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martes, 31 de mayo de 2022

TRES PAPAS PIDIERON PERDÓN POR PECADOS CONTRA PUEBLOS ORIGINARIOS

Tres Papas pidieron perdón por pecados contra pueblos originarios Lo hizo San Juan Pablo II en 1992, Benedicto XVI en 2007 y Papa Francisco en 2015 y 2016. La Conferencia del Episcopado Mexicano responde al vídeo difundido por Andrés Manuel López Obrador Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano La Conferencia del episcopado mexicano, en un comunicado firmado por Monseñor Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de SCLC, en mérito al pedido del Presidente del país, Andrés Manuel López obrador, quien solicitara al gobierno español y al Papa Francisco que “pidan perdón por los abusos, crímenes y atropellos contra los pueblos originarios, con ocasión de que en 2021 se cumplirán 500 años de la conquista de la antigua Tenoxtitlan, hoy Ciudad de México”, expresa que “España ya le contestó, y nuestra Iglesia en varias ocasiones, sobre todo en torno al año 1992, lo ha hecho”. San Juan Pablo II pidió perdón en 1992 El obispo evoca la memoria del Papa San Juan Pablo II, cuando en República Dominicana reconociera “con toda verdad los abusos cometidos debido a la falta de amor de aquellas personas que no supieron ver en los indígenas a hermanos e hijos del mismo Padre Dios”, pidiendo, “en nombre de Jesucristo, como Pastor de la Iglesia”, que “perdonen a quienes los han ofendido, que perdonen a todos aquellos que durante estos quinientos años han sido causa de dolor y sufrimiento para sus antepasados y para ustedes”. 

                                                                      Tenoxtitlan


También recuerda cuando los obispos latinoamericanos, siempre en Santo Domingo afirmaron: “Después de haber pedido perdón con el Papa a nuestros hermanos indígenas y afroamericanos ante la infinita santidad de Dios por todo lo que ha estado marcado por el pecado, la injusticia y la violencia, queremos desarrollar una evangelización inculturada (SD 248). Y asumimos compromisos concretos”. Benedicto XVI pidió perdón en 2007 Mons. Arizmendi Esquivel recuerda, asimismo, que también el Papa Benedicto XVI reconoció, de regreso de su Viaje Apostólico a Brasil durante la Audiencia General, que “el recuerdo de un pasado glorioso no puede ignorar las sombras que acompañaron la obra de evangelización del continente latinoamericano:  no es posible – decía Benedicto - olvidar los sufrimientos y las injusticias que infligieron los colonizadores a las poblaciones indígenas, a menudo pisoteadas en sus derechos humanos fundamentales. Pero la obligatoria mención de esos crímenes injustificables —por lo demás condenados ya entonces por misioneros como Bartolomé de las Casas y por teólogos como Francisco de Vitoria, de la Universidad de Salamanca— no debe impedir reconocer con gratitud la admirable obra que ha llevado a cabo la gracia divina entre esas poblaciones a lo largo de estos siglos”. Papa Francisco pidió perdón en 2015 El Papa Francisco, en Bolivia, manifestó: “Les digo, con pesar: Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios. Lo han reconocido mis antecesores, lo ha dicho el CELAM, el Consejo Episcopal Latinoamericano, y también quiero decirlo. Al igual que San Juan Pablo II, pido que la Iglesia  -y cito lo que dijo él-  ‘se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos’. Y quiero ser muy claro, como lo fue San Juan Pablo II: Pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América. Y junto a este pedido de perdón, para ser justos, también quiero que recordemos a millares de sacerdotes, obispos, que se opusieron fuertemente a la lógica de la espada con la fuerza de la cruz. Hubo pecado, hubo pecado y abundante, y por eso pedimos perdón, pero allí también donde hubo pecado, donde hubo abundante pecado, sobreabundó la gracia a través de esos hombres que defendieron la justicia de los pueblos originarios. Les pido también a todos, creyentes y no creyentes, que se acuerden de tantos obispos, sacerdotes y laicos, que predicaron y predican la Buena Nueva de Jesús con coraje y mansedumbre, respeto y paz, sin olvidar a las monjitas que anónimamente recorren nuestros barrios pobres llevando un mensaje de paz y de bien, que en su paso por esta vida dejaron conmovedoras obras de promoción humana y de amor, muchas veces junto a los pueblos indígenas incluso hasta el martirio” . El prelado recordó en el comunicado también el pedido de perdón que realizara Francisco en 2016, en San Cristóbal de las Casas, y concluyó, pidiendo perdón, “también por nuestros pecados presentes, que son los que dependen de nosotros. En vez de seguir atropellando y discriminando a los pueblos originarios, démosles el lugar que Dios mismo les ha dado”. https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2019-03/tres-papas-pidieron-perdon-pecados-contra-pueblos-originarios.html

OCUPACIÓN DEL TERRITORIO DE LAS MISIONES ORIENTALES EN 1801 - ALGO QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA

 OCUPACIÓN DEL TERRITORIO DE LAS MISIONES ORIENTALES EN 1801

ALGO QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA


La Ocupación de las Misiones Orientales por los portugueses en 1.801. Del Manual de Historia Colonial del Río de la Plata.

La guerra de 1801 y la ocupación portuguesa de las Misiones orientales El fracaso de la demarcación de los límites era ya evidente a comienzos de la década de 1790. Las interpretaciones encontradas los conflictos y la falta de resolución de las cortes sobre los problemas planteados, concluyeron por crear un clima de escepticismo y tensión. A su vez, la situación internacional contribuía en Europa a minar las bases de entendimiento elaboradas en 1777-1778. Por una parte, la revolución francesa alteró las alianzas y complicó aún más el ya enredado tablero diplomático europeo: por otra, España fracasó en su guerra contra la República (1793-1795) y se vio forzada a firmar la paz de Basilea (22. VII.1795) y poco después, una alianza franco española contra Gran Bretaña (18.VIII.1796). Los frutos de esa alianza, tal como lo afirmó Diego L. Molinari, fueron desastrosos para la monarquía hispano indiana. Como consecuencia de ella y de las presiones sucesivas a que Napoleón la sometió (Tratado de San Ildefonso del 1.X.1800 y de Fontanebleau, 1807), España no solo experimentó derrotas navales (San Vicente, 1797 y Trafalgar, 1805), sino que se vio arrastrada a la guerra contra Portugal, de desastrosas consecuencias en el Río de la Plata. Las fronteras más vulnerables en este virreinato eran las de Río Grande, Misiones y el norte del Paraguay. En Moxos y en Chiquitos, el problema parecía estar amortiguado por la población aborigen que los poblaba. En cambio, Río Grande y la Banda Oriental constituía un vacío poblacional que España no había sabido o podido ocupar a tiempo y que, según el virrey Loreto eran “fronteras que desiertas, son más útiles que el propio dominio, al extranjero, que ha cuidado que hacer colonias en sus confines, usufructuar de ellas y de lo que sin título se abroga sobre nuestros campos de ganados y producciones sin testigos de nuestra parte que funden su reclamo o proporcionen un escarmiento…”18. Sobre ese frente, la gobernación de Misiones mantenía la guardia de San Martín, mientras que la de Montevideo sostenía una línea de fortines y guardias, desde Santa Tecla a Santa Teresa (ver mapa 27). Para esa época (1780-1795), la Banda Oriental comenzaba a ocupar poco a poco su espacio, primero en el litoral y luego cada vez más hacia el 18 El virrey Loreto al intendente Francisco de Paula Sanz, en nota del 20.VIII.1784. En José María Mariluz Urquijo, La fundación de San Gabriel de Batoví, en Revista Histórico, t. XIX (Montevideo, 1953), pp. [Vació en el original] - 311 - Capítulo IX - Segunda Parte interior: así se fundaron los pueblos de Minas (1784) Mercedes (1791), Rocha (1793) y Melo (1795). Pero hacía falta un esfuerzo aún mayor, tal como lo aconsejaba Azara “forzosa e inevitable es esta alternativa: o poblar la frontera o perder nuestros campos y nuestras misiones. V.E. verá – le decía al virrey Avilés – lo que tiene más cuenta, porque infaliblemente sucederá lo uno o lo otro”19. 19 Informe del 22.VIII.1799, en José Mariluz Urquijo, ob. Cit. pp. [vació en el original] - 312 - Cuadernos Docentes Nº 10 Fueron palabras proféticas, y fundadas en un buen conocimiento del área, ya que Azara había servido como Comandante de esa frontera (1797-1798) y conocía bien las limitaciones de la zona, amenazada por las depredaciones de los riograndenses, y también, de tanto en tanto, por los levantamientos de los charrúas. En base a esas reflexiones, el virrey le encomendó un programa de fundaciones para consolidar la frontera, y en consecuencia se fundaron poco después, San Gabriel de Batoví (1800) y Belén (1801). Para la misma época, también se había agudizado la tensión en la frontera norte del Paraguay. Los capitanes generales de Mato Grosso, desde Cuyubá (1727) y Villa Bella (1752) habían impulsado la fundación de los fuertes de Albuquerque (1778) y Nova Coimbra (1790) entre los 19° y 20° de latitud sur y al occidente del río Paraguay, es decir, en área reservada a España. Estas medidas suscitaron actos defensivos simétricos del gobernador del Paraguay, Joaquín Alós (1785-1796), quien dispuso que en el mismo ámbito, entre los 21° y 23°, la erección de fuertes Borbón (1792) y San Carlos (1793), al tiempo que exigía el desalojo de los lusitanos. Estos, con la alianza de los indios cavaleiros (1791) y guaycurúes (1797) y los fuertes erigidos tenían asegurada la navegación del río y su abastecimiento. La tensión no cedió, y entre 1797 y 1799 nuevas expediciones paraguayas se establecieron con fuertes en la orillas del Apa, mientras los portugueses lo hacían en el río Miranda, entre los 22° y 20° respectivamente, en 1799 (ver mapa 28). En este estado de cosas, se produjo la breve guerra hispano-portuguesa. Dicho conflicto, iniciado el 27.II.1801, concluyó con la ocupación de varias plazas fronterizas en Portugal y la paz de Badajoz del 6.VI.1801. Este suceso, indisolublemente unido a la compleja trama de la política napoleónica, que no se aquietará hasta la paz general de Amiens del 26.III.1802, ha de repercutir en Misiones y Paraguay, con consecuencias negativas en el orden territorial. En ambos casos, la distancia y las demoras en las comunicaciones, harán que los hechos de armas se desarrollen en momentos en que la paz ya estaba resuelta en Europa. En la frontera riograndense, los portugueses tomaron la iniciativa con entusiasmo y rapidez. Los fuertes defendidos por poco más de 360 hombres fueron atacados en dos direcciones: el teniente coronel Patricio José Correa da Cámara se movilizó hacia Misiones, mientras el coronel Manuel Márquez de Souza lo hizo sobre la Banda Oriental. En el primer caso, contó con la ayuda de fuerzas irregulares a las órdenes de Manuel dos Santos Pedroso, de Gabriel Ribeiro de Almeida y de José Borges do Canto, quienes con pocos hombres y singular audacia coparon la guardia de San Martín, tras burlar la vigilancia llegaron hasta el pueblo de San Miguel, cabecera del departamento, el 9.VIII.1801. El teniente de gobernador de ese distrito, Francisco Rodrigo capituló allí el 13, y los invasores, tras obtener el apoyo de los mismos guaraníes, ocuparon el resto de los pueblos misioneros del departamento San Miguel, sin resistencia alguna. Las tropas portugueses se hicieron cargo del mismo y contemplaron la operación ocupando el pueblo de Sao Borja el 23.X.1801. Joaquín de Soria, gobernador de Misiones, reunió refuerzos y con ellos intentó recuperar este último pueblo, pero fue rechazado el 20.XII.1801. Desde entonces se limitó a mantener en estado de defensa la línea del río Uruguay. A su vez, en la frontera de la Banda Oriental, las cosas no marcharon con mejor ritmo para España. Las tropas rioplatenses se concentraron en Cerro Largo y lograron rechazar incursiones en Olimar y Santa Teresa. Pero más tarde, las fuerzas portuguesas lograron rendir la guarnición de Cerro Largo el 30.X.1801. Los refuerzos enviados por Sobremonte, inspector general de las fuerzas virreinales, obligaron a los portugueses a replegarse sobre el río Yaguarón. Allí, unos y otros tuvieron noticia de la firma de la paz y la suspensión de las hostilidades. (pag. 313 – Cap. IX)


https://iighi.conicet.gov.ar/wp-content/uploads/sites/29/2020/04/Libro-Cuadernos-Docentes-N%C2%BA-10-Definitivo-compressed.pdf



Cita para el mapa:

http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/panoramahistorico/1820-1825.htm





sábado, 28 de mayo de 2022

LOS LÍMITES SEPTENTRIONALES DEL IMPERIO INCA Y EL QHAPAQ ÑAN VISTOS DESDE LA ARQUEOLOGÍA Y LA HISTORIOGRAFÍA DEL SUR ANDINO DE COLOMBIA

LOS LÍMITES SEPTENTRIONALES DEL IMPERIO INCA Y EL QHAPAQ ÑAN VISTOS DESDE LA ARQUEOLOGÍA Y LA HISTORIOGRAFÍA DEL SUR ANDINO DE COLOMBIA “En Colombia, la arqueología, la antropología y la historiografía tienen una escasa relación con las discusiones académicas sobre el pasado prehispánico de otros países andinos. Probablemente, el desinterés se deba a la ausencia en el territorio colombiano de algunas de las características geográficas de los Andes Centrales, la inexistencia de sociedades estatales precolombinas, y en particular con el hecho que en ninguna región de los andes colombianos se presentó algún tipo de control por parte de los Incas. Adicionalmente, por décadas se ha tomado como un hecho indiscutible la pertenencia de las tierras altas de Colombia al Área Intermedia y al Área Circumcaribe, y que eso las excluye de las discusiones sobre las sociedades andinas. A lo sumo, las sociedades serranas colombianas son clasificadas como “sub-andinas” (Reichel-Dolmatoff 1977). Tal vez por estas razones, en el medio académico colombiano el asunto que se entrara dentro del proceso de nominación del Camino Principal Andino como patrimonio mundial ante la UNESCO se recibió con escepticismo. La existencia de una red de vías y rutas camineras en el sur andino de Colombia que pueden tener una considerable profundidad histórica, y que estuvieron posiblemente conectados o relacionados con el tramo septentrional del Qhapaq Ñan en la sierra norte de Ecuador, se tomaron como el componente colombiano que hizo parte del proceso de nominación (Cortez 2014; Groot y Villada 2009; Leguizamón et al. 2019; Universidad de Nariño 2010). La inclusión de estos caminos como parte del “Camino del Inca” no ha implicado de ninguna manera una aceptación tácita de la pertenencia de los andes meridionales del país al Tawantinsuyu. Sin embargo, en lo que respecta a Colombia, el proceso de investigación y documentación sobre




 el Qhapaq Ñan y los valores históricos que éste representa ha resaltado la necesidad de volver a considerar el tipo de relaciones sociales y culturales que en el pasado prehispánico se dieron entre el sur serrano de su actual territorio nacional y otras regiones de los Andes, así como la profundidad histórica de dichas conexiones. Igualmente, el proceso ante UNESCO ha implicado que se tome a los caminos como partes imprescindibles en la construcción de territorios y relaciones entre regiones y comunidades. El siguiente artículo presenta una síntesis de los argumentos, ideas y datos sobre el pasado prehispánico de los Andes meridionales de Colombia con el fin de contribuir a la discusión del tipo de presencia incaica que se dio en esta región, centrándose en la idea de la construcción de las fronteras como espacios. Se propone que en el momento de la conquista española esta porción del norte de los Andes hizo parte de un espacio que podría llamarse el “límite de la frontera” del imperio Inca. Igualmente, desea aportar a las reflexiones sobre la articulación en tiempos prehispánicos de las sociedades y territorios del sur andino del país con un conjunto geográfico e histórico más amplio llamado los Andes Septentrionales. Se plantea que estas relaciones se manifiestan de varias maneras y con distintas materialidades, y que existieron varios siglos antes de la presencia incaica en la sierra norte de Ecuador. Si bien se hará constante mención al Camino Principal Andino o Qhapaq Ñan, el interés del escrito no está dirigido a exponer detalles de las características arqueológicas de los tramos del mismo que entraron en la declaratoria de la UNESCO. Las vías y los caminos son tomados como elementos importantes para la construcción social del espacio y como agentes materiales que facilitaron la interacción social y la relación entre diferentes grupos. En términos de los territorios nacionales contemporáneos, el área de interés del artículo se encuentra en ambos márgenes de la actual línea divisoria binacional en los altiplanos del departamento de Nariño en el suroccidente de Colombia y la provincia de Carchi en el norte de Ecuador, y en donde se ubican las actuales ciudades de Tulcán, Ipiales y Pasto (Figura 1). En épocas prehispánicas eran los territorios de los grupos étnicos llamados por los españoles Pasto en el sur, en los altiplanos de Carchi e Ipiales irrigados por los ríos ChotaMira y Guáitara, y los Quillacinga en el nororiente del Guáitara y la vertiente oriental de la cordillera. Elaborada por Alejandro Bernal Vélez. Prepared by Alejandro Bernal Vélez. Figura 1 Ubicación de la región de estudio. Location of the study region.  El Espacio, los Límites y la Frontera como Conceptos Las palabras “frontera”, “límite” y “espacio” se entienden en un contexto histórico y social, asumiendo que existe una “producción social del espacio”. Como lo han expresado algunos autores (Criado 1991:7; Lefebvre 1974:226), la expresión hace alusión a un conjunto amplio de dinámicas sociales, políticas, culturales y simbólicas que le dan sentido a un terreno, área, superficie, etc. De esta manera, hablar de “espacio” es referirse a una entidad creada por la acción humana. Las acciones sociales, culturales o productivas no se dan sobre el espacio como si este fuera una realidad ajena y separada. Son precisamente aquellas cuestiones las que crean y dan uno o varios sentidos a un espacio determinado... En varios textos (Bray 2018; Bray y Echeverría 2014; Caillavet 2000a; Dillehay y Netherly 1998; Hyslop 1998; Morris 1998; Salomon 1980, 1988, 1998) se argumenta que los procesos de expansión de las fronteras del estado Inca se dieron en realidades geográficas diversas e involucrando una multiplicidad de estrategias de relación con las sociedades locales. Adicionalmente, proponen que este proceso fue gradual, no homogéneo, e involucró un proceso de adaptación, negociación y resistencia mutua entre “conquistador” y “conquistado”. Estos argumentos traen también la idea que los límites del Tawantinsuyu configuraron espacios fronterizos más que una serie de líneas específicas que definían o demarcaban el territorio bajo su control. En este sentido, la interacción de los incas con otros grupos y territorios que les eran ajenos, así como las prácticas y dinámicas socioculturales, políticas y económicas que generaron estas relaciones de poder, fue lo que creó espacios de frontera en distintos lugares de los Andes. Así mismo, los espacios de frontera en el mundo andino creados por las dinámicas de la expansión incaica no presentaron una uniformidad en su interior. Por un lado, según Dillehay y Gordon (1998:183), pudieron existir al menos dos situaciones de frontera vistas desde el interior del Estado Inca. En primer lugar, aquellas relaciones sociales y espaciales dentro de una “frontera geopolítica exclusiva” ocupada militarmente y formalizada mediante una mayor presencia institucional del incario. Coinciden con la distinción que en su momento hizo Hyslop (1998:33-35) de espacios fronterizos de “dominación segura”. En segunda instancia, una “frontera geopolítica inclusiva” más externa, y que formaba un “archipiélago” de variadas actividades estatales dispersas (Dillehay y Gordon 1998:183). Estos espacios fronterizos externos pueden definirse también como “territorios insulares fragmentados” y de naturaleza esparcida, donde el control que buscó o intentó el Estado no se manifestó de una manera continua en las regiones, ni el control territorial fue homogéneo (Dillehay y Netherly 1998:19). Esto pudo deberse, posiblemente, a que los recursos estratégicos en los Andes, y cuyo acceso buscaron los incas en casi todas las ocasiones, están dispuestos en franjas y zonas ecológicas dispersas y no contiguas dentro los territorios de las unidades políticas que el Tawantinsuyu buscó dominar o al menos incorporar (Morris 1998:106). Al momento de la conquista española en la década de 1530, la región del extremo norte de la sierra ecuatoriana y los andes meridionales colombianos que le eran contiguos presentan algunos elementos que recuerdan esta segunda situación de espacios fronterizos, así como otros que ratificarían que los territorios de los grupos Pasto y Quillacinga se ubicaban en los límites más externos de la frontera boreal del Tawantinsuyu en los Andes Septentrionales (Figura 2). Dentro de esta contextualización de los espacios fronterizos norandinos, las rutas y redes camineras ubicadas en el sur del departamento de Nariño y que fueron propuestos como partes del Qhapaq Ñan, estarían por fuera de las fronteras de “dominación segura” que refirió Hyslop (1998) y harían, posiblemente, parte de espacios en donde pudo haberse dado de manera fragmentada, ocasional, y ciertamente efímera, algún tipo de presencia incaica...” https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562020000300381

EL SHINCAL DE QUIMIVIL- LONDRES, DEPARTAMENTO DE BELÉN, CATAMARCA-ARGENTINA

EL SHINCAL (LONDRES, La historia de las investigaciones arqueológicas, antropológicas y arqueobotánicas realizadas a lo largo de más de tres décadas en el sitio El Shincal de Quimivil (Londres, Departamento de Belén, Catamarca), evidencian claramente que fue uno de los lugares más emblemáticos de la presencia Inka en el Noroeste argentino. Testimonio de ello es que algunos investigadores lo han considerado un Nuevo Cusco, por reunir elementos artificiales y naturales que estarían replicando simbólicamente la capital del Tawantinsuyu. Estas investigaciones han servido para generar posteriormente diversas políticas de preservación que se fueron materializando en diferentes procesos de puesta en valor. En este artículo presentaremos una síntesis de estos procesos que han conducido a que El Shincal de Quimivil sea reconocido como uno de los lugares más importantes del Noroeste argentino. 




 Un ícono del patrimonio cultural argentino lk AZARA-Nº 4 / 7 DE QUIMIVIL CATAMARCA) Figura 1. Una de las vistas principales del sitio El Shincal de Quimivil desde el Cerro Aterrazado Occidental. 8 / AZARA-Nº 4 Los Inkas fueron una de las sociedades estatales prehispánicas de mayor alcance territorial en América. Su dominio e influencia se extendió a lo largo del siglo XV sobre diversas poblaciones andinas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile. Esta expansión contó con diversos intereses sociales, económicos, religiosos y militares que, al conjugarse con las realidades locales, iban dando forma al paisaje social y cultural en cada región integrante del Tawantinsuyu. Uno de los espacios más emblemáticos del Kollasuyu, provincia de los Andes Meridionales, del sur del Tawantinsuyu, fue El Shincal de Quimivil. Este lugar se caracteriza por poseer una arquitectura monumental estatal y por reproducir determinados patrones simbólicos de estructuración del espacio propios del "Cusco". Las características geográficas, arquitectónicas y artefactuales constituyen la evidencia de una intensa dinámica política que colocan a El Shincal de Quimivil como una de las principales capitales política, administrativa y ceremonial incaica del Noroeste argentino. En este artículo presentaremos cuáles han sido las medidas de conservación y preservación que se han implementado en relación con el proceso de patrimonialización de El Shincal de Quimivil. Las mismas se pueden dividir en dos etapas o momentos cuyo inicio se dio en la década del ‘90 por el Dr. Rodolfo A. Raffino y su equipo de colaboradores, continuando recientemente con una segunda etapa denominada “Proyecto de revalorización del sitio arqueológico El Shincal de Quimivil”. El Shincal de Quimivil: Una capital incaica en el Noroeste argentino El Shincal de Quimivil constituye uno de los lugares más significativos de la presencia y poder de los Inkas en el Noroeste argentino. Se encuentra ubicado en la localidad de Londres, Departamento de Belén, Provincia de Catamarca, sobre el pie de monte del Cerro Shincal, entre los ríos Quimivil y Hondo. Ocupa un paisaje muy particular localizado a 1.350 msnm y enmarcado en un bosque de algarrobos (Prosopis flexuosa), chañares (Geoffroea decorticans), tuscas (Acacia aroma), talas (Celtis tala) y shinkis (Mimosa farinosa). El área de ocupación supera las 30 hectáreas y está compuesta por diversos edificios que en conjunto conforman un patrón ortogonal que ha sido concebido, planeado y construido de acuerdo al modelo incaico para sus centros políticos regionales. Entre los principales componentes de la planta urbana del sitio se encuentra una gran plaza amurallada o aukaipata de 175 x 175 metros, en cuyo centro se sitúa el ushnu o plataforma ceremonial. Dentro de la misma también se encuentra un muro doble de 60 m de largo con cuatro puertas o vanos trapezoidales que limita la visibilidad desde el acceso principal a la plaza y organiza el espacio en términos de movimiento. Alrededor de la aukaipata se encuentran grandes edificios rectangulares llamados kallanka, donde se realizaban diversas actividades políticas, administrativas y ceremoniales. También se destaca la presencia de varios conjuntos residenciales con un formato regular, conocidos como RPC (Rectángulo Perimetral Compuesto) o kancha en lengua quechua, dispuestas alrededor de la aukaipata y a la vera del camino incaico. Una de ellas, denominada Casa del Curaca estaba destinada a los gobernantes o la élite. Otras servían como residencias permanentes y permitían alojar a los invitados que arribaban a los eventos festivos; algunas eran exclusivas para los habitantes que se encargaban de mantener el sitio a lo largo del año, mientras que otras funcionaban como verdaderas kancha-templos (Figura 2). Hacia el oriente y occidente de la plaza se destaca la presencia de dos cerros aterrazados (Cerro Aterrazado Oriental y Cerro Aterrazado Occidental) donde posiblemente se llevaban a cabo prácticas relacionadas con el culto solar. En relación con la actividad administrativa y ceremonial se han encontrado más de cincuenta unidades de almacenamiento o depósitos llamados qollqa dispersos en dos grandes grupos ubicados en lugares con microclima cálido y seco. También se han hallado varias rocas con estructuras de molienda asociadas con la preparación de comidas y bebidas, como también varios entierros humanos y canales que abastecían de agua al sitio desde el Río Quimivil. Otro elemento de importancia es la presencia de un Gnomon o Intihuatana, ubicado hacia el norte de la aukaipata sobre el Cerro del Intihuatana, donde se realizaban observaciones solares y grandes rocas tokankas (rocas wakas sagradas) asociadas al camino incaico. En cuanto al Qhapaq Ñan o Camino Principal Andino, éste tenía conexión a través de un camino transversal con los enclaves de producción agrícola y pastoreo de Los Colorados y Las Vallas localizados aguas arriba del Río Quimivil; y con el tampu Tambillo Nuevo localizado en la ruta por la Sierra de Zapata que conducía hacia Chile. Este modelo social del paisaje, con determinadas regularidades urbanísticas en relación a otros sitios incaicos de los Andes Centrales, condujo a que investigadores como Rodolfo A. Raffino e Ian Farrington otorgaran a El Shincal de Quimivil el carácter de “Nuevo Cusco” por considerar que sus constructores intentaron replicar simbólicamente la capital del Tawantinsuyu (Figura 1). Su importancia en el Noroeste argentino ha sido tal que de acuerdo a las evidencias materiales arqueológicas e históricas pudo constituir el lugar donde Juan Pérez de Zurita, en 1558, habría fundado Londres de la Nueva Inglaterra. Todas las investigaciones realizadas en el sitio han permitido generar las bases para conocer e implementar acciones sólidas vinculadas con su conservación y preservación, pudiendo tomar medidas concretas para mitigar el efecto natural y antrópico acumulado a lo largo del tiempo. A continuación presentaremos algunos de los principales trabajos vinculados con las dos etapas de puesta en valor del sitio El Shincal de Quimivil. AZARA-Nº 4 / 9 Breve historia de las investigaciones en El Shincal de Quimivil Imagen correspondiente a uno de los paneles exhibidos en el Museo del sitio. La misma fue elaborada por el diseñador gráfico Alejandro Cácharo, en el marco del Proyecto Integral de Revalorización del Sitio Arqueológico El Shincal de Quimivil. Los primeros trabajos de puesta en valor de El Shincal de Quimivil Desde principios de la década de los ´90 del siglo XX, el sitio arqueológico El Shincal de Quimivil, fue uno de los sitios que tuvo un gran impulso en la incorporación de principios orientados a la patrimonialización de sus conjuntos arquitectónicos y entorno, producto de la importancia que tuvieron desde 1980 las políticas patrimoniales en la Argentina. Dentro de este marco, se llevo a cabo el proyecto denominado “NOA: Arqueología, Urbanismo, Ecología. Fase El Shincal”. El mismo se formalizó por un acuerdo entre la Municipalidad de Londres, el Dr. Rodolfo Raffino como director y el Lic. R. Darío Iturriza como arqueólogo de campo, financiado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Universidad Nacional de La Plata y el gobierno de la Provincia de Catamarca. Este proyecto incluyó exámenes artefactuales, investigaciones sobre urbanismo prehispánico e hispánico, ecología y etnohistoria regional, que significaban la continuidad de las primeras investigaciones dirigidas por Raffino y el arquitecto Ricardo Alvis a partir de 1981 (Figura 3). Sin embargo, el proyecto contempló además, la revalorización de conjuntos arquitectónicos mediante anastilosis, la creación de un centro de apoyo e interpretación del sitio en las dependencias de la Municipalidad de Londres y una vivienda/depósito para soporte técnico, actividades de transferencia cultural y almacenaje de materiales arqueológicos. La incorporación de estos últimos tres puntos determinó la apertura de un nuevo horizonte que permitió no solo complementar la investigación arqueológica, sino también pensar nuevas problemáticas a través de actividades concernientes a la gestión del 10 / AZARA-Nº 4 Figura 2. Plano del sitio El Shincal de Quimivil. patrimonio del sitio y su entorno inmediato. El corolario del mencionado proyecto fueron las gestiones para que El Shincal de Quimivil fuera declarado Monumento Histórico Nacional mediante el Decreto Ley N° 1.145 con fecha 5 de noviembre de 1997. Después de un largo tiempo en que diversas vicisitudes económicas y políticas no contribuyeron a la continuidad de los trabajos fue necesario volver a recuperar el valor cultural histórico y patrimonial de este lugar. Por esta razón, en el año 2013 el gobierno de la Provincia de Catamarca inició las gestiones ante el Ministerio de Turismo de la Nación para promover y ejecutar una segunda puesta en valor denominada “Proyecto Integral de Revalorización del Sitio Arqueológico El Shincal de Quimivil”. Los nuevos trabajos de puesta en valor El nuevo “Proyecto Integral de Revalorización del Sitio Arqueológico El Shincal de Quimivil” comenzó hacia fines del año 2013 y finalizó en junio del 2015. El mismo fue llevado a cabo por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, el Ministerio de Turismo de la Nación, el Gobierno de la Provincia de Catamarca por medio de la Secretarías de Estado de Cultura y de Turismo, la Dirección Provincial de Antropología, la Municipalidad de Londres y la Fundación Azara, con el asesoramiento de investigadores del Museo de La Plata, el CONICET y la Universidad Nacional de Catamarca. Este nuevo proyecto de puesta en valor se desarrolló de acuerdo a diferentes aspectos vinculados con lo edilicio, lo turístico, la gestión y administración interna y la difusión. En cuanto al aspecto edilicio se comenzó con el planeamiento y construcción de un nuevo lugar, diseñado y pensado como museo de sitio. Esto implicó tener en cuenta el tamaño y distribución de las áreas destinadas al recorrido, soportes y espacio para depósitos de materiales; respetando siempre la integración entre conservación, restauración, exposición y comunicación. Paralelamente, se fue construyendo un portal de acceso al sitio junto a una cabina para controlar la entrada de los visitantes, entregar folletería y brindar información general del lugar. En ambos casos el diseño arquitectónico combinó materiales y técnicas constructivas típicas de la región (Figura 4). En el edificio correspondiente al museo se evitaron los espacios rígidos y se utilizaron sistemas de montaje dinámicos que facilitaron la circulación, sin descuidar la conservación en exhibición de las piezas arqueológicas. Se diseñaron mobiliarios adecuados a dicho espacio y se rediseño la cartelería acorde al mensaje museológico, no solo del museo AZARA-Nº 4 / 11 Figura 3. Primeros trabajos de puesta en valor en El Shincal de Quimivil. El Dr. Rodolfo A. Raffino junto al Lic. Darío Iturriza y a los primeros pirqueros de Londres que trabajaron en el sitio (Manuel Carrizo, Paulino Mirabal, Máximo Varas y Ramón Fonteñez). Foto: Diario La Unión de Catamarca, tomada por Joaquín Quiroga. sino del sitio en general. El discurso museográfico elaborado para el nuevo museo se complementó y desarrolló con los contenidos de la cartelería interpretativa, a fin de no repetir el discurso y jerarquizar los puntos de mayor interés con las informaciones convenientes y los dibujos con las reconstrucciones. Se contempló en esto la iluminación especifica en cada área y focalizando sobre los objetos. También se utilizaron diversas herramientas museográficas como maniquíes, recursos audiovisuales y una gran maqueta del sitio. Una característica novedosa de este museo es la instalación de un depósito visible que permite a los visitantes observar la totalidad de las piezas de la colección. La organización de este depósito cuenta con soporte informativo y mobiliario adecuado a los materiales que contiene, lo que permite una distribución ordenada y agradable a la vista (Figura 5). El conjunto de bienes que actualmente se encuentran exhibidos y depositados en el museo de sitio provienen de las distintas excavaciones arqueológicas realizadas en El Shincal de Quimivil, como también de los diversos rescates arqueológicos efectuados en la zona y donaciones de pobladores locales. Parte de este material ya contaba con un inventario realizado por el arqueólogo a cargo del sitio, Lic. Dario Iturriza, durante la década de 1990. De acuerdo con las nuevas pautas planteadas por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, se decidió rehacer el inventario. De esta manera se obtuvieron datos detallados y actualizados, acompañados de un registro fotográfico y digitalización de toda la información. La realización del nuevo inventario permitió lograr un adecuado ordenamiento para garantizar la conservación de los bienes, contabilizando y catalogando todo el material. Este trabajo detallado sobre cada una de las piezas que integran la colección permitió también identificar sus características y procesos de deterioro. Fue por ello que se llevó adelante un plan de intervención para la estabilización de todos los materiales. Tarea que implicó un registro de las piezas seleccionadas para exhibición, la identificación de los principales deterioros, el registro fotográfico de dichas características, la eliminación de sales en superficie, la limpieza mecánica y química (casos excepcionales), la consolidación de grietas y rajaduras, el remontaje y adhesión y el registro de las acciones para futuras intervenciones. Todas estas estrategias de conservación pretendieron brindar pautas de manejo y administración para la preservación de los bienes, que permitieron, por un lado, fortalecer la conservación de los mismos y, por otro, mejorar la calidad de la experiencia recreativa-educativa de los visitantes (Figura 6). Otra tarea vinculada con el acondicionamiento edilicio fue realizada en el espacio conocido como centro de interpretación. Si bien ya estaba habilitado como un lugar para brindar servicio de restaurante, venta de artesanías locales y 12 / AZARA-Nº 4 Figura 4. Fachada del nuevo museo de El Shincal de Quimivil. baños públicos, se preparó un espacio amplio para realizar actividades de divulgación. Con respecto al eje turístico, se fortaleció la transferencia de la información a través de cartelería y soportes visuales, que respetan la relación visual con la naturaleza, mediante la utilización de recursos de la zona y esquemas gráficos más representativos. Muchos de estos últimos estuvieron basados en relatos e ilustraciones de cronistas de la época como Felipe Guamán Poma de Ayala y Fray Martín de Murúa (Figura 7). Se instalaron también áreas de descanso, banquetas y tachos de basura, y se ordenaron y mejoraron los senderos con carteles indicativos que hacen más integral y completa la visita. En este caso, siempre que implicó una mínima remoción del suelo, se tuvieron en cuenta los resultados de los estudios de impacto arqueológico y ambiental previamente realizados. En cuanto al cercado perimetral que había sido colocado en la década del 90, se procedió a su reacondicionamiento incorporando un alambrado de once hebras para evitar el ingreso de animales (cabras, caballos, burros, entre otros) que puedan poner el riesgo el área arqueológica. En cuanto a la gestión y organización interna, se trata de un aspecto importante que junto con los ejes anteriores permite generar las bases necesarias para el desarrollo sustentable y la consolidación del compromiso real para la salvaguarda del patrimonio. En relación a ello se elaboró un plan de manejo con una mirada interdisciplinar, cuyo objetivo consiste en ordenar y regular las diversas actividades llevadas a cabo en el sitio en pos de la investigación, conservación y difusión del patrimonio. La elaboración de este plan de manejo permitió establecer de manera detallada las acciones que se requieren para prevenir, mitigar, controlar, compensar y corregir los posibles efectos o impactos negativos causados en el uso diario del sitio. Dentro del mismo se plantearon diversas cuestiones de gestión en cuanto a la conservación de la colección, su exhibición y guarda o custodia mediante la incorporación AZARA-Nº 4 / 13 Figura 5. Depósito visible en el nuevo edificio del museo de El Shincal. del registro y documentación de los procedimientos en uso. También se planteó la regularización de las prácticas de conservación y la recomendación de acciones para favorecer la toma de decisiones informada. Se destaca aquí como acción fundamental la consulta constante a profesionales idóneos ante cualquier alteración o deterioro que presenten los bienes. La estructura del plan de manejo contempló diversos aspectos arqueológicos, museísticos, turísticos, educativos, de difusión y comunicación. El mismo se encuentra actualmente en proceso de revisión por la Dirección Provincial de Antropología de Catamarca dependiente de la Secretaría de Estado de Cultura de la mencionada provincia. Este cuerpo documental constituye de por si un avance en cuanto a la elaboración de un documento único que sienta precedente con respecto a la gestión y manejo de un sitio arqueológico en la provincia de Catamarca. También se está realizando un reglamento de manejo interno destinado a regular la cuestión administrativa del sitio…” https://www.academia.edu/43533377/Shincal_Un_icono_del_patrimonio_cultural_argentina_Revista_azara

miércoles, 25 de mayo de 2022

ARGENTINOS COLONOS O CHILENOS INTRUSOS: TERRITORIALIZACIONES Y CLASIFICACIÓN DE LOS POBLADORES INDÍGENAS EN PATAGONIA Walter ][)elrio1 '

ARGENTINOS COLONOS O CHILENOS INTRUSOS: TERRITORIALIZACIONES Y CLASIFICACIÓN DE LOS POBLADORES INDÍGENAS EN PATAGONIA Walter ][)elrio1 ' “...El proceso de radicación de la población indígena en Norpatagonia muestra significativas variaciones como resultado de un campo complejo de negociación en que intervinieron las acciones de los gobiernos nacionales, las elites locales, la iglesia, los funcionarios y la propia agencia indígena. La transformación de la frontera en términos de la territorialidad estatal fue el resultado de distintos proyectos en pugna y no de un plan único y homogéneo, aunque como venimos sosteniendo no se trató de un "efecto azaroso".' Durante la segunda presidencia de Roca se produce la reforma del P.E., a partir de la ley orgánica de ministerios, creándose el Ministerio de Agricultura. Este organismo se ocupará del Departamento de Tierras, Colonias e Inmigración, bajo cuya órbita parece quedar la cuestión indígena. Empiezan así a ser canalizados por este Ministerio pedidos indígenas que se multiplican hacia fines de la década de 1890. Este era también un contexto de fricción con Chile y donde incluso se manejaba información sobre un intento de convertir la colonia galesa del Chubut en un protectorado británico…” (pag. 105 – Anuario ) “...' La respuesta a su reclamo será un decreto de creación de dos colonias pastoriles (Valcheta y Catriel). 





En el mismo año, también se creó la Colonia Cushamen. En este último caso, desplazadas de sus sucesivos asentamientos en Río Negro, las familias nucleadas en torno a Miguel Ñancuche Nahuelquir se habían trasladado a Cushamen, en Chubut. Ante el intento de estancieros vecinos por adueñarse de las tierras que ahora ocupaban, esas familias habrían decidido que Rafael Nahuelquir se conchabase como cadenero en las comisiones de mensura de tierra, a fin de que pudiera informarse de la legislación sobre tierras fiscales vigente.' Así Miguel Ñancuche y su hermano Rafael Nahuelquir deciden viajar a Buenos Aires para reclamar las tierras. Estos fueron asesorados, también, por Clemente Onelli quien, en "Trepando los Andes", destaca a la comunidad formada en Cushamen como agricultora y mucho más progresista e integrada a la idea de comunidad nacional que Jos colonos galeses o la Compañía de Tierras del Sud Argentino, vecinas a dicha comunidad.' Roca recibe en su domicilio particular a Ñancuche invitándolo a cenar y haciéndole entrega de banderas argentinas para que sean izadas en Cushamen4 En un artículo de Caras y Caretas se destacaba que se trataba de "indios civilizados: leen escriben, tienen toros mestizos de Durham y carneros cuarterones. Educan a sus hijos en el colegio de Patagones y desean vivir tranquilamente, con la tranquilidad que da la posesión legítima". Se agregaba, también, que tenían edificadas sus casas y sembradas algunas hectáreas.'..” (pag. 106) http://anuarioiehs.unicen.edu.ar/Files/2006/Argentinos%20colonos%20o%20chilenos%20intrusos%20territorializaciones%20y%20clasificaci%C3%B3n%20de%20los%20pobladores%20ind%C3%ADgenas%20en%20Patagonia.pdf

martes, 24 de mayo de 2022

El 25 de Mayo de 1.810

El 25 de Mayo de 1.810 El acontecimiento primero es una revuelta contra la monarquía y los funcionarios coloniales, protagonizada por una "burguesía" colonial integrada por comerciantes (fogoneada por la "Pandilla del Barranco", nombre con el que se conocía a los contrabandistas del Puerto de Buenos Aires, que se habían enriquecido ingresando ilegalmente mercaderías de origen inglés o francés – Confróntese con Aldo Ferrer) y una clase media profesional, conformada en algún caso con personas de indudable fortuna, como Belgrano y Castelli. Recién después del año y medio, aproximadamente, cuando se libera a los pueblos originarios del trabajo de servidumbre (Mita, Yanaconazgo y Encomienda), para asegurar la frontera norte, con el auxilio de estos, se nota la participación activa y mayoritaria de "los ponchos", como se conoce a indígenas y criollos, se transforma en una Revolución (Concepto: Cambio drástico y, generalmente, violento de las estructuras sociales de un país). Anteriormente solo participaban en la guerra milicianos de clase media, negros y mulatos (que eran cedidos por sus amos, ya que eran esclavos, para no ser reclutados al ejército). 




El estado les garantizaba a los esclavos la libertad, luego de cuatro años de servir en los ejércitos libertadores, cosa que muy pocos vieron concretada, porque, en una primera etapa, mal entrenados, morían en cantidades inusuales. Hasta que San Martín inventa, crea, forma y entrena el Regimiento de Granaderos a Caballo, que fue una unidad militar totalmente novedosa y preparada para guerra de guerrillas, ya que podían dividirse en muchas secciones hasta llegar a un número irrisorio de soldados al mando de un suboficial. Es de destacar, que, simultáneamente, el Regimiento de Granaderos, participó de la campaña continental de San Martín y puso sitio a la ciudad fortaleza de Montevideo (Juntamente con otras tropas milicianas, o, ponchos litoraleños, al mando de Artigas y con el comando en manos de Rondeau). Luego son traicionados (incluido Güemes en el norte), por los sectores comerciales porteños y sus aliados y socios del interior, especialmente de Tucumán, en lo que puede llamarse "una reacción moderada". • Los vientos históricos de aquel 25 de Mayo agitan hoy el paño de nuestra bandera. Para presidir este acto, recibimos respetuosamente a la bandera de ceremonia. Acompañada por la bandera de Río Negro. Las recibimos con un fuerte aplauso • Fue en ese mismo contexto que señalábamos, aunque años después, que imbuidos de las mismas ideas de libertad y lucha que se escribe el Himno Nacional. Entonemos con respeto y entusiasmo, las estrofas del Himno Nacional Argentino. • Celebrar el 25 de Mayo es festejar la lucha por la libertad. Fueron muchos varones y mujeres de nuestra tierra, tan comunes y corrientes como nosotros, los que dieron sus esfuerzos y sus vidas por la emancipación y esta es la idea que debe ayudarnos a reflexionar sobre estos hechos fundamentales en nuestra historia y pensar en la figura del héroe, como una persona común y corriente que, en circunstancias adversas, se comporta de manera sobresaliente. SEGUNDO MOMENTO Proyección de dos videos: Revolución de Mayo de 1810: los jóvenes preguntan Del Portal Educar, con cuatro minutos y cincuenta y dos segundos. https://www.youtube.com/watch?v=PWrC-lTwL3U

ALGUNAS CUESTIONES QUE SE CONOCEN POCO DE LOS INDÍGENAS AMERICANOS

ALGUNAS CUESTIONES QUE SE CONOCEN POCO DE LOS INDÍGENAS AMERICANOS ¿POR QUÉ HAY CASINOS EN LAS RESERVAS INDÍGENAS? En la década de 1980, el Gobierno de Ronald Reagan decidió resarcir a las tribus nativas por la expropiación de sus mejores territorios en el siglo XIX Impulsó una política que favoreció la puesta en marcha del gran negocio de los juegos de azar en las reservas indias, que apenas tenían recursos para la supervivencia. 




 Los casinos en las reservas provocan discordias entre tribus. Algunas creen que favorecen la prostitución y la delincuencia. Gracias a la Ley para la Reglamentación del Juego en las Tierras Indígenas de 1988, las tribus nativas pudieron poner en marcha todo tipo de establecimientos dedicados a los juegos de azar, un negocio redondo ya que, además, las tribus no pagan impuestos por esta actividad. En 2006, las distintas tribus tenían en funcionamiento 350 casinos, que ingresaban anualmente unos 20.000 millones de euros, lo que permitió que la renta per cápita de los indios se disparara un 27 por ciento.Con el objetivo de reducir las tasas de pobreza de la población india, las leyes federales han decretado que al menos un 60 por ciento de los beneficios de los casinos debe ser destinado a proyectos que mejoren las condiciones de vida en las comunidades. Pero los abogados de los clanes indígenas utilizan argucias para sortear estas leyes. De las 560 tribus indias de Estados Unidos, 224 han puesto en marcha establecimientos que se dedican al juego y las apuestas. El casino Foxwoods es el más grande de Estados Unidos, dentro de una reserva india.El mayor casino del país es Foxwoods, en manos de la tribu mashantucket pequot en Connecticut. Los cahuillas poseen el casino Morongo de Palm Springs, en California, que ingresa anualmente unos 10.000 millones de euros. Según datos de la Comisión Nacional del Juego Indio, el volumen de negocio en 2006 duplicó el de cinco años atrás, en 2001. Algunas voces críticas señalan que los casinos han provocado cambios culturales y la aparición de una nueva élite que está propiciando discordia en las tribus más ortodoxas. Critican lo que se mueve en torno a los casinos, como la prostitución, el aumento del alcoholismo y las bandas. https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20180426/casinos-en-las-reservas-indias-estados-unidos.html

sábado, 21 de mayo de 2022

LOS ORIGINARIOS, LA PROPIEDAD DE LA TIERRA, EL ESTADO NACIONAL Y EL PROVINCIAL

LOS ORIGINARIOS, LA PROPIEDAD DE LA TIERRA, EL ESTADO NACIONAL Y EL PROVINCIAL Durante la década de 1890, el problema del indígena hizo un giro notorio. Ya no se trataba de dominarlo sino de incorporarlo al estado-nación como ciudadano aunque, paso previo, era necesario civilizarlo. Además, la incorporación como ciudadanos se dio en condiciones asimétricas: los indígenas fueron asimilados como “otros internos” (entre otros, ver Briones y Delrio op.cit.). Por otra parte, el estado encontraba disputadas sus fronteras por el vecino estado chileno. En esta coyuntura, comenzaron las peticiones de tierras por parte de los indígenas. Durante su segunda presidencia, Roca, apelando a la “Ley argentina del hogar”, concede tierras a algunos caciques con méritos reconocidos por el estado otorgándoles el estatus de colonia. Tales son los casos de la colonia Cushamen o Valcheta, por ejemplo. Las mismas son el corolario de diversas negociaciones llevadas adelante por la agencia indígena (Delrio, op.cit). En otras ocasiones, el estado concedió tierras en propiedad a particulares. Estos podían ser tanto ex-militares como algunos “indios-amigos” del período de las campañas militares, como en el caso de los caciques Linares, Pichihuinca y Tripailaf. Algunos representantes indígenas viajaban a Buenos Aires para hacer reclamos sobre las tierras que ya estaban ocupando y argumentaban citando los servicios prestados a la nación (Briones y Olivera, 1987; Delrio op.cit.). Distintos son los casos de Saihueque y Namuncura que eran reconocidos “indios enemigos” y sólo se les entregó tierras cuando declararon su subordinación al estado-nación en un marco de conflicto con Chile. Otros directamente fueron asentándose donde pudieron y comenzaron a ser considerados “fiscaleros”. Los destinos indígenas a partir de entonces fueron diversos. Algunas formas de radicación subsisten en la actualidad y, en otros casos, los indígenas abandonaron las tierras por diversas razones, entre ellas, por desalojos violentos y expropiaciones. Son principalmente los ocupantes de tierras fiscales sin título de propiedad quienes han sufrido las presiones del avance de la propiedad privada y las “corridas de alambrados”, acción que extendió la expropiación de tierras indígenas en el siglo XX. Según Bandieri (op.cit.), los fiscaleros ocupaban las tierras de menor calidad productiva y, transformados en crianceros trashumantes, muchas veces eran acusados de intrusos y vivían en serias condiciones de marginalidad. Sólo a partir de la década de 1930 se los reconoce como “ocupantes” precarios y se les otorga permisos de usufructo a cambio del pago de cánones (Radovich y Balazote, op.cit.), solución que no resuelve aun el problema indígena. Entre las décadas de 1960 y 1970, los gobiernos provinciales recientemente creados de Neuquén y Río Negro elaboraron la figura legal de “reservas” como un nuevo intento de regularizar las necesidades del pueblo Mapuche. El régimen de reserva otorga una cantidad limitada de tierras y exige, entre otras cosas, la prohibición de practicar la mediaría y el arrendamiento o división de los campos que explotan, así como la obtención de créditos (Radovich y Balazote, op.cit.). Siguiendo el estudio realizado por Briones y Olivera (op.cit.), podemos reconocer a la reserva como una nueva forma deficiente de paliar las necesidades de los indígenas ya que funciona como expulsora de población debido a que los espacios son limitados y la posesión de animales también. Estas condiciones económicas obligan a los habitantes de la reserva a completar sus necesidades de reproducción en un mercado de trabajo altamente discriminatorio que los obliga a ocultar su condición de indígenas. Es decir que el régimen de reserva se vuelve un condicionamiento material pero también ideológico. La espacialización de pertenencias mapuche en Río Negro La provincia de Río Negro se caracteriza por ser uno de los estados provinciales que primero creó, hacia fines del Siglo XX, un marco jurídico propio sobre la cuestión indígena así como espacios de participación. Ante las presiones de un importante movimiento de demanda generado en la década de 1980, el estado provincial se vio obligado a sancionar una ley orientada a reconocer derechos indígenas….” https://hemi.nyu.edu/cuaderno/wefkvletuyin/lo_lau_pil.htm.




  "...A partir de la década de 1890, las fuentes registran el reasentamiento de las familias mapuche en la región y el reinicio de la vida comunitaria en el caso de Paicil Antriao, ubicada en la zona del lago Nahuel Huapi, en cercanías de la actual ciudad de Villa La Angostura. La comunidad Campo Maripe se asentó en su actual territorio en el departamento Añelo, en el centro-este de Neuquén, en la década de 1920. Tras largos períodos de mantenimiento intermitente y bajo significativos condicionamientos de la vida comunitaria, la primera de ellas reiniciaría su armado formal, bajo los requerimientos de un nuevo marco legal nacional, en el año 2003, y la segunda en el 2011. Las áreas que habitan (sur cordillerano y centro-este) pasaron de contener muy baja cantidad de comunidades reconocidas por el Estado provincial(una y tres, respectivamente) a concentrar un gran número de comunidades reconstituidas a partir de la década de 1990 (siete y once). En el resto de la provincia, el número se mantuvo relativamente estable (la discrepancia entre las reconocidas y las reconstituidas con posterioridad no es tan notoria), lo que justifica el interés por explorar la trayectoria de los casos que se propone analizar para comprender el proceso que derivó en su reconstitución comunitaria al comenzar el siglo XXI…" https://cerac.unlpam.edu.ar/index.php/quintosol/article/view/4872/6714