Inclusión y barreras al conocimiento
Todos sabemos que es impensable un árbol sin raíces, pero creemos que podemos extrapolar a nuestros alumnos, pensamos en alumnos ideales (casi digo virtuales), interactuamos con algo que no existe. Nuestros alumnos acumulan las experiencias sociales y culturales de su familia y el medio y eso es inobjetable. Frente a ello reaccionamos de manera obtusa: pretendemos vivir situaciones impostadas. En algún momento escribí que es buena la dramatización en la educación, pero no conducente usarla permanentemente. De conducente me lleva a conducir y en otro momento escribí, que somos "directores de obras teatrales", no las primeras figuras, ya que debemos mantenernos en un segundo plano. Es llamativo, como hemos torcido la mente de nuestros alumnos y estos esperan poder corregirnos a nosotros. Se encuentran siempre atentos y no es conveniente desperdiciar ese potencial. En algún momento me definí como volao (por volado o distraído) y algunos me corrigieron y entonces pudimos charlar sobre las raíces de nuestro idioma, que no es tan castizo y español, como pretendemos, en tierra adentro y conste que vivimos en contextos rurales. Yo me dejo corregir, para poder razonar. Es más dispongo, sistemáticamente, de ese recurso y en algún momento, lo defino como: "Ejercicio corrigiendo al profesor" (en Power Point) y recibo, como devolución, incomparables y esforzados trabajos de mis alumnos, que eran caratulados, como haraganes ("…No quieren hacer nada…" dicen algunos de mis compañeros).
Eso me lleva a la necesidad de cambiar de opinión obtusa, por una opinión abierta y flexible. Algunos cocineros principiantes creen que, para ejercer el arte de cocinar, solo basta con tener buena muñeca, para abrir latas. Lo mismo veo repetido en mis compañeros que, prolijamente, se dedican a fotocopiar libros de trabajos prácticos (pensados para otras situaciones en otros lugares) durante buena parte del año (casi digo todo el año). En algún momento alguien se enojó mucho con este "viejo loco", porque referí, que algunos, parecían "Auxiliares de Profesores de Literatura". Pero es lo que les transmitimos a nuestros alumnos, les enseñamos a copiar. Es más, algunos me piden o me exigen que use ese tipo de libros, porque ya les torcieron las ideas. Les contesto que las clases se preparan, como hace el buen cocinero, con sus comidas, que no todos somos iguales, que todos los grupos humanos son diferentes y no una simple sumatoria de individualidades, que existe algo que se llama Psicología Social, que nos marca las diferencias de los grupos. Y es necesario, que el docente, se adapte al grupo y no que el grupo se adapte al docente. Porque la ciencia y arte de cocinar (o conducir en educación) se demuestra "sirviendo a todos la mejor comida, que no enferma a ninguno".
¿Creamos culturas inclusivas con "enlatados? O, simplemente, reproducimos el chip, que nos acostumbramos a recibir en nuestra formación inicial y no continuamos el "proceso de formación permanente", nos hacemos obtusos y aferrados a fórmulas, que no existen. Porque en esta cocina moderna no existen las recetas. Comprendo al compañero, que pide que se le indique lo que se debe hacer. Pero me parece, que se encuentra muy claro: Debemos regresar a las "buenas prácticas docentes" que, al parecer, ya no se enseñan en los establecimientos de formación inicial. Algunos no aprendieron a "dar clases" y otros se olvidaron. Esto me lleva al esfuerzo y a la no especulación. En algún momento en una escuela, en el curso que me tocaba, les enseñé a mis alumnos a no especular, con las notas, porque, generalmente, fallaban y terminaban adeudando la materia. Parece que ello, por esas "vías ocultas" (que puede o no tener que ver con objetivos ocultos o secretos) trascendió a la Escuela. Pero grande fue mi sorpresa, cuando en un espacio Inter Institucional, el Supervisor del momento, pretendió terminar, con esa supuesta discusión, al afirmar: "Yo siempre especulé y no me fue nada mal".
De la participación al aprendizaje y de este a la inclusión.
Contra la soberbia siempre es bueno recordar a Fernando Savater, cuando pide fabricar humanidad o el cultivo de humanidad de igual manera se puede con el método de ensayo error, ya sea para lograr que los padres de los alumnos concurran a la escuela, sin creer que todos lo harán, porque todos los alumnos y sus padres son distintos, pero basta con dejar de lado la soberbia y reconocer valores en el otro, o, reconocer que nos equivocamos (y cómo), porque no es vergonzoso, ya que no somos máquinas, somos seres humanos comunes y corrientes en tránsito de formación inicial o capacitación o recapacitación (creo estar en mi octava, pero dudo, porque no sé aún si debo incluir a la Universidad de la Calle). Pero es muy sencillo solo nos debe bastar, con intentar conocer al otro y comprenderlo. En este momento recuerdo al Abogado, que siendo jurado de un concurso desestimo un Proyecto Curricular, porque se encontraba escrito en "cuadraditos" o tablas, pero la culpa la tiene el que escribió esos cuadraditos y, para nada, el que no sabe nada de didáctica general y mucho menos de la materia que enseña. En la biblia del docente se encuentra escrito, que siempre la culpa la tiene el otro (el padre, el alumno, el sistema, "el viejo loco", la economía, la cultura del lugar, el vecino, el tiempo, el perro que pasa por la calle o el profesor, que se encuentra en el otro salón), lo que impide bajarse de la soberbia, o, bajar la autoestima y sencillamente: Pensar en el otro. Es igual que aquellos que salen con un chip ideológico de su formación inicial y dicen ser tal o cual cosa (si entendemos cosa por ideología), pero en su vida normal hacen todo lo contrario de lo que dicen ser: Viene a cuento la anécdota de un profesor de historia, que despotricaba en una escuela de la cárcel, contra los malos tratos y les enseñaba a sus alumnos-detenidos, a rebelarse, contra las injusticias. Luego se marchaba tranquilamente a su casa, mientras sus alumnos eran castigados, cuando es mucho más simple (con calidad, excelencia, eficacia y eficiencia) enseñarles los mecanismos legales, para evitar eso, sin necesidad de recurrir a lo discursivo (Del discurso de la brutalidad policial a la docente).
La Cultura, las Políticas y las Prácticas de la Inclusión.
En mis años de estudiante universitario se charlaba mucho del: "Sobaco instruido" (refiere a esos estudiantes eternos, que siempre llevaban un libro bajo el brazo, para patentizar su situación: ¡Soy estudiante y lo demuestro!). Algunos pretenden, aún hoy, que la cultura (que surge de la tierra misma) se adquiere tragando tierra; otros diletantes creen, firmemente, que las políticas no sirven si no surgen de su particular visión política (del chip) y, otros, desarrollan interesantes prácticas equinas. Es lo mismo que hoy, por hoy, pretendamos que con solo adquirir la "Cajita Feliz de Mc Donald's" ya somos felices. Siempre existieron los ilusos, que experimentaron con una suerte de osmosis científico pedagógica. Todos sabemos que la Educación es una cuestión de jerarquías científico pedagógica, que se fundamenta en las prácticas y estas en la cultura, que determinan las políticas públicas (que no es lo mismo que decir publicadas o del gobierno o de la administración). Las jerarquías administrativas existen, para que se cumplan los postulados de las jerarquías científico pedagógicas y, algunos, se confunden: Una compañera de trabajo me decía (cuando yo contaba con más pelos en mi cabeza y mucha menos experiencia): "Es como confundir caviar, con chicharrón de vizcacha", pero siempre existieron los ignorantes, que pretenden que el "el cargo hace al monje" (creo que nuevamente me equivoqué y se trataba del hábito).
guillofca
GUILLERMO FERNANDO CÁMARA
Celular: +5493425045816
Los Sauces 274 - Choele Choel - Provincia de Río Negro - RA
Cuentas en Google, Facebook, Live y, por supuesto en Yahoo.
Ver escritos en:
http://sites.google.com/site/campingcamarones/
http://groups.yahoo.com/group/gene_camara
http://sites.google.com/site/fannyviscayecoturismo/
http://twitter.com/guillofca
http://www.facebook.com
Los libros terminados pueden ubicarse en los archivos de los sitios indicados en español, o, en http://www.ediciona.com/escritor_guillermo_fernando_camara-dirf-17990-c15.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario