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viernes, 9 de agosto de 2019

EDUCACION, TRABAJO Y ECONOMIA SOCIAL

EDUCACION, TRABAJO Y ECONOMIA SOCIAL
Cuando hablamos de proyectos educativos de turismo comunitario o zonal, no solo pensamos en los beneficios educativos para nuestros alumnos, sino que pensamos en las comunidades, que necesitan tener entre sus miembros a personas iniciadas en la investigación y en el desarrollo de proyectos que les permitan colaborar con la economía social de sus comunidades. Pero para lograr ese objetivo se debe preparar para el trabajo solidario y para el trabajo en si mismo. Cosa que dista mucho de lograrse si nos ponemos en posición de no hacer o de pasar el tiempo o de solo charlar, que puede ser bueno alguno que otro día, pero no puede ser permanente o semi permanente e incluso el simple hecho de investigar nos permite ir desentrañando cuestiones que nuestros alumnos nos pudieron manifestar en otro tipo de momentos, porque la función principal del docente es la de educar y solo se educa trabajando.
Por otra parte: Hasta donde estamos seguros que llegaran o no llegaran al siguiente nivel educativo: terciario o universitario? Incluso pueden pasar muchos años (o toda la vida) y tampoco estaremos absolutamente seguros, que lo que dejamos de lado en cuanto a calidad educativa no los perjudicará en un futuro. Prepararlos para investigar también tiene que ver con el trabajo (social o no) y con la economía (social o no). Digo esto porque siempre se cuestiono este método de educación afirmando que no cuentan con ninguna posibilidad de usar los recursos aprendidos. Es llamativo que existan tantas personas capacitadas para conocer el futuro de otras personas, porque es claro que con el propio no pudieron.
En alguna oportunidad nos referimos a toxicidad en la tierra y mas allá que conocemos alguna que otra de origen natural, nos estamos refiriendo a este tipo de desastre producido por la ambición desmedida del ser humano, que también debe ser tratado en las aulas y cuya solución es previa a cualquier proyecto educativo o de economia social:
...El impacto en las mujeres y niños indígenas
“El río es una fuente de vida. Sin este río, sin agua, no podemos vivir. Como madre, reclamo primeramente que la prioridad sea el agua, porque es contaminado. Antes vivíamos en una comunidad bien atendida, con toda nuestra naturaleza, nos teníamos ninguna dificultad como ahora. Ahora nos levantamos a la una o dos de la mañana cuando llueve, para recoger el agua porque si no, no tenemos con que cocinar. Qué pena es para nosotros y que tristeza es cuando no llueve. Es culpa del Estado porque nosotros verdaderamente necesitamos apoyo. Hasta ahora no vemos ningún resultado. Como pueblos indígenas, somos seres humanos como ellos son. Necesitamos respeto, tenemos un derecho a la vida, al agua, a la alimentación, y a la salud” así se manifiesta Agnita Saboya quien, al igual que Flor de María, es madre kukama de la comunidad Cuninico (Pinchetti, 2018). La situación en Cuninico, donde se produjo el derrame de 2358 barriles de petróleo en junio de El caso del Oleoducto Norperuano, vena abierta en la Amazonía peruana 17730 Mujeres indigenas INT.indd 173 07/02/2019 10:29:28 a.m. 174 2014, sigue causando muchos problemas para las madres de la comunidad varios años después de ocurrido. Hasta ahora no cuentan con una fuente de agua potable permanente. La única esperanza día a día para Flor María, Agnita y otras madres de la comunidad es que llueva, para que puedan recolectar agua. El Informe de la Comisión investigadora reconoce que los constantes derrames del ONP han ocasionado graves impactos en los territorios de pueblos indígenas, y que, a pesar de eso, dichos impactos negativos no han sido analizados y valorizados careciendo de información adecuada (Ruiz Molleda, 2018). El informe sustenta que los derrames en el oleoducto norperuano han afectado gravemente el ambiente de la zona, la biodiversidad, los ecosistemas y los servicios ambientales, patrimonio del país, así como la salud y la organización social y productiva de las comunidades nativas que habitan en esos territorios. También se encuentran impactadas la soberanía y seguridad alimentaria de las familias de las comunidades nativas. El informe afirma que a pesar de estos graves impactos, los caudales ecológicos de los sistemas hidrológicos generados por estos derrames, no han sido analizados y medidos; y que además existe una escasa y limitada información de la repercusión de los derrames de petróleo sobre la salud pública de las comunidades nativas ubicadas en las áreas de impacto directo e indirecto (Informe de la Comisión, 2017:126). Galo Vásquez, presidente de la Federación de los Pueblos Cocamas Unidos del Marañón (FEPUCUM), y promotor de salud, señala que los problemas de salud se han agravado en las comunidades desde que ocurrió el derrame de petróleo. “Son cuatro años con problemas de salud en Cuninico. Las personas tienen manchas en la piel, alergias, problemas con la vista, enfermedades que antes no veíamos. El derrame afectó las cochas y las quebradas, y el pescado que consumíamos quedó contaminado. Antes vendíamos pescado, ahora tenemos que comprarlo en la ciudad y muchas personas solo se alimentan con atún [en lata]”. Los niveles de contaminación por metales pesados en las personas luego del derrame fueron confirmados por las pruebas realizadas por el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente para la Salud (Censopas) y por la Dirección Regional de Salud de Loreto. Los exámenes se realizaron en 2016 a un grupo de 129 personas Sarah Kerremans 17730 Mujeres indigenas INT.indd 174 07/02/2019 10:29:28 a.m. 175 de las comunidades de Cuninico y San Pedro, a quienes se les tomó muestras de sangre y orina para analizar la cantidad de plomo, arsénico, cadmio y mercurio en sus organismos. Los resultados presentados en el informe “Determinación de metales pesados en las comunidades de Cuninico y San Pedro” demostraron que la mitad (50.54%) de la población evaluada presentaba valores de mercurio por encima de lo permitido de acuerdo a los estándares nacionales y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el 16.81% tenía cadmio en su organismo por encima del rango de referencia (Sierra Praeli, 2018)...(pag. 172 a 175).
Mujeres Indigenas e Instituto de Estudios de las Culturas Andinas - Ideca Perú
MUJERES INDÍGENAS FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Rocío Silva Santisteban editora
ALBERTO ACOSTA - LUISA ELVIRA BELAUNDE - MARLENE CASTILLO MARISOL DE LA CADENA - EDUARDO GUDYNAS SARAH KERREMANS - TANIA PARIONA - TARCILA RIVERA MAJANDRA RODRÍGUEZ ROCÍO SILVA SANTISTEBAN - FABIOLA YECKTING
Se terminó de imprimir en los talleres gráficos de Tarea Asociación Gráfica Educativa Pasaje María Auxiliadora 156 - Breña Correo e.: tareagrafica@tareagrafica.com Página web: www.tareagrafica.com Teléf. 332-3229 / 424-8104 / 424-3411 Febrero 2019 Lima - Perú
#Nuevolibro: "Mujeres Indígenas frente al Cambio Climático", editado por Rocío Silva Santisteban e International Work Group for Indigenous Affairs (IWGIA)
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Mujeres Indigenas
Red De Educacióny Economíasocial
...En la mayoría de las experiencias, la solidaridad y los sujetos sociales y políticos se van constituyendo a partir de la misma acción colectiva en situaciones de gran demanda en términos de aprendizajes y de cambios subjetivos. En este sentido, consideramos fundamental tener en cuenta las dimensiones simbólica y pedagógica involucradas y situar a los grupos en sus procesos y en las formas en que se van construyendo y resignificando las identidades colectivas. Los autores inscriptos en distintas vertientes de la economía solidaria coinciden en observar que lo que identifica el universo que estudiamos es el Factor C, conceptualizado por Luis Razeto (1993), que se origina a partir de prácticas surgidas de la confianza, cooperación, comensalidad, coordinación, cooperación, colectividad, comunidad, cogestión, comunión, entre otras, que surgen del ser humano en diferentes procesos culturales e históricos. A diferencia de otros factores, el Factor C no amplía el proceso de división social del trabajo sino que lo reunifica, potenciando al grupo, estimulando a sus miembros a crear y compartir la información y conocimientos –que en otros escenarios podrían escasear por la predominancia de la competencia y que constituyen una de las fuentes de la creatividad e innovación que observamos en la mayoría de ellas–. La pluralidad de reglas que orientan las prácticas autogestionadas Partiendo de la noción de la diversidad de reglas que rigen la economía, podemos decir que las prácticas que estudiamos responden a distintos principios económicos (reciprocidad, redistribución, intercambio, unidad doméstica), aunque como observáramos, el trabajo y la resolución de las necesidades de quienes lo aportan de manera recíproca (necesidades íntimamente conectadas con las unidades domésticas y las comunidades) orientan el sentido asignado a la producción que no es la reproducción ampliada del capital sino de la vida (Coraggio, 2002), por lo cual el principio de reciprocidad es el que predomina en el conjunto de las prácticas en tanto éstas buscan el bienestar social y no la maximización del lucro. Así, esta predominancia de la reciprocidad como modo de existencia social puede constituir una nueva subjetividad y ética social (Quijano, 2010:68). La noción de reciprocidad es fundamental para explicar las formas en que se expresa o adquiere materialidad la solidaridad en éstas y otras experiencias; esta noción ha sido retomada desde el horizonte de la antropología y, particularmente, de la corriente sustantivista que, a diferencia de la visión formalista que sólo distingue entre medios y fines, observa que la economía se basa en relaciones de interdependencia entre los hombres y con la naturaleza que posibilitan la reproducción de la vida humana en sociedad. El aporte más relevante –aunque el mismo ha sido revisado críticamente por otros autores más contemporáneos como Dominique Meda (López, 2012:167)– es el de Karl Polanyi, contribución retomada desde los distintos enfoques de la economía solidaria y desde la sociología económica. Polanyi distingue al menos cuatro principios económicos de integración: a) la reciprocidad, que implica movimientos entre puntos correlativos de agrupaciones simétricas en las que se intercambian favores y regalos como consecuencia y parte integral de una relación social. Este tipo de reciprocidad se da cuando un trabajo es compartido de acuerdo a reglas definidas de distribución o cuando se trabaja por turno; también hay reciprocidad cuando se intercambian valores equivalentes de acuerdo a las necesidades momentáneas de cada socio. La reciprocidad está íntimamente relacionada con la economía del don descrita por Mauss (1991 [1925]) como la triple obligación del dar, recibir y devolver con ciertos intervalos temporales a fin de que el acto de dar pueda ser vivido como un acto generoso (Bourdieu, 1999 [1994:161]), como un “don gratuito” (Caillé, 2009) que, aunque no está libre de tensiones en términos de coacciones e intereses, hace predominar la libertad y el desinterés. Lo fundamental para que rija este principio es que las transacciones tengan lugar entre iguales, pues cuando existe una jerarquía pero de todas maneras hay una búsqueda de equidad, el principio que rige es la redistribución que efectúa un agente según la necesidad de la colectividad; b) la redistribución, entonces, supone movimientos de 1. Indagar el campo de posibilidades de las experiencias de trabajo asociativo autogestionado 31 apropiación que primero se concentran en cierto individuo o institución y posteriormente se dirigen hacia la comunidad o sociedad. La centralidad puede estar detentada por determinados integrantes de la sociedad como líderes políticos o religiosos, autoridades elegidas democráticamente (o no) y en cuyo caso la obligación de dar es más evidente y está pautada a partir de reglas formales o informales; c) en la administración doméstica la producción se dirige a satisfacer las necesidades de uso de un grupo familiar o de una comunidad y se relaciona con la capacidad de autoabastecimiento, capacidad que la profundización del principio de intercambio ha ido minando; d) finalmente está el intercambio de mercado, en el que circulan los bienes y servicios sobre la base de la oferta y la demanda, sin generar relaciones sociales duraderas (Polanyi, 1957)...(pag. 29 a 31)
TRABAJO, RECIPROCIDAD Y RE-PRODUCCIÓN DE LA VIDA Experiencias colectivas de autogestión y economía solidaria en América Latina María Amalia Gracia (coord.) Bruno Baronnet Marietta Bucheli Laura Collin Harguindeguy Rocío García Bustamante María Amalia Gracia Jorge E. Horbath Fernando Limón Aguirre Dania López Córdova Sarya M. Luna Broda Boris Marañón-Pimentel Milton Maya Díaz Crisol Méndez-Medina Karina Poot Nicolás Roldán R. Richard Stahler-Sholk Marília Veríssimo Veronese
Vista parcial del contenido del libro. Para obtener el libro completo puede adquirirlo en: www.bibliotechnia.com www.e-libro.net www.interebook.com
http://educacionyeconomiasocial.ning.com/…/trabajo-reciproc…

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