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martes, 6 de diciembre de 2022

NUNCA DIGAS QUE NO SE PUEDE SOLUCIONAR, AUNQUE PASEN MILES DE AÑOS,...

 

NUNCA DIGAS QUE NO SE PUEDE SOLUCIONAR, AUNQUE PASEN MILES DE AÑOS, SIEMPRE SE PUEDE TOMAR LOS LIBROS Y ESTUDIAR

RELATO DE MIS DOS ÚLTIMOS AÑOS DE TRABAJO


Cuando me presenté ante un profesional de la salud, en octubre de 2022, dado que me sentía muy cansado y dormía mal, desde hacía un tiempo, me pidió que le haga una descripción escrita, sobre mi trabajo en los últimos tiempos. Y este fue el resultado:





LLEGUÉ A LA CIUDAD DONDE DESEMPEÑABA MIS ACTIVIDADES DOCENTES EL DÍA 7 DE FEBRERO DE 2021


Tomé cargo en una escuela pública, en el mes de Marzo de 2021(16 hs.) y otro cargo al mes, por nueve horas más (en total sumaba 25 horas). Nunca quise tomar más horas. A principios del año 2022, como nadie quería tomar un cargo de Historia de 9 horas intentaron obligarme a tomarlo, como se habían pasado todo el año 2021 sugiriendo que estaba loco, por viejo, les contesté que ni loco, porque siempre supe cuantas horas podía desempeñar con profesionalismo. Al rato llegó un compañero para hacerme problemas aduciendo que yo lo atacaba, por lo que había dicho respecto a las horas y el profesionalismo.


Unas diez y ocho veces durante 2021 se opusieron, los preceptores (ninguno es Profesor de Historia y , la mayoría, son Profesores de Educación Física, al respecto ver https://guillofcasustentableecoturismo.blogspot.com/2022/11/a-des-alambrar-en-educacion.html), a mis clases de Historia, aduciendo que ellos sabían la materia y que yo estaba equivocado, cosa que les comunicaban a mis alumnos de quinto año (dos cursos del turno tarde). A mediados del mismo año, me hace una observación de clase (en quinto año), la Vice Directora de la Institución. En la ocasión no me dice nada y luego me cita, para entregarme una nota, con todas las presuntas verdades, que me reclamaban los preceptores, con el respaldo del Secretario actual de la escuela (en su momento pro- secretario). Mientras me intentaba convencer que estaba equivocado con las diferencias entre la Pedagogía y la Didáctica positivista y determinista, con la de las Ciencias Sociales y la Historia, sentía la voz de la Directora y veo un auricular colgando de la oreja de la Vicedirectora y me doy cuenta, por lo que escuchaba, que le daba indicaciones a distancia, que intentaban contradecir lo que yo les decía. Por eso no se puede creer nada de lo que digan esas dos señoras mayores mentirosas, porque nunca explicaron ese bochorno. Pero igual lo puse por escrito, para no terner que reiterarlo a cada rato, que es la táctica más frecuente que usan los tramposos. Cuando le explico, por nota cuáles eran los verdaderos errores, dado que se basaban en premisas positivistas, que fueron abandonadas por la Historia a partir de la primer generación de la Revista de los Anna-les de París (antes de la segunda Guerra Mundial) y finalmente, en los años 50 del Siglo pasado se desterró todo lo relacionado con la Historia Determinista, por tratarse de vehículos de discriminación social, lo que incluye técnicas y procedimientos. La señora vice directora, intenta, por todas formas, que le regrese su nota y finalmente me firma el descargo, con la explicación sobre la base del Método Histórico, fijado por la Escuela de los Annales.


La segunda parte del año se criticaban mis notas, sin haberme proporcionado los medios para saber las trayectorias, que adeudaban los alumnos, que les hubiesen impedido promocionar el año. A cada rato, sin dirigirse a mi persona, varios profesores mencionaban que por más anarquista que uno sea (yo lo soy y de una larga lista familiar que tiene entre sus miembros a Diego Abad de Santillan), no se podía promocionar a los alumnos sin haber cumplido los requisitos. Finalmente, se demostró que preceptoría no había proporcionado los medios de saber el tema de las trayectorias y debieron abstenerse de pedir sanciones.


Siempre les molestaron mis camisas y pantalones cargo y por distintos medios me hacían saber que les parecía que me sentiría más cómodo si usaba remeras y pantalones de ejercicio (joggins).-

Cómo nunca falté y siempre me presentaba quince minutos antes de mis horarios, decían que me escondía en las horas que debía estar disponible, para que no pudiesen encontrarme y evitar que reemplace a los ausentes, cuando no me buscaban y en esa escuela, todo el mundo sabe, que el área de sociales tiene lugar de estada y reunión a la Biblioteca, donde me encontraba en esos momentos.


Otra característica curiosa de este tipo de sistemas rígidos: Todas las clases deben ser absolutamente iguales, lo que pasa por alto algunas leyes civiles (ya escribimos mucho en el blog sobre la Ley Nacional de Educación) y muchas normas científicas de las ciencias sociales, tendientes a evitar la discriminación. Los docentes no tienen derechos a la privacidad (se los puede espiar, por sobre el hombro, para saber que está investigando), ejercido por personal que se cree con derechos, como coordina-dores, preceptores, sobrinos de autoridades de la escuela. Incluso, se puede ponerse de acuerdo, con otras áreas o sectores de la escuela, para obligar al que creen díscolo, aunque se encuentre tratando de hacer valer las normas científicas de su materia. Si el resultado es la baja calidad educativa, el problema es de autoridades por fuera de la escuela, nunca de los docentes involucrados en la violación sistemática de derechos, obligaciones (como la de estudiar previamente o sobre la marcha cuestiones elementales), fomentar prohibición de investigar, que es la función fundamental de las Ciencias Sociales y evitar, por cualquier medio, que se evolucione en el tiempo.


En resumen, durante todo el año 2021 debí responder a normas que nunca había conocido y mucho menos se me habían comunicado, con más la constante operación, que llamo como “tomarme examen todos los días” de la materia Historia, cuestión a la que me habilita un título de la Universidad Nacional del Litoral, con sede en mi ciudad natal Santa Fe, por parte de personal que no reunía los mínimos conocimientos sobre la materia que domino, quienes tenían la pretensión que deje de lado todos mis conocimientos, para adecuarme al conocimientos común que decían tener sobre la materia.


En general en actividades donde los docentes se presentan como “voluntarios”, más allá de los actos oficiales, donde puede ser obligatorio (pero debe estar consignado en una Resolución o Acto Administrativo Oficial), se trataba que esté presente, en especial las supuestas obligaciones se integraban con actos dónde se necesitaba el esfuerzo físico y en el 2022 se le agregaron caminatas y carreras abiertas a todo público, donde creían que debía participar, aunque sea fiscalizando, cuando dentro de los proyectos de sociales, existían unos cuantos intelectuales y, en particular uno donde se debía pintar, con cuarto año, una pared con un mural ilustrativo de ese proyecto, cosa que hice y siempre prioricé las tareas intelectuales, para las que estudié en mi Universidad, antes que las que demandaban esfuerzo físico, porque los que estaban preparados, para los esfuerzos físicos, nunca colaboraron con las tareas intelectuales colectivas.


En el siguiente año ocurrieron tres hechos curiosos de características violentas: Un profesor de sociales, cuando ingresé a la biblioteca de la institución, a buscar una papelería, mientras se estaba proyectando una película, me destrozó la mochila que llevaba puesta, para saber si pesaba mucho. Y la misma persona, para demostrarme que el también solía escribir, por mostrarme unas tres carillas, sin ninguna fuente, casi destruye mi laptop, que quedó con la pantalla y el teclado “ondeado”.

A continuación, cuando se había planificado un trabajo de Historia Argentina, donde figuraba la Provincia de Misiones, en 1832 según el trabajo, en el tema dónde se analizaban enfrentamientos entre unitarios y federales, me llamó la atención la forma de la misma y busco mapas de la época, porque sabía que las Misiones Orientales se habían perdido, por el ejército español, a manos del ejército portugués en 1.801, luego de firmar un tratado de paz entre las partes, que nunca podía figurar en los enfrentamientos entre unitarios y federales en esos años (1.832), aunque durante un breve lapso de tiempo fueron tierras disputadas, por los ejércitos de José Gervasio Artigas y Andrés Guacurari y Artigas entre 1815 y 1820, desde la Liga de Pueblos Libres, cuando dominaba La Banda Oriental de Río Uruguay y el Litoral Argentino, enfrentando a las tropas del Imperio Portugués. Publiqué en un sitio común del área y en mi blog, un mapa real de la zona  a partir de las tierras perdidas en 1.801 y toda la cita histórica al respecto. Ello motivó una amenaza de la coordinadora principal del área, en estos momentos tiene un cargo directivo, que suelta de cuerpo me dijo: “Por esto debemos sancionarte” y luego pasó lo que sigue.


Durante todo el año 2022, solo pude planificar y dictar mis propias clases planificadas en tres oportunidades (pero siempre planifiqué para mí y hoy se encuentra publicado en mi Blog) y una cuarta en la que, por mi cuenta respondí a una inquietud de los alumnos de un curso, que solicitaba explicaciones sobre los padecimientos de sus antepasados en la época que se conoce, como la de reducción de los derechos civiles de los habitantes de la Patagonia, en la época de los Territorios Nacionales y primera parte de la provincialización, que motivaron los asesinatos en las estancias, durante las huelgas de los trabajadores rurales en la Patagonia Rebelde, que vinculé a la masacre cometida contra los pueblos originarios en la mal llamada “Conquista del Desierto”. Dicha “Segunda Masacre de la Patagonia”, ocurrió con cuarenta años de tiempo entre una y otra y algunos de los antiguos habitantes recuerdan algunos de los hechos, basados en la Historia Oral de la zona”. Todo ello fue ridiculizado por personal docente del área de sociales y de otras áreas o sectores de la misma escuela. Pasado el tiempo, se me quiso explicar, que todo este dislate no hubiese pasado si las autoridades educativas se tomasen el trabajo de “bajar línea”, cuando todos sabemos que primero debemos estar habilitados para dar una materia, por el sistema y, luego, sentirnos capacitados, para hacerlo siguiendo los postulados de la ciencia, que es la base de la materia.


Lo anterior originó un intento de confundirme, por parte la Coordinación del Área de Sociales, en relación a mis horarios de trabajo, pretendiendo que me presente a trabajar los lunes por la mañana, donde no debía trabajar, porque era parte de mi descanso y que me ausente los viernes, de mis obligaciones en mis horas disponibles, para apoyar en un curso, en particular, cuando yo podía ejercer la docencia solo y no necesitaba ningún apoyo especial (en este caso organizado por una preceptora, con un título en psicología, que también se oponía a mis clases, pero todos sabemos que que existe una sola excepción a la norma, que todas las Ciencias Sociales dejaron en el pasado los métodos y técnicas positivistas y deterministas, aunque debiese saber que no puede interrumpir clases, por mantener una broma o generarla).


Para darle una real situación a este año 2022, no pude trabajar sobre las bases de mi profesión (no podía planificar y mis clases no eran tomadas en cuenta por mis compañeros), porque no se me permitió en el Área de Sociales y cuando pretendí hacerlo se me reprimió con cuestiones que no tienen nada que ver con lo profesional y que afectaban mis horas de descanso. O no se me permitía apoyar con lo que soy, que es como Profesor de Historia y debía quedar reducido al “Ché Pibe”, que debía cumplimentar tareas secundarias (administrativas) de docentes que no cuentan con la misma educación que la que brinda una universidad nacional y si podía dar clases debía hacerlo, con las mismas técnicas positivistas, que venía criticando desde el año pasado. Y mientras tanto, los preceptores, la Vice Directora y mis propios compañeros de Sociales se me reían en la cara y les comentaban a mis alumnos que estaban seguros que me lograrían hacer cambiar de postura, cosa en la que insistía mucho una psicopedagoga, curiosamente enquistada, sin ser necesario, en el área de Sociales y, cuando podía apelaba a su presunta autoridad en temas vinculados a la Pedagogía y la Didáctica, para convencer a los deprevenidos que no hacía algo que debía hacer (pero nunca les explicó que la Pedagogía y la Dicáctica de las Ciencias Sociales es diferente a las otras Ciencias, o, no lo sabe, de cualquier modo no justifica su presencia en un Área de Ciencias Sociales, porque, como me dijo en varias oportunidades, alguna o algunas de ellas no le interesan), como si fuese fácil pasar de una postura anti-discriminación científicamente planteada en el Método o los Métodos de las Ciencias Sociales, a una postura determinista-positivista y garante de la discriminación en Ciencias Sociales.


Individualmente, algunos de mis propios compañeros del Área de Ciencias sociales y ante los alumnos, pretendían que me había equivocado en las aclaraciones que me solicitaban, en casos relacionados con Pueblos Originarios (en particular en el tema vinculado con Derechos Humanos, o, con la participación en las guerras de independencia, para los pueblos Omaguaca, Pehuenches y Guaraníes, en su enfrentamiento contra los ejércitos portugueses de la mano de Andresito) incluso, en alguna oportunidad vinculado con mapas planisferios, o, derechos elementales, o, cuando asignaban nombre a un pueblo usando un lenguaje, mostrando que era una mecánica común, cuando no me encontraba al frente de los cursos, o en mis horas comunes y corrientes de descanso o estaba en otro lado.


Siempre intenté que los alumnos estudien solo para saber, pero frecuentemente, se presentaba la Vice Directora y la Preceptora del mismo, reclamando que debían estudiar para la nota, porque podían quedar fuera de la consideración, para la bandera, cuando lleguen a quinto año. Lo que disparaba una necesidad infundada, de contar con altas notas sin importar el razonamiento o el normal funcionamiento de la deducción y la capacidad de inferir, que hace al Método de Investigación Histórica.


Finalmente, durante tres semanas me encontré en la obligación de aplicar una técnica totalmente positivista, explicarla y repetir la explicación hasta el cansancio, con una variación, también positivista y determinista, tomada de las Ciencias Biológicas, en Geografía (que era lo que más se trataba en clase y se descuidada, sin ninguna explicación, temas importantes, como la independencia de los países americanos o la de nuestro propio país, que es lo que realmente le otorgó la moldura, de la imagen genérica que tenemos de él). Intenté que se den cuenta de lo que estaban haciendo, con una apuesta con un alumno, sabiendo que la perdería, para ver si lograban reconocer la importancia del asunto, cosa que evidentemente no logré. Por ello, apareció a cortarme una clase, un preceptor y bibliotecario con la excusa que tenía una alumna que necesitaba explicaciones sobre pedagogía, para lo que entró al salón de clases en tres oportunidades. en quince minutos y terminó intentando ver que tenía en la pantalla de mi celular, luego se marchó, con burlas hacia mí persona, en pleno curso, donde estaba dictando una clase. Cosa que me convenció de la necesidad de marcharme de dicha escuela (y de la localidad), porque esas cuestiones no colaboraban con mi propia salud psíquica y física y no podía quedarme y hacerme cargo de la baja calidad educativa.


En medio de la conmoción que generó la persistencia de estas actitudes de personas que creen contar con razones valederas, como tener seis hijos y derechos a llevar sustento a sus hogares o sentirse validados por promociones reales o ficticias y a pedido de profesionales que me trataban de estrés laboral se generó la base de este escrito, que termino de escribir a casi dos meses de iniciado, me encuentro con un dictamen de un organismo del estado que opina sobre mi edad, que en realidad fue lo que originó el inicio de los ataques que ya mencioné. 

PARA QUE SIRVE EL PENSAMIENTO CRÍTICO 

Para hacerlo corto, un ejemplo muy ilustrativo, en el que caen muchas personas, es el de considerar que se puede evaluar a una persona considerando un solo aspecto, por ejemplo la edad: Supongamos que con 65 años se cree que la mayoría de las personas no escuchan bien, o no pueden leer bien o sin ayuda de implementos, o, no pueden escribir bien, o no pueden investigar bien, o , no pueden caminar bien, o no pueden cargar peso, o, no pueden estar largos períodos de tiempo a la intemperie, o, se olvidaron de todo lo que aprendieron a lo largo de sus vidas o, no pueden hablar bien. Lo que es absolutamente falso. Cosa que debiesen saber perfectamente todas las instituciones o dependencias públicas. Y en ese sentido debo agradecer a mis alumnos que, mayoritariamente, no creyeron en ese fake news, tan común en muchos lugares y especialmente en sitios muy contaminados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el edadismo como un estereotipo, prejuicio y discriminación hacia las personas de ciertas edades debido a la afectación o deterioro natural de su salud. Incluso, este ha sido señalado como la tercera forma de discriminación, después del racismo y el sexismo.7 jun 2021 El “edadismo” es la tercera causa de discriminación en el mundo... 


https://www.mendoza.gov.ar/prensa/la-discriminacion-por-edad-es-la-tercera-causa-mas-comun-en-el-mundo/#:~:text=La%20Organizaci%C3%B3n%20Mundial%20de%20la%20Salud%20(OMS)%20define%20el%20edadismo,del%20racismo%20y%20el%20sexismo. 


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