Palabra, Sentido y Tarea Docente
En nuestros "entre muros" (http://www.youtube.com/watch?v=s5rpd_joHGA) corre una vida, o, la vida fluye, pero no como la vida real, la de la calle, porque nuestra vida de entre muros es una pista de ensayos, teóricamente, de nuestros alumnos, para la vida real y puede ser un buen espacio, para otros tipos de ensayos, en este caso de los docentes. Eso es totalmente válido si a pedagogía nos referimos. El problema se presenta, cuando la porción de irrealidad supera a la realidad misma, pero eso es terreno de otras ciencias y de sus especialistas. En lo que nos toca y, como ya me presenté como "el viejo loco" (mote que se encuentra suficientemente explicado, con anterioridad), y ante la evidencia de alumnos del primer año de escuelas secundarias, que pueden ser de cualquier tiempo y lugar, que ante todo manifestaban que: "ellos no podían" (básicamente cumplir, normalmente, con una clase, común y corriente de este "viejo loco"), se me ocurrió pasarles alguna película que trate el tema y, en la antigüedad existieron de esos filmes, como ocurre en la actualidad con el llamado: "Señor Sí", que vendría a ser "el sí señor" (o "viejo loco", para mí da lo mismo). Eso, más la respuesta a una guía de análisis de lo visto, me permitió conocer más a alguno de mis alumnos, los que me contestaron, en su mayoría (para mi gusto), con la verdad (incluso pidiendo que no divulgue sus dichos). De ellos aprendí que respetan otras normas, digamos "normas encubiertas", que en algunos casos traen de otros niveles y en otros son las imperantes en ese mismo nivel, desde hace muchos años, algo así, como "normas consuetudinarias", del lugar, del nivel, o, de otros niveles, que les indican, por aquello de los usos y costumbres, por el origen, o, por que lo vivieron en carne propia, que es lo que pueden o no pueden hacer en nuestras escuelas, las de todos, en esas "pistas de ensayo", o, en lo que debiesen ser espacios destinados a ensayar cuestiones de la vida real, que les permitan cumplir con el objetivo de ser buenos hijos, buenos padres y buenos ciudadanos en un sentido inclusivo y solidario.
Por otra parte, nuestros alumnos, se encuentran siempre atentos a detectar al docente de mirada unidireccional, cosa que no demanda procedimientos muy elaborados y, por ello sienten que el docente los mira creyendo detectar un solo interés: el de violar la norma. Mientras ellos se mantienen apegados a las viejas normas consuetudinarias y, por lo tanto, les importa mucho menos si las violan o no, a las normas impuestas, unidireccionalmente, por los adultos, que representan la autoridad, en esta pequeña obra de la irrealidad. Porque ellos nos miran, como nosotros no sabemos mirarlos, nos miran y nos comprenden, o, mejor dicho comprenden cuando tenemos más tiempo para nuestras cosas, que para lo colectivo, en nuestro permanecer en "tiempo útil" en la escuela. De esa manera descreen que el docente sea el portador de una palabra cargada de significados inclusivos y solidarios, mucho menos, que ello sirva, o, signifique que deban reflexionar sus actos, que nos permita decir que pueden sentir, que estamos juntos en la escuela. En otras palabras: en nuestros "entre muros", no sirve que exista un pívot (llámese, como se llame: docente, directivo, equipo inter o multidisciplinario y/o supervisor/a), donde se hablan las cosas por separado (incluimos a iglesias, clubes o cualquier otra institución que tenga la voluntad de intervenir), porque todos sabemos el juego del teléfono descompuesto y, como estamos enseñando, no nos conviene enseñar algo, que los alumnos ya saben y practican, mucho mejor que nosotros.
"Daniel Calmels señala que escuchar es diferente de oír. Escuchar implica disponerse a recibir la palabra del otro, darle un lugar en mi pensamiento. Cuando escucho al otro, le estoy diciendo que lo que tiene para decir es importante para mí. Es una forma de valorarlo como sujeto. Para que un niño quiera hablar, tiene que haber alguien que lo quiera escuchar." (2009:26) Existe en nosotros una tendencia, al igual que ocurre con los chicos, a pensar que si yo transgredo la norma y no molesto a nadie, o, nadie se entera, o, nos cerramos en negar la transgresión, porque esa norma no se hizo para mí, o, no me gusta (existiendo procedimientos democráticos, para suprimirla), no pasa nada. Pero, nos olvidamos, que los adultos (que eso es lo que somos los docentes en esencia), somos los garantes de la norma. Y es por ello, que la Negociación y los Límites, sobre la base de lo escuchado, o, dicho, o, escrito, para la Resolución de Problemas, sin pretender asignarle a esos dichos otros motivos, o, motivos solapados, o, irónicos, o amparados en la mentira, vale decir, con una negociación genuina, donde todas las partes se encuentre representadas en igualdad de condiciones, sin presiones o amenazas, puede ser uno de los caminos, pero existen otros, que se vinculan con el ser buenas personas, como docentes y alumnos, que todavía no hemos debatido en profundidad, posiblemente, porque sean un bagaje que ya debemos traer desde nuestros orígenes y eso no lo tenemos muy en claro.
Fe de Erratas sobre "Palabra, Sentido y tarea Docente": Donde dice "Negociación y los Límites" debe leerse: Negociación, mediación (incluye la mediación entre pares) y los límites de la norma, o, más aún de las leyes en la vida real. En relación con un texto: "Negociación y mediación de conflictos en la escuela" de Raquel Escobedo (Ver más en https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxnZXN0aW9uM2FnaWxtMjAxM3xneDoxNmFjZjk1NzBmOTlhZTg5). Entre los modos de resolución de conflictos, encontramos con frecuencia estos dos conceptos. En primer lugar definiremos cada uno de ellos, comprendiéndolos en el marco de la colaboración al que ya hemos hecho referencia¸ Negociación-colaboración: se asocia a un modo de encarar los conflictos interpersonales o grupales, de modo de buscar, más allá de los intereses o posiciones personales, los intereses comunes que pueden ampliar el espectro de opciones de solución, de modo que todas las partes resulten beneficiadas. En este tipo de abordaje del conflicto, los actores son autónomos en el proceso, buscando activamente la solución en los marcos anteriormente descritos. Este se realiza respetando los siguientes pasos: 1) Las partes acuerdan negociar. 2) Realizan una exploración de sus intereses, puntos de vista y posiciones. 3) Encuentran los puntos comunes. 4) Proponen opciones en las que todos resulten beneficiados. 5) Evalúan las opciones y seleccionan las mejores de éstas. 6) Elaboran un acuerdo que satisface a ambas partes¸ La mediación: implica la intervención de un tercero neutral, y aceptado por ambas partes, quien no tiene poder de decisión sobre el acuerdo al cual se podría eventualmente llegar. La función del mediador es ayudar a las partes a llegar a acuerdo, mediante la conducción de un proceso que apunta a que las partes se encuentren entre sí, expresen sus puntos de vista, construyan el acuerdo y lleguen a la solución del problema.
La mediación se realiza respetando los siguientes pasos: 1) El mediador ofrece la instancia de mediación, que puede ser aceptada o rechazada por las partes. 2) El mediador explica cómo se realizará el proceso, garantizando la confidencialidad. 3) El mediador invita a cada uno a exponer el problema de modo respetuoso, sin alusiones descalificadoras del otro. El otro no puede interrumpir. 4) Una vez expuestas las posiciones, se invita a la construcción de una solución conjunta, intencionando la colaboración entre las partes. 5) Construida la solución, se establece un acta de acuerdo entre las partes, la que es firmada por ambos. La mediación como proceso es aconsejable de ser realizada cuando las partes por sí solas no logran llegar a acuerdo. Por otro lado, es una buena manera de ir modelando y mediando las habilidades socio afectivas que son importantes en la resolución constructiva y pacífica de conflictos
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