EL DEBER SER
Existe una crisis generalizada de las instituciones creadas para lo social: El caso mas llamativo es el de las cárceles, donde no se logra reeducar a los internos y sacando alguno que otro aporte desde el punto de vista de los derechos humanos, no existen muchas diferencias con las de hace varios siglos. Los Hospitales, por ser el lugar por excelencia de la praxis de los futuros médicos (cosa que las Universidades no brindan en general) se mantienen con muchísimos problemas y sufren de la misma pérdida de prestigio que las Escuelas, donde sus docentes son agredidos por alumnos y por padres (como les ocurre a los trabajadores de la salud en sus instituciones).
Podemos seguir con hogares de todo tipo y, en particular, con escuelas de todo tipo y veremos que las causas son las mismas, en general se las puede ubicar en una pérdida de prestigio, que no tiene que ver con la forma en la que se llama a los docentes o a otros profesionales (por el nombre de pila o por el diminutivo) y si con esa tendencia tan progresista, que vimos en los últimos años de disminuir los contenidos. Con una Educación a la baja artificial o real (porque sabemos cómo fueron formados esos docentes) es imposible que se recupere prestigio. Si no se cuida el A-B-C profesional y se sigue con la costumbre de interactuar con alumnos en un plano de amistad y no en una relación profesor-alumno (sin entrar en otras consideraciones de abuso) es imposible que se logre cualquier cambio positivo en vinculación con el necesario prestigio mínimo, para ejercer la profesión.
Capitulo aparte merecen los delitos contra la intimidad de los alumnos que se pueden encontrar a todo lo ancho y largo de nuestro país, vale decir que son figura repetida, que en la mayoría de los casos no tienen sanción de los responsables que debiesen controlar esto y al contrario se los tapa, ensanchando el sentimiento de permisividad. La escuela nunca debió dejar de ser el lugar donde se puede hablar, con seguridad, de cualquier tema y no solo nos referimos a los íntimos. En alguna oportunidad conté que se me puso ante un tribunal acusador ilegal por escribir algún cuento del tipo no-cuento latinoamericano, que no deja de ser un cuento, pero como trataba sobre el tema de este párrafo tenía una repulsa grande de las autoridades (supervisor, dos directoras, dos secretarios, una psicopedagoga en funciones técnicas y un compañero, que luego fue vicedirector). Luego de insultarme por largo rato, de amenazarme, se me pidió que firme un acta de mediación ilegal (no existió ningún proceso de mediación), donde se afirmaba que dejaría de escribir, que era como firmar algo en la arena, para terminar explicando a mis otros colegas que a todas luces me había atemorizado, cuando sabia que no se me podía acusar por escribir un cuento literario, de los que escribía frecuentemente en esa época y que seguí haciendo mientras eran necesarios para mis otros escritos , vale decir que mis insultantes censores no sabían nada de literatura latinoamericana, ni de leyes. Pero ese es el nivel hoy día de las escuelas y se vincula no solo con fallas en la formación profesional, sino con una ingerencia directa de personas que no la tienen.
Hannah Arendt Tv
Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital, fábrica, escuela, familia. Las sociedades de control están reemplazando a las sociedades disciplinarias.
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