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martes, 23 de febrero de 2016
El único monumento que respeta la verdad histórica de San Martín con sus rasgos originarios.
Ubicado en la plaza al costado de la Terminal de Colectivos de Humahuaca y frente a la Escuela Normal.
domingo, 21 de febrero de 2016
HUMAHUACA Y SU PLAZA PRINCIPAL
La plaza principal de Humahuaca, la ciudad sin tiempo, resume todos los presupuestos coloniales que se forjaron en los últimos siglos, desde la dominación colonial, de lo que nos queda su trazado de calles angostas, de no más de seis metros, que incluye las veredas, por lo que hoy apenas puede circular normalmente un solo vehículo automotor y el estacionamiento se efectúa sobre las mismas veredas.
Decimos la ciudad sin tiempo, porque en este lugar se puede observar un nudo cultural, donde transitan desde los resabios coloniales a los modernos y republicanos, sin contar los innumerables turistas de todas las regiones del planeta que pasean en sus calles y se concentran a las doce del día, en su plaza principal, para recibir la bendición de un artefacto mecánico, con la figura de San Francisco Solano, que se apoya en una música sacra, que llena la plaza de una religiosidad y curiosidad devota.
El artefacto se encuentra instalado en el edificio de la Municipalidad del lugar, antiguo cabildo, construido en 1.940, siguiendo principios neo-coloniales arquitectónicos, emparentados con el arte morisco español. Al costado de la edificación que simboliza el poder local-terrenal, se encuentra la Iglesia Católica y todo el edificio de la Prelatura Católica, que representa el otro poder, que se sustenta en lo religioso. En diagonal al cabildo se puede observar el edificio de arquitectura colonial, que representa el poder nacional, expresado en esos elementos de dominio que significan los correos y telégrafos.
La circulación al costado del edificio del correo y de la misma iglesia se manifiesta en una escalinata, con amplias gradas, que tiene al fondo el monumento al poder oculto de la nunca terminada de dominar cultura andina, con sus periódicas rebeliones, que justifica, en parte, tanto despliegue de poder formal (Cabildo, Iglesia y Correos), que se complementa en el otro costado de la plaza con el moderno poder económico: representado en un banco, ubicado en forma diagonal a la Municipalidad (y cabildo), con lo que se reconcentra el poder terrenal y el celestial, sin descuidar el emblema de la rebelión en el horizonte, que se eleva, porque el monumento mencionado recorta el paisaje de la plaza y se puede observar desde muy lejos a la redonda.
viernes, 12 de febrero de 2016
jueves, 11 de febrero de 2016
PALIMPSESTO 15
"Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía." John Ruskin
Pero aprender algo que no se sabe (no lo que no se quiere saber) ayuda a construir aquel que no existía, cosa que es imposible si nos centramos en la retención de conocimientos o en la baja calidad de la educación. ¿Alguien puede indicarme donde encuentran el progresismo los seudos progresistas que defienden una Educación de Punta en la Baja Calidad? Buscar ex-profeso la baja de la calidad Educativa es condenar a los alumnos a la esclavitud laboral de la que se benefician las clases altas. Bajar artificialmente el nivel de la Educación o antinaturalmente es atentar contra los objetivos de Desarrollo Sostenible de la UNESCO ( Objetivo #4), que dice: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” UNESCO
Recuerdo un supervisor que al escucharme hablar de estas cosas me dijo: "Pero como existe la autonomía, nosotros podemos hacer otras cosas". Y es un hecho que las hacían y las hacen por lo que vengo escribiendo, Claro que no tiene nada que ver con las tendencias internacionales, ni con las nacionales, pero siguen persistiendo en sus intentos de buscar lo que llaman "Educación de Punta" en la baja calidad. El dejar hacer o el retener conocimientos (estilo Waldorf o Steiner) es el camino elegido por los parásitos de la Educación. Aquel que finge saber de pedagogía (o de la suma de Ciencias Sociales que la integran) se descubre solo con la práctica o su falta.
"Con la #educación podemos llegar al techo del mundo sin movernos de nuestro escritorio". Ramiro Manzano Nuñez.
La cita anterior no implica que no se deba mover el cerebro, aunque algunos parecen haberla entendido de esa manera, en definitiva si nada resulta, según este razonamiento, queda el grupo y el grupo sirve, la mayoría de los casos, para la defensa corporativa, porque todos tienen derechos, aunque no hayan cumplido con sus obligaciones, según esta particular forma de pensar, que se instaló fuertemente en un sector de la docencia y que se hace más fuerte en tanto y en cuanto el lugar o el territorio sea más cerrado, sin importar lo apartado que se encuentre del centro político administrativo de la jurisdicción, porque muchas veces en esos lugares existen personas que comulgan con las ideas del grupo, ya sea porque lo hayan integrado, o, porque vivieron en la zona donde ese grupo se gestó.
lunes, 8 de febrero de 2016
PALIMPSESTO 14
PALIMPSESTO 14
No debemos descuidar el humor en nuestros escritos serios y para distender, sin que ello tenga que ver con nadie y con nada, se me ocurre esto https://youtu.be/NXUTlNBmnzY
Hoy no tocaremos el tema de Steiner: ¡Lo prometo! Solo recordaremos a otra persona, de esos perspicaces pedagogos que pude conocer en esa tierra de promisión que visité, por no más de cinco años, como hago con todas, para no discriminar a ninguna y no viene a cuento ni el nombre, ni el apellido, ni creo que sea posible que tengan alguna similitud con el buenazo de Steiner y mucho menos con sus teorías.
Sabemos, por Vigotsky, como se gesta una ZONA
DE DESARROLLO PRÓXIMO y, por el postulado de la EDUCACIÓN PERMANENTE, que la
capacidad de aprender, para aprehender, del ser humano es ilimitada, en sus
versiones formal o informal, por la vía de libros, la tecnología o por la pura y
simple actividad profesional docente. Por lo tanto, en este proceso se observan
MÚLTIPLES APRENDIZAJES CONCURRENTES ANTIGUOS Y NUEVOS,
en ese alumbramiento inminente.
Los buenos profesionales docentes, desde siempre, detectaron la influencia del
medio social y ambiental, conjugados con imaginación, como método de resolución
de problemas, primariamente de la vida diaria y luego de la Educación. En otras
palabras, optaron por trabajar sobre un terreno fértil, abonado por la
transferencia cultural, donde juega un papel muy importante la COSMOVISIÓN del
individuo que interactúa la ACCIÓN EDUCATIVA. Por ello, recrearon las
condiciones explicadas por los grandes maestros de las culturas originarias,
entre los que destacan los antiguos filósofos griegos, por su vinculación con la
generación y posterior desarrollo de la denominada "Cultura Occidental", pero no
los únicos y excluyentes pensadores en el sentido del continuo de
Ecología-Economía.
Sobre esa base de sustentación, se construye, día con día y se reconstruye al
mismo tiempo la Educación, sabiendo que es igual a SISTEMATIZACIÓN, porque sin
ella no existe la posibilidad cierta, perdurable y fecunda de TRANSFERENCIA DE
CONOCIMIENTOS Y VALORES, o, mejor dicho, del CONTINUO DE CONOCIMIENTOS-VALORES,
que es la esencia misma de la Educación. En ese sentido, es muy importante el
papel del libro, pero hoy, sabemos, que no es la única herramienta válida, ya
que, los medios tecnológicos, aportan una interesante gama de igual o similar
importancia, que se adaptan a la característica vertiginosa de este mundo
globalizado...
DE DESARROLLO PRÓXIMO y, por el postulado de la EDUCACIÓN PERMANENTE, que la
capacidad de aprender, para aprehender, del ser humano es ilimitada, en sus
versiones formal o informal, por la vía de libros, la tecnología o por la pura y
simple actividad profesional docente. Por lo tanto, en este proceso se observan
MÚLTIPLES APRENDIZAJES CONCURRENTES ANTIGUOS Y NUEVOS,
en ese alumbramiento inminente.
Los buenos profesionales docentes, desde siempre, detectaron la influencia del
medio social y ambiental, conjugados con imaginación, como método de resolución
de problemas, primariamente de la vida diaria y luego de la Educación. En otras
palabras, optaron por trabajar sobre un terreno fértil, abonado por la
transferencia cultural, donde juega un papel muy importante la COSMOVISIÓN del
individuo que interactúa la ACCIÓN EDUCATIVA. Por ello, recrearon las
condiciones explicadas por los grandes maestros de las culturas originarias,
entre los que destacan los antiguos filósofos griegos, por su vinculación con la
generación y posterior desarrollo de la denominada "Cultura Occidental", pero no
los únicos y excluyentes pensadores en el sentido del continuo de
Ecología-Economía.
Sobre esa base de sustentación, se construye, día con día y se reconstruye al
mismo tiempo la Educación, sabiendo que es igual a SISTEMATIZACIÓN, porque sin
ella no existe la posibilidad cierta, perdurable y fecunda de TRANSFERENCIA DE
CONOCIMIENTOS Y VALORES, o, mejor dicho, del CONTINUO DE CONOCIMIENTOS-VALORES,
que es la esencia misma de la Educación. En ese sentido, es muy importante el
papel del libro, pero hoy, sabemos, que no es la única herramienta válida, ya
que, los medios tecnológicos, aportan una interesante gama de igual o similar
importancia, que se adaptan a la característica vertiginosa de este mundo
globalizado...
Recuerdo haber diseñado un proyecto para una materia, siguiendo lo más conocido y básico sobre formatos de proyectos, porque tenía alguna duda en relación a los alcances cognitivos de aquellos que lo leerían y, para mi sorpresa, me contestaron que no entendían esa forma de redactar en celdas (con la expresión en cuadraditos), pero claro, nadie tiene la obligación de saber cosas que no integran su profesión, es como si se le exigiese a un letrado leer en cuadraditos, cuando con suerte puede leer escritos normales y corrientes. Sin embargo, este fino pedagogo, formador y capacitador de fuste siguió a las andadas por esa tierra de promisión, que no sé si por suerte o desgracia abandoné hace ya un tiempo, sin descuidar, en sus marchas y contramarchas deleitarse con cuidadas intervenciones vinculadas al cambio en el corte de una piza, pero citando a una persona que de criar niños sabe mucho y nos deleitó con su versión unilateral: "Todos sabemos que los niños en su primer año, cuando lloran lo hacen: ¡Porque tienen hambre! (expresión de una agudeza inigualable, que rápidamente tomó prestada nuestro pedagogo vernáculo), para inducirnos a un cambio sin frustraciones, sin amores incomprendidos y sin intentos de suicidio público.
Nota al margen: para los que deberán reintegrarse a sus tareas en dos días: ¡Mucha merde! (como dicen mis amigos de las tablas, porque lo nuestro es casi una obra tragicómica, donde algunos se preparan al ruedo y otros, o, alguno se llena los ojos de bellezas naturales en países lejanos). En un rato prometo brindar por todos ustedes mis amigos de la Isla Nigromante de la República de Otaria.
domingo, 7 de febrero de 2016
PALIMPSESTO 13
PALIMPSESTO 13
Puede existir una tendencia, en algún lugar apartado, que implique una negativa consistente y permanente al cambio. Recuerdo que en la época de la colonia, en lo que luego sería el Virreinato del Río de la Plata se decía de las normas y leyes: "Acato, pero no obedezco". Y es posible que esa idea subyacente siga operando en lugares mucho más pequeños y cerrados, sin considerar que hace varios siglos que transitamos caminos independientes. Puede llegar a pensarse que se trate de una tendencia separatista de alguna minúscula, apartada y olvidada región, pero no debe tratarse de ese caso. Es real que puede existir en algunos un rechazo a tratar Historias Nacionales, pero debe tratarse de una falencia vinculado con lo cognitivo en la primer formación profesional o puede ser que alguno de los formadores de formadores no haya querido iniciar a sus alumnos en caminos complicados, que necesitan de muchas lecturas de autores diferentes, de investigación, no solo bibliográfica, sino en base a fuentes reales de investigación, como puede ser la contenida en archivos históricos públicos y todo ello sin mencionar otras formas de recabada de información, como las fuentes orales, las filmo gráficas en cualquiera de sus variables, las que se mantienen en archivos privados, que son de más difícil acceso. Puede tratarse de una molesta piedra en el zapato, o, la creencia que se alcanzó determinado grado en el conocimiento que no necesita de permanente compulsa con los avances de una Ciencia, que parece no tenerlos, pero que los tiene, mucho más de lo que generalmente se cree.
SOBRE LA HISTORIA DE PROCESOS
(en relación con algunas críticas que escuché este año 2014 y que seguí escuchando en 2015)
Los invito a leer este trabajo de la Doctora María Fernanda G. de los Arcos, “Renovación Historiográfica e Inercias de Nomenclatura”, que es Profesora – investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa en el Área de Historia y Cuerpo Académico Heurística y Metodología.
“...Tanto Lucien Febvre como Marc Bloch estudiaron la política. El primero de ellos situó su estudio del Franco Condado “en época de Felipe II”, hizo biografías individuales como la de Martín Lutero, pero llevó sus indagaciones al ámbito de la ciencia social, rechazando la historia relato considerada como una representación de rasgos aparentes bajo los cuales subyace la verdadera realidad. En cuanto a Marc Bloch, tan conocido por sus estudios de economía rural y por haber ocupado la cátedra de historia económica de la Sorbona, no es necesario recordar que antes de todo ello elaboró una tesis sobre el fenómeno de los reyes taumaturgos, en la que analizaba esa modalidad de poder-propaganda atribuido a algunos monarcas de ciertas entidades europeas, obra que es considerada pionera justamente de algunas tendencias hoy vigentes en la nueva historia política (Le Goff 1995, 157-165).
El proceso de renovación del análisis del pasado no modificó siempre los objetivos de estudio en cuanto a los sectores de la actividad humana, pero opuso a la historia fáctica el interés por las estructuras sociales, económicas y de poder, por las mentalidades, la geohistoria, la distribución, el uso y la lucha por el espacio, el aprovechamiento de los recursos, los cambios climáticos, el medio ambiente en general, las colectividades, las mayorías, etc. Hizo presente la necesidad de utilizar una ingente cantidad de fuentes variadas, criticadas y contrastadas, en rechazo al llamado “documento único”. Frente a la historia-relato se opuso la historia-problema. Es decir se vio a la historia como una ciencia social y se la situó en fructífero contacto con sus congéneres.
No desapareció el interés por lo político, sino que por el contrario se dispone de interesantes obras sobre estructuras de poder, como se hace patente al examinar, tanto dentro como fuera del estricto núcleo de Annales, la obra de Fernand Braudel, de Pierre Vilar, de los mencionados Marc Bloch y Lucien Febvre, así como las de Marc Ferro, Robert Mandrou, Pierre Goubert y el mismo Lawrence Stone. Lo mismo se puede decir de Cristopher Hill, Rosario Villari, Eric Hobsbawn, Witold Kula, José Antonio Maravall, etc. Lo que se rechazaba era la visón que reducía la política al exclusivo juego de unos cuantos individuos. Junto con Julliard conviene repetir la pregunta de si se puede pretender explicar una sociedad en su globalidad sin tener en cuenta ni comprender las verdaderas relaciones de poder que se dan en su seno. De ahí ese interés por analizar el poder como parte de la totalidad, como un fenómeno que mantiene una relación causa-efecto con el resto de las manifestaciones del grupo, en sus distintos niveles de actividad y comportamiento, puesto que se ejerce sobre mayorías y minorías.
Al confundir el contenido con el continente lo que se rechazó fue una forma o modalidad a la que desafortunadamente se tildó de “historia política”. Para no caer en tan denostada visión, muchos asuntos propios de ella pasaron a ser tratados dentro de la “historia social” o de la llamada historia total o global. Todo ello, como se decía, sin que la vieja historia desapareciera, como tampoco desapareció la historia literaria, ni la filosofía de la historia, tan combatida por algunos, ni mucho menos el culto al documento solemne y especial. El artículo de Jacques Julliard aparecido en 1974 hacía una serie de proposiciones que con el tiempo se han convertido en realidad: procurar que la historia política tuviera un desarrollo similar al experimentado hasta entonces por las más renovadas ramas de la historia, como la demografía histórica, la historia económica, las mentalidades, etc. De modo que se consagrara al fenómeno del poder, su naturaleza, comportamiento, ejercicio, etc. Un estudio de estructuras, de colectividades, que usara métodos comparativos, que no desdeñara la cuantificación en aquellos fenómenos que fuera posible aplicarla, una historia que se mantuviera en contacto con las ciencias sociales, en discusión, adquisición de métodos, revisión continua de objetivos y procedimientos de indagación, pero, al mismo tiempo, una historia globalizante que conllevase como principio básico el carácter social del poder y la relación de lo concerniente al control organizativo grupal con los variados aspectos y sectores de la actividad humana. Una historia que privilegiara la larga duración y que tendría que basarse en un concepto amplio de política que huyera de la visión tradicional que encajonaba a ésta en el ámbito de los profesionales del ejercicio gubernamental, que confundía poder de facto con poder de iure, que hacía radicar el ejercicio del poder casi exclusivamente en la maniobra o en el acuerdo instantáneo. Una historia que privilegiara el análisis de la larga duración, el estudio de las medidas de las transformaciones de las estructuras en la diacronía, el seguimiento del desarrollo de los procesos (Julliard 1979, 137-157)...”
Ver completo en http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/tye15/art_hist_02.html
En otras palabras la Enseñanza de la Historia por medio del seguimiento del proceso histórico, no es la mejor manera, no es la única, no puede ser tomada como la técnica por excelencia, pero es la que más se aproxima, si tenemos en cuenta las salvedades que nos aportan los autores en el artículo anterior, que es importante que se lea completo, incluso, para aquellas personas que no son Profesores o Profesoras de Historia, pero que les gusta opinar (y mucho) de cuestiones que no conocen, que no leyeron, que no manejan y, que, por todo ello solo se trata de charlatanería coloreada con un falso progresismo (de ese del estilo Steiner, que ya analizamos), que puede ser tomada como una necesidad de llenar el silencio, como si eso fuese posible, siempre y cuando entendamos el silencio, como una parte del discurso (en este caso del discurso que se quiere atacar).
martes, 2 de febrero de 2016
PALIMPSESTO 12
PALIMPSESTO 12
Respondí
diciendo que tenía la convicción que si algún deber imperativo tiene el
docente con sus estudiantes, es el de ser un "verdadero docente" y no
el de ser amigo. Como se puede suponer, surgió de inmediato la siguiente
interrogación: "Entonces ¿Tú no eres nuestro amigo?" Mi respuesta fue
corta y dura: No..." Ver en
http://educcerereflexionydesarrollo.blogspot.com.ar/2015/07/ser-docente-ser-amigo.html
Puede algún padre creer que se puede ser amigo de los hijos, confundiendo funciones y responsabilidades, incluso puede decirse si se tiene en cuenta no caer en ciertas conductas y mantener los lìmites, que se asientan en funciones y responsabilidades: "Lo tienen difícil, aunque no imposible. Pero ¿por qué esta dificultad? Por la propia esencia de la amistad. Todo el mundo sabe que los amigos se asemejan en lo que quieren y en lo que sienten. Es propio de los amigos el querer y el no querer las mismas cosas, y alegrarse y dolerse con lo mismo. Y salta a la vista que la amistad entre adultos y adolescentes es difícil, puesto que, en principio, ni quieren las mismas cosas ni se alegran por los mismos motivos...
Creemos, sinceramente, que es un error que los padres se empeñen en ser "amigos" de sus hijos (y además habría que buscar otro término para calificar esta relación aparentemente amistosa entre padres e hijos). Una cosa es tener una vía fluida de comunicación, en ambas direcciones, basada en la mutua confianza, y otra cosa muy distinta es intentar atribuirse las cualidades intrínsecas de la amistad, que son privativas de los iguales. Y lo peligroso, si optamos por el segundo supuesto, es que nos exponemos a hacer el ridículo más completo. Veamos, si no, el siguiente caso. Un padre comentaba risueño: "Puede estar seguro, doctor, que mi hijo me tiene por su mejor amigo», y explicaba cómo él iba a las discotecas y frecuentaba los mismos lugares en donde se reunía el hijo con su grupo. Llamaba la atención el atuendo del padre, ya que (quizá para mejor acomodarse a las circunstancias) vestía el buen hombre con prendas extremadamente juveniles, impropias de su edad. Cuando entrevistamos por separado al chico, éste nos suplicó: «Doctor, convenza a mi padre a que actúe como un padre, que es lo que necesito de verdad... ¡los amigos ya sé buscármelos yo!"..." Ver en
http://educcerereflexionydesarrollo.blogspot.com.ar/2015/07/ser-docente-ser-amigo.html
Puede algún padre creer que se puede ser amigo de los hijos, confundiendo funciones y responsabilidades, incluso puede decirse si se tiene en cuenta no caer en ciertas conductas y mantener los lìmites, que se asientan en funciones y responsabilidades: "Lo tienen difícil, aunque no imposible. Pero ¿por qué esta dificultad? Por la propia esencia de la amistad. Todo el mundo sabe que los amigos se asemejan en lo que quieren y en lo que sienten. Es propio de los amigos el querer y el no querer las mismas cosas, y alegrarse y dolerse con lo mismo. Y salta a la vista que la amistad entre adultos y adolescentes es difícil, puesto que, en principio, ni quieren las mismas cosas ni se alegran por los mismos motivos...
Creemos, sinceramente, que es un error que los padres se empeñen en ser "amigos" de sus hijos (y además habría que buscar otro término para calificar esta relación aparentemente amistosa entre padres e hijos). Una cosa es tener una vía fluida de comunicación, en ambas direcciones, basada en la mutua confianza, y otra cosa muy distinta es intentar atribuirse las cualidades intrínsecas de la amistad, que son privativas de los iguales. Y lo peligroso, si optamos por el segundo supuesto, es que nos exponemos a hacer el ridículo más completo. Veamos, si no, el siguiente caso. Un padre comentaba risueño: "Puede estar seguro, doctor, que mi hijo me tiene por su mejor amigo», y explicaba cómo él iba a las discotecas y frecuentaba los mismos lugares en donde se reunía el hijo con su grupo. Llamaba la atención el atuendo del padre, ya que (quizá para mejor acomodarse a las circunstancias) vestía el buen hombre con prendas extremadamente juveniles, impropias de su edad. Cuando entrevistamos por separado al chico, éste nos suplicó: «Doctor, convenza a mi padre a que actúe como un padre, que es lo que necesito de verdad... ¡los amigos ya sé buscármelos yo!"..." Ver en
Ver en http://www.proyectopv.org/2-verdad/puedenserpadres.htm
¿Y que puede pasar con un docente? Es posible que pueda confundirse, siempre y cuando su primera formación se pueda caracterizar como mala o muy mala, pero para eso existen las capacitaciones, siempre y cuando esas actividades, que tienen que ser continuas, se ocupen del tema y no de otras cosas (se me ocurre un disparate: Capacitaciones que se ocupen de mostrar como debemos cambiar, aprendiendo a cortar una piza, cosa que puede ser interesante, si estamos seguros que se sabe lo anterior, en caso contrario se trataría de un gran disparate). ¿Vieron alguna vez a docentes saliendo a divertirse a un boliche bailable, con sus alumnos? Yo no tuve la suerte (o la desgracia), pero me dicen que existe. Y no quiero creer que esa posible existencia tenga que ver con una postura reconocida como progresista, porque en caso de existir se trataría de algo muy próximo a la violación de normas, que se reconocen en todo el mundo, sin que en ningún lado se lo reconozcan como progresista.
Sobre frustraciones de algunos o de otros, solo me queda decir que la misma surge de la impericia, la inoperancia y la ignorancia puesta en juego, cuando no se cuenta con los elementos necesarios. Para ellos un poco de buena vida...
Sobre frustraciones de algunos o de otros, solo me queda decir que la misma surge de la impericia, la inoperancia y la ignorancia puesta en juego, cuando no se cuenta con los elementos necesarios. Para ellos un poco de buena vida...
lunes, 1 de febrero de 2016
¿SER DOCENTE, SER AMIGO?
¿SER DOCENTE, SER AMIGO?
Analizábamos en clase con los estudiantes de educación sobre la importancia de la relación y la interacción entre el docente y sus estudiantes, valorando como ejes de esta relación, el respeto a la persona, la comunicación transparente y la confianza. Surgió de Ellos la pregunta infaltable cuando se abordan estos aspectos ¿El docente debe ser amigo de sus estudiantes? ¿El docente es un amigo de sus estudiantes? ¿Puede o debe haber amistad entre docentes y estudiantes?
Respondí diciendo que tenía la convicción que si algún deber imperativo tiene el docente con sus estudiantes, es el de ser un "verdadero docente" y no el de ser amigo. Como se puede suponer, surgió de inmediato la siguiente interrogación: "Entonces ¿Tú no eres nuestro amigo?" Mi respuesta fue corta y dura: No.
En esos momentos sentí que me derrumbaba por dentro y también pude leer en sus rostros y en sus miradas la gran decepción de esa noche de clases. Al concluir la clase y camino a casa, me fui pensando y cuestionando mi posición, la cual he sostenido en muchos espacios de discusión y en otras clases. Era la primera vez que podía apreciar que mis estudiantes, me sentían amigo y que Yo no pensaba lo mismo. Lo que siento y sentía por ellos en esos momentos, era un enorme cariño, respecto, confianza y consideración. Sin embargo, resultó muy complejo en esos momentos explicarlo.
¿Cómo docentes debemos ser amigos de nuestros estudiantes?
Considero que como docentes tenemos un rol profesional específico: ser docentes. Nada más. Es importante resaltar que para desarrollar una acción educativa adecuada y generar aprendizajes, se requiere que la relación entre docentes y estudiante, esté basada en la confianza mutua, en el respeto recíproco, en la comunicación horizontal y en el logro de un clima favorable a las relaciones cordiales entre todos. Creo en ello, lo promuevo y lo intento vivir en cada experiencia como docente. Estoy convencido además, que es necesario y que ayuda a que mutuamente nos enriquezcamos como personas.
Ser amigo, es otra cosa. Todos tenemos amigos, y con ellos o ellas hemos logrado la confidencia, la complicidad, la broma, el secreto, el disgusto y el amiste, y hasta nos hemos enamorado. La amistad suele ser incondicional, se es amigo para "siempre". ¿Será esa tarea de la docencia? Sigo pensando que no.
Sin perjuicio de lo mencionado, lo que si puede ocurrir es que nuestros estudiantes nos sientan amigos por nuestra calidez, respeto y confianza brindada a ellos, y hasta decidan confiar situaciones, no obstante, es importante ser conscientes de los límites
¿Se puede ser confidente ante una situación irregular o ilícita de nuestro estudiante? ¿Estamos obligados a callar si supiéramos que el secreto confiado no es saludable moralmente hablando? ¿Tenemos que actuar aunque eso pueda ser considerado una traición a la confidencia?
Si somos amigos de nuestros estudiantes, casi estamos obligados a callar; si somos docentes, está claro nuestro rol: orientar, decidir, encauzar, contribuir a solucionar.
Para ayudar a crecer como personas a nuestros estudiantes, pienso que debemos ser docentes. Nuestros amigos, seguramente han jugado un papel muy importante en nuestras vidas, pero muy diferentes a los que jugó algún maestro en nuestras vidas y que nos ayudó a crecer, a decidir o a enrumbarnos ¿Pudo algún amigo poder haber hecho lo que hizo ese docente con nosotros en su debido momento? Es muy probable que no.
Dejo abierto el debate. Es muy importante distinguir muchas veces, esa fina línea que separa la "buena docencia" de la "amistad" ¿Qué piensan?
Publicado por César Uribe en http://educcerereflexionydesarrollo.blogspot.com.ar/2015/07/ser-docente-ser-amigo.html
¿PUEDEN LOS PADRES SER AMIGOS DE SUS HIJOS ADOLESCENTES?
¿PUEDEN LOS PADRES SE AMIGOS DE SUS HIJOS ADOLESCENTES?
Lo tienen difícil, aunque no imposible. Pero ¿por qué esta dificultad? Por la propia esencia de la amistad. Todo el mundo sabe que los amigos se asemejan en lo que quieren y en lo que sienten. Es propio de los amigos el querer y el no querer las mismas cosas, y alegrarse y dolerse con lo mismo. Y salta a la vista que la amistad entre adultos y adolescentes es difícil, puesto que, en principio, ni quieren las mismas cosas ni se alegran por los mismos motivos...
Creemos, sinceramente, que es un error que los padres se empeñen en ser "amigos" de sus hijos (y además habría que buscar otro término para calificar esta relación aparentemente amistosa entre padres e hijos). Una cosa es tener una vía fluida de comunicación, en ambas direcciones, basada en la mutua confianza, y otra cosa muy distinta es intentar atribuirse las cualidades intrínsecas de la amistad, que son privativas de los iguales. Y lo peligroso, si optamos por el segundo supuesto, es que nos exponemos a hacer el ridículo más completo. Veamos, si no, el siguiente caso. Un padre comentaba risueño: "Puede estar seguro, doctor, que mi hijo me tiene por su mejor amigo», y explicaba cómo él iba a las discotecas y frecuentaba los mismos lugares en donde se reunía el hijo con su grupo. Llamaba la atención el atuendo del padre, ya que (quizá para mejor acomodarse a las circunstancias) vestía el buen hombre con prendas extremadamente juveniles, impropias de su edad. Cuando entrevistamos por separado al chico, éste nos suplicó: «Doctor, convenza a mi padre a que actúe como un padre, que es lo que necesito de verdad... ¡los amigos ya sé buscármelos yo!"
Los adolescentes sienten admiración por los adultos que son coherentes en su comportamiento habitual. El adulto necesita tener prestigio entre los adolescentes, porque la admiración es una vía necesaria para acercarse al chico. Pero ello no es suficiente. Se necesita, también, saber adaptarse al mundo de los adolescentes (sin llegar a mimetizar sus formas diferenciales) y respetar su manera de ser.
No obstante, el adulto que quiera intentar ser amigo de un adolescente puede seguir adelante y nadie le impedirá el avance. Pero tiene que seguir unas determinadas reglas de juego. Así, la clave para conseguir la amistad entre padres e hijos está en la confianza. Fiarse de los hijos es una condición necesaria para que a su vez ellos se fíen de los padres y les hablen de cuestiones de tipo personal. No existe auténtica amistad sin credibilidad: cada uno de los dos amigos tiene que creer en el otro y fiarse de él. Veamos algunas ideas para favorecer este encuentro amistoso con el hijo adolescente. Hay que dedicar tiempo al joven. Sin prisas. Tiempo para hacer algo juntos y para conversar sobre lo que hacen, creando situaciones o aprovechando las que ya existen para convivir más estrechamente con el hijo. Por ejemplo: estudiar juntos un segundo idioma o acompañar al hijo a los partidos del deporte que practica. La amistad requiere que las personas se conozcan entre sí como personas. Y una forma de conocerse más íntimamente puede ser, por ejemplo, contando algunas preocupaciones personales al hijo y pedirle su opinión. Deben ser, por supuesto, temas al alcance del adolescente y que no conciernan a áreas inapropiadas de intimidad. Es lícito, por ejemplo, hablar de problemas del trabajo, de dificultades financieras o de salud (sin ser demasiado agobiantes), pero no se justifica hablar de conflictos conyugales o de atracciones sexuales.
Lo importante es facilitar un ambiente en el que el chico sepa que puede hablar de todo con libertad, tanto con su padre como con su madre, sin temor al efecto que ello pueda causar en quien lo escuche. También hay que respetar su intimidad y sus silencios, sin pretender entrar en temas que el chico prefiera no hablar con sus padres. No hay que presionar. Hay que dejar tiempo al tiempo, estando los padres, eso sí, siempre receptivos por si el joven busca, por fin, el diálogo.
Creemos, sinceramente, que es un error que los padres se empeñen en ser "amigos" de sus hijos (y además habría que buscar otro término para calificar esta relación aparentemente amistosa entre padres e hijos). Una cosa es tener una vía fluida de comunicación, en ambas direcciones, basada en la mutua confianza, y otra cosa muy distinta es intentar atribuirse las cualidades intrínsecas de la amistad, que son privativas de los iguales. Y lo peligroso, si optamos por el segundo supuesto, es que nos exponemos a hacer el ridículo más completo. Veamos, si no, el siguiente caso. Un padre comentaba risueño: "Puede estar seguro, doctor, que mi hijo me tiene por su mejor amigo», y explicaba cómo él iba a las discotecas y frecuentaba los mismos lugares en donde se reunía el hijo con su grupo. Llamaba la atención el atuendo del padre, ya que (quizá para mejor acomodarse a las circunstancias) vestía el buen hombre con prendas extremadamente juveniles, impropias de su edad. Cuando entrevistamos por separado al chico, éste nos suplicó: «Doctor, convenza a mi padre a que actúe como un padre, que es lo que necesito de verdad... ¡los amigos ya sé buscármelos yo!"
Los adolescentes sienten admiración por los adultos que son coherentes en su comportamiento habitual. El adulto necesita tener prestigio entre los adolescentes, porque la admiración es una vía necesaria para acercarse al chico. Pero ello no es suficiente. Se necesita, también, saber adaptarse al mundo de los adolescentes (sin llegar a mimetizar sus formas diferenciales) y respetar su manera de ser.
No obstante, el adulto que quiera intentar ser amigo de un adolescente puede seguir adelante y nadie le impedirá el avance. Pero tiene que seguir unas determinadas reglas de juego. Así, la clave para conseguir la amistad entre padres e hijos está en la confianza. Fiarse de los hijos es una condición necesaria para que a su vez ellos se fíen de los padres y les hablen de cuestiones de tipo personal. No existe auténtica amistad sin credibilidad: cada uno de los dos amigos tiene que creer en el otro y fiarse de él. Veamos algunas ideas para favorecer este encuentro amistoso con el hijo adolescente. Hay que dedicar tiempo al joven. Sin prisas. Tiempo para hacer algo juntos y para conversar sobre lo que hacen, creando situaciones o aprovechando las que ya existen para convivir más estrechamente con el hijo. Por ejemplo: estudiar juntos un segundo idioma o acompañar al hijo a los partidos del deporte que practica. La amistad requiere que las personas se conozcan entre sí como personas. Y una forma de conocerse más íntimamente puede ser, por ejemplo, contando algunas preocupaciones personales al hijo y pedirle su opinión. Deben ser, por supuesto, temas al alcance del adolescente y que no conciernan a áreas inapropiadas de intimidad. Es lícito, por ejemplo, hablar de problemas del trabajo, de dificultades financieras o de salud (sin ser demasiado agobiantes), pero no se justifica hablar de conflictos conyugales o de atracciones sexuales.
Lo importante es facilitar un ambiente en el que el chico sepa que puede hablar de todo con libertad, tanto con su padre como con su madre, sin temor al efecto que ello pueda causar en quien lo escuche. También hay que respetar su intimidad y sus silencios, sin pretender entrar en temas que el chico prefiera no hablar con sus padres. No hay que presionar. Hay que dejar tiempo al tiempo, estando los padres, eso sí, siempre receptivos por si el joven busca, por fin, el diálogo.
Ver en http://www.proyectopv.org/2-verdad/puedenserpadres.htm
¿Y que puede pasar con un docente?
Fwd: Cómo educar las emociones en clase
Guillermo Fernando Cámara
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Fecha: 1 de febrero de 2016, 20:15
Asunto: Cómo educar las emociones en clase
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