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jueves, 22 de julio de 2021

FORMACIÓN PROFESIONAL IV

 

FORMACIÓN PROFESIONAL IV

 

                                                                         Por: Guillermo Fernando Cámara (guillofca)

 

 

ÍNDICE

 

GLOSARIO

 

INTRODUCCIÓN

 

APODERAMIENTO de las herramientas intelectuales, por parte de los que menos tienen, es el signo de los tiempos, es, incluso, el por venir, porque debemos transitar un par de décadas de genuina apropiación, sin dádivas a medio camino, sin excusas de ninguna naturaleza, sin medias tintas, sin segundas intenciones, sin frases grandilocuentes o eslóganes vaciados de contenido. Pero una cosa no invalida la otra, no colisiona con el empoderamiento socio-político, pueden desarrollarse juntos, plenamente, sin ningún tipo de antagonismos o trabas, porque ese es el camino al Desarrollo Sustentable, que no puede ser concebido sin Sustentabilidad Educativa, como explicamos en los otros tres libros de esta serie de cuatro sobre Formación Profesional, que viene a llenar un vacío, una brecha, un interregno de muchos años de falta de producción práctico-teórico. Por esas cuestiones de las causalidades ya se observa en los colegas de esta rama de la Educación un interés, por aportar a lo más necesario y esperemos que no se demoren las aplicaciones prácticas, porque urgen, porque se necesitaban el día anterior. En lo que nos toca debemos agradecer a los muchos que, sabiendo o no, aportaron a estos escritos, o, posibilitaron que los mismos se llevaran adelante en medio de “una pobreza franciscana”, como acostumbraba decir mi abuela materna. Que por otra parte es una buena forma de hacer las cosas. Pero se imponen los reconocimientos: En primer lugar a Neris Vigil, que no es otra que la abuelita de la que les relaté en estos libros, porque sin ella, sin ese toque y transferencia final, paradójicamente, en el final de su vida, no hubiese sido posible ese espíritu, para sobrellevar los contratiempos. Para Julia García de Moragues, hermana del que ustedes conocen como Diego Abad de Santillán, fundadora del sindicato de docentes de la Provincia de Santa Fe, quien pasara su vida trajinando con libros y vendiéndolos, con su Organización Editorial, que alguna vez me transfiriera, que se ocupó de “acomodar” algunas ideas descarriadas de este servidor un tanto duro de entendederas. Para mis tíos adoptivos la “Negra” y Rubén Greco, que supieron aportarme sus comentarios inteligentes a lo largo de la incubación de estos pensamientos, en las charlas en torno a la mesa. A mi madre Elsa Leda García, quien fuera mi principal contendiente, en clases de “esgrima intelectual”, en mi primer etapa de formación (ya llevo más de seis, para demostrar esa dureza que le decía). Para mi padre Guillermo Gregorio Cámara, que supo inculcar en el niño Guillermo, ese amor y respeto, por los conocimientos-valores. Para el PROFESOR Ricardo Ahumada, uno de los principales germanistas americanos, que supo poner en su lugar a un impertinente mozo, que rebozaba de conocimientos mal asentados y propiciara la correcta radicación de cada unos de ellos. Para la abnegación de la hija del padre fantasma y del abuelo ausente, que saben que tengo una deuda impagable, para con ellas. Para  “el Oso” Ramírez y  “el Ruso” Lucato, que perdieron su tiempo escuchando a un ignoto viajero y caminante. Para todos ellos y para los que seguramente me olvidé de mencionar es este APODERAMIENTO  DE APRESTAMIENTO.

 

 

POST-INTRODUCCIÓN

 

EL PROGRAMADOR

 

Este cuarto libro de la serie sobre Formación Profesional se dirige al estudio-investigación-diseño de programas educativos, en la inteligencia de la necesidad de la doble función de los DIRECTORES-PROGRAMADORES de las instituciones, en general y en particular, de los ubicados, directamente, en la relación Educación-Trabajo-Naturaleza. El programador es último escalón de la escalera profesional, de esta rama de la Educación, sin desmerecer a los que trabajan en gabinetes supra-institucionales, porque se encuentra en el lugar ideal, para ejercer lo teórico-práctico o práctico-teórico, como nos gusta definirlo en esta rama de la Educación. Es el que cumple funciones de vital importancia específica en los centros de formación profesional, pero, las grandes líneas, pueden ser aplicadas por cualquier persona, que se encuentre en posiciones similares o equivalentes, con la condición de considerar a sus lugares de trabajo, como verdaderos ORGANISMOS VIVIENTES INTELIGENTES de acuerdo a lo explicado a lo largo de los tres libros, o, cursos anteriores.

 

 

 

I.- HAMBRE Y AMBIENTE

 

1.- HAMBRE Y AMBIENTE, palabras parecidas, por la interrelación ya que un ambiente saludable debe eliminar el hambre y las variantes de este, la de justicia, de reconocimiento, de transferencia de conocimientos-valores, de equidad, de acceso a la tierra, de ejercicio pleno de su religión, generando el continuo de interrelación-integración, cosa que se encuentra muy alejada de los planteos actuales. Alguna secta puede creer que existe un escenario de hambre en el ambiente, desde sus miradas miopes de mentes unidireccionales pequeñas y mezquinas, ya que un escenario se monta y un ambiente obedece a distintas causas concurrentes. Es útil diferenciarlos en relación con la violencia escolar o social. La primera sigue el mismo camino que la segunda, tiene orígenes comunes, responde a la generalidad. En el caso del escenario se rige por la intencionalidad consciente de una persona o grupo. Es evidente la extrema gravedad de la primera, sin desmerecer a la segunda. En el ejemplo sobre el Centro de Formación Profesional que no debió ser, del libro I, de la serie de cuatro sobre el tema, tuve la oportunidad de asistir, en el mismo tiempo, a las tres reunidas en un mismo lugar. Al escenario se lo enfrenta con la denuncia pública, sin descuidar la judicial de ser necesario y de lo indicado anteriormente. Las otras dos solo dependen de la acción profesional inter y multidisciplinarias basadas en la regla explicada. Esto me hace acordar de una reflexión sobre el tema: Debo confesarles que, hasta hace algunos días, me encontraba un tanto preocupado, por los buenos muchachos, que me copian (a los que llamo no ronin en mis escritos, por los samurai que perdieron a sus señores, aunque bien puedo llamarlos mercenarios, al igual que a sus mandantes, distintos niveles de mercenarios), cuando repetía los dichos del General San Martín: "...en pelotas ( del original, pese a mi uso de la palabra: desnudos), como nuestros hermanos los indios...", pero ya se aproxima la primavera y me encuentro más tranquilo.

 

2.-En tiempos de crisis moral, de profunda raíz ética, donde nuestros dirigentes, de toda laya y pelaje, defienden corporaciones, se preocupan por incrementar sus negocios cuasi delictivos, o, francamente mafiosos, donde no se garantizan derechos elementales: Alimentación, Salud y Educación.  Donde, sobre esa realidad, se deja librado el trabajo a las reglas del mercado, aumentando la inequidad, porque se ampara en el más crudo y pernicioso individualismo, siguiendo el ejemplo de esos mismos líderes inescrupulosos y falaces, siempre es bueno volver a las fuentes en sintonía con el continuo de conocimientos-valores. Frente a ello debemos privilegiar el entramado de voluntades sociales y la familia, que es su elemento nuclear. Recordemos que la única forma de eliminar la ludopatía, es negarse al juego. En tiempos de crisis moral, de raíz profundamente ética, con el Estado ausente, sobre la misma base de origen, con apelaciones de nuestros máximos dirigentes a similitudes anacrónicas y totalmente encontradas, primero se comparan con San Martín y Belgrano y luego con Dorrego, degradado y expulsado por los primeros, por su in conducta, del Ejército del Norte, apelando a su última etapa, donde pasa de farolero a defender a los habitantes de las orillas, al menos de palabra, sin hechos concretos, que les queda de perlas, como dicen los españoles. Toda muerte es mala y repudiable, injustificable, pero elevar a figura mítica a un desmesurado terrateniente y militar de pocas luces, que no se puede comparar con personalidades como las del Chacho, Varela, López Jordán, Estanislao López y Güemes, de la misma corriente de pensamiento, rescatable, pero de tercera o cuarta línea, no solo es lamentable, sino que marca el delirio en el que nos toca vivir. En tiempos de crisis del continuo de conocimientos-valores, que registra una profunda raíz ética, SIEMPRE es bueno trabajar desde una perspectiva eco-lógica, sobre la problemática de la violencia en la escuela y su AMBIENTE. Debemos tener presente el testimonio vivo de nuestras comunidades de pueblos originarios, que, sin ser o pretenderse perfectos, mantienen la unidad, sobre una democracia participativa, muy parecida a la de los antiguos griegos. Por ello rechazan el imperio de banderías políticas, ya que lo fundamental es el bienestar del pueblo, de la común unidad, sin falsos orgullos individuales, pero con el genuino orgullo de ser y parecer, que solo se logra en comunión, en común unión con el tesoro intelectual-espiritual de las fuentes, que, por otra parte, dieron viabilidad a nuestro país en sus orígenes.

 

 

3.-En algunos momentos de su Historia los pueblos olvidan sus reglas, que son las que los sostienen, como tales. Generalmente, ese fenómeno se origina en una falta de capacidad de sus dirigentes en el sentido del continuo de conocimientos-valores. El ejemplo negativo se propaga, como epidemia en mentes afines. El abordaje de la problemática debe hacerse desde la inter y multidisciplina profesional y, necesariamente, desde lo espiritual. Las sociedades no piensan, pero sí lo hacen los integrantes, como simples individuos, tendiendo a la conformación de un entramado de voluntades, que en definitiva los mantiene unidos, funcionando como cura frente a la agresión epidémica de mentes dirigenciales enfermas, en la dirección, o, en línea con el ejemplo. En lo social, genéricamente hablando, la pérdida de prestigio, por deficiencia en la Formación Profesional (formación, capacitación y recapacitación en el sentido de la Educación Permanente), equivale en la misma medida a la de autoridad y esta en la de poder. Teniendo en cuenta al continuo de conocimientos-valores el origen sustentable de esa fuerza reside en lo espiritual, que no, necesariamente, es religioso. En mi caso, sin ser un ejemplo para nada, siempre, por mi especialización, desarrollé mi actividad en ambientes cuasi delictivos y violentos, aunque en algunos casos la palabra cuasi desaparece. La humildad es un valor que fortalece lo anterior. La firmeza el vehículo, el sentido común, que no puede dejar de encontrarse integrado al bien común es el objetivo y por ello nunca padecí el flagelo de la violencia y siempre pude colocar en su lugar al que no cumplía la norma, la regla, que es la columna de todo cuerpo social y es lo que se debe vigilar, reforzar y, en caso de ser necesario, reparar o cambiar. Al principio algunos piensan que un pacifista es un cobarde encubierto, luego notan la diferencia, más tarde o más temprano, todo depende de la capacidad de vuelo intelectual.

 

 

4.-En tiempos de crisis del continuo de conocimientos-valores, de

profunda raíz ética, donde existe una tendencia que privilegia la intención, por

sobre los hechos, incluso en la Historia, apelando a realidades aparentes, a lo

que pudo ser y no fue, por cualquier razón, siempre es bueno regresar a la regla

o norma, que es lo mismo que decir fuente. En ese sentido, les pido a los que se

encargan de la reconstrucción del entramado de voluntades sociales, que no

intenten forzar decisiones contrarias al imaginario social, colectivo, a la

cosmovisión y reglas internas de nuestros pueblos originarios. Que se comporten

como en un templo, con mucho respeto por el otro. Valoro, grandemente, el

esfuerzo que realizan, para mitigar el hambre más urgente de mis hermanos y debo

recordarles, que en todas las localidades, a lo largo y ancho del país pueden

encontrarlos, sobreviviendo en asentamientos precarios, de emergencia, casi

eterna, o, sin eufemismos: Villas Miserias. Incluso, en pueblos muy pequeños pude encontrarlos en algunas pocas casas de la periferia. Con solo aprender a mirar, sin bloqueos

mentales, lograrán su objetivo. Y solo me refiero a los que mantienen sus pautas

culturales, los otros, los que las perdieron, por presión de las instituciones,

igual son hermanos. El Chaco, Santiago del Estero y Formosa, sufren la

devastación de la codicia de mentes individualistas, pero lo mismo, en mayor o

menor grado, puede verse en todo el país. Es saludable que un socio privilegiado del no poder nos explique que la inteligencia interna sobre actividades legales, con su violación de la privacidad de los ciudadanos, es algo que siempre existió en nuestro país. Lo malo, insano o malsano, es que ningún integrante de la justicia lo investigue. Es llamativo como nos acostumbramos, paulatinamente, a la violación sistemática de nuestra legislación. Es más, si la Constitución es clara, respecto a la división de poderes, como puede pasar un pedido ilegal, concedido violando la base de nuestro sistema legal. No se trata solo de complicidades  conexas, o, por el motivo que sea. El tema es mucho más profundo y determinante ya que registra su origen en la distorsión o anulación del continuo de conocimientos-valores, residiendo en la mal formación de los dirigentes, que ilustra sobre la crisis moral, de remota raíz ética, que nos toca vivir, con sus correlatos en la violencia escolar y AMBIENTAL.

 

 

6.- Todos los pueblos originarios tienen muy desarrollada la capacidad de anticipación, a lo que no escapa nuestro continente. Alguno, con seguridad y pensamiento centro europeo, me puede decir que igual fueron conquistados. Pero no alcanzan a comprender la integralidad del asunto. Sabían que era inevitable, por la brecha tecnológica y la falta de comunión entre hermanos. Los pueblos, individualmente, ensayaron dos grandes políticas defensivas, pero comunes a todos, por esas cosas de las causalidades, por un lado, encargaron a los espíritus guerreros el retraso, humanamente posible, de la invasión, dada con variantes particulares, llegando, en algún caso, a la alianza con sectores menos virulentos de los agresores, como ejemplo podemos citar a la mal llamada civilización jesuítico-guaranítica y por el otro se preocuparon por esconder el tesoro intelectual-espiritual en el interior del alma originaria, o, india si lo prefieren. Durante siglos los blancos buscaron ese tesoro escondido, pensando que se trataba de oro y plata. Hoy sabemos que llegó el momento de mostrar el tesoro al mundo, en comunión, en común unión, con todos los habitantes de la tierra, porque resistimos y triunfamos a favor de la vida, siguiendo las reglas de la madre naturaleza. Todo llega a su tiempo y cada uno se deja engañar o no, según su real saber y entender, por ello es importante el continuo de conocimientos- valores. En el fondo es una cuestión de preparación intelectual-espiritual, que necesita equilibrio interno. En algún momento, mi hija, preocupada porque no podía tener esa percepción de su sangre, que yo le describía como la inestimable guía de mi parte originaria y africana, sobre la blanca, a pesar de mi aspecto externo europeo, me preguntó por lo que tenía que hacer, para lograr la comunión. Le contesté que lo primero se relacionaba con la eliminación del bloqueo, con el desamarre, que postulaba el sabio del cuento del corcel (Martes 25 de septiembre de 2007 "El corcel desamarrado"

Luis Hernández Navarro Andrés Aubry: el corcel desamarrado. Tenía 80 años de edad.

Venía de ver al médico. Andrés Aubry quería viajar en su vehículo hasta Vicam,

Sonora, para asistir al encuentro indígena. Regresaba a San Cristóbal de las

Casas. No alcanzó a llegar. Un tractocamión color azul se impactó de frente en

su camioneta tracker blanca. Andrés Aubry se encontraba en un momento de gran

productividad. Se había sobrepuesto al profundo dolor que le produjo la pérdida

de su compañera, Angélica Inda. Interlocutor privilegiado de la experiencia

autonómica zapatista, mantenía con sus dirigentes un diálogo fecundo. Su visión

sobre Chiapas había madurado.Su formación ortodoxa devino heterodoxa. Nacido en

Francia en 1927, estudió etnosociología en Beirut, Líbano, y sociología e

historia en París. Trabajó en su país de nacimiento, en Bélgica y España. Fue

asesor del Concilio Vaticano II, el Celam, la UNESCO y la Conai. Su encuentro

con Samuel Ruiz en Colombia fue fundamental para que se trasladara a vivir a

México. Llegó a Chiapas en 1973, año de la última inundación histórica de Jovel.

La catástrofe –dijo– le enseñó que esa entidad es un estado olvidado por la

naturaleza y por los hombres. Participó en el Congreso Nacional Indígena de 1974.

Fundó, junto a Jan Rus, el Instituto de Asesoría Antropológica para la Región

Maya AC (Inaremac). Junto con Angélica Inda editó 34 números del Boletín del

Archivo Diocesano de San Cristóbal de las Casas. Andrés Aubry fue,

simultáneamente, un intelectual de la otra Iglesia católica chiapaneca y del

mundo indígena. Acompañó la forja de la institución eclesial popular de Samuel

Ruiz en la diócesis de San Cristóbal, la formulación de la teología india y la

reconstitución de los pueblos originarios en Chiapas. Encontró en Bartolomé de

las Casas la matriz de su rebeldía. "La Iglesia latinoamericana –escribió–, como

la lucha indígena, tiene 500 años. En Chiapas nació rebelde porque el fundador

de la diócesis, fray Bartolomé de las Casas, fue condenado por el rey y la

Inquisición en 1570. ¿La razón? Entre muchas otras, pero la mayor: su tesis de

que la soberanía del continente es de los indios…"Este carácter dual lo acompañó

hasta su muerte. En la catedral de San Cristóbal se ofició una misa de cuerpo

presente. Sus restos fueron velados en el templo de San Nicolás, convertido en

capilla ardiente. Allí acudieron indígenas rebeldes de Oventic. Sobre el féretro

gris colocaron la bandera rojinegra del EZLN. Simultáneamente antropólogo,

historiador y geógrafo, apostó a la gestación de una nueva antropología que

procese la experiencia indígena. Una disciplina que sistematice sus

experiencias, teorice sus prácticas y recupere su saber, creando las condiciones

para reactivar la memoria colectiva. Encontró en la obra de Ferninand Braudel,

Edgar Morin, Inmanuel Wallerstein y Paulo Freire herramientas conceptuales para

emprender esta empresa. Crítico acérrimo de la academia tradicional, Aubry se

hizo alumno de los indios. Acusó a científicos sociales de realizar "despojo

intelectual" de los conocimientos y sabiduría de los pueblos a los que

"estudian", con fines totalmente ajenos a los de los propios pueblos."Sin

revolución de la academia –afirmó– es impensable otra ciencia social con

enfoques dictados por los de abajo, trabajados y procesados por ellos y en su

beneficio, no programada por las clases académicas del SNI, el Conacyt y otras

burocracias intelectuales, sino por los actores sociales, no objeto de estudio,

sino programadores de nuestros estudios." El experto habrá de realizar "un

encargo y un compromiso de dimensión comunitaria o intercomunitaria, rural o

urbana, donde investigará escuchando y resolverá investigando". Aubry escribió

regularmente en La Jornada. Su primer artículo, sobre la Convención Nacional

Democrática, realizada en la Selva chiapaneca, fue publicado en 1994. El último:

"Tierra, terruño, territorio", data de junio de 2007. En sus colaboraciones

analizó temas sobre los paramilitares, los desastres naturales en el Soconusco,

la Diócesis de San Cristóbal y sus sucesivos obispos, la iniciativa Cocopa y la

transformación de Chiapas de república bananera en república maquiladora. Más que

artículos de opinión, sus escritos son esclarecedores ensayos y testimonios

sobre la cuestión chiapaneca. Su redacción, siempre erudita, sufría para

ajustarse al tamaño requerido para un periódico diario. Nunca protestó por ello.

Su prosa estaba salpicada de términos e imágenes nacidas lo mismo del minucioso

trabajo en los archivos históricos que del castilla hablado en las antiguas

fincas. A fines de los años 70 coordinó el proyecto en el que jóvenes indígenas

recogieron los recuerdos revolucionarios de los viejos de Zinacantán y los

publicaron en tzotzil y español en "Cuando dejamos de ser aplastados". Su último

libro fue una polémica interpretación de la genealogía de su estado adoptivo:

Chiapas a contrapelo. Una agenda de trabajo para su historia en perspectiva

sistémica. En alguna ocasión, para explicar la importancia de los acuerdos de San

Andrés y la autonomía para los pueblos indios, recurrió a la imagen de un

corcel. Según su relato, un espléndido caballo tenía un único y embarazoso

problema: no podía correr. Su dueño gastó fortunas en consultar a especialistas.

Nada logró: seguía sin correr. Pero el mozo que lo cuidaba los miraba a todos

con una sonrisa de media burla. Desesperado, el amo le preguntó:–Si creés que

sabés, ¿por qué no hablás? ¿Qué decís que tiene?–¿De veras querés saber? –le

respondió el mozo.–¡Pos sí, ándale!–Pero es que no me vas a hacer caso –insistió

el cuidador.–Decímelo de una vez. Órale, es la vencida, decímelo –respingó el

patrón.–¿No ves, patrón? –dijo el mozo–. Lo que tiene este caballo es que está

amarrado. ¿Por qué no lo soltamos?...Al igual que el mozo del cuento, Andrés

Aubry pasará a la historia como el hombre que dedicó su vida a ayudar a

desamarrar las cuerdas que impiden que el corcel de la autonomía indígena corra,

reactivando la memoria histórica de los pueblos originarios. Periódicos: La Jornada Guerrero | La Jornada Jalisco | La Jornada Michoacán | La

Jornada Morelos | La Jornada de Oriente | La Jornada San Luis

Medios asociados: BBC Mundo | The Independent | Radio Nederland | Gara |

Página/12 | Clarín. Copyright © 1996-2007 DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V.

Todos los Derechos Reservados. Derechos de Autor 04-2005-011817321500-203.). Luego levantando la frente y para nuestro interior se debe repetir, mentalmente: ¡ Soy un indio ! (o negro, o, los dos), porque el eufemismo no es lo que nos agrede, lo que nos bloquea, pero en algunos casos encubre esa imposibilidad de asumir y asumirse. Luego,

 en comunión, en común unión con tus ancestros, notarás la naturalidad integral de tu pensamiento y acción. Y ello no es mágico, se logra trabajando a favor del tiempo, en relación al continuo de tiempo-naturaleza. De esa conjunción nació la frase tan actual: Todo indica que se termina..., porque es un proceso irreversible, pero debemos trabajar, para reparar el daño, que causa lo malsano, para que no sea muy profundo. Cuando el juego se presenta, como una necesidad suprema, que denota la enfermedad, apuntando al dominio de lo que no se puede dominar, siempre es bueno no entrar al juego. En ese sentido, en general, se observa un  reflejo acertado. En primer lugar no se entra en la provocación. En segundo lugar se ubican  los detalles. El riesgo institucional es muy grande y requiere de respuestas de alto vuelo, sin descuidar el detalle. Uno de esos detalles tiene que ver con llevar a los tribunales a los legisladores que, recientemente, violaron la Constitución, en lo que son reincidentes. En esas cosas SIEMPRE se debe ser firme y claro, en el camino de las fuentes...

https://drive.google.com/file/d/17G5PE0H8-pMsYiPeDaTtkR2qo7Id3dRX/view

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