O DE LOS PAPELES
(INCLUIDOS LOS LIBROS) QUE LOS DESAPARECIERON SI NO TENEMOS EN CUENTA LA
MASACRE REAL.
LA FORMACIÓN
PROFESIONAL Y LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
(Los Onas: ¿Realmente
desaparecieron?)
1.-
90
Los Onas, pueblo
originario de nuestra Tierra del Fuego, en el extremo sur del continente
americano, sufrieron
al igual que las otras etnias del territorio que hoy se denomina
República Argentina
(existen similitudes con los países limítrofes, pero hoy nos interesa
tratar el tema sobre
Argentina) el intento de exterminio sistemático, por parte de los
colonos blancos. Los
dueños de estancias pagaban por el par de orejas de Onas una
determinada cantidad
de plata, considerándolo en principio, como una muestra fehaciente
de la muerte, pero
luego exigieron otras pruebas, porque se visualizaban Onas vivos, sin
sus orejas.
Las expediciones eran
diagramadas como cacerías, en donde los valientes hombres
blancos, armados con
sus rifles rémington, que disparan, aproximadamente, unas 60 balas
por minuto, se
enfrentaban a un grupo familiar (padres, hijos y nietos, varones y mujeres),
donde solo los
hombres contaban con arco y flecha (llegaban a disparar unas
cinco o seis flechas
por minuto). El resultado era el exterminio de esa grupo familiar, ya
que los morían por
las balas, lo hacían por el cuchillo que les cortaba nariz y orejas.
En el Museo Municipal
de la ciudad de Río Grande, en la provincia argentina de Tierra
del Fuego, se cuenta,
en uno de sus sectores, una de esas cacerías, por medio de
fotografías de la
época. Describiendo el incidente como el combate en medio de una
lluvia de flechas.
Por supuesto que en las fotografías no se puede observar tal lluvia y
si se puede notar los
cuerpos de niños y mujeres cerca de la precaria vivienda y a los
valientes hombres
blancos disparando a mansalva sobre los sobrevivientes del primer
ataque a traición.
Pero en ningún lugar se puede leer que eso es un delito, que estaba mal
y que es una mancha,
para la civilización humana. Supongo que los escolares que
91
concurren al mismo,
por su cuenta, o, por medio de sus docentes, se enteran de la verdad
de ese combate (al
menos espero que así sea).
Lo llamativo es que
al concurrir al mismo, indagando sobre las diferencias de la
información nacional
y la provincial, en donde esta última indica la desaparición de la
etnia, con la muerte
de una mujer en 1.999 (cosa que originó el nombre del mismo
museo) y el último
Censo Nacional de Pueblos Originarios (llevado adelante por
profesionales de
etnias argentinas), bajo la órbita del Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INDEC), donde
se menciona la existencia, en el territorio, de Onas. Situación
que fuera reflejada
por el Diario Clarín de la República Argentina, en una edición de
Julio del año pasado.
Me encuentro que el personal desconoce, totalmente, la información
(incluso llegan a
reírse en forma burlona, pensando que están charlando con un orate)y
luego, cuando planteo
el tema, mencionando las fuente, quedan pálidos y remiten todo al
Sr. Director del
Museo (que hasta el momento no me transmitió la información requerida,
es decir pruebas
fehacientes que el Censo no es fiable y/o que las fuentes mienten),
lamentando que en su
momento el Sr. Director no me pudiera recibir y que, luego de
tantos días no haya
podido sacarme del dilema, sigo sorprendido por la imperiosa
necesidad que
demostró el personal, luego de charlar con alguien en en las oficinas, para
retratarme con una
fotografía digital (cualquiera puede suponer que se trató de una actitud
cuasi policial).
El tema es que el
Museo está montado para engrandecer los logros de los blancos, de su
policía y sus fuerzas
armadas, para el que los onas son un simple detalle de color. Pero no
puede negarse que su
óptica es racista y discriminatoria, ya que ellos saben que existen
personas en Tierra
del Fuego que se reconocen como Onas (la mayoría en Tolhuin, que es
92
una localidad
mediterránea de la isla), pero los desconocen, alegando una imperfecta
pureza racial (Ya
todos sabemos a lo que conduce esa pureza racial, en la historia de la
humanidad). Cuando el
planteo debe, necesariamente, pasar por el sostenimiento de
una determinada
CULTURA, con su religión, lengua y costumbres (adaptadas a los
tiempos que corren),
para determinar si esas personas, que en el anonimato del censo, se
reconocieron como
Onas (Y visto lo que he contado, se entiende que intenten seguir
cultivando el
anonimato. En definitiva alguien miente en grande. ¿Quién y Por
Qué?, se los dejo
para vuestra propia investigación.
Un grupo de personas
se reconoce, como descendientes de los Onas, en el anonimato de
un censo, los
organismos de los estados municipales y provinciales los desconocen, solo
remarcan la
desaparición de Virginia Choquintel, a fines de los noventa, afirmando que
era la última Ona
viva. ¿Qué tienen para ganar los que se reconocen, en el anonimato de
un censo, como Onas?
Nada o todo, depende de como se lo mire. Nada, porque no puede
depararles reclamo
alguno, por la totalidad o alguna parte del territorio de la Provincia de
Tierra del Fuego.
Pueden solicitar que se los reconozca, oficialmente, como Onas y
reclamar por
Programas Nacionales y/o Internacionales, pero no tienen personería
jurídica, porque no
conforman una ONG. Solo en el anonimato manifiestan su
pertenencia, pero no
se organizan. Y esto asusta a los funcionarios, la sola posibilidad que
se les otorgue el
reconocimiento nacional, o, internacional, es lo que motiva esta
reedición de la
masacre. Porque el negarlos de plano, es como matarlos de nuevo.
Los funcionarios los
conocen, pero prefieren ridiculizar su pertenencia a la etnia, por falta
de una supuesta
pureza étnica, que es impensable en estos momentos globalizados en los
que vivimos. No todos
los integrantes de nuestros pueblos originarios pueden
93
calificar para esa
pureza étnica que tanto preocupa a nuestros funcionarios. Hoy en día,
los parámetros son
otros y pasan, exclusivamente, por lo cultural (lengua, religión, usos y
costumbres- incluidas
las artesanías).
Parece descabellado,
pero sería posible un programa de revalorización de ese grupo
humano, es más, es un
derecho humano, que tiene que ver con la pertenencia a
determinado sector.
Es avalar el derecho a la identidad colectiva, que nuestros
funcionarios y, en
mayor medida si se dicen investigadores, deben preservar por todos los
medios, atendiendo a
los pactos y convenciones internacionales que firmó
nuestro país,
vinculados con el tema de pueblos originarios y de derechos humanos.
Parece que algunos
olvidan que esas convenciones y recomendaciones internacionales, no
solo nos obliga como
país, sino que forman parte de nuestra Constitución Nacional.
Esperemos que en un
futuro los Onas dejen de ser considerados, a la ligera, como
desaparecidos.
Esperemos que el nuevo gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego,
sepa ponerse a la
altura de las circunstancias y se diseñen políticas tendientes a cumplir
con nuestra Carta
Magna.
Es una constante, en
la Patagonia Argentina, que las fuerzas vivas, o, los vivos de la
fuerza, como los
caracterizaba Arturo Jauretche, nieguen la existencia de pueblos
originarios. En algún
lugar los dan como desaparecidos (tal es el caso de los Onas en
Tierra del Fuego),
desconociendo que tienen descendientes, apelando a una anticientífica
pureza étnica. En
otros los caracterizan como inmigrantes (dicen ellos también son
inmigrantes, por los
mapuches). Otros tratan de probar un asentamiento tardío, posterior
a 1.880, motivados
por las antiguas disputas de límites entre Argentina y Chile, alegando
94
que no tienen derecho
a reclamo alguno (ni ellos, ni el Gobierno Chileno), desconociendo
que la regulación
actual de límites ya se encuentra saldada y que responde a líneas de
división de dos
Estados huincas o blancos. Pero que no divide a la etnia mapuche, que
se encuentra
diseminada por los dos territorios.
Los descendientes de
los Onas en Tierra del Fuego sufren similar discriminación y
racismo, que sus
hermanos mapuches. En especial con los conocidos en la Historia
Argentina como
manzaneros (habitantes de la zona de grandes lagos al norte de
Bariloche), de los
que hay registros históricos que los ubican como asentados en el
territorio desde
mucho antes del genocidio denominado Conquista del Desierto.
Los descendientes de
Sayhueque, quien fuera Coronel del Ejército Argentino y en sus
tolderías flameaba la
bandera celeste y blanca (cosa que no evitó que masacraran su
grupo y él, como
Lonco principal y algunos de sus Loncos dependientes, fueran llevados
a Luján, como
prisioneros de guerra extranjeros, en una larga marcha a
pié desde la
Cordillera de los Andes, hasta el Río Luján, afluente del Río de la Plata, en
donde algunos
murieron de desnutrición, por las caminatas o se suicidaron).
Los habitantes de
Tolhuin, en nuestra Tierra del Fuego (mayoritariamente) y de otras
localidades de la
Provincia, que se reconocen como Onas, sufren el mismo tipo de
discriminación que
sus hermanos manzaneros. Hoy apelan a una imperfecta pureza
racial, a su carácter
de inmigrantes (queda demostrado que no es así), a supuestas
conspiraciones del
país vecino, a que son sucios, o, vagos, o, borrachines, para negarles
todo derecho humano.
Y conste que no me refiero a los derechos que tiene todo
ciudadano argentino
otorgado por la Constitución Nacional, me refiero al más elemental
95
derecho humano,
consagrado por las Naciones Unidas, que es el de la pertenencia a una
determinada cultura.
La semana pasada pude
apreciar la laboriosidad de una de sus parcialidades en la Playa
del Río Correntoso, a
siete Km. de Villa La Angostura, donde demuestran un manejo
sostenible del
ecosistema, por medio del Turismo Ecológico, con un Recreo y botes de
alquiler, donde mantienen
la tradición de boteros de sus antepasados. Pero,
lamentablemente, las
autoridades no les permiten pasar de allí. Es más es constante el
intento del
Municipio, por declarar esas tierras como fiscales, al punto que desconoce la
propiedad comunitaria
de la etnia. Los carteles al ingreso son elocuentes: Balneario
Municipal. Con más el
agregado de desarrollos empresariales inmobiliarios que invaden
la tierra comunitaria
de la etnia, por carecer estos de títulos, generando un fabuloso
negociado y
gravísimos danos al medio ambiente, para el que esos mapuches,
manzaneros y
descendientes del Coronel Argentino, conocido en la Historia como
Sayhueque, son un
estorbo permanente. Por eso es el ataque permanente.
Esto debe tener un
enfoque desde la relación Educación-Trabajo, de la Formación
Profesional y el
apoyo de organismos internacionales, que les permitan el desarrollo de
sus incipientes
emprendimientos comunitarios y los afirmen, mediante la Formación
Profesional de los
integrantes de la etnia, en las diversas profesiones del Turismo
Ecológico. Como ya lo
dije en el trabajo: Formación Profesional, no debemos permitir
que nos quieran hacer
tratar los temas embolsados, esto es tener una visión
globalizadora que es
lo que hace falta, para que nuestra tarea sea realmente efectiva.
En algún momento,
luego de mi desvinculación con el Sindicato, para el que realicé
96
algunos trabajos gratuitos,
alguien me preguntó si ello significaba que dejaba de ejercer la
relación
Educación-Trabajo, la Formación Profesional, olvidando que, cuando uno es
docente, lo sigue
siendo por toda la vida, aunque no comulgue con los sistemas
rígidos y menos con
un manejo fuera de postulados éticos. Los que somos docentes y no
ganapanes, nunca
dejamos de ejercer, ya sea formal o no formal, de forma sesgada o
directamente, pero
siempre estamos ejerciendo esta bella profesión, a la que le aportamos
toda nuestra mucha o
poca energía. La prueba está a la vista. En el mencionado trabajo ya
lo anunciaba: Pensaba
centrar mis esfuerzos en la formación profesional, aplicada a los
pueblos originarios.
Y lo estoy haciendo. Unos y otros, Onas o Manzaneros lo necesitan
y debemos estar en
sintonía, con las necesidades de la gente. Y con
más razón si son
discriminados.
Es común que nuestros
pueblos originarios sean privados de su DERECHO A LA
IDENTIDAD, en
especial a la CULTURAL (aunque en algún tiempo no se permitieron
ni nombres ni
apellidos originados en las culturas de los distintos pueblos de la
Argentina). En
general los blancos tienen una postura desconectada de su visión: el
acceso a la salud, a
la vivienda, a la educación, al trabajo y al comercio
es igualitario para
todos (cuando es notorio que las desventajas culturales impiden que
eso sea cierto),
pasando por las posturas multiculturales (es decir ellos están allí, en sus
comunidades y
nosotros aquí, en nuestros pueblos y ciudades, los dejamos hacer, sin que
se metan en nuestra
vida) y terminando en el desapareció el último de determinado
pueblo originario
(que incluye el algunos dicen descender de un abuelo/a o bisabuelo/a,
pero no son puros),
o, son inmigrantes, o, son personas que buscan un beneficio
determinado (sin
contar los que le asignan alguna conjura de los países vecinos, para
lograr una ventaja de
límites).-
97
En la Educación se
pasa del: chicos no sean indios, que hoy todavía repiten nuestros
docentes, en nuestras
escuelas para blancos, a la supresión de toda identidad cultural,
enmarcada en un
supuesto igualitarismo, que suprime la cultura originaria, por la cultura
universal blanca. Sin
contar el indio de mierda que se sigue escuchando en nuestras
escuelas.
En el Trabajo, se
pasa del desconocimiento de la identidad cultural (en algún lugar me
indicaron esos
bolivianos, cuando se trataba de los mal llamados Tobas y más certeramente
Qom), pasando por el no saben
trabajar y terminando
en el son sucios y vagos, no les gusta trabajar.
Por ese motivo es
importante que los organismos internacionales impulsen políticas de
Formación
Profesional, para nuestros pueblos originarios. En algún momento me
preguntaron como es
posible que Wichis, Qom (mal llamados Tobas) y Mocovíes, mueran de hambre en
nuestras provincias
de Formosa y Chaco. Olvidando que se trata de pueblos de los
bosques y los bosques
nativos, prácticamente, desaparecieron en la Argentina.
En este caso el
Estado Nacional, los provinciales y municipales no hicieron y no hacen lo
que deben. Las ONG,
por su cuenta no pueden solucionar el problema global, en esta
verdadera catástrofe
cultural.
Es imperioso que los
organismos internacionales se vinculen directamente con las ONG
de los pueblos
originarios, para que estos participen en el diseño de su propio futuro, con
el agregado que ellos
son los que mejor saben sobre lo que necesitan. Esto no solo
sería una apuesta al
futuro, sino que demostraría la FLEXIBILIDAD de los que dedican
sus esfuerzos a la
relación EDUCACIÓN-TRABAJO. Para empezar a superar la
98
problemática que hoy
se observa en la relación entre el Estado blanco y los pueblos
originarios. Dejar
esto librado a un desarrollo, supuestamente, natural de la relación es
desconocer que esto
es tan antiguo y profundo, que difícilmente se solucione
por su cuenta. Los
organismos deben intervenir, sin perjudicar la soberanía del país y el
instrumento son las
ONG de los mismos Pueblos Originarios.
Osvaldo Bayer, en su
artículo Los indios extranjeros del General Harguindeguy,
publicado a
continuación del artículo sobre las Madres de Plaza de Mayo en la Web,
decía: ...Sí y a
partir de Roca, los argentinos nos fuimos civilizando cada vez más.
Miremos esta cita de
nada menos que el general Albano Harguindeguy, el ministro
del Interior de
Videla –el de la desaparición de personas-, quien en el congreso del
centenario del
genocidio cometido por Roca, realizado claro está en la ciudad rionegrina
de General Roca, dijo
que la campaña del desierto logró expulsar al indio extranjero que
invadía nuestras
pampas y agregó frente a historiadores y profesores del sistema:
Difundan ustedes
incansablemente las enseñanzas que la historia nos brinda, porque son
ustedes los más
indicados para conformar el espíritu nacional y tienen en este tema
una fuente inagotable
de inspiración (expresiones citadas por la antropóloga Briones)...
Mi tío bisabuelo
Sinesio Baudilio García (mi madre y su hermana lo llamaban Baudilio), más conocido
por su seudónimo: Diego Abad de
Santillán, en el
primer tomo de su Historia Argentina, consigna la desaparición de las
dos últimas mujeres
Onas (Dos hermanitas que sonríen a la cámara, en la foto que ilustra
el texto).
Seguramente el combatiente anarquista, por la República Española, se hubiese
enojado mucho al
comprobar que alguien lo engañó. Y no me quiero imaginar el
escándalo científico
que organizaría, para poner en evidencia al estafador. Seguramente
son los mismos,
ellos, o, sus descendientes, los que conmemoran la desaparición de
99
Virginia Choquintel,
en Río Grande, Provincia de Tierra del Fuego, República Argentina,
amparados en sus
cargos en el Museo Municipal, señalando que era la última Ona, muerta
más de treinta años
después que las hermanitas. Es de suponer que intentarán, en unos
años, mostrarnos la
muerte de otro último Ona, porque a ellos no se les cae la cara de
vergüenza.
Si ya no existen,
entonces para que preocuparse por su Salud, Educación, vivienda y
Trabajo. Al negarlos,
no solo los masacran de nuevo, sino que evitan que sus
descendientes sean
reconocidos por su IDENTIDAD CULTURAL, violando elementales
normas de DERECHOS
HUMANOS. Es una forma de impedir que se organicen y apelen
a la Declaración de
Naciones Unidas en Defensa de los Pueblos Originarios, que
nuestro Gobierno
Nacional rubricó, para que, mediante la relación Educación-Trabajo,
afirmen su cultura,
en un marco de respeto INTERCULTURAL, asegurando que no
existan más los
vivillos que los desaparecen en los papeles de sus pseudas
investigaciones. En
definitiva, como ya dije, alguien miente y en grande. Indagar sobre
sus motivos es
estéril, ya que, seguramente, será una patraña pseudo- nacionalista.
Lo importantes es que
hacemos nosotros, mujeres y hombres de la relación Educación-
Trabajo,
especialistas en Formación Profesional. ¿Miramos para otro lado? No, debemos
dejar de preocuparnos
y ocuparnos de la manera en que sabemos, apuntalando su lengua y
costumbres y dentro
de estas su relación con el trabajo, para que aseguren su subsistencia.
Y debemos tener en
cuenta que esto, con matices más oscuros, o, más claros, se repite en
toda Latinoamérica.
Debemos entroncar nuestros programas en sus artesanías,
propiciando
micro-empresas cooperativas, para su comercialización; en el Turismo
Ecológico, para
potenciar sus creencias y aprovechar su indudable
100
valor medioambiental,
en beneficio del planeta y de toda la Humanidad. Para eso es
imprescindible el
financiamiento y este debe venir de los organismos intencionales,
porque el Estado
tiene más que suficiente con la necesidad de innovar en su sistema de
Formación
Profesional. De esta manera adelantaríamos décadas, ya que, cuando
identifiquen el
problema, es posible que estemos conmemorando otra /o último
desaparecido, cuando
lo que está en vías de extinción son las culturas de los pueblos
originarios, a los
que se debe proteger en serio.
Estaba sentado tranquilamente,
mientras disfrutaba de unos mates amargos, en la playa de
un lago de la
Patagonia Argentina. A mi costado se encontraban unos niños de una
Escuela de Verano.
Ellos,
igualmente, se
beneficiaban del incomparable paisaje y merendaban. Tres de ellos
conversaban de cosas
de chicos. En un determinado momento, uno de ellos dice: ...qué
lindo está el lago,
dan ganas de meterse al agua..., el segundo concuerda con el primero
y el tercero dice: ...no
te podes meter, porque el agua está
contaminada... la contaminan
los aborígenes...Mi sorpresa fue mayúscula. Miro a sus
profesores, quienes
sonreían sin entender y, estos, se dan cuenta que algo no está bien.
Dicen a coro de dos
(ella y el): Chicos, no molesten al señor. Los miro y les
digo: No se
preocupen, solo ofendieron al aborigen que tengo adentro. Los dos jóvenes,
retiran a los chicos
más lejos, sin corregir al niñito de la dulce opinión.
Estos aprendices de
docentes no conocen la Declaración de Naciones Unidas sobre los
Derechos de los
Pueblos Originarios, al igual que los padres del niñito. Es muy posible
101
que éste, no tenga
nunca un docente en serio, que le explique los motivos, por los cuales
los aborígenes no
contaminan. En su estado más puro, nuestro Sistema de
Formación Profesional
de Docentes, no está preparado para hacer lo que hay que hacer en
materia de Derechos
Humanos, en materia de Derecho a la Identidad, a la Cultura, a ser
Diferente, a vivir
según sus normas y Costumbres. En definitiva nuestro Sistema
Educativo se
encuentra en otro continente, al menos mentalmente.
¿Puede esperarse que
el Sistema de Formación Profesional Ocupacional, reaccione de
manera diferente? NO.
Porque se edificó sobre bases racistas y discriminadoras en el
viejo CONET. No solo
se trata de INNOVAR en Educación, hay que reformular todos los
sistemas. En caso
contrario los problemas se agravarán. Y de ese trabajo deben participar
nuestros Pueblos
Originarios, porque son los que sufrieron y sufren estas y otras cosas
más preocupantes.
En lo referente a la
Formación Profesional en General y Ocupacional, en particular, es
absolutamente
necesario que se recree la Carrera Docente de la Formación Profesional,
fuera del Instituto
que sucedió al CONET, ya que se repetirían los mismos errores, sin
solución de
continuidad. Esta tarea la deben encarar las Universidades Nacionales, como
un reaseguro de que
no se caiga, nuevamente, en el mismo círculo vicioso. De la misma
manera en que ellas
se pueden beneficiar, al agregar enfoques diferentes al trabajo que ya
hacen sobre Formación
Profesional de Docentes. Soy un convencido que un
Instituto Nacional de
Formación Docente, repetirá, hasta el cansancio, los problemas que
se marcan,
diariamente, sobre la Educación Argentina. Porque no tiene los reaseguros de
Derechos Humanos que
existen en las Universidades desde la Reforma. En el
Estado, como ya
ocurre, es muy posible que se enquisten las viejas mafias y algunas
102
nuevas, que siempre
tienden al racismo y la discriminación. Seguir ese camino, ya
iniciados, es
totalmente suicida. Los resortes del Estado no pueden con los mafiosos,
discriminadores y
racistas que ya tiene en su interior. ¿Alguien puede creer que, al menos,
los tenga a raya en
un Instituto? No. Y si se insiste, es porque se tienen otros motivos no
muy santos.
2.-
Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Originarios:
...Afirmando además
que todas las doctrinas, políticas y prácticas basadas en la
superioridad de
determinados pueblos o personas o que la propugnan aduciendo razones
de origen nacional o
diferencias raciales, religiosas, étnicas o culturales son racistas,
científicamente
falsas, jurídicamente inválidas, moralmente condenables y socialmente
injustas..."
En nuestra Argentina, en especial en las zonas de fronteras y con mayor
énfasis en el sur (en
la Patagonia Argentina) se dan todas las formas que se repudian en
la Declaración. Con
algunos agregados o vueltas de tuerca. El caso de la imperfecta
pureza racial que se
exige a un determinado grupo humano, el que mantiene su religión,
lengua y costumbres
es algo digno de estudiarse.
El hecho que se me
aclarara que esa desaparición documentada, no incluía a los Onas
que pudieran vivir en
el lado chileno, nos da la pauta, sobre los motivos de esa
declaración terminante.
Evidentemente existen razones de origen nacional, como lo
indica la
Declaración, para evitar el reconocimiento de ese grupo humano.
Lo triste del caso es
que los que lo mantienen revistan en un sector del Estado vinculado
con la Educación y la
Cultura. Los docentes aceptan esas pseudo-investigaciones y el
103
común de la gente
permite que sus hijos reciban ese adoctrinamiento desde la más
tierna infancia.
En el Trabajo sobre
Formación Profesional menciono la necesidad de plantearnos
políticas
INTERCULTURALES y se analiza un escrito que estudia los Programas
PRONADE y EDUMAYA,
por la pluma de una colega. Ese documento destaca la labor
en pro de la lengua
originaria, en un lugar en donde prácticamente había desaparecido.
Ese rescate debemos
producir en Tierra del Fuego y en otro puntos de nuestra extensa
geografía. No solo
con Onas y Yamanas, sino con Huarpes y otras culturas aparentemente
desaparecidas. Ese es
un trabajo para nuestros Lingüistas. Pero la subsistencia de la
cultura debe
asegurarse mediante la relación Educación-Trabajo, es decir, con
Formación
Profesional. Esa es una obligación del Estado. Pero dudo mucho que la encare
por sí mismo. De no
plantearse como un Programa Internacional o mixto (Organismos
Internacionales y el
Estado Argentino) es muy improbable que no se asegure la
viabilidad y la
subsistencia de esas cultura.
En el medio, antes,
durante y después, debemos garantizar que los efectores de Educación
(huinca o blanca)
conozcan y ejerciten la Declaración de Naciones Unidas sobre los
Derechos de los
Pueblos Originarios. Eso es, también, una obligación del Estado, pero,
igualmente, dudo que la
lleve adelante. Es más probable que alguna ONG o un grupo de
ellas encaren la
tarea (algún ejemplo tenemos con Redetis). De esa forma se eliminaría
obstáculos para que
esos programas sean factibles.
Es llamativo, en la
Patagonia Argentina (incluida Tierra del Fuego), que la mayoría de los
104
comercios tienen
denominaciones en la lengua ancestral de nuestros pueblos originarios.
Pero sus dueños y
empleados no son parte de esos pueblos originarios. Es más, dudo
mucho que se
planteen, en algún momento tomar un originario, cada dos empleados
huincas. Parece que
usar la lengua es un buen negocio. Pero emplear trabajadores que
ejerciten la lengua
no lo es tanto. Y esto es un problema del Estado, de los organismos de
Trabajo y de la
Educación. Una de las formas de combatirlo sería establecer un Centro de
Formación
Profesional, en cada una de las ciudades, que sea abierto, es decir que reciba,
también, estudiantes
blancos, para que estos aprendan a convivir con sus conciudadanos
de los pueblos
originarios. Y, necesariamente, debe ser un verdadero Sistema de
Formación
Profesional, como reclamo, con Jardín de Infantes, enseñanza de oficios,
alfabetización (en
todas sus formas), educación semipresencial primaria y secundaria
(esta puede ser a
distancia) y educación superior y/o universitaria a distancia. Y por
regiones (ejemplo
grandes lagos) una Incubadora de Empresas.
3.-
De la Declaración de
Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Originarios,
en su Artículo 14
· 1. Los pueblos
indígenas tienen derecho a establecer y controlar sus sistemas e
instituciones
docentes que impartan educación en sus propios idiomas, en consonancia
con sus métodos
culturales de enseñanza y aprendizaje.
· 2. Las personas
indígenas, en particular los niños indígenas, tienen derecho a todos los
niveles y formas de
educación del Estado sin discriminación.
· 3. Los Estados
adoptarán medidas eficaces, junto con los pueblos indígenas, para que
las personas
indígenas, en particular los niños, incluidos los que viven fuera de sus
105
comunidades, tengan
acceso, cuando sea posible, a la educación en su propia cultura y
en
su propio idioma.
Cuando la Declaración
menciona sus sistemas e instituciones docentes, no se refiere
exclusivamente a
Jardines de Infantes y Escuelas Primarias. Se debe entender sistema,
como un todo. Vale
decir que no solo faltan Escuelas Secundarias de las Comunidades,
Educación Superior y
Universitaria (al menos a distancia), sino que no se observa el
interés por dotar de
instituciones que garanticen la relación Educación Trabajo, al
menos en nuestras
tierras. Debe tenerse en cuenta que, luego de la última reforma
constitucional, las
declaraciones de Naciones Unidas se incorporan a la misma, una vez
firmadas por el
Estado Argentino, sin más trámite. Esta es la única forma de garantizar
una economía
sostenible de las Comunidades.
Debe ponerse especial
énfasis, en los que viven fuera de sus comunidades, a los que
podemos sumar a los que
no logran ser reconocidos como pueblos originarios (a los que
la misma Declaración
les reserva un lugar, solo hay que leerla bien), por algún
funcionario racista.
Tal es el caso de nuestros aparecidos Onas en Tierra del
Fuego. Es de entender
que al no ser reconocidos individualmente, menos lo son como
Comunidad. De esa
forma tienen menos chances de lograr, al menos, parte de estos
derechos (Jardín de
Infantes y Escuela Primaria), que las comunidades reconocidas
tienen.
Esa Comunidad, desaparecida
en los trasnochados papeles de algún funcionario,
mantiene su lengua,
sus costumbres y su artesanía, vale decir que mantiene su
106
CULTURA. ¿Es posible
que algún burócrata racista siga diciendo que se necesita más
para su
reconocimiento? O, ¿Piensa seguir apelando a la pureza racial?
4.-
La misma Declaración,
en su Artículo 17
· 1. Las personas y
los pueblos indígenas tienen derecho a disfrutar plenamente de todos
los derechos
establecidos en el derecho laboral internacional y nacional aplicable.
· 2. Los Estados, en
consulta y cooperación con los pueblos indígenas, tomarán medidas
específicas para
proteger a los niños indígenas contra la explotación económica y contra
todo trabajo que
pueda resultar peligroso o interferir en la educación del niño, o
que pueda ser
perjudicial para la salud o el desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o
social del niño, teniendo en cuenta su especial vulnerabilidad y la
importancia de la
educación para el pleno ejercicio de sus derechos.
· 3. Las personas
indígenas tienen derecho a no ser sometidas a condiciones
discriminatorias de
trabajo, entre otras cosas, empleo o salario.
Ese derecho a
disfrutar PLENAMENTE de TODOS los derechos
establecidos en el
derecho laboral internacional y nacional aplicable, implica
que ellos tienen
derecho a CREAR SISTEMAS DE FORMACION PROFESIONAL,
para garantizar la
economía sostenible de los individuos y las
COMUNIDADES.
Apuntando a las artesanías (incluidas las comidas y líquidos
espirituosos), al
Turismo Ecológico (no solo guías, sino a todas las actividades
comerciales que el
turismo implica). Es llamativo que en el Río Correntoso a siete
kilómetros de Villa
La Angostura, la Municipalidad impida que, en sus tierras
107
comunitarias, se
trabaje con un campamento (o camping) y las cabañas que pudieran
surgir del producido
y del ahorro.
¿Realmente se cumple
con los puntos 2 y 3 de este artículo? No pude observar que así
sea. En especial, con
lo que les comentaba sobre la costumbre de identificar comercios
con nombres en lengua
de pueblos originarios, cuando no pude encontrar empleados
(salvo en los
negocios de las Comunidades),que sean parte integrantes del pueblo que
vive en la zona.
5.-
De la Declaración, en
su Artículo 20
· 1. Los pueblos
indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar sus sistemas o
instituciones
políticas, económicas y sociales, a que se les asegure el disfrute de sus
propios medios de
subsistencia y desarrollo y a dedicarse libremente a todas sus
actividades
económicas tradicionales y de otro tipo.
· 2. Los pueblos
indígenas desposeídos de sus medios de subsistencia y desarrollo tienen
derecho a una reparación
justa y equitativa.
Cuando dice mantener
y desarrollar, debe entenderse el mantener por las costumbres y
tradiciones y el
desarrolla, por el sistematizar la relación Educación-Trabajo, creando un
sistema de formación
profesional, para la comunidad, que se encuentre reconocido por el
Estado y que logre
financiamientos, no solo del estado, como institución privada, sino de
los organismos
internacionales, como ONG.
Es llamativo, que,
teniendo personería jurídica, alguien piense que no son ONG. Me
parece una lectura
apresurada de su organización: El hecho que tengan instituciones de
108
gobierno COMUNITARIO,
que sean reconocidos (como lo dice la Declaración), como
NACIONES (debemos
recordar que en el derecho internacional hace años que se
reconoce que un
ESTADO, puede contener una o VARIAS NACIONES)no implica,
necesariamente, su
conformación como Estado, es por ello que se trata de ONG.
Esperemos que en
algún momento, nuestro Estado Nacional, los reconozca al mismo
nivel que Estados
Municipales (los Estados son tales, cuando tienen asegurada su
subsistencia
económica).
Otro tema que da para
largo es el punto dos. La mayoría de las Comunidades fueron
desposeídas de sus
medios de subsistencia y desarrollo, en algunos casos en medida
extrema, como es el
caso de los pueblos que, tradicionalmente vivieron de los bosques, en
los lugares en donde
desaparecieron los bosques, por la tala indiscriminada (ver Tobas,
Mocovíes y Wichis).
El dictado de la legislación que suspende la tala de bosques es un
logro, pero ahora el
Estado debe garantizar el derecho a una reparación justa y
equitativa. Teniendo
en cuenta las enormes ganancias de origen agropecuario que esa
tala indiscriminada
generó. Por el momento, es materia pendiente.
6.-
De la Declaración, en
su Artículo 21
· 1. Los pueblos
indígenas tienen derecho, sin discriminación alguna, al mejoramiento de
sus condiciones
económicas y sociales, entre otras esferas, en la educación, el empleo, la
capacitación y el
readiestramiento profesionales, la vivienda, el saneamiento, la
salud y la seguridad
social.
· 2. Los Estados
adoptarán medidas eficaces y, cuando proceda, medidas especiales para
109
asegurar el
mejoramiento continuo de sus condiciones económicas y sociales. Se prestará
particular atención a
los derechos y necesidades especiales de los ancianos, las mujeres,
los jóvenes, los
niños y las personas con discapacidades indígenas.
Todo el punto número
uno es imperdible (Salud y Seguridad Social era lo que
reclamábamos para los
pueblos originarios del Chaco y Formosa), pero en la parte que
nos toca: ese mejoramiento
de sus condiciones económicas y sociales...el empleo...la
capacitación y el
readiestramiento profesional no se está haciendo nada. Solamente se
anotan acciones de
Asistencialismo. Y ello es lo medular del problema, porque sin ello,
no existe posibilidad
de sostenibilidad económica.
En el punto dos y en
lo que nos toca, haciendo referencia a lo que debiera ser en el trabajo
donde criticamos con
Mario Paganini la Institucionalización de Ancianos, sería
prudente desplegar
estrategias que eviten que los ancianos deban dejar sus comunidades
(hay innumerable
cantidad de programas avanzados en Gerontología Social en este
sentido), no solo por
el Derecho Humano Individual, sino por el Colectivo, ya que fueron
y son el reservorio
cultural de sus comunidades y, si se encuentran enfermos, sería total y
absolutamente injusto
que se los segregue, cuando no puedan ejercer su función social.
7.-
De la Declaración, en
su Artículo 23
Los pueblos indígenas
tienen derecho a determinar y a elaborar prioridades y estrategias
para el ejercicio de
su derecho al desarrollo. En particular, los pueblos indígenas tienen
derecho a participar
activamente en la elaboración y determinación de los programas de
110
salud, vivienda y
demás programas económicos y sociales que les conciernan y, en lo
posible, a
administrar esos programas mediante sus propias instituciones.
Parece simple, pero
sin un SISTEMA DE FORMACIÓN PROFESIONAL, será
muy difícil que se
garantice ese derecho a determinar y a elaborar prioridades y
estrategias para
ejercicio de su derecho al desarrollo. Y esto es esencial, es
importantísimo que
todos y me refiero a comunidades y funcionarios del Estado, o, de las
organizaciones
internacionales, entiendan el problema. Solo la persona que conoce de que
se trata, puede
opinar con total libertad sobre prioridades y estrategias.
Otra parte interesante,
para destacar es la de administrar esos programas mediante sus
propias instituciones,
para el que hay que lograr preparar buenos administradores, con
conocimiento sobre el
tema, para garantizar la libertad de discernimiento y eso solo se
logra con el SISTEMA
DE FORMACIÓN PROFESIONAL, funcionando.
8.-
De la Declaración, en
su Artículo 31
• 1. Los pueblos
indígenas tienen derecho a mantener,
controlar, proteger y
desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos
tradicionales, sus
expresiones culturales tradicionales y las manifestaciones de sus
ciencias, tecnologías
y culturas, comprendidos los recursos humanos y genéticos, las
semillas, las
medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las
tradiciones orales,
las literaturas, los diseños, los deportes y juegos tradicionales, y las
artes visuales e
interpretativas. También tienen derecho a mantener, controlar, proteger y
desarrollar su
propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural, sus conocimientos
111
tradicionales y sus
expresiones culturales tradicionales.
• 2. Conjuntamente
con los pueblos indígenas, los Estados adoptarán medidas eficaces
para reconocer y
proteger el ejercicio de estos derechos.
Con la supuesta
desaparición, no solo se impide el acceso a su Derecho
a la Identidad Cultural
y Grupal, sino que les impiden mantener, controlar, proteger y
desarrollar su
patrimonio cultural. Es como si alguien se apropiara de ese derecho, en
una especie de
monopolio cultural. Tal dislate es solo propio de una mente que no
funciona
correctamente.
En otro caso debemos
suponer que esa o esas personas pretenden apropiarse de su
patrimonio cultural,
sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales
tradicionales. O
existe alguna clase de tutela, que no la permite la legislación Argentina
(salvo que lo
determine algún juez, siempre y cuando pueda intervenir en estas
cuestiones
comunitarias, por sobre el derecho internacional y nuestra propia Constitución
Nacional). Cosa que
me gustaría ver.
Regresando al tema de
los comercios con nombres en lengua de pueblos originarios:
¿Pagan alguna clase
de derechos de autoría? Supongo que colaboraran con la Comunidad,
en lo que esta pueda
necesitar.
9.-
En la Declaración, de
su Artículo 39
Los pueblos indígenas
tienen derecho a la asistencia financiera y técnica de los Estados y
112
por conducto de la
cooperación internacional para el disfrute de los derechos enunciados
en la presente
Declaración.
Es de esperar que, en
algún momento, el Estado Nacional Argentino, pueda asegurar que
este y todos los
artículos de la Declaración tienen cumplimiento efectivo. Por el
momento no se ven
señales que así esté por ocurrir. Por ello reitero que sería muy
importante que los
organismos internacionales operen vías de comunicación fluida con
las mismas ONG de los
pueblos originarios. De esa forma se evitará a estos tener que
pasar el puente de la
pertenencia partidaria, o, permanecer como hasta ahora.
En esto quiero ser
absolutamente claro: NO EXISTE NADA QUE INDIQUE
ALGUN TIPO DE TRABA
PARA VERTEBRAR PROGRAMAS CON LOS ESTADOS
PROVINCIALES O EL
NACIONAL. Solo que, misteriosamente, cuando lo intentaron
no lo pudieron
conseguir, por esas cosas de la vida.
El mejor antídoto
para este veneno, es el trato directo con las Comunidades, las que
cuentan en la mayoría
de los casos (salvo en aquellas a las que se les impide decirse
COMUNIDAD), con
personería jurídica, por sí, o, por intermedio de las ONG, que han
conformado, con el
paso del tiempo.
10.-
Para terminar, lo
único que nos queda es intentarlo, porque el no ya lo tenemos. Debemos
ganar el sí, como se
ganan los derechos y luego ejercerlo.
La puerta la tenemos
abierta con la “Declaración” y, si bien la Formación Profesional en
la Argentina no es
mejor ni peor que en otras partes, es como alguien dijo: “la pariente
113
pobre de la
Educación” (aunque reconozco que se está invirtiendo mucho, en relación con
lo que se hacía
antes, no se invierte en la capacitación de los efectores y menos en los
docentes en forma
individual o colectiva). Es por ello que no solo que los Onas no
desaparecieron, sino
que tenemos que lograr que no los desaparezcan a ellos, o, a
cualquier otro. (pág.
90 a 113)
La imagen fue tomada
de https://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/index.php/Selk%27nam
Selk'nam
La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina
Los selk'nam o selknam u onas eran
un pueblo aborigen de la Isla Grande de Tierra del Fuego, emparentado con los
tehuelches meridionales y los haush, tal vez con los puelches. A comienzos del
siglo XX fueron perseguidos y diezmados por los ganaderos de la isla y
actualmente subsisten sólo algunos descendientes mestizos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario