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viernes, 23 de agosto de 2013

AUTORIDAD

La Construcción de la Autoridad desde un encuentro de generaciones

Recientemente charlamos de confianza, que se traduce en estar y ser, que significa, que debemos saber y valorar, para que nos encontramos en posición de ejercer la docencia, que no tiene nada que ver con postulados materiales, como ya expliqué respecto a ese concepto Neoliberal de tener cosas (ropas, autos, casas de lujo, figuración, ser personajes en lugar de personas), sino en esa posibilidad de trascender lo meramente cotidiano y lograr resultados buscados en el otro, en nuestros alumnos y compañeros de trabajo…¿Y usted por qué  no puede mirarnos?" (Aleu, María)"…Los alumnos deben ver a cada docente como parte de un todo, es decir, donde cada docente está respaldado fuertemente por el resto del equipo, sus pares y directivos. Esta noción de respaldo no significa que todos sean uniformes en su manera de pensar y actuar, sino que el docente pueda transmitir en su trabajo cotidiano  a los  alumnos que lo que dice y hace es parte de un trabajo en equipo y de discusiones que se dan en su seno…" (Diker), pero ese trabajo en equipo debe ser genuino, sin trampas, donde no se considere lo que el otro dice, como una tontería indigna de ser consignada, o, considerada, porque el otro piensa diferente que nosotros, porque se viste diferente, o, porque no es un profesor estructurado, o, porque es desestructurado, o, porque porta barba, etc. (Ese tipo de consideraciones no se corresponde con la realidad, porque indica que algunos viven en una realidad alternativa o ilusoria, que no les permite ser y estar). Igual pasa con esas actitudes de socavar el trabajo del otro, que se puede observar en cursos y pasillos que, lamentablemente, pude observar a diario en mi práctica cotidiana y de ese transcurrir me quedó el mote de "viejo loco", porque existió en mí la voluntad de asumirlo, porque al no cuadrar en los estereotipos docentes soy un "loco", que no es ni más ni menos que el fruto del esfuerzo, por comprender al otro, al alumno, por estudiar todos los días la forma de mejorar mis clases, teniendo siempre presente aquello de "ensayo-error", con la convicción cierta que me equivoco seguido, pero siempre pretendo decir lo que pienso y pensar lo que digo.

El alumno percibe eso, nota cuando un par, o, un no par, intentan  sobrevivir con la maledicencia y, entonces, ese respeto se pierde. Y ya que mencionamos el término, es importante que sepamos que el respeto se construye, todos los días, que no es una pose, o, que no se logra con una pose, ya que tiene que ver con ser genuino. Al respecto, mis alumnos ya saben que soy distraído en la calle, que es posible que no los reconozca en la misma, porque puedo ir abstraído en mis pensamientos y, todos los que quieren, me saludan haciendo notar su presencia, con su voz, e, incluso, con su actitud. Pero, por otra parte, en el aula y en los pasillos saben que les presto mucha atención y que me encuentro pendiente de todo lo que hacen y dicen, de lo que pretenden o sueñan en su vida cotidiana. No soy ejemplo de nada, pero la autoridad se gana, con el respeto, con la empatía, con ser lo que somos, con demostrar consideración, sin por ello olvidar que estamos en posición de ser y estar, como docentes en una institución, que tiene sus reglas, sus normas (sin perder de vista lo de la "moratoria legal"), que para arribar a resultados se debe trabajar en ello, que no es necesario hacer las cosas más difíciles de lo que son, porque nuestra función, por el contrario, es hacerlas fácil, o, dicho de otra manera, presentar el conocimiento, como algo fácil, que necesita trabajo, concentración y pensamiento. Del que todos podemos servirnos, cada uno en la medida de sus posibilidades, porque no existen reales impedimentos a los avances rápidos o lentos de todos nosotros, porque el ejercicio del pensamiento es una herramienta invaluable, que se aprende, con el grado de constancia necesaria, sin tortura, sin sobre exigencia, ya que ella se adapta a nuestro ritmo natural, o, dicho de otra manera, porque nuestra naturaleza predispone nuestro aprendizaje, porque debemos aprender a aprehender de nuestros alumnos.   

Guillermo Fernando Cámara
Teléfono Celular 342-5045816

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