LAS PIEDRAS OLVIDADAS DEL CAMINO DEL INCA O INKA O QHAPAQ ÑAN
Nadie discute, en estos tiempos, que las construcciones de piedra de las antiguas culturas nos señalan cuestiones que tienen que ver con el antiguo desarrollo de las regiones habitadas, por el ser humano desde hace seis o cinco mil años a la fecha actual. Pero es necesario aclarar que existieron altas culturas que se construyeron sobre barro, como la sume-ria, con sus tablillas de barro escritas en caracteres cuneiformes, donde podemos incluir a la egipcia, ya que las pirámides necesitaron de rocas traídas desde muy lejanas canteras de piedra. En ese sentido y considerando la falta de adecuada financiación de investigaciones, en nuestro sur, creemos que es posible que se nos estén pasando alguna que otra alta cultura del barro en estos extremos sureños de nuestro antiguo nuevo mundo.
No me canso de repetirlo y le pido perdón a los lectores por esa repetición, que nuestro país tiene una deuda pendiente con Guaraníes, Omaguacas o Pehuenches (Diaguitas o Huarpes del Sur), que apostaron y pusieron en juego sus cuerpos y futuro, por esta, nuestra tierra, a los que olvidamos en medio de nuestras luchas civiles (políticas), que tienen sus seguidores actuales, pero que no justifican esa realidad mezquina y antojadiza sobre los que nos favorecieron y a los que no damos el real valor que tuvieron en el logro de nuestra independencia y, mas si consideramos el mito de la invencibilidad de nuestra ciudad capital, que tiene algo de local y mucho de nuestros interiores (no solo por el máximo héroe salteño, al que recientemente recordamos en fecha patria, sino por los Bustos, los López, los Andresitos y Artigas, sin pretender olvidar a nadie y si ello ocurre, igualmente pido disculpas).
Pero regresando al tema de las piedras, ya que mencioné a nuestros héroes Omaguacas, me surge el recuerdo del triste final de su Pucará en Humahuaca, que sufrió la desaparición de sus piedras constituyentes, entre 1880 y 1930, en épocas de poca actividad turística, con algunas expediciones científicas y otras qué dicha finalidad les queda grande , que pueden haber dado origen a ese traslado “Hormiga” o no tanto, de determinadas piedras.
Pero no dejamos de reconocer que los turistas mal educados o mal aprendidos en esos tiempos o en estos suelos, pueden llevarse alguna que otra piedra de recuerdo, que puede terminar en algún jardín familiar o ser descartadas antes o depues de llegar a sus casas. Otro tema, viene a ser la extraña reconstrucción del Pucará (de nuestros hermanos Omaguacas) de Tilcara, con cemento que es un material que no se conocía, por estos lares, hace quinientos años, que no aporta nada sobre su real diseño, teniendo en cuenta la función de fortaleza, para la que había sido construido. Pero sí nos indica que la falta de reconocimiento y valoración viene de lejos, sin pretender desconocer el formidable Monumento a los Héroes de la Independencia, que trata de los héroes sin nombre o desconocidos y marca bien a los Chasquis (Mitayos), los Omaguaca -*- y los gauchos (mestizos de blanco y originario o de blanco y africano, o de tres sangres). Debemos aclarar que no es ningún misterio insondable, que la mayoría de las piedras sean parte de alguna pirca o pared de casa habitación o de laboreo, sin descontar las que fueron usadas a modo de cimientos.
En este punto, debemos aclarar, que al día de hoy, aunque el Qhapaq Ñan haya sido declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad, desde el sur de Colombia hasta el centro sur de nuestra Provincia de Mendoza (donde se encuentra el famoso y turístico Puente del Inca*), no alcanza a constituirse en tema habitual escolar y, quizás por ello, es casi desconocido en su extensión (*), teniendo en cuenta que muchas veces se extiende a ambos lados de alguna frontera, como ocurre entre Argentina y Chile, aunque no tiene que ver, directamente, con la actual frontera, sino con las regiones geográficas y sus accidentes, como puede ser la colosal Cordillera de los Andes o las distintas realidades entre costas, mesetas, montañas y selvas. Por eso me suele causar gracia, cuando veo los tentativos dibujos sobre su alcance en el mapa de nuestra América del Sur, que en algunos países suele ser “flaquito”, cuando existen constancias de su penetración en lugares más mediterráneos y poco vinculados con fronteras al punto que el término Pampa es de origen Quechua e Inka.
En ese sentido aportamos la imagen del camino dual en nuestra Provincia de La Rioja – Argentina. Al respecto ya escribimos sobre la llamada Escalera del Inca y ahora llamamos la atención sobre la dispersión, por el ser humano de sus rocas, aunque se aclare que no logra ser determinante, para su conocimiento real.
-*- https://www.telam.com.ar/notas/201607/154353-independencia--historia-federalismo-jujuy.html
(*)https://inapl.cultura.gob.ar/noticia/qhapaq-nan-sistema-vial-andino/
(*)https://www.monumentos.gob.cl/patrimonio-mundial/lista-actual/qhapaq-nan-sistema-vial-andino
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