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viernes, 4 de agosto de 2023

ESTUDIO DE CASO DEL CONFLICTO ENTRE ISRAELÍES Y PALESTINOS




ESTUDIO DE CASO DEL CONFLICTO ENTRE ISRAELÍES Y PALESTINOS EN ORIENTE MEDIO (VERSIÓN REDUCIDA)

En este mes de Mayo de 2021, nuevamente, fuimos testigos de noticias periodísticas sobre nuevos enfrentamientos entre israelíes y palestinos, como viene ocurriendo desde hace unos 120 años, sin que pueda observarse alguna iniciativa concreta de terminar con una larga guerra de desgaste, que genera muchos sufrimientos a dos poblaciones en Oriente Medio y que cada tanto nos sobresalta y nos asombra, que siga vigente el mismo problema de inseguridad en el mundo. En este mismo Estudio de Caso se observa la opinión del Filósofo y Lingüista Abraham Noam Chomsky, sobre lo que muchos piensan relacionado con la solución racional del problema, vinculado con la formación de un solo país, con la absorción de unos cinco millones de Palestinos en el Estado de Israel, pero él mismo, en la misma conferencia, de la que brindamos un párrafo, nos dice que, a su entender, sería casi imposible que Israel acepte tal situación, debido a la certeza sobre el crecimiento poblacional exponencial de esa nueva población, habiendo mejorado sus estándares de vida y salidos de una situación de guerra constante, que rápidamente superarían a la población de origen hebreo.  

Israel, situada en Asia Occidental, tiene una superficie de 22.070 Km2 con lo que se encuentra entre los países más pequeños.
Israel, con una población de 9.051.000 personas, se encuentra en la posición 97 de la tabla de población, compuesta por 196 países y tiene una alta densidad de población, con 410 habitantes por Km2.
Su capital es Jerusalén y su moneda Nuevos shéquels.
Israel es la economía número 31 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2019 fue de 211.422 millones de euros, con una deuda del 59,98% del PIB. Su deuda per cápita es de 23.359€ euros por habitante.
La última tasa de variación anual del IPC publicada en Israel es de octubre de 2018 y fue del 1,2%.
Hay algunas variables que pueden ayudarle a conocer algo más si va a viajar a Israel o simplemente quiere saber más sobre el nivel de vida de sus habitantes.
El PIB per cápita es un muy buen índicador del nivel de vida y en el caso de Israel, en 2020, fue de 38.942€ euros, por lo que se encuentra en una buena posición, ya que ocupa el puesto 21 del ranking, lo que supone que su población tiene un buen nivel de vida en relación a los 196 países del ranking de PIB per cápita.
En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que los israelies tienen una buena calidad de vida.
Si la razón para visitar Israel son negocios, es útil saber que Israel se encuentra en el 49º puesto de los 190 que conforman el ranking Doing Business, que clasifica los países según la facilidad que ofrecen para hacer negocios.
En cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en Israel ha sido de 61 puntos, así pues, sus habitantes tienen un bajo nivel de percepción de corrupción gubernamental.
En las tablas de la parte inferior de la página puede ampliar información sobre la economía y demografía de Israel y si quiere ver información sobre cualquier otro país puede hacerlo desde economía países
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7,1
54,8mm
Dic
10,1
103,5mm
Socio-Demografía
Ranking global de envejecimiento [+]
2015
18º
Densidad [+]
2019
410
Ranking Paz Global [+]
2020
145º
Remesas recibidas (M.$) [+]
2017
990,4
% Inmigrantes [+]
2019
21,61%
% Emigrantes [+]
2019
4,09%
Tasa Natalidad [+]
2018
20,80‰
Remesas enviadas (M.$) [+]
2017
2.926,4
Tasa mortalidad [+]
2018
5,00‰
Índice de Fecund. [+]
2018
3,09
Población [+]
2019
9.051.000
Inmigrantes [+]
2019
1.956.346
Emigrantes [+]
2019
369.935

https://datosmacro.expansion.com/paises/israel#:~:text=Israel%2C%20con%20una%20poblaci%C3%B3n%20de,410%20habitantes%20por%20Km2.
Estado de Palestina, situada en Asia Occidental, tiene una superficie de 6.020 Km2, que lo coloca entre los países más pequeños del mundo.
Estado de Palestina, con una población de 5.101.000 personas, se encuentra en la posición 119 de la tabla de población, compuesta por 196 países y tiene una altísima densidad de población, de 847 habitantes por Km2.
Su capital es Jerusalén Este y su moneda Israeli Shekel.
Estado de Palestina es la economía número 121 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2020 fue de 6.435 millones de euros, con una deuda del 47,33% del PIB. Su deuda per cápita es de 1.262€ euros por habitante.
La última tasa de variación anual del IPC publicada en Estado de Palestina es de marzo de 2018 y fue del -2,1%.
Hay algunas variables que pueden ayudarle a conocer algo más si va a viajar a Estado de Palestina o simplemente quiere saber más sobre el nivel de vida de sus habitantes.
El PIB per cápita es un muy buen índicador del nivel de vida y en el caso de Estado de Palestina, en 2019, fue de 3.075€ euros, por lo que se encuentra con esta cifra está en la parte final de la tabla, en el puesto 128. Sus habitantes tienen un bajísimo nivel de vida en relación a los 196 países del ranking de PIB per cápita.
En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que los palestinos tienen una mala calidad de vida.
Si la razón para visitar Estado de Palestina son negocios, es útil saber que Estado de Palestina se encuentra en el 116º puesto de los 190 que conforman el ranking Doing Business, que clasifica los países según la facilidad que ofrecen para hacer negocios.
En cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en Estado de Palestina ha sido de 26 puntos, así pues, sus habitantes creen que existe mucha corrupción en el sector público.
En las tablas de la parte inferior de la página puede ampliar información sobre la economía y demografía de Estado de Palestina y si quiere ver información sobre cualquier otro país puede hacerlo desde economía países
Socio-Demografía
Ranking global de envejecimiento [+]
2015
93º
Densidad [+]
2020
847
Ranking Paz Global [+]
2020
143º
Remesas recibidas (M.$) [+]
2017
2.033,5
% Inmigrantes [+]
2019
5,10%
% Emigrantes [+]
2019
78,17%
Tasa Natalidad [+]
2018
29,28‰
Remesas enviadas (M.$) [+]
2017
915,5
Tasa mortalidad [+]
2018
3,46‰
Índice de Fecund. [+]
2018
3,64
Población [+]
2020
5.101.000
Inmigrantes [+]
2019
253.735
Emigrantes [+]
2019
3.890.650
IDH [+]
2019
0,708
Esperanza de vida [+]
2018
73,90
Número de Homicidios [+]
2018
24
Homicidios por 100.000 [+]
2018
0,49

https://datosmacro.expansion.com/paises/palestina#:~:text=Estado%20de%20Palestina%2C%20situada%20en,pa%C3%ADses%20m%C3%A1s%20peque%C3%B1os%20del%20mundo.&text=Estado%20de%20Palestina%20es%20la,47%2C33%25%20del%20PIB.
Noam Chomsky critica a Estados Unidos por apoyar a Israel y bloquear la creación del Estado palestino
“…Bueno, en cuanto a las perspectivas, hay un panorama convencional. Que se repite constantemente en todas los bandos, en Israel y Palestina, entre los comentaristas independientes y los diplomáticos. El panorama que se delinea es que existen dos alternativas: por un lado la coexistencia de los dos Estados, que cuenta con un abrumador consenso internacional, prácticamente de todo el mundo, y si eso no funciona, habrá un Estado único. Israel tomará el control de Cisjordania, y los palestinos entregarán las llaves, como se dice coloquialmente. Algo que los palestinos a menudo prefieren. Ellos afirman que entonces serán capaces de llevar a cabo una lucha por los derechos civiles, tal vez inspirada en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, luchar por los derechos civiles a lo largo del Estado único controlado por Israel. Bueno, los israelíes critican eso argumentando lo que ellos denominan “el problema demográfico”, habrá demasiados no judíos en un Estado judío— de hecho, constituirían la mayoría rápidamente. Esas son las alternativas que se esbozan mayoritariamente, casi sin excepción…”
https://www.democracynow.org/es/2014/10/22/in_un_speech_noam_chom lo desky_blasts
(Noam Abraham Chomsky; Filadelfia, 1928) Lingüista y filósofo estadounidense.
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Noam Chomsky. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/chomsky.htm el 24 de mayo de 2021.


Cronología del conflicto en Palestina

Choque de narrativas de un desastre.

La primera gran ola de migración judía a Palestina se conoce como aliyá (ascenso) y se inició en 1881, como consecuencia de las persecuciones referidas y al calor de las ideas de personajes como Moses Hess, precursor del sionismo.
Theodor Herlz, periodista judío de origen húngaro que trabajaba para un periódico en Viena fue testigo de primera mano de la ola de antisemitismo que azotaba Europa mientras cubría como corresponsal el caso Dreyfus en 1895 en París. Fundador del sionismo político moderno, fue el primero en apuntar esta idea haciendo referencia a “un estado para los judíos”…El primer Congreso Sionista tuvo lugar en Basilea (Suiza), en agosto de 1897
Éxodo y primeras manifestaciones de resistencia árabe
Mientras, en Europa se sucedían los progromos (actos vandálicos y masacres de carácter anti-semitas) como el de Kishinev en abril de 1903 (actual Chisinau).
Palestina a finales del S.XIX era parte del Imperio Otomano, dentro de la Gran Siria (Al-Sham), según la delimitación administrativa realizada en 1888 en el marco de las reformas del Tanzimat. Siguiendo la tesis de la investigadora Hanady Awni Muhiar Muñumer; cerca de medio millón de habitantes poblaba la región de los que un 75% profesaban la religión musulmana de rito suní, el 20% eran mayoritariamente árabes de religión cristiana y un 5% eran judíos…
No es de extrañar que tanto la comunidad judía como la árabe vieran en la Declaración Balfour del gobierno británico en 1917 como un espaldarazo a las aspiraciones hebreas de establecer su “hogar nacional” en los territorios de Palestina.
Disturbios en Jerusalén en abril de 1920 y con mayor virulencia en Jaffa en mayo de 1921. Estos sucesos propiciaron la aparición de la Haganá, organización paramilitar de autodefensa hebrea que se erigió en el embrión de lo que posteriormente fue el ejército o Tzahal, y de organizaciones de tintes claramente terroristas como el Irgún. En líneas generales, la mayor parte de la población árabe abogaba por la desaparición de la comunidad judía o yishuv en Palestina.


El nivel de violencia entre comunidades fue in crescendo hasta los disturbios del año 1929, a cuenta de una disputa por el uso de los espacios de oración de las comunidades árabe y musulmana de Jerusalén: Muro de las Lamentaciones y Mezquita de Al Aqsa…
La idea de la revuelta armada contra los judíos y la autoridad británica se materializó a través de la figura del icónico predicador y líder árabe Izz ad-Din al-Qassam, originario de Siria pero que en el año 1930 era muy activo en la ciudad del norte de Palestina de Haifa. Al Qassam (muchos de los lectores habrán oído hablar de los cohetes Qassam lanzados por grupos radicales contra Israel) abogaba por la yihad religiosa contra los sionistas y contra el imperio británico. Qassam murió en un enfrentamiento armado con las tropas británicas en noviembre de 1935.
La Revuelta árabe, que combinaba tintes islámicos con nacionalistas, fue liderada por el gran muftí de Jerusalén al-Husseini y transcurrió hasta el año 1939.
Aunque la Revuelta se puede decir que fracasó en el año 1939, no obstante, se puede decir que tuvo de positivo para la comunidad árabe la formación de una identidad nacional. En el lado judío, la Revuelta supuso la expansión y desarrollo de las fuerzas de autodefensa de la Haganá, contando incluso con la aquiescencia británica. Se formaron fuerzas auxiliares británicas judías como los “Batallones de Campo” o los “Escuadrones Especiales Nocturnos”, impulsadas por el oficial británico Orde Wingate. Cada vez se perfilaba más el destino de la región hacia una cohabitación entre dos comunidades separadas: la pujante comunidad judía y una comunidad árabe cada vez más marginada, tanto social como económicamente además de profundamente dividida. Esto llevó al establecimiento de la Comisión Peel por parte de los británicos, que conscientes de la existencia de dos movimientos nacionales en Palestina, plantearon en el año 1937 la partición del territorio en dos estados: uno hebreo y otro árabe.


La oposición a la propuesta de partición por parte de la comunidad árabe fue prácticamente generalizada con la excepción del emir Abd Allah I de Jordania, ansiando la anexión de la porción palestina para su reino. Los judíos aceptaron la propuesta, no sin cierta oposición de una parte importante de esta comunidad. La propuesta fue aparcada debido a los vientos de guerra que ya soplaban en Europa. Después llegaron otras propuestas como el “Libro Blanco” de 1939 que no satisfizo ni a judíos ni a árabes; pese a contener disposiciones bastante limitadoras del proyecto sionista. Mientras tanto, estalló la Segunda Guerra Mundial.
De sobra es conocido el desarrollo de esta gran confrontación bélica y sus consecuencias para el pueblo judío, especialmente en Europa. De esta época, la narrativa judía destaca el papel desempeñado por la comunidad árabe y su líder el muftí Haj Amin al-Husseini en favor del esfuerzo de guerra nazi, para apuntalar la causa palestina en detrimento del pueblo judío. El bando judío se posicionó claramente del lado de los británicos en la figura de su líder Ben Gurion, para luchar contra la Alemania nazi. Más de 36.000 voluntarios judíos lucharon mano a mano con las tropas británicas en la contienda, lo que además les supuso la adquisición de experiencia de combate que se revelaría decisiva en las posteriores guerras en suelo palestino. En esa época se creó con apoyo británico las unidad de élite denominada Palmaj. A finales de 1944 se creó una “Brigada Judía” dentro del propio ejército británico.
La contienda en Europa trajo la práctica aniquilación de las comunidades judías en Europa al mismo tiempo que el mundo era testigo del auge de los Estados Unidos y la Unión Soviética como grandes potencias así como el declive de Francia y Gran Bretaña como potencias coloniales. Desde el punto de vista judío, la supervivencia de la Yishuv quedaba garantizada ya que la población había crecido desde los 85.000 habitantes de 1920 hasta los 560.000 al tiempo de la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos, en la persona de su presidente Truman y debido a la presión de la influyente comunidad judía de aquel país abogó por la inmigración a tierras palestinas de los desplazados judíos supervivientes del Holocausto en Europa. En el año 1946 se establece una Comisión anglo-americana de Investigación para estudiar la situación en Palestina. Lo novedoso de este enfoque es la existencia misma de este comité mixto, que revelaba la nueva posición de Estados Unidos y su papel como determinante del destino de la región. Chaim Weizmann lideraba el proyecto sionista por aquel entonces. En aquella época comenzaron a producirse ataques armados de carácter terrorista contra instalaciones británicas en Palestina, perpetradas por fuerzas judías como la voladura de todos los puentes de comunicación perpetrado por la Haganá (noche de los puentes, junio 1946) o el atentado con bomba del hotel Rey David (julio 1946), llevado a cabo por la organización terrorista Irgún. La propia inmigración judía hacia Palestina comenzó a utilizarse como un instrumento de desestabilización del equilibrio de fuerzas en la región.


En mayo de 1947, las Naciones Unidas establecen un Comité Especial sobre Palestina. Dicho Comité planteó una propuesta de partición del territorio en dos estados: uno judío y otro árabe. La solución materializada a través de la Resolución 181 no convencía demasiado a ambas comunidades aunque iba a recabar algún apoyo insospechado como el de la Unión Soviética, deseoso de terminar con la influencia británica en la región. Las hostilidades se desataron en diciembre de 1947, el día siguiente a la firma del Plan de partición, y se prolongaron hasta el 14 de mayo de 1948, fecha que supone el fin del mandato británico en Palestina. Los estados árabes circundantes: Iraq, Transjordania y Egipto, habían dudado hasta el momento si intervenir de manera directa en apoyo de la causa palestina aunque cada estado tenía su propia agenda y a menudo, intereses contrapuestos. En los primeros momentos de confrontación, con un balance de fuerzas muy favorable a los árabes, fue determinante el suministro de armas a los judíos provenientes de un país del bloque comunista como Checoslovaquia. Finalmente, el estado judío amplío su territorio de manera considerable a costa de la comunidad palestina.


Finalmente, cuando terminaron las hostilidades se produjeron dos narrativas muy diferentes de la contienda: para los judíos fue una victoria épica en un contexto de inferioridad manifiesta y para la comunidad palestina, supuso la dispersión de su pueblo, así como la pérdida de sus hogares y la partida como refugiados para muchos. Esta serie de eventos traumáticos es lo que se conoce como “Nakba” (desastre) y constituye el nudo central que forja la identidad nacional Palestina. A finales de 1949, más de 700.00 personas, lo que constituía prácticamente la mitad de la población autóctona, habían tenido que abandonar sus hogares y huir a los países vecinos (Jordania, siria y Líbano fundamentalmente) o a otros territorios de Palestina (Gaza y Cisjordania).
Las Naciones Unidas aprobaron el 11 de diciembre de 1948 la Resolución de la Asamblea General nº 194 en la que, entre otras disposiciones, se apuntaba el “derecho al retorno” de los refugiados palestinos “para vivir en paz con sus vecinos” y con la vaga fórmula de que ese retorno “deberían ser permitido” en el futuro en “fecha practicables”. Está claro que sólo las autoridades israelíes pueden permitir ese retorno pero esa circunstancia aún no se ha producido a día de hoy.


La Nakba creó una situación humanitaria de emergencia que lleva a la Asamblea General de las Naciones Unidas el 8 de diciembre de 1949 a crear una agencia específica, la UNRWA, para apoyar a la población refugiada de palestina. Con un mandato inicial de 3 años, todavía hoy sigue operando.
La región a principios de los años 50 presentaba un panorama complicado ya que en Siria se habían sucedido varios golpes militares y en Egipto tuvo lugar un golpe de estado en 1952 que alzó al poder a Gamal Abd al-Nasser. En pleno auge de la guerra fría entre los bloques norteamericano y soviético, Oriente Medio no era ajena a dicha escalada militar. Israel estaba obsesionado en mantener el statu quo generado después de la guerra de 1948 y era poco propicio a realizar concesiones en el plano geográfico, cediendo por ejemplo parte de la región sur del desierto del Negev, o demográfico, permitiendo el retorno de los refugiados palestinos. Mientras tanto, en las fronteras entre Israel con Egipto y con Jordania, no cesaban de producirse incidentes armados. En Egipto despuntaba la figura del carismático líder Nasser en el marco de la Guerra Fría, que viraba cada vez más hacia la órbita soviética con su modelo de panarabismo y socialismo.

En Jordania, la comunidad palestina constituía una mayoría considerable de la población y el estado pretendía su absorción a costa de la eliminación de su identidad en sí, lo que se refleja incluso en el propio término utilizado por Jordania para referirse a los territorios de la orilla oeste del río Jordán como “West Bank”. Pero Nasser y otros líderes árabes estaban muy interesados en promover en lo que se ha venido a llamar “Renacimiento de la Identidad Palestina”, algo que los palestinos acogieron con entusiasmo.

Esta segunda línea de acción culmina en mayo de 1964 con el nacimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Su primer líder fue el libanés de origen palestino Ahmad al-Shuqayri. En cierto modo, había un gran interés por parte algunos de los países patrocinadores de la creación de la OLP como Egipto o Jordania, en su control de alguna manera. Del primer movimiento clandestino mencionado anteriormente, surgen pequeñas organizaciones al margen de la Liga Árabe e incluso de la propia OLP, como Fatah fundada en Kuwait por Yasser Arafat. La primera acción militar de Fatah consistió en un ataque contra el sistema de distribución de agua de Israel, que tuvo lugar el 1 de enero de 1965.
Mientras tanto, en Jordania, las relaciones entre la OLP y el el rey Hussein se deterioraban rápidamente hasta llegar hasta el estado de confrontación en el año 1966. Fatah seguía con sus operaciones militares contra Israel desde Cisjordania, para mayor indignación del rey Hussein. El otro foco de tensión en la región eran las fricciones en la frontera entre Israel y Siria por la infiltración de combatientes palestino así como por el uso de los recursos hídricos, ya que el suministro de agua desde el lado sirio era de vital interés para Israel.
En junio de 1967, tiene lugar la llamada “Guerra de los 6 Días” en el que se enfrentaron una Coalición de Países Árabes e Israel. El resultado fue una gran derrota para los países árabes. Israel tomó militarmente la franja de Gaza y la península del Sinaí a Egipto, Cisjordania y Jerusalén Este a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Tras la guerra, las Naciones Unidas emitieron a través del Consejo de Seguridad la Resolución 242, de 22 de noviembre de 1967 en el que se enfatizaba la “inadmisibilidad de adquirir territorios por medio de la guerra” instando a buscar una solución de paz duradera por medio de la “retirada de las tropas israelíes de los territorios ocupados en este conflicto” y a través del respeto a la soberanía, integridad territorial e independencia política de cada estado en la región y su derecho a vivir en paz, dentro de fronteras seguras y reconocidas libres de amenazas o actos de fuerza”. La resolución daba carta blanca a poner en marcha la fórmula “paz por territorios” por la que Israel condicionaba la progresiva retirada de sus fuerzas militares a la obtención de garantías de paz. Por otro lado, la nula alusión de la misma al conflicto palestino, dejaba a esta comunidad fuera de juego y su lucha diluida en el marco del conflicto árabe-israelí. Al mismo tiempo, comenzaba a instaurarse una práctica que se iba a revelar de desastrosas consecuencias para el futuro, como la de establecer asentamiento judíos en Cisjordania, en ocasiones con el consentimiento de las autoridades, otras no.


Después de 1967, la lucha de algunas organizaciones palestinas como Fatah contra Israel continuó desarrollándose fundamentalmente desde suelo jordano, pero ya desde la orilla este del Jordán. Los palestinos habían constituido prácticamente un estado dentro del propio estado de Jordania. Esta situación, provocó la respuesta armada de Israel que se materializó en los graves enfrentamiento de Karameh en marzo de 1968. Para los palestinos, supuso una gran victoria simbólica contra el poderoso enemigo israelí, a pesar de la decisiva participación de las fuerzas armadas jordanas en los incidentes. Jordania asistió en aquellos momentos a la transformación de la OLP desde una organización de carácter político en otra paraguas de diferentes grupos militares, en los que iba a despuntar la organización Fatah, liderada por Yasser Arafat. Las cada vez más frecuentes operaciones militares israelíes en el valle del Jordán, obligaban a los combatientes palestinos a adentrarse cada vez más en territorio jordano, especialmente en Ammán, llegando a amenazar incluso la propia estabilidad del país.
En Septiembre de 1970 se produce un fuerte choque entre los grupos armados palestinos y las tropas jordanas, en lo que después de ha venido a conocer como Septiembre Negro. Los palestinos creyeron que su levantamiento sería visto con simpatía por la población, además de por alguna potencia regional como siria pero finalmente fueron derrotados de manera estrepitosa. En definitiva, para los grupos armados palestinos supuso una gran derrota y su expulsión definitiva de Jordania, perdiendo dicho territorio como base de operaciones y trasladándose al Líbano. Para mediados de 1973, la OLP estaba plenamente establecida en Líbano.


El 6 de octubre de 1973 se produce un ataque sorpresa por parte de Egipto y Siria sobre Israel. Dicho conflicto recibe el nombre de “Guerra del Yom Kippur” por coincidir con dicha fecha sagrada del calendario judío. Pese a los iniciales éxitos militares en los frentes del Sinaí y los Altos del Golán fueron rápidamente revertidos por el contraataque israelí, imponiéndose un Alto el Fuego auspiciado por las grandes potencias a través de la Resolución 338 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, adoptada el 22 de octubre de 1973. En los años posteriores se llegaron a acuerdos parciales de resolución del conflicto, siendo los más importantes de ellos los suscritos entre Egipto e Israel y auspiciado por el presidente norteamericano Jimmy Carter, “Acuerdos de Camp David”. En los Acuerdos, se hacía una especial referencia al problema palestino, contemplando una autonomía para los enclaves de Gaza y Cisjordania. Esta solución no parecía satisfacer las aspiraciones de la OLP. La firma de dichos acuerdos terminaba de certificar la retirada de Egipto del “bloque árabe” en su lucha contra Israel.


Como ya había indicado anteriormente, la OLP había trasladado su base de operaciones a Líbano desde el año 1973. En el año 1982 Israel invade Líbano con el objetivo de terminar con el santuario que para la OLP suponía ese país, modificando el equilibrio de poderes sectario en apoyo del líder de la Falange, Bashir al-­Jumayyil, perteneciente a la confesión cristiano-maronita. Israel fracasó en este último objetivo aunque con su intervención en la guerra civil libanesa consiguió expulsar a la OLP del territorio libanés. Esto provocó que el centro de gravedad de la política palestina se trasladase desde la diáspora, hacia el núcleo de los territorios de Gaza y Cisjordania. Los años 80 son testigos de un declive en el plano internacional para la OLP, tras su derrota en el Líbano.
La Primera Intifada y los Acuerdos de Oslo
Dentro de Gaza y Cisjordania se producía una combinación de factores tales como las serias dificultades económicas, el estancamiento político bajo una ocupación militar de “puño de hierro” ejercida por Israel, que dió pie a la revuelta instigada por los sectores más jóvenes de la población palestina. Frente al tradicional movimiento de resistencia secular, adquirían cada vez más importancia los movimientos de tendencia islamista. La revuelta estalló de manera espontánea contra la ocupación israelí a finales de 1987. El levantamiento popular también llamado “Guerra de las Piedras”, a diferencia de la lucha armada desarrollada hasta entonces, que era vista como terrorismo desde muchos sectores, fue acogido con mayor entusiasmo a nivel internacional ya que estaba protagonizado por civiles desarmados contra el fuertemente armado ejército israelí, lo que deslegitimaba en última instancia la intervención de este. Además, los palestinos de a pie comenzaban a tomar las riendas de su propia lucha, desplazando a la OLP como su único portavoz. Por ello, la OLP tuvo que cambiar su estrategia rápidamente. Comenzó por aceptar la Resolución de NU 242 así como la de partición de 1947, iniciando el camino hacia el reconocimiento de la solución de dos estados. No obstante, la posterior alineación del líder de la OLP Yasser Arafat con Sadam Hussein, durante la Primera Guerra del Golfo de 1990-91, erosionó bastante la imagen del líder palestino de cara a las siguientes negociaciones a celebrar. El declive de la OLP como portavoz del pueblo palestino coincidía con el auge de los movimientos islamistas, gestado desde largo tiempo en los movimientos estudiantiles de Gaza y Cisjordania, que culminan con la revelación de la organización Hamas como protagonista de la Intifada de 1987.

Esta circunstancia, unida a la desaparición de la Unión Soviética del panorama internacional como gran potencia y tradicional aliado de la OLP, llevó a esta entidad a tomar la estratégica decisión de sentarse en la mesa de negociación. El colapso soviético provocó igualmente la emigración en masa de judíos a Palestina, casi un millón a finales de los 90, y el temor de que fueran ubicados en nuevos asentamientos en Cisjordania, llevó a Arafat a actuar de manera urgente y disponerse al diálogo con Israel. La OLP no pasaba por sus mejores momentos: el apoyo expreso a Sadam Hussein por parte de Yaser Arafat había provocado la hostilidad hacia la OLP de sus tradicionales financiadores del Golfo, lo que llevó a esta organización a la bancarrota. Además, existía un gran temor a perder el liderazgo político en los territorios ocupados en favor de la organización islamista Hamas. Del lado israelí, el primer ministro laborista Isaac Rabin estaba deseoso de firmar la paz con los vecinos árabes más inmediatos a Israel y en ese sentido, el problema palestino era pieza clave en cualquier acuerdo al que se llegara.
Resultado de dicho clima fueron los famosos Acuerdos de Oslo, que se habían gestado en las negociaciones secretas celebradas anteriormente en la capital noruega. Lo esencial de estos pactos era que ambas partes: Israel y la OLP se reconocían mutuamente. Palestina, reconociendo las resoluciones 242 y 338 de Naciones Unidas, renunciaba recurrir a la violencia así como reconocía el derecho de Israel a vivir en paz y con seguridad. Al mismo tiempo, Israel se comprometía a una retirada paulatina por fases de Gaza y Jericó. Se acordó igualmente el establecimiento de una Autoridad Palestina que iría progresivamente tomando el control de Gaza y Cisjordania, asumiendo funciones de seguridad.
Las primeras elecciones tuvieron lugar en 1996 y Hamas, que rechazaba el marco de los acuerdos de Oslo, declinó su participación. No obstante, quedaban en el aire importantes cuestiones no resueltas como el estatus de Jerusalén, capital deseada tanto por Israel como por un futuro estado palestino, los asentamientos judíos en territorios palestinos así como el retorno de la diáspora palestina de refugiados repartidos por todo el mundo.

Los años siguientes a la firma, se produjeron toda una serie de episodios de violencia, atentados suicida y resistencia a desmantelar los asentamientos judíos que llevaron poco a poco a minar la confianza entre las partes. De hecho, en 1995 se produjo el asesinato del mandatario judío Isaac Rabin a manos de un extremista judío contrario a estas políticas.

Los Acuerdos de Camp David del año 2000
Una de las últimas intentonas de llegar a una solución negociada del conflicto palestino fue la de los Acuerdos de Camp David del año 2000, bajo los auspicios del presidente norteamericano Clinton. La negociación estaba protagonizada por el recién elegido primer ministro laborista israelí Ehud Barak (1999) y el líder palestino de la OLP Yasser Arafat. Israel ofrecía una retirada del 80% de los territorios ocupados de Cisjordania y los palestinos se negaba, argumentando que Israel ocupaba ya el 78% de la Palestina histórica; es decir, Israel dentro de las fronteras vigentes hasta 1967. Gaza y Cisjordania constituía por tanto el 22% que quedaba de Palestina y los palestinos no estaban dispuestos a renunciar a ello. Para Israel, el punto de partida eran las fronteras de 1967, para Palestina las de 1948. Cuestión no menos espinosa era la de la ciudad de Jerusalén, capital indivisible de Israel para los judíos, capital histórica del pueblo palestino, centro neurálgico tanto para los creyentes musulmanes como para los hebreos. Jerusalén alberga en un espacio de unas 15 hectáreas tanto el Monte del Templo, lugar más sagrado para los judíos, como la Explanada de las Mezquitas o “Noble Santuario”, tercer lugar más sagrado para los musulmanes después de la Mecca y Medina. Incluso en el hipotético caso de llegarse a un acuerdo para la división de Jerusalén, sería imposible llegar a un pacto para dividir los lugares sagrados. La cuestión más irresoluble de todos los contenciosos era el retorno de los palestinos refugiados: el lado palestino argumentaba que era un derecho que debía ser efectivo para todo palestino en el exterior mientras que el lado israelí argumentaba que podía verse limitado por razones de soberanía nacional…


En septiembre de 2000, en pleno debate sobre el futuro de Jerusalén tras la cumbre de Camp David, el entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharón, visitó la zona exterior del recinto de la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa, con el permiso del jefe de la seguridad israelí en Cisjordania. Esta visita, interpretada como una gravísima provocación por parte de la población palestina, provocó algunos incidentes y choques entre estos y las fuerzas de seguridad, aunque ninguno de ellos de gravedad. No obstante, al día siguiente, durante la plegaria del viernes y con la tensión entre ambas poblaciones en aumento, cientos de jóvenes musulmanes apedrearon desde la Explanada de las Mezquitas a los fieles judíos congregados ante el Muro de las Lamentaciones. La policía israelí disparó usando fuego real, matando a siete palestinos, extendiéndose los incidentes por toda la parte árabe de Jerusalén...” https://www.ecured.cu/Segunda_Intifada


Sharon era conocido por su vinculación con las matanzas de los campos de refugiados palestinos en Líbano de Sabra y Chatila, calificadas como acto de genocidio por Naciones Unidas. Su procedencia política de la derecha más radical hacía presagiar una agenda complicada en la gestión de la cuestión palestina. En el verano de 2005 toma la decisión unilateral de retirar las tropas israelíes de Gaza así como cualquier tipo de asentamiento judío, entendiendo que era lo que más convenía estratégicamente a Israel en aquel momento para evitar un mayor desgaste. Pero el fracaso de las negociaciones de paz iba a suponer un serio revés para Fatah, que asistió impotente al auge de la organización islamista Hamas y su fuerte penetración en la sociedad palestina. Los islamistas de Hamas barren en las elecciones legislativas de 2006 de la mano de Ismail Haniyeh generando un nuevo problema en el conflicto como era el de quién realmente representaba al pueblo palestino a partir de entonces.


A partir del año 2002, como consecuencia de la generalización de acciones suicidas perpetradas por palestinos, Israel aduce razones de seguridad para comenzar a construir un sistema de vallas, alambradas y muros siguiendo el trazado de la antigua “Línea Verde” del armisticio de 1949 y adentrándose en muchos lugares para rodear los múltiples asentamientos judíos que hay en Cisjordania. Desde la narrativa palestina, esto no supone más que un ahondamiento en la política de hechos consumados, perpetuando un sistema de “bantustanización” de las comunidades palestinas al estilo del sistema de Apartheid que regía en el pasado en Sudáfrica.


El último gran intento de negociaciones directas entre Israel y Palestina se produjo en 2008 entre el presidente palestino Mahmoud Abbas y el primer ministro israelí Ehud Olmert. En dichas negociaciones se acercaron posturas en muchos puntos puntos de la agenda pero lejos de acercar las grandes cuestiones de la disputa de 1948. El principal escollo lo constituían las cuotas de refugiados palestinos retornados que Israel estaba dispuesto a admitir. Pese a que ambas partes estaban de acuerdo en la solución de los dos estados, a la hora de negociar elementos concretos cada parte tenía la convicción de que la otra se inmiscuía en cuestiones soberanas del otro: si Israel consideraba inasumible el retorno de ciudadanos palestino a su propio territorio, Palestina rechazaba frontalmente que Israel controlase elemento de su seguridad o incluso el espacio aéreo. Por aquel entonces, faltaban pocos años para producirse un fenómeno que iba a pasar como un ciclón por numerosos países del norte de África y Oriente Medio e iba a modificar totalmente el equilibrio de poderes en la región, eclipsando aún más si cabe el conflicto de Palestina. Dicho fenómeno fue el de las “Primaveras Árabes”.
A partir del año 2008, se impone por parte de Israel un bloqueo a la franja de Gaza, controlada por el movimiento islamista Hamás, y se suceden diversas ofensivas relámpago israelíes: Plomo Fundido (entre el 27 de diciembre de de 2008 y el 18 de enero de 2009), Pilar Defensivo (noviembre de 2012) y la más mortífera de todas Margen Protector 2014, con un saldo de más de 2000 muertos, quedando las infraestructuras civiles del enclave seriamente dañadas.
En fechas más recientes, concretamente a partir del 30 de marzo de 2018 se han producido una serie de manifestaciones populares en la franja de Gaza bajo el nombre de la “Marcha del Retorno” que a día de hoy amenazan con degenerar en una nueva espiral de violencia en la que se podría desarrollar una nueva operación militar por parte del ejército israelí. 
CONCLUSIÓN: LAS DOS NARRATIVAS DEL CHOQUE DE TRENES
El conflicto entre Israel y Palestina es percibido de manera muy diferente por ambas partes. Mientras que para el lado israelí se ha percibido desde los inicios como un acto de justicia histórica y los acontecimientos posteriores se justifican en la autodefensa, para el lado palestino, la propia creación de Israel y el asentamiento del pueblo judío en Palestina constituye un acto de agresión en sí mismo, aparte de una profunda injusticia histórica. Ambas narrativas difieren tanto de sí que es prácticamente imposible tender puentes entre ellas.


La justificación israelí de su manera de proceder a lo largo de todos estos años en base a razones de autodefensa así como la propia existencia del estado de Israel a función de unas pretendidas raíces históricas bíblicas, parece entrar en la noción del concepto de Nietzsche de “pasado utilizable”, que es en última instancia la justificación de la mayoría de los gobiernos nacionalistas. Por otro lado, la existencia del estado de Israel, sea fruto o no de un error histórico, no se puede desmontar si recurrir a una solución que seguramente sería mucho más injusta. Las posturas se han enconado en tiempos recientes y determinados gestos políticos no han ayudado a crear un clima de distensión, como el reciente reconocimiento a finales de 2017 de Jerusalén como capital del estado de Israel (aunque Israel ya lo había declarado desde 1980) por parte de la administración Trump.


El marco legal en que se mueve el desarrollo actual del conflicto es el de una Ocupación Militar tal y como refleja la IV Convención de la Haya relativa a las leyes y costumbres de la guerra terrestre de 1907 y la IV Convención de Ginebra de 1949 relativa a la Protección debida a las personas Civiles en Tiempos de Guerra así como su Protocolo Adicional de 1977, aplicable a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales. (no ratificado por Israel).


Por otro lado, en ambas partes se produce un fenómeno de radicalización de sus discursos: por un lado, en Israel, triunfan las tesis más nacionalistas y militaristas bajo el actual gobierno de Netanyahu, alentadas por el auge y la explosión demográfica de los jaredíes o ultraortodoxos, que representan ya el 11% de la población de Israel. aunque Netanyahu procede de la élite askenazí (judíos europeos) conecta a la perfección con los sectores conservadores de la comunidad mizrají (judíos orientales y levantinos) y es consciente de la importante proyección de las comunidades ultraortodoxas. Quedan marginados en la sociedad hebrea los judíos que proceden de África, también llamados peyorativamente falashas. La sociedad israelí está fuertemente polarizada, ignorando su pasado diverso.


Del lado palestino, encontramos una sociedad extenuada, cansada de muertos, destrucción, guerra y limitaciones como consecuencia del bloqueo y la ocupación militar. De igual modo, el llamado movimiento de resistencia palestino se encuentra profundamente fragmentado, pese a que a finales de 2017 los principales grupos Fatah y Hamas escenificaran la reconciliación después de años de desencuentros. En la última revuelta han adquirido protagonismo grupos más minoritarios y combativos como la Yihad Islámica. Existen pocas esperanzas en la comunidad palestina de la diáspora de que el ansiado retorno se produzca y en ese sentido, el tiempo corre en su contra.
Mientras tanto, el contador de víctimas mortales sigue su marcha: 9.500 palestinos y 1.246 israelíes en lo que llevamos de siglo XXI, demostrando que existe una clara desproporción de fuerzas y que, aunque la mayor parte de las víctimas caen del lado palestino, se trata de un conflicto que causa dolor y sufrimiento generalizado…
https://www.elsaltodiario.com/nueva-revolucion/cronologia-del-conflicto-en-palestina-choque-de-narrativas-de-un-desastre-
Casi siete décadas después de su fundación, el panorama económico es aparentemente halagüeño para Israel. Roza el pleno empleo, con una tasa de paro inferior al 5%. La inflación ha sido domada y es ahora inexistente o negativa. La divisa nacional, el shequel, se ha revalorizado frente al euro un 14% en los dos últimos años. Vivir en Israel es un 20% más caro que en España, cuyo coste de la vida viene a coincidir con la media de los países de la OCDE, aunque el salario mínimo ronda los 1.200 euros mensuales. Desde el final de la Segunda Intifada (2000-2005) el crecimiento del PIB se ha mantenido en un ritmo anual sostenido del 4%, a pesar de haber librado una guerra en Líbano y otras tres en Gaza. Pero al igual que en su avanzada capacidad bélica, la renta per cápita anual de Israel (35.700 dólares) si sitúa a años luz de la disponible en la empobrecida y aislada franja palestina (1.700 dólares)…
https://elpais.com/economia/2017/07/28/actualidad/1501259690_825940.html
Cincuenta años de ocupación han llevado a la economía palestina a una situación de reversión del desarrollo y a la pobreza
 
Geneva, Suiza, 12 septiembre 2017
Este año se cumplen 50 años de ocupación israelí en la Franja de Gaza y la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Oriental. Se trata de la ocupación más prolongada de la historia reciente. Para el pueblo palestino, estos cinco decenios se han caracterizado por la reversión del desarrollo, la represión del potencial humano y la denegación del derecho al desarrollo. Según el informe de este año sobre la asistencia de la UNCTAD al pueblo palestino, no hay visos de que vaya a cambiar esta situación.


El informe indica que la ocupación ha debilitado en extremo los sectores agrícola e industrial, con el consiguiente menoscabo de la competitividad de la economía del Territorio Palestino Ocupado a nivel nacional e internacional. Como solo se explota 1 de cada 5 ha de tierra cultivable y más de 9 de cada 10 ha cultivadas carecen de irrigación, a lo que se suma la prohibición de importar los fertilizantes necesarios y otras restricciones impuestas por Israel, entre 2015 y 2016 la producción agrícola disminuyó un 11% y la proporción del producto interno bruto (PIB) correspondiente a la agricultura se redujo del 3,4% al 2,9%.


El hecho de que, hoy en día, el PIB real per capita en el Territorio Palestino Ocupado esté en el mismo nivel que en 1999 es una indicación clara del costo humano y la pérdida de potencial económico resultantes de la ocupación. En todos los sectores, el crecimiento económico está limitado por las pérdidas de tierras y recursos debidas a los asentamientos israelíes y la anexión de tierras en la Ribera Occidental. Esta situación se ve agravada por las restricciones a la importación de insumos esenciales, lo cual incrementa los costos de producción, deprime las inversiones y perpetúa condiciones económicas de elevado desempleo y pobreza generalizada. No parece que esto vaya a cambiar en 2017.
 
La elevadísima tasa de desempleo de los jóvenes constituye una amenaza para el futuro del pueblo palestino
En 2016 el desempleo alcanzó un 27% en el Territorio Palestino Ocupado y fue aún más alto en Gaza, donde llegó al 42%. Estas cifras serían aún mayores si tuvieran en cuenta a las personas desalentadas que han renunciado a buscar empleo. El informe destaca que, a menos que se inviertan las tendencias actuales, seguirá creciendo el desempleo, caerá el ingreso per capita, se agravará la inseguridad alimentaria y la pobreza seguirá aumentando, todo lo cual aumenta el riesgo de que se produzcan crisis políticas alimentadas por una agravación del deterioro económico.


Desde el principio de la ocupación, la elevada tasa de desempleo en el Territorio Palestino Ocupado ha obligado a los palestinos a buscar empleo en Israel y los asentamientos, donde trabajan en condiciones peligrosas y son víctimas de discriminación y a menudo carecen de suficiente protección en materia de salud y seguridad. El informe indica que, sin esos puestos de trabajo, en la Ribera Occidental habría un desempleo de cerca del 40%, o incluso un poco mayor que el que hay en Gaza.


El informe revela la elevadísima tasa de desempleo entre los jóvenes de entre 15 y 29 años, que en 2016 fue del 27% en la Ribera Occidental y del 56% en Gaza. Los índices de desempleo de los jóvenes palestinos son los más altos de la región. Además, esas cifras no tienen en cuenta el hecho de que 6 de cada 10 jóvenes han renunciado al mercado de trabajo y ya no buscan empleo y tampoco estudian. Esta marginalización de los jóvenes desalienta la inversión en educación, disminuye la acumulación de capital humano y priva a la economía de su iniciativa empresarial y su creatividad. De ahí que el informe recomiende que los responsables políticos palestinos y sus asociados para el desarrollo presten especial atención a la cuestión del desempleo de los jóvenes.
 
Los asentamientos siguen en expansión
El informe señala que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en su resolución 2334, aprobada el 23 de diciembre de 2016, reiteró su exigencia de que Israel pusiera fin a todas las actividades de asentamiento en el Territorio Palestino Ocupado. No obstante, en lo que va de 2017, Israel ha intensificado la expansión de los asentamientos y ha anunciado planes de construir más viviendas. Esto se suma al hecho de que en 2016 la edificación de viviendas aumentó en un 40% con respecto a 2015, alcanzando el segundo nivel más alto registrado desde 2001…
https://unctad.org/es/press-material/cincuenta-anos-de-ocupacion-han-llevado-la-economia-palestina-una-situacion-de
ISRAEL Y LOS TERRITORIOS PALESTINOS OCUPADOS
Información extraída de nuestro INFORME 2020/21
Israel siguió sometiendo a discriminación institucionalizada a la población palestina que vivía bajo su dominio en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados (TPO). Desplazó a centenares de palestinos y palestinas en Israel y la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, como consecuencia de demoliciones de viviendas y de la imposición de otras medidas coercitivas. Las fuerzas israelíes continuaron usando fuerza excesiva durante operaciones de aplicación de la ley en Israel y los TPO. En los TPO mataron a 31 palestinos, incluidos 9 niños; muchos fueron víctimas de homicidio ilegítimo cuando no representaban ninguna amenaza inminente para la vida…La tortura y los malos tratos a personas detenidas, incluidos niños y niñas, quedaban impunes. Las autoridades recurrieron a toda una serie de medidas para atacar a defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas y otras personas que criticaban la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza y los Altos del Golán de Siria. Persistía la violencia contra las mujeres, especialmente contra las ciudadanas palestinas de Israel. Las autoridades negaban a quienes solicitaban asilo el acceso a un proceso imparcial y rápido de determinación de la condición de persona refugiada. Se encarceló a objetores y objetoras de conciencia al servicio militar…Israel celebró en marzo elecciones parlamentarias, las terceras en poco más de un año. En mayo, los dos principales partidos de la Knéset, el Likud y la alianza Azul y Blanco, alcanzaron un acuerdo para compartir el poder que incluyó el anuncio de que Israel iba a anexionarse más territorios en la Cisjordania ocupada a partir de julio de 2020. Previamente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había anunciado su “acuerdo del siglo”, que incluía la ampliación formal de la soberanía israelí al valle del Jordán y a la gran mayoría de los asentamientos ilegales del resto de la Cisjordania ocupada, a cambio de tierras ubicadas en Israel…
…En febrero, después de que las fuerzas israelíes mataran a un miembro del grupo armado palestino Yihad Islámica, éste lanzó 80 cohetes y bombas de mortero desde la Franja de Gaza hacia Israel, que causaron heridas leves a más de 20 personas. El ejército israelí llevó a cabo múltiples ataques aéreos en Gaza, hiriendo a 12 palestinos según el Ministerio de Salud palestino en Gaza.
En agosto y septiembre, Israel lanzó ataques de artillería y aéreos contra Gaza como represalia por el lanzamiento de globos y cometas incendiarios desde Gaza a Israel. Como respuesta, los grupos armados palestinos dispararon cohetes indiscriminadamente hacia Israel…
…Traslados forzados, desalojos forzosos y demoliciones
Israel demolió 848 estructuras residenciales y dedicadas al sustento palestinas en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, desplazando a 996 personas, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de la ONU. Las autoridades israelíes dijeron que muchos de los edificios demolidos carecían de permisos emitidos por Israel —prácticamente imposibles de obtener para la población palestina— o estaban en zonas militares cerradas. El derecho en materia de ocupación prohíbe este tipo de destrucción salvo que sea necesaria para operaciones militares.
En otros casos, Israel confiscó estructuras residenciales y dedicadas al sustento, algunas de las cuales habían sido donadas con fines humanitarios. Las fuerzas israelíes demolieron punitivamente al menos seis viviendas palestinas, dejando sin hogar a 22 personas, entre ellas 7 menores de edad, según B'Tselem. Las demoliciones punitivas constituyen castigo colectivo y están prohibidas por el derecho internacional…
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/paises/pais/show/israel-y-los-territorios-palestinos-ocupados/


 
ACTIVIDADES



1).- ¿Cuáles son los problemas concretos? Elige una letra: A: El Religioso, dado que no pueden convivir en la misma región judíos, con católicos y musulmanes; B: Los asentamientos judíos en territorios palestinos, más el muro que separa a Israel de los Territorios Palestinos y el Estatus de la ciudad de Jerusalén y C: La proximidad de El Líbano, Siria, Jordania y Egipto.
 
2).- ¿Quién ejercía la autoridad, en Palestina, antes del conflicto palestino-israelí?
3).- ¿Desde qué sistema supranacional actual llegaron a Palestina la mayoría de los judíos?
4).- ¿Si decimos Palestina a qué nos referimos? Y por el contrario: ¿De qué hablamos cuando mencionamos Territorios Palestinos?
5).- ¿Cuál es la razón, para que Estados Unidos proteja tanto a Israel? Elija una letra: A: Alto valor en la compra y prueba de artefactos de punta, para la guerra; B: Alto valor, dado que muchos judíos viven Estados Unidos y C: Alto valor estratégico.
6).- ¿Cuál es la razón para que los palestinos no reconozcan un Estado judío? ¿Existe algún estado totalmente de religión musulmana en la zona?
7).- Cualquiera puede pensar que la religión se constituye en el problema más importante, pero es una zona donde han coexistido varias religiones durante siglos. ¿Cuál te parece el grado de complejidad que aporta (responde con la letra): A: Es el factor de más importante; B: Tiene importancia, pero no es lo más importante y C: Tiene poca importancia.
8).- ¿Cómo se encuentran repartidos los recursos naturales (en particular el agua, que es el más importante en la zona) entre israelíes y palestinos?
9).- ¿Existe alguna razón de fondo, para que la ONU no pueda resolver el conflicto? ¿Qué países tienen derecho a veto de las Resoluciones de la ONU?
10).- ¿Sabemos por los noticieros que existen los radicales (en política internacional es sinónimo de extremista) palestinos, pero sabemos algo de los radicales israelíes?
 
 
 





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