Fecha de publicación: 9 de ago de 2022
omar villalobos albornoz
omar villalobos albornoz
Licenciado en sociología/ magister en filosofía/…
Fecha de publicación: 9 de ago de 2022
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Varios estudios confirman que la noción de "pensamiento histórico" se entiende como una serie de hábitos, habilidades, y destrezas (Keirn y Martin, 2012; Keirn y Luhr, 2012; MacIsaac, 1996; Erickson, 1979). Para Keirn y Martin (2012) la noción de "pensamiento histórico" no se trata necesariamente de una nueva idea, los llamados a enseñar hábitos mentales históricos se remontan al menos a un siglo atrás, no obstante, hay una explosión de recursos en las últimas dos décadas que apoyan hacer de las aulas de historia sitios de análisis, interpretación y cuestionamiento, más que de memorización. Citando a Bain y Mirel, Keirn y Luhr (2012) asocian una serie de habilidades al "pensamiento histórico", así pues, se puede decir que los investigadores en formación deben comprender cómo los historiadores enmarcan los problemas históricos, asimismo ser capaces de seleccionar y organizar los detalles fácticos, y analizar y construir narrativas de carácter histórico. Es también necesaria una familiarización con la historiografía, de ese modo los estudiantes pueden observar de manera cuidadosa y crítica las maneras en que varios historiadores han organizado y creado una comprensión histórica.
La comprensión histórica real requiere que los estudiantes tengan la oportunidad de crear narrativas históricas y argumentos propios. Tales narrativas y argumentos pueden tomar muchas formas, por ejemplo, ensayos, debates y artículos editoriales […] La comprensión histórica también requiere que los estudiantes lean atentamente las narrativas históricas creadas por otros (The National Standards for United States History and World History, 1995: 315).
Ahora bien, entendiendo que el "pensamiento histórico" es una destreza, de acuerdo con Erickson, Mary, (1979), el desarrollo del juicio, imaginación, creación, particularidad y cambio, son sus elementos constitutivos, asimismo, son las habilidades que se busca desarrollar tanto en investigadores del área y estudiantes. Por otro lado, para Collingwood (2010), el "pensamiento histórico" es tanto un hábito como una actividad semejante a la percepción, aunque no percibe el aquí y el ahora, al contrario, sus objetos son acontecimientos que han dejado de ocurrir y condiciones que ya no existen. El "pensamiento histórico" se entiende en el contexto de la historia comprendida como un conocimiento razonado de lo que es transitorio y concreto, mientras que su autonomía se manifiesta en el trabajo de selección, construcción y crítica históricas, asimismo, el "pensamiento histórico" es autorizante y dueño de su criterio. "El pensamiento histórico es aquella actividad de la imaginación mediante la cual nos esforzamos por dar a esta idea innata un contenido detallado, lo cual hacemos empleando el presente como testimonio de su propio pasado" (Collingwood, 2010: 330).
De acuerdo con el filósofo e historiador británico (2010), además de la función histórica de la imaginación están otras dos funciones que le caracterizan. Por un lado, está la imaginación pura y libre del artista, por ejemplo, un hombre que compone una novela teje un relato en donde los personajes e incidentes actúan y se desarrollan respectivamente de una manera que determina una necesidad interna a ellos mismos, el relato imaginado por el novelista no se puede desarrollar de otra manera, dado que su desarrollo corresponde a como se desenvuelve en su imaginación. Por otro lado, está la imaginación perceptual, "que completa y consolida los datos de la percepción […], presentándonos objetos posibles de percepción que no se perciben en realidad: la parte de debajo de esta mesa, el interior de un huevo intacto, el otro lado de la luna" (Collingwood, 2010: 324). Para Collingwood (2010) la imaginación histórica difiere de la anterior no con respecto a su carácter a priori, sino en su tarea especial, la de imaginar el pasado. Para el autor el pasado no es un objeto posible de percepción, dado que no se encuentra aquí, pero gracias a la imaginación se puede convertir en objeto de nuestro pensamiento. De acuerdo con Erickson, Mary (1977), el conocimiento del pasado no es directo.
Asimismo, según Collingwood (2010) la red que construye el historiador con la ayuda de la imaginación no busca su validez apoyada en los hechos dados, es la imaginación a priori en el proceso de construcción histórica la que proporciona los medios de crítica histórica, en otras palabras, la validez es cuestión de una imaginación activa y el pensamiento crítico. "La novela y la historia tienen que ser igualmente coherentes, nada es admisible en ninguna de ellas si no es necesario, y el juez de esta necesidad es en ambos casos la imaginación" (Collingwod, 2010: 328). El mundo histórico en el que las narrativas se vinculan tiene una realidad en el tiempo y en el espacio, también los escritos de los historiadores que constituyen el testimonio histórico. De ese modo, se cumplen las tres reglas de método necesarias para el trabajo del historiador.
3https://es.linkedin.com/pulse/qu%C3%A9-se-entiende-por-pensamiento-hist%C3%B3rico-omar-villalobos-albornoz
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