PRESIDENTE ARTURO FRONDIZI
Obra de GobiernoEl Doctor Arturo Frondizi recibió la Presidencia de la Nación el día 1º de mayo de 1958, durante su período de gobierno debía resolver el agresivo enfrentamiento entre peronistas y antiperonistas, enfrentar la presión de las Fuerzas Armadas y recuperar la economía del país; entre otras cuestiones no menos importantes.
Fueron aprobadas la Ley de Amnistía, la del Estatuto del Docente, la Ley de Asociaciones Profesionales, la de Nacionalización del Petróleo y la Ley de enseñanza libre. La ley de enseñanza libre, propuesta por el gobierno, permitía el establecimiento de Universidades privadas, que en su mayoría serían católicas. Se enfrentaron la opinión de "enseñanza laica" (opuesta al proyecto de ley) contra la de "enseñanza libre" (sostenida por el gobierno y por sectores católicos), detrás de la confrontación había motivos de índole política. Finalmente la ley se aprobó.
La industrialización
En 1958 asumió un nuevo presidente constitucional, Arturo Frondizi, con muchas ideas nacionalistas sobre la industrialización nacional, en este gobierno se siguió la política de los capitales extranjeros, pero no la de subsidios. Aprovechando la revolución en publicidad que produce el televisor, a partir del 1960 se comienzan a lanzar propagandas orientadas para los jóvenes, con ritmo, música y personajes propios. Las medidas principales fueron las leyes de inversiones extranjeras, de promoción industrial y los contratos petroleros, tuvo éxito al coincidir con la etapa de gran expansión transnacional que tuvieron las empresas estadounidenses en aquella época.
Entre 1958 y 1963 se llegó a alcanzar el máximo histórico de las inversiones extranjeras en Argentina: alrededor del 23 % del total del período entre 1912 a 1975. Las ramas industriales privilegiadas en esta segunda etapa del proceso de sustitución de importaciones fueron la automotriz, la petrolera y petroquímica, la química, la metalúrgica y la de maquinarias eléctricas y no eléctricas. Las inversiones se orientaron hacia el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecía un mercado interno protegido.
Pero a causa de las inversiones realizadas en los años 1958 y 1959 (algunas de ellas emergentes) la inflación aumentó a pasos agigantados, a tal punto que a principio de 1959 llegó al 113 %. Para combatir la inflación el gobierno frondizista lanzó un incremento salarial del 60 %, ya con el aviso de que gran parte de este incremento sería absorbido por el crecimiento de la inflación. Pero gracias a la explotación petrolera y al incremento de la producción, la inflación bajó de nuevo en 1960.
Política económica
El periodo de gobierno de Arturo Frondizi se caracterizó por adoptar el desarrollismo como política básica de gobierno, a partir de las recomendaciones de la CEPAL y las definiciones de la llamada teoría de la dependencia, desarrollada a partir de los años de 1950 por intelectuales de toda América Latina. Sin embargo, el desarrollismo frondizista se diferenció del cepaliano al recurrir principalmente a la radicación de empresas multinacionales, antes que al Estado, como factor de impulso del desarrollo industrial.
Al asumir Frondizi, la economía argentina padecía una severa restricción externa, causada por el fuerte déficit de su balanza comercial, que le impedía contar con las divisas necesarias para importar los insumos que precisaba el tejido industrial que había crecido fuertemente en la década anterior. Una parte sustancial de ese déficit se debía a las importaciones de petróleo. La política de radicación de capitales extranjeros (cuyas medidas principales fueron las leyes de inversiones extranjeras directas, promoción industrial y los contratos petroleros) tuvo éxito al coincidir con la etapa de gran expansión transnacional que tuvieron las empresas estadounidenses en aquella época.
Entre 1958 y 1963 se llegó a alcanzar el máximo histórico de las inversiones extranjeras en Argentina: alrededor del 23 % del total del período entre 1912 a 1975. Las ramas industriales privilegiadas en esta segunda etapa del proceso de sustitución de importaciones fueron la automotriz, la petrolera y petroquímica, la química, la metalúrgica y la de maquinarias eléctricas y no eléctricas. Las inversiones se orientaron hacia el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecía un mercado interno protegido. La inflación subiría a consecuencia de las inversiones realizadas en los años 1958 y 1959 (algunas de ellas emergentes), a tal punto que a principio de 1959 llegó al 113 % anual. Para combatir la inflación, el gobierno lanzó un incremento salarial del 60 %, ya con el aviso de que gran parte de este incremento sería absorbido por el crecimiento de la inflación, además de la reducción del gasto público. Gracias a la explotación petrolera y al incremento de la producción, la inflación bajó en 1960, teniendo un índice del 27,1 %, y en 1961 del 13,7 %. Hasta fines de la década de 1960, según datos del Banco Mundial, Argentina tuvo un PIB per cápita similar al de Austria, Italia, Japón y España.
Política petrolera
Al llegar el gobierno de Frondizi, había una grave situación petrolera en Argentina: existía un consumo de quince millones de toneladas de petróleo, pero en el país solo se producían cinco millones, por lo tanto debía importar diez millones de toneladas para llegar a abastecer de petróleo el país, solo en petróleo se destinaba un millón de dólares por día. En 1958 se firmaron contratos con empresas petroleras estadounidenses para que estas operaran por cuenta de YPF. El propósito era lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos y no tener que comprarlos afuera.
En tres años de gestión se logró un aumento del 150 % en la producción de petróleo y gas natural en Argentina. Por primera vez en la historia, en el país se logró el autoabastecimiento de petróleo, y Argentina pasó de ser importador a ser exportador de petróleo. El logro del autoabastecimiento produjo una ganancia de cientos de millones de dólares en costos anuales de importación de crudo, lo que ayudó a crear en los siguientes trece años un crecimiento económico casi ininterrumpido, sobre todo en lo tocante a la industria. Todo esto en sumatoria representaba el valor de una tercera parte del producto de las exportaciones. Una de las primeras metas del gobierno de Frondizi fue la de producir todo aquello que se importaba. La explotación de petróleo y su autoabastecimiento fue uno de los primeros logros: las reservas de petróleo aumentaron casi en un 50 %, pasó de 390.000.000 a 590.000.000 de toneladas de reservas en todo el país y también se quintuplicó la producción de gas.
El gobierno sentó tres pilares básicos para la política petrolera:
1. Nacionalización del petróleo.
2. Monopolio de YPF.
3. Autoabastecimiento petrolero.
Para la extracción del petróleo se habían comprado treinta y seis equipos de perforadoras petrolíferas, la compra más grande hecha en la historia de Argentina. En 1960 se llegó a tener más de cien de estos equipos trabajando para la Administración, el doble de los que tenía normalmente YPF, dándose así solución a la crisis energética que había hacia 1958, y acabando con la «dieta eléctrica» y los apagones que sufría constantemente el país. En ese mismo año se construyó también el gasoducto Campo Durán; se creó prácticamente una industria petroquímica que ubicó al país como segunda potencia regional en el rubro; y se multiplicó por cinco la producción de caucho, necesario para la fabricación de los neumáticos de los automotores. Con estas producciones de materias primas se redujeron fuertemente las importaciones de esos productos.
Con estos avances en maquinarias, YPF logró duplicar su producción hasta superar la cifra de 10.400.000 toneladas de petróleo. Pero para lograr llegar hasta las 15 600 000 toneladas, el gobierno tuvo que hacer contratos de locación de obras y servicios en especial con tres empresas: Banca Loeb (en la provincia de Mendoza), Panamericam (en la ciudad de Comodoro Rivadavia), y Tennessee (en la provincia de Tierra del Fuego). Así, Argentina logró llegar al autoabastecimiento de petróleo en cuatro años, rompiendo con cincuenta años de abastecimiento de petróleo importado por los grandes monopolios extranjeros.
La siderurgia
La expansión siderúrgica se logró a pesar de los obstáculos de la Dirección de Fabricaciones Militares, que se oponía a la intervención del capital privado. Durante esos años la inversión extranjera se multiplicó por diez, como también se duplicó la inversión interna lográndose así un gran reequipamiento industrial y tal como lo había anticipado Frondizi las divisas que antes se gastaban en la importación de combustibles y otras materias primas, ahora se destinaron a la compra de equipos industriales, modernizando la industria y la infraestructura básica.
El 25 de julio de 1960 se inauguró en la planta de SOMISA Sociedad Mixta Siderurgia Argentina) el alto horno de San Nicolás de los Arroyos, sobre el río Paraná, para la producción de acero, albergando 12.000 puestos de trabajo. Este alto horno se había empezado a construir en la época de Perón, pero con su derrocamiento, los militares no la habían terminado (se demoró diez años su finalización). Con este alto horno se produjo un total de 248.500 toneladas de acero en 1958, y cuatro años después, en 1962, se triplicó la producción, pasando a 643.400 toneladas. También creció un 1270 % la producción de arrabio: pasó de 29.000 a 397.000 toneladas anuales, dando así un gran crecimiento a la industria siderúrgica argentina. Se construyó también un laminador continuo de chapas en caliente, modelo único en Sudamérica en ese momento. Con estas obras (y otras no tan destacables), se dio un gran impulso a la petroquímica, a la industria automotriz y la siderurgia en Argentina.
La industria automotriz
El crecimiento de la industria automotriz se dio gracias a la sanción de las leyes n.º 14.780 y 14.781 de Inversiones y Promoción Industrial. El Poder Ejecutivo Nacional sancionó también en 1959 el decreto n.º 3.693 llamado Régimen de Promoción de la Industria Automotriz. Igualmente, se presentaron veintitrés proyectos de radicación automotriz. En él se fijaron las normas de funcionamiento de las fábricas existentes, y también de aquellas en vías de desarrollo, con la idea de reglamentar la creciente participación de elementos en la producción en materia de automotores. Se radicaron varias empresas automotrices en el país (extrajeras y nacionales), en el primer año de gobierno se radicaron la Dinborg, Citroën y Alcre, en el año 1959 De Carlo, A y L de Caroli, Deutz Argentina, Dinarg, Isard, Peugeot, Renault y Siam Di Tella Automotores Sociedad Anónima, en el año 1960; Auto Union, Auto Ar, Bambi y Goliath Hansa Sociedad Anónima, además de las nuevas empresas que llegaron, hubo algunas fábricas que ampliaron sus plantas industriales, una de ellas fue la Fiat en el año 1959 y General Motors en el mismo año.
Se establecieron numerosas industrias , pero también se fundaron algunas argentinas, como la Siam Di Tella Automotores. Su primer automotor producido fue el Siam Di Tella 1500, también cabe destacar el crecimiento de la producción de la empresa Siam, un ejemplo fue el salto en la producción de lavarropas, pasó de dos mil unidades año a treinta y ocho mil unidades en 1958. Se fabricaron mil unidades de este automotor en seis meses. Antes, Argentina debía importar automóviles para poder abastecer el mercado automotriz interno, pero luego, con todos estos logros de producción automotriz, se pudo abastecer ella misma en el mercado de automóviles nacional. Otro ejemplo de los resultados de estas leyes, fue la producción automotriz por IKA, pasó de 33.000 unidades en 1959, a un salto de 200.000 en 1965, superando las expectativas más amplias sobre su evolución.
Con este crecimiento en la siderurgia, la industria automotriz produjo en 1961 137.000 automóviles y camiones, dándole trabajo a un total de 150.000 obreros, y ahorrando unos doscientos cincuenta millones de dólares que antes su utilizaban en importaciones de automotores. Se aumentó la producción de tractores: en 1958 se fabricaron 10.000 tractores, y tres años después, las unidades llegaron a 25.000.
Otras ramas industriales
Hubo una inversión de 140.000.000 de dólares en industria petroquímica entre 1959 y 1961. La industria se modernizó en 1960 y 1961por un valor de mil millones de dólares en máquinas y equipamientos importados. También hubo un pequeño progreso en el sector agro, a partir del desarrollo de la industria siderúrgica y petroquímica, que impulsó la tecnificación y la provisión de fertilizantes, plaguicidas y maquinarias, de forma que se hizo incrementar la producción y productividad agropecuaria. La red vial creció en 10 000 kilómetros. Hubo un aumentó en la producción industrial de un 10 %. Las ramas industriales pertenecientes al papel, la celulosa y la química, también mantuvieron el interés del gobierno, ya que su crecimiento significaba el reemplazó de las importaciones de esos productos. La petroquímica se concentró en unos pocos proyectos basados en diversas ventajas ofrecidas por el sector público y en especial por precios bajos de los insumos que utilizaban, provistos por empresas estatales. Surgieron PASA y Duperial en la provincia de Santa Fe, Indupa en Cinco Saltos e Ipako en el gran Buenos Aires.
La expansión de esta época tendía a satisfacer la demanda latente. A partir de allí la oferta se esos bienes se estancaba, limitada por el lento aumento del consumo y la gradual reposición del stock en uso. En 1957 se alcanzó la máxima producción de estufas y lavarropas; en 1959, la de máquinas de coser; en 1960 la de bicicletas y motonetas; en 1961, la de televisiones.
Política ferroviaria y Plan Larkin
Entre 1958 y 1960 se instalaron más de diez multinacionales automotrices, productoras de colectivos y camiones de carga pesada. Por primera vez en la historia argentina se produjo la sustitución de importaciones automotrices por producciones nacionales. Esto ocasionó que el transporte de pasajeros como el de mercancías se expandiera hacia los automotores, lo que terminó por ocasionar un desborde al transporte ferroviario, ya que contaba con una enorme estructura que no era aprovechada y que generaba déficit, de la misma forma que había ocurrido en Brasil durante el gobierno desarrollista de Juscelino Kubitschek (1956-1961), quien había atraído con éxito la industria automotriz, pero esto produjo que el ferrocarril quedara relegado del transporte de cargas y pasajeros.
El Plan Larkin
Al comienzo de la gestión Frondizi se desempeñó como secretario de Transporte el doctor Alberto López Abuín, especialista en transporte, defensor del ferrocarril. Propuso, en febrero de 1958, una política de modernización que incluía la incorporaración de material rodante nuevo, buscando de esta forma mejorar el transporte de cargas a través del ferrocarril, haciéndole ganar terreno frente al avance del tráfico automotor que se experimentaba en el país. Este plan requería una inversión muy alta y un plazo de aplicación que era demasiado largo para la vacilante política del presidente. Abuín renunció a su cargo en mayo de 1959.
Dejando de lado propuestas como la revalorización de la tracción a vapor —propulsada por el ingeniero Livio Dante Porta— el ministro de Obras Públicas Alberto Constantini y el ministro de Hacienda Álvaro Alsogaray buscaron principalmente disminuir el déficit fiscal a través de un aumento de tarifas y, en menor medida, persiguieron la modernización del sistema ferroviario. Alsogaray viajó a los Estados Unidos para acordar la llegada del general Thomas Larkin a la Argentina, donde tenía que hacer un estudio de los transportes, por cuenta del Banco Mundial. Larkin había sido el responsable de la modernización de los ferrocarriles en Francia, Alemania Federal y Japón.
La ejecución del Plan Larkin puede separarse en tres etapas:
Primer etapa
La primera se corresponde con el desempeño como Secretario de Transporte del doctor Alberto López Abuín, especialista en el tema del transporte, y defensor del ferrocarril. Propuso, en febrero de 1958, una política de modernización ferroviaria para Argentina, por lo cual había que incorporar nuevo material rodante para las vías férreas nacionales. De esa forma, se buscaba mejorar el transporte de cargas a través del ferrocarril, haciéndole ganar terreno frente al avance del tráfico automotor en Argentina. Pero este plan tuvo dos principales obstáculos: una inversión muy alta, y un plazo para aplicarlo que era demasiado largo para la vacilante política del presidente. Abuín renunció a su cargo en mayo de 1959.
Segunda etapa
El ministro de economía Álvaro Alsogaray, intento sin éxito eliminar el déficit, aumentando las tarifas y, en menor medida, modernizar el sistema ferroviario.Tanto él como Constantini tuvieron que renunciar a sus cargos en abril de 1961, con lo cual poco de esa política se pudo practicar.
Se salto entonces a la segunda etapa, en la cual serían protagonistas el ministro de Obras Públicas Alberto Constantini y el ministro de Hacienda Álvaro Alsogaray. Ambos buscaron principalmente eliminar el déficit, aumentando las tarifas y, en menor medida, modernizar el sistema ferroviario. Alsogaray viajó a los Estados Unidos para acordar la llegada del General Thomas Larkin a Argentina, donde tenía que hacer un estudio de los transportes a cargo del Banco Mundial. Así se diseñó el denominado Plan Larkin, que consistía en abandonar el 32% de las vías férreas existentes, despedir a 70.000 empleados ferroviarios, y reducir a chatarra todas las locomotoras a vapor, al igual que 70.000 vagones y 3.000 coches, con la idea de que se comprase todo esto en el mercado exterior y se modernizase de una vez los Ferrocarriles Argentinos, ya sea renovando los rieles o renovando el material rodante, los cuales se encontraban en pésimas condiciones.6 Los cuadros gremiales se pusieron en pie de guerra al enterarse del plan de reducir la empresa ferroviaria, despedir gente y la política de suprimir ramales. Pero la crisis política del momento hizo que Alsogaray y Constantini tuvieran que renunciar a sus cargos en abril de 1961, con lo cual poco de esa política se pudo practicar.
Tercer etapa
Se inició entonces la tercer y última etapa, con Arturo Acevedo como Ministro de Obras Públicas. En junio de 1961 se incorporaron nuevos trenes diésel al servicio suburbano del Ferrocarril General Roca, con lo cual muchos maquinistas y foguistas de locomotoras perdieron sus empleos, lo que provocó paros de protesta. Acevedo era partidario de eliminar todas las líneas que dieran déficit, como fue el caso de las del provincial, al ser de una trocha demasiado pequeña (1000 mm) no eran capaces de llevar mucha carga o transportar muchos pasajeros. Clausuró, así, varios ramales, lo que provocó que se iniciasen varios paros, entre ellos uno de 42 días que se inició el 1 de agosto de 1961, oponiéndose tanto a los despidos como al desguace de material rodante. Sin embargo, al término de la huelga, ningún ramal de los cerrados fue rehabilitado.
Secciones de la red ferroviarias desmanteladas
.Ferrocarril de Comodoro Rivadavia: sección Ramal a Estación Rada Tilly.
Ferrocarril Central del Chubut,
Ramales a Olavarria y Mira Pampa del ex Ferrocarril Provincial de Buenos Aires.
Intención fallida de clausura del ferrocarril Patagónico línea de Puerto Deseado a las Heras.
frondizi visita Somisa
El presidente Arturo Frondizi con miembos del gobierno visita la planta de SOMISA en San Nicolás, 1961.
minador continuo de chapas en caliente de SOMISA
El laminador continuo de chapas en caliente de fabricación SOMISA , en el momento de su instalación fue el único en Sudamérica.
complejo siderúrgico SOMISA
El complejo siderúrgico SOMISA, se comenzó a construir en el segundo gobierno de Perón, pero la gran mayoria de este alto horno se termino en el gobierno desarrollista de Frondizi en 1960.
montaje del Siam Di Tella 1500
Línea de montaje del Siam Di Tella 1500 en el año 1959, se asentaron varias fábricas extranjeras y nacionales que comenzaron a construir automóviles en Argentina.
En 1960 se comenzó la producción del DKW Auto Unión 1000, en la foto el presidente Frondizi prueba el vehículo, producido por Auto Union, empresa radicada durante aquella gestión.
Trabajadores de la industria Kaiser Argentina S.A. en la fabricación de un Estanciera en la provincia de Córdoba en 1961
Trabajadores de la industria Kaiser Argentina S.A. en la fabricación de un Estanciera en la provincia de Córdoba en 1961
El 24 de julio de 1958 el presidente brindo un discurso ante el país, explicando los problemas y consecuencias que tenía seguir importando petróleo. El gobierno anunció
El 24 de julio de 1958 el presidente brindo un discurso ante el país, explicando los problemas y consecuencias que tenía seguir importando petróleo. El gobierno anunció "la batalla del petróleo"
Terminal del gasoducto de Campo Durán
Terminal del gasoducto de Campo Durán , que sirvió para llevar gas a los hogares argentinos.
Construcción del gasoducto Campo Durán en 1958, con este gasoducto se llevó gas a los hogares argentinos.
Construcción del gasoducto Campo Durán en 1958, con este gasoducto se llevó gas a los hogares argentinos.
thomas B. larkin
Thomas Bernard Larkin fue un militar estadounidense que alcanzó el grado de teniente general y sirvió en el cuartel general del Ejército de Estados Unidos. Fue contratado por el Banco Mundial para elaborar un polémico plan conocido como Plan Larkin para su aplicación en Argentina durante el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962), que causó fuertes protestas de la población y los sindicatos.
El ex Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, los ramales a Olavarría y Mira Pampa fueron clausurados en 1961.
El ex Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, los ramales a Olavarría y Mira Pampa fueron clausurados en 1961.
Álvaro Alsogaray
El ministro de economía Álvaro Alsogaray, alegando la necesidad de eliminar el déficit, aumentó las tarifas y, en menor medida, intentó modernizar el sistema ferroviario.Tanto él como Constantini tuvieron que renunciar a sus cargos en abril de 1961, con lo cual poco de esa política se pudo practicar.
presidente Arturo Frondizi.
El presidente Arturo Frondizi. Ejecutó el plan con la intención de acabar con el déficit que daba el debilitado ferrocarril, en un momento histórico en que ya se daba por sentada en todo el mundo la irreemplazable función de fomento que cumplen los ferrocarriles.
nuevos trenes
El Presidente Arturo Frondizi, en 1961 decidió suprimir 4.000 km de vías, ramales e instalaciones. A comienzo de 1960 desembarca en el país una comisión del BIRF (Banco Interamericano Regional de Fomento) y del Fondo Especial para tomar conocimiento del estado de situación del transporte en general. Las consultoras que intervinieron en este estudio son, Coverdale & Colpitts (EE.UU.), Netherlands Engineering Consultans (NEDECO, Holanda) y Renardet-SAUTI (Italia), éstas conformaron el denominado “Grupo de planeamiento de los transportes argentinos” Como Director Técnico General de este grupo de consultoras es designado por el BIRF, el Teniente General de Estados Unidos, B.T. Larkin. Para la sección urbana de la línea Mitre se adquirieron nuevos coches. Estas compras fueron criticadas por los sindicatos ya que se hicieron por decreto en vez de hacerse por licitación. Locomotora serie "G.A.I.A.", construidas en el país en los años ´60 por la Siam Di Tella estuvo a cargo de la fabricación de los generadores y motores de tracción.
La represión
Plan CONINTES
Inicialmente el gobierno de Frondizi derogó varios instrumentos de represión contra el peronismo y el movimiento obrero. En esa línea, el 26 de junio de 1958, el Congreso Nacional derogó el decreto ley 4161/56 sancionado por la dictadura para prohibir al peronismo, y sancionó una ley de amnistía que dejó en libertad a los miles de peronistas y sindicalistas encarcelados por la Revolución Libertadora. También derogó la Ley de Residencia n.º 4144, dictada en 1902, que el sindicalismo argentino venía denunciando desde su misma sanción.
La política económica y educativa generaron gran resistencia entre los sindicatos y el movimiento estudiantil, como las grandes huelgas de los trabajadores petroleros, ferroviarios, de la carne, bancarios y metalúrgicos, y las grandes movilizaciones obrero-estudiantiles, organizadas por la FUA contra las universidades privadas conocidas por uno de sus eslóganes, «Laica o libre». En 1958, a poco de asumir como presidente de la Nación, Arturo Frondizi dictó el decreto secreto 9880/1958, del 14 de noviembre, que permitía al presidente declarar el «estado conintes» (conmoción interna del estado), que el presidente Juan Domingo Perón había intentado utilizar el 16 de septiembre de 1955 durante el golpe de Estado que instauraría a la dictadura de Aramburu. restringiendo la vigencia de los derechos y garantías constitucionales y habilitando la militarización de la sociedad y la declaración del estado de sitio.
El Plan Conintes de Frondizi permitía declarar zonas militarizadas a los principales centros o ciudades industriales como La Plata, y autorizaba a las fuerzas armadas a realizar allanamientos y detenciones (en las cuales se interrogaban a sindicalistas y peronistas) sin cumplir las normas constitucionales. Además, durante el «estado conintes» se declararon ilegales las huelgas y manifestaciones. El 12 de marzo de 1960 se produjo un atentado terrorista mediante la colocación de una bomba en el domicilio particular del capitán del Ejército David René Cabrera, en el que resultó muerta su hija de dos años y con heridas graves su hijo de seis años, al derrumbarse prácticamente toda la vivienda. El hecho, que fue realizado por indicación del dirigente de la resistencia peronista Alberto Manuel Campos, fue uno de los 1566 atentados realizados durante el gobierno de Frondizi —de donde resultaron asesinadas 17 personas entre civiles y militares— y determinó que en la reunión entre el presidente y los comandantes de las tres armas del 14 de marzo se dispusiera poner en ejecución el plan Conintes.
En un principio los militares requerían otras medidas, como la ley marcial, la cual permitia la posibilidad de aplicar la pena de muerte. El teniente general Carlos Severo Toranzo Montero le había dicho al presidente: «(...) y con expresa constancia de fusilar a todo aquel que sea descubierto in fraganti. La ley marcial, de esta manera, va a limitar el terrorismo». Para evitar esto, Frondizi dio ejecución por segunda vez el Plan CONINTES. Así fue que el 14 de marzo de 1960, con el fin de reprimir las huelgas y protestas estudiantiles, el presidente Frondizi aplicó otra vez el Plan CONINTES y declaró a todo el país en «estado de conmoción interior del Estado». Bajo el estado CONINTES, el Gobierno de Frondizi detuvo a cientos de opositores, sindicalistas y activistas estudiantiles; a estos presos se los llamó «presos Conintes». También intervino a los sindicatos. Para concentrar a los detenidos, Frondizi habilitó las prisiones militares de Magdalena y Punta del Indio, y reabrió la cárcel de Tierra del Fuego, instalada en la Isla de los Estados, que Perón había clausurado en 1947. Algunos de los presos famosos de ese momento fueron el comunista Rubens Íscaro, los peronistas Andrés Framini y José Ignacio Rucci, y el folclorista paraguayo José Asunción Flores.
Recién el 2 de agosto de 1961, Frondizi dio por terminado el estado conintes. En 1962 volvió a declararse al país en estado conintes durante varios meses. El Plan era preventivo y no aplicaba penas posteriormente a que se diera por finalizado. Estas normas fueron impugnadas en varios casos y llevó a que la Corte Suprema de Justicia nombrada en 1958 por el presidente constitucional Frondizi con acuerdo del Senado de la Nación, se pronunciara a favor de la validez constitucional de las leyes 13.234 y 14.785, y de los decretos 2628/60 y 2639/60. En esos fallos la Corte sostuvo que era "notoria la existencia del estado de subversión y violencia generalizada" y convalidó “las tareas de investigación, para el arresto, la intervención de los Consejos de Guerra Especiales, el allanamiento de domicilios y la adopción de los procedimientos sumarios del Código de Justicia Militar”, aclarando que como el decreto 6495/61 derogó los decretos 9680/58 y 2628/60, no subsistían las condenas militares impugnadas legalmente. Un fallo ha considerado al Plan Conintes como un antecedente inmediato de la doctrina de seguridad nacional. El 9 de febrero de 1960, el Gobierno clausuró la revista Mayoría e hizo detener a su director ―el periodista y escritor Tulio Jacovella― y a varios periodistas por haber publicado la investigación del periodista Rodolfo Walsh acerca del fusilamiento de peronistas en José León Suárez (el 9 de junio de 1956), así como los capítulos de su libro El caso Satanowski
Toma del Frigorífico Lisandro de la Torre
El Frigorífico Lisandro de la Torre había sido creado por el gobierno radical del presidente Marcelo T. de Alvear como una empresa estatal de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Durante la presidencia de Juan Domingo Perón fue transferido al Estado nacional. El pacto radical-peronista le permitió a Frondizi ganar las elecciones y tomar algunas medidas de consenso como la nueva Ley Nº 14.455 de entidades sindicales. Sin embargo las relaciones entre peronistas y radicales intransigentes se fue deteriorando a lo largo de 1958, principalmente por el incumplimiento del compromiso de legalizar al peronismo y permitir el regreso de Perón. A fines de 1958, Frondizi incrementó el nivel de conflictividad al aprobar el Plan CONINTES, militarizando y criminalizando el conflicto social, una medida que ha sido considerada como un antecedente del terrorismo sistemático de Estado en Argentina.
En él trabajaban 9000 trabajadores y trabajadoras. Estaba ubicado en el barrio de Mataderos de la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno declaró “zona militar” a las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada. Con la mayoría de los dirigentes sindicales presos, la organización de la lucha quedó en manos de delegados como Sebastián Borro y dirigentes de gremios chicos, como el farmacéutico Jorge Di Pasquale. La luchas en las calles se extendió durante tres días. El miércoles 21, las “62 Organizaciones” decidieron levantar la huelga general, que ya llevaba cinco días. El gobierno encarceló a Borro y despidió a 5000 trabajadores. La venta del frigorífico fracasó, pero el gobierno de todos modos se la cedió a la corporación de empresarios frigoríficos (CAP), a pesar de que el sindicato de la carne había presentado un proyecto alternativo de autogestión cooperativa. En 1974 por una comisión de la Cámara de Diputados descubrió que la CAP y el gobierno de Frondizi habían incurrido en actos de corrupción, pero la dictadura militar instalada en 1976, interrumpió definitivamente la investigación de los crímenes cometidos en la privatización del Frigorífico Lisandro de la Torre.
La huelga ferroviaria de 1961
El presidente Arturo Frondizi promulga el decreto 4.061 con lo cual se congelaba el déficit ferroviario, condicionaba los aumentos salariales a las subas de las tarifas, suprimía 4.000 kms de vías, ramales e instalaciones y propugnaba la privatización de servicios y entrega de los talleres de la empresa estatal ferroviaria. El ministro de Hacienda Álvaro Alsogaray viajó a los Estados Unidos para acordar la llegada del general Thomas Larkin a la Argentina, para realizar un estudio de los transportes, por cuenta del Banco Mundial, así surgió el denominado Plan Larkin.
El 30 de octubre de 1961, tanto la Unión Ferroviaria como La Fraternidad iniciaron una huelga por tiempo indefinido, que se prolongaría por 42 días. El gobierno procuró cubrir servicios de emergencia convocando a personal policial y de gendarmería y ofreció pagos extras a foguistas y maquinistas para que trabajasen durante los días de paro, pero los obreros no respondieron al llamado a pesar de sus bajos salarios. La mayoría de los trabajadores ignoraron el llamado a presentarse al trabajo, y quienes por distintos motivos eran obligados a prestar servicio, eran liberados por los “comandos de rescate”. El paro fue acompañado por asambleas, manifestaciones, piquetes, actos de sabotaje y atentados contra vagones y vías del ferrocarril. El gobierno respondió con la represión. Fueron numerosos los obreros detenidos y los allanamientos de locales sindicales y casas de trabajadores. La CGT decretó un paro nacional de 72 horas para los días 7, 8 y 9 de noviembre, que tuvo gran acatamiento en todo el país.
El Gobierno accedió a negociar debido a las pérdidas económicas que ocasionaba el conflicto y las presiones de los ámbitos económicos y financieros. Por su parte, las direcciones sindicales buscaban terminar con el conflicto: “los compañeros observaban que Scipione [dirigente de la Unión Ferroviaria] (…) tenían muchas ganas de terminar la huelga así como estaban las cosas, sin muchas exigencias”, sin embargo, “los trabajadores tomaron la protesta en sus manos, se dedicaron a formar distintas comisiones (solidaridad, difusión y prensa, búsqueda de alimentos, seguridad) que permitieron extender durante más de cuarenta días la medida de fuerza” . Las organizaciones sindicales adoptaron desde el comienzo una posición conciliadora frente al plan. En enero de 1961, Frondizi se había comprometido a dar participación a los gremios en los planes de “reestructuración” de las empresas públicas –ferrocarriles, teléfonos, electricidad, obras sanitarias-, y las direcciones de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad se mantuvieron a la expectativa.
Desatada la huelga, la dirigencia sindical ferroviaria se puso al frente, pero intentó mantener el diálogo con el gobierno y cuando éste lo rompe, inició conversaciones con la Iglesia a través del arzobispo de La Plata, Antonio Plaza, declarando casi constantemente que “un acuerdo era inminente”. El 10 de diciembre se llegó a un arreglo que suspendía hasta el 31 de marzo de 1962 la aplicación de las normas que habían modificado el régimen laboral para ser revisadas por un nuevo directorio en el que participaban dos miembros propuestos por los dirigentes sindicales. Este también debía considerar la clausura de ramales cuando no hubiera razones de “antieconomicidad”.
No solo se mantenía la perspectiva del cierre de ramales, sino que un centenar de ferroviarios permanecieron detenidos, cerca de 3.000 trabajadores fueron cesanteados y se levantaron cientos de kilómetros de vías. El resultado de la lucha generó un gran descontento en la base de los trabajadores ferroviarios. Si bien el Plan Larkin no fue aplicado en su totalidad y se frenó el proceso privatizador, se pudo avanzar en parte del plan racionalizador. Tras el fin de la huelga el gobierno llamó a elecciones para renovación de legisladores y elección de gobernadores que dieron el triunfo al peronismo en varias provincias profundizando la crisis del régimen y reforzando los cuestionamientos militares al gobierno de Frondizi que resultarán en su reemplazo por José María Guido.
Caricatura de Frondizi del 8 de agosto de 1961 sobre el Plan CONINTES y los contratos petroleros
Caricatura de Frondizi del 8 de agosto de 1961 sobre el Plan CONINTES y los contratos petroleros
tapa de clarin
Tapa del diacio Clarin del 14 de marzo de 1961 para la aplicacion del plan Connintes luego del atentado terrorista mediante la colocación de una bomba en el domicilio particular del capitán del Ejército David René Cabrera.
Sebastián Borro
Sebastián Borro inicia la actividad gremial como delegado de los trabajadores en el Frigorífico Municipal Lisando de la Torre, siendo elegido en Diciembre de 1958 Secretario General del Gremio de Buenos Aires. En Enero de 1959, encabezará la resistencia a la desnacionalización del Frigorífico Municipal ubicado en Mataderos. A comienzos del mes, el entonces presidente Arturo Frondizi por acuerdos establecidos con el FMI, entrega un proyecto de Ley al Congreso para privatizar el Frigorífico.
Jorge Di Pascuale
Jorge Di Pascuale dirigente sindical del Sindicato de Farmacia cumple una destacada acción en la toma del frigorífico nacional Lisandro de la Torre, donde nueve mil trabajadores acompañan a Sebastián Borro enfrentando las tanquetas militares y protagonizando una de las mas grandes gestas de la resistencia peronista.
resistencia a la privatización del frigorífico municipal,
La resistencia a la privatización del frigorífico, con los vecinos como protagonistas, se amplió al propio barrio de Mataderos, cuya población se desarrolló y creció acompañando la actividad del establecimiento. Dentro de las acciones e resistencia organizada por los vecinos, estaban la construcción de barricadas para impedir la circulación de los carros de asalto, así como cortar el suministro de energía eléctrica, en tanto que los comerciantes del barrio, mantenían cerrados sus negocios.
Manifestaciones en el marco de la huelga ferroviaria de 1961, denuncian a Herminio Acevedo, ministro de Obras Públicas.
Manifestaciones en el marco de la huelga ferroviaria de 1961, denuncian a Herminio Acevedo, ministro de Obras Públicas.
fin de huelga ferroviaria de 1961
El presidente Arturo Frondizi con representantes de la burocracia sindical que habían obtenido del gobierno una beneficiosa Ley de Asociaciones Profesionales.
Política Educativa
Además de la industrialización, también hubo lugar para la educación: se multiplicaron las escuelas de educación técnica, abriendo una década (1963-1974) en la que Argentina registraría las tasas de crecimiento más altas del mundo, y se reduciría importantemente la pobreza. Como muestra de la importancia de la ciencia y tecnología, durante su gestión se dio aliento al INTI, al INTA, al Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET) con representación estatal, patronal y sindical, y al CONICET, presidido por el Premio Nobel Bernardo Houssay.
INTI
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es un organismo argentino creado mediante el Decreto Ley 17.138 del 27 de diciembre de 1957, en el marco del surgimiento de un conjunto de instituciones nacionales destinadas a poner en movimiento, de manera planificada, la inversión pública, la ciencia, la tecnología y el deporte. Se trata de un ente autárquico que funciona bajo la órbita del Ministerio de Producción y Trabajo, cuya misión es acompañar e impulsar el crecimiento de las pymes argentinas, promoviendo el desarrollo industrial federal mediante la innovación y la transferencia de tecnología.
INTA
El INTA es un instituto de investigación de vanguardia en el desarrollo agro-tecnológico mundial, que está junto al productor y sus necesidades asistiendo a los sectores sociales que merecen atención. De este modo, proyecta sus acciones para alcanzar competitividad, sostenibilidad social y económica con sentido nacional, priorizando la sustentabilidad ambiental de los territorios. Sus esfuerzos se orientan a la innovación como motor del desarrollo e integra capacidades para fomentar la cooperación interinstitucional, generar conocimientos y tecnologías y ponerlos al servicio del sector a través de sus sistemas de extensión, información y comunicación. El resultado del trabajo del INTA le permite al país alcanzar mayor potencialidad y oportunidades para acceder a los mercados regionales e internacionales con productos y servicios de alto valor agregado.
CONICET
El 17 de mayo de 1951 durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón se creó el CONITYC por decreto 9695 de 1951, la estructura integraba y perfeccionaba a otros organismos creados con anterioridad por el mismo gobierno, cuya implementación estaba ligada a las necesidades del primer plan quinquenal. El objetivo del organismo era propender a la investigación y a la formación de científicos y técnicos que colaboraran con el desarrollo argentino en todas las áreas de acuerdo a lo establecido por el artículo 376 de la Constitución Nacional de 1949 que enunciaba: “...El Estado encomienda a las universidades la enseñanza en el grado superior, que prepare a la juventud para el cultivo de las ciencias al servicio de los fines espirituales y del engrandecimiento de la Nación y para el ejercicio de las profesiones y de las artes técnicas en función del bien de la colectividad.En su primera etapa el CONITYC congregó a importantes científicos, como el físico José Balseiro, Enrique Gaviola, el ingeniero nuclear Otto Gamba y el astrónomo Juan Bussolini
Este organismo fue desmantelado tras la autodenominada Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955 y refundado con el nombre de CONICET el 5 de febrero de 1958, bajo la dirección de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina, durante el gobierno de facto del general Pedro Eugenio Aramburu. El segundo CONICET, durante el gobierno de Frondizi, en 1960 introdujo las figuras del Investigador y el Profesional de Apoyo, ambos de carrera, disponiendo el financiamiento de la investigación para permitir que los científicos pudieran dedicarse de forma permanente y completa a lo que decenios más tarde se conocería como I+D. Junto con ello, se definió un programa nacional de becas para la investigación y otro de subsidios para la investigación privada.
UTN
La nueva administración desarrollista de Arturo Frondizi incorporó la redenominación de la Universidad Obrera Nacional (escuela técnica inaugurada por Perón en 1948) como Universidad Tecnológica Nacional, hecha a través de la sanción de la Ley 14.855 del 14 de octubre de 1959 que le dio su nueva autonomía. En las siguientes décadas la UTN se convirtió en la casa de estudios líder para la formación de los nuevos ingenieros tecnológicos del país.
Es importante destacar que desde su creación han egresado más de 30.000 profesionales de sus 17 carreras de grado, lo que equivale a casi la mitad de ingenieros del país. Por otra parte, su extensión geográfica se traduce en una capacidad de absorción de alumnado - 70.000 cursantes - que equivale a más del 50 % de todos los estudiantes de Ingeniería del país. La Universidad es gratuita a quienes aprueben el examen de ingreso, cuyos temas abarcan las áreas de matemática, orientación universitaria y física.
CONET
Ante el inminente desarrollo de la industria nacional, comienzan a surgir demandas de enseñanza práctica de distintos sectores que exigen al entonces Ministerio de Educación y Justicia de la Nación, crear escuelas técnicas y de formación en oficios, paralelamente a la creación de organismos especializados de conducción y supervisión de todas las escuelas. Dentro de este marco se crea el CO.N.E.T. y se normaliza la U.O.N. (Universidad Obrera Nacional). En el ´55, con la caída de Perón, son intervenidas la C.N.A.O.P. (Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional), la U.O.N. y la U.T.N. (Universidad Tecnológica Nacional), hasta 1959 convivieron las dos primeras. Se crea el CO.N.E.T. argumentando en pro de la eficiencia la superposición de funciones y acciones de la C.N.A.O.P. y la D.G.E.T. (Dirección General de Educación Técnica), revitalizando la postura de la segunda (más tecnocrática) como "renovación" debida al desarrollismo y en detrimento de la primera. El CO.N.E.T. tuvo la dirección, supervisión y organización de la educación técnica y la formación profesional en todo el país (la cantidad de representantes obreros en su gobierno fue de sólo uno, cuando en el peronismo eran todos provenientes de ese sector productivo).
También rompió la unidad del circuito al desvincularlas de la U.O.N. porque por Decreto 14538/44, se crea la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) que, posteriormente, ante la necesidad de uniformar y agilizar lo relacionado con la enseñanza técnica y profesional determinó que ésta se fusionara con la Dirección Nacional de Enseñanza Técnica, dando origen al Consejo Nacional de Educación Técnica (CO.N.E.T.), creado como organismo autárquico mediante la Ley Nº 15.240 sancionada en el año 1959.
En 1963 puede ubicarse el primer intento de reordenamiento del C.O.N.E.T.: se establece una nueva organización administrativa y curricular, las escuelas medias para adolescentes son unificadas como E.N.E.T. -Escuela Nacional de Educación Técnica- (se cierran todas las heredadas de la C.N.A.O.P.). Una visión humanista clásica impregnaba el currículo y reproducía las jerarquías clásicas entre saberes puros y aplicados, entre teoría y práctica. En el imaginario frondizista la vinculación entre educación y trabajo se producía por la aplicación de los conocimientos.
Laica o libre
Justo cuando los debates de la batalla del petróleo alcanzaban su pico máximo de tensión, se presentó un nuevo problema originario de la Revolución Libertadora: la reglamentación del decreto 6403/55, el cual había sido promovido por el ministro de Educación Atilio Dell'Oro Maini (conservador de afiliación católica). Este decreto autorizaba el funcionamiento de universidades privadas. Sin embargo, a fines de agosto de 1958, el gobierno quiso concretar la vigencia del artículo 28, para así permitir a las universidades privadas (aunque algunas inexistentes, pero en proyecto), de expedir títulos habilitantes. Muchas de estas nuevas universidades eran católicas.
Bernardo Houssay
Bernardo Houssay fue presidente de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Argentina de Biología y de la Federación Internacional de Diabetes. Debido a su importancia en este campo de la medicina también tuvo la oportunidad de dictar cursos en las instituciones más importantes del mundo y recibió condecoraciones por parte de los gobiernos de Francia, Bélgica y Chile. Promovió activamente la creación del CONICET en 1958, y fue su primer presidente, ocupando ese puesto hasta su muerte.
Manifestaciones sobre educación libre o laica
Durante la dictadura de 1955 el gobierno militar autorizo a las universidades privadas, pero ante la resistencia estudiantil dejo la medida en suspenso. En 1958 Frondizi dio implemento el decreto ley dando vía libre a la medida lo que causo grande manifestaciones en Buenos Aires
Universidad Tecnológica Nacional (UTN)
La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) es una universidad pública nacional de Argentina, fundada en 1959 por el presidente Arturo Frondizi, como una continuación de la Universidad Obrera Nacional del 19 de agosto de 1948.
Es la única universidad del país con una organización federal y cuya estructura académica tiene a las ingenierías como objetivo prioritario.
ACTIVIDADES
1. ¿Quienes fueron presidente y vicepresidente, durante el golpe de estado llamado Revolución Libertadora?
2.¿Por qué se lo conoce como el presidente desarrollista?
3. ¿Llegó al gobierno con una alianza con el peronismo?
4. ¿Qué fue la Resistencia peronista?
5¿Cómo fue su relación con los estudiantes universitarios?
6. ¿Quénes lo derrocan?
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