Para evitar esas molestas confusiones de los que no leen, se pueden descargar el libro en Revés Histórico y evitar decir tonterías, con solo leer su introducción (son pocas páginas). Y más adelante tienen ejemplos en la Historia, hasta la actualidad y al final una cita pedagógica. Al respecto, recuerdo lo molestos que se ponían con mí lentitud y ellos nunca se dieron cuenta y, por el contrario, usaban esa lentitud, cómo ejemplo de locura.
Édouard Jourdain
TEORÍA Y ENSAYO
Andrés Tejada Gómez
El siglo XIX ha sido matriz de profundas reflexiones políticas que todavía persisten en nuestra contemporaneidad. Esquirlas del pasado, tal vez aturdidas por sus mutaciones, pero manifestando todavía sus puntos centrales. Una lista apresurada no puede dejar de lado el socialismo utópico, el liberalismo no sólo en su faz económica, el incipiente nacionalismo, el marxismo y la más arriesgada de las propuestas: el anarquismo. A lo largo de la historia de nuestra especie podemos toparnos con diversos antecedentes de estimulante espíritu ácrata: la escuela cínica iniciada por Antístenes, continuada por Diógenes de Sinope; el núcleo de los primeros cristianos de iglesias disidentes que tiene como representantes a San Jéronimo, Tertuliano, Lactancio. No se puede dejar de mencionar como piedra fundamental a Étienne de La Boétie y su Discurso de la servidumbre voluntaria o las intuiciones no sistematizadas de William Godwin. Cada uno de ellos ha bosquejado, a partir de sus robustos textos, líneas que anticipan el esquema urdido por el anarquismo. Resplandores de nociones ético-políticas que todavía iluminan la oscuridad de nuestra limitada acción política.
Ahora es el turno de Édouard Jourdain, un correcto doctor que imparte sus clases en la École des Hautes Études en Sciences Sociales. Su texto se configura como un modesto manual titulado El anarquismo, una oportuna guía para lectores que no tienen vínculo con el —injustamente— estigmatizado anarquismo. La intención es loable. Sin embargo, es difícil no observar ciertas dificultades de la empresa. Se intenta aquí realizar una introducción a los más relevantes pensadores de la tradición, arriesgando hipótesis y esbozando minúsculas biografías de los autores involucrados, pero las escuetas doscientas páginas que tiene la edición en castellano ofrecen una propuesta limitada. ¿Cómo se puede comprimir “vida y obra” de Proudhon, Bakunin, Kropotkin, Stirner, Clastres, Ellul y Castoriadis? Además, por supuesto, de explicar las diferentes ramificaciones, luchas internas, diferencias que ha tenido “la idea” a lo largo de su historia. La exposición es acaso demasiado esquemática y a veces resulta excesivamente condescendiente con el lector. Más que un ensayo que asume riesgos, el texto se acomoda con cierta simpleza dentro del formato del paper académico. Es ese el punto donde parece perder vitalidad —la vitalidad que su objeto de estudio respira con brío— y cae en descuidos. Por otro lado, sí se puede resaltar como un acierto su intención de bucear en las tendencias que podríamos denominar “post-anarquistas”, expresadas por activistas como Murray Bookchin o Hakim Bey.
Hay otros manuales sobre anarquismo y tal vez logren un resultado más poderoso: El anarquismo, de Daniel Guérin; Los anarquistas, de Irving L. Horowitz; Pequeño léxico filosófico del anarquismo. De Proudhon a Deleuze, de Daniel Colson; Políticas del rebelde, de Michel Onfray y hasta Del socialismo utópico al anarquismo, de Félix García Moriyón. Ninguno de ellos, por otra parte, tiene el honor de estar precedido, como es el caso de este de Jourdain, por un prólogo de Christian Ferrer, que todavía se atreve a considerar a los anarquistas como aquellos que “habían venido a escribir el epitafio de nuestra sociedad”. Ojalá vuelvan.
Édouard Jourdain, El anarquismo, traducción de Hernán Díaz, Paidós, 2014, 196 págs.
Descarga: ‘El Anarquismo’, de Édouard Jourdain. EN REVÉS HISTÓRICO
https://drive.google.com/file/d/1MrrE3y2hRhu7LbIDPhjID28J15bFXMJ-/view?usp=drivesdk
El libro de Édouard Jourdain es un homenaje a la diversidad y versatilidad del anarquismo, desde sus inicios, cuando Pierre-Joseph Proudhon, Mijail Bakunin y Piotr Kropotkin sentaron sus fundamentos antiautoritarios. Por entonces, y raudamente, se desplegaron varias corrientes de acción que enfatizaron, cada una a su manera, aristas distintas: el mutualismo, el colectivismo, el amor libre, la preocupación por la suerte de la naturaleza, el vegetarianismo, el sindicalismo, el individualismo, la religiosidad sin iglesias establecidas, el espontaneísmo, la emancipación femenina, la moral sin dogmas, las comunas experimentales y algunos otros desafíos que en su tiempo parecieron arriesgados.
Jourdain acentúa también la aptitud del anarquismo para influir sobre personas, ideas y agrupaciones, incluso multitudes, que no necesariamente se definían ácratas pero que se sintieron 'llamadas' a simpatizar con esos principios o a reconsiderar sus propias convicciones. En todos los casos el poder jerárquico fue considerado catástrofe humana, enemigo de vidas que podrían haber sido menos hostigadas, más felices.
ALGO MÁS PROFUNDO
Anarquismo
¿En qué consiste el anarquismo?
El término anarquismo define un sistema social, político y económico que defiende el poder y capacidad de decisión individual. Elimina la figura de estado o gobierno, del mismo modo, rechaza las jerarquías y los estratos sociales. El anarquismo expone que el sistema tradicional impone en cuanto a la toma decisiones, pues, sólo una minoría está realmente de acuerdo con estas.
En este sentido, uno de los principios sobre los que se basa el anarquismo se halla en libertad individual. Este movimiento e ideología se opone rotundamente a la figura de autoridad y al poder como elemento de dominación y opresión. Por su parte, apoya la formación de individuos con criterio y pensamiento propio, seres racionales que logren defender sus ideales. Se aferra a la idea de sociedad y su convivencia puede ser regida únicamente por la voluntad y la razón.
Ahora bien, esta forma de sistema se originó bajo una propuesta encabezada por el inglés William Godwin. Este político y filósofo, se encontró durante el siglo XIX en la búsqueda de un sistema político y económico con principios totalmente distintos al capitalismo. Pretendía una clase de sistema que respondiera a las necesidades individuales de cada persona que forma parte de la sociedad. Por otro lado, en la actualidad el concepto de anarquismo se asocia al desorden, caos, oposición o ausencia de reglas.
Características del anarquismo
Para comprender mejor en qué consiste el anarquismo, veamos qué aspectos le caracterizan:
Se considera un sistema libre y autónomo.
No posee sistema de gobierno, no existe la figura de estado, partido o poder político.
Defiende la igualdad social, se opone a las jerarquías y estratificaciones.
El anarquismo se basa en educación de calidad y de libre pensamiento.
El conocimiento es fundamental para el ser individual, se considera dentro del anarquismo un elemento de libertad.
Se rige bajo el individualismo colectivo, pues, toda persona es capaz de valerse por sí misma sin la necesidad de una figura de gobierno o autoridad.
Principios de este sistema social, político y económico
Los principios en los que se basa el anarquismo son los siguientes:
Libertad: El anarquismo considera que los sistemas de gobierno, estado o autoridad, son ideas antinaturales. Defiende que la naturaleza humana se halla en la libertad de elegir y decidir bajo el razonamiento de cada individuo. Asimismo, expone que el ser humano es corrompido por el sistema social y que sin este, su naturaleza sería compasiva y bondadosa.
Igualdad: Este principio se opone al poder de un individuo sobre otros. Pretende la igualdad de condiciones y de la toma de decisiones, el ser individual participa a la par con sus iguales. Las jerarquías o cualquier sistema similar es rechazado por el anarquismo, pues se consideran rotos, frágiles y corrompibles.
Solidaridad: Este principio respalda la idea de un individuo social, humano, compasivo y cooperativo. Entiende las necesidades de carácter individual y colectivas, así como también comprende bajo la razón su papel ante estas. Se presenta un interés y necesidad de apoyar a quienes se encuentran en el entorno, un acto natural dado por socializar.
Símbolo
El más conocido se encuentra formado por la letra en mayúscula ‘A’ encerrada por un círculo. Esta representa la letra inicial de la palabra anarquía o anarquismo pues en la mayoría de idiomas es la letra inicial de la palabra. Por su parte, el círculo que le rodea hace referencia a la unidad, determinación, orden y equilibrio. En este sentido, el símbolo de anarquía define la máxima de “Anarquía es orden”. Por lo general es ubicado sobre un fondo negro debido a que este color es incorruptible, no es posible que se ensucie ni se manche.
Ejemplos de anarquismo
La revolución manjnovista fue un movimiento anarquista durante la guerra civil rusa en 1917.
La rebelión de Baja California en el año 1911 fue un movimiento militar anarquista.
En Chicago de Estados Unidos para el año 1886 ocurrió una serie de protestas de carácter anarquista llamada revuelta de Haymarket.
En 1919 en Argentina ocurrió un suceso titulado “la semana trágica”. Se consideró un movimiento anarquista presidido por obreros.
En 1929 un territorio coreano tomó riendas bajo el anarquismo y se organizó política, económica y militarmente. Se le llamó a este lugar “Provincia libre de Shinmin”.
"...Armados de un escepticismo radical, los nuevos movimientos no retoman
abiertamente las posiciones del anarquismo clásico –en la mayoría de los casos ni
siquiera las conocen- pero, igual que éste, le apuestan a la autonomía, es decir a la
acción directa y a formas organizacionales reticulares, es decir federalistas. Actúan aquí
y ahora con la idea de que todos tenemos la responsabilidad y también la capacidad de
hacer las cosas nosotros mismos.
Igualmente significativo es que las nuevas expresiones del antagonismo social no
buscan mediaciones, ni representación. Es el caso de los Caracoles zapatistas de
Chiapas que pasan directamente a la creación de otra sociedad, al margen del Estado y
del Capital.17 Lo mismo sucede en algunas comunidades indígenas de Oaxaca en donde
“no se conoce la palabra anarquismo, pero éste se practica en la vida comunitaria y en el
tequio”.18..."
Conceptos
y fenómenos
fundamentales
de nuestro
tiempo
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES
¿ES ACTUAL EL ANARQUISMO?
CLAUDIO ALBERTANI
Septiembre 2007
La pedagogía de los caracoles
Chiapas y el sistema educativo Rebelde Zapatista de Liberación Nacional
Autores: Milagro Obando Arias
Localización: Ensayos Pedagógicos, ISSN-e 2215-3330, ISSN 1659-0104, Vol. 8, Nº. 2, 2013, págs. 67-89
Idioma: español
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Resumen
Este artículo expone las premisas que conforman, actualmente, el sistema educativo que se viene gestando, desde 1996, en las comunidades Zapatistas, indígenas y autónomas de Chiapas, en el sureste mexicano. Como propuesta curricular, el Sistema Educativo Rebelde Zapatista, en Chiapas, responde a un proyecto determinado de sociedad civil, y una específica visión de ser humano. Para encontrar estos fundamentos, es necesario revisar las movilizaciones que se han gestado a lo largo de veinte años de luchas, acciones y transformaciones de esta sociedad. Una sociedad que se ha declarado, así misma, autónoma con respecto al gobierno federal de México. La importancia pedagógica de analizar este tipo de experiencias, radica en la posibilidad de construir propuestas educativas desde y para nuestra realidad geopolítica. Asimismo, en la necesidad de conocer pedagogías alternas y diversas, bajo un enfoque crítico.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5409441
La Pedagogía del Caracol. Una rebelión a favor de la lentitud
Pedagogy of the Snail: A rebellion in favour of slowness
Silvia Sánchez-Serrano
DOI: https://doi.org/10.22550/REP79-2-2021-03
Artículo completo (ESPAÑOL)Full paper (ENGLISH)
Acceso abierto
RESUMENREFERENCIASAUTORESMÉTRICAS
Diversos estudios ponen de manifiesto que la sociedad occidental está sometida a una anormal velocidad. Paradójicamente, disponemos de numerosas herramientas para gestionar y economizar nuestro tiempo y, sin embargo, cada vez carecemos más de él. Ante este clima de vertiginosidad surgen movimientos que pretenden rebelarse contra la aceleración, como el denominado «movimiento por la lentitud». El ámbito educativo no es ajeno a esta problemática y también desde él surgen iniciativas y propuestas pedagógicas que tratan de combatir este acelerado ritmo desde la escuela, como la denominada «educación lenta». A partir del estudio realizado en Italia sobre la Pedagogia della Lumaca, se pretende desarrollar el pensamiento pedagógico de su ideólogo, el maestro Gianfranco Zavalloni, a través de la identificación de los que fueron los referentes para la configuración de su propuesta educativa, conocida en España como la «Pedagogía del Caracol». A su vez, se tratará de desvelar cómo podría ser definida tal propuesta, identificar los principios sobre los que se sustentaría, y enunciar algunas de sus finalidades educativas. Tal estudio se ha llevado a cabo desde una metodología de corte cualitativo, a través de técnicas, como la revisión bibliográfica y documental de las obras del maestro Zavalloni, así como de diversas entrevistas a su entorno personal y profesional. A la luz de los datos obtenidos, cabe afirmar que, más que un enfoque, un modelo pedagógico o una metodología, la Pedagogía del Caracol resulta ser una corriente pedagógica a partir de la cual se puede configurar un método educativo desde una mirada paidocéntrica. La Pedagogía del Caracol, al igual que la educación lenta, tendría entre sus finalidades enmarcar a aquellas pedagogías que valorizan el tiempo en la educación y persiguen dotar a los niños y a las niñas de las habilidades y los valores necesarios para ser dueños y dueñas de su tiempo.
https://revistadepedagogia.org/lxxix/n-o-279/la-pedagogia-del-caracol-una-rebelion-a-favor-de-la-lentitud/101400087766/
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