Famosa por sus hermosas playas y alejada de las grandes ciudades, la pequeña localidad de Pipa, está ubicada al noreste de Brasil, en el Litoral Sur de Río Grande do Norte.
Perteneciente al municipio de Tibau do Sul y con una población estable de 11.385 habitantes, fue descubierta por los surfistas a fines de los 90 y, desde entonces, pasó a recibir a miles de turistas de todas partes del mundo en busca de aventura, surf y vida nocturna a orillas del mar.
Su clima húmedo y tropical, con temperaturas que van desde los 22 hasta los 36 grados, se combina con la grandeza de sus playas, que alternan la tranquilidad de las piscinas naturales y las grandes olas.
Playa del Centro, conocida como "la más movida" del pueblo o también como "Playa de Pipa" por la gente local, es la primer playa de la ciudad. Sus piscinas naturales, formadas por la marea baja, atraen a niños y adultos, mientras que sus bares, puestos de playa y restaurantes están a disposición de los turistas durante todo el día.
Desde esa misma playa, caminando dos kilómetros por la arena con marea baja, se llega hasta Playa del Amor. Famosa por sus acantilados y enormes dunas, es la elegida por los surfistas por sus grandes olas que rompen en la arena.
Otra playa muy apetecida por los visitantes es la Playa de Madeiro, que ofrece un mar perfecto para bañarse. Con aguas claras y pocas olas, se pueden observar delfines durante todo el año, principalmente en la mañana. Para los deportistas es bastante entretenida, ya que permanentemente reúne a personas jugando fútbol, tenis de playa y futvoley (mezcla de ambos deportes). También hay varios puestos de playa para atender a los turistas y sus familias en el día.
Los paseos en barco por sus aguas calmas, combinadas con una naturaleza prácticamente virgen, representan una experiencia inolvidable. Uno de los trayectos más atractivos es aquel que cruza la famosa Bahía de los Delfines, lugar donde se realiza una parada para practicar buceo.
Otra atractiva playa de Pipa, a la cual sólo se puede acceder en barco, es Guaraíras. Cercada por dunas y con una vista maravillosa al santuario ecológico, exhibe con orgullo el encuentro de las aguas de la laguna Guaraíras con el mar.
Más allá de sus playas
La mejor época para aprovechar las playas de Pipa es en verano, entre diciembre y marzo específicamente. No obstante, más allá de la arena y las altas temperaturas, otro elemento que destaca en este lugar es la gastronomía. Los diferentes restaurantes de Pipa ofrecen desde platos típicos, con mucho pescado y frutos de mar, hasta las más sofisticadas preparaciones a nivel internacional.
Para aquellos que quieren visitar este destino en el verano, la recomendación es reservar con tiempo. Si bien, existe un gran número de posadas y albergues, es difícil encontrar alojamiento en las principales playas. La otra opción de alojarse en las zonas menos turísticas de la ciudad.
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