Por: Laura Vaillard
La resistencia al cambio es algo muy común porque le tenemos miedo a lo desconocido, nos inquieta no poder controlar el futuro, nos desestabiliza la incógnita de lo que vendrá, aún cuando este horizonte pueda esconder un porvenir más próspero y alegre.
Miguel, el protagonista de la obra "Mateo" escrita por Armando Discépolo es el reflejo de esta actitud. Se trata de un cochero de caballos, que a sus 60 años, debe buscar una nueva forma de vida ya que el avance del automóvil lo dejó en la ruina. Este inmigrante italiano debe enfrentar sus valores, el progreso, la sociedad y a sus propios hijos que no se preocupan por conseguir trabajo.
La obra fue estrenada por primera vez en el Teatro Nacional de Buenos Aires en 1923, y con ella nació el género del grotesco criollo que juega con la sátira, la ironía y la burla y coloca lo cotidiano en un plano irreal. A su vez presenta la tragedia y la comedia de manera simultánea haciendo que el espectador ría de angustia o llore mientras sonríe.
Tal como se explica en Alternativa Teatral, "Lo grotesco ha podido entrar en la categoría del arte como manifestación del espíritu en su indefinida libertad de expresión, pero no tiene nada de genérico sino que es una categoría de percepción, una categoría de la concepción del mundo y de su configuración".
Durante la obra, Discépolo representa sobre el escenario lo que la sociedad vivía diariamente a comienzos del siglo XX: un caos social protagonizado por inmigrantes desarraigados y desilusionados que extrañaban el pasado pero continuaban prendidos a la ilusión de un futuro mejor.
Puede ser que haya sido este espejo a su propia vida lo que impulsó la popularidad de esta obra, a tal punto, que fue la que le dio el nombre "Mateo" a los carruajes tirados por caballos.
A pesar de que han pasado 90 años de su primer estreno, el tema de la obra no pierde vigencia: todavía nos sentimos contrariados por nuestra herencia (una especie de inmigrantes en nuestro propio país), intranquilos por el porvenir, encontrados con otras generaciones, con esperanza de progreso, pero también reticentes al cambio.
La versión de "Mateo" dirigida por Alfredo Devita e interpretada por Luciana Bellini, Hernán Bravo, Alfredo Devita, Juan Manuel Echave, Martín Lavini, Ricardo Pelliza y Fran Suárez en la Sala Carlos Carella, logra revivir muy bien la revolución emocional que logró Discépolo a comienzos del siglo pasado. Se trata de una obra de teatro histórico te incita a querer aprender más sobre la historia argentina y te llena la cabeza de incógnitas: ¿sucumbimos al cambio o son necesario para garantizar la supervivencia? ¿Cómo protegemos a nuestros hijos y le damos alas para que progresen a la vez? ¿Cuál es el precio que estoy dispuesto a pagar por el bien de mi familia?
Es una obra profunda y muy bien interpretada que te hace pensar. Algo muy necesario para que se genere un cambio. ¿Estás preparado?
Ficha técnico Artística
Actúan: Luciana Bellini, Hernán Bravo, Alfredo Devita, Juan Manuel Echave, Martin Lavini, Ricardo Pelliza, Fran Suárez
Artistas invitados: Vicky Buchino
Vestuario: Osvaldo Ciuffo
Escenografía:Osvaldo Ciuffo
Diseño de luces: Osvaldo Ciuffo, Fermin Gonzalez
Operación de luces: Fermin Gonzalez
Operación de sonido: Gustavo Acosta
Asistencia de dirección: Carlos Cortés
Dirección: Alfredo Devita
SALA CARLOS CARELLA
Bartolomé Mitre 970 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4345-2774
Entrada: $ 60,00 - Domingo y Sábado - 19:00 hs
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