Capitana. A pesar de este gran reconocimiento, la suerte no estuvo de su parte en las derrotas de Vilcapugio y Ayohúma, donde fue herida de bala, capturada por los realistas y azotada públicamente. Muchas veces estuvo a punto de ser fusilada, sin embargo, pudo sortear los embates tenazmente.

De vuelta en Buenos Aires, no le fue fácil que la reconocieran como capitana y que le pagaran su sueldo, y cuando lo consiguió fue por poco tiempo.

¿Qué se dijo sobre ella a lo largo de la historia?
La historia de la heroína comienza a trascender fuera del ámbito militar en la década de 1820, cuando se realizó el primer reconocimiento por los servicios prestados a la Patria durante las campañas militares al Alto Perú entre 1810-1814. El trámite emprendido por María Remedios del Valle contó con el apoyo y el compromiso de los generales Juan José Viamonte, Eustaquio Díaz Vélez, Juan Martín de Pueyrredón y de los coroneles Hipólito Videla, Manuel Ramírez y Bernardo de Anzoátegui, quienes a través de diferentes expresiones y elogios destacaron la bravura, el patriotismo y su espíritu abnegado de servicio. Estos oficiales, que gozaban de valimiento y reconocimiento (tanto social como profesional), declararon larga y elocuentemente a favor de una retribución monetaria para María Remedios del Valle.

En una de las peticiones de las sesiones legislativas del 18 de julio de 1828, Juan José Viamonte en defensa de la capitana de la patria, expresaba lo siguiente:

“Yo no hubiese tomado la palabra porque me cuesta mucho trabajo hablar, si no hubiera visto que se echan de menos documentos y datos. Yo conocí a esta mujer en la campaña al Alto Perú y la conozco aquí; ella pide ahora limosna; porque después de esa vida durante tantos años, herida y maltratada, no podía trabajar naturalmente”
Durante las gobernaciones de Rosas, los jefes militares del Ejército del Norte escribieron sus memorias y muchos de ellos, enfrentados al entonces gobernador, buscaban enaltecer su figura junto a la de Manuel Belgrano, entre ellos, el tucumano Gregorio Aráoz de Lamadrid, quien aporta mucho a la representación de Remedios, dirá respecto a la derrota de Belgrano en Ayohúma:

“Es digno de trasmitirse a la historia una acción sublime que practicaba una morena, hija de Buenos Aires llamada tía María y conocida por madre de la Patria, mientras duraba este horroroso cañoneo como a las 12 día 14 de noviembre y con un sol que abrasaba. Esta morena tenía dos hijas mozas y se ocupaba con ellas en lavar la ropa de la mayor parte de los jefes u oficiales, pero acompañada de ambas se la vio constantemente conduciendo agua en tres cántaros que llevaban a la cabeza. Desde un lago o vertiente situado entre ambas líneas y distribuyéndola entre los diferentes cuerpos de la nuestra y sin la menor alteración.
Lamadrid la reinventa como una mujer dentro de los cánones de conducta “ideales” de una mujer, de una madre, de la época, cuidar y ayudar desde atrás, y no a la par.


Gregorio Aráoz de Lamadrid y José Viamonte

> Gregorio Aráoz de Lamadrid y José Viamonte <

Años más tarde Bartolomé Mitre, en su obra sobre la vida del prócer Manuel Belgrano, María Remedios aparece con una participación fugaz en la Historia. Si bien le llama “Madre de la Patria”, nada dice de por qué se la conocía por ese nombre, ni su rango militar otorgado por Manuel Belgrano. Las omisiones de Mitre respondían a un clima imperante de construcción de relato nacional que buscaba corresponderse con el aluvión inmigratorio europeo, borrando así las raíces de la cultura afro en la historia nacional. 

En las primeras décadas del siglo XX, los efectos de la Primera Guerra Mundial y las experiencias nacionalistas en Europa, se hicieron sentir en el país con el arribo del revisionismo, dando una mirada diferente de la construcción de la patria y nuevas perspectivas que reivindicaron figuras como la de Rosas y otras, como la de Remedios del Valle. Carlos Ibarguren, uno de los fundadores de la Sociedad de Historia Argentina volvió a darle relevancia al relato de Remedios del Valle, recuperando los discursos de la sesión de la Sala de Representantes en los que se trató la pensión de Remedios. 

En los últimos años, gracias a la valorización académica de los estudios de género (producto de una larga tradición de investigadoras feministas) y de las minorías étnicas la figura de María Remedios adquirió una mayor significación y reivindicación. El hecho de que cada 8 de noviembre celebremos el Día Nacional de los Afroargentinos y la Cultura Afro, en honor a su fallecimiento da cuenta del proceso de revisibilización afroargentina que estamos viviendo.


Valentina Mitrovich
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Área de Investigación
Museo Casa Histórica de la Independencia

La Revolución con olor a jazmin

Juana Azurduy: la Revolución con olor a jazmín
En este breve texto, queremos referirnos al rol de una de ellas con relación a la guerra: Juana Azurduy de Padilla.
Mujer comprometida con la Revolución y la guerra contra los realistas en la región del Alto Perú, la figura de Juana Azurduy es interesante por muchas razones. No sólo porque ella representó la lucha armada de la población indígena y mestiza alto-peruana agobiada por siglos de expoliación colonial, sino también porque fue una mujer que se involucró en la causa independentista y tomó las armas contra los realistas en una sociedad que vedaba el acceso de las mujeres a la vida política. Pues en el corazón de Juana latían los ecos de las rebeliones andinas, que sacudieron al Virreinato del Perú a fines del siglo XVIII.

Ella nació el 12 de julio de 1780, en Chuquisaca (actual ciudad de Sucre), un año antes del inicio de la revuelta protagonizada por Tupac Amarú II que conmovió a toda la región y fue brutalmente reprimida por las autoridades españolas. Juana era hija de doña Eulalia Bermúdez, una “chola” (mestiza, hija de padre español y madre india) y de don Matías Azurduy, un hombre blanco que poseía haciendas en la región. Desde niña acompañaba a su padre en las labores rurales junto a los indígenas que trabajan sus tierras. De esta forma aprendió a ser una excelente jinete y dominó las lenguas quechua y aymara, habilidades que resultarían muy importantes en su futuro como guerrillera revolucionaria.

En 1799 Juana se casó con Miguel Asencio Padilla, que era hijo de unos vecinos de hacienda y amigo de sus padres. Fruto del matrimonio nacieron cinco hijos. Padilla intentó hacer carrera en la burocracia colonial, pero le resultaba muy difícil por su condición de americano. La vida de Azurduy y Padilla cambió para siempre en mayo de 1810. Ellos apoyaron al Ejército Auxiliar del Alto Perú enviado desde Buenos Aires. Chuquisaca volvía a ser una ciudad rebelde, luego de un movimiento autonomista que tuvo lugar el año anterior y que fue duramente reprimido. Después de la derrota de Huaqui en 1811, el ejército patriota debió retroceder hasta Tucumán. Mientras tanto, surgieron en el Alto Perú grupos hostiles a los realistas que fueron combatidos mediante la guerra de guerrillas. Uno de estos grupos fue liderado por Padilla y secundado por su esposa. Ella luchó en la región del Alto Perú, desde el norte de Chuquisaca, en el Altiplano, hasta las selvas del sur. Organizó un batallón llamado “Los Leales” y un cuerpo de caballería conformado por 25 mujeres, conocido como “Las Amazonas”. Juana y Manuel perdieron en la lucha a cuatro de sus hijos, pero siguieron luchando apoyando la nueva ofensiva del ejército comandado por Manuel Belgrano. Y estuvieron junto a él en la derrota de la batalla de Ayohuma. Azurduy comenzó a ser nombrada en los partes de guerra y su figura a obtuvo brillo propio, pasando a ser conocida por sus contemporáneos. Embarazada de su quinta hija, Juana siguió combatiendo e incluso logró arrebatarle un estandarte español a un coronel enemigo. Acto por el que fue reconocida por Manuel Belgrano, quien le obsequió su espada. Belgrano, además, le escribió al director supremo Juan Martín de Pueyrredón para que le concediera a Azurduy el grado de teniente coronel.

En septiembre de 1816 murió Padilla. Al poco tiempo Juana decidió trasladarse a Salta y unirse a las fuerzas patriotas de Miguel Martín de Güemes con quien luchó hasta 1821 cuando murió el líder salteño. La nueva pérdida la alejó del escenario militar. Sumida en la pobreza –sus propiedades habían sido expropiadas por los realistas– presentó una carta al gobierno salteño pidiendo auxilio económico para volver a su tierra. Finalmente pudo regresar en 1825, año en que se celebró la Independencia de la República de Bolivia. Chuquisaca la recibió con honores y fue homenajeada por el propio Simón Bolívar, quien la declaró “heroína”.

El 25 de mayo de 1862, a los 82 años y acompañada por un niño llamado Indalecio Sandi que había tomado bajo su cuidado, murió Juana Azurduy. Fue enterrada en una fosa común y cien años después sus restos (o lo que se cree que fueron sus restos) fueron exhumados y depositados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.

Si bien Juana Azurduy fue una figura reconocida, gozo de poco estima por parte de la historiografía liberal argentina. Esto sucedió probablemente, porque su actuación tuvo lugar en el Alto Perú: un espacio que quedó afuera de las fronteras nacionales definidas con posterioridad a las guerras emancipatorias. Sin embargo, en los últimos años ha sido especialmente revalorizada. En julio de 2009 fue ascendida pos mortem del grado de Teniente Coronel al de General del Ejército Argentino. Además se firmó un tratado internacional que instituye la fecha del nacimiento de Juana Azurduy, como el día de la Confraternidad Argentina-Boliviana. El gobierno nacional también dispuso que en la Plaza Colón, ubicada detrás de la Casa Rosada, se levantase una estatua en su honor que ha desatado una fuerte polémica debido a que reemplazó el monumento dedicado a Cristóbal Colón, símbolo de la conquista de América, que había sido inaugurado en 1921.

En esta ocasión, compartimos la imagen de un retrato suyo que forma parte del acervo patrimonial de nuestra institución. Es un óleo sobre tela, de autor anónimo, donde Juana aparece con una cabellera oscura peinada hacia atrás y vestimenta militar. Sobre el pecho lleva dos condecoraciones y su mano descansa sobre la empuñadura de una espada. Llama la atención que se trata de una imagen fuertemente masculinizada. Pero no existen pautas concluyentes sobre el aspecto físico de Juana. El artista Saturnino Porcel la habría retratado en Potosí en sus últimos años de vida, pero se desconoce el paradero de esa obra y en los retratos que se encuentran en los edificios oficiales de Sucre aparece siempre con su uniforme de teniente coronel.

 https://museohistoriconacional.cultura.gob.ar/noticia/juana-azurduy-la-revolucion-con-olor-a-jazmin/

domingo, 21 de julio de 2024

MARQUES Y CORONEL DEL EJÉRCITO DEL NORTE DURANTE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Un Marqués muerto en situación extraña, cuando era trasladado a España, para ser ajusticiado.
No existen dudas que tenemos, cómo país, una deuda de gratitud, con uno de nuestros héroes, que no es anónimo, cómo si lo son los del Monumento de Humahuaca.
Una de las tantas figuras que quedó apenas pincelada por los registros históricos, limitando su imagen a la de una curiosidad superficial de la nobleza de la zona, fue Juan José Fernández Campero, popularmente conocido como el marqués de Yavi.

Fernández Campero vivía en el epicentro del conflicto bélico independentista, lugar clave de los combates que definían la posesión territorial que determinaría la geopolítica de la región. Su consideración es insoslayable para la comprensión de los sucesos que gestaron Bolivia y Argentina.
(Nacido en San Francisco de Yavi, Gobernación del Tucumán (hoy Jujuy), Virreinato del Río de la Plata, 15 de junio de 1777. Fallece en Kingston, Jamaica, el 22 de octubre de 1820) Don Juan José Fernández Campero Maturana del Barranco, Pérez de Uriondo, Hernández de la Laya, marqués del Valle de Tojo, vizconde de San Mateo, comandante general de la Puna y coronel del Primer Regimiento peruano, como solía firmar en sus bandos y proclamas este patricio de la nobleza española, es mejor recordado como el Marqués de Yavi.

"Fuga del marqués y los antecedentes, me hicieron aparecer como sospechoso. Yo corrí gustoso el compromiso, no sólo en obsequio de la amistad que había contraído con el marqués, sino muy principalmente por hacer un servicio importante a la causa de la independencia, pues el marqués era un hombre de influjo, muy querido de los habitantes de sus estados, pues así pueden llamarse las tierras que poseía por su gran extensión, y él me había prometido que las iba a poner bajo el pie de guerra, lo que le era muy fácil por el gran ascendiente y popularidad que tenía entre ellos".
El texto prueba que lo que Belgrano no creyó ocurrió. Fernández Campero había logrado huir de sus captores pero volvió a ser tomado prisionero. Luego fue trasladado a Lima y de allí a España, falleciendo en el trayecto.

Fuente: Boletín Güemesiano 2009
FICHA
Nació: San Francisco de Yavi en 1777
Murió: Jamaica el 22/10/1820
Representó a Chichas (actual Bolivia)

Juan José Feliciano Fernández Campero, también conocido como el Marqués de Yavi, fue uno de los pocos nobles que luchó a favor de la causa independentista en América, anteponiendo sus ideales libertarios por sobre sus intereses económicos y su status social.

Nació en San Francisco de Yavi en 1777, dentro del Marquesado de Yavi o Tojo. En los tiempos coloniales, el marquesado abarcaba territorios de Bolivia y Argentina como los departamentos de Tarija, Chuquisaca, Tupiza, hoy Bolivia, y del lado argentino los de Yavi, Orán, Casabindo, Cochinoca y gran parte del desierto de Atacama. Era el marquesado más grande de todo el Virreinato del Río de la Plata.


Juan Fernández Campero era, además, Conde de Jujuy y Caballero de la orden de Calatrava. Durante la Revolución de 1810 se mantuvo neutral e intercedió entre las fuerzas oponentes. Luego, si bien la Asamblea del Año XIII prohibió todos los títulos feudales y de nobleza en las Provincias Unidas del Sur, sorprendentemente el Marqués de Yavi se unió a las fuerzas revolucionarias combatiendo bajo las órdenes de Güemes, del cual era pariente. El Marqués se encargó de la defensa de la Puna jujeña al mando de unos seiscientos gauchos de la región a los que denominó Ejército del Perú, al que sostuvo con su propia fortuna.

Por su actuación en la guerra fue elegido como representante para el Congreso de Tucumán por la provincia de Chichas (en Bolivia). No llegó a asumir el cargo pues no pudo retirarse del frente de batalla. Aunque recibió una gran muestra de gratitud del gobierno revolucionario cuando se le permitió conservar su marquesado y su título de Marqués, única excepción junto con la de Saavedra, quien había sido nombrado Conde de Buenos Aires, y la del Barón de Holmberg, quien colaboró estrechamente con Belgrano en sus campañas del norte. Murió en Jamaica el 22 de octubre de 1820 a causa de la secuela de los tormentos que había sufrido en guerra y tras ser capturado y torturado un par de veces por el enemigo.

https://www.eldia.com/nota/2016-7-9-juan-jose-feliciano-fernandez-campero-el-marques-de-yavi



viernes, 19 de julio de 2024

YUNGAS

Diferentes microclimas y una exuberante vegetación conforman el ambiente especial de las yungas o selvas de montaña de Jujuy. 

Lugares como el Parque Nacional Calilegua, San Francisco, las termas del río Jordán y pueblos como Valle Grande, Valle Colorado, Santa Ana y Caspalá son ideales para explorarlas, realizando trekkings únicos en compañía de guías locales. 

sábado, 6 de julio de 2024

CARTILLA DE ETNIAS

COMUNIDADES ORIGINARIAS
Y GRUPOS ÉTNICOS DE LA
PROVINCIA DE JUJU

Los pobladores prehispánicos que habitaron la Puna, la
Quebrada y los Valles produjeron e intercambiaron pro-
ductos provenientes de las diferentes zonas ecológicas del
noroeste de Argentina y regiones vecinas. Algunos sitios
fueron lugares de intercambio estratégicos, por su ubica-
ción y la vinculación que generaron entre amplios territo-
rios. Así, Yacoraite fue una importante entrada a la Puna
desde la Quebrada; y el Abra de Zenta, ubicado hacia el
este, fue una gran entrada desde las regiones altas hacia
los bosques de las tierras más bajas, cubiertas por Yungas
y Chaco (Albeck 1994).
La historia de las antiguas poblaciones de Yungas se re-
monta a varios miles de años atrás, cuando los pueblos
de cazadores-recolectores hacían uso de los numerosos
recursos de sus selvas y bosques. Aunque la escasez de
investigaciones arqueológicas en esta región impide co-
nocer estos momentos previos a las ocupaciones de los
pueblos agro-alfareros, sabemos que en sitios arqueológi-
cos ubicados en regiones vecinas se han hallado elemen-
tos provenientes de Yungas, que muestran que hace unos
10.000 años los pueblos cazadores de la Puna utilizaban
recursos de la selva tales como nueces, cañas, pieles, plu-
mas de aves multicolores y caracoles de agua dulce, entre
otras cosas.
Sabemos también que hace 5000 años, los elementos
de la selva seguían siendo de importancia para los habi-
tantes de las tierras altas que ya contaban con prácticas
funerarias complejas. Posiblemente, cinco siglos después,
con la domesticación de los camélidos o, al menos de la
llama que se usó como animal de carga, aumentaron los
mecanismos de intercambio a larga distancia, uniendo las
costas del Pacífico con las Yungas. Hace unos 2500 años,
poblaciones que tenían una tecnología cerámica desarro-
llada se hallaban establecidas en el sur del valle del río San
Francisco, en Jujuy, ocupándolo aproximadamente entre
el 800 a. C. y el 400 d. C. (García Moritán y Ventura 2007).
En el año 1557, un grupo de españoles arribó a lo que
sería posteriormente la jurisdicción de San Salvador de Ju-
juy. Luego de ese momento, la población originaria ingresó
al sistema colonial a la vez que comenzó a sufrir cambios
de todo tipo y a reconfigurar su identidad. Las antiguas
poblaciones padecieron un profundo impacto por la con-
quista y por la concesión de encomiendas en la región. Los
pueblos de indios, fundados por los encomenderos a fines
del siglo XVI y comienzos del XVII, fueron el escenario de
las principales transformaciones. Se les impuso ubicación,
patrones espaciales urbanísticos europeos, instituciones,
forma de acceso a los recursos y nuevas jerarquías y des-
igualdades.
Sica (2006) dice que la jurisdicción que comprendía San
Salvador de Jujuy, si bien desmembró antiguos territorios
prehispánicos, fue el lugar donde sucedieron los cambios
y las transformaciones. En el siglo XVII abarcaba un exten-
so espacio rural y comprendía tres áreas correspondientes
a diferentes ecorregiones, la Puna, la Quebrada de Huma-
huaca y el Valle de Jujuy. En Puna y Quebrada se ubicaban
las sociedades originarias con mayor peso demográfico y
complejidad social y económica del noroeste argentino. La
colonia reunió, de este modo, en un mismo espacio ad-
ministrativo a espacios ecológicos diferentes, a la vez que
fragmentó antiguas regiones. Desde comienzos de ese si-
glo, Jujuy era paso obligado de la ruta que unía Potosí con
Tucumán. Durante el siglo XVIII la economía jujeña (igual
que la salteña, pero en menor escala) se basó en la cría de
ganado vacuno, la fabricación de productos derivados de
éste y la invernada de mulas que se enviaban a Chichas,
Porco y Potosí, todos centros mineros y urbanos del Alto
Perú, en la actual Bolivia.
La presencia religiosa apareció tempranamente y fue
una constante en la región. Apenas comenzada la con-
quista española, los jesuitas desplegaron su accionar
en territorio argentino durante casi dos siglos. En 1756
fundaron la reducción5
 San Ignacio, en el campo de Los
Naranjos, ubicado entre la fortaleza de Ledesma y la del
río Negro, que estuvo dirigida a población Toba. Aparen-
temente también se establecieron en el molino de Yala.
Luego, en el año 1767, los jesuitas fueron expulsados del
territorio americano por orden del rey Carlos lII.

Cartilla de etnias..

LAS YUNGAS EN JUJUY

La integran los departamentos de Yavi, Sta. Catalina, Rinconada, Cochinoca y Susques. Consiste en una extensa meseta de altura de 4.000 m.s.n.m. que ocupa el 60% del territorio provincial, de clima árido y frío.
https://jujuy.gob.ar › geografia
Geografia – Gobierno de la Provincia de Jujuy

VISITAR LAS YUNGAS JUJEÑAS
Yungas Jujeñas
Imperdibles de un Jujuy completamente verde.

En nuestro noroeste, a lo largo del pasillo jujeño que bordea los Andes y la Quebrada de Humahuaca, asoma una ecoregión no muy desarrollada turísticamente y por eso tan atractiva: Las Yungas. Un pulmón verde y selvático donde habita la mitad de la biodiversidad del país. Bosque andino, selva de montaña, aventuras tropicales y nada de señal de celular.

Yungas Jujuy Muy Viajera
CÓMO LLEGAR:en auto, ideal 4×4. Desde la Ruta Nacional 34 se accede a la Ruta Provincial 83 entre Libertador San Martin y Calilegua. Desde Buenos Aires vuelan Aerolíneas y Fly Bondi a San Salvador de Jujuy. Desde el aeropuerto se puede alquilar 4×4 o ir tomando transporte público entre ciudades y poblados.

El punto más icónico es el Parque Nacional Calilegua, un área natural protegida y Reserva de Biósfera de 1,3 millones de hectáreas de selva, bosque, pastizales y cultivos. Sin pago de entrada es el mejor lugar para comenzar el recorrido hacia los Valles de altura. Su característica principal es ser una Nuboselva, un paisaje fantasmagórico. Los trayectos no son fáciles, ripio, muchas curvas y caminos que pueden anegarse por lluvias.

Ideal arrancar el viaje en Libertador General San Martín (120kms de San Salvador), más conocido como Ledesma, por el famoso ingenio azucarero y papelera. Se puede hacer noche para aclimatarse y empezar a subir a los Valles.

viernes, 5 de julio de 2024

¿CUANTOS HABITANTES HAY EN LAS YUNGAS?

¿Cuántos habitantes hay en las Yungas?
Su población humana permanente se estima en 445.518 habitantes (INDEC 2010, Plan estratégico RBYungas 2011). Habitan 316 comunidades de pueblos originarios como Kolla, guaraní, Ocloyas, Wichí, Qom y Chane.
EL PAPEL DE LAS YUNGAS: ECONOMIA SUSTENTABLE Y BIODIVERSIDAD
Viva la tierra VIVA LA TIERRA · 15/09/2020
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 Yaguareté Foto: Anne Marie Klauss
CONTENT NEWS PARA ¡VIVA LA TIERRA!
Ubicada en la provincia de Jujuy, en la zona comprendida entre las Sierras de Santa Bárbara y del Centinela, se encuentran las denominadas Yungas. Originalmente estaban resguardadas por ser el hábitat de la especie loro hablador. En el año 2001 la ley provincial 5.347 la designó Reserva Natural.

Los bosques de Las Yungas representan el 2% del área continental del país, pero mantienen el 50% de su biodiversidad. La superficie de Las Yungas supera las 4.000.000 de hectáreas en Argentina y están habitadas por 500 especies de aves, 200 especies de árboles, 80 variedades de helechos y 30 especies de ranas y sapos. También está habitada por especies en peligro de extinción, diezmadas por la caza indiscriminada, como el jaguar, el tapir, el pecarí, el oso de miel y el zorro salvaje.

Los bosques de Las Yungas son particularmente importantes para capturar agua e industrias y las actividades productivas que rodean el bosque dependen de este agua. El 90% de las lluvias ocurren entre noviembre y abril. Las nieblas y lloviznas ayudan a mantener el flujo de ríos y arroyos durante la otra mitad del año.

La Reserva de la Biosfera de Las Yungas (RBYungas) fue declarada por la UNESCO en diciembre de 2002 como parte del Programa de Hombres y Biósfera de la UNESCO. El propósito es preservar ese área especial de 1,300,000 hectáreas como una de las áreas que incluye la mayor biodiversidad en Argentina.

Hay 610 reservas en el mundo, 13 de las cuales se encuentran en Argentina. Son más que simples áreas protegidas: estas reservas promueven una relación equilibrada entre los hombres y la naturaleza.



PRODUCCIÓN SUSTENTABLE EN LAS YUNGAS
En el medio de estas Yungas se encuentra el complejo agroindustrial de LEDESMA. La planta está ubicada en el Valle de San Francisco, en Jujuy, en medio de un paisaje de selvas subtropicales de montaña. Aquí se fabrica el papel 100%caña de azúcar, 0% árboles y 0% blanqueadores químicos, entre otras cosas.

Juan Van Gelderen, jefe del departamento de calidad de papel – LEDESMA, nos cuenta como se fusiona la producción y la naturaleza.

«En Ledesma no sólo aspiramos a mitigar el impacto de nuestra presencia allí, sino que buscamos que el medio ambiente se beneficie con nosotros. Desde hace más de 10 años, preservamos 100.000 hectáreas de bosques nativos en Jujuy. Junto con la Fundación ProYungas, elaboramos un Plan de Ordenamiento Territorial, el primero en la Argentina, por el cual nos comprometemos a proteger dos de cada tres hectáreas propias en su estado natural, y monitoreamos su fauna y su flora. Allí habitan muchísimas especies; algunas de ellas, como el yaguareté, en riesgo de extinción, además de otros felinos como el margay o el ocelote, corzuelas, coatíes, tapires y osos meleros, por mencionar solo algunas. También construimos rampas en nuestros canales de riesgo para que los animales de las yungas pudieran beber agua, e instalamos cámaras sensibles al movimiento para registrar la presencia de diferentes especies.»

PARQUE NACIONAL CALILEGUA
En 1975 Ledesma donó 76.320 hectáreas para la creación del Parque Nacional Calilegua. El parque es el área más grande del país dedicada a la conservación y contemplación de las yungas, y la de mayor biodiversidad.

El Parque Nacional Calilegua fue creado en el año 1979 con el fin de preservar un área representativa de la selva tucumano-oranense, también conocidas como «yungas». El mismo constituye el ambiente de mayor biodiversidad del país junto con la selva paranaense, en Misiones.

Calilegua es el único parque nacional de la provincia de Jujuy y su superficie de 76306 hectáreas lo convierte en el área protegida más grande en nuestro país dedicado a la conservación de las selvas tropicales de montaña. El acceso es gratuito.



El parque posee una gran belleza paisajística que puede apreciarse en todo su esplendor al transitar la ruta provincial Nº83 que atraviesa el mismo. A lo largo del camino pueden identificarse tres ambientes bien diferenciados: la selva pedemontana, la selva montana y el bosque montano. Cada uno de ellos presenta una vegetación característica y es posible avistar ciertas especies de aves y mamíferos en particular, lo cual convierte a este sitio como un lugar ideal para la observación de fauna, especialmente aves, ya que se han relevado 270 especies y se estima que podrían habitar el parque unas 230 más, lo cual haría de Calilegua el hogar del 50% de las especies de aves que habitan nuestro país.


Yaguarundí Foto: Anne Marie Klauss
En cuanto a los mamíferos, debe destacarse la presencia del mayor predador de América, el Yaguareté, también conocido como “el tigre”. Otros felinos como el yaguarundí, el ocelote, gato del pajonal y el puma habitan estas selvas. El tapir o anta es el mayor de los mamíferos de las yungas y es posible observar sus huellas impresas en el lodo de las orillas de ríos y lagunas.

Una amplia red de senderos ofrece distintas alternativas para apreciar las bellezas del paisaje de yungas y brindan la posibilidad de adentrarse en la profundidad de las selvas, pudiendo avistar aves y con suerte alguno de los escurridizos mamíferos, tal es el caso de monos, acuties, osito lavador o mayuato, lobitos de río y pecaríes.


Osito lavador / Pecarí / Lobito de río
Ignacio Duelo, gerente departamental de Comunicación Institucional de LEDESMA, explica porque se donaron tierras para formar la reserva y como convive el complejo agroindustrial con el Parque Nacional.

Muchos años antes de que la cuestión ambiental se situara en el centro de la agenda social, Ledesma donó 76.000 hectáreas para la creación de una reserva provincial que terminaría siendo el Parque Nacional Calilegua. La empresa vio que tener una gran reserva natural alrededor de sus campos de caña de azúcar y de cítricos sería beneficioso para la comunidad y también para las actividades productivas, dado que favorecería el régimen de lluvias que los cultivos necesitaban. A esta superficie le sumó, ya a principios del siglo XXI, una reserva privada de 100.000 hectáreas de bosques nativos donde lleva adelante un monitoreo de fauna y flora con cámaras sensibles al movimiento, preserva especies amenazadas como el yaguareté y genera contenidos educativos para las escuelas de la zona. Todo esto genera un círculo virtuoso o economía circular donde la empresa protege la naturaleza y ésta genera condiciones para que aquella desarrolle sus productos a partir de la tierra, y con parte de esa rentabilidad siga invirtiendo en la protección del ambiente.

En este momento, Ledesma está encabezando junto a la Municipalidad de Libertador y la Fundación ProYungas el lanzamiento de una Guía de Arbolado Urbano, una aplicación para celulares denominada App Arbórea desarrollada por Proyungas, y un Programa de fortalecimiento de la calidad ambiental urbana en las Yungas «Un árbol para mi ciudad”, sostiene Ignacio Duelo, Gerente departamental de comunicación institucional – LEDESMA.

-¿Como es la interacción social de Ledesma con las yungas y la gente que vive allí?

–Ledesma lleva adelante un intenso trabajo junto a la comunidad de toda su zona de influencia en Jujuy: Libertador General San Martín, Calilegua, Fraile Pintado, Caimancito, El Piquete, Vinalito y El Talar. También trabaja con las comunidades próximas a sus actividades, y eso incluye pequeños pueblos recostados sobre el Parque Nacional Calilegua, como San Francisco y Santa Ana. Un equipo de treinta personas se dedica a gestionar los programas sociales y acompañar las iniciativas que la comunidad propone para resolver los problemas que se van identificando. Además, la empresa trabaja en forma articulada con organismos gubernamentales, ONG –como la Fundación ProYungas- y otras empresas.
CERTIFICADO PROYUNGAS
La certificación con el sello PRODUCTOYUNGAS certifica el origen y la sostenibilidad de productos, procesos y servicios elaborados por empresas o pequeños, medianos y grandes productores de la ecorregión de Yungas. La certificación se basa en el cumplimiento de principios rectores y a protocolos específicos que reflejan el respeto a los valores fundamentales de la certificación y el compromiso a compartirlos con sus proveedores y clientes. Esos valores son:

* Desarrollo productivo sostenible en Yungas.
* Conservación del ambiente.

* Responsabilidad social con quienes comparten el territorio.

* Respeto por los derechos de los trabajadores y cumplimiento de las leyes.

* Comercio justo.

* Consumo responsable.

El propósito de la certificación PRODUCTOYUNGAS es agregar valor a los productos, procesos y servicios elaborados con compromisos ambientales y sociales en las Yungas del Noroeste Argentino. Esta certificación nace en 2009 y es propiedad de la Fundación ProYungas. Se otorga luego de un proceso de certificación auditado por organismos independientes.

Juan van Geldener nos cuenta la importancia de poseer el certificado PROYUNGAS

«La FPY es una ONG que trabaja, desde su creación en el año 1999, en la conservación y desarrollo sustentable en la región conocida como Yungas (selva de altura). Nuestra planta está ubicada en la zona de mayor biodiversidad de ésta eco-región que se extiende en nuestro norte argentino y llega al sur de Bolivia. En tal sentido la compañía siempre valoró este entorno; muestra de ello fue la donación de tierras en el año 1975 para la creación del actual Parque Nacional Calilegua.



Nuestro Negocio Papel decidió en el año 2012 adherir al concepto de Paisaje Productivo Protegido impulsado por la fundación, y la forma fue certificar un sello que nos vincule con ello, con los principios de la fundación y con las buenas prácticas agrícolas e industriales. Surgió entonces la certificación FCA ProductoYungas, en donde la sigla FCA significa Fibra Celulósica Alternativa. Con esto se buscó resaltar que nuestra materia prima principal es la fibra de caña de azúcar, alternativa de las fibras de origen maderero bastante más difundidas para la fabricación de papeles.

El sello lo otorga la fundación y la certificación es auditada anualmente por el IRAM, como institución independiente. Un profesional de la parte agrícola y uno de la parte industrial revisan el cumplimiento de los puntos a cumplir»

-¿Por qué es importante?

–Por un lado porque comunica al mercado el cumplimiento de una certificación que tiene como base el uso de la fibra de caña de azúcar, demostrando la conformidad de cumplimiento de buenas prácticas en nuestras operaciones realizadas con responsabilidad ambiental y social.

Por otro lado nos exige cumplir con los objetivos de mejoras de un plan anual en los tres ejes de la certificación: 1.- principios de la Fundación, 2.- buenas prácticas en la producción primaria (cañaveral) y 3.- las mejores tecnologías y procedimientos aplicados en la etapa industrial
https://vivalatierra.com.ar/parquenacionalcalilegua/

martes, 2 de julio de 2024

YUNGAS, EL LADO VERDE DE JUJUY



Yungas, el lado verde de Jujuy
Entre paisajes atípicos del Noroeste, un viaje por caminos de altura para conocer el sistema de los bosques nublados, uno de los reservorios de mayor biodiversidad del país
15 de junio de 2014
Actualizado el 15 de julio de 2020
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Fabiana Scherer
LA NACION


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Rara belleza: las Yungas son conocidas también como nuboselva o bosques nublados. En la Argentina representan una de las mayores reservas de biosfera. Para sus habitantes son fuente de vida, ya que proveen agua que mantiene el caudal de los ríos, arroyos y humedales
Rara belleza: las Yungas son conocidas también como nuboselva o bosques nublados. En la Argentina representan una de las mayores reservas de biosfera. Para sus habitantes son fuente de vida, ya que proveen agua que mantiene el caudal de los ríos, arroyos y humedales

Trastorna. Eso dicen en Humahuaca de Abra de Zenta, el paso milenario que se alza a 4600 metros y por el que el desierto puneño se trastorna en la Yunga, un festín de verdes y nubes que aparecen en el paisaje como por arte de magia. Eso se dice en la quebrada jujeña, una noche a cielo abierto que sirve de preámbulo a la travesía.

Combi blanca. Entre cumbias, clásicos noventosos y algún que otro reggeaton comienza el recorrido. La tierra árida marca el andar de la camioneta que por momentos se sacude como un viejo juego de parque de diversiones. La bolsa con hojas de coca está lista para quien la necesite, la señal del celular desaparece. La subida se hace sentir en toda su inmensidad, con sus paisajes, con su seco soplar, sus cactos y cardones. Escarpadas laderas alertan hasta el más intrépido y ofrecen dignas imágenes de postal. No hay cámara que se resista ante tanta belleza.

Cuesta arriba, entre lagunas que resguardan el agua de lluvia que se tiñe de colores según la posición de sol y el tornasolado que se plasma en las serranías del Hornocal, emergen dos poblaciones originarias: Aparzo y Palca de Aparzo, a 3644 metros de altura. Habitantes huidizos, dispuestos a alejarse del intruso, con pasos pequeños y ligeros entre vicuñas, ovejas y vacas que parecen atontadas ante el cielo que simula aplastarlas.

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/yungas-el-lado-verde-de-jujuy-nid1700785/