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lunes, 19 de febrero de 2024

"DESCAMISADOS" Y "LA PROSA PLEBEYA"




Descamisados" y "La prosa plebeya"

Leemos algunos fragmentos críticos para reflexionar acerca del peronismo.
La prosa plebeya - por Rodolfo Edwards

http://revistaanfibia.com/ensayo/la-prosa-antiplebeya/

 

“Descamisados” en Grimson, Alejandro (2019). ¿Qué es el peronismo? De Perón a los Kirchner, el movimiento que no deja de conmover a la política argentina. Buenos Aires: Siglo Veintiuno

 

El término “descamisados” comenzó a utilizarse después del 17 de octubre para designar a sus protagonistas. Entre otras publicaciones, fue utilizado en La Vanguardia, periódico del Partido Socialista, en un artículo titulado “El tango de la candidatura” (La Vanguardia, 23/10/1945: 8). En un tono irónico que se burlaba de los sucesos de aquella fecha, hacía alusión a “murgas carnavalescas con sus muchachones descamisados y elementos del hampa”. El significado de la palabra “descamisado” es llamativo. El Diccionario de la Real Academia Española señala una acepción coloquial –“sin camisa”–, y otra despectiva –“muy pobre, desharrapado”–. En 1945, en la Argentina, tuvo significados distintos. El hecho de estar en camisa, sin saco, “en mangas de camisa”, escandalizó a varios cronistas. Se observa en fotografías que varios manifestantes estaban con saco. Sin embargo, eran mayoría sin saco y con camisa, lo cual era escandaloso en el centro de Buenos Aires.

Buenos Aires era muy formal en el vestir en 1945. En el centro se acostumbraba utilizar saco y corbata, trajes de colores oscuros y sombrero, nunca la cabeza descubierta. “Los porteños, con su típica frivolidad y narcisismo, habían llegado a pensar que todo el país era así”, relata como testigo el sociólogo José Miguens. Nadie había visto a los obreros industriales que se concentraban en los alrededores de la Capital. “Y de pronto comenzaban a aparecer desde todas las calles, muertos de cansancio”, “hombres y chicos en alpargatas, con la cabeza descubierta, con pantalones muchos de ellos desflecados y camisas abiertas por el calor; mujeres con chicos en brazos con camisolas largas sin ninguna forma de vestido, se iban concentrando en la Plaza y llenándola” (José Enrique Miguens, cit. en Chávez, 1996; el destacado me pertenece). Es decir, vestían camisas o camisolas, pero el contraste con la formalidad de la ciudad lo convertía en “un espectáculo asombroso. Buenos Aires nunca había visto una cosa así” (Chávez, 1996).

Si bien, como hemos señalado, muchas personas que participaron del 17 de octubre llevaban saco y camisa, el término “descamisado” se torna posible porque viene a remarcar la diferencia y a generalizarla homogeneizando a los participantes de la movilización como pobres que ignoran el estilo urbano y no siguen las reglas de etiqueta. De esta manera, un sector despreciado y fácilmente estigmatizable para la sociedad establecida, según sus criterios jerárquicos, pasa a representar al todo heterogéneo.

Desde el punto de vista de los sectores dominantes, las ropas permitían inferir la calidad de las personas que estaban desfilando. Suele creerse que la expresión “descamisado” surgió porque los protagonistas de las marchas no tenían camisa o porque se la habían quitado en el transcurso del día por el calor. Pero en realidad, esta palabra alude a que no usaban chaqueta o a que llevaban la camisa abierta.

Son famosas las anécdotas de trabajadores que pedían sacos prestados para ir al centro. Eso indica varias cosas. Primero, que no tenían planeado ir a la Plaza cuando salieron de sus casas, es decir, la inmensa mayoría se enteró de la convocatoria en la puerta de sus trabajos donde se encontraban con delegados o líderes. Además, pedían sacos porque querían ir al centro adecuadamente vestidos –como indicaban las costumbres que conocían–. Sin embargo, la sociedad jerárquica no tuvo clemencia. A los ojos porteños estaban mal vestidos y eso planteaba una fuerte condena estética.

 

El mismo 17 por la tarde el diario Crítica afirmó que “aparte de otros pequeños desmanes, sólo cometieron atentados contra el buen gusto y contra la estética ciudadana afeada por su presencia en nuestras calles” (Crítica17/10/1945:1). Félix Luna polemiza con los críticos de los manifestantes, y con tono irónico describe la contundente matriz de lectura de los cuerpos: Claro está que se dieron escenas desagradables desde el punto de vista estético: no era un espectáculo grato el que ofrecían esas mujeres desgreñadas, esos muchachotes de astrosa[1] pinta, esa gente sucia, sudada y vociferante. Para ver gente linda había que haber ido cuatro días antes a la Plaza San Martín (Luna, 1971: 311)...

 
 

[1] Desaseado o roto.

[2] Sans-culottes: La expresión sans-culottes significa literalmente «sin calzones», en referencia al culote, la prenda de vestir de los sectores sociales más acomodados de la Francia del siglo XVIII, mientras los sectores menos acomodados de la sociedad (no privilegiados), llevaban pantalones largos. Eran los partisanos de las izquierdas revolucionarias en 1789, miembros de las clases sociales bajas; típicamente eran quienes realizaban labores manuales como artesanos, obreros y campesinos. Constituyeron la mayor parte del ejército revolucionario durante el inicio de la Revolución francesa.

[3] Panteón: Conjunto de las divinidades de una religión o de un pueblo.

Fecha: 7/10/2021 | Creado por: Ruth Noemi

https://campus.ort.edu.ar/secundaria/almagro/lengua/articulo/1516009/-descamisados-y-la-prosa-plebeya-

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