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miércoles, 3 de enero de 2024

LOS SOLDADOS AFROS VOLUNTARIOS QUE SE VENGARON DE LOS ESCLAVISTAS




Los "negros del Carmen", africanos en la puerta de la Patagonia

Por Adrián Moyano.

Hasta fines del siglo XIX persistió en la localidad maragata una numerosa y dinámica colectividad de origen africano, producto la esclavitud primero y de otros factores después. Una historia poco conocida.

Desde 2013, el 8 de noviembre se conmemora en la Argentina el Día Nacional de los/las afroargentinos/as y de la cultura afro, a partir de una ley que instituyó homenajear a María Remedios del Valle, a quien Manuel Belgrano confiriera el grado de capitana en el ejército que lideraba "por su arrojo y valor en el campo de batalla". Más o menos en la misma época, gente de origen afro protagonizaba una historia menos conocida en la puerta de entrada a la Patagonia: Carmen de Patagones.

Si bien el poblado se había fundado en 1779, fueron los primeros "gobiernos patrios" los que otorgaron al fuerte "la habilitación de puerto menor". Entre otras innovaciones, se dispuso que los barcos "negreros", es decir, los que conducían cargamentos de esclavos y esclavas, cumplieran en las costas del río Negro sus cuarentenas, en reemplazo del puerto de Ensenada. En consecuencia, "siempre escapaban negros o morían en el lugar".

Tomamos como fuente de esta reseña el artículo "La 'cara oculta' de la historia del Fuerte del Carmen: la comunidad negra", que elaboraron Graciela Iuorno, Elida Pica y Alcira Trincheri; docentes e investigadoras Universidad Nacional del Comahue. El texto puede encontrarse en varios sitios de Internet. Aquellos y aquellas inmigrantes involuntarios, perdieron su identidad original al momento de los desembarcos: "coroneles designados a cargo del gobierno del Fuerte serán los apellidos que les adjudicarán a los africanos: Crespo, Oyuela, Guardiola entre otros".

"Muchos de los negros que poblaron Carmen de Patagones tenían como destino Brasil", señala la investigación. Pero a raíz de la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña, los corsarios con patente en el imperio que abordaban barcos esclavistas, se quedaban con aquella mercadería humana para venderla entre "los pudientes y no tan pudientes". También a los oficiales del ejército, "en carácter de personal de servicio".

Fue usual que se incorporaran a las tropas bajo diversas modalidades. Durante la conflagración con el Imperio del Brasil, operó el buque corsario "Lavalleja", al mando del marino de origen francés Francisco Fourmantin, por entonces, vecino de Patagones. Entre 1826 y 1827, comercializó 467 personas de origen afro. "En cuanto al sexo, se precisan entre 270 varones y 125 mujeres, habiendo más de ambos, pero sin poder cuantificarlos. Los precios oscilan en un promedio de setenta y dos pesos y cuarenta y ocho".

En los archivos de las parroquias religiosas, los así llamados "negros del Carmen" aparecen mencionados como africanos, morenos, pardos, de color o libertos. A las mujeres se las calificaba de neófitas. "La mayor inmigración negra registrada en las fuentes está datada entre los años 1824 a 1850", período extenso que incluyó a la guerra con Brasil, la campaña de Rosas contra algunos grupos mapuches y buena parte de las interminables guerras civiles argentinas.

Las investigadoras también consultaron actas de nacimiento, casamiento y decesos, para encontrar que "la movilidad de la comunidad negra" fue "muy fluida" en Carmen de Patagones hasta 1899. En el apartado "Estado", tales documentos hacen referencia a "soldados africanos"; "soldados negros de Angola"; "soldados de Patagones"; "soldado cazador" o "solteros africanos". En el rubro "Observaciones" de los mismos registros, aparecen anotaciones que referencian a "morenos soldados"; "él esclavo-ella liberta"; "negros libertos"; "negros libres"; "morenos" o "militares".

Aunque formalmente la esclavitud no tenía lugar en las Provincias Unidas del Río de la Plata, en la realidad, sobrevivieron formas de servidumbre bajo diversas modalidades, contra las cuales hubo resistencia y oposición. Las autoras traen a colación un caso muy ilustrativo: una acción judicial "casi ganada" por "la negra Juana", contra su amo, José Guardiola. Llamativamente, hasta el propio Bernardino Rivadavia participó del expediente.

Llevó adelante el caso un comandante de la plaza, a partir del testimonio del "cabo cazador" Julián Guzmán, es decir, un afro que integraba la guarnición de Carmen de Patagones. El soldado fue testigo del atropello que sufrió "la negra Juana" porque "estaba debajo de la cama cuando el patrón cometió abusos reiterados. Juana habría engendrado una hija con el imputado". Rivadavia se limitó a apercibir a Guardiola pero también a la mujer ultrajada por "mala conducta". Sin embargo, dictaminó que ella quedaba en libertad de "elegir un nuevo amo". Sentido muy curioso de la justicia

Fuente: El Cordillerano


https://www.elextremosur.com/nota/40444-los-negros-del-carmen-africanos-en-la-puerta-de-la-patagonia/


EL COMBATE DE PATAGONES
Antecedentes del conflicto
La guerra Argentino-brasileña fue el último acto de un antiguo conflicto entre España y Portugal que se remontaba al siglo XVI por la posesión de los actuales territorios de la República Oriental del Uruguay y parte del estado de Río Grande do Sul en el Brasil. Distintas bulas papales y tratados procuraron zanjar sus diferencias sin lograr frenar las hostilidades. En 1680 los portugueses fundaron Colonia del Sacramento la cual fue destruida en 1777 por el Rey Carlos III y paralelamente la creación del Virreinato del Río de la Plata como forma de salvaguardar los intereses de España en los territorios rioplatenses.

En 1821 Juan VI de Portugal incorporó la Provincia Oriental con el nombre de Cisplatina y la opinión pública en Buenos Aires y el litoral exigía la recuperación del territorio ocupado. Así en abril de 1825 se originó la expedición de los Treinta y Tres Orientales al mando de Lavalleja logrando acorralar a los brasileños y recuperar la Banda Oriental.

A raíz del bloqueo del puerto de Buenos Aires por la escuadra imperial, el apostadero naval rionegrino se había transformado en el seguro refugio de nuestros corsarios que atacaban valientemente el poderío naval enemigo.

El bloqueo del puerto de Buenos Aires obligó a los corsarios a tomar el puerto de Patagones como base de sus operaciones y Brasil, herido en sus intereses, montó una expedición compuesta por cuatro embarcaciones con 52 piezas de artillería y 613 soldados para someter a los corsarios aquí refugiados, recuperar sus presas y, al menos en forma temporaria, tener el control de la población.

La guerra llega a Patagones - La invasión imperial
Carmen de Patagones era hacia 1827 una aldea de alrededor de ochocientos habitantes integrada por los primeros pobladores hispanos, sus descendientes, extranjeros, las tropas y empleados del fuerte, morenos, gauchos deportados desde el Río de la Plata y el complejo panorama social se completaba con los indios tehuelches, pampas y araucanos. Atrás había quedado los años más difíciles logrando una relativa prosperidad gracias a la incidencia que tuvo la economía de los saladeros en la expansión económica que atrajo a agricultores, ganaderos, comerciantes y capitales.

Principales acciones militares
En 1826 el Comandante Militar de Patagones Martín Lacarra recibió dos malas noticias: la inminencia de la invasión brasileña y la imposibilidad del gobierno central de enviar refuerzos militares; entonces hubo que frenar las apetencias extranjeras con los escasos recursos militares que contaba el fuerte, los mismos corsarios Harris, Soulin y Dautant y sus tripulaciones, bajo las órdenes del comandante Santiago Bynon y los chacareros, hacendados, peones, artesanos, comerciantes y morenos africanos.

Las acciones comenzaron a las 9 de la mañana del 28 de febrero; la infantería de negros del coronel Pereyra abrió fuego de cañón y metralla contra el bergantín "Escudero" y detrás de este ingresó la corbeta, "Itaparica", que traspasó la línea de la defensa sin dificultades porque ya no quedaban municiones para atender la batería ni existían otros medios para enfrentar la agresión.

Sobre el mediodía, la "Duqueza de Goyas" intentó franquear la desembocadura pero quedó varada en los bancos impidiendo el desplazamiento de la cuarta nave la "Constancia" que avanzaba detrás. A esta altura de los hechos y sin posibilidades de trabar combate con los invasores, la infantería se replegó en dirección al fuerte junto a los corsarios de los comandantes Harris, Dautant y Soulin y a los hombres del gaucho Molina. Dos negros y el corsario Fiori, de origen Italiano, murieron durante estas acciones.

La suerte de la "Duquesa de Goyaz", que había varado era irremediable pues el oleaje la estaba demoliendo. A su vez, la "Itaparica" presentaba una encalladura en el estacionario. La precaria situación de la flota imperial determinó que se decidiera armar a las goletas "Chiquiña", "Emperatriz", "Bella Flor" y "Oriental Argentino".

Luego de permanecer un día en alta mar, la "Constancia" logró atravesar la barra con los sobrevivientes de la "Duquesa de Goyaz". Sobrepasada en su tonelaje y con el peligro de varar en el estuario, su comandante decidió un desembarco en inmediaciones de lo que hoy se conoce como el "Pescadero" para aligerar su carga y redistribuir a los náufragos en el resto de las naves, pero un grupo de milicianos que tenían la misión de custodiar la margen sur los sorprendió dejando abandonados sus mochilas y botes.

Patagones, pese a los días que ya habían transcurrido desde que la Escuadra Imperial había hecho su aparición en la desembocadura, no terminaba de adoptar un plan para hacerles frente.

El 5 de marzo se decidió convocar un Consejo de Guerra con el propósito de establecer un curso de acción definitivo. La Escuadra, reducida a la mitad de su poder original por el hundimiento de la "Duquesa de Goyaz" y el encallamiento de la "Itaparica", se había adelantado hasta la Estancia de Rial para aprovisionarse de víveres. Esta situación favorecía un ataque con los barcos corsarios aunque, de acuerdo con la opinión del práctico Guillermo White, la operación presentaba muchas dificultades por las características del río Negro.

Al tiempo que se cumplían distintas tareas en el Fuerte para protegerse de un posible ataque de la infantería brasileña y tomaban posiciones en el lugar los negros libertos del coronel Pereyra, la caballería, integrada por vecinos armados y los 22 "tragas" del gaucho Molina, eran adelantados a Laguna Grande - bajo las órdenes del subteniente Olivera -, con la misión de determinar la ubicación del enemigo y el posible escenario desde donde podrían consumar un desembarco.

Alrededor de la diez de la noche del 6 de marzo, el Comandante de la expedición brasileña James Shepherd, ordenó descender a tierra los 400 hombres de infantería y avanzar durante toda la noche para sorprender a Patagones con las primeras luces del 7 de Marzo.

El día decisivo 7 de Marzo
En la madrugada del 7 de marzo la infantería emprendió una marcha de veinte kilómetros conducida por un negro que había vivido un tiempo en Patagones, poco hábil para eludir las cortadas y barrancas del río convirtió la travesía en penosa y extenuante.

A las 6:30 horas alcanzaron el cerro de la Caballada y comenzaron de inmediato a ser fogueados por las naves republicanas "Bella Flor" comandada por Bynon, el "Oriental Argentino" a cargo de Dautant, la "Emperatriz" por Jaime Harris y la goleta "Chiquiña" con Juan Soulin obligándolos a efectuar un repliegue para evitar los proyectiles. Pero además tenían a su vista un centenar de vecinos alistados por el subteniente Olivera, 43 veteranos de la guarnición, 10 hombres de Felipe Pereyra y los gauchos de Molina. De fondo el fuerte con las mujeres y ancianos vestidos con los gorros rojos simulando ser una fuerza de reserva.

Las fuerzas terrestres de la patria descargaron sus fusiles e hirieron de muerte al capitán Shepherd. Desorientados y dominados por la fatiga, la columna enemiga comenzó a retroceder buscando el río, pero la caballería de Olivera la arrolló encerrándola entre el río y el monte, envuelto en llamas por la astucia de Molina.

A poco de iniciado el combate las naves salieron aguas abajo y hacia alrededor de las 11 hs. se había logrado la rendición de la "Escudero" y la "Constancia". Mientras tanto los infantes brasileños eran perseguidos por las tropas de Olivera quienes al enterarse de la rendición de sus buques hacen también lo mismo. Ya en horas de la tarde sólo faltaba la "Itaparica", Bynon desplegó sus naves alrededor de la corbeta varada y se rindió sin dar pelea. El Oficial Juan Bautista Thorne descendió el pabellón de guerra brasileño.

Fin de la Guerra Argentino-Brasileña
Inicialmente la posición del Imperio fue más ventajosa pero una serie de victorias obtenidas por las armas rioplatenses como en Juncal el 9 de febrero de 1827, Bacacay el 13 de febrero de 1827, la batalla de Ombú tres días después, Ituizangó el 20 de febrero, el 7 de marzo en Patagones, constituyeron un triunfo virtual y un desequilibrio de la posición del Imperio, pero la falta de recursos impidió una definición de la contienda por la vía militar por lo que se apeló a la instancia diplomática.

La misión de Tomás Guido y Juan Ramón Balcarce a Río de Janeiro dio como resultado la firma del acuerdo de paz en septiembre de 1828 reconociendo y garantizando la independencia de la Banda Oriental.

Fuentes consultadas:
Bustos Jorge, Irusta Jorge El combate de Patagones. Ediciones Artesanales La Lámpara, Carmen de Patagones año 2005.
García Enciso Isaías La Gesta de Patagones. Editoriales Congreso de la Nación, Buenos Aires año 1968.
 
https://patagones.gob.ar/es/el-combate-de-patagones

ACTIVIDADES

1 - ¿Quienes eran los corsarios?
2 - ¿Qué ligaba a los corsarios con la Argentina?
3 - ¿Cómo llegaban a ser soldados los esclavos?
4 - ¿Qué antecedente histórico existe sobre soldados negros en Argentina.?

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