EL ABUSO DE MEDICAMENTOS RECETADOS EN ADOLESCENTES

Es común que nuestros alumnos adolescentes tengan problemas en sus casas y, a veces ocurren accidentes, inconvenientes mayores, incluso algún fallecimiento, que lleve a excesos en el consumo de medicamentos.

QUÉ PODEMOS OBSERVAR

Descripción general

El abuso de medicamentos recetados es el uso de un medicamento de venta con receta médica de una manera no prevista por la persona que lo receta. El abuso de medicamentos recetados, también llamado mal uso de medicamentos recetados, comprende desde tomar el analgésico recetado de un amigo para el dolor de espalda hasta inhalar o inyectarte píldoras molidas para sentir un subidón. El abuso de medicamentos recetados puede hacerse continuo y compulsivo, a pesar de las consecuencias negativas.

Se cae de Maduro que debemos indagar y muchas veces no se puede. Incluso el interés más dicimulado se debe disfrazar con los otros adolescentes, porque podemos colocarnos en una mala situación, que puede ocurrir con un principio de lo más inocente. A veces creemos que las niñas son más maduras y en breve tiempo nos encontramos en un gran problema, por confiarnos. Si no existen otro tipo de seguridades es mejor ni intentar investigar nada, que pase por otros adolescentes. Incluso puede ocurrir con otra persona mayor, porque la discreción debe ser absoluta.

ES COMUN VER ALUMNOS CON ESTAS CARACTERÍSTICAS

Sensación de estar colocado

Frecuencia respiratoria lenta

Somnolencia

Confusión

Mala coordinación

Necesidad de tomar dosis más altas para aliviar el dolor

Empeoramiento o aumento de la sensibilidad al dolor con dosis más altas

Medicamentos ansiolíticos y sedantes

Somnolencia

Confusión

Andar de manera inestable

Habla arrastrada

Problemas de concentración

Mareos

Problemas de la memoria

Respiración lenta

Estimulantes

Estar más alerta

Sensación de estar colocado

Ritmo cardíaco irregular

Presión arterial alta

Temperatura corporal alta

Disminución del apetito

Insomnio

Agitación

Ansiedad

Paranoia

Otros signos

Robar, falsificar o vender recetas médicas

Tomar dosis más altas que las recetadas

Hostilidad o cambios de humor

Dormir de más o de menos

Tomar malas decisiones

Sentirse inusualmente energético, eufórico o acelerado

Somnolencia

Pedir reposiciones antes de tiempo o “perder” constantemente las recetas médicas, por lo que se deben hacer más

Intentar pedir recetas médicas a más de un médico