El 2 de febrero, al igual que todos los años, las costas de Montevideo se cubrieron de celeste y blanco para rendirle homenaje a Iemanjá (también conocida como Yemonyá o Yemanya), la diosa del mar, el amor y la fertilidad.
Aunque el corazón de esta celebración se encuentra en la ciudad Bahía, Salvador al noreste de Brasil donde aproximadamente el 80% de la población tiene raíces africanas, los descendientes de brasileros en Montevideo también llevaron sus ofrendas para pedir sus deseos para el próximo año.
Se dice que este ritual se celebró por primera vez en 1925 en el distrito de Río Vermelho, Brasil, donde 25 pescadores devotos del candomblé entregaron regalos a la diosa para pedirle una mejor temporada de pesca. Cuenta la leyenda, que como habían escuchado que Iemanjá era muy coqueta, incluyeron en la ofrenda collares, adornos, espejos, perfumes y hasta peines y lápiz labial.
Con el fin de conmemorar este acto que le devolvió los peces al mar, los descendientes de afrobrasileros sortearon las olas y ofrecieron a esta mujer de cabello espumoso miel, frutas y claveles blancos junto a barcas iluminadas con velas.
Al caer el sol, el festejo continuó con danzas, cánticos y rezos acompañados de tambores. Muchos también cubrieron sus cuerpos con diferentes esencias con el fin de purificarse.
Esta tradición también se celebra en otros países de América Latina, incluyendo Argentina, Cuba, Colombia, Panamá y Venezuela.
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Pero no todo queda allí. Su popularidad creciente la llevó hasta Hollywood, y uno de estos ejemplos podemos verlo en el film Las mujeres arriba , protagonizado por Penélope Cruz, donde la actriz caracteriza a una fiel devota de Yemanjá que al entrar en crisis en su matrimonio, practica sus mágicos rituales y describe algunos detalles significativos del fervor místico que acompaña a ésta Divinidad del Mar..Debido a que ella es la poderosa Diosa de las aguas, muchos la honran con el título de Reina del Océano.
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