Son las dos partes de una totalidad absolutamente necesaria, para el desarrollo sano de nuestras Ciencias Sociales, apartadas de las trampas de aquellos que pretenden mantenerlas en esa cosa memorística sin importancia, que se estudia para salvar el mal paso o para compensar aquello que no se logró. Y con esto espero que les sirva como respuesta, a los que suelen discriminar a los antiguos o viejos.
Relaciones entre pensamiento histórico y pensamiento crítico en la enseñanza de las ciencias sociales en estudiantes de educación básica secundaria
Planteamiento de la situación Enseñar Pensamiento Histórico en las instituciones educativas, tiene la siguiente intención: Dotar a los estudiantes de una serie de instrumentos de análisis, de comprensión y de interpretación que les permitan abordar el estudio de la historia con autonomía y construir su propia representación del pasado, al mismo tiempo que sean capaz de contextualizar o juzgar los hechos históricos, conscientes de la distancia que los separa del presente (Santisteban, 2010, p. 35). Pensar históricamente requiere, en primer lugar, pensar en el tiempo, desplazarse mentalmente en el tiempo y tener conciencia de la temporalidad, para ir construyendo una consciencia histórica que relacione pasado con presente y se dirija al futuro.
Requiere, en segundo término, capacidades para la representación histórica y de la explicación casual e intencional. En tercer lugar, imaginación histórica, para contextualizar, desarrollar las capacidades para la empatía y formar el pensamiento crítico-creativo a partir del análisis histórico. Y por último, la interpretación de fuentes históricas y del conocimiento del proceso de construcción de la ciencia histórica. El Pensamiento Crítico se puede entender como una habilidad que se debe enseñar al ser humano, siempre y cuando desde el aula de clase se faciliten las diferentes herramientas intelectuales con las cuales las personas conozcan, interpreten y reinventen la realidad en la cual interactúan en cada momento.
El Pensamiento Crítico resulta entonces importante en el proceso de enseñanza, porque los individuos encuentran la posibilidad de desarrollar el pensamiento como expresión fundamental del desarrollo humano, lo cual exige como principio de la escuela el enseñar a pensar a los niños con los mismos niños. Si las estrategias de los docentes en el aula de clase cambian, se podría esperar en los estudiantes actitudes que den cuenta realmente de lo que aprendieron, de cómo lo aprendieron y sobre todo para qué lo aprendieron, porque el Pensamiento Crítico contribuye a la formación de la autonomía personal, a enseñarle a los individuos la manera de potenciar sus habilidades intelectuales y a forjar una concepción del mundo razonada y comprendida.
Para tener estudiantes con Pensamiento Crítico el docente es el primero que desarrolle este tipo de pensamiento, el cual no solo debe ser utilizado en el aula
sino también en la vida misma, porque el Pensamiento Crítico es tan importante para las personas y para la sociedad, que puede constituirse como un estilo de vida.
La enseñanza de la historia a través de diferentes estrategias puede privilegiar el desarrollo del Pensamiento Histórico y del Pensamiento Crítico en los estudiantes; pues al parecer existe una estrecha relación entre ambos tipos de pensamiento. Algunas de estas actividades, podría ser solicitar al estudiante que plantee una posible respuesta ante un acontecimiento histórico si hubiese sido determinado personaje, pedir que relate las consecuencias para el presente si determinado acontecimiento no hubiera ocurrido, pedir al estudiante que escriba un final diferente a un acontecimiento determinado, en fin, se le puede ofrecer a los estudiantes en la clase una amplia gama de escenarios para que desarrolle su interpretación, argumentación y proposición (Sarmiento, 2009). Por consiguiente, el propósito de esta investigación es entonces encontrar las relaciones que se pueden establecer entre el Pensamiento Histórico y el Pensamiento Crítico, y a la vez determinar cómo la intervención del docente en el aula de clase puede contribuir en la formación de ciudadanos con Pensamiento Histórico, y así lograr potenciar en ellos niveles cada vez más altos de Pensamiento Crítico.
Desde esta perspectiva y con la lógica de la investigación que aquí se presenta, esta investigación parte de la hipótesis que propone al Pensamiento Histórico como una de las categorías del Pensamiento Crítico, ya que si una de las finalidades de las Ciencias Sociales es la formación de ciudadanos comprometidos con la democracias y la sana convivencia, la auto reflexión constante del actuar de cada sujeto puede contribuir al logro de este fin. La problemática de la enseñanza de las Ciencias Sociales se ha centrado tradicionalmente en un enfoque transmisionista e historisista; es decir, que los contenidos en la enseñanza de la historia son ajenos a la realidad de los estudiantes, de su entorno y de sus comunidades, además de hacer énfasis en una sucesión de hechos y fechas de manera lineal, sin analizar las repercusiones de la glocalidad, producto de la dinámica del mundo actual. Este tipo de enseñanza se ha centrado en la información mas no en el desarrollo del Pensamiento Histórico y del Pensamiento Crítico de los estudiantes, lo que ha propiciado un enajenamiento de las condiciones del contexto mediato e inmediato y por lo tanto una incapacidad para comprender dichas problemáticas y transformarlas.
Por las razones antes expuestas se planteó la siguiente pregunta de investigación. ¿Cómo se relacionan el Pensamiento Histórico y el Pensamiento Crítico en el marco dela enseñanza de las Ciencias Sociales en estudiantes de la Educación Básica Secundaria? Objetivos • Comprender las relaciones entre Pensamiento Histórico y Pensamiento Crítico en el marco de la enseñanza de las Ciencias Sociales para la Educación Básica Secundaria. • Caracterizar los componentes del Pensamiento Histórico y del Pensamiento Crítico en estudiantes de la Educación Básica Secundaria. • Establecer las relaciones entre el Pensamiento Histórico y el Pensamiento Crítico y su aporte a la enseñanza de las Ciencias Sociales. Marco Teórico Didáctica de las Ciencias Sociales Epistemología de las ciencias sociales. Entre las diferentes corrientes de pensamiento que iluminan la concepción de la enseñanza de las Ciencias Sociales en la actualidad, y sobre la cual se hizo especial énfasis en el desarrollo de esta investigación, es la concepción crítica de la ciencia y de las Ciencias Sociales. La escuela crítica afirma que lo realmente relevante en la enseñanza es que el estudiante sea cada vez más consciente de su propio sistema de valores, sea capaz de hacer una reflexión crítica de lo que piensa, quiere y pueda pensar posibles alternativas ante los sucesos que aborda. En este enfoque los contenidos que se deben privilegiar son los problemas relevantes, los socialmente importantes y urgentes. Aquí se dejan de lado los contenidos ajenos a la realidad del estudiante, puesto que el objetivo prioritario de la escuela no debe ser la acumulación de contenidos sino más bien la comprensión y aprehensión de la realidad, para conocerla, interpretarla, argumentarla y proponer diferentes alternativas de comprensión y de solución.
La didáctica de las Ciencias Sociales que se trabaja en esta línea ya no considera suficiente llegar a saber el origen de las cosas, cómo se distribuyen en el espacio, cómo ocurrieron en el tiempo o por qué son así; también se propone descubrir la intencionalidad de los hechos y plantear posibles alternativas, lo que implica aceptar el conflicto y propiciar la argumentación entre diversas opciones. El interés por encontrar políticas alternativas permite dar al alumno un papel activo, una visión de futuro y desarrollar una actitud de compromiso social y político. Este compromiso exige participación, de manera que desde una visión crítica, la escuela debe formar parte de manera activa en la vida académica, en el mundo del trabajo, en las decisiones de la comunidad y, en definitiva, en la vida política. La enseñanza considerada desde la teoría crítica se propone como finalidad la educación para la democracia, de manera que el conocimiento se exprese en la actitud y la acción social deseada. Para la enseñanza de las Ciencias Sociales, también es clave la educación política, teniendo en cuenta que la intervención social y la construcción de la democracia son metas generales, que impregnan todos los contenidos y la intervención didáctica.
Un currículo para la formación de la ciudadanía debe reflejar las necesidades individuales y colectivas, culturales, intelectuales, científicas, prácticas y también las finalidades políticas. Entendiendo que esta última representa aquella parte del conocimiento social relacionada con la construcción de la democracia, la creencia de que se pueden transformar las ideas sobre el futuro y que es posible un cambio social a partir de la intervención responsable de la ciudadanía. La cultura, la ciencia o el pensamiento social son elementos importantes e imprescindibles del conocimiento social, pero la intervención social es la finalidad última de este conocimiento. En caso contrario, se estaría separando la ciencia de la ética, el pensamiento social del juicio moral o la libertad y la responsabilidad (Santiesteban, 2004, p. 7).
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