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jueves, 4 de mayo de 2023

ESCUELAS DE GEOGRAFÍA PARA EDUCAR EN CIUDADANÍA

Con esto no queremos decir que la Geografía Física debe dejarse de lado, pero si debe buscarse los nexos, la comunicación y vinculación con las demás Ciencias Sociales, para que sirva en el modelo que se utiliza en las Escuelas Secundaria de la Provincia de Río Negro, sin que se la sumerja en Ciencias Biológica, cómo ya explicamos.

¿Qué escuelas de Geografía para educar en
ciudadanía?
Xosé Manuel Souto González

En los medios de comunicación es
fácil encontrar noticias y opiniones
sobre asuntos que afectan a las rela-
ciones entre el ser humano y el medio
en que viven. Por una parte las ame-
nazas del cambio climático, la reduc-
ción de la capa de ozono, el aumento
de la contaminación atmosférica en las
áreas urbanas. Por otra, el aumento de
las desigualdades sociales dentro de las
ciudades y países, así como la pugna
entre éstos por ocupar una mejor posi-
ción en el mercado mundial. Pero los
hechos relatados y comentados adole-
cen de explicaciones convincentes.
Mi punto de vista quiere subrayar la
importancia de la educación geográfica
para poder hacer frente a estos retos
que aparecen en el umbral del siglo
XXI. Para ello entendemos que a lo
largo del pasado histórico, en especial
desde su institucionalización, la geo-
grafía ha servido a la cultura hegemó-
nica en la formación de personas que
entendían el territorio como patrimo-
nio colectivo, lo que daba lugar a un
sentimiento de identidad patrio, o bien
como un conjunto de recursos diversos
que eran susceptibles de explotación
por la actividad humana. Si queremos
que la geografía escolar contribuya a
la educación ciudadana es necesario
plantearnos si es preciso cambiar la
“mirada disciplinar” y buscar desde la
diversidad de escuelas y tendencias un
diálogo interdisciplinar que asegure la
formación básica de las personas, lo que
les permitirá alcanzar la condición de
ciudadanos.
Cuando destacamos la aportación
de la geografía a la formación ciudada-
na no nos referimos sólo a sus aspec-
tos pragmáticos: localizar un lugar
adecuado de vacaciones, guiarnos con
un mapa en una ciudad o entender un
plano donde aparecen los usos del suelo
urbano. También queremos hacer hin-
capié en la capacidad de esta materia
para plantear cuestiones relativas a la
manera de organizar el espacio los dife-
rentes agentes sociales: barrios margi-
nales (guetos) o espacios comerciales
que implican el uso del transporte pri-
vado.
Ahora, en los momentos del umbral
del tercer milenio, la geografía tiene
ante sí nuevos retos. Los proyectos de
configurar un mercado mundial inciden
en la posición estratégica de los lugares,
teniendo en cuenta los recursos huma-
nos y posibilidades de desarrollo local.
Y en este ámbito surgen nuevas preocu-
paciones humanas, de tal manera que
los conocimientos geográficos se hacen
cada vez más relevantes. Así la globa-
lización económica, las interrelaciones
entre lo local y lo global hace más nece-
saria una formación intelectual que
facilite el diálogo entre el espacio y las
relaciones sociales.
Queremos plantear con claridad que
el mito de la unidad de la geografía ha
servido para conformar una opinión
pública que ha sido sumisa con las
estrategias emanadas desde el poder
político. Sin embargo, lejos de esta ima-
gen de homogeneidad es fácil reconocer
una pluralidad de enfoques en la mate-
ria, que ya no sólo se corresponden sólo
con un listado de hechos y conceptos de
una cultura académica, sino también
los procedimientos y técnicas utilizadas
por los investigadores para solucionar
problemas que se habían planteado enrelación con las expectativas sociales.
Y mantenemos que estos enfoques teó-
ricos son los que posibilitan su utiliza-
ción didáctica a través de los proyectos
curriculares, como luego veremos.
En trabajos anteriores de esta
misma revista se han planteado cues-
tiones relativas a los argumentos que
justificaban la escasa innovación en el
campo de las didácticas de la geografía
e historia y se aludía a la necesidad de
plantear proyectos curriculares como
alternativas innovadoras en la educa-
ción2. Éstos han tratado de sistematizar
un modelo de enseñanza que aúne los
factores extrínsecos al aula (el contexto
social y familiar del propio centro, las
directrices políticas de las administra-
ciones educativas, el papel de la cultura
académica…) y los que se producen en
la comunicación en el aula (la selección
de contenidos, la secuencia metodoló-
gica, las estrategias docentes, el uso de
los recursos escolares…).
Igualmente el lector de esta revista
ha tenido conocimiento de los debates
entre posiciones encontradas en rela-
ción con la constitución de un área de
conocimiento de la didáctica de las cien-
cias sociales, en las cuales se polemiza
sobre la institucionalización de formas
de entender la formación del profesora-
do y su implicación en las aulas esco-
lares3. En unos casos se critica el tras-
lado (la trasposición didáctica) de los
contenidos universitarios sin conside-
rar el contexto escolar que condiciona
la organización de los contenidos; en
otros se alude a la necesidad de desa-
rrollar un proceso de aprendizaje desde
las bases epistemológicas del objeto de
conocimiento y no tanto a las demandas
de un trabajo de síntesis social, que es
más una amalgama de hechos y datos
de diferentes disciplinas que una selec-
ción de teorías y conceptos para expli-
car problemas.
Distintas maneras de entender cómo
las disciplinas científicas inciden en la
formación de una cultura que se trans-
mite a través de la institución escolar.
El análisis particular de la enseñanza
de la geografía entiendo que puede ser-
vir en la formación del profesorado...
Los cambios sociales y tecnológicos que se han producido en el inicio del tercer milenio han
obligado a replantearse las metas educativas. La geografía escolar, institucionalizada en el
siglo XIX y XX, no es útil para responder a los nuevos retos ciudadanos. Sin embargo, las ruti-
nas escolares y la opinión pública resisten a las innovaciones académicas; por eso es preciso
cambiar la mentalidad tradicional desde el análisis riguroso de la selección de los contenidos
didácticos. Para esta tarea los proyectos curriculares son un instrumento relevante.
Palabras clave: Educación ciudadana, enseñanza de la geografía, proyectos curriculares.

1 Quiero agradecer a Mila Belinchón sus valiosas sugerencias para mejorar el contenido y la forma de
este artículo. Igualmente a ella y a los demás colegas del proyecto Gea-Clío mi gratitud por lo que he
aprendido en su compañía. Todo ello muestra las ventajas del trabajo colaborativo...

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