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miércoles, 1 de marzo de 2023

VOLVER A LOS ARCHIVOS

"...Fue el historiador de la educación, Pablo Pineau (2020) quien lo dejó más claro: “Hay que volver a los archivos”, “jamás se nos ocurrió buscar esto”, contestó en una entrevista cuando le preguntaron sobre qué había pasado con y en las escuelas cuando llegaron las epidemias[4]. Y al escucharlo corroboraba una conocida frase entre historiadores: se va al pasado con las preguntas del presente… Porque es desde el presente que se escribe la historia.

En este presente, la angustia por la ausencia del contacto con los cuerpos, la imposibilidad del encuentro con los otros en el espacio del aula y el edificio de la escuela, hace que resignifiquemos lo que implica el encuentro educativo. 

Si el futuro siempre se presentó como incierto, dicha incertidumbre es mayor hoy en día, porque el presente se ha vuelto más incierto que nunca. No podemos saber cómo será la vuelta a clase –aunque ya se esté proyectando– ni cuál será el impacto que dejará la pandemia. Pero sí podemos pensar, proyectar, imaginar qué es lo es imprescindible sostener de las experiencias educativas del pasado. Y frente a los detractores de que la escuela no sirve más, pensando en su reemplazo por otras formas de enseñar y aprender, más virtualizadas e impersonales, la experiencia pasada y presente nos invita a advertir que no podemos vivir sin escuelas. O al menos muches no queremos vivir sin escuelas.

¿Por qué sostener la escuela cuando esta parece ceder terreno frente a los medios de comunicación, frente a internet? Y más frente a la posibilidad de seguir “haciendo escuela” por medio de la virtualidad, a través de diferentes plataformas destinadas a ello.

Este presente nos invita a hacer visibles aspectos que existían pero que no nos deteníamos tanto a mirar y la experiencia que estamos viviendo nos invita a ver, o a pensarlo mucho más profundamente para resignificar experiencias del pasado. Son tiempos en que pasamos a mirar con otros ojos la escuela. Lo que nos lleva también a visibilizar, valorar, rescatar aspectos que tal vez, por su cotidianeidad, los pasábamos por alto o no los valorábamos tanto porque se nos presentaban naturalizados.

¿Qué queda de la escuela? ¿Cómo sostenemos lo escolar? Y sobre todo, ¿cuál es la escuela que tenemos que sostener? ¿Qué estamos entendiendo por educación cada une de les docentes que estamos frente a una pantalla o entregando cuadernillos, pensando en qué darles y cómo darles algo a nuestres estudiantes? ¿Qué continuidad pedagógica estamos sosteniendo? Se nos está moviendo un paradigma educativo que viene armándose desde hace siglos, leí hace unos días. El ser docente y el ser alumne también, pensé. Tal vez sea momento de detenernos, o de desacelerar la marcha, para revisar el camino de hacia dónde queremos ir…

La historia permite tomar distancia y ganar perspectiva sobre lo que sucede en el “aquí y ahora”. Por eso, frente a la inmediatez del tiempo presente, de la velocidad de todo lo que pasa y nos pasa, de lo urgente con que hay que dar respuesta… frente a los cambios en los que estamos inmersos en nuestras vidas cotidianas, en general, y educativa, en particular, es importante no perdernos e indagar en otros tiempos, en otras temporalidades, en otras experiencias. Porque la historia nos permite alejarnos para poder ver en perspectiva y considerar los tiempos presentes desde otro lugar, para, como sostuvo en estos días Marcelo Caruso (2020) “mirar lo que está pasando y no solamente actuar en lo que está pasando”. Como si subiéramos al carajo de un barco, en medio de la tormenta, con las aguas agitadas y sin poder encontrar un rumbo claro, para poder mirar a los lejos, ganar perspectiva y tener presente otras variables que nos permitan tomar decisiones, no sólo frente a lo inmediato, sino también para no perdernos en el rumbo hacia dónde ir o cómo seguir, contemplando el contexto… La historia nos provee de coordenadas acerca de dónde venimos y hacia dónde queremos o podemos dirigirnos.

Me pregunto, entonces, ¿qué puede aportar hoy la historia, y especialmente la historia de la educación, para pensar la educación en el presente y a futuro? Este trabajo está pensado para poner a rodar algunas reflexiones. Porque es hora de detenernos un poco, de reflexionar o de revisar respuestas ya dichas… de redirigir la mirada, de hacer nuevas preguntas o replantearnos las ya hechas, de modo de poder encontrar en la historia algunas claves para permitirnos comprender la complejidad educativa actual y poder actuar en función de ello. 

En relación con la apuesta de continuar con la escuela en el hogar, ante el sostenimiento de ciertas tradiciones; frente a los diferentes modos en que se está entendiendo la educación y las disputas con relación a ello, frente a la acción de los distintos sujetos educativos, propongo recuperar una mirada histórica para pensar la escuela-lo escolar y la educación. Porque la historia como disciplina nos provee de ciertas herramientas a la hora de pensar las sociedades, y la acción de los sujetos en ellas, tanto del pasado como del presente. Porque la historia de la educación nos ayuda pues a mirar el presente y nos puede ayudar a mirar el futuro de la educación..."

http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/archivo-4/s-y-v-nro-7-sumario/dossier/aportes-desde-la-historia-de-la-educacion/

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