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domingo, 31 de julio de 2022

LOS GUERREROS OLVIDADOS DE LA INDEPENDENCIA

LOS GUERREROS OLVIDADOS DE LA INDEPENDENCIA


En repetidas oportunidades, desde estas páginas, recordamos a esas comunidades de pueblos originarios que aceptaron la propuesta del que se presentaba como descendiente de guaraníes en los parlamentos realizados en el norte y en la Cordillera de Los Andes de nuestro territorio. Debemos aclarar, que la comunidad guaraní de nuestro país tenía un conductor guerrero al que conocemos como Andresito, por nombre genérico y afectivo y decía apellidarse Guacurari y Artigas (https://laciudadrevista.com/la-otra-historia-andres-guacurari-y-artigas-andresito/), por lo tanto no llegaron a conocer a nuestro prócer máximo, pero disfrutaron de otro comandante de la misma conformación genética. Aunque, al parecer, para algunos las lucha contra el portugués y su imperio continuador, no tiene que ver con la independencia.  




Desde antes de iniciar mis estudios de historia en mi universidad, ya había leído mucho sobre la nuestra y bastante de la mundial, por fuera del sistema educativo, por diversas razones, pero todas vinculadas con la misma necesidad de conocer y conocerse que tienen los adolescentes (aunque en estos momentos no parece ser muy importante). Pero estas cuestiones ya las había incorporado como interesantes, para investigar (estudiar) y seguir profundizando. Por otra parte, toda una familia había trabajado en la casa de mi abuela materna y existía otra que se vinculaba con mi padre, por su profesión, ya que los había defendido legalmente en el norte de la Provincia de Santa Fe, de indudable ascendencia africana, que me llamaba mucho la atención. Al mismo tiempo me iba anoticiando de los viajeros familiares, por las dos líneas, que son unos cuantos. Eso debe haber causado que mi madre, cuando me decidí a charlar con ella sobre esas inquietudes, me proveyese de todos los elementos de camping, incluidas mochilas en mi cumpleaños número quince, que no tarde en estrenar en un pequeño viaje entre mi ciudad de Santa Fe y la ciudad de Bariloche, en pleno invierno (dónde creo, firmemente, que alumbró el mochilero, que no dejé morir hasta estas avanzadas épocas). Recuerdo que en su momento, le había preguntado si existía alguna forma de viajar gastando poca plata, porque ya estaba decidido a viajar y conocer esos lugares importantes de nuestra historia, cueste lo que cueste, con o sin financiamiento externo. 

De gauchos no escribo, frecuentemente, como saben los que ya me leyeron en estas páginas o en otras, porque, como ya les quedó claro, me parece, lo llevo en la sangre y en la educación familiar, aunque algún prominente escritor opinara que se había extinguido, pero algunos somos el más claro ejemplo que se transmitió, como toda cultura, de padres a hijos, sin que el sistema educativo  hubiese servido de frontera a lo cultural, como se imaginaban algunos y en ello no creo ser una excepción a la regla o a lo  que creían era una regla común y universal. Igualmente, los viajes no ayudaron a ese ordenamiento mental.

Los afrodescendientes llegaron a nuestros ejércitos patrios en busca de la libertad, que les prometían, cuando los reclutaban, pasados los cuatro años de servir a las armas independentistas. Aunque en realidad, a muchos de ellos, los cedieron sus dueños esclavistas, para salvarse de participar en la guerra (ellos mismos o sus hijos). Debe entenderse que nuestras guerras de independencia duraron entre 1810 y 1825 y que los afrodescendientes que no murieron en las mismas, lograron su libertad luego de esas épocas. Existe un relato histórico, sobre el regreso de combatientes (entre ellos granaderos), luego de la paz con el Brasil (que había seguido y continuado.  a la contra Portugal y debe considerarse parte integrante de nuestras guerras de la independencia) pasado el 1828. Para los gauchos, la incorporación masiva a la guerra, ocurrió aproximadamente, pasado el 1.811 y 1.812, pero con ellos también ocurrió el mismo desmembramiento familiar que, con los afrodescendientes (https://journals.openedition.org/nuevomundo/58416).

Esos contingentes humanos, que llegaron al Perú y al centro del actual Brasil, contaron con el auxilio y la participación plena de otros que agregó la habilidad de nuestro héroe máximo, en primer lugar, cuando diseñó, junto a Belgrano, ese candado humano, dirigido por Güemes, que selló  la frontera norte al paso de los ejércitos realistas (https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-general-guemes-y-el-plan-continental-sanmartiniano). Donde Belgrano aportó los datos de su experiencia militar en nuestra frontera norte y, creo, operó de catalizador de las intenciones de San Martín de hacer participar en la independencia a los pueblos originarios, por el futuro de las mismas etnias  (https://sanmartiniano.cultura.gob.ar/noticia/san-martin-y-belgrano/). Durante los cuatro meses que   San Martín se desempeñó, como Jefe del Ejército del Norte, se dedicó a buscar un jefe, que pudiese dirigir con eficiencia militar, sumado a liderazgo la defensa de nuestro país por el norte. Para lo que necesitaba reformar el ejército establecido en el norte, para la guerra de guerrillas, donde debían congeniar con gauchos locales y originarios. 


LOS OMAGUACAS – OTROS OLVIDADOS GUERREROS DE LA INDEPENDENCIA




En Humahuaca se eleva el monumento jujeño que enaltece a los héroes de la Independencia

En lo más alto de la ciudad histórica se encuentra emplazada una de las más grandiosas obras que reconoce a los “Héroes Anónimos” de la Independencia y que inmortaliza -a través de simbólicas figuras- el grito de libertad que originarios y gauchos dieron en conjunto ofrendando su vida por la soberanía nacional. POR PABLO VEGA


Este firmamento artístico comenzó a erigirse en el año 1933 y se inauguró el 23 de agosto de 1950 -fecha en la que se recuerda la gesta del Éxodo Jujeño-, durante el gobierno que encabezó el entonces presidente Juan Domingo Perón.


La colosal obra fue impulsada por el diputado tucumano Ernesto Padilla e ideado por el escultor Ernesto Soto Avendaño, quien designó a su proyecto con el nombre de Tupac Amaru, en honor a la figura, ideales y accionar del líder indígena recordado por llevar a cabo la revolución independentista contra el sistema colonial español durante el siglo XVII.


Integra entre sus figuras la representación de “gauchos, originarios y la mujer del pueblo humahuaqueño-quebradeño”, todos convertidos a fuerza del clamor popular en “guerreros”.


“Toda la sociedad estuvo involucrada: mujeres, hombres, jóvenes y ancianos aunando esfuerzos en pos de la independencia y acompañando a los caudillos que guiaban los combates”, recordó a Télam Luis Vega, autor junto a Jorge Villena del libro "Monumento a la Independencia Nacional. Cincuentenario”.


Sobre el monumento, el investigador aseguró que posee “un gran valor histórico, cultural, artístico y social” y que su mayor valía radica en que “está dedicado a los héroes anónimos”.


En ese sentido, el docente aseguró que en Sudamérica y en el país “no existen este tipo de monumentos en homenaje a símbolos que lucharon por la libertad que no sean conocidos por la historia nacional”.


“Es una de las obras monumentales más grandes y creativas que el hombre pudo realizar en el siglo XX”, consideró, y agregó que el mayor aporte lo hizo el escultor Ernesto Soto Avendaño “al tener en cuenta la historia desde abajo”.


Sobre su emplazamiento en la ciudad histórica, de Humahuaca, Vega explicó que no fue casual sino enmarcado en “un reconocimiento al pueblo quebradeño que tuvo el valor de luchar contra el enemigo español para afianzar los ideales de independencia”.


La obra monumental cuenta con tres partes bien definidas, la figura central representa a un “mestizo”, de rostro tieso que expresa el grito de libertad que se encuentra con su cuerpo semidesnudo y que un con un paso firme y viril marcha seguro de sí mismo y del porvenir.


Otra de las partes se trata del grupo central, dedicado a enaltecer el recuerdo de un grupo de originarios -Omaguacas- que con su entrega, sacrificio y principios identitarios defendieron y lucharon conscientemente en pos de la soberanía.


En este sector la mujer ocupa un lugar relevante a través de la imagen esculpida en la que se visualiza a una oriunda quebradeña que lleva a cuestas una gugua (bebé) en la espalda, e ilustra la valentía de sus actos en una época de permanentes revueltas…


07-07-2016 | 15:06  https://www.telam.com.ar/notas/201607/154353-independencia--historia-federalismo-jujuy.html

Posteriormente y ya siendo Gobernador de Cuyo, convocó un Parlamento de varios días, con los Pehuences (o Diaguitas del Sur), con la intención que lo ayuden en la campaña, para la independencia de Chile, fue proclamado como Jefe Guerrero (los mismos originarios apresaron a un coronel español, que se encontraba espiando de este lado de Cordillera)



 -http://www.elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/5110-los-pehuenches-de-san-martin-2-. Con lo que podemos concluir, que la opinión de un historiador muy importante (y pésimo militar) sobre el fracaso de San Martín en el Ejército del Norte, es (como mínimo) de dudosa calidad historio-gráfica.



 

sábado, 30 de julio de 2022

REVIVE LA LENGUA KAKAN

REVIVE LA LENGUA KAKAN En el proceso de redescubrimiento, refuncionalización y puesta en valor de la lengua kakán, la que hablaban los antiguos habitantes de estos territorios del oeste catamarqueño, Allosa acercó información. 

 Es la siguiente:"En el vasto territorio comprendido entre Coquimbo y el norte de Copiapó (Chile) hasta Santiago del Estero y Córdoba, y desde Tarija (Bolivia) hasta el norte de Mendoza y San Luis en Argentina, se ubicaba la Nación Diaguita, donde se habló por más de cuatro siglos la lengua Kakán. Posteriormente con el imperio Inca arribó el quechua o Runa simi. Ambos idiomas convivieron por aproximadamente cincuenta años, hasta la llegada del español, que termina prohibiendo el kakán. Horribles castigos como mutilar o cortar la lengua a quienes lo practicaban fueron impuestos hasta que del kakán sólo sobrevivieron topónimos (nombres de lugares) y patronímicos (apellidos). El Director de Asuntos Indígenas de la Provincia de La Rioja, Roberto Aballay, me comentó que logró ubicar en Chile a una persona que habla Kakán actualmente. 

Esto nos llevó a conectarnos con el Ing. Daniel Herrera, antropólogo e investigador, a nuestro juicio la persona indicada para verificar fehacientemente si estábamos ante la presencia de la última kakano parlante", nos dice Juan Carlos Allosa de la Comunidad Diaguita Andalgalá. Daniel Herrera, oriundo de Belén Catamarca, graduado en la Universidad de La Plata, con residencia actual en Córdoba, realiza estudios del kakán desde hace más de treinta años. Esto le permitió confeccionar una extraordinaria base de datos científica con diccionarios de lenguas originarias aledañas como el cunza, el puquina, el milkayac, el tonocoté, el lules, el vilela, el huarpe, el comechingón, el quechua, el aimara, el mapuche, dialectos guaraníes, etc, para poder determinar qué es kakán.

 Al enterarme de que había una kakano parlante única en Chile, decidimos viajar a conocer a esa gente, pues entendí inmediatamente que dentro de la etimología del cono sur, desde mi humilde opinión, es el acontecimiento histórico más importante de los últimos cien o ciento cincuenta años. Así Aballay, Allosa y Herrera arriban a territorio de la Comunidad Diaguita Yupanqui de Copiapó, Chile, donde conocen a Karen Zunilda Aravena Álvarez, una mujer de aproximadamente 40 años de edad, que habla el kakán. El entendimiento con el científico Daniel Herrera fue inmediato. El análisis etimológico de las palabras fue constante y claramente positivo. Las expectativas creadas se cumplieron sobradamente, sin lugar a dudas Karen Aravena es la última kakano parlante.

La gran pregunta de todos fue cómo pudo sobrevivir esta legua después de quinientos años. La explicación es que las mujeres más sabias, pues la nación kakán o Diaguita era un estado matriarcal, idearon una efectiva táctica para la conservación de la cultura ancestral: seleccionaban a una persona para trasmitir el idioma de generación en generación, a través de canciones empleadas en sanaciones empíricas y ceremoniales, considerando que ella jamás tendría con quién dialogar o practicar el idioma originario. La persona elegida era considerada "machicúa" (guía espiritual), o sea la alkawisa, la que se eleva para hablar con los espíritus y los dioses. Las perspectivas de lograr rescatar la legua ancestral diaguita se agigantan día a día y por ello las gestiones ahora se encaminan para permitir la visita de Karen Zunilda Aravena Álvarez a nuestro país a fin de continuar con los estudios e investigaciones pertinentes". 

 El funcionario diaguita nos comentó además que se están produciendo algunas confusiones en la cuestión administrativa de la comunidad en su articulación con la Secretaría de Minería de la Provincia, y nos exhibió una nota enviada a dicha dependencia, que dice textualmente, prometiéndonos más información: 

 Abril de 2017 

 https://www.catamarcactual.com.ar/informacion-general/2017/4/13/lengua-kakn-revive-133290.html

jueves, 28 de julio de 2022

LA TOPONIMIA RECUERDA LOS LENGUAJES ANTIGUOS DE NUESTROS ORIGINARIOS

LA TOPONIMIA RECUERDA LOS LENGUAJES ANTIGUOS DE NUESTROS ORIGINARIOS Viajando uno se acostumbra a los nombres de algunos lugares que, naturalmente, al sentirlos por primera vez nos llamaron la atención, como fue el caso de Aimogasta (Aimogasta https://lugaresquever.com › ... › Provincia de La Rioja Aimogasta o Villa de Concepción de Aimogasta es la localidad cabecera del Departamento Arauco, en el norte de la provincia de La Rioja en Argentina, …), que me llevó a preguntarle al lingüista que me trasladaba, sobre el significado, y pude saber que gasta significa pueblo, por lo tanto, si el término Aimo es un nombre significa “Pueblo del Cacique Aimo”, según me explicó mi interlocutor. Lo mismo puede ocurrir con el término Pampa (por terreno llano o de llanuras), que viene del Quechua y los miles de ejemplos en este sentido. Por ello, no termino de entender, no solo cuando dicen “vivía”, cuando viven, sino cuando parecen desconocer, muchos, que antes que ellos vivieron otros seres humanos, con sus derechos consagrados por distintos niveles de legislaciones.


Artesano de la Cultura Agro-Alfarera Diaguita


Pueblo Diaguita





 “¿ES EL KAKÁN LA LENGUA DE LOS DIAGUITAS? 

Herman Carvajal Lazo ABSTRACT 

El aserto tradicional de que el kakán fue la lengua de los diaguitas se ha venido repitiendo y afianzado en los últimos decenios. Que lo fue en el noroeste argentino, no hay discusión. El asunto es considerar si también lo fue para los denominados diaguitas chilenos y si lo continúa siendo en la actualidad. No existen gramáticas ni glosarios (por lo menos exhaustivos y confiables) ni tampoco hablantes de esa lengua: los descendientes de esa etnia fueron rápidamente quechuizados y posteriormente hispanizados; esto, en el sector transandino. Lo mismo ocurrió por estos lares. En la actualidad quienes se identifican con el colectivo étnico diaguita (en Atacama y Coquimbo) sólo hablan el castellano. La discusión y preocupación por todo lo concerniente a lo diaguita (cultura, cosmovisión, costumbres, tradiciones, territorio, religión...) ha cobrado nuevo e inusitado interés, sobre todo a partir de la promulgación de la Ley N° 20.117 del 28 de agosto del 2006 que reconoció la existencia legal de la etnia diaguita. En lo relativo a la lengua, hablar de “kakán”, sin conocer su estructura lingüística, fonemas y lexicón es asaz aventurado. Este artículo se estructura en dos partes: la I, para confirmar o descartar la existencia del kakán; en la II, referirnos a algunos esfuerzos de reconstrucción del kakán, (en que realmente la mayoría de las voces propuestas como originalmente kakanas son quechuas o mapuches y hasta hispanas). PALABRAS CLAVES Lengua, identidad, multiculturalidad, kakán, diaguitas, etnogénesis. I PARTE: EL KAKÁN. 00 INTRODUCCIÓN. No es lo mismo una “lengua extinta” que una “lengua desconocida”. El latín es una lengua extinta (porque no posee hablantes que la utilicen como lengua materna), pero no es una “lengua desconocida”: se conoce su estructura morfosintáctica, su repertorio fonemático y su amplísimo corpus léxico (base, por lo demás, de todas las lenguas neorromances). Si hablamos de la “existencia” de una lengua, entonces tenemos obligatoriamente que confrontar los componentes estructurales de toda lengua: su sistema fonológico, su repertorio lexemático y su modalidad morfosintáctica para generar oraciones. Si se pudiese simplificar el aserto lo expresaríamos de esta manera: toda lengua posee sonidos (fonemas), palabras y maneras de formar oraciones (unidades de intercambio en la comunicación). ¿Posee el kakán un sistema fonológico? ¿Su repertorio léxico es suficientemente relevante?, ¿sabemos cómo los diaguitas construían sus oraciones? A nuestro parecer, las respuestas son negativas. Lo que nos llevaría a la conclusión de que el kakán es un idioma desconocido (en cuanto a sus componentes estructurales) y extinto a la vez. La pregunta inicial es si acaso se encuentra vigente en nuestra Cuarta Región la lengua atribuida a una de las etnias originarias de esta parte territorial. Nos estamos refiriendo, obviamente, a la lengua kakana y a los denominados diaguitas chilenos u occidentales. Por supuesto que la atribución de “vigente” es asaz exagerada. No tenemos conocimiento de hablantes actuales del kakán ni conocemos el sistema fonológico ni sus particularidades morfológicas y sintácticas. Por lo tanto, no tenemos más que remitirnos a evidencias lingüísticas más perdurables en el tiempo: los topónimos y los antropónimos; y, tal vez, a unos pocos vocablos del habla cotidiana. Todo lo cual es insuficiente para la reconstrucción de una lengua. En relación con la búsqueda y recopilación de topónimos y antropónimos regionales, tenemos necesariamente que referirnos a los glosarios de toponimia amerindia en los Valles de Elqui, Limarí y Choapa (y a nuestros otros trabajos en la misma dirección), que no revelan evidencia lingüística del kakán. A menos que no hayamos podido dilucidar algunos topónimos indígenas de origen desconocido y entre los cuales se encuentren presuntivamente voces diaguitas. Y aunque así fuese, la estadística no sería relevante para comprobar la presencia kakana en nuestra región. En cuanto a los antropónimos, esta es una faceta en la que no hemos incursionado mayormente, pero sí lo ha hecho nuestro ex discípulo el Dr. Luis Guerrero 1 y otros investigadores. El Dr. Guerrero tampoco se pronuncia positivamente sobre la presencia kakana en el occidente diaguita. 1. - DON JORGE IRIBARREN CHARLÍN (1957). Para comprobar la desaparición del kakán como lengua hablada y utilizada por las comunidades diaguitas revisaremos suscintamente lo que dicen algunos lingüistas especializados en la clasificación de las lenguas y/o en la estructura misma del kakán. Aunque comenzaremos por el ex Director del Museo Arqueológico de La Serena, Sr. Jorge 1 Guerrero, 2006 Iribarren Charlín2 , quien, no siendo lingüista de profesión se aventuró con buen olfato en este rubro para disentir de la aparente múltiple afinidad sugerida por Latcham3 entre los diaguitas argentinos y los occidentales. En nuestro artículo “Algunas referencias sobre la lengua de los diaguitas chilenos”4nos referimos más in extenso al análisis contrastivo de don Jorge Iribarren Charlín. Decimos en nuestro trabajo de 1990 que “recoge el ex Conservador del Museo 225 topónimos estimados como diaguitas del sector transandino y los contrasta con los recogidos en Chile, como supuestas voces del kakán”. De estos 225 nombres únicamente pueden considerarse como idénticos con el sector argentino: Guayaquil, Choapa y Uchumí(n). Pero Guayaquil es quechua (conforme lo destaca el propio Iribarren), y Choapa es cunza . Queda firme sólo Uchumí(n). Es decir: sólo una voz toponímica del lado chileno concordaría con los topónimos argentinos. Y en lo que dice relación con los patronímicos (o antropónimos), tomó Iribarren referencias de los Libros de Encomiendas, en archivos de la Capitanía General y Libros Parroquiales, constituyendo un listado de 442 nombres, que contrastó con las nóminas manejadas por Schuller 5 primero, y luego por Latcham. Concluyó en que "tenemos en realidad muy escasas analogías definitivas". En un trabajo inédito sin fecha (aunque debe ser posterior a 1970), Jorge Iribarren reitera sus planteamientos y conclusiones sobre "La lengua en uso en los aborígenes de Coquimbo y Atacama", lamentando que las lenguas autóctonas en esa área constituyan una incógnita. En síntesis, Iribarren estableció la escasa o nula analogía entre los términos lingüísticos diaguitas argentinos y chilenos, pese a haber considerado fuentes documentales primarias…”

 https://toponimianortechico.com/otras_publicaciones/%C2%BFEs%20el%20kak%C3%A1n%20la%20lengua%20de%20los%20diaguitas.pdf


domingo, 24 de julio de 2022

PÉRDIDAS

PÉRDIDAS

 Conste que no dice perdidas, dice pérdidas, por el tiempo que se pierde en la repetición de esta historia, que puede remontarse a la búsqueda de “El Dorado” en el inicio de la Conquista. Y, perfectamente, puede ser interesante el uso de esos artefactos láser en nuestra selva de Yungas vecina a la Triple frontera entre Bolivia, Argentina y Paraguay (desembocadura del Río Pilcomayo). 

Mapa de Yungas - Argentina



 Igualmente, siempre es bueno encontrar la antigua civilización Casarabe, que viene a ser o puede vincularse, con la Civilización del Barro que les hablaba en en el artículo anterior. 




 "LA NACION

 El Mundo 

 Descubren los restos de una civilización perdida en lo profundo de la selva amazónica Arqueólogos alemanas descubrieron yacimientos en el Amazonas; habían desarrollado avanzadas estructuras urbanística y de gestión del agua...

 LA NACION 

https://www.lanacion.com.ar/resizer/JGh5bibFXDA9An2diZb9m611J4s=/309x206/smart/filters:format(webp):quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/WQOX6AS33JDIBLJ45KU4G22H7Q.png" width="975" /> Científicos del Instituto Arqueológico alemán de Bonn hallaron un yacimiento arqueológico inmenso debajo de la densidad de la selva GETTY IMAGES. 




 Apartir de la utilización de rayos láser, un equipo de arqueólogos alemanes descubrió en el Amazonas boliviano restos de una civilización que había desarrollado avanzadas técnicas de agricultura y de gestión del agua, además de complejas estructuras urbanísticas, que incluían pirámides, Los científicos del Instituto Arqueológico alemán de Bonn publicaron los resultados de su investigación en la revista Nature Allí, relataron que hallaron un yacimiento inmenso debajo de la densidad de la selva, que les hace suponer que se trató de una ciudad entera...” 

 https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/descubren-los-restos-de-una-civilizacion-perdida-en-lo-profundo-de-la-selva-amazonica-nid29052022/ 

 "1500 años de antigüedad Encuentran varias ciudades perdidas bajo la vegetación de la Amazonia Usando láseres montados en helicópteros se hallaron 26 sitios (algunos con pirámides), la mitad de los cuales eran desconocidos para los arqueólogos. Las ruinas en expansión de los asentamientos amazónicos que alguna vez fueron el hogar de una sociedad agrícola indígena con una inclinación por la cosmología;han sido descubiertas en la selva boliviana, escondidas debajo de una vegetación aparentemente impenetrable, aproximadamente la mitad de los cuales eran previamente desconocidos para los arqueólogos, son otro ejemplo de cómo la región del Amazonas fue el hogar de grandes asentamientos antiguos y sociedades antiguas complejas antes de que la invasión española diezmara las Américas…”

 https://www.clarin.com/viste/encuentran-varias-ciudades-perdidas-vegetacion-amazonia_0_nf9pTANleW.html"

miércoles, 20 de julio de 2022

CIUDADES DE PIEDRA, CIVILIZACIONES AGRO-ALFARERAS, UNA CIVILIZACIÓN METALÚRGICA Y POCO SOBRE CIVILIZACIONES DE LA SELVA O DE TERRENOS HÚMEDOS (CIVILIZACIONES DEL BARRO)

CIUDADES DE PIEDRA, CIVILIZACIONES AGRO-ALFARERAS, UNA CIVILIZACIÓN METALÚRGICA Y POCO SOBRE CIVILIZACIONES DE LA SELVA O DE TERRENOS HÚMEDOS (CIVILIZACIONES DEL BARRO) 

 Luego de caminar mucho (digamos que los primeros diez años de cuarenta, por muchos lugares, me fui dando cuenta que faltaba algo en nuestras culturas del sur) mis incógnitas se fueron concentrando en la inexistencia de civilizaciones de barro, aunque pude encontrar algunas de la selva (con sus ciudades) y, desde el inicio me pareció un tanto antojadiza la versión sobre la Cultura Jesuítica Guaranítica. Claro que no por la importancia y el desarrollo de la misma, o, la protección que brindó durante doscientos años al pueblo originario, o, por los logros de su sistema educativo, que no deja de ser europeo. Sino porque la originalidad se sustentaba en muchas bases de origen extracontinental, sin querer, por ello, atacar el enorme trabajo de mi tocayo el Padre Guillermo Furlong (por respeto al mismo y a mi padre). Igualmente, no desconocemos que la originalidad de nuestras ciudades pre-colombinas se fundamentan en su arquitectura realizada entre los 1.800 y los 5.000 metros de altura, que no tiene registros en el resto de la Historia de la Humanidad, o, que tenemos el enorme orgullo de contar entre nuestros desarrollos, en materia de civilizaciones, con la única que no se dedicó a la alfarería y prefirió dedicarse a la metalurgia (Omaguacas). El sistema de ciudades federadas de los Mayas, se replica entre los Tiaquitas (Diaguitas, Huarpes o Pehuenches), aunque también llama la atención que no existan ciudades más al sur del sur de Mendoza y me parece un tema, para estudiar. Pero es llamativo que no hayamos podido encontrar una cultura del barro en este sur del sur, aunque muchos reconocen la inteligencia de los guaraníes y sus etnias emparentadas. Otro tema que me preocupa, que creo relacionado con esto, es el desarrollo de esa presunta etnia, que los portugueses llamaron “los indios gigantes” y el mito o leyenda de su ciudad o ciudades de la selva. 

                                          Antigal de Yavi Chico en la frontera con Bolivia 

 “...La arquitectura prehispánica del norte argentino es una manifestación cultural que ha perdurado hasta nuestros días por varias razones. Primero, es una proyección del paisaje de los Andes, de modo que ha utilizado la materia prima disponible como la piedra y la mampostería en la montaña, o el adobe para las formas que aparecen en la costa. Esta particularidad ha permitido, en el caso de no haber sido reutilizada por alguna cultura posterior en el tiempo, u ocupada y sepultada por los españoles, que este registro haya llegado hasta nosotros. Afortunadamente sobreviven remanentes de importantes monumentos precolombinos que permiten un estudio exhaustivo de sus características. Cóndor Huasi se destaca por el tremendo desarrollo de su Civilización. Entre ellos, acueductos, pirámides ceremoniales (Allpataucas), depósitos funerarios, geoglifos, caminos, andenerías agrícolas, depósitos de alimentos, represas, etc. En suma, todo un repertorio de obras que ha requerido un manejo realmente importante de recursos, mano de obra y, evidentemente, de especialistas -arquitectos sin título- que se encargaron de planearlas y maestros canteros o albañiles de construirlas. Si bien las obras de arquitectura y urbanismo indígena locales no alcanzan la espectacularidad del área central, no le van en zaga en cuanto al manejo de los desniveles y el ingenio del indígena para adaptarse a las irregularidades del paisaje andino. El hombre andino podía vivir hasta altitudes de 4.100, 4.200 metros con economía productiva. Hasta los 3.800, 3.900 metros podía cultivar leguminosas, maíz y papa; a mayores altitudes cobraba importancia la ganadería de la llama y de la alpaca, pero por encima de los 4.200 metros los Andes ya son un páramo sin ocupación antrópica, excepto en las altas montañas nevadas situadas sobre los 5.000 m., donde se construyeron santuarios de altura, adoratorios con arquitectura ceremonial, plataformas y huacas, verdaderas montañas sagradas del culto andino como los de Aconcagua, El Toro, El Plomo y Llullaillaco. El paisaje imprime sus condiciones a las realizaciones arquitectónicas. Por ejemplo los centros urbanos andinos son en mayor medida instalaciones de altura, levantados con el uso masivo de la piedra sobre la montaña, o son ciudades costeras construidas de adobe a la vera del Océano Pacífico, o son aldeas que volcándose hacia la región de la Amazonia van perdiendo monumentalidad por el reemplazo de materias primas como la piedra y la mampostería por leñosas. Bajo los Cerros Aterrazados en El Shincal o Cusco Pequeño o Capital Provincial Inka en Catamarca. El paisaje de los Andes condiciona la adaptabilidad de la vida humana. Todo el tráfico andino era pedestre, se realizaba utilizando la llama o la alpaca como animal de carga. A pesar de carecer de animales de tiro poseía una ostensible dinámica. Los españoles fracasan los primeros cien años en el dominio de estas regiones porque provenían de una cultura mediterránea, que cohabitaba en las llanuras. Ninguna ciudad europea del siglo XVI estaba emplazada en la montaña: Nápoles y Génova por citar las más populosas se emplazaban sobre la costa del Mediterráneo; otras a la vera de ríos de llanura, como París sobre el Sena, Londres sobre el Támesis, Sevilla sobre el Guadalquivir. 




 Figura 2 . Atlas arqueológico, período de Desarrollos Regionales. Las instalaciones mencionadas en el texto son: 1- Rinconada; 2-Yavi Chico; 29-Tastil; 31- Morohuasi; 16- Cabrería;61-La Huerta; 65-Juella; 68-TiIcara; 73-Volcàn; 75- El Shincal; 108-El Churcal; 133-Tolombòn; 134- Quilmes; 137-Rincon Chico; 138-Masao; 141- Loma Rica de Jujuil; 142- Loma Rica de Shiquimil; 148-La Calera; 173- Asampay. 


 Como contraparte, las ciudades indígenas americanas, desde las grandes capitales como Tenochtitlán o el Cuzco, hasta cualquier aldea o villorío centroamericano o del área intermedia colombiana, o de los Andes, se levantaron en zonas serranas. No pocos historiadores americanos han expresado acertadamente que la civilización mediterránea no supo entender las civilizaciones americanas. Por cierto hubo una ostensible diferencia entre unas y otras. Lo escarpado de los Andes frente a la planicies de la Europa occidental. En la España que conquista América nadie vivía por encima de los 1.200, 1.300 metros y si lo hacía, se trataba de un pastor, un marginal que vivía en un páramo apartado de las grandes ciudades Así fue la sorpresa de los españoles cuando encontraron que Tenochtitlán era un centro cosmopolita situado a 2.500 m. sobre el nivel del mar. Lo mismo sucedía con el Cuzco a 3.600 m y algunas aldeas urbanizadas del NOA y Chile, como Tastil, Tilcara, Turi o Rinconada que habían sido levantadas por encima de los 2.500 m. Esto explica la obsesión de los españoles por bajar a los amerindios a los fondos de valle, ya que éstos seguían viviendo sobre las serranías y por lo tanto no eran útiles para sus planes “colonizadores” que consideraban la mita y el yanaconazgo. Si realizáramos una rápida revista de todas las capitales fundadas por España en el NOA (La Rioja, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, San Juan y Santiago del Estero) comprobaríamos que todas se emplazan en fondos de valle. Mientras que la arquitectura de las antiguas capitales precolombinas y pucaras indígenas se levantan en lo alto de escarpados cerros de difícil acceso. La arquitectura indígena del NO es una arquitectura de pie de monte, “colgada de los cerros” que fueron nivelados por la construcción de terrazas sobre pendientes que podían superar los 30 grados. También suceden adaptaciones similares en la arquitectura residencial, en la construida para conducir el agua para el riego, y en la de tipo militar o defensiva. Esa milenaria adaptabilidad al paisaje se fue quebrando ante la penetración española, modificando sus formas de vida y generando sociedades complejas que derivarían en las culturas folklóricas de la colonia. La emergencia de los grandes centros urbanos del NOA comienza durante el período conocido como de Desarrollos Regionales o Tardío (900-1470 d.C.) El énfasis en la vida urbana se percibe por la emergencia de grandes instalaciones (llajtas) de trazados urbanos concentrados radiocéntricos, en damero y lineales con altos índices de factor de ocupación del suelo (FOS), la especialización de partes y sectores arquitectónicos y la eclosión de componentes urbanísticos imprescindibles ante la propia concentración, como las plazas, calzadas, basurales y, en no pocos casos, la separación del cementerio como sector independizado del área residencial. Significa asimismo el abrupto crecimiento demográfico, las remodelaciones dentro del espacio urbano, en cuyo crecimiento coexistieron la espontaneidad y el planeamiento conformando crecimientos mixtos. También aparecen dentro de las plantas urbanas componentes arquitectónicos ligados con actividades de molienda comunales y en no pocos casos el cementerio es separado del campo habitacional... Principales instalaciones del NOA en los períodos Desarrollos Regionales e Inka. Los sitios alojados en los Valles de Humahuaca, San Juan Mayo, El Toro, Rinconada, Calchaquí y Hualfín han utilizado las partes altas de los piedemontes, las colinas y las mesetas para la instalación. La instalación humana del período se aparta de las comodidades de los fondos de valle, masivamente usufructuados durante etapas anteriores, reservándolas como nichos ecológicos para actividades económicas; expresadas estas últimas por los vestigios de construcciones vinculadas con la agricultura, la recolección y la ganadería. Estas particularidades nos explican el sentido estratégico-provisorio como causante de la necesidad de buscar, en esas alturas, la protección a un modo de vida preñado de dificultades. Nos hallamos dentro de sistemas culturales dispuestos en territorios apetecidos, contiguos entre sí y geopolíticamente inestables. En otras palabras, los valles fértiles fueron áreas de ocupación muy propicias para las concentraciones urbanas, pero de reducida extensión espacial y, por lo tanto, con recursos energéticos limitados… El desmedido crecimiento demográfico, al acercarse al umbral de la capacidad de sustento regional, debió transformar el inicial comensalismo en la competencia intertribal, este fenómeno condujo a la creación de los poblados estratégicos y los pukará. Las instalaciones del Valle de Yocavil no comparten las características antedichas. Los sitios del faldeo occidental, como Quilmes, Fuerte Quemado, Mojarras, Rincón Chico-Lampacito, Pichiao y Tolombón se asentaron en las terrazas bajas, contiguos a los campos agrícolas y algarrobales y un pukará en los cerros vecinos. Los del faldeo oriental, Loma Rica de Shiquimil y Jujuil, buscaron la protección de mesetas.





 Deberá descartarse como móvil de tal diferenciación a posibles discrepancias cronológicas sustanciales, por cuanto éstas ceden ante otras causales. La alta especialización que presentan Quilmes y sus congéneres occidentales y la necesidad de controlar los algarrobales del fondo de valle, indujo a diversificar el sector residencial estable, ubicado en el bajo con la protección de los pukará emplazados en la cima del cerro. Esta estrategia adaptativa se acentuó durante el dominio Inka y en los momentos iniciales de la ocupación española, donde estas instalaciones perfeccionaron su funcionamiento. 


El Shincal, por debajo del Cerro Aterrazado



 Durante la resistencia aborígen a la invasión europea del Período Hispano-Indígena (1535-1667) los testimonios son elocuentes: “. ..Ha y en es te va ll e d e Yo ca vil u n os 2 0 p u e blo s tod os e ll os con u n pu kará que los pr o te ge y do n de s e a co rra la n cua nd o se l os a com e te , si e nd o l a m ej or g ue rra qu e pue d e ha cér se les tal ar sus chá ca ras y s em ente ras ...” . El cronista Alonso de Abad (1575) grafica con justeza la utilidad de estos bastiones ante la represión que los españoles ejercieron contra la rebeliones indígenas en las décadas de 1560 y 1630 respectivamente, cuyos escenarios fueron precisamente los valles calchaquíes.


Pucará de Tilcara



 La complejización de la vida urbana, la creciente demografía del Período de los Desarrollos Regionales y posteriormente los cambios ideológicos generados por la intromisión inka, fueron los agentes responsables de los sucesivos replanteamientos por remodelaciones de las trazas urbanas de sitios multicomponentes originalmente espontáneos. 



Ruinas de Quilmes




Estas circunstancias se observan en Tastil, Tilcara, La Huerta, Morohuasi, El Churcal Bajo, Rinconada, La Paya y Loma Rica de Shiquimil. Los Pukará de Aconquija, Quilmes, Fuerte Quemado, Tolombón, Co Pintado, Loma Negra de Azampay, Yacoraite, Puerta de Zenta, Hornaditas, Cerro Morado, Pucará de Rodero, Fuerte de Tacuil, Pukará de Gualfín, Puerta de Corral Quemado, Pukará de Humahuaca o Peñas Blancas, Pukará de la Cueva, Co Mendocino, Pukará de Collanzulli, Coyparcito y La Angostura, se acercan, cada uno en su medida, a una concepción de planeamiento partiendo de una estructura militar- defensiva los cuales inscriben el área residencial. El crecimiento de estas ciudadelas pudo ser desde los bastiones hacia adentro, o bien, la estructura defensiva pudo aparecer en fases posteriores a la instauración del sitio.


Pucará de Hualfin




 Ya hemos apuntado que algunos de estos poblados se caracterizan por una habitabilidad discontinua y ocasional. A mitad de camino entre esta concepción de planeamiento por causas bélicas queda un grupo de enclaves estratégicos de residencia permanente y elevado FOS que fueron reductos en los que el sistema defensivo no se expresa plenamente; entre éstos se hallan Volcán, Tastil, Puerta Tastil, Juella y Pozo Verde de Hualfín…”

 https://www.aacademica.org/urbania/14.pdf

sábado, 16 de julio de 2022

LAS PIEDRAS OLVIDADAS DEL CAMINO DEL INCA O INKA O QHAPAQ ÑAN

 LAS PIEDRAS OLVIDADAS DEL CAMINO DEL INCA O INKA O QHAPAQ ÑAN








Nadie discute, en estos tiempos, que las construcciones de piedra de las antiguas culturas nos señalan cuestiones que tienen que ver con el antiguo desarrollo de las regiones habitadas, por el ser humano desde hace seis o cinco mil años a la fecha actual. Pero es necesario aclarar que existieron altas culturas que se construyeron sobre barro, como la sume-ria, con sus tablillas de barro escritas en caracteres cuneiformes, donde podemos incluir a la egipcia, ya que las pirámides necesitaron de rocas traídas desde muy lejanas canteras de piedra. En ese sentido y considerando la falta de adecuada financiación de investigaciones, en nuestro sur, creemos que es posible que se nos estén pasando alguna que otra alta cultura del barro en estos extremos sureños de nuestro antiguo nuevo mundo. 







 

No me canso de repetirlo y le pido perdón a los lectores por esa repetición, que nuestro país tiene una deuda pendiente con Guaraníes, Omaguacas o Pehuenches (Diaguitas o Huarpes del Sur), que apostaron y pusieron en juego sus cuerpos y futuro, por esta, nuestra tierra, a los que olvidamos en medio de nuestras luchas civiles (políticas), que tienen sus seguidores actuales, pero que no justifican esa realidad mezquina y antojadiza sobre los que nos favorecieron y a los que no damos el  real valor que tuvieron en el logro de nuestra independencia y, mas si consideramos el mito de la  invencibilidad de nuestra ciudad capital, que tiene algo de local y mucho de nuestros interiores (no solo por el máximo héroe salteño, al que recientemente recordamos en fecha patria, sino por los Bustos, los López, los Andresitos y Artigas, sin pretender olvidar a nadie y si ello ocurre, igualmente pido disculpas).




Pero regresando al tema de las piedras, ya que mencioné a nuestros héroes Omaguacas, me surge el recuerdo del triste final de su Pucará en Humahuaca, que sufrió la desaparición de sus piedras constituyentes, entre 1880 y 1930, en épocas de poca actividad turística, con algunas expediciones científicas y otras qué dicha finalidad les queda grande , que pueden haber dado origen a ese traslado “Hormiga” o no tanto, de determinadas piedras.





Pero no dejamos de reconocer que los turistas mal educados o mal aprendidos en esos tiempos o en estos suelos, pueden llevarse alguna que otra piedra de recuerdo, que puede terminar en algún jardín familiar o ser descartadas antes o depues de llegar a sus casas. Otro tema, viene a ser la extraña reconstrucción del Pucará (de nuestros hermanos Omaguacas) de Tilcara, con cemento que es un material que no se conocía, por estos lares, hace quinientos años, que no aporta nada sobre su real diseño, teniendo en cuenta la función de fortaleza, para la que había sido  construido. Pero sí nos indica que la falta de reconocimiento y valoración viene de lejos, sin pretender desconocer el formidable Monumento a los Héroes de la Independencia, que trata de los héroes sin nombre o desconocidos y marca bien a los Chasquis (Mitayos), los Omaguaca -*- y los gauchos (mestizos de blanco y originario o de blanco y africano, o de tres sangres). Debemos aclarar que no es ningún misterio insondable, que la mayoría de las piedras sean parte de alguna pirca o pared de casa habitación o de laboreo, sin descontar las que fueron usadas a modo de cimientos. 



 

En este punto, debemos aclarar, que al día de hoy, aunque el Qhapaq Ñan haya sido declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad, desde el sur de Colombia hasta el centro sur de nuestra Provincia de Mendoza (donde se encuentra el famoso y turístico Puente del Inca*), no alcanza a constituirse en tema habitual escolar y, quizás por ello, es casi desconocido en su extensión (*), teniendo en cuenta que muchas veces se extiende a ambos lados de alguna frontera, como ocurre entre Argentina y Chile, aunque no tiene que ver, directamente, con la actual frontera, sino con las regiones geográficas y sus accidentes, como puede ser la colosal Cordillera de los Andes o las distintas realidades entre costas, mesetas, montañas y selvas. Por eso me suele causar gracia, cuando veo los tentativos dibujos sobre su alcance en el mapa de nuestra América del Sur, que en algunos países suele ser “flaquito”, cuando existen constancias de su penetración en lugares más mediterráneos y poco vinculados con fronteras al punto que el término Pampa es de origen Quechua e Inka. 





En ese sentido aportamos la imagen del camino dual en nuestra Provincia de La Rioja – Argentina. Al respecto ya escribimos sobre la llamada Escalera del Inca y ahora llamamos la atención sobre la dispersión, por el ser humano de sus rocas, aunque se aclare que no logra ser determinante, para su conocimiento real. 

-*- https://www.telam.com.ar/notas/201607/154353-independencia--historia-federalismo-jujuy.html

(*)https://inapl.cultura.gob.ar/noticia/qhapaq-nan-sistema-vial-andino/

(*)https://www.monumentos.gob.cl/patrimonio-mundial/lista-actual/qhapaq-nan-sistema-vial-andino