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miércoles, 12 de octubre de 2022

LA SEGUNDA MASACRE DE LA PATAGONIA

LA SEGUNDA MASACRE DE LA PATAGONIA. PATAGONIA, HUELGA Y REPRESIÓN.



 
Película “La Patagonia Rebelde” https://youtu.be/i56UdTCk8bg A modo de resumen de la película LA PATAGONIA REBELDE Entre 1921 y 1922, en aquellas tierras lejanas, bravas, de imponente belleza de la Patagonia, tuvo lugar una de las más importantes gestas del movimiento obrero. Fue seguida por la mayor masacre llevada adelante por el ejército y civiles bajo un gobierno democrático. Acorde a la prensa anarquista, 1500 obreros fueron fusilados en un operativo en el que los grandes latifundistas se erigieron como jueces que decidían la vida o la muerte de los trabajadores mientras miembros del batallón 10mo de caballería, comandados por el general Varela, ejecutaban su voluntad. A cien años, proponemos revisitar estos acontecimientos y rehabilitar un proceso fundamental de la historia argentina tantas veces olvidado. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) Ovejas, oligarcas y peones Nos situamos en la Patagonia: rondan los años 20 y Argentina está inserta en el mercado mundial bajo un modelo agroexportador. En estas tierras se concentraba la producción lanar –principal resorte de la economía regional– acompañada de frigoríficos y comercios. Un puñado de apellidos rimbombantes y capitales extranjeros –principalmente británicos– se repartieron las estancias, así como los grandes almacenes y los transportes que permitían la colocación de la producción en el mercado externo. Muchos estancieros eran inmigrantes o descendientes de inmigrantes. Su ruda y masculina figura imponía el progreso y la modernización capitalista en un territorio en que el poder nacional recién había logrado afirmar su dominación de la mano del despojo de las poblaciones nativas. Osvaldo Bayer (2009) señala que allí el desprecio por la vida era moneda corriente y la bondad un símbolo de debilidad. Estas pocas personas extendían su poder más allá del límite de sus estancias, y los funcionarios públicos y la policía actuaban garantizando su dominación. Durante el régimen oligárquico, el sistema político fluía en la relación con los latifundistas. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) Estas tierras debían ser pobladas de gente apta para el duro trabajo. Llegaron inmigrantes europeos –mayormente españoles– y chilenos, especialmente chilotes (migrantes del archipiélago Chiloé, que se encuentra sobre el Pacifico a la altura de Chubut). Junto con algunos nativos, constituían la mano de obra y la población local. Se trataba de una sociedad predominantemente masculina y poco consolidada (Bohoslavsky, 2009). Muchos trabajadores ni siquiera tenían un domicilio fijo, sino que vagaban de estancia en estancia recorriendo en su extensión estas ventosas tierras, especialmente crudas en los inviernos. Las condiciones de trabajo que se les imponían eran bravísimas. Sin abundar en detalles, podemos señalar que estaba vigente el sistema de camarotes, por el cual los peones vivían de lunes a sábado en la estancia, hacinados en “cuartos” que no garantizaban mínimas condiciones de salubridad, mal alimentados y, muchas veces, sin cobrar su sueldo en moneda nacional. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) Militares, policías, radicales y anarquistas Desde comienzos de siglo, los obreros patagónicos protagonizaron distintos ensayos de lucha y organización. Esta acumulación de experiencias fue vigorizada por la llegada del español Antonio Soto, militante anarquista que se distinguió en estas tierras por su calidad de organizador y agitador. De su mano, la Sociedad Obrera cobra un nuevo impulso y una gran extensión. Otro personaje novedoso irrumpe en esta tierras y favorece a los obreros: se trata del juez Viñas, radical que desentona con los intereses de los latifundistas. Pero la provincia, así como la policía, está a cargo de Correa Falcón, que sí les responde. En 1919, se suceden conflictos en los que intervienen distintos sectores obreros adoptando medidas como la huelga o el boicot. Interesa destacar que muchas de las veces no son las demandas económicas las que empujan a la acción, sino la solidaridad entre trabajadores y la demanda de dignidad y respeto que les deben los patrones, valores centrales en la prosa y el imaginario anarquista. Los conflictos se van radicalizando de a poco, en su extensión, en sus demandas y en su repertorio de protesta. En 1920, la policía emprende una caza de anarquistas por todo el territorio, apresándolos y amenazándolos con la deportación. La Sociedad Obrera declara la huelga general en solidaridad con estos trabajadores. Luego de distintas idas y vueltas en las que el gobernador intenta mantener presos a los obreros mientras el juez Viñas declara que deben ser puestos en libertad, llega la resolución de Yrigoyen de liberarlos a todos. Es un triunfo de la Sociedad Obrera, que había demostrado disciplina y organización en la huelga. Saboreando el triunfo, preparan un nuevo pase a la ofensiva: se declara la huelga general para conseguir un pliego de condiciones para los obreros rurales y mejoras monetarias para los trabajadores del comercio. No encontramos en este pliego demandas que versen sobre abolir la propiedad privada o establecer gobiernos obreros: encontramos demandas laborales que pueden resumirse en ser reconocidos como humanos y, como tales, merecedores de dignidad y respeto. Piden poder asentarse y criar una familia, poder alimentarse, poder higienizarse. La ciudad de Río Gallegos se paraliza, la actividad portuaria es suspendida y la huelga se extiende por el campo como un reguero de pólvora que avanza estancia por estancia, sublevando a la peonada, tomando las estancias y a sus propietarios como rehenes. Los intentos de represión local contribuyen a radicalizar el conflicto y, poco a poco, el centro de gravedad de la huelga se instala claramente en el campo. Finalmente, llega la resolución de Yrigoyen. De la mano del cambio de gobernador –desembarca el capitán Iza– y de las tropas del comando 10mo de caballería comandadas por Varela, esta primera etapa del conflicto se resuelve aceptando el pliego de condiciones y liberando a los detenidos. La situación es vista por todos como un triunfo total de los obreros. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) Pero los estancieros ya están planeando su contraataque, y sus próximos movimientos son en Buenos Aires. Desde allí, comienzan, de diferentes formas, a presionar a Yrigoyen y a intervenir en la prensa. Mientras se organizan cada vez más (la Liga Patriótica desembarca en el Sur) y logran nacionalizar su versión de que el terror maximalista y extranjerizante se apodera de la Patagonia y amenaza la seguridad nacional, los obreros patagónicos van quedando más aislados. Las discusiones entre Antonio Soto y la Fora sindicalista llevan a que esta adopte una política que Bayer (2009) denomina como divisionista en un momento en el que el apoyo de los trabajadores porteños era central tanto para presionar al gobierno nacional como para imponer otro relato en la prensa. Los estancieros se niegan a cumplir las condiciones resultantes de la primera huelga. Los obreros saben que el conflicto no está cerrado y todo el año 1921 se desarrolla entre diferentes luchas con la Sociedad Obrera como protagonista. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) A comienzos de octubre, la policía inicia una redada contra anarquistas y obreros vinculados a la huelga y clausura el local de la Sociedad Obrera. Soto dice que se trata de la reacción organizada en contra de sus victorias y se declara la huelga general: orden de plantar el trabajo, sublevarse y tomar las estancias. El territorio es vasto y el movimiento debe ser coordinado. Rápidamente se extiende por el campo, encendiendo la mecha que había quedado tendida desde la huelga anterior. En Buenos Aires, las presiones habían tenido efecto: Yrigoyen envía una nueva intervención nacional comandada por el Teniente Coronel Varela, el mismo que antes había decepcionado a los estancieros y logrado alguna confianza de los obreros. Pero esta vez las órdenes son otras y con un objetivo claro: limpiar la Patagonia estancia por estancia, campamento por campamento. Así avanza el ejército, en pie de guerra contra los obreros. Los huelguistas están mal armados –y confiaban en poder negociar con el ejército–. Del otro lado, la miseria humana, la crueldad inútil. Se suceden crímenes atroces, masacres, detenciones sin paradero declarado, se atestan las cárceles de huelguistas, los muertos son enterrados por la zona, obligados a cavar sus propias tumbas o quemados con querosene. En esta masacre participan también los estancieros, erigiéndose en jueces de la vida o la muerte de los obreros. El ejército hace de verdugo que ejecuta la voluntad de los propietarios. Los anarquistas denuncian más de 1500 obreros fusilados: es la mayor masacre contra el movimiento obrero bajo un gobierno democrático en la historia argentina. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) Noticias, bombas y justicias El poder de la oligarquía local y los capitales extranjeros queda afirmado mediante la mano dura del ejército. Las noticias llegan a Buenos Aires. Los diarios anarquistas anuncian los fusilamientos y la represión, los socialistas proponen en el Congreso una comisión investigadora y declaran que se trata de una huelga obrera por condiciones laborales ahogada a fuego por el gobierno radical. El radicalismo se opone a la conformación de esta comisión retomando los argumentos de la Liga Patriótica, que apuntaban a un peligro maximalista orquestado desde Moscú para bolchevizar la Argentina: los aires de la Revolución Rusa golpeaban también en estas costas y el peligro comunista aterraba a los poderosos (Camarero, 2017). La vuelta de Varela no está acompañada por los vítores y alabanzas de las que se había rodeado en el Sur una vez terminada la matanza. Yrigoyen nunca lo recibe, ni lo promueve o enaltece por su accionar militar aunque sí, tanto él como el entonces presidente Alvear, estarán presentes en su velorio. Los radicales buscan desligarse de lo acontecido y que Varela aparezca como el único responsable de la masacre. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) Finalmente, Varela encuentra su muerte de la mano del célebre anarquista Kurt Gustav Wilckens. Llega así la justicia para los obreros fusilados en la Patagonia, según el principio anarquista: matar al tirano no es venganza, sino una forma de justicia obrera frente a la injusticia del sistema. En la cárcel, Wilckens es asesinado por un fanático de Liga Patriótica en complicidad con los directores del recinto. El fanático es apresado y llevado al manicomio. Allí, un interno empuña un arma en lugar de otro anarquista, orquestador del atentado; en nombre de Wilckens, el hombre dispara. Num. 09, – ISSN 2683-7129 (en línea) *** Este artículo intentó ser un breve resumen de los principales elementos necesarios para comprender qué fue la Patagonia rebelde. Aporte que consideramos imperioso, ya que, pese a ser la principal masacre llevada adelante bajo un gobierno democrático en nuestro país, fue largamente olvidada. Quizás por encontrarse lejos de Buenos Aires, quizás porque –casi– todos los sectores políticos quedaban mal parados, quizás por el declive del anarquismo dentro de la vida sindical y el universo de las izquierdas en el curso del siglo XX. La obra de Osvaldo Bayer constituye una investigación sistemática y fundamental sobre el proceso, pero aun así continúa marginado de gran parte de planes de estudio, revistas, diarios, incluso de la tradición del movimiento obrero argentino. Referencias Bayer, O. (2009). La Patagonia Rebelde. Coyhaique: Talleres Gráficos F.U.R.I.A. Bohoslavsky, E. (2009). El complot patagónico. Nación, conspiracionismo y violencia en el sur de Argentina y Chile (siglos XIX y XX). Buenos Aires: Prometeo Libros. Hipólito Irigoyen ocupaba el cargo presidencial en la época en que se desarrollan los acontecimientos, quien asume el 12 de octubre de 1916, marcando la terminación de una época de fraude electoral. Fue la primera vez que se elegía a través del " voto universal, secreto y obligatorio ", como lo establecía la ley electoral sancionada en 1912, conocida con el nombre de Ley Sáenz Peña. Así se produce un cambio total en la política al asumir el gobierno la fórmula Yrigoyen-Pelagio Luna. El mandato duró hasta 1922, año en el que le sucedió Marcelo T. de Alvear. A pesar de ser ambos presidentes radicales, fueron muy distintos en sus pensamientos y actitudes. Consideramos importante destacar también las discrepancias entre el gobierno nacional radical y el gobierno provincial conservador, donde los distintos intereses son uno de los puntos claves de la dirección que toman los sucesos. En este periodo la Argentina estaba integrada a la economía mundial como economía primaria exportadora, vendiendo al exterior trigo, maíz, lino, cueros y lana. Más tarde se agregó la venta de carne vacuna que reemplazó a la de ganado en pie, la cual pasó a ser el principal rubro de exportaciones argentinas. La integración al mercado mundial también dependió de factores como el desarrollo tecnológico, la tendencia de algunos países europeos a invertir fuera de su continente y la infraestructura nacional acorde para poner en marcha el modelo agro-exportador. Este último aspecto se tradujo en la recepción de muchos inmigrantes europeos. En el plano internacional, la Primera Guerra Mundial impactó en la Argentina, que mantuvo una posición neutral en el conflicto. En el campo comercial, afectó fuertemente el caudal de las importaciones: en dos años el porcentaje de operaciones con los países europeos se redujo en un 40 por ciento. Sin embargo, creció el intercambio con los Estados Unidos. El rubro más castigado y de más lento restablecimiento fue el de las máquinas, herramientas, materiales para ferrocarriles, construcciones e instalaciones industriales. Como contrapartida, en el país aumentó la capacidad productiva de las industrias alimenticias y ganaderas en general: frigoríficos, alimentos en conservas, los molinos, las lanas y los cueros. También crecieron las industrias textiles y mecánicas. Podemos identificar la influencia que tuvieron las condiciones antes mencionadas en el contexto social tal es el caso de la caída del precio de la lana tras el fin de la Primera Guerra, la cual generó una preocupante desocupación. La caída de la demanda mundial ocasionó una gran crisis para los estancieros latifundistas que se beneficiaban con la explotación de la cría de ganado lanar, sometiendo a los trabajadores a inhumanas condiciones laborales, dando lugar a las primeras organizaciones y huelgas en reclamos de mejores condiciones. Sumado a esto la gran influencia de inmigrantes europeos con ideas socialistas se hace presente como un factor fuerte en la lucha de los trabajadores. En oposición se consolida la estructura latifundista, compuesta por la elite terrateniente. Protagonista. Era uno de los lideres de la organización sindical que forman los trabajadores en reclamo de la explotación laboral en la Patagonia, es quien dirige las reuniones. De origen español, era un hombre enérgico, con ideales firmes, honesto que a lo largo de la película defiende lo sostenido desde el principio y solo busca llevarlo a cabo. Se enfrenta al gobierno provincial y alienta a la gente a adherirse a la lucha. En el final de la película podemos ver como ante la decepción que le provoca el “fracaso” de ser vencidos, escapa a Chile. Demuestra tener claro cuales son los objetivos de su lucha, y no tomar provecho en términos oportunistas como o hacen los miembros del Consejo Rojo. En cuanto a su vida política podemos identificar una ideología que combina los principios anarquistas y un fuerte compromiso sindical. Es un personaje profundo y de gran importancia e influencia. Si bien es justificada la existencia de la figura de Antonio Soto como líder, no se aleja de ser un estereotipo que concentra el ideal de lucha característico del contexto. Es verosímil y la persona que este fue inspirado (Antonio Soto Canalejo) se convirtió con el tiempo en una leyenda de la Patagonia. Es la mano derecha de Soto, con más experiencia. Suele aconsejarlo y alentarlo para seguir con la lucha. Es un inmigrante que soñando con una mejor vida vino a nuestro país y se vio enfrentado con la injusticia y la explotación. Tenía proyectos y expectativas con respecto a su familia y mantiene sus ideales hasta las últimas instancias. Da la vida por su causa. Es un estereotipo, no se encuentran registros de su existencia, lo que nos lleva a pensar que es solo un personaje verosímil, no verídico. Protagonista. Es un líder nato y a diferencia de Soto, es más espontáneo en su lucha y menos idealista, mientras el primero busca mucho más que un contrato laboral, a “Facón Grande” le concierne lo más cercano a la realidad que se vivía y la búsqueda de una instancia justa para los trabajadores. Es un hombre sin mayor educación. Verosímil, basado en el líder patagónico homónimo. Antagonista. Es quien dirige al Ejército en contra de los obreros. Es un hombre que pone su cargo por sobre todo, lo que le otorga una superioridad metafórica de palabra y literal de hecho. Obediente, conciente de lo que hacia pero totalmente debido a su papel como militar “…podrán decir que fui un sanguinario, pero no un desobediente…”, inescrupuloso, no duda en recurrir a los engaños para liquidar a “Facón Grande”. Inflexible, no acepta menos de lo que exige, no negocia, ya que eso seria rebajar su autoridad “…rendición incondicional o muerte…”. Es un personaje verosímil, basado en la figura de Varela, quien dirigió la ofensiva contra el movimiento obrero en la Patagonia argentina. (SIGUE) • CONFIGURACIONES SOCIALES LOCALES/ • REGIONALES/ NACIONALES EN PERSPESCTIVA RELACIONAL Y COMPARADA • La descripción de regiones, ambientes, bienes recursos naturales, actividades económicas y los circuitos espaciales de producción de Río       Negro y de la Patagonia analizados en la economía global. ACTIVIDADES: ¿En qué época ocurren estos sucesos en la Patagonia Argentina? ¿Quién era el Presidente Argentino? ¿Cómo se llamaba el masacrador? ¿Cómo se llamaba el principal anarquista?

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