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domingo, 13 de noviembre de 2022

¿CÓMO ENSEÑAR HISTORIA 2?

¿CÓMO ENSEÑAR HISTORIA 2?
Todos sabemos que existe una diversidad de abordajes, para enseñar Historia, pero la mayoría tiene que ver con los enfoques planteados por historiadores, que enseñan HISTORIA. Hasta el momento no pude comprobar que alguno de ellos plantee técnicas memoristas, que si son aplicadas por personas idóneas que enseñan Historia y es lógico que sean más, debido a las dificultades que se presentan en los estudios universitarios sobre el tema, vinculados a la necesidad de transitar dos faces en forma simultánea: a).- La de Investigador y b).- La de Docente.- 


 Didáctica de la Historia para el siglo xxi

 “Introducción 

Lorena Llanes Arenas

 En nuestro sistema educativo la enseñanza se caracteriza por su diversidad, ya sea en las aulas o a distancia, en sistemas escolarizados o abiertos, en medios rurales o urbanos, por mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, la manera en que se lleva a cabo, principalmente en las aulas, sigue basándose en la reproducción de cursos tradicionales, teóricos, academicistas, centrados en la transmisión de conocimientos acabados. Pero, en la actualidad, estos esquemas de enseñanza ya no resultan adecuados para las necesidades y expectativas de una sociedad ávida de obtener preparación que le permita no sólo saber, sino también saber hacer, comprender lo que aprende y aplicarlo en la interpretación de la realidad que le circunda. Por esto, se han aplicado sucesivas reformas educativas a escala nacional e internacional para reorientar la enseñanza y sustentarla en mo­de­los educativos centrados en las necesidades de la persona que aprende, así como en el marco de la sociedad y la cultura en la que se desenvuelve. 

Este libro es una invitación a reflexionar acerca de la docencia, la divulga- ción y la profesionalización de la enseñanza de la Historia en el ámbito escolar. La organización de los temas que contiene este texto se concibió hace algunos años gracias a la inquietud de algunos alumnos y egresados de la carrera de His- toria de la Facultad de Filosofía y Letras del Sistema de Universidad Abierta de la unam , por investigar, compartir experiencias y conocer algunas causas por las que la Historia sigue resultando una disciplina poco atractiva a los estudian- tes de los diversos grados escolares del sistema educativo mexicano, sabedores de que buena parte del quehacer del historiador está directamente ligado con el ámbito educativo.

 El libro está conformado por cuatro capítulos, en los que encontraremos diferentes voces que realizan una revisión —no exhaustiva, aunque integral— de lo que representan los conceptos de docencia-divulgación, enseñan­za y didáctica de la Historia en México. Se espera que este texto atraiga la atención de docentes e historiadores interesados en la enseñanza y didáctica de la Histo- ria en la educación básica, media superior y superior de nuestro país, y en buena medida dé pie a un análisis más profundo e integral sobre sus circuns- tancias, problemática y perspectivas, con la participación de todos los actores involucrados en ella.

 Docencia : ¿ quiénes enseñan la historia ? La práctica docente exige constante reflexión y análisis, porque es una bús- queda y toma de conciencia sobre la manera de actuar e impartir la disciplina. En el caso de la Historia, infinidad de textos abordan las dificultades de su en- señanza y aprendizaje, aunadas al déficit de motivación para fomentar el gus- to por estudiarla. Sin embargo, resulta evidente que en la práctica prevalece el desconocimiento sobre las alternativas formuladas para enfrentar tales difi- cultades: los resultados recientes de la prueba Enlace 1 reflejan que la disciplina no se entiende y enseña de manera adecuada, porque se sigue replicando el tipo de enseñanza tradicional. En este capítulo encontraremos tres puntos de análisis relacionados con la formación docente, el primero se refiere a la preparación de profesores en la Escuela Normal Superior de México; en el segundo, se aborda la formación de historiadores como docentes en algunas universidades mexicanas; y un tercer punto muestra, a través de encuestas y entrevistas, la percepción de estudiantes de segundo de Secundaria, acerca de cómo son sus clases de Historia. En el primer ensayo del capítulo, Leslie Mercado y Yabin Silva revisan el mapa curricular de las licenciaturas impartidas en la Escuela Normal Supe- rior, en educación primaria y secundaria. Dichas licenciaturas están planea- das con fundamentos psicopedagógicos y didácticos. En esta exploración los autores identificaron que las asignaturas que abordan la metodología y teoría de la Historia, base conceptual del conocimiento y enseñanza de la disciplina, son insuficientes. Asimismo, presentan los resultados de la prueba Enlace, que por primera vez fue aplicada para la asignatura de Historia en el periodo 2009-2010. Con esta evaluación se pretendió estimar los conocimientos y las habilidades históricas que los estudiantes de Primaria y Secundaria debían dominar. Este análisis lleva a los autores a considerar que la revisión de los planes de estudio, que abarquen los fundamentos teóricos de la disciplina en las res- pectivas licenciaturas, allanaría en buena medida las ausencias y desconoci- miento en la comprensión y aplicación de la enseñanza de la Historia en la educación básica e impactaría sustancialmente en las futuras evaluaciones.

 En el segundo apartado de este capítulo, titulado “La formación del his- toriador como docente”, Silvia Cirett lleva a cabo una breve revisión de la for- mación de historiadores en el área docente. La manera en que escribimos acer­ca del pasado varía de acuerdo con el momento en que vivimos, así como nues- tros intereses y perspectivas. Esta labor pretende, en lo posible, comprender y explicar los acontecimientos, pensamientos, conductas y emociones que mo- tivan al historiador para presentar la propia postura en relación con el presente y el pasado. Hay componentes que inciden e influyen en nuestra disciplina, como el desarrollo de otras ciencias afines, el surgimiento de nuevos temas de interés, los avances de la historiografía de otros países y los cambios de quienes se de- dican a escribirla. El historiador dedicado a la enseñanza se encuentra en el justo medio para desarrollar investigación y docencia al mismo tiempo. Aun- que para muchos la actividad docente es sólo un complemento de su desarrollo intelectual, otros han procurado interesarse un poco más en aspectos psicope- dagógicos que les permitan mejorar su cátedra. 

Sin embargo, para algunos la docencia resulta un trabajo poco atractivo y desconcertante; por un lado, por no tener las habilidades para traducir a los estudiantes los contenidos de los programas de estudio institucionales, así co­ mo los conocimientos e información fruto de sus investigaciones. Las habilida- des psicopedagógicas y didácticas deben ser reforzadas desde la capacitación inicial de los historiadores, ya que algunos programas universitarios carecen de asignaturas que fortalezcan el área pedagógica, pero también se debe proporcio- nar las herramientas para enfrentar y desarrollar la experiencia docente. A cada institución universitaria le corresponde integrar en su organiza- ción y propuesta académica asignaturas relacionadas con la docencia y la difu- sión de la historia. 9lorena llamas arenas Este aspecto se vuelve fundamental en la enseñanza, ya que la capacitación docente, así como el conocimiento de estrategias y recursos didácticos, per- mitirán un mejor desempeño de los egresados en esta área, en beneficio de sus futuros alumnos y de la educación misma. Conocer modelos educativos, corrien- tes psicopedagógicas y estrategias de enseñanza y de aprendizaje es indispensable para un adecuado desarrollo docente. 

Resulta también fundamental la parti- cipación multidisciplinaria de maestros, pedagogos, historiadores, educado- res y especialistas para crear espacios académicos independientes o respaldados por las universidades, con posibilidades de intervenir en la elaboración de ma- teriales didácticos que faciliten la enseñanza y el aprendizaje de la asignatura. En la tercera parte del capítulo, “Cómo se enseña Historia”, el estudio de José Juan Huber a través de una serie de entrevistas y encuestas a estudiantes de segundo de Secundaria en Veracruz, nos muestra un panorama sobre la apreciación que éstos tienen acerca de cómo se les enseña la Historia, qué re­ cursos emplearon sus maestros para acercarlos al conocimiento de la disciplina y los tipos de evaluación que les fueron aplicados. Este trabajo permite familia- rizarnos con la realidad que viven algunos de los estudiantes y docentes en el país. Los resultados de este trabajo de campo son una invitación a reflexionar sobre el quehacer del docente-historiador…”


 Libro: Didáctica de la Historia en el Siglo XXI (PDF) https://otrasvoceseneducacion.org › archivos

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