Límites
Los límites fueron abandonados, dejados a un costado, contrahechos, degenerados, porque quedaba bien , era progresista, o, porque no interesaban, porque no había ganas, porque "ya solos se corregirán", como decía ese engendro de la psicolingüística (no por su creador, que la pensó en Estados Unidos, para enseñar inglés). Pero, todos los días, vemos adolescentes buscándolos, ya no en sus casas, sino en la escuela, que pasa a tener una bipolaridad, que no es mala en sí misma, donde ocurre esto y, paralelamente, se busca una institución que entretenga a un nivel de divertimento, o, al estilo de esos programas de pasatiempo, que se puede observar en la televisión. Es el establecimiento que forjamos entre todos, en estos últimos años. De esa realidad, que se inicia en la familia y se consolida en la escuela todos nosotros somos responsables, por error u omisión, porque tiramos tantos "trastos viejos" mezclados con esos imprescindibles, como cuando confundimos autoridad, con autoritarismo, límites con tortura, preparación con desestructuración, o, profesionalismo con apostolado.
Los límites fueron extraviados por los grandes y no por los chicos, no es "qué generaciones vienen", sino que ellas son el resultado, o, la resultante de nuestra propia inoperancia, de nuestra propia ignorancia, de nuestro desinterés, o, excesivo interés en la pose (que no es para la foto). Vivimos el mundo que contribuimos a forjar en ese nivel social escolar y, ya no se puede regresar atrás, porque los medios informáticos, como vehículos de globalización son una barrera infranqueable. Pero ello no significa que se deba dejar todo como está, que no se pueda operar la realidad, que no se pueda intervenirla y crear una nueva cultura de nuevos límites (que son los viejos reciclados). Es llamativo, como se escucha que no se puede hacer nada, que si te pegan no podes defenderte, que es conveniente que no los contradigas, que hay que dejar hacer. Y se olvidan que las leyes son iguales para todos y más, se olvida que ninguna norma interna de una institución, puede exceder lo que indica la ley, porque se transforma en ilegal. Si no podes levantar la voz cuando te agreden sistemáticamente, o, se pretende generar una idea que no se puede poner límites es mejor que dejemos de hacer lo que hacemos y nos dediquemos a trabajar en otras cosas.
No es autoritarismo fijar límites, porque son una herramienta esencial de nuestro trabajo, al punto de algunos quedan en la evaluación y promoción escolar, porque esos no pudieron ser removidos, ya que son la esencia misma del sistema, pero es evidente que debemos trabajar en aquello de hacer de la escuela algo más entretenido, sin caer en lo chabacano, que sirva al alumno y nos sirva a nosotros, para llevar adelante nuestra propia planificación, que es otro de los elementos esenciales que perduran, porque sin ellos no existiría educación y podríamos llamarlo de otra forma más vinculada a la industria del entretenimiento.
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