PALIMPSESTO
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¿El medio ambiente incide en la formación cultural?
"...Más
bien, la génesis de la contradicción se encuentra en la distinción
cualitativa que Steward hace de dos tipos de rasgos. Tendríamos, en
primer lugar, aquellos vinculados al núcleo cultural que resultan
afectados directamente por el medio ambiente.
En segunda instancia, hallaríamos un conjunto de “rasgos secundarios determinados en gran medida por factores puramente histórico culturales –bien por innovaciones al azar bien por difusión– y que dan una apariencia externa distintiva a culturas con núcleos culturales semejantes” (1955, 37). Ahora bien, si se considera que existe una interdependencia funcional, como Steward y White afirman, entre todos los rasgos de una cultura, será preciso concluir que, cualquier rasgo, por secundario que sea, podrá afectar a otros. De ser así, rasgos modelados por el ambiente serían condicionados por factores histórico culturales en la misma medida en que rasgos determinados por procesos culturales resultarían condicionados por el entorno ambiental. O dicho más claramente, resulta inconsistente mantener simultáneamente la interdependencia funcional y la existencia de un núcleo cultural..."
ECOLOGÍA CULTURAL
Y ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA
P e d r o To m é M a r t í n
Ver y descargar de forma gratuita en https://antroporecursos.files.wordpress.com/2009/03/tome-p-2005-ecologia-cultural-y-antropologia-economica.pdf
En segunda instancia, hallaríamos un conjunto de “rasgos secundarios determinados en gran medida por factores puramente histórico culturales –bien por innovaciones al azar bien por difusión– y que dan una apariencia externa distintiva a culturas con núcleos culturales semejantes” (1955, 37). Ahora bien, si se considera que existe una interdependencia funcional, como Steward y White afirman, entre todos los rasgos de una cultura, será preciso concluir que, cualquier rasgo, por secundario que sea, podrá afectar a otros. De ser así, rasgos modelados por el ambiente serían condicionados por factores histórico culturales en la misma medida en que rasgos determinados por procesos culturales resultarían condicionados por el entorno ambiental. O dicho más claramente, resulta inconsistente mantener simultáneamente la interdependencia funcional y la existencia de un núcleo cultural..."
ECOLOGÍA CULTURAL
Y ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA
P e d r o To m é M a r t í n
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De ciudades pequeñas a ciudades intermedias
"...En
este punto se referencian los rasgos propios de la urbanización
latinoamericana que se presentan como condicionantes de la forma en
que estas ciudades se vinculan con las redes mundiales y regionales,
pero fundamentalmente con las redes urbanas de sus propios países.
Se plantea entonces el interrogante respecto a si la reorganización
territorial en curso consiste solamente en el reforzamiento de la
tradicional funcionalidad de las ciudades principales o si, por el
contrario, se estarían produciendo nuevas posibilidades para las
ciudades de menores dimensiones, caracterizadas como intermedias.
Ese es el objetivo del apartado cuarto, mostrando los datos para el
caso de las ciudades argentinas. En él se plantea también la
tensión entre la tendencia forjada históricamente hacia la
concentración geográfica de las actividades socioeconómicas en la
metrópolis de Buenos Aires y otras tendencias, un tanto más
recientes, hacia la dispersión. Por un lado, los datos de la década
de los años noventa parecen apuntar hacia el mantenimiento de la
concentración, mientras que otras evidencias empíricas e
investigaciones recientes parecen mostrar que a la par del
reforzamiento del papel de la Ciudad de Buenos Aires como economía
de servicios avanzados, también se estarían produciendo nuevas
oportunidades para las ciudades intermedias, en una suerte de una
mayor especialización funcional del territorio, de acuerdo con los
trabajos de Duranton (2002) y Duranton y Puga (2001, 2004). Como se
explicará con más detalle durante el desarrollo del trabajo,
adelantamos aquí que por ciudades intermedias se entienden a
aquellas cuya dimensión oscila entre los cincuenta mil y un millón
de habitantes..."
Globalización
y ciudades en América Latina. ¿Es el turno de las ciudades
intermedias en la Argentina?
Natalia
Usach (•)
(CONICET Argentina; Universidad de Alcalá)
Ruben Garrido Yserte (••)
(Universidad de Alcalá)
(CONICET Argentina; Universidad de Alcalá)
Ruben Garrido Yserte (••)
(Universidad de Alcalá)
Ver completo en http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-37272009000200001&script=sci_arttext
Los Nómadas
Nos
llaman
extranjeros,
locos, outsiders, nómadas.
Nos
miran con pena.
Nadie
entiende
por
qué nos vamos voluntariamente de casa.
Podríamos
quedarnos,
pero
no.
Ojo. Algo
de razón tienen.
No
es lógica ni conveniente
nuestra
manía new age
de
abandonar los sofás cómodos de pertenecer
por
dos alas que viajan
sin
terruño ni destino.
Decime:
¿Quién,
en su sano juicio,
reemplazaría
los abrazos tibios de mamá
por
las manos transpiradas de un vendedor en Bangkok?
¿Quién,
con dos dedos de frente,
entregaría
los días seguros y previsibles
para
recluirse en colchones sucios de un hostel barato?
No
te confundas.
Vos
y yo estamos hechos de lo mismo.
A
los desarraigados
nos
crecen las pérdidas y los agujeros.
Y
daríamos lo que sea
por
el calor del útero
otra
vez,
por
la sábana limpia,
los
asados,
la
palabra amiga y el café.
Pero
suspendemos todo
con
tal de incluir al universo entero en la familia.
No
partimos para destruir lo ganado.
Nos
movemos para dejarle clarito
al
ñato que nos mira en el espejo
-y
solo a él-
que
amamos los principios
que
nos enloquecen las historias
y
que nos aterra morirnos un día
sin cantarle
al mundo
la canción
que nos arrolla por dentro.
Los
nómadas no renunciamos a un techo,
sino
a una definición antigua del paraíso
que
deja a medio planeta por fuera.
Si
te arrimás al fogón
de
cualquier grupo de viajeros
los
vas a escuchar.
Nosotros,
los caminantes sin reloj
nos
dividimos la piel en países
ante
todo
porque
amamos regresar al hogar perdido
de
ser nosotros mismos.
______________________________________________________________
Este
post pertenece a Inspiramundo
Blog
de Coaching, Escritura, Pasión y Trabajo
Tomado
de http://inspiramundo.com/nosotros-los-nomadas/
Si
pensamos que vivir en un nudo de caminos, que se construyó sobre un
valle fértil y verde en medio de un desierto desde hace más de cien
años (aunque es mucho más prudente decir que los inicios se
remontan a varios milenios si contamos con los caminos ancestrales
originarios, porque las civilizaciones se reproducen en ambientes
propicios y todas ellas creen ser las primeras) llegaríamos a la
conclusión errónea que los habitantes de ese lugar son abiertos y
flexibles, permeables a las múltiples variables culturales que
transitan por esos mismos caminos. Por el contrario, la inflexible
pretensión de ser los primeros los lleva a intentar borrar todo
posible vestigio de los habitantes anteriores, aunque ellos tengan,
en algunos individuos, una innegable pertenencia con lo ancestral.
Los nuevos colonos se harán llamar pioneros y ello será
determinante para las generaciones que sigan, intentando moldear una
sociedad a sus necesidades de grupo social, castigando toda posible
confrontación con el modelo o con los estereotipos formados en los
últimos años. En tal caso, las variables culturales que fluyen por
los caminos son solo eso, variables que fluyen, pero que no pueden ni
deben detenerse en los meandros de esa masa que transita por las
riveras, que se considera ajena y perniciosa (para los pioneros y sus
descendientes), basados en su intento de mantener un estatus
congelado en supuestas realidades de supremacía.
Desde
siempre la transferencia cultural se realizó, como es normal, por
medio de la familia y se consolidó por las instituciones educativas,
lo que obligó a una farsa respecto a la sujeción de los pioneros a
normas y leyes que en realidad rechazan, como solo pueden hacerlo
aquellos a los que no les conviene aceptar el desmedro de una
supremacía que creyeron construir con sacrificio con el paso del
tiempo, olvidando los indudables favores y facilidades obtenidas
desde el poder del Estado, cuando ese poder se reflejaba en los
territorios. Es dable observar que esas clases, con aspiraciones de
castas, con el paso del tiempo se transforman en elementos
parasitarios, que siguen necesitando de los favores del mismo Estado,
para mantenerse y con el que mantienen una especie de toma y daca
fraudulento, lo que consolida la creencia en la ineficacia de los
mismos poderes del Estado para sujetarlos a una realidad o a un deber
ser democrático, donde las leyes son para todos por igual. Según
esa forma de pensar, los nuevos habitantes deben comulgar con los
estereotipos, para seguir insertos en esa sociedad, que puede o no
promoverlos a instancias superiores teniendo en cuenta las calidades
de los descendientes de los pioneros, con lo cual la cosmovisión de
los recién llegados se fundirá con la de los pioneros, motorizada
por esa necesidad de pertenecer.
Es
sabido que los habitantes de pueblos y ciudades pequeñas no terminan
de engañarse sobre las realidades de las tendencias de los estados
en los cuales se encuentran comprendidos y vislumbran las necesidades
de seguirlas, para no perder posiciones en relación con lo
establecido de esa manera que demostramos. Nadie quiere perderse las
bondades del porvenir de las futuras ciudades intermedias, aunque no
se haya logrado llegar a ese sitio, justamente por los estereotipos.
Con lo que pueden desatarse rivalidades entre ciudades pequeñas y
pueblos, con la intención de lograr el objetivo de llegar a formar
parte de ciudades intermedias, cuando lo correcto sería la
colaboración, impera la intolerancia, la discriminación, la burla y
la necesidad de magnificar los posibles aspectos negativos de unos y
de otros. Cosa que es tomada como una especie de folclore moderno, si
me permiten la expresión, destinado a mantener posiciones de unos y
de otros en materia social. En otras palabras, más que un ancla los
estereotipos se transforman en un lastre, que las mantiene sujetas a
realidades que no les permiten despegar de posiciones que serán
perniciosas en un futuro muy próximo, que verán las próximas
generaciones y que llegarán a padecer las actuales, en el caso que
no logren salir de esas enfermizas realidades virtuales.
Ni
hablar de los contratiempos que puede padecer un nómada, que se haya
detenido, por un breve tiempo a tomar impulso, en una de estas
calderas humanas tan afectas a catalogar a lo diferente, como
agresivo o enemigo del mantenimiento de posiciones irreales y
fantasiosas. Es muy posible que se intente demostrar que el mismo
confronta a todo un grupo con oscuras intenciones no santas, o que es
un loco que no mide las dimensiones de grandeza de ese mismo grupo,
aunque las intenciones sean mas humildes y modestas, solo basadas en
el real deber ser profesional y en las leyes que supimos conseguir,
como humanidad y como nación. Es posible que tampoco crean, lo que
les dice desde su llegada el nómada, sobre su nomadismo y se
desvivan en intrigas o en detectar posibles intrigas del que se
encuentra solo y hace lo que le indica su deber ser profesional en
relación con las leyes, que se habituó a respetar desde la niñez,
porque no fue criado en la necesidad enfermiza de violarlas, sin
pretender quedarse o aspirar a posibles promociones dentro de esa
sociedad desequilibrada en realidades virtuales.
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