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viernes, 17 de febrero de 2023

RELIGIÓN ANDINA 1

Las tierras de nuestro continente, durante siglos, mantuvieron una formidable maquinaria social de sincretismo, avalado por múltiples experiencias de las más variadas, desde los inicios de las creaciones sociales humanas y no me parece desacertado decir del inicio histórico, porque hoy en día ya no es una novedad que la escritura andina se refugia en igual cúmulo de idiomas, que dibujaron una multiplicidad de abecedarios, que jugaron, durante mucho tiempo en contra de las mejores intenciones de desciframiento de esas lenguas ancestrales de nuestros antepasados. Hoy ya sabemos esas condiciones y no esperamos alguna mágica piedra que nos libere los códigos, por lo que genera ingentes esfuerzos de investigadores en todo el continente, para lograr desentrañar, lo que siempre estuvo allí. Por ello no es raro encontrar ese entramado de religiones antiguas o nuevas. Claro que esto es de difícil comprención, para los negadores de siempre. Y mucho más, para personas soberbias, poco adictas al estudio, a las que les cuesta aprenden de sus propias vivencias.

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Tradiciones y huacas milenarias

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RELIGION ANDINA

                      (VIRACOCHA)

La cultura andina refleja el sincretismo de las antiguas concepciones prehispánicas y las prácticas religiosas católicas y evangélicas de nuestros días. Antes del siglo XVI en el Nuevo Mundo no existía el monoteísmo, la idea de un Dios único ni tampoco una palabra que lo expresara. Por el contrario, los primeros cronistas notaron como las poblaciones andinas utilizaban el vocablo quechua huaca para designar múltiples manifestaciones de lo sagrado. Huaca era empleado confusamente para los oídos hispanos, a elementos vivos de la naturaleza, diversos hitos geográficos, momias y lugares de origen mítico de los pueblos o pacarinas.

Disciplinas ocupadas en el estudio de la religión andina como la historia y la antropología, han identificado a un importante grupo de deidades con atributos y personalidades propias, pertenecientes a las diversas comunidades y territorios prehispánicos y coloniales.


A lo largo y ancho del territorio andino se hallaban divinidades mayores acompañadas de una vasta pléyade de antiguas huacas subalternas. Las diferencias entre las huacas dependían de la importancia otorgada por cada comunidad o ayllu. En las fiestas y carnavales multitudinarios cada agrupación de ayllus celebraba a una huaca en particular a través de sus atuendos, danza, ofrecimientos, sacrificios y parafernalia.

Una de las deidades regionales más importantes durante la época preincaica fue Tunupa, quien articulaba poblaciones radicadas en zonas tan distintas como el altiplano circum Titicaca, el lago Poopó, los valles ubicados al occidente de los Andes y la costa Pacífico.

Al interior de las comunidades el culto a los malquis o cuerpos de los antepasados ocupaba un lugar prominente en los ritos de cada unidad familiar. A los cuerpos momificados se les ofrecía una celebración específica que tomaba lugar en sepulcros abiertos y chullpas o mausoleos funerarios que hoy se encuentran abandonados en numerosas regiones serranas y altiplánicas de Perú, Bolivia, Argentina y Chile.

Durante el siglo XV, Pachacuti Inca Yupanqui realizó una de las más cruciales reformas religiosas en los Andes. Según el relato de Sarmiento de Gamboa el soberano, luego de reconstruir el Cori Kancha en Cuzco y dotarlo de objetos y adornos, ordenó que el Sol ocupara el sitio principal con Viracocha a su diestra, e Illapa a su izquierda. Esta última huaca representaba además al doble del Inca o huauque que quiere decir hermano en quechua. De esta manera, el Sol dejó de ser un objeto de culto exclusivo del grupo Inca y pasó a regir oficialmente la religión en el Tawantinsuyo. Se le consideró padre de los linajes reales y cada nuevo soberano esperaba la confirmación solar de su nombramiento.

Durante ese mismo período, se reconocía en la costa Pacífico y centro de Perú a Pachacamac como el dios más importante de la región.

Con el arribo español en el siglo XVI, todas las poblaciones andinas vivieron una profunda transformación religiosa debido a la conquista, la evangelización y extirpación de idolatrías. Este proceso intensificó la yuxtaposición y sincretismo cultural dando origen a nuevas formas de culto y comprensión del mundo sobrenatural en los Andes.

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Se practica al interior de las comunidades andinas, el culto a los malquis o cuerpos de los antepasados en sepulcros abiertos y mausoleos funerarios llamados chullpas

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Tunupa, una de las deidades regionales más importantes articula poblaciones fieles radicadas en el altiplano circum Titicaca, el lago Poopó, los valles ubicados a occidente y la costa Pacífico.

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Grandes aldeas aglutinadas se expanden en las quebradas altas del Norte Grande de Chile, Huaihuarani en la sierra de Arica, Camiña en la región de Pica-Tarapacá, Turi en el río Salado y Catarpe en San Pedro de Atacama

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Pachacuti Inca Yupanqui inicia una crucial reforma religiosa en los Andes. El soberano, luego de reconstruir el Cori Kancha en Cuzco y dotarlo de objetos y adornos, ordena que el Sol ocupe el sitio principal con Viracocha a su diestra e Illapa a su izquierda

1450

Como parte de la política expansiva, emisarios del Cuzco ingresan a los territorios del actual Norte Grande de Chile con ofrecimientos, regalos y ofrendas activando relaciones de reciprocidad con los principales líderes de la región

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Fray José de Acosta señala que después de Viracocha, los Incas adoran al Sol y en tercer lugar al trueno, al que llaman con tres nombres distintos: Chuquilla, Catuilla e Intiillapa

1580

El Virrey Toledo ordena desde Perú la construcción de los nuevos pueblos de indios o reducciones coloniales

http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-790.html

Existió una religión que dejó una impronta muy profunda y la expresa: INICIO / AMÉRICA PRECOLOMBINA /

Civilización Tiahuanaco
Civilización que se desarrolló en los márgenes del lago Titikaka, entre el año 500 y el 1000 d. C.



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Datos
Fecha 500 d. C. – 1000 d. C.
Ubicación Altiplano boliviano, márgenes del lago Titikaka.
Forma de gobierno Teocracia.
Religión Politeísmo.
Economía Producción agrícola y comercio.
¿Qué fue la civilización Tiahuanaco?
Tiahuanaco fue una civilización que tuvo su centro en el altiplano boliviano, en los márgenes del lago Titikaka y entre el año 500 y el 1000 d. C. aproximadamente, que corresponde al Horizonte Medio, según la periodización tradicional del área andina.



La ciudad de Tiahuanaco y la región sur del lago fueron considerados espacios sagrados por los pueblos posteriores y son el lugar de origen de numerosos mitos andinos.

Los incas los consideraban sus ancestros. La civilización surgió a partir del asentamiento en el área de pequeñas poblaciones que entre los años 100 y 400 d. C. absorbieron las culturas vecinas y se transformaron en un Estado expansionista. Luego, durante los siguientes 700 años, este creó colonias hacia el sur del territorio, llegando a los actuales territorios de Chile y el norte de Argentina.

Alrededor del año 1000, un cambio climático provocó grandes sequías y tuvo como consecuencia hambrunas, el levantamiento de la población y la destrucción de los principales templos de la ciudad. A partir de esto, se produjo una desintegración del Estado que se fragmentó en numerosos señoríos.

Ubicación de la civilización Tiahuanaco
La civilización tiahuanacota se ubicó en el altiplano andino, en la orilla sudoeste del lago Titikaka. Tiahuanaco y sus ciudades satélites se extendieron a lo largo del valle del río Tiwanaku, entre las sierras Achuta al norte y Quimsachata al sur.



Ubicación en el mapa de la Civilización Tiahuanaco.
Ubicación en el mapa de la civilización Tiahuanaco.

Características de Tiahuanaco
Las principales características de Tiahuanaco son las siguientes:

Era una teocracia en la que tanto el paisaje natural como el construido respondían a principios cósmicos sagrados. La ciudad de Tiahuanaco era el eje simbólico del Estado, la capital del imperio y el centro del universo.
El centro de la ciudad era el espacio donde se unían lo terrenal y lo sagrado. Desde allí, canales artificiales marcaban la separación con áreas menos sagradas. La ciudad también estaba dividida en 4 partes, de acuerdo con los puntos cardinales. En el sector norte y en el sur se encontraban los dos principales centros ceremoniales: el Akapana y el Pumapunku.
En el centro de la ciudad vivía la élite de sacerdotes-gobernantes. Hacia la periferia se ubicaban los talleres de los artesanos especializados: tejedores, alfareros, canteros, albañiles, escultores, pintores, orfebres y tejedores, entre otros.
En los barrios habitados por la élite, los palacios tenían un sistema de agua de manantiales que proveía el consumo doméstico y una red de desagües que llevaba las aguas servidas hasta el río Tiwanaku.
Alrededor de la ciudad de Tiahuanaco, ciudades satélites como Lukurmata, Pajchiri, Khonto, Wankane y Ojje, cumplían distintas funciones: organizaban el espacio rural, se ocupaban de cuestiones administrativas y comerciales, cumplían la función de centro ceremonial y ritual, y eran centros de peregrinaciones.
Se estima que la ciudad de Tiahuanaco llegó a tener entre 30 y 60 mil habitantes. Las ciudades cercanas tenían unos 10 mil cada una.
En las extensas áreas rurales vivía la mayor parte de la población, que eran los campesinos. Estos habitaban viviendas de barro con techo de paja, construidas sobre montículos, y se ocupaban de la producción agrícola.
Religión de la civilización Tiahuanaco
Como Imperio teocrático, la vida en Tiahuanaco estaba regulada por los rituales y las ceremonias. La concepción del tiempo era mítico y cíclico. Las acciones humanas recreaban los sucesos míticos.

A partir de las imágenes de las esculturas de piedra, los textiles y la cerámica, se sabe que rendían culto al personaje conocido como «Señor de las Varas» y también a un personaje con colmillos de felino, ambos comunes en el área andina.

Los tiahuanacotas realizaban rituales chamánicos en los que, mediante el consumo de sustancias alucinógenas, los chamanes mediaban entre la gente y los dioses.

Practicaban además sacrificios humanos rituales y realizaban los enterramientos de la élite con ajuares que incluían llamas, objetos de oro, cobre y plata, piedras preciosas y cerámicas.

Organización política y social de la cultura Tiahuanaco
Organización política
El Estado tiahuanacota era una teocracia imperial. Durante su apogeo controló y estableció colonias en territorios alejados.

El gobierno era ejercido por una jerarquía de sacerdotes-guerreros que podían conectarse con las fuerzas sobrenaturales y controlar los fenómenos naturales.

Organización social
La sociedad tiahuanacota era jerarquizada. Existían 3 grupos sociales:

En la parte más alta estaba la élite de sacerdotes-guerreros, quienes ocupaban puestos religiosos y políticos.
En el medio existía una clase de artesanos especializados.
El lugar más bajo de la sociedad lo ocupaban los campesinos, pastores y pescadores, los cuales sostenían la economía del Estado. Durante el tiempo en que no trabajaban en el campo, los campesinos se ocupaban de la obra pública: construcción de palacios, caminos, canalizaciones, etc.
Economía de la civilización Tiahuanaco
La economía de Tiahuanaco se basaba en la producción agrícola y en el intercambio de bienes de lujo con regiones periféricas.

Se cultivaba con distintas técnicas: en depresiones cavadas en el suelo, en andenes en las laderas de las montañas y en camellones. Esto les permitía obtener gran variedad de productos como papas, oca, quinua, maíz, etc.

El comercio de larga distancia se realizaba con tropas de llamas cargueras que eran propiedad del Estado. Estas caravanas proveían a la élite tiahuanacota de los bienes de lujo que consumía y contribuía a la expansión del imperio.

Manifestaciones culturales de Tiahuanaco
Los artesanos de Tiahuanaco fueron grandes maestros del trabajo de la piedra. Lograron tallar enormes bloques con precisión.

También se destacaron en la talla de relieves en piedra y en la producción de la cerámica, objetos de hueso y textiles.

foto de monolítico en Tiahuanaco
Puerta del Sol, monumento monolítico en Tiahuanaco.

Bibliografía:
AAVV. La antigua América. México, The Art Institute of Chicago/Grupo Azabache. 1993.
Alva, Walter y Longhena, María. Perú Antiguo. Barcelona, Folio. 2005.
Berenguer Rodríguez, José. Tiwanaku. Señores del Lago Sagrado. Santiago, Museo chileno de arte precolombino-Banco de Santiago. 2000.
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Citar artículo:
Editorial Grudemi (2020). Civilización Tiahuanaco. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/civilizacion-tiahuanaco/). Última actualización: febrero 2022.
https://enciclopediadehistoria.com/civilizacion-tiahuanaco/




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