DIVERSIDAD NATURAL Y HUMANA
Las Ciencias
Sociales, en general y las Ciencias de la Educación, en
particular, difieren
notablemente de las Ciencias Exactas y
Naturales (en algunos
momentos nos referimos a estas últimas como
Ciencias Duras),
porque las primeras estudian al hombre y su relación
con otros hombres y
el entorno o naturaleza. Basta decir que no se
puede efectuar
experimentos Sociales controlados (como en Ciencias
Exactas y Naturales,
que se realizan en un laboratorio en condiciones
de máxima
esterilización e incontaminación), por la naturaleza
impredecible del
hombre mismo, la dinámica esencialmente diferente de
sus grupos, su
tendencia a la configuración de naciones, con
características
propias, que las distinguen de las otras. Incluso el
efecto de la
Naturaleza, sobre estos grupos y naciones, aunque sea
esencialmente igual,
opera, generalmente, con efectos diferenciados
sobre los grupos
humanos (Como ejemplo de esto último podemos tratar
el efecto de los
desiertos, áridos, secos y de altas temperaturas, en
las que se
desarrollan civilizaciones diferentes y lo mismo ocurre en
selvas, húmedas y con
altas temperaturas). La Naturaleza es un
condicionante de la
actividad humana, que no opera de la misma forma
con todos los grupos,
porque estos responden a interrelaciones entre
sus miembros que no
se establecen de la misma forma. Algunos sienten
el efecto de la
Naturaleza y sobreviven, como los pueblos nómades y
recolectores y otros
construyen grandes civilizaciones.
Las mismas
construcciones humanas intelectuales, mantienen
dinámicas diferentes
y originales. Por ese motivo, porque el ser
humano es único e
irrepetible (en el supuesto caso de la clonación
humana, los clones
resultarán diferentes, si se encuentran en medios
naturales o
intelectuales diferentes, incluso en su evolución en un
mismo lugar pueden
presentar evoluciones diferentes, porque la más
mínima variación los
afectaría, tornándolos en seres diferenciados),
no se puede tratar
estas cuestiones de una misma manera, usando
fórmulas y repitiendo
los procedimientos con nuestros grupos de
alumnos, incluso entre los mismos integrantes de un grupo. De estas
cosas tratamos en
este trabajo, reconociendo que existen constantes
vinculadas con
nuestras propias construcciones intelectuales, como
docentes, en relación
con la dirección que pretendemos en nuestra
Conducción del
Aprendizaje. Vale decir que la Didáctica y el conjunto
de técnicas que ella
nos aporta, puede considerarse una constante,
pero no debemos
esperar idénticas reacciones a la aplicación de las
mismas. Otra
constante que debemos tener en cuenta es la Opinión
Pública y la Opinión
Publicada, que opera sobre ella, pero solo en
nuestra propia
realización intelectual (lo constante, es el interés
que debemos demostrar
en integrarla, como una apoyatura de nuestro
trabajo), teniendo en
cuenta que ella cambia, constantemente, aunque
no alcancemos a
percibir más que una ligera diferencia. En resumen,
nosotros no podemos,
ni debemos repetirnos, o, repetir nuestros
presupuestos
intelectuales, en relación con nuestros alumnos. (pág. 14; 15 y 16)
Fotografia tomada de (con nuestro agradecimiento)
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