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jueves, 16 de febrero de 2023

TOPONIMIA

LA TOPONIMIA RECUERDA LOS LENGUAJES ANTIGUOS DE NUESTROS ORIGINARIOS 



Viajando uno se acostumbra a los nombres de algunos lugares que, naturalmente, al sentirlos por primera vez nos llamaron la atención, como fue el caso de Aimogasta (Aimogasta

 https://lugaresquever.com › ... › Provincia de La Rioja Aimogasta o Villa de Concepción de Aimogasta es la localidad cabecera del Departamento Arauco, en el norte de la provincia de La Rioja en Argentina, …), que me llevó a preguntarle al lingüista que me trasladaba, sobre el significado,: y pude saber que gasta significa pueblo, por lo tanto, si el término Aimo es un nombre significa “Pueblo del Cacique Aimo”, según me explicó mi interlocutor. Lo mismo puede ocurrir con el término Pampa (por terreno llano o de llanuras), que viene del Quechua y los miles de ejemplos en este sentido, como Andalgala:

Toponimia. El nombre en quechua significa tanto "Señor de la Liebre del alto" como "Señor de la Montaña".. Por ello, no termino de entender, no solo cuando dicen “vivía”, cuando viven, sino cuando parecen desconocer, muchos, que antes que ellos vivieron otros seres humanos, con sus derechos consagrados por distintos niveles de legislaciones.

“¿ES EL KAKÁN LA LENGUA DE LOS DIAGUITAS? Herman Carvajal Lazo ABSTRACT El aserto tradicional de que el kakán fue la lengua de los diaguitas se ha venido repitiendo y afianzado en los últimos decenios. Que lo fue en el noroeste argentino, no hay discusión. El asunto es considerar si también lo fue para los denominados diaguitas chilenos y si lo continúa siendo en la actualidad. No existen gramáticas ni glosarios (por lo menos exhaustivos y confiables) ni tampoco hablantes de esa lengua: los descendientes de esa etnia fueron rápidamente quechuizados y posteriormente hispanizados; esto, en el sector transandino. Lo mismo ocurrió por estos lares. En la actualidad quienes se identifican con el colectivo étnico diaguita (en Atacama y Coquimbo) sólo hablan el castellano. La discusión y preocupación por todo lo concerniente a lo diaguita (cultura, cosmovisión, costumbres, tradiciones, territorio, religión...) ha cobrado nuevo e inusitado interés, sobre todo a partir de la promulgación de la Ley N° 20.117 del 28 de agosto del 2006 que reconoció la existencia legal de la etnia diaguita. En lo relativo a la lengua, hablar de “kakán”, sin conocer su estructura lingüística, fonemas y lexicón es asaz aventurado. Este artículo se estructura en dos partes: la I, para confirmar o descartar la existencia del kakán; en la II, referirnos a algunos esfuerzos de reconstrucción del kakán, (en que realmente la mayoría de las voces propuestas como originalmente kakanas son quechuas o mapuches y hasta hispanas). PALABRAS CLAVES Lengua, identidad, multiculturalidad, kakán, diaguitas, etnogénesis. I PARTE: EL KAKÁN. 00 INTRODUCCIÓN. No es lo mismo una “lengua extinta” que una “lengua desconocida”. El latín es una lengua extinta (porque no posee hablantes que la utilicen como lengua materna), pero no es una “lengua desconocida”: se conoce su estructura morfosintáctica, su repertorio fonemático y su amplísimo corpus léxico (base, por lo demás, de todas las lenguas neorromances). Si hablamos de la “existencia” de una lengua, entonces tenemos obligatoriamente que confrontar los componentes estructurales de toda lengua: su sistema fonológico, su repertorio lexemático y su modalidad morfosintáctica para generar oraciones. Si se pudiese simplificar el aserto lo expresaríamos de esta manera: toda lengua posee sonidos (fonemas), palabras y maneras de formar oraciones (unidades de intercambio en la comunicación). ¿Posee el kakán un sistema fonológico? ¿Su repertorio léxico es suficientemente relevante?, ¿sabemos cómo los diaguitas construían sus oraciones? A nuestro parecer, las respuestas son negativas. Lo que nos llevaría a la conclusión de que el kakán es un idioma desconocido (en cuanto a sus componentes estructurales) y extinto a la vez. La pregunta inicial es si acaso se encuentra vigente en nuestra Cuarta Región la lengua atribuida a una de las etnias originarias de esta parte territorial. Nos estamos refiriendo, obviamente, a la lengua kakana y a los denominados diaguitas chilenos u occidentales. Por supuesto que la atribución de “vigente” es asaz exagerada. No tenemos conocimiento de hablantes actuales del kakán ni conocemos el sistema fonológico ni sus particularidades morfológicas y sintácticas. Por lo tanto, no tenemos más que remitirnos a evidencias lingüísticas más perdurables en el tiempo: los topónimos y los antropónimos; y, tal vez, a unos pocos vocablos del habla cotidiana. Todo lo cual es insuficiente para la reconstrucción de una lengua. En relación con la búsqueda y recopilación de topónimos y antropónimos regionales, tenemos necesariamente que referirnos a los glosarios de toponimia amerindia en los Valles de Elqui, Limarí y Choapa (y a nuestros otros trabajos en la misma dirección), que no revelan evidencia lingüística del kakán. A menos que no hayamos podido dilucidar algunos topónimos indígenas de origen desconocido y entre los cuales se encuentren presuntivamente voces diaguitas. Y aunque así fuese, la estadística no sería relevante para comprobar la presencia kakana en nuestra región. En cuanto a los antropónimos, esta es una faceta en la que no hemos incursionado mayormente, pero sí lo ha hecho nuestro ex discípulo el Dr. Luis Guerrero 1 y otros investigadores. El Dr. Guerrero tampoco se pronuncia positivamente sobre la presencia kakana en el occidente diaguita. 1. - DON JORGE IRIBARREN CHARLÍN (1957). Para comprobar la desaparición del kakán como lengua hablada y utilizada por las comunidades diaguitas revisaremos suscintamente lo que dicen algunos lingüistas especializados en la clasificación de las lenguas y/o en la estructura misma del kakán. Aunque comenzaremos por el ex Director del Museo Arqueológico de La Serena, Sr. Jorge 1 Guerrero, 2006 Iribarren Charlín2 , quien, no siendo lingüista de profesión se aventuró con buen olfato en este rubro para disentir de la aparente múltiple afinidad sugerida por Latcham3 entre los diaguitas argentinos y los occidentales. En nuestro artículo “Algunas referencias sobre la lengua de los diaguitas chilenos”4nos referimos más in extenso al análisis contrastivo de don Jorge Iribarren Charlín. Decimos en nuestro trabajo de 1990 que “recoge el ex Conservador del Museo 225 topónimos estimados como diaguitas del sector transandino y los contrasta con los recogidos en Chile, como supuestas voces del kakán”. De estos 225 nombres únicamente pueden considerarse como idénticos con el sector argentino: Guayaquil, Choapa y Uchumí(n). Pero Guayaquil es quechua (conforme lo destaca el propio Iribarren), y Choapa es cunza . Queda firme sólo Uchumí(n). Es decir: sólo una voz toponímica del lado chileno concordaría con los topónimos argentinos. Y en lo que dice relación con los patronímicos (o antropónimos), tomó Iribarren referencias de los Libros de Encomiendas, en archivos de la Capitanía General y Libros Parroquiales, constituyendo un listado de 442 nombres, que contrastó con las nóminas manejadas por Schuller 5 primero, y luego por Latcham. Concluyó en que "tenemos en realidad muy escasas analogías definitivas". En un trabajo inédito sin fecha (aunque debe ser posterior a 1970), Jorge Iribarren reitera sus planteamientos y conclusiones sobre "La lengua en uso en los aborígenes de Coquimbo y Atacama", lamentando que las lenguas autóctonas en esa área constituyan una incógnita. En síntesis, Iribarren estableció la escasa o nula analogía entre los términos lingüísticos diaguitas argentinos y chilenos, pese a haber considerado fuentes documentales primarias…”

https://toponimianortechico.com/otras_publicaciones/%C2%BFEs%20el%20kak%C3%A1n%20la%20lengua%20de%20los%20diaguitas.pdf

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