"...Nuestro propósito parte de una reflexión que reconoce resonancias anteriores en
otro artículo1
, y como parte de un mismo movimiento, busca visibilizar las
posibilidades y potencialidades de pensar y elaborar un diseño de enseñanza
"desde" la antropología.
Nos proponemos entonces, en las siguientes páginas mirar, interpelar y
desnaturalizar aquellas situaciones de enseñanza que ponemos en práctica y, que
por cotidianas, aparecen como inmodificables. Miraremos la práctica para
transformar, para lograr la apropiación y construcción de conocimiento
antropológico en el aula.
Docentes- investigadores: problematizando el qué y el cómo.
A partir de nuestra propia experiencia docente en las escuelas secundarias,
podemos afirmar que los aportes que brinda la disciplina, en el momento de
diseñar un proyecto didáctico, no sólo son fundamentales sino que despliegan una
mirada particular, la mayoría de las veces, disruptiva, en relación a la construcción
del conocimiento en el aula. Ya sabemos, que como docentes de la escuela
secundaria, no “damos” antropología2
, como materia o disciplina específica,
“damos” Ciencias Sociales, Sociología, Proyecto de Investigación en Ciencias
Sociales, Trabajo y Ciudadanía, Política y Ciudadanía, Construcción de la
Ciudadanía, Educación Cívica, entre otras. Es decir, que no enseñamos
antropología sino, enseñamos desde la antropología, desde una perspectiva
antropológica, que mucho tiene para decir sobre las Ciencias Sociales en general,
y cuyos núcleos problemáticos son transversales a la mayoría de los contenidos
curriculares del área de las Ciencias Sociales y Humanidades. Consideramos que
este no es el único plus que un profesor/ra de Antropología posee sino que se le
suma la formación como investigadores, que nos da la posibilidad de emular los
modos en que el conocimiento disciplinar se construye, en el diseño de la
propuesta didáctica y su puesta en acción. La producción de conocimiento
antropológico, como una producción, situada, contextuada, relacional,
intersubjetiva, centrada en el sujeto, nos guía, no sólo, para realizar una
fundamentación teórico conceptual de los contenidos a enseñar, desde un
posicionamiento crítico y desnaturalizador de las relaciones sociales, sino que nos
increpa para generar ese mismo tipo de conocimiento en el aula. A modo de
ejemplo, podemos estar dando una clase de Ciencias Sociales desde una mirada
crítica y cuestionadora, pero en la clase lo que hacemos es reproducir los modelos
tradicionales de enseñanza (fáctica, expositiva, reproductora). Es esta intersección
entre los “contenidos” críticos (disciplinares) y la “forma” de producción de
conocimiento en el aula, lo que muchas veces entra en cortocircuito o tensión.
Desde esta perspectiva, podemos sostener que las diferentes disciplinas de las
Ciencias Sociales que se constituyeron en la segunda mitad del siglo XIX lo
hicieron a partir de un único eje articulador: la idea de modernidad..."
https://cdsa.aacademica.org/000-081/1745.pdf
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