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martes, 2 de febrero de 2016

PALIMPSESTO 12

PALIMPSESTO 12

Sobre docentes que dicen se amigos de sus alumnos y que recomiendan (en el caso de ser directivos exigen) que se debe ser amigos de los alumnos y comenten un error garrafal, no solo de principiantes, sino de una ignorancia supina, siempre y cuando no se lo pueda vincular con otro tipo de conductas no tan santas o directamente delictivas. "Analizábamos en clase con los estudiantes de educación sobre la importancia de la relación y la interacción entre el docente y sus estudiantes, valorando como ejes de esta relación,  el respeto a la persona, la comunicación transparente y la confianza. Surgió de Ellos la pregunta infaltable cuando se abordan estos aspectos ¿El docente debe ser amigo de sus estudiantes? ¿El docente es un amigo de sus estudiantes? ¿Puede o debe haber amistad entre docentes y estudiantes?
Respondí diciendo que tenía la convicción que si algún deber imperativo tiene el docente con sus estudiantes, es el de ser un "verdadero docente" y no el de ser amigo. Como se puede suponer, surgió de inmediato la siguiente interrogación: "Entonces ¿Tú no eres nuestro amigo?" Mi respuesta fue corta y dura: No..." Ver en


Puede algún padre creer que se puede ser amigo de los hijos, confundiendo funciones y responsabilidades, incluso puede decirse si se tiene en cuenta no caer en ciertas conductas y mantener los lìmites, que se asientan en funciones y responsabilidades: "Lo tienen difícil, aunque no imposible. Pero ¿por qué esta dificultad? Por la propia esencia de la amistad. Todo el mundo sabe que los amigos se asemejan en lo que quieren y en lo que sienten. Es propio de los amigos el querer y el no querer las mismas cosas, y alegrarse y dolerse con lo mismo. Y salta a la vista que la amistad entre adultos y adolescentes es difícil, puesto que, en principio, ni quieren las mismas cosas ni se alegran por los mismos motivos...

Creemos, sinceramente, que es un error que los padres se empeñen en ser "amigos" de sus hijos (y además habría que buscar otro término para calificar esta relación aparentemente amistosa entre padres e hijos). Una cosa es tener una vía fluida de comunicación, en ambas direcciones, basada en la mutua confianza, y otra cosa muy distinta es intentar atribuirse las cualidades intrínsecas de la amistad, que son privativas de los iguales. Y lo peligroso, si optamos por el segundo supuesto, es que nos exponemos a hacer el ridículo más completo. Veamos, si no, el siguiente caso. Un padre comentaba risueño: "Puede estar seguro, doctor, que mi hijo me tiene por su mejor amigo», y explicaba cómo él iba a las discotecas y frecuentaba los mismos lugares en donde se reunía el hijo con su grupo. Llamaba la atención el atuendo del padre, ya que (quizá para mejor acomodarse a las circunstancias) vestía el buen hombre con prendas extremadamente juveniles, impropias de su edad. Cuando entrevistamos por separado al chico, éste nos suplicó: «Doctor, convenza a mi padre a que actúe como un padre, que es lo que necesito de verdad... ¡los amigos ya sé buscármelos yo!"..." Ver en

Ver en http://www.proyectopv.org/2-verdad/puedenserpadres.htm

¿Y que puede pasar con un docente? Es posible que pueda confundirse, siempre y cuando su primera formación se pueda caracterizar como mala o muy mala, pero para eso existen las capacitaciones, siempre y cuando esas actividades, que tienen que ser continuas, se ocupen del tema y no de otras cosas (se me ocurre un disparate: Capacitaciones que se ocupen de mostrar como debemos cambiar, aprendiendo a cortar una piza, cosa que puede ser interesante, si estamos seguros que se sabe lo anterior, en caso contrario se trataría de un gran disparate). ¿Vieron alguna vez a docentes saliendo a divertirse a un boliche bailable, con sus alumnos? Yo no tuve la suerte (o la desgracia), pero me dicen que existe. Y no quiero creer que esa posible existencia tenga que ver con una postura reconocida como progresista, porque en caso de existir se trataría de algo muy próximo a la violación de normas, que se reconocen en todo el mundo, sin que en ningún lado se lo reconozcan como progresista.

Sobre frustraciones de algunos o de otros, solo me queda decir que la misma surge de la impericia, la inoperancia y la ignorancia puesta en juego, cuando no se cuenta con los elementos necesarios. Para ellos un poco de buena vida...



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