EXPEDICIONES O DE ELLAS AL TURISMO
Hace un tiempo y luego de pasar varias veces por Humahuaca y sin encontrarle mucho sentido a lo visto, leído y escuchado y solo con la convicción renovada por un poblamiento de sur a norte por los originarios de nuestro país, que puede verse ratificado por las expediciones de investigación actuales, en relación con la facilidad con la que se encuentran restos de fechas entre el año 3000 y el 1000 (antes del presente) en los Valles Calchaquies, mientras en la Quebrada de Humahuaca es mas dificultoso, que citamos en este articulo y en el relacionado con EXPEDICIONES DE INVESTIGACION ANTIGUAS Y ACTUALES, sin pretender mas que investigar le pregunté a un originario, descendiente de poblaciones trasladadas por los Inkas desde otras partes del Imperio, como Mitayos (La mita fue un sistema de reciprocidad de trabajo utilizado en América, específicamente en la Región Andina, tanto en la época incaica, como en la de la posterior conquista española de América. La mita proveía al estado de la energía indispensable para construir y conservar caminos y puentes.
Mita - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.m.wikipedia.org › wiki › Mita) y digo esto porque él mismo se encargó de aclararlo, indicando que los auténticos Omaguacas vivían mas al sur en Salta (cosa que ya me había dicho varios años antes un oriundo de Cachi de ascendencia Omaguaca). Y frente a mi pregunta de las causas por las cuales el Antigal (o Pueblo Viejo) de la Peña Blanca, que se encuentra a unos mil metros del centro de la actual Humahuaca, se encontraba tan removido, hizo un descanso y luego inició un relato: Cuando chico la mejor agua se sacaba de dos huacas que estaban en la Iglesia, que luego se taparon y nunca mas pudimos sacar esa excelente agua. Existen rumores sobre las huacas que dicen que fueron usadas por los antiguos, para esconder el oro y la plata de los españoles. Pero en algún momento, cuando los Omaguacas ya no estaban, no solo se cerraron las Huacas de la Iglesia, sino que puede haber sido en ese momento donde se cegaron las varias huacas de la Peña Blanca. Y luego me mencionó, que algunos pobladores e, incluso, personas que decían tener permiso hicieron excavaciones en el sitio. Lo llamativo es que esa persona no supera los 70 años y era muy niño en la época de mediados del Siglo XX, cuando se efectuaron las dos excavaciones con permisos que registra la Historia. Me sentí obligado a continuar la charla, porque me parecía que seguía interesado y le pregunté por huaqueros y me respondió que podía ser uno de los motivos del desorden. Hoy es un sitio de respeto, pero al parecer antes no lo fue tanto.
Mita - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.m.wikipedia.org › wiki › Mita) y digo esto porque él mismo se encargó de aclararlo, indicando que los auténticos Omaguacas vivían mas al sur en Salta (cosa que ya me había dicho varios años antes un oriundo de Cachi de ascendencia Omaguaca). Y frente a mi pregunta de las causas por las cuales el Antigal (o Pueblo Viejo) de la Peña Blanca, que se encuentra a unos mil metros del centro de la actual Humahuaca, se encontraba tan removido, hizo un descanso y luego inició un relato: Cuando chico la mejor agua se sacaba de dos huacas que estaban en la Iglesia, que luego se taparon y nunca mas pudimos sacar esa excelente agua. Existen rumores sobre las huacas que dicen que fueron usadas por los antiguos, para esconder el oro y la plata de los españoles. Pero en algún momento, cuando los Omaguacas ya no estaban, no solo se cerraron las Huacas de la Iglesia, sino que puede haber sido en ese momento donde se cegaron las varias huacas de la Peña Blanca. Y luego me mencionó, que algunos pobladores e, incluso, personas que decían tener permiso hicieron excavaciones en el sitio. Lo llamativo es que esa persona no supera los 70 años y era muy niño en la época de mediados del Siglo XX, cuando se efectuaron las dos excavaciones con permisos que registra la Historia. Me sentí obligado a continuar la charla, porque me parecía que seguía interesado y le pregunté por huaqueros y me respondió que podía ser uno de los motivos del desorden. Hoy es un sitio de respeto, pero al parecer antes no lo fue tanto.
Luego de mucho tiempo de interactuar con turistas me encuento convencido que suelen llevarse pequeñas muestras de piedras trabajadas por los antiguos y restos de cerámicas, pero nada que cause asombro, pero lo cotidiano, el paso del tiempo y los miles de personas, por un lugar, pueden ser motivo que algunos objetos tecnológicos antiguos se pierdan para siempre. Por eso es importante que los guías y los coordinadores de los contingentes sean bien formados (y no solo por el tema de la basura).
Paisajes, economía y sociedad en las nacientes de la Quebrada de Humahuaca en el rango 3000 – 1000 AP: evidencias arqueológicas, discusión y perspectivas Leoni, Juan B.1 Hernández Llosas, María I.2
"...Si bien la Quebrada de Humahuaca es una de las regiones arqueológicamente más investigadas del NOA, el conocimiento de la secuencia cultural prehispánica es desigual. En efecto, para los momentos previos al 1000 AP se dispone de mucho menos información que para los momentos más tardíos de la secuencia. Los sitios conocidos para el lapso 3000–1000 AP son pocos, y aunque la información ha aumentado gradualmente en los últimos años, sigue siendo por lo general escasa y fragmentaria (e.g. plantas de sitios, e incluso de recintos individuales, incompletas; conjuntos arqueológicos con poco contexto, bajo número de fechados cronométricos, etc) y supeditada en muchos casos a hallazgos accidentales por acción de eventos antrópicos o naturales. Si bien las sociedades que habitaron la Quebrada de Humahuaca y sus áreas aledañas parecen haber compartido muchas de las características mostradas por grupos contemporáneos de otras partes del NOA, la escasez de información obliga muchas veces a recurrir a inferencias interpretativas basadas en la comparación con información de otras áreas mejor conocidas (e.g. Quebrada del Toro, Valles de Tafí, Hualfín y Santa María) o a modelos teóricos de evolución sociocultural que predicen sociedades con ciertas características para estos momentos temporales de la secuencia cultural prehispánica, obviando de esta manera potenciales matices específicos que podría haber tomado el proceso cultural humahuaqueño. Asimismo, esta misma escasez de información lleva muchas veces a considerar toda la evidencia disponible para un lapso de casi dos milenios como un bloque único y de características más o menos homogéneas, impidiendo discernir variaciones ocurridas a través del tiempo y el espacio..." (pag. 2)
EL ORO EN EL NOROESTE ARGENTINO PREHISPANICO. ESTUDIOS TECNICOS SOBRE DOS OBJETOS DE LA CASA MORADA DE LA PAYA Luis R. González (*)
"...El concepto de huaca como cosa o lugar sagrado adquiría especial significación cuando se aplicaba a una montaña (por lo general, considerada como residencia de los antepasados de la comunidad o de las deidades que controlaban la fertilidad de la naturaleza) que albergaba depósitos minerales o tesoros. De hecho, a partir de la colonización europea el término huaca se convirtió en sinónimo de tesoro escondido, de donde deriva el nombre de “huaquero” para aquel que los saquea (Salazar Soler 1997:247). De acuerdo a antiguas creencias, se consideraba que los metales eran un producto de la tierra, donde crecían y se desarrollaban como los seres vivos (Berthelot 1986:82). Las minas de oro constituían huaca de extremo poder y objeto de especial veneración. El cronista Cristóbal de Molina escribió en 1533: “La orden por donde fundaban sus huacas...era porque decían que a todas criaba el sol...y al oro asimismo decían que era lágrimas que el sol lloraba y así cuando hallaban un grano grande de oro en las minas, sacrificábanle y henchíanlo de sangre y poniéndolo en su adoratorio, decían que estando allí aquella huaca o lágrima del sol, todo el oro de la tierra se venía a juntar con él” (en Girault 1988:41)..." (pag.78)
En relación con el articulo que sigue debemos indicar que existen otras ciudades al norte de Quilmes, como EL PICHAO a 8 km de Colalao del Valle y TOLOMBON, al costado del pueblo actual y muy próximo a la RN 40.
Viaje al pasado: cinco sitios arqueológicos del norte argentino
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18 de marzo de 2018
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1 Tucumán. Recuerdo de los quilmes
Los indios quilmes pensaban que los cardones albergaban espíritus protectores. Aunque crezcan en abundancia sobre las montañas de los Andes en todo el noroeste, no les resultó una defensa suficiente cuando tuvieron que luchar contra los españoles. Su civilización se extinguió a fines del siglo XVII, cuando los últimos sobrevivientes de las guerras contra los conquistadores fueron deportados a las costas del Río de la Plata. Dejaron tras ellos uno de los principales complejos arqueológicos del país. Las ruinas de su ciudad sagrada son un mosaico de paredes de piedra que forman cuadrados sobre el suelo rocoso. Son vestigios de casas, corrales y cementerios. Antes de los españoles, los quilmes fueron avasallados por los incas cuando extendieron su imperio hacia esa región. A pesar de todo, crearon un próspero centro urbano que vivía gracias a la cría de llamas y a extensos cultivos regados por canalizaciones de agua desde una represa. Los historiadores estiman que la ciudad de los quilmes tuvo hasta 5000 habitantes en el momento de su apogeo.Luego de su derrota, la ciudad fue olvidada y redescubierta por los arqueólogos Lafone Quevedo y Ambrosetti recién a fines del siglo XIX. En febrero se inauguró un centro de interpretación en la entrada al predio arqueológico.
2 Salta. En La ciudad perdida
Santa Rosa de Tastil es un pueblito de los Andes salteños y una de las paradas en el camino a San Antonio de los Cobres, cuando se sigue por ruta el trazado del Tren de las Nubes. Tiene apenas un puñado de casas en torno de una capilla y un pequeño museo. Allí se conservan algunos objetos y se muestran paneles que explican lo que fue la ciudad prehispánica de Tastil. Como Machu Picchu, los indígenas la "escondieron" de los conquistadores antes de abandonarla. Se supo de ella recién a principios del siglo XX, cuando Eric Boman descubrió sus ruinas. Santa Rosa está a 3100 metros de altura y las ruinas más altas aún, en la cumbre de un cerro. Los arqueólogos piensan que fue el principal centro comercial entre las llanuras del Chaco y los distintos pueblos de la cordillera. El escueto caserío de hoy no permite hacerse una idea precisa de la importancia que tuvo su antepasada durante el siglo XV. La ciudad prehispánica estaba además en plena expansión al momento de la llegada de los españoles. Su tejido urbano preservado deja ver cómo las casas están imbricadas una dentro de otra. Las paredes son gruesas para proteger del frío y de los terremotos, pero también para servir de calle. Las ruinas cubren unas 12 hectáreas donde es posible todavía encontrar algunos fragmentos de cerámicas al caminar entre las ruinas. Las piezas más valiosas encontradas en el sitio se llevaron al Museo de Salta.
3 Jujuy. La fortaleza del valle
La fortificación de Tilcara fue construida para controlar el tránsito en la Quebrada de Humahuaca. Domina el río Grande desde lo alto de una colina que se eleva en medio del valle, a unos cien metros de alto. El pucará protegió a los tilcara -una tribu omaguaca- pero no impidió que fuesen conquistados primero por los incas y luego por los españoles. Sus ruinas son el testimonio de aquella historia de dominaciones y forman una de las principales plazas arqueológicas del noroeste. Durante el siglo XX se llevaron a cabo varias campañas de excavaciones y restauración. Algunas con tanto celo que se reconstruyeron viviendas y se levantó una pirámide algo incongruente en medio de las ruinas. Sin embargo, la visita del pucará es uno de los momentos más intensos durante un viaje por la Quebrada de Humahuaca. El recorrido se completa con el jardín botánico andino, en la entrada del predio. Es la ocasión de ver una interesante colección de cactus de la región. Al pie de las fortificaciones, la ciudad actual es una típica postal norteña, con sus calles angostas bordeadas de casas bajas, su iglesia y su placita. Es un importante centro turístico donde se cruzan turistas de todo el mundo.
4. Jujuy la escalera de los incas
El Qapaq Ñan era la red de vías de comunicación del imperio inca. Totalizaba unos 30.000 kilómetros entre el norte de la Argentina y Colombia. Mientras en Occidente todos los caminos llevaban a Roma, en los Andes todos llevaban a Cuzco, en el centro del Tawantinsuyo. En la Argentina, el Camino Inca -como se lo conoció más tarde- recorría las actuales provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y llegaba hasta Mendoza, en el extremo sur de las regiones que fueron sometidas al imperio. Uno de los tramos más singulares está en la provincia de Jujuy. Une los pueblitos de Santa Ana y Valle Colorado, mediante escaleras de piedra que fueron talladas entre las pircas. Estas obras de tiempos prehispánicos son utilizadas todavía hoy por los vecinos de ambas localidades. Forman parte de la Huella Andina Norte, que a su vez es parte del proyecto Huella Andina desarrollado por el Ministerio de Turismo hace unos años. Para recorrerlo es preciso contar con un guía que garantice tanto la conservación como el rumbo en estas regiones más transitadas por los cóndores que por los hombres. En Santa Ana se alcanzan los 3400 metros, para bajar luego unos 16 kilómetros hacia Valle Colorado y, más adelante, el ingreso al Parque Nacional Calilegua.
5 Catamarca. La capital del sur
El Shincal es el mayor complejo arqueológico de la provincia. Fue una ciudad prehispánica importante, con una gruesa muralla perforada por una puerta de forma cónica, típica de la arquitectura incaica. El nombre completo del sitio es Shincal de Quimivil. Está a unos kilómetros de los pueblos de Londres y Belén. Antes de la llegada de los españoles, la ciudad era la cabecera regional del imperio inca, ubicada en un pequeño valle de la Sierra de Quimivil, conectado por el Qapaq Ñan. Estaba en un lugar de tránsito importante hacia el Pacífico por medio del paso de San Francisco. Además de varias hectáreas de ruinas de casas y depósitos de comida, el sitio conserva un ushnu: una elevación piramidal que simbolizaba el poder de los invasores incas sobre las poblaciones locales. Algunos de los objetos encontrados en el sitio están expuestos en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. El Shincal cuenta con un centro de interpretación.
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