Diccionario filosófico · 1965
Teoría del conocimiento (o gnoseología)
Sección de la filosofía, que estudia la interrelación del sujeto y el objeto en el proceso de la actividad cognoscitiva, la relación del saber con la realidad, las posibilidades del hombre de conocer el mundo y los criterios de la autenticidad y veracidad del conocimiento. La teoría del conocimiento investiga la esencia de la relación cognoscitiva de hombre con el mundo, por lo cual cualesquiera de estas teorías parte necesariamente de una solución determinada del problema fundamental de la filosofía. Por eso, todas las variantes de la teoría del conocimiento se dividen ante todo en materialistas e idealistas. La dialéctica materialista es una doctrina filosófica del conocimiento, es lógica y teoría del conocimiento del marxismo; las leyes y categorías de la dialéctica materialista, constituyendo reflejos de las regularidades universales del desarrollo del mundo objetivo, resultan de esta manera formas generales del pensamiento cognoscente. Por eso, la teoría marxista del conocimiento, a diferencia de la gnoseología anterior, no es sólo una doctrina de las regularidades específicas del conocimiento, sino el resultado, la suma y la conclusión de la historia del conocimiento del mundo. Esto significa que en la filosofía marxista-leninista, la problemática específicamente gnoseológica de la relación entre la conciencia y la materia, entre lo ideal y lo material, de los criterios de la veracidad del saber, de la correlación entre lo sensorial y lo lógico, del reflejo, &c. se investiga con arreglo al método de la dialéctica materialista y en ligazón indisoluble con la doctrina del materialismo histórico, que permite desentrañar la esencia de la relación cognoscente del hombre con el mundo partiendo del análisis de la actividad práctico-material transformadora de aquél. De hecho, la historia de la teoría del conocimiento empieza por plantear en filosofía la cuestión de qué es el saber (Platón), aunque el término mismo “teoría del conocimiento” aparece mucho más tarde. La problemática de la teoría del conocimiento siempre ha desempeñado un papel sustancial en la historia de la filosofía, ocupando a veces el lugar central en ella. Una serie de corrientes de la filosofía burguesa se caracterizan por la reducción de la filosofía a la teoría del conocimiento (kantismo, machismo). Desde el punto de vista de algunos positivistas y científicos que comparten sus concepciones, el desarrollo impetuoso de los métodos científicos especiales del conocimiento (lógica matemática, semiótica, psicología, &c.) conduce a la liquidación de la teoría del conocimiento como ciencia filosófica. En cambio, el materialismo dialéctico opina que el desarrollo de los métodos científicos especiales de investigación no puede en principio eliminar la problemática filosófica de la teoría del conocimiento. Por el contrario, la estimula, planteándole nuevos problemas (por ejemplo, el estudio de las posibilidades de automatizar el trabajo intelectual). La teoría del conocimiento materialista dialéctica utiliza en su desarrollo los datos de las ciencias especiales modernas sobre el conocimiento, constituyendo la base metodológico-filosófica de las mismas...
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Producción de conocimientos científicos y problemas sociales en países en desarrollo
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Producción de conocimientos científicos y problemas sociales en países en desarrollo*
Produção de conhecimento científico e problemas sociais nos países em desenvolvimento
Production of scientific knowledge and social problems in developing countries
Pablo Kreimer**
Juan Zabala***
* Esta investigación recibió ayuda financiera del Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Tropicales, TDR-UNICEF/UNDP/World Bank/WHO, 2004-2006.
** Sociólogo, Doctor en CTS (CNAM, París), Investigador Conicet, Profesor Ordinario Universidad Nacional de Quilmes, Argentina. E-mail: pkreimer@unq.edu.ar
*** Sociológo, Doctor en Ciencias Sociales (Flacso Argentina / Universite Paris 1 Pantheon Sorbone). Investigador Conicet. E-mail: jpzeta@unq.edu.ar
Resumen
En este trabajo se analizan las posibilidades y limitaciones del conocimiento científico para ser un instrumento de modificación de la realidad social. Para ello, se analiza la forma en que la enfermedad de Chagas formó parte de una política pública de producción de conocimientos a partir de la década de 1970, teniendo en cuenta la dinámica de producción de conocimientos científicos sobre el tema así como la intervención sobre el problema social.
Palabras clave: conocimiento científico, problemas sociales, enfermedad de Chagas, políticas públicas.
Resumo
Neste trabalho são analisadas as possibilidades e limitações do conhecimento científico para ser um instrumento de modificação da realidade social. Para isto, analisa-se a forma na qual a doença de Chagas formou parte de uma política pública de produção de conhecimentos a partir da década de 1970, considerando a dinâmica de produção de conhecimentos científicos sobre o tema bem como a intervenção sobre o problema social.
Palavras-chaves: conhecimento científico, problemas sociais, doença de Chagas, políticas públicas.
Abstract
In this article the possibilities and limitations of scientific knowledge for being an instrument to modify the social reality are analyzed. To do so, we analyze the way the Chagas disease was part of a public policy about knowledge production since the 70’s, taking into account the dynamic of scientific knowledge production on that topic as well as the intervention on the social problem.
Key words: scientific knowledge, social problems, Chagas disease, public policies.
Introducción
La producción de conocimiento científico ha sido reconocida (es decir, “construida”), por parte de diferentes actores vinculados con la promoción, producción, circulación y difusión del conocimiento científico, como una estrategia de intervención legítima sobre los problemas sociales: los poderes públicos, las comunidades académicas, los organismos internacionales, los medios de comunicación, entre otros, han instalado la creencia de que el desarrollo de conocimientos científicos es un método legítimo y eficaz para superar los problemas sociales a los que se encuentra sometida la población de América Latina, tales como deficientes condiciones de vivienda, de salud, ambientales, de acceso a bienes simbólicos, etc.
Ahora bien, cuando se ha intentado llevar estas ideas a la práctica –con la dificultad que esto supone en nuestra región–, las relaciones entre ciencia y sociedad han mostrado ser más complejas de lo que sugiere la imagen del progreso unívoco. En este trabajo pretendemos profundizar en esta complejidad, analizando las dimensiones claves que condicionan las posibilidades y limitaciones del conocimiento científico para ser un instrumento de modificación de la realidad social. Para ilustrarlo, analizamos la forma en que la enfermedad de Chagas hizo parte de una política pública de producción de conocimientos a partir de la década del setenta, considerando un conjunto de acciones (y de relaciones entre actores) cruciales para comprender tanto la dinámica que adquiere la producción de conocimiento como la intervención sobre un problema social...
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La construcción del conocimiento histórico
Publicado por Firmas Invitadas
Nuestra firma invitada del día de hoy la Lic. Paola Figueroa es Doctora en Historia. Se desempeña como profesora en la Universidad Nacional de Cuyo (Facultad de Filosofía y Letras), Colegio Universitario Central (CUC) dependiente de la misma universidad, y en los Institutos de Formación Docente y Trabajo (IFDyT) 9-001 y 9-030 de la provincia de Mendoza (Argentina).
La construcción del conocimiento científico, tal cual lo conocemos y concebimos actualmente, proviene en realidad de la Ilustración del siglo XVIII. Durante este siglo, los estudiosos se ocuparon de plantear el acceso racional al conocimiento de las cosas del mundo natural y los hombres, el mundo social. Ellos fueron los responsables de la creación de la Enciclopedia, que en su titánico esfuerzo pretendió condensar en sus voluminosos tomos el conocimiento construido por el hombre hasta ese momento. Es importante, querido lector, que tengas en cuenta que la profundidad de estos cambios se produce de forma lenta y gradual, y en el caso que nos toca, el Renacimiento y el Humanismo modernos constituyeron antecedentes fundamentales para que este racionalismo tuviera lugar.
La Historia, así con mayúsculas, para distinguirla del relato o el conjunto de acontecimientos del pasado, es la disciplina científica que se ocupa del estudio de la sociedad a través del tiempo. En términos de Marc Bloch, historiador fundamental del siglo XX, es la “ciencia de los hombres en el tiempo”. A la vez que narración del pasado, la Historia explica, interpreta y lo comprende, identificando, analíticamente, diversos niveles de ese pasado que “medimos cronológicamente” en acontecimiento, coyuntura y estructura. O lo que es lo mismo, tiempo corto, tiempo mediano y el tiempo de la larga duración. La explicación e interpretación de ese pasado se realiza identificando causas, siempre así en plural (pluricausalidad) de los procesos a la vez que reconoce sus consecuencias (huellas, legados o herencias de ese pasado).
Se realiza desde diversos enfoques o perspectivas (multiperspectividad) y apoyada en los saberes de otras ciencias tales como la sociología, la geografía, la economía, la filosofía, la literatura, entre muchas otras (pluridisciplinariedad). Las conclusiones a las que arriba este conocimiento obtienen su validez a partir de evidencias y argumentos que se construyen a través de las “preguntas” que los historiadores hacemos a los vestigios e indicios que nos han llegado al presente de aquel pasado. Ellos constituyen la materia prima, la arcilla con la cual podemos edificar científicamente el pasado social humano, cuya principal función social es la comprensión del presente. Una sencilla clasificación de las fuentes históricas distingue las escritas, las orales, las materiales, las gráficas y las audiovisuales. A su vez, es oportuno aclarar, que las fuentes primarias son aquellas que proceden de la época que estamos estudiando. Es decir, fueron producidas por los mismos protagonistas de la etapa o período histórico que estamos investigando. En cambio las fuentes secundarias son los estudios que los historiadores han realizado sobre esa o esas etapas (la historiografía). Ambos son fundamentales en los trabajos que se realizan sobre el pasado. Volvamos a las fuentes. Las escritas han sido consideradas tradicionalmente las más importantes. Aunque cada vez más los estudios actuales, utilizan diversas fuentes para completar, complementar y calibrar la información y datos provenientes de cada una de ellas. Pensemos, por ejemplo, en una excavación arqueológica de una estación de ferrocarril del siglo pasado.
No sólo las fuentes materiales proveerán información relevante, sino que necesariamente esos datos deben completarse con lo que fuentes escritas puedan decir de ello. Tomemos otro ejemplo, el proceso de construcción del castrismo a partir de la Revolución Cubana en la década de 1960. Sobre este fundamental hito de la historia del siglo XX, no sólo hay disponibles fuentes escritas, sino también gráficas, audiovisuales e incluso, orales. Qué tipos de fuentes históricas podemos encontrar, para estudiar por ejemplo, la historia de la América nativa? Tomamos este caso porque reviste singular importancia, no sólo porque somos americanos, sino por la heterogeneidad y la confluencia de fuentes, disciplinas, enfoques teóricos y campos procedimentales para acceder al conocimiento de aquellos enormes mundos pre-europeos. Los pueblos cazadores-recolectores-pescadores-mariscadores han dejado huella de su cultura y sabemos de ella a partir de los restos materiales que hallamos en las excavaciones arqueológicas. Mientras más nos acercamos en el tiempo, las sociedades complejas como la mexica (aztecas); maya (quiché y cackchiquel) e inca en los Andes centrales de Sudamérica nos dejaron sus propios escritos.
En el caso mesoamericano, a través de singulares sistemas de escritura (códices), poseemos información sobre su historia, religión, escenas de vida cotidiana, calendarios agrícolas y mágicos, literatura, gramática, geografía, entre otros datos. Del mundo andino poseemos los”quipus”, un instrumento de registro de información cuantitativa y cualitativa sobre el mundo andino, construido a partir de cuerdas y nudos de lana y algodón, de diversos tipos, largos, colores, etc. 1492 es la fecha que pone en marcha otra etapa de la historia americana, signada en sus inicios por la invasión europea de España, Portugal, Francia e Inglaterra, y luego por el proceso de dominación cultural que reordenó y resignificó todo lo conocido, podríamos decir casi con seguridad, a ambos lados del Atlántico. Si bien podemos distinguir entre vencedores y vencidos, el “encubrimiento del otro” 3 no detuvo un proceso implacable de mestización, de occidentalización 4 que tuvo lugar en los siglos XVI, XVII y XVIII...
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INVESTIGACIÓN SOCIAL
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¿EL HOMBRE CÓMO PRODUCE EL CONOCIMIENTO?
Decía Max Planck que “los experimentos son el único medio de conocimiento a nuestra disposición. El resto es poesía, imaginación”. Unas palabras muy pertinentes en los tiempos que corren, donde todo el mundo parece esgrimir su propia verdad y espera el mismo respeto epistemológico de ella.
Como es esencial para la vida humana... es comprensible que el hombre dedique parte de su vida a adquirir conocimientos. Todas las sociedades ponen especial interés en que los niños y los jóvenes adquieran conocimientos que se consideran importantes para la vida social, para el trabajo, para la supervivencia. Hay quienes hablan incluso de “preparar para la vida”... La sociedad transmite a las nuevas generaciones el conocimiento acumulado a lo largo del tiempo; es decir, transmite lo que se llama cultura.
El conocimiento humano es siempre cerebral, y que ese conocimiento cerebral es inseparable de un sujeto y de un entorno, tanto un entorno social como un entorno natural. Es un conocimiento de un cerebro que pertenece a un cuerpo, a una sociedad y a un medio natural.
El conocimiento se da a través de las vivencias, experiencias, que tiene el hombre en su diario acontecer, cada día que pasa el ser humano puede aprender o no aprender, todo depende de lo útil que sea para él o si en verdad es importante y le servirá. “El conocimiento es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje (a posteriori) o a través de la introspección (a priori). Para el filósofo griego Platón, el conocimiento es aquello necesariamente verdadero (episteme). En cambio, la creencia y la opinión ignoran la realidad de las cosas.”
Para el filósofo griego Platón, el conocimiento es aquello necesariamente verdadero (episteme). En cambio, la creencia y la opinión ignoran la realidad de las cosas, por lo que forman parte del ámbito de lo probable y de lo aparente.
El conocimiento tiene su origen en la percepción sensorial, después llega al entendimiento y concluye finalmente en la razón. Se dice que el conocimiento es una relación entre un sujeto y un objeto. El proceso del conocimiento involucra cuatro elementos: sujeto, objeto, operación y representación interna (el proceso cognoscitivo).
Fuente.
http://epistemologiadelagerenciavanzada.blogspot.com/…/epis…
http://iseptuc.blogspot.com/p/decia-max-planck-que-losexper…
Biblioteca Sapiens Historicus
Es posible que el historiador tienda a ser demasiado generoso, porque un historiador debe aprender a atender y a escuchar a grupos muy dispares de gente e intentar comprender su sistema de valores y su conciencia. Evidentemente en una situación de compromiso total no siempre puedes permitirte esa clase de generosidad. Pero si no te la permites en absoluto te colocas en una especie de posición sectaria en que cometes repetidamente errores de juicio en tus relaciones de juicio con otras personas. Recientemente hemos visto mucho de esto. La conciencia histórica debe ayudarnos a entender las posibilidades de transformación, las posibilidades contando con la gente.
Edward Thompson (1924-1993)
Atlas de México y el Nuevo Mundo agregó una foto nueva al álbum FILOSOFÍA Y TEORÍA DE LA HISTORIA.
HISTORIA DE LA HISTORIOGRAFÍA, por Zoraida Vázquez. Ediciones Ateneo; 1978, 90 p.
https://archive.org/…/ZoraidaVazquezJosefina.HistoriaDeLaHi…
https://ia600903.us.archive.org/…/Zoraida%20Vazquez%2C%20Jo…
PEDAGOGÍA 11
CONSTITUCIONES ESCRITAS Y NO ESCRITAS
De igualdad-es que no son iguales
Hace unos años decidió hacer una observación de mis clases la Directora de una escuela, que ejercía en el área de ciencias sociales. La misma que al recibirme fue la primera que me aclaró, que éramos iguales, cosa que se repetirla con casi todos los que se me aproximaban a plantear controversias o a demostrar que no estaban de acuerdo con mis clases.
Una vez instalada en el fondo del salón y luego de originar varios disturbios con sus acotaciones se sintió exageradamente sorprendida, cuando me adentre en el tema de las constituciones no escritas. Luego de darle las fuentes bibliográficas de la clase se fue y nunca mas me hizo una observación.
Anécdotas y curiosidades jurídicas | iustopía
Desde 2010, este blog reúne lo más curioso del panorama jurídico y parajurídico internacional, de la antigüedad a nuestros días, de forma didáctica y entretenida. Su editor, el escritor y jurista castellano Carlos Pérez Vaquero, es profesor universitario y autor de diversos libros divulgativos y cursos de formación.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Países sin Constitución
Suele decirse que el constitucionalismo nació a finales del siglo XVIII en Estados Unidos y Francia –como oposición al Antiguo Régimen– pero, en realidad, los franceses copiaron la idea a los norteamericanos y éstos, a su vez, tomaron buena nota de las tradiciones de su antigua metrópoli; de forma que se podría afirmar que el origen del constitucionalismo se encuentra en Inglaterra. Un país que, curiosamente, no tiene Constitución escrita –tal y como nosotros la entendemos– sino un Derecho Constitucional formado por un conjunto de diversos textos históricos: estatutos, resoluciones y principios.
La antigua Carta Magna de las libertades de Inglaterra concedida por el rey Juan sin Tierra, en 1215 –en tiempos del mítico Robin Hood– y origen del metafórico nombre de Carta Magna con el que suelen denominarse todas nuestras leyes fundamentales, no fue una Constitución en sentido estricto; pero el proceso que se inició con aquella norma –por el que el rey transfería su poder a otros titulares– se convirtió en la primera vez que se limitaba la autoridad real, concediendo derechos a la Iglesia y a los señores feudales y sentando las bases para el régimen político británico. Posteriormente, se aprobaron la Enmienda del Hábeas Corpus (Habeas Corpus Amendment Act) de 1679, estableciendo el derecho del detenido a ser informado sobre la causa de su detención en el plazo de tres días desde que solicitaba el habeas corpus (en España, esta institución no se previó hasta 1808, con el denostado Estatuto de Bayona); la Declaración de Derechos (Bill of Rights) de 1689, donde volvieron a ser pioneros al regular el derecho de petición al rey, las elecciones libres al parlamento o la prohibición de que se establecieran penas crueles, etc. y, finalmente, el Parliament Act de 1911, que fijaba los poderes de la Cámara de los Lores en relación con los que tiene la de los Comunes y reduciendo la duración del mandato parlamentario.
En opinión del catedrático Lawrence Lessig, cuando los británicos hablan de "constitución" se refieren a una arquitectura -no sólo un texto legal sino una forma de vida- que estructura y delimita los poderes social y legal con el fin de proteger ciertos valores fundamentales; principios e ideas que van más allá del compromiso de la política ordinaria [LESSIG, L. El código y otras leyes del ciberespacio. Madrid: Taurus, 2001, p. 23].
Además de Gran Bretaña, en el mundo hay otros países con una situación similar: Nueva Zelanda no tiene una Carta Magna codificada sino un conjunto de estatutos, tratados, órdenes, patentes reales y decisiones –como ocurría en su antigua metrópoli– que incluye desde el Tratado de Waitangi de 1840 suscrito entre los aborígenes maoríes y la corona británica, hasta el Cabinet Manual de 2008, una guía ministerial que ha reorganizado la actividad del Gobierno neozelandés.
En Israel, a falta de Constitución, su ordenamiento se estructura –básicamente– en dos grandes bloques: 1) La legislación primaria, formada por las leyes básicas o fundamentales (sobre el Gobierno, el Parlamento, la capitalidad de Jerusalén, el ejército, etc.), las leyes aprobadas por la Kneset (la asamblea unicameral) y las ordenanzas que aún se encuentran en vigor de la época del mandato británico, anterior a la independencia israelí; y 2) La legislación secundaria, con las normas del ejecutivo (reglamentos), los mandatos del ejército y la normativa de los distritos y municipios. Aunque en 1948, la Declaración de Independencia israelí incluyó el compromiso de que ese mismo año se redactaría una Constitución, al final no se llevó cabo y, teniendo en cuenta el especial vínculo entre religión y Estado, habría que plantearse si Israel podría tener una Constitución que estuviera por encima de la ley suprema –la Halajá– basada en el Talmud, verdadero pilar del Estado hebreo.
Finalmente, tres países tienen una idiosincrasia constitucional propia: 1) Canadá: Su ley de leyes está formada por dos Constitution Act de 1867 y 1982 y una Carta de Derechos y Libertades que sí que están escritas, pero también incluye otros principios, prerrogativas y tradiciones que no lo están; 2) Libia, que tuvo una Constitución en 1951 pero fue derogada por la Proclamación Constitucional de 1969, tras el golpe militar de Muammar Gadafi. Ocho años más tarde, se redactó la nueva Proclamación de la Autoridad del Pueblo Libio que tampoco es una verdadera ley fundamental del Estado sino una declaración ideológica del régimen; y 3) Omán: Aunque en 1966, el sultán omaní promulgó un Real Decreto que regulaba –entre otras materias– la sucesión al trono, la elección del primer ministro, el nuevo sistema bicameral y algunos derechos de los ciudadanos, en sentido estricto, el sultanato también carece de Constitución, desde que se independizó de Gran Bretaña en 1971.
PD: hablando de leyes fundamentales, el 3 de mayo de 1791 se aprobó en Varsovia la Constitución de Polonia-Lituania (la denominada República de las Dos Naciones) que fue la primera constitución europea y la segunda del mundo, tras la de Estados Unidos, de 1787.
Carlos Pérez Vaquero
http://archivodeinalbis.blogspot.com/…/paises-sin-constituc…
Constituciones no escritas
Constitución de Canadá
Leyes fundamentales de Israel.
Constitución de Nueva Zelanda.
Ley Básica de Arabia Saudí (Sin embargo, la Ley Básica declara el Corán como Constitución de Arabia Saudí)
Constitución del Reino Unido.
Anexo:Constituciones por país -
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https://es.m.wikipedia.org › wiki › Anex...
Hannah Arendt Tv
#Biblioteca Teoría de la Constitución - Carl Schmitt
https://openload.cc/…/Schmitt_-_Teoria-de-la-Constitucion_p…
Hannah Arendt Tv
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CUÁL ES EL TÉRMINO CORRECTO?
Aborigen, indígena u originario.
Muchos ya lo sabrán y otros se enterarán con este escrito, pero no es causa para vilipendiar a los que inocentemente y sin conocimiento lo usan, porque (como explicamos en los cuatro libros sobre formación profesional) en las mismas escuelas, hasta en el día de hoy se sigue usando los términos aborigen, indio o indígena, pero el que ya lo sabe es indudablemente un discriminador y un violador de la legislación nacional e internacional sobre el tema.
Volvemos sobre este tema, porque en este día se suscitó una controversia en un grupo de mochileros y lo resumo: Una chica pide datos para hacer un voluntariado (ella lo llama convivencia) con un pueblo indio argentino. Le contestan horrores y le dicen que son indígenas, casi al final una chica del norte, vinculada con originarios le dice que la palabra correcta es originario. En este artículo de un diario la persona que contesta lo hace inequívocamente desde la óptica de pueblo originario, que no termina de afirmar algo, porque la legislación internacional dice indígena (pero es parte de la lucha por la identidad) y a veces es conveniente no afirmar que no se consideran indígenas, por miedo a perder protección legal.
Qué término es el correcto ¿aborigen, originario o indígena?
Qué significa cada palabra, su origen y cuándo deben emplearse. Hoy es el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Por Redacción LA
El 23 de diciembre de 1994, la Organización de Naciones Unidas declaró el 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en conmemoración a la primera reunión en 1982 del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías
Según datos de la ONU, los pueblos originarios representan más de 5 mil grupos distintos en unos 90 países y hablan una gran mayoría de las aproximadamente 7 mil lenguas del mundo. Están constituidos por 370 millones de personas aproximadamente, es decir, más del 5% de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables en materia de derechos humanos, protección del medio ambiente, desarrollo, educación y salud.
Por qué pueblo originario
El profesor Rubén Herrera, director del Centro Cuyano de Investigación Histórico-Social-Mendoza (CCIHS Mendoza) y referente de la Región Cuyo del Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas de Argentina (CEAPI-Nacional Educación Intercultural Bilingüe), precisó el alcance del término pueblo originario.
“Se trata del conjunto de personas que provienen de poblaciones asentadas con anterioridad a la conquista y que se encuentran dentro de las actuales fronteras de un Estado, poseen historia, usos y costumbres y, en muchos casos, idioma, formas de organización y otras características culturales comunes con las cuales se identifican sus miembros, reconociéndose como pertenecientes a la misma unidad sociocultural”, señaló el especialista.
Y agregó: “Los miembros mantienen vínculos con su espacio de ocupación tradicional bajo una lógica socio-espacial.
El término hace referencia a cualquier grupo de personas que poblaron un lugar, cualquiera que este sea, antes de la conquista.
El especialista explicó además que el concepto rompe con el etnocentrismo, puesto que no se refiere únicamente a los habitantes de América, como generalmente se cree.
“Originarios existieron en todo el mundo, y los recuerdos de la cultura originaria, es decir, no occidental, están en todo el mundo, no solamente en América”, señaló.
¿Y los indígenas?
Herrera explicó que el término indígena se relaciona directamente con el sustantivo Indias, nombre del continente al que creyó llegar Colón en 1492. De allí que a los pobladores de América se les denominó “indios” por una equivocación.
En este sentido, este concepto es etnocéntrico, en tanto se refiere únicamente a los pobladores del continente americano y hace pensar que la filosofía de unidad con la realidad que los llamados indígenas defienden es patrimonio exclusivo de estas tierras. Lo cual reduce su importancia, haciéndolo parecer como algo regional y folclórico, y no así universal como la filosofía occidental.
El concepto indígena, aceptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1989, no está fuera de este contexto. En un primer momento, se intentó dar uniformidad a las personas olvidando la diferenciación. Posteriormente, se optó por utilizar reconocimiento del otro, mediante la inclusión del término pueblos indígenas en el convenio 169 de la OIT.
Como para aclarar más la utilización de un término y el otro, en los últimos años a nivel nacional, y por acuerdos de las organizaciones internacionales, el término pueblos indígenas se está usando para diferenciar a los pueblos originarios migrantes que por diferentes razones viven fuera de su territorio de origen ancestral, pues en casi todos los estados y provincias, y en nuestro caso en Mendoza, se ha producido una gran migración de pueblos (desde su territorio ancestral actual Chile, Bolivia, Perú, y provincias del Norte y Sur Argentino) a otro territorios donde no lo poblaron originariamente. Es por ello que se usa este término de indígena para diferenciar al pueblo que no tiene asentamiento originario en el territorio que en la actualidad está habitando.
Aborigen y sus diferentes acepciones
El profesor Herrera sostiene que otra de las cuestiones debatidas en los parlamentos internacionales y nacionales de las Organizaciones de Pueblos Originarios es la que respecta al término aborigen: la palabra aborigen deriva de dos términos del latín:
Abo = desde y Origo= origen
Desde el origen de los tiempos, por lo tanto, la denominación sería correcta, de no ser por “otras acepciones que no dejan tan bien parados a los pueblos originarios”.
Ab – Origo el prefijo Ab, en latín significa negación: Los Sin Origen.
Esta última derivación es la que se toma como verdadera por las Organizaciones de Pueblos Originarios, teniendo en cuenta la capacidad de autodeterminar a qué definición adherir.
“Es crucial aclarar que la visión no occidental u originaria no significa de ningún modo volver al pasado. Implica, por el contrario, fortalecer una nueva propuesta ontológica, gnoseológica y epistemológica que responda las condiciones de vida actuales, en complementación con la propuesta de la visión occidental”, concluyó el profesor Rubén Herrera.
https://www.losandes.com.ar/…/cual-termino-es-el-correcto-a…
PEDAGOGÍA 12
DE LOS ORIGENES DE LA CIVILIZACION AL TURISMO
La mayoría de los estudiosos sitúan el turismo inicial, tal cual lo conocemos hoy en el Siglo XIX, pero hay otros que lo ubican uno o varios siglos mas atrás. Incluso pueden ubicarlo en la Edad Antigua en Grecia o Roma. Pero no son historiadores, sino personas provenientes de otras disciplinas. ¿Pero qué pasó con los historiadores? Cuando salieron de sus luchas por independizarse del positivismo debieron reescribir buena parte de la Historia del mundo y dedicarse a la cultura, la política, la sociedad y, al parecer, no les quedó tiempo para el ocio y mucho menos para algo que no existía, como el Turismo Sostenible, que es algo bien de esta época.
El turismo sostenible puede ser muchas cosas, porque hoy casi no es, ya que los proyectos en desarrollo son muy pocos en relación con las comunidades y con los pequeños pueblos. Es muy numerosa la literatura y las declaraciones de organismos internacionales, pero es posible que nunca se concrete realmente si no cuenta con el apoyo de los que debiesen apoyarlo, que son los mismos que hacen las declaraciones, porque no se observa que los gobiernos de los estados se encuentren genuinamente interesados en ese tipo de desarrollo.
Si los problemas se concentran en el turismo masivo y si los grandes desarrollos turísticos vinculados se muestran como genuinos guardianes los requisitos sostenibles de moda es menos claro que la expansión de un turismo comunitario llegue a tener alguna importancia. Claro está que pueden aumentar los interesados en un turismo responsable (como se lo llama en algunas encuestas que estuvimos viendo), pero lo único real y concreto es la apuesta de grandes inversores en desarrollos grandes en ciudades muy turísticas, para mejorar la imagen en cuanto al tratamiento de la basura y eso, por sí solo, no es de lo que hablan las declaraciones de esos organismos internacionales. Pueden mejorar el tema de los desechos, pero no se observan avances o siquiera trabajos, para mejorar las posibilidades de las comunidades, que si estarían en condiciones de preservar los pequeños sitios turísticos.
EL TURISMO, SU HISTORIA… Y SU PREHISTORIA
El trabajo actual se sitúa en aquellos viajes circulares anteriores a la aparición de los viajes turísticos mencionada, es decir, se centra en los viajes pre turísticos, no sólo considerándolos como migraciones temporales que ponen en juego relaciones sociales, ideológicas, ambientales y económicas, sino también enfocándose también en las transformaciones de las relaciones humanas y la problemática del cambio cultural –aculturación, re significación y resistencia- inherente a los desplazamientos humanos.
Como se ha dicho, es durante la segunda mitad del siglo XIX cuando puede comenzar a hablarse del turismo como fenómeno social. El origen de los cambios sociales que se produjeron en ciertas sociedades de Europa occidental en el siglo XIX, se debieron fundamentalmente a dos procesos históricos: la Revolución Industrial y la Revolución Francesa. Por ende, puede decirse que el turismo es hijo directo de esta doble revolución burguesa.
Pero si el turismo tiene su historia, y ésta comienza tras la doble revolución burguesa… ¿qué sucedía anteriormente a ellas? Previamente al siglo XIX, la dificultad de las comunicaciones, los sistemas político-económicos arcaicos, y las condiciones socio-culturales impedían el desarrollo de flujos de viajeros que puedan considerarse turísticos. No obstante, no es extraño encontrar autores -muchos de ellos, de gran prestigio- que aluden a la existencia de turismo en sociedades preindustriales. La Roma clásica es citada muchas veces como la civilización donde comenzó a desarrollarse el turismo, como lo han hecho Ángelo Mariotti o A. J. Norval. Obviamente se cae en un anacronismo si se considera al turismo en éste sentido, y es así que aquellos otros fenómenos vinculados a los viajes que se sucedieron en las sociedades preindustriales deben ser analizados y estudiados como algo distinto del turismo. Y aquí es donde aparece la utilidad del concepto de viaje preturístico.
¿COMO HAN ESTUDIADO EL PROBLEMA HISTÓRICO LOS INVESTIGADORES DEL TURISMO?
Desde distintas disciplinas variados investigadores han sostenido sus posturas teóricas, acercándose hacia distintas épocas para explicar el surgimiento del turismo. Las diferencias se dan fundamentalmente por las diferencias conceptuales en cuanto a los términos utilizados para el estudio del fenómeno turístico. En este trabajo, se parte de la aparición del viaje turístico durante el siglo XIX; sin embargo, no son pocos los investigadores que observan el nacimiento del turismo en la antigüedad y, antes aún, en la prehistoria. De este modo, se ha decidido mostrar rápidamente a aquellos investigadores que sitúan más antiguamente el viaje turístico, para terminar con aquellos que lo hacen mucho más cerca de nuestros días, aunque siempre situados dentro de la Antigüedad. Los autores que sitúan el nacimiento del turismo fuera de estos tiempos históricos estarán ausentes en este recorrido; no obstante, algunos son mencionados oportunamente en otros capítulos del presente trabajo.
Desde los orígenes de las investigaciones en turismo, se ha intentado abordar el aspecto histórico. Algunos han incluido la historia en trabajos más amplios de turismo; otros se han abocado a la tarea de escribir exclusivamente sobre el tema. Al estudiar muchos de los trabajos, aparece notoriamente el hecho de la falta de desarrollo metodológico. Pocos investigadores han encarado científicamente la tarea, y es así que muchas veces las cuestiones formales prevalecen por sobre las cuestiones significativas y profundas de la sociedad histórica estudiada. No pocos son los autores que muestran en su desarrollo histórico del turismo simplemente una sucesión de hechos, cronológicamente colocados, aunque aislados de todo contexto y carentes de desarrollo metodológico. Quizá uno de ellos sea la mexicana Griselda Álvarez Ponce de León, no presentando ninguna fundamentación del trabajo histórico. Además, la falta de referencias presenta el problema de acceder a las fuentes y continuar el trabajo a partir de ellos.; una simple cita podría haber aclarado varias afirmaciones del texto.
Alfredo Ascanio observa que “los manuales de turismo suelen contener un capítulo dedicado a reseñar la aparición del turismo como fenómeno individual y social, entendido siempre como el desplazamiento realizado por una persona (o grupo de personas), que reside permanentemente en una localidad, a otra localidad. Anotemos de inmediato, que la historia del fenómeno se hace desde la perspectiva de esta noción, pero señalando que la visita se realiza por puro gusto y placer. Sin embargo, añadir el calificativo de un desplazamiento realizado por gusto no es un rasgo, sino un elemento básico del fenómeno”. Del análisis de Ascanio se desprende que una historia del turismo debe tener como objeto de estudio el viaje por placer fundamentalmente. Claro que entonces debe encararse la historia desde una perspectiva del ocio y del significado social de la recreación en una dada sociedad. Así, la visión de Ascanio se ve plasmada en la historia que desarrolla Boullón, en la que se centra precisamente en el ocio y la recreación, mostrándolos íntimamente relacionados al viaje turístico.
El aporte de los historiadores al desarrollo teórico del turismo no ha sido relevante en comparación con los científicos sociales que realizaron sus aportes proviniendo de otras ciencias, como los sociólogos o los economistas. Elio Chaves Flores ha realizado un trabajo valioso buscando el modo de abordar el estudio histórico desde la turismología. Remarca la importancia del marxismo en un estudio histórico del viaje turístico y preturístico –donde señala, además, la contemporaneidad de Marx y de Thomas Cook, quién fuera el responsable por la “transición del turismo romántico hacia la economía turística”- ; y trabaja fundamentalmente sobre la aplicación de la historiografía de Braudel y de Hobsbawm al estudio turístico, por considerar que estos son “representativos de los grandes debates historiográficos –capitalismo, revoluciones, cultura material y modernidad- en el recorrido de la segunda mitad del siglo XX”. Claro que Chaves Flores trabaja sobre como estudiar a las sociedades turísticas, no sobre las sociedades preturísticas.
Tratándose el presente trabajo sobre el viaje preturístico, los historiadores del turismo que se incluyen en el análisis a continuación, son aquellos que hayan tratado al viaje preturístico o hayan estudiado los viajes de las sociedades europeas occidentales anteriores al siglo XIX. Es así que quedaron excluidos muchos turismólogos e historiadores que han abordado la historia del turismo moderno o de sociedades no europeas, como -por ejemplo- la argentina Regina G. Schlüter.
Angelo Mariotti es uno de los primeros científicos estudiosos del turismo que realiza aproximaciones históricas hacia los orígenes, afirmando que "un estudio sistemático del turismo no puede prescindir de un análisis histórico". Lo que intenta Mariotti es dilucidar los orígenes históricos del turismo, presentando un hecho que se repite en varias de las historias del turismo: la estrecha vinculación entre turismo y hospitalidad. Es así que Mariotti piensa que si existían forasteros en una sociedad determinada era porque debía practicarse la hospitalidad.
El economista A. J. Norval tiene lo que puede llamarse una visión optimista del turismo. Desde las sociedades antiguas observa la existencia de una cantidad importante de viajes de tipo turístico, especialmente en Roma. Es de destacar la diferencia que realiza Norval entre el turismo y la hotelería: de este modo, decide escribir dos historias diferentes, una del turismo y otra de la hotelería.
El marco geográfico de su obra no se reduce únicamente a la Europa Occidental; aunque su historia corre fundamentalmente por estas sociedades. El comercio y el tráfico de mercancías adquieren una importancia relevante para Norval; no debe extrañar, por ende, el papel que toma la infraestructura y el transporte dentro de la obra.
VER COMPLETO EN
http://www.eumed.net/libros-gratis/2010a/646/EL%20TURISMO%20SU%20HISTORIA%20Y%20SU%20PREHISTORIA.htm?fbclid=IwAR3WNrzzOcALahpCt_NH909tRJ1gkYIHKuGJnu2YVQu0CsYpjck2nOxPtKU
PEDAGOGÍA 13
DE LOS ORÍGENES DE LA CIVILIZACIÓN A OPINIONES Y ORIGINARIOS VISIBLES EN LA LITERATURA, CON ALGO MENOS DE AFRO DESCENDIENTES Y POCO EN HISTORIA
Cualquiera tiene derecho a opinar, casi sobre cualquier cosa, en una charla de café. Ya es diferente si se hace en un ámbito educativo, porque se supone que conocen la legislación y la cumplen. Pero es entendible que las personas de hace 100 años y más se sintiesen avaladas por la ciencia positivista y por el capitalismo en pleno desarrollo, para negar humanidad a otras personas, con mayor razón si no hace mucho existían zoológicos de seres humanos (https://culturacolectiva.com/…/zoologicos-humanos-el-oscuro…). Hoy y desde la década del 50 del siglo pasado, con la legislación internacional sobre el tema no solo que no es entendible, sino que francamente se trata de delitos. Pero no todos los humanos blancos pensaban de igual forma y, algunos, se encontraban en las antípodas ideológicas de los que veían animales en lugar de originarios. Por si fuese poco existe ya una legislación que se abre paso en relación con los animales. Se imaginan que la protección de los bienes culturales de otras civilizaciones también cuenta con una respetable cantidad de décadas.
Si vemos esta problemática en individuos aislados o muy atrasados educativa mente hablando o en delincuentes que violan derechos humanos es una cosa que puede ser, no ya entendida, pero si posible. Llama mucho más la atención en personas que se pasan hablando de una educación de punta y de igualdad es de conocimientos irreales. Lo que si se comprende ría es su apuesta a la baja calidad educativa, siempre y cuando no sean acompañados mayoritariamente, por individuos que dicen ser progresistas. Pero la realidad habla por sí sola, porque no se observa que algo está cambiando en los últimos veinte años, al contrario, a los voceros de las teorías más reñidas con los derechos humanos se los sigue protegiendo en el sistema educativo.
Solo se nota un cambio de enfoque en los investigadores de la literatura vernácula en relación con las personas de pueblos originarios y un poco menos con los afros descendientes, aunque estos tienen sus propios investigadores y, en algún caso un lugar en universidades. Pero queda mucho camino por recorrer empezando por los propios historiadores que no terminan de reconocer el esfuerzo de originarios, gauchos y afro descendientes en nuestra independencia y mucho menos en el original desarrollo de los cultivos, por personas, que de acuerdo a toda la evidencia documental no conocían, en su gran mayoría, las tareas de labranza en estas tierras (como ya hemos explicado en varias oportunidades). De los profesores de historia también hablamos (ya que una mayoría sigue la fraudulenta historia oficial).
Por todo ello siempre es bueno refrescar este tema de los orígenes de la civilización, esperando que alguno se digne a seguir una vertiente que no sea centro europeo, porque tenemos mucho material al alcance de la mano, para elaborar proyectos con la mirada puesta en este sur.
Los orígenes de la civilización es el libro de Vere Gordonw Childe, publicado en 1936, donde se plantea el desarrollo prehistórico de las tecnologías como una adaptación cultural a cambiantes ambientes y conflictos sociales. En ese artículo se da un resumen de los contenidos de cada uno de los capítulos de este señero trabajo, que es a su vez un resumen de muchos otros trabajos de investigación, en especial los propios. Aunque unas pocas de sus conjeturas —él mismo aclara en el libro que muchas lo son— han sido desvirtuadas por nuevos descubrimientos, la mayor parte de su meduloso análisis aún sigue siendo válida.
Contenido
Para diferenciarlos del contenido del libro, los comentarios de los redactores se incluyen entre paréntesis.
I. Historia humana e historia natural
Childe discute inicialmente el progreso, concepto que irrumpió triunfalmente a fines del siglo XIX y que se derrumbó con las 2 guerras mundiales del siglo XX y sus catastróficas consecuencias sociales. Señala el error de confundirlo con la multiplicación de los artefactos, de los servicios y de las comodidades modernas cuando hay demasiadas personas que no gozan de sus beneficios o que sufren los perjuicios de la contaminación y de las guerras. Científicamente analizado el progreso es, a su juicio, sólo la evolución histórica de la humanidad mirada desde una perspectiva de largo plazo y planetaria, objetiva sólo si se la despoja de juicios de valor que dependan exclusivamente del punto de vista del opinante.
Señala luego cómo el aumento de información sobre el pasado ha ido ampliando la perspectiva histórica desde los 1.500 años que abarcaba la historia británica y de los 5.000 que abarca la historia de los griegos y romanos —que a él le impartieron en la escuela— hasta llegar a los 500.000 años que incluye la prehistoria de la especie humana. Se establece así un fuerte vínculo entre la visión humanista de la Historia y la visión materialista de ciencias naturales como la Biología, la Paleontología y la Geología, visión abarcadora que impregna toda la obra. Critica el concepto de Historia como
un registro de las intrigas de reyes, gobernantes, soldados y preceptores religiosos, de las guerras y persecuciones, y del desarrollo de las instituciones políticas y los sistemas eclesiásticos. (p. 14.)
En esa visión personalista la prehistoria no es historia porque no puede individualizar a sus protagonistas.
Evoca a Marx cuando insiste en la importancia fundamental de la producción y de los saberes prácticos en la generación del cambio social, visión que incluye de modo natural a la prehistoria y que convierte a la historia en historia cultural. Analiza entonces los medios que usan los historiadores prehistóricos, los arqueólogos, para sacar conclusiones en base a los restos materiales preservados hasta nuestros días: los utensilios, artefactos, armas, viviendas, el modo en que obtenían sus alimentos, monumentos. Esto requiere la combinación de ciencias como la Geología (estratos del terreno y su origen), Química (materiales y la forma en que se obtuvieron), Física (instrumentos de medición de características y procesos sufridos por los restos y la determinación de su antigüedad).
Childe considera que la 1ª etapa cultural (o de organización social) es la de los grupos familiares autosuficientes capaces de obtener por sí mismos todo lo necesario para asegurar su subsistencia y reproducción, sin que para ello sea indispensable la colaboración de otros grupos humanos (aunque haya contacto con ellos). Es la etapa de la agricultura y el transporte elemental, la huerta, los pequeños cercados, las canoas de pesca, los útiles de piedra toscamente tallados (azadas, hachas, morteros...). En esta etapa es imposible la fabricación de un útil complejo como un hacha de bronce que requiere rasgos culturales como especialización laboral y la capacidad de obtención de materias primas de regiones lejanas (medios de transporte, comercio...), rasgos que corresponden a etapas posteriores de "progreso" (véase el capítulo Escalas de tiempo) ...
II. Evolución orgánica y progreso cultural
Este capítulo está dedicado a dilucidar las semejanzas y diferencias entre la evolución natural, que modifica los rasgos físicos de los animales, y la evolución cultural, que modifica las costumbres y el entorno artificial que las personas fabrican para adaptarse mejor al medio ambiente. Se incluyen tanto los rasgos físicos que hacen posible esa capacidad tecnológica, como los mentales.
Inicialmente señala rasgos físicos que facilitan la adaptación de algunos animales salvajes a su medio ambiente: la gruesa lana del carnero lo protege del frío clima de las alturas; los conejos pueden excavar madrigueras subterráneas para protegerse del frío y los depredadores usando su hocico y sus patas; los leones cazan su alimento valiéndose de sus dientes y garras. Las personas prehistóricas, en cambio, se calentaban haciendo fuego y usando abrigos de pieles o lana; construían viviendas con hachas, picos y palas; cazaban sus presas con flechas y lanzas. Childe conjetura aquí que los animales heredan, como instintos, las técnicas para cazar su presa, pero hoy se sabe que el aprendizaje también forma una parte importante (tal vez crucial) de su adquisición (véase, por ejemplo, Wilson SNS). Las personas, en cambio (más bien, en mucho mayor grado), aprenden de las enseñanzas y del ejemplo de sus mayores, al tiempo que heredan el inmenso bagaje de tecnologías de sus predecesores. La diferencia fundamental es que la adquisición de los rasgos corporales depende de un proceso de selección que insume centenares de generaciones, mientras que los artefactos y las costumbres humanas pueden modificarse de modo mucho más rápido, aunque ello requiera vencer una importante resistencia mental al cambio...
III. Escalas de tiempo
Se discute aquí la cronología de las edades discutidas al final del capítulo precedente, comenzando con el problema de comprensión de lapsos de tiempos tan grandes como los involucrados: 340.000 años para los comienzos de la humanidad. La unidad apropiada de tiempo no es el año, ni siquiera el siglo, sino el milenio (entre 40 y 50 generaciones, según la época). Para comprender mejor la escala Childe da algunos hitos históricos y prehistóricos medidos en esa unidad respecto al presente:
-½ milenio: Descubrimiento de América por Colón.
-1 milenio: Reinado de Alfredo en Inglaterra, todavía no invadida por los normandos.
-2 milenios: Los tiempos de Cicerón, en Roma, cuando las Islas Británicas eran casi desconocidas por los europeos.
-3 milenios: No existía Roma, Grecia no se había organizado, la escritura existía sólo en Egipto y el Cercano Oriente, pero la civilización ya había madurado.
-5,5 milenios: En Warka, la Erech de la Biblia en la Mesopotamia asiática, ya había un gran templo.
Son muy anteriores las Edades del Hielo. (En la época de Childe no estaban bien datadas, pero hoy se sabe que hubo un período interglaciar entre 390 y 200 milenios atrás, interrumpida por la Glaciación de Riss. Esta duró hasta 140 milenios atrás, con un nuevo período interglaciar hasta 80 milenios atrás, cuando comenzó la Glaciación de Würm que se extendió hasta 8 milenios atrás. Hoy vivimos en el período interglaciar que empezó entonces.)
Las edades Paleolítica, Neolítica, del Bronce y del Hierro no comenzaron y terminaron al mismo tiempo en todas partes del mundo, pero tuvieron en todas partes un orden similar de sucesión (cuando los europeos iniciaron la conquista de América, en 1492, los aborígenes sudamericanos más desarrollados, los incas, estaban en la Edad del Bronce). La etapa paleolítica fue muy prolongada en todas partes, y perdura todavía en la región ártica (con los intuís, en castellano impropiamente llamados esquimales). Los grupos humanos que iniciaron antes la Revolución Neolítica fueron los de Egipto y la Mesopotamia asiática. Cuando el capitán Cook desembarcó en Nueva Zelanda —en 1769, cuando Gran Bretaña estaba en los albores de la Revolución Industrial— sus aborígenes todavía estaban en la Edad Neolítica. Esto no significa que las personas de diferentes partes del mundo que vivían durante el Paleolítico tuvieran las mismas creencias y organización familiar y social, sólo que sus tecnologías (a veces con grandes variantes de diseño, véase ISBN 9788430660070) tenían eficacias similares...
Childe refuta aquí la generalizada creencia de que un equipamiento tecnológico simple implica una organización social o un sistema de creencias igualmente simple, dando como ejemplo a los arunta de Australia y a los bosquimanos de Sudáfrica. Las etnias más primitivas de la actualidad, aunque su equipamiento sea paleolítico, no son un fiel reflejo de los grupos paleolíticos prehistóricos.
Esta parte de la historia humana abarcó en Europa, el Medio Oriente, el norte de África y los valles fértiles de la India, unos 200.000 años, con rasgos principales muy similares, pero no idénticos. Los grupos humanos eran probablemente pequeños a comienzos y mediados del Pleistoceno, tal vez similares en número a los de simios actuales. Recién hace unos 50 milenios se comienza a tener información más detallada sobre algunos de ellos, los musterienses o neandertales (su exacto parentesco con nuestra especie, el Homo sapiens, todavía es motivo de debate) que habitaban cuevas en los actuales países de Francia y comunidades autónomas del norte de España. En estos grupos se encuentra por primera lo que se considera una característica exclusivamente humana, el culto a los muertos, con entierros ceremoniales. Estos neandertales se extinguieron casi simultáneamente con la aparición de los primeros humanos modernos (Homo sapiens, cuyas migraciones están comenzando a dilucidarse a través de los estudios de ADN). En el centro de Francia, entonces de clima menos inhóspito que en el resto de Eurasia, prosperaron las culturas auriñaciense y magdaleniense, alimentándose de los entonces numerosos mamuts, renos, bisontes, toros almizcleros, caballos y salmones. En las cavernas donde habitaban quedaron numerosos restos humanos y de sus presas, así como útiles y los residuos de su fabricación...
La agricultura y la ganadería no terminaron con la recolección de productos silvestres, la complementaron. En algunos casos, como la pesca, la recolección continúa hasta nuestros días siendo todavía de enorme importancia para pueblos como los asiáticos y los de las regiones polares. El predominio sobre la recolección hasta su casi desaparición se dio solamente en las comunidades con gran capacidad de generación de excedentes agrícolas acopiables por períodos largos de tiempo, como los cereales, caso en que el trueque permitía obtener con menor esfuerzo productos de la recolección como la miel. Sin embargo, éste es un fenómeno posterior ya que un rasgo esencial de la etapa neolítica es que las comunidades eran mayoritariamente autosuficientes...
VER EN https://cyt-ar.com.ar/…/Los_or%C3%ADgenes_de_la_civilizaci%…
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https://www.academia.edu/…/Los_Origenes_de_la_civilizacion_…
OPINIONES
Lo que es ilegal no entra en la esfera de las opiniones o entra con alguna salvedad o por la vía de la excepción. Cualquiera puede opinar que la Ley no es necesaria o que no se cumple debido a imposibilidades congénitas (fue mal redactada o no era necesaria para el normal funcionamiento de la sociedad).
Recuerdo un incidente de mi vida profesional donde un grupo pensó que se me podía obligar a violar leyes nacionales e internacionales, por aquello de que todo es discutible. Paso a explicarlo: En una escuela oficial surge la inquietud sobre la necesidad de sacar a los alumnos de la rutina escolar, trasladando la clase tradicional del aula a cielo abierto (que de por si no es malo). Un grupo de personas de ese lugar, la mayoría docentes, recoge como probable la posibilidad de una intervención seudo arqueológica en un cementerio de la comunidad originaria del lugar y no quieren entender, que las leyes lo prohíben. No se trata de querer o no querer o de la necesidad de cambiar los parámetros de la clase tradicional, que es algo en lo que podemos estar de acuerdo. Ese eje cambiado en una discusión o debate es lo que impide el debate.
En otra oportunidad se pretendió prohibirme o moderar mis publicaciones legales en redes sociales porque molestaban y un grupo de personas se solidarizaron con otra que mantenía y mantiene actitudes machistas (muchas de ellas violando leyes escritas y no escritas sobre la regulación de las relaciones entre profesores y alumnos y todo ello en el mismo establecimiento). La máxima autoridad docente de la zona era partícipe directo o indirecto de este tipo de expresiones que se iniciaban como un debate (lleno de amenazas directas o indirectas, apoyado por una mayoría de mujeres en los dos casos, que supongo avaladas en una falsa obediencia debida), que pretendía, no ya la obediencia a la ley, sino la obediencia al grupo.
No existía la posibilidad de un debate genuino, porque un grupo, que se sentía legitimado por su pertenencia a los que, transitoriamente, detentaban el poder del estado, se creían avalados por esa circunstancia y respaldados en mayorías, también transitorias. Lo que en su momento se hacía desde posturas de izquierda hoy se puede o se repite desde otras posturas, lo que no habilita, de ninguna manera a quejas fundadas, solo se inscriben en las mismas reglas del debate, donde suele no primar la razón (y si muchas veces la negación o la fuerza). Pero los debates reales son necesarios en la sociedad y desde este lugar tratamos que se puedan realizar dentro de normas reales, legales y de cordura racional.
http://www.ilam.org/…/articulos-destacados/442-los-huaqueros
http://servicios.infoleg.gob.ar/…/70000-749…/74072/norma.htm
LOS PUEBLOS ORIGINARIOS EN LA NOVELA ARGENTINA
La figura indígena en la literatura argentina
Erick Betanzos N. (UNAM). / En la Patagonia del siglo XIX, se llegó a poner precio a las orejas y genitales de los aborígenes, a los que se les cazaba como animales. El nativo de estas tierras era visto por el colonizador, como una criatura salvaje, carente de lenguaje, desprovista de cultura y a veces hasta de sentimientos, que, por ser un bárbaro, era necesario aniquilar. Esta idea dominará la mayor parte de las obras de las literatura argentina del siglo pasado.
Existen, por supuesto, excepciones. La novela "Martín Fierro" de José Hernández o "Una excursión a los indios ranqueles", de Lucio Mansilla, libro que contradice con mayor fuerza ese estereotipo.
Con base en una supuesta colección de cartas dirigidas a un amigo, Mansilla confecciona un relato fascinante sobre su estancia entre los ranqueles, mezcla de los pueblos araucanos, originarios de Chile, con los pampas y mapuches de Argentina. Se trata, en realidad, de un testimonial del primer hombre de origen europeo que penetra de manera pacífica una extensa región de la pampa central, dominada entonces por este grupo étnico.
Lucio Mansilla es un militar al cual se le encomienda la misión de persuadir al jefe de los ranqueles, de firmar un tratado de paz que ponga fin a los recurrentes conflictos bélicos entre los colonizadores blancos y los aborígenes. Será también el primer escritor argentino que verá a los nativos de estas tierras como seres humanos en toda la extensión de la palabra y los reconocerá poseedores de una cultura.
"Una Excursión a los indios ranqueles" revela el esfuerzo de su autor por entender a los indígenas, ubicándose, en ocasiones, en el lugar de ellos. Esta visión, sumada a los recursos literarios desplegados por el escritor, da como resultado una obra compleja e interesante. Por su objetividad, constituye hoy en día un documento valioso para la antropología.
La aventura de Lucio Mansilla reiniciará en el siglo XX, ya no en la árida pampa central sudamericana, sino en "La pasión de los nómades", la novela más reciente de la escritora argentina María Rosa Lojo, quien en el marco de los convenios de colaboración que mantiene nuestra casa de estudios con la Universidad de Buenos Aires, ofreció una serie de conferencias sobre temas de literatura en el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
"La pasión de los nómades", primer Premio Municipal del Buenos Aires, se inscribe en la que se podría llamar "nueva novela histórica argentina". A lo largo de sus páginas, la figura fantasmal de Mansilla se reencuentra con su pasado y sufre un choque violento ante la Argentina de hoy, la cual no corresponde a la nación soñada por la generaciones de finales del siglo XIX, cuando la fe ciega en el progreso hacía suponer que este país se convertiría en una potencia mundial.
En la última década del presente siglo, hay un florecimiento importante de obras que vuelven al pasado argentino para reescribirlo desde ángulos diferentes a los que tomó en muchas ocasiones la historiografía canónica, explica Lojo. Los textos se caracterizan por el uso de técnicas literarias posmodernas: supresión de las categorías de tiempo y espacio, así como la presencia de elementos fantásticos combinados con documentos históricos auténticos.
Dentro de esta revisión general de la historia, la figura del aborigen surge con inesperada fuerza y se replantea su papel en la conformación del país. Porque, como explica la escritora, el sustrato indígena sigue de alguna forma vivo en la cultura argentina, la cual siempre lo negó al autocalificarse de europea.
En las obras de Abel Posse, Sara Gallardo y María Rosa Lojo, entre otros autores, reaparece este elemento cultural, muchas veces excluido de las letras argentinas e incluso borrado del algunas líneas historiográficas. Por ello, la imagen del indígena ha permanecido, hasta ahora, reducida a la categoría de "salvaje" en el imaginario argentino.
La "nueva novela histórica" argentina reelabora el concepto de barbarie, muy utilizado para estigmatizar a quienes no participan de determinadas categorías del mundo occidental. En esta corriente literaria, los verdaderos bárbaros no son los aborígenes, sino quienes impusieron a sangre y fuego la cultura europea.
María Rosa Lojo, doctora en literatura por la Universidad, ha desempeñado una intensa actividad como crítica literaria, novelista, poeta y docente. Dentro de su producción ensayística destaca: "La barbarie en la narrativa argentina del siglo XIX", así como diversos estudios sobre la obra del escritor argentino Ernesto Sábato.
VER EN http://dialogo.ugr.es/anteriores/dial09/34-9.htm
DERECHOS DE LOS ANIMALES
¿POR QUÉ PROTEGER A LOS ANIMALES?
El cuidado y protección de los animales ha sido preocupación permanente desde la antigüedad, con seguridad desde que el hombre se acompañó por primera vez de un animal. Sin embargo, hoy en día esta preocupación responde a una necesidad más consecuente que natural.
Desde el siglo XVII, el mundo comenzó a darse cuenta realmente de las implicaciones de la extinción animal por causa humana, en vista de la desaparición de especies como el pájaro Dodo, el dugong de Steller y posteriormente del tigre de Tasmania y del alca. Si bien la extinción es un proceso natural, numerosos animales peligran por injerencia del hombre y en la actualidad la lista de las especies amenazadas se incrementa continuamente.
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Ahora bien, hay que tomar en cuenta que la tan mencionada protección a los animales incluye a aquellos que viven en estado salvaje y a los que son domesticados. Recientemente han salido a la luz numerosos casos de maltrato animal por parte de empresas, organizaciones e industrias que mantienen una concepción meramente utilitaria de los animales, así como de personas que por diversión o placer ejecutan actos reprobables contra mascotas o animales que viven en la calle.
Ante tal panorama, no hace falta decir que las críticas que reprueban y condenan dichos actos son muchísimos y surgen dos preguntas: ¿qué nos impulsa a proteger a los animales? y ¿de qué sirve protegerlos?
Quizá algunos no lo saben, pero el hombre pertenece al mismo reino que los animales: el reino Animalia. En este sentido, el hombre es un animal, aunque especie única y diferente a los animales al entender que el ser humano, homo sapiens, se encuentra en un nivel cognitivo más desarrollado, y por lo tanto nuestra convivencia con los animales implica una calidad moral.
El hombre tiene conciencia de sí mismo y aunque existen estudios que sugieren y demuestran que algunas especies como los chimpancés comprenden el resultado y los efectos de sus acciones, el grado en comparación con el de nosotros es relativamente bajo. Nosotros somos seres empáticos y esto nos permite ponernos en los zapatos del otro, y cuando el otro es un animal que puede ser usado, manipulado o tratado como un ser inferior al hombre, se degrada, irónicamente, la calidad humana de la que tanto se hace énfasis.
De entrada, al establecer el concepto de “protección animal” se asume que somos capaces de dañarlos y necesitamos una regulación que nos impida hacerlo. En muchos países existen normativas con carácter de ley que protegen a los animales pero que pocas veces se cumplen en su totalidad. Por ejemplo, la fracción III del artículo 4 Bis de la Ley de protección a los animales del Distrito Federal de México, dice: “Promover en todas las instancias públicas y privadas la cultura y la protección, atención y buen trato de los animales”. ¿Se cumple esta disposición? Con total seguridad, no. Si acaso, el tema del bienestar y la protección animal es mencionado. No estudiado.
Lee la segunda parte de este artículo y conoce 3 razones primordiales para proteger a los animales.
ARTÍCULOS RELACIONADOS CON ¿POR QUÉ PROTEGER A LOS ANIMALES?
¿POR QUÉ PROTEGER A LOS ANIMALES? PARTE II
VER EN
https://www.bioenciclopedia.com/por-que-proteger-a-los-ani…/
https://www.adn40.mx/…/circo-utiliza-hologramas-en-vez-de-…/
Artículo 1: Todos los animales nacen iguales ante la Vida y tienen los mismos derechos a la existencia. Artículo 2: Todo animal tiene derecho al respeto. El humano, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales, o de explotarlos violando este derecho.
Derechos de los Animales
www.deisidro.com › animal_rights
Declaración universal de los derechos del animal
Londres, 23 de septiembre de 1977
Adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, celebrada en Londres del 21 al 23 de septiembre de 1977. Proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas.
Desde 1998 en esta página figuraba esta afirmación: “Aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”, afirmación que, veinte años después, sabemos que no pasa de ser, todavía, un bulo, propagado tanto por ardorosos animalistas como quizá por quienes se deleitan divertidos ante la deriva de estas superestructuras político ideológicas constituidas tras la Segunda Guerra Mundial. (Véase la nota del representante en Baleares del Proyecto Gran Simio, Francisco J. Capacete González, “Declaración universal de los derechos del animal”, dA 2018, 9/3, 143-46.)
Preámbulo
Considerando que todo animal posee derechos,
Considerando que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales,
Considerando que el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos a la existencia de las otras especies de animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo,
Considerando que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo,
Considerando que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos,
Considerando que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales,
Se proclama lo siguiente:
Artículo 1.
Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
Artículo 2.
a) Todo animal tiene derecho al respeto.
b) El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.
c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.
Artículo 3.
a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos crueles.
b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.
Artículo 4.
a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.
Artículo 5.
a) Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.
b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles, es contraria a dicho derecho.
Artículo 6.
a) Todo animal que el hombre ha escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
b) El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.
Artículo 7.
Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.
Artículo 8.
a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como toda otra forma de experimentación.
b) Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.
Artículo 9.
Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que de ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.
Artículo 10.
a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.
Artículo 11.
Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.
Artículo 12.
a) Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
b) La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.
Artículo 13.
a) Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
b) Las escenas de violencia en las cuales los animales son víctimas, deben ser prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.
Artículo 14.
a) Los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben ser representados a nivel gubernamental.
b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.
VER EN
http://www.filosofia.org/cod/c1977ani.htm
https://www.argentina.gob.ar/justiciacerca/protejo-animales
https://www.fayerwayer.com/2019/04/sexta-extincion-especies/
PEDAGOGÍA 14
LA SOLUCIÓN GLOBAL A LOS PROBLEMAS DERIVADOS DE LA CONTAMINACION GENERAL DEL PLANETA NO ES UNA SOLA.
Todo lo que hacemos en este mundo tiene un impacto mayor o menor en los ecosistemas a los que estamos vinculados. En nuestra vida diaria producimos una multiplicidad de consecuencias de nuestros actos, que impactan sobre el medio ambiente. A nivel global esas actividades comunes y corrientes tienen un crecimiento exponencial que las tornan un problema mundial, pero menor. El verdadero problema mayor se origina por una enorme cantidad de procedimientos industriales altamente contaminantes, que no pudieron ser reducidos en el pasado próximo. El capitalismo se ahoga, literalmente, por sus propios desechos y por su rapacidad sin límites.
El tema es complejo por la variedad de los problemas a los que nos enfrentamos. Tenemos una infinidad de vías para generar y aumentar esos problemas y algunos caminos globales que nos pueden posicionar para enfrentar la calamidad. La Educación es uno, la Información es otro, como la formación y la investigación. No podemos dejar de lado a los Estados y sus gobiernos, que deben repensar no solo sus postulados económicos y de desarrollo humano, sino generar políticas públicas que no solo ataquen la problemática, sino que preparen los medios de socorrismo y prevención de desastres, producto del cambio climático, que se motoriza con la polución.
Para todos los que crean que la solución es una sola les pasamos un listado de ALGUNOS de los problemas: Combustibles Fósiles, Basura, Gases de Efecto Invernadero, Sobre Explotación Vacuna o Ganadera, Sobre Explotación Minera (en especial a cielo abierto) y sobre Explotación Agrícola, con sus necesidades de uso de agro tóxicos sumando a la problemática. Suena algo inmaduro cuando alguna persona esgrime como solución frases como: Hay que dejar de generar basura o hay que dejar de comer carne y todos los problemas desaparecerán, porque es notorio que casi es tarde para un esfuerzo global sin precedentes, que no se avizora, mucho más para soluciones parciales y aisladas.
Ya escribimos varios libros que tocan estos temas y ofrecen soluciones posibles (Formación Profesional I al IV y De la Tribu Urbana que no se Habla: Los Mochileros), que no todos tienen la obligación de haber leído, pero nos parece un tanto exagerado que nos manden a investigar el problema de la basura y la solución radical y definitiva de su no generación. Pero eso es común en mentalidades infantiles y de mentes unidireccional es, que tienen poco apego a pensar y mucho menos a actuar.
http://www.mundoenergia.com/…/efectos-causas-soluciones-ca…/
https://www.ecologiaverde.com/causas-y-consecuencias-del-ca…
http://www.un.org/…/…/issues-depth/climate-change/index.html
PEDAGOGÍA 15
LA SUPUESTA CONQUISTA DEL DESIERTO CONTADA POR SUS VÍCTIMAS
Otro tema que no es controversial, porque para estos tiempos ya existe muchas investigaciones muy bien fundamentadas, que nos remiten al genocidio (y a la invisibilidad de los descendientes), como una política bien definida (pero oculta) por el estado liberal, en relación con el interés vinculado a la limpieza étnica de este supuesto pueblo europeo de América del Sur (que incluye las aparentes desapariciones de otros originarios y de gauchos y afro descendientes). De una magnitud tal que no pueden desconocerse y mucho menos en la Educación de cualquier nivel. Igualmente, cuando uno enseña no puede y no debe seguir la historia falsificada y debe aclarar, por más importante que sea la persona, para un sector, que alguien que afirma que no hay que ahorrar sangre de gaucho, ni de indio, no lo hace candorosa e inocentemente y es cómplice insustituible, por ser ideólogo, de la política estatal de limpieza étnica en nuestro país. Luego pueden inventar cualquier cosa o puede gustarles o no que se comente, pero es algo ya probado: En la justicia dicen que a confesión de partes relevo de pruebas. Estos temas se tornan ineludibles y deben ser tratados de una manera histórica o siguiendo las formas de hacer Historia. Asimismo, no debe dejarse de explicar todo el trasfondo de estas políticas. Y si algún profesor quiere pasar por alto estas consideraciones puede hacerlo, porque entra dentro de lo que es la libertad de cátedra, que corre de igual forma, para los que usamos la buena forma de hacer Historia.
Una compañera opinaba que los ataques a mi forma de hacer Historia provenían de ese desacuerdo, pero no tiene entidad, como explicación, porque se encuentra vigente la libertad académica.
Y hablando de cambiar los métodos, que puede incluir a las instituciones y profesiones:
LIBERTAD
En repetidas oportunidades explicamos situaciones, en las que nos encontramos, por un desconocimiento alarmante de profesores que se creían con derechos a cambiar no solo los contenidos de nuestras planificaciones, sino a evaluar métodos y técnicas que no conocían y mucho menos practicaban y, posiblemente se preguntarán, por qué ocurría eso. La respuesta es la falta de conocimiento y la mala praxis de un número importante de profesores, directivos y supervisores. Pero lo más llamativo no era ni la apelación a ideologías prohibidas (fascismo en su versión nazi, como los dos directivos a los que identifico como el Niño y el Nórdico-europeo) en nuestro país, sino que muchos de ellos estaban habilitados para enseñar contenidos vinculados con la Educación Ciudadana (y lo ejercían), amparados en una amplia variedad de progresismo ideológico (cosa que es altamente contrario a sus actitudes vinculadas a la violación de la libertad de cátedra amparada en la Constitución Nacional y en la Ley Nacional de Educación de nuestro país).
Pero el desconocimiento no explica estas violaciones, ya que es indudable que esas actitudes se encontraban motorizadas desde un instituto de formación y por los mismos directivos y supervisores, que no solo creían tener derecho, sino que se situaban por sobre el derecho que es mucho más alarmante y no solo por defender la calidad educativa, sino el mismo derecho a custodiar libertades docentes, que tienen sus límites, pero no existía ninguna violación a los mismos. Es ocioso decir que todo ello también tiene que ver con la comprensión lectora.
Ley de educación nacional Nacional. Artículo 67. Derechos: ... c) Al ejercicio de la docencia sobre la base de la libertad de cátedra y la libertad de enseñanza, en el marco de los principios establecidos por la Constitución Nacional y las disposiciones de esta ley.
Art. 67 Ley de educación nacional de la Nación Ley de educación ...
https://leyes-ar.com › ley_de_educacion_...
Art. 67 Ley de educación nacional
https://www.argentina.gob.ar/…/ley-de-educacion-nacional-nd…
https://argentina.leyderecho.org/libertad-de-catedra/
Es bueno recordar
En tiempos del malón. Testimonios indígenas sobre la conquista del desierto
Graciela Hernández*
* CONICET, Centro de Documentación Patagónica, Universidad Nacional del Sur. E-mail: gbhernan@criba.edu.ar
RESUMEN
Se analizarán testimonios orales sobre la "Conquista del Desierto" emitidos por narradores indígenas. La mayor parte de estos textos fueron recopilados por un equipo de investigación en la provincia de La Pampa, la otra parte fue recopilada en el marco de un trabajo de campo realizado en Bahía Blanca.. Los documentos relatan distintos aspectos de las situaciones materiales y simbólicas generadas por la guerra. En estas voces la memoria se cruza con cuestiones identitarias, el presente se vincula de múltiples formas con el pasado. Seleccionamos dos temáticas narrativas que dan cuenta de algunos aspectos simbólicos de esta guerra: "la ayuda del león" y el cherufe. El león fue un aliado de los ranqueles expulsados de sus tierras y llevados hacia el sur, mientras que el caso del cherufe destaca la importancia de la posesión de una piedra talismán por parte de algunos guerreros ranqueles que lograron resistir durante más tiempo.
Palabras clave: Pueblos originarios; Memoria; Testimonios orales; Narrativa.
ABSTRACT
We will analyze oral testimonies about the Conquest of the Desert given by Indian narrators. A research team in La Pampa Province compiled most of them and the rest was compiled during fieldwork in Bahía Blanca. The sources tell about different material and symbolic aspects generated by war. In them memory mixes up with identity issues, in other words the present and the past are linked. We have selected two narrative themes, "the lion's help" and the tale of cherufe in order to analyze symbolic aspects of this war. The first is about the alliance made by the lion and the ranqueles when the latter were expelled from their land and resettled to the south; the second, the tale of cherufe, refers to a talisman stone that enabled some ranquel warriors to resist longer the attacks of the army.
Key words: Original people; Memory; Oral testimonies; Narrative.
INTRODUCCIÓN
Nos proponemos trabajar con una serie de testimonios orales indígenas que relatan la llamada Conquista del Desierto. Las fuentes seleccionadas son documentos extraídos de un archivo oral, recopilado en la provincia de La Pampa en el marco de una propuesta de documentar la lengua y la cultura ranquel, y una historia de vida inédita producto de nuestro propio trabajo de campo. La citada historia de vida fue realizada con una mujer radicada en Bahía Blanca pero originaria de la provincia del Neuquén, hija de un hombre que recordaba los momentos en que el ejército sacó a su comunidad del lugar de origen, las actuales provincias de San Luis y La Pampa.
El material oral existente en el Archivo Provincial de La Pampa es el resultado de un proyecto dirigido por el Departamento de Investigaciones Culturales de la Subsecretaría de Cultura y se inició prácticamente junto con la recuperación de la democracia después de la última dictadura militar. Pensamos que el material documental ofrece instancias de análisis inmejorables para poner en tensión a la memoria con la historia y la cultura.
Si la militancia de los setenta es unos de los temas preferidos y legitimadores de la historia oral de los noventa en adelante, los indígenas fueron un tema destacado para la antropología y la lingüística, pero menos reclamados por la historia, en especial por la historia oral. Sin embargo, la historia de los ochenta tomó al tema indígena como relevante ya que se estaba mirando el pasado y buscando antecedentes en el siglo anterior de la trágica historia del siglo XX.
En ese momento la búsqueda del pasado indígena de la región pampeana y patagónica se hacía desde otros paradigmas y muchos de los planteos teóricos, hoy elementales, ni siquiera habían entrado en muchas de las esferas académicas y extraacadémicas que propiciaban este tipo de estudios. Todavía se sentían los ecos de los festejos del centenario de la Conquista del Desierto cuando se emprendió, en muchos lados, un recorrido hacia investigaciones que reconocieran la existencia de un pasado indígena, del pasado de los excluidos y recluidos por un proyecto de país que, a menudo, decidía acerca de la vida y la muerte de las personas desde los excesos del poder.
Han pasado veinte años desde esa época y han ocurrido muchas cosas, los pueblos originarios están emprendiendo un proceso de lucha y resistencia que parecía un sueño en aquella época. Con las rápidas transformaciones, internacionales y locales, de las últimas décadas surgieron nuevas perspectivas de análisis sustentadas por distintos enfoques teóricos que tensionan sobre la comprensión del pasado. Sin duda pensar el pasado es un hecho complejo y no está exento de conflictos debido al dinamismo de los procesos sociales y a sus consecuencias sobre el presente.
Consideramos que más allá de las discusiones teóricas que puedan generar cualquier trabajo de campo, el análisis del material recopilado y las propias prácticas de investigación, nos parece fundamental destacar que queremos colocar en una instancia susceptible de consulta a las voces de aquellos que, de una manera u otra, recurren a la memoria para dar cuenta de un hecho concreto: la Conquista del Desierto, considerada un paso fundamental para la construcción de la Argentina moderna.
LAS VOCES Y SU IDENTIFICACIÓN
Los ranqueles uno de los pueblos originarios que habitaban y habitan el actual territorio argentino que más sufrieron el ataque de las fuerzas nacionales en la llamada Conquista del Desierto, verdadero plan de exterminio y destierro de los indígenas para incorporar a la Argentina a otras condiciones de producción. Como señaló Ezequiel Gallo:
Las consecuencias de la Conquista del Desierto en el posterior desarrollo de la economía argentina fueron de inestimable trascendencia. Como ha sido señalado recientemente, el proceso de expansión económica en la Argentina descansó, fundamentalmente, en la gran disponibilidad de tierras vírgenes localizadas en la línea de fronteras (1972: 42).
Según este autor la República Conservadora logró incorporar de un solo golpe 15.000 leguas de tierra, dejó de temer a las incursiones de los indígenas y los ubicó en lugares estratégicos para los sectores sociales interesados en la expulsión de los indios, tanto los propietarios de tierras como los militares (1972: 42).
El lugar geográfico estratégico que ocuparon los ranqueles y su política de oposición a los distintos gobiernos los ubicó en un lugar muy especial en la historia argentina. El territorio ranquelino fue una verdadera embajada en la que se refugiaron los opositores al poder, entre ellos Luis Baigorria, quien dejó una crónica -aunque bastante confusa sobre su relación con los ranqueles. Conocemos a los ranqueles del siglo XIX a través de distintas crónicas, entre las más célebres y detalladas se encuentran: los de Luis de la Cruz, Santiago Avendaño y Lucio Mansilla.
Ranquelinos, ranqueles, ranquelches (gente de los carrizales) son los gentilicios que identificaban a la etnía que poblaba hasta el siglo pasado las sierras de Córdoba, sur de San Luis, sur de Mendoza, noroeste neuquino, oeste de Buenos Aires y gran parte de la actual provincia de La Pampa. Actualmente se encuentran en un proceso de revisión de su pasado y presente que los ha llevado a identificarse como rankülche (Lazzari 2003). La historia de esta etnia está poblada de enfrentamientos militares con los blancos, tanto durante el virreinato como después de la independencia.
Los ranqueles -al igual que otros pueblos indígenas sufrieron el ataque militar que desarticuló a todas las sociedades indígenas. La llamada Conquista del Desierto (1979-1881) trajo como consecuencia su confinamiento en las llamadas colonias. Uno de los lugares donde se llevó a cabo este objetivo fue la colonia Emilio Mitre, lugar al que fueron trasladados en 1900; ubicada en el departamento de Chalileo, a la vera del río Chadileuvú, en la zona árida e inhóspita del noroeste pampeano. Destacamos este lugar porque fue uno de los sitios donde se llevó a cabo el trabajo de campo cuyo material estamos analizando. Las viviendas o puestos de esta colonia se encuentran agrupadas en dos grandes unidades denominadas pueblito Cabral y pueblito Carripí, ambos toman el nombre del apellido que predomina entre sus pobladores; es decir, Cabral o Carripí. (Poduje, Fernández Garay, Crochetti 1993: 18) 1.
Otros fueron llevados lejos de su lugar de origen y recorrieron una larga travesía hasta llegar a distintos lugares de la Patagonia argentina, tal es el caso de nuestra narradora, quien describe esta parte de la vida de su padre desde el relato de la historia de la ayuda del león.
Según la lingüista Ana Fernández Garay el ranquel es una variedad de la lengua mapuche (Fernández Garay 1993: 27). En la actualidad presenta similitudes fónicas con el dialecto picunche, del norte de la araucanía chilena. Esta lengua es originaria de Chile pero desde el siglo XVII comenzó a hablarse entre los indígenas de la Pampa y la Patagonia argentinas.
A pesar de la larga historia de resistencia que protagonizaron y de su condición de víctimas de un verdadero genocidio pareciera que estas cuestiones han sido de poco valor para la historia, problemática fundamental solo es encontrar su lugar de origen. Esta discusión aún divide a las propias organizaciones indígenas.
El problema de la duración en la historia de los pueblos originarios tiene magnitudes insospechadas si se lo compara con los mismos planteos en los cuales los protagonistas son europeos o descendientes de ellos. A estos pueblos se les exige demostrar un pasado ancestral, se vincula su existencia a la geología y a otras ramas de las ciencias naturales. Por un lado, todavía no se pudo sacar de las representaciones de la historia los objetivos de investigación de la escuela histórico cultural y su búsqueda de la difusión, sus discusiones con los evolucionistas y sus interpretaciones del mismo poblamiento de América. Por otro lado, al ser el material lítico el principal soporte del registro arqueológico se asocia la piedra a la propia condición humana. Por lo tanto, tienen un pasado petrificado, sus huellas están en las piedras siempre exentas de carnadura, de latidos, sentimientos e ideas, aunque como dice Marc Augé (2003: 45) la historia es siempre demasiado rica, profunda y múltiple para que pueda sufrir esta reducción. Además, con frecuencia se repite la misma paradoja, por un lado, se considera que están desde el comienzo de los tiempos, y por otro nunca parecen satisfacer los requerimientos necesarios para demostrar una antigüedad que evite las dudas sobre su legitimidad, sobre su historia.
El origen de los ranqueles ha dado lugar a diferentes teorías y aunque ese no es el tema central de nuestro trabajo queremos identificar las principales ideas al respecto. Para Rodolfo Casamiquela, los ranqueles aparecieron históricamente a fines del siglo XVIII y deben su gentilicio a los carrizales que abundaban en el ámbito pampeano. Según esta explicación, los ranqueles serían la transformación de la porción oeste de los querandíes, quienes sufrieron primero un proceso de tehuelchización, y luego uno de araucanización producido por la influencia de los pehuenches del norte del Neuquén (Casamiquela 1982: 20)2. Para al historiador Jorge Fernández los ranqueles eran pehuenches, más precisamente, originarios de una comarca situada en el extremo norte del Neuquén, entre las actuales localidades de El Cholar y Ñorquin, denominada Ranquil (1998: 45)3.
LAS PERSPECTIVAS TEÓRICAS
La memoria
Las relaciones entre historia y memoria son complejas. La memoria puede ser vista tanto como aliada o como enemiga de la historia. Muchos historiadores desconfían de ella, pero no quedan dudas de que la historia necesita de la memorización y que el historiador se nutre, permanentemente, de datos relacionados con la memoria.
Los historiadores y los antropólogos contemporáneos, preocupados por el papel de la historia como generadora de condiciones de inclusión y exclusión, de legitimidades y bastardías, están abocados al trabajo de la construcción social de la memoria. Por nuestra parte sostenemos que memoria e historia están íntimamente relacionadas, tanto si entendemos a la historia como una disciplina o como el contenido de un hecho ocurrido en el pasado.
Para Franco Ferrarotti la historia oral se transforma en memoria colectiva y fundamento de la identidad de un pueblo; además señala que no necesariamente tiene que ser la voz del pasado o los testimonios de un mundo que ya no está o está desapareciendo. Para este autor la historia oral tiene un gran potencial porque puede convertirse en garganta de lo que se espera del futuro, así como de espacio de autoescucha de la cotidianidad y desmitificación de la historia oficial y la macrohistoria (Ferrarotti 1990: 19).
Los recuerdos y los olvidos se entretejen y se relacionan de diferentes formas desde la perspectiva individual y colectiva. Joël Candau (2002) habla de la memoria individual y colectiva...
VER COMPLETO EN
http://www.scielo.org.ar/scielo.php…
EL TRASLADO FORZADO DE LOS VENCIDOS Y LA TRATA SIMILAR A ESCLAVOS YA HABIA SIDO PRACTICADA POR LOS ESPAÑOLES CON LOS HABITANTES DE LA PRIMER CIUDAD DE QUILMES EN LO QUE HOY ES LA PROVINCIA DE TUCUMAN
DE LA GACETA
Un sector de lo que fue la ciudad de este grupo indígena, llamado Alto del Rey, fue restaurado para mostrar su arquitectura urbanística.
27 Jul 2005 1
1
ALTO DEL REY. Desde esta zona de la montaña se dominaba la vista hacia el valle y se podían prever los ataques de los españoles.
A 163 kilómetros de la capital, pasando Tafí del Valle, se encuentran las Ruinas de Quilmes, uno de los yacimientos arqueológicos de mayor extensión en la Argentina. A pesar del paso del tiempo, todavía se pueden ver las paredes de las construcciones originales, y no es raro encontrar fragmentos de cerámicas.
También se pueden observar piedras que han sido horadadas para moler alimentos, en habitaciones que funcionaban, aparentemente, como morteros comunitarios.
Se hicieron importantes estudios para la recuperación de las ruinas. El yacimiento tuvo que ser relevado en toda su extensión para poder seleccionar el sector más representativo que luego fue restaurado. Finalmente, se eligió un área al pie del cerro, denominada Alto del Rey, que quedó como muestra del tipo de asentamiento indígena, tanto en lo arquitectónico como en su estructura urbanística. El lugar muestra la compleja funcionalidad que tenían los diversos recintos que conforman las viviendas de Quilmes.
Guerreros
Los quilmes fueron un grupo indio que resistió la conquista española por 130 años. Eran conocidos y temidos por su capacidad para la guerra y para organizar a otros grupos indios contra los conquistadores. Después de numerosos intentos, fueron vencidos en 1666 y el castigo consistió en el "extrañamiento" (traslado) de toda la comunidad hasta la provincia de Buenos Aires, a 1500 kilómetros al sur de su lugar natal, en la localidad que hoy lleva su nombre.
Muchos murieron en el camino y muchos otros perecieron en el lugar donde los ubicaron. Pero también hubo quienes lograron escapar del castigo y dejaron descendientes.
Vivían 5.000 personas
En el mismo sitio donde están ubicadas las ruinas, funciona el Museo Arqueológico Juan Bautista Ambrosetti, que fue inaugurado en 1980. En sus salas se exhiben las piezas halladas durante la reconstrucción que se hizo del sitio arqueológico en 1977. Se reconstruyó sólo un 15% de la urbanización total. Se estima que vivieron allí unos 5.000 indígenas. El lugar estuvo poblado entre los años 800 y 1400, cuando entraron los incas. Entre las piezas exhibidas se hallan urnas funerarias, mantas, puntas de flechas, hachas de piedra y morteros. Se llega desde la capital después de recorrer 163 kilómetros. Primero se toma en dirección sur la ruta 38 hasta la localidad de Acheral. Desde allí se sigue, hacia el oeste, por la ruta 307. Hay que pasar El Mollar, Tafí del Valle, Ampimpa, El Infiernillo y Amaicha del Valle.
Para más información, ingrese a la página oficial de la provincia:
http:// www.tucumanturismo.gov.ar
VER EN
https://www.lagaceta.com.ar/…/quilmes-resistieron-130-anos-…
PEDAGOGÍA 16
LITERATURA GAUCHESCA ARGENTINA-URUGUAY 2
El producto del mestizaje entre europeos, indios y africanos es el gaucho, que viene a ocupar el eslabón que nos faltaba en este cono sur de América, para que nuestros estudiantes de Escuela Media logren comprender las variables socio-culturales de nuestra realidad, que se fue gestando durante siglos. Hoy sustentan este horizonte cultural personas que no visten todos los días ropa de gaucho, pero su cosmovisión y pensamiento tiene su impronta. En otras palabras, su función puede ser de vertebración socio-cultural o de amalgama que forme un todo continuo. Dado que estos países se formaron de gauchos, africanos y originarios y solo luego de 1.850 el número de europeos creció, para engendrar, luego, un proceso similar hoy no se puede sostener una cultura puramente europea y mucho menos decir que todos los argentinos descendemos de los barcos o de los gauchos.
http://www.vocesporlajusticia.gob.ar/se-entiende-delitos-m…/
https://m.notimerica.com/…/noticia-origen-gauchos-son-rasgo…
EL GAUCHO MARTIN FIERRO
http://literatura.itematika.com/…/el-gaucho-martin-fierro.h…
La literatura gauchesca argentina y uruguaya en los siglos XIX y XX, un esbozo [1] E-mail
Sabine Schlickers, Universität Bremen
El proyecto de investigación Fronteiras culturais e cultura fronteiriça no Rio da Prata ahonda en la cuestión de en qué medida los textos, autores, personajes y acciones de y en la literatura gauchesca pueden ser interpretados como representantes de un mundo fronterizo caracterizado por transgresiones y subversiones. Yo quisiera limitar este esbozo a mis recientes investigaciones sobre la literatura gauchesca del Uruguay y de la Argentina, teniendo en mente la pregunta de cómo se pueden vincular o deberían vincularse con la literatura brasileña[2].
1. El contexto histórico
Estamos en la primera mitad del siglo XIX, en una época en la que se definen los estados y las fronteras. Uruguay pertenecía como "Banda oriental" a España, pero fue poblado también por portugueses y por los indios charrúa. Hasta bien entrado el siglo XIX, hubo constantemente luchas por la hegemonía entre españoles y portugueses. La independencia de la Argentina en 1810 originó también en Uruguay una rebelión; no obstante, en 1817 el país fue colonizado por el Brasil hasta independizarse definitivamente en 1828. Las siguientes décadas se caracterizan por guerras civiles y disputas entre el partido colorado de los liberales y el partido de los blancos conservadores.
En la Argentina hubo asimismo en el primer cuarto del siglo XIX muchas guerras y revoluciones[3]; la constitución de 1819 no respetaba más la autonomía de las provincias, lo que provocó una protesta de "los 13 ranchos". El conflicto central residía en esta continua rivalidad entre la capital y las provincias. Hubo cierto desarrollo económico en las ciudades, pero simultáneamente escasez y pobreza en el campo, por lo que los gauchos se convirtieron pronto en nómadas o criminales, o emigraron a las ciudades.
En 1825, los federalistas vencieron a los unitarios; su líder, el general Rosas, fue primer gobernador de Buenos Aires (1829-32), para convirtirse después en un dictador cruel (1835-52). En 1826, la constitución fue declarada inválida – el experimento liberal había fracasado. Las "Provincias Unidas del Río de la Plata", como Argentina se llamaba en aquel entonces, eran una ficción: tal unidad o institución no existía, los estados federales inhabitados en los que existían unas pequeñas ciudades coloniales exigían su autonomía y tenían sus propios caudillos que luchaban o contra Buenos Aires o entre ellos mismos – en esos años violentos nació, pues, el mito del gaucho (rebelde) y de la pampa.
2. Génesis y desarrollo de la poesía gauchesca
La poesía gauchesca se desarrolla entre las guerras de independencia y la constitución definitiva del estado argentino en 1880. Siguiendo a Ángel Rama (1976:106), se pueden distinguir tres fases[4]: Bartolomé Hidalgo (1788, Montevideo-1822) inicia con su primer cielito en 1812 la primera fase de carácter revolucionario. En segundo lugar, durante la era rosista predomina la "fase partidista", representada por Hilario Ascasubi (1807-75), quien destacaba sobre innumerables versificadores de las gacetas gauchi-políticas editadas por los bandos en pugna para difundir entre el proletariado rural sus consigas de lucha. Rosas quería destruir el liberalismo, unitarismo según él, y comandaba la Mazorca, una suerte de escuadra de muerte, que perseguía a los unitarios. El famoso cuento "El matadero" de Echeverría ilustra esta situación de represión bárbara, asimismo como el famoso poema "La Refalosa" de Ascasubi. El subtítulo reza: Amenaza de un mazorquero y degollador de los sitiadores de Montevideo dirigida al gaucho Jacinto Cielo, gacetero y soldao de la Legión Argentina, defensora de aquella plaza, y luego sigue un largo apóstrofe del mazorquero:
Mirá, gaucho salvajón [...] Unitario que agarramos/lo estiramos [sigue una larga descripción de los distintos métodos de tortura que termina con la muerte del unitario:] y entonces lo desatamos/y soltamos; y lo sabemos parar/para verlo refelar/¡en la sangre! [...] De ahí se le cortan orejas,/ barba, patilla y cejas;/ y pelao/ lo dejamos arrumbao,/ para que engorde algún chancho,/ o carancho. // Con que ya ves, Salvajón;/nadita te ha de pasar/después de hacerte gritar:/¡Viva la Federación!
Puesto que la mayoría de la población rioplatense de aquella época era analfabeta, las gacetas gauchescas, hojas sueltas y canciones de la época servían como instrumento de información y de educación; el poeta era un asalariado que ponía su talento al servicio de un gobierno[5].
La tercera Fase, la "de agotamiento", está representada por el Fausto (1866) de Estanislao del Campo; políticamente, esta fase corresponde al triunfo económico del liberalismo, que comienza con la presidencia de Mitre en 1862. Josefina Ludmer (1988), en cambio, señala que esta última fase termina –como la gran mayoría de los críticos– con la obra cumbre de la poesía gauchesca: el Martín Fierro II (1879) de José Hernández. Ludmer opina que éste "no pudo escribir sin Fausto y nombró el título en la carta-prólogo, [...] para situarse en el otro polo, en el lugar de la pérdida y las lágrimas" (Ludmer 1988:125). Lo nuevo del Fausto era "la despolitización, la autonomización de lo literario" (ibid., 242), mientras que Rama (1976:106s.) lamenta –en una lectura revanchista– justamente este aspecto:
adecuado a un nuevo público (los salones mundanos de Buenos Aires a los que pertenecía del Campo, [de origen patricio]), de ahí una construcción más compleja, enfrentamiento de diversos planos [...]. Este sector, en cambio, debe apropiarse de los gauchos dentro de una concepción de tipo nacional, dado que se considera el intérprete de la totalidad nacional, y lo hará mediante una imagen jocosa y esmaltada que los edulcora, disminuye a nivel de juguete y les arranca todo empuje rebelde.
Mirando el texto de del Campo, se reconoce fácilmente, empero, una fuerte crítica social. Así, se menciona la escasez que existe debido a la guerra: "-Hace como una semana/que he bajao a la ciudá,/ pues tengo necesidá/de ver si cobro una lana;/pero me andan con mañana,/y no hay plata, y venga luego. [...] –Vamos a morir de pobres/los paisanos de esta tierra" (Fausto, 60). Luego, el machismo que le impide al oyente (Laguna) entender el conflicto de Fausto, y que recurre al lema del Don Juan Tenorio de Zorrilla (1844): "Por hembras yo no me pierdo:/la que me empaca su amor,/pasa por el cernidor/Y... si te vi, no me acuerdo." (75), mientras que Anastasio el Pollo, el espectador de la ópera de Gounod, concibe el amor como romántico y se identifica a tal punto con la heroína, que sintió "dos lágrimas asomarse" (82), lo que Laguna comenta con "-¡Qué vergüenza!". Pero Anastasio lo corrige, describiéndole todas las libertades gauchescas: la defensa por actos de honor, la fuga delante de la autoridad, la posibilidad de hospedarse en cualquier rancho, la posibilidad de ganarse la vida trabajando con bolas, lazo y maniador, de volver siempre a su pago. Y: "Engaña usté a una infeliz,/y, para mayor vergüenza,/va y le cerdea la trenza/antes de hacerse perdiz.// La ata, si le da la gana, en la cola de su overo,/ y le amuestra (sic) al mundo entero/la trenza de ña Julana" (ibid., 83). Las mujeres o chinas, en cambio, solas y despreciadas no pueden sino "soltar al aire su queja" y "empapar con llanto el pelo/del hijo que usté le deja." El mismo motivo aparece posteriormente en Santos Vega de Ascasubi. Rama lo lee bajo la misma óptica renegadora, sólo por el hecho de que Ascasubi haya publicado esta obra en París, lo que basta para que Rama le adjudique cierta alienación, o sea, una "falsa reinterpretación de los orígenes" (1976:122) –aunque no lo comprueba textualmente[6].
En cuanto al posible agotamiento del género constatado por Rama, yo me pregunté cuándo murió el gaucho. En la literatura de investigación se encuentran opiniones contrarias[7]; Hernández mismo testimonia algo arbitrariamente en su prólogo de 1872: "al paso que avanzan las conquistas de la civilización, [el gaucho] va perdiéndose casi por completo". Según mis propias investigaciones (Schlickers 2003:60-66), el medio rural se despobló en Argentina alrededor de 1870/80, y en Uruguay a partir de 1890, lo que tiene que ver con la modernización de las estructuras de producción en el campo. Hernández describió, pues, una existencia todavía real en el momento de su publicación, pero su obra cierra definitivamente el género de la poesía gauchesca. Las siguientes novelas gauchescas representan un tipo idealizado que pertenece al pasado, o bien un tipo degenerado, que no logra acostumbrarse a los nuevos modos de vida[8].
En resumen, citando a Rama (1976:76): "entre la Revolución de Independencia y la República constituida, [...] un pequeño sector de la burguesía [...] creará [esta] literatura [...] con una capacidad estética de sobrevivencia que no consiguieron los productos del neoclásico de la época". Juan María Gutiérrez reconoció también en su prólogo a Santos Vega de Ascasubi: "este género es lo único original que tenemos, lo único que puede llamarse americano; todo lo demás es una imitación más o menos feliz de la poesía europea". Los poemas épicos gauchescos son, pues, las primeras obras literarias emancipadas de Uruguay y Argentina, lo que habla en favor de la hipótesis del proyecto de que la gauchesca es una literatura nacional que "é tanto um processo de exclusão ou segregação como um processo de inclusão e abertura de textos literários"[9]. Pero no estoy segura de si se puede confirmar la segunda hipótesis, según la cual "nos textos que contribuem decisivamente para a formação da literatura nacional, a ficcionalidade predomina, enquanto as literaturas regionais são marcadas sobretudo pela referencialidade". Tal vez reside también en el hecho de que no esté segura de si la poesía gauchesca de las dos primeras frases tiene que concebirse como literatura nacional o regional. Volveré un poco más adelante a este punto.
3. Génesis y desarrollo del teatro gauchesco y de la narrativa gauchesca (1880-1935)
Ludmer y Rama limitan el objeto de su investigación a la poesía gauchesca de Argentina y Uruguay. Falta una investigación detenida de la producción del teatro gauchesco y de la novela gauchesca en el Río de la Plata y en el Brasil. La investigación del teatro gauchesco, del sainete, del grotesco, del canto (tango y milonga), etc. de este período constituye una laguna que valdría mucho la pena investigar. La primera manifestación de teatro gauchesco, encontrada por mi colaboradora Ana Luengo, data de 1823, y se llama Las bodas de Chivico y Pancha. Ella investigará el teatro gauchesco en su proyecto de Habilitation sobre el teatro rioplatense de la independencia, por lo que voy a concentrarme en la narrativa gauchesca. Según el cómputo de Schäffauer (1998:135), tan sólo en 1885 salieron 16 ”novelas gauchescas” de Eduardo Gutiérrez [...], lo que equivale a un cuarto de la producción literaria anual (58 títulos en total). Esto nos lleva a un problema que no aparece todavía en las linhas de pesquisa: Se trata de la intensión y extensión del término ”criollismo” y de las distintas acepciones que tiene en la "comarca pampeana": Según Prieto (1988: 64 y 186), en la Argentina de los años noventa era sinónimo de ”literatura popular”, como lo demuestra también la colección ”Biblioteca Criolla” de Lehmann-Nitsche en el Instituto Ibero-americano de Berlín. Ernesto Quesada (1902) fue el primer letrado argentino que estudió esta creciente literatura popular, ”seudogauchesca” y ”perniciosa”, puesto que impone el peligro de imitación de actos violentos por parte de un público inculto. En Uruguay y Chile, por el contrario, los literatos y críticos se referían con el término ”Criollismo” a unos textos narrativos cultos cuyos mundos diegéticos se sitúan en el campo (cfr. Schlickers 2003:75s.). Un artículo que salió en 1894 en el diario La Razón (Montevideo) documenta, en contra de mi afirmación citada, una actitud de la clase superior uruguaya igualmente despectiva con respecto al criollismo. Comentando la fundación de la Sociedad Criolla, el articulista escribe:
Fuerte y feo ha entrado el amor por las costumbres nacionales; o mejor dicho por las costumbres de pa juera, porque aquí a Dios gracias no es todavía traje común el de la bombacha [...] Se ha organizado una gran Sociedad, [...] cuyo único objetivo es conservar en la ciudad, a través del progreso, que perfecciona los hábitos y modifica las costumbres, el pericón y el canto de contrapunto, que la influencia benefactora de otra civilización superior ha delegado a los departamentos más atrasados de la República, donde la escuela no ha terminado aún su misión instructiva (citado en Guarnieri 1987:83s.).
Para el Brasil, por el contrario, este término parece no tener ninguna vigencia[10]. Las distintas acepciones del término "criollismo" nos remiten a las definiciones de Ludmer, para quien el género gauchesco es "un uso letrado de la cultura popular" (11), concibiendo lo popular como algo positivo, contrapuesto a la "cultura de masas". Rama critica indirectamente el uso letrado:
[...] desde un nivel culto elevado proyectándose hacia abajo, hacia un nivel educativo inferior, tal como lo prueba la elección de la lengua campesina de las obras que contrasta violentamente con la escritura de los prólogos o artículos (Rama 1976:123).
En su tratado sobre la patria –que carece de una bibliografía, de un índice y de un modelo genérico– Ludmer establece tan sólo unas reglas: "La primera regla del género es la ficción de reproducción escrita de la palabra oral del otro como palabra de otro y no como la del que escribe" (72s.). Esta regla es –a mi modo de ver– una paráfrasis de la frase de Rama que acabo de citar. "La segunda regla es la construccion del espacio oral, el marco de la "voz oída"; es decir, el segundo rasgo genérico sería la oralidad fingida.
Aparte de estos rasgos genéricos a nivel del discurso habrá que reconstruir los rasgos genéricos a nivel del contenido. Tenemos primero el protagonista, que suele ser un "gaucho malo". Pero no malo de por sí, sino malo debido al influjo del medio ambiente, del sistema de injusticias en el que le ha tocado nacer. Suelen aparecer dos elementos, a veces juntos: 1) La delincuencia campesina reside en el hecho de que el gaucho no tenga ni trabajo ni tierra y robe reses para sobrevivir. 2) Las revoluciones y las guerras de independencia necesitaban hombres válidos como los gauchos, que fueron obligados a luchar. Jurídicamente, esto fue posible gracias a la "ley de levas", y su corolario, la "ley de vagos" (ver Ludmer 1988:231), así que muchos de ellos trataron de huir o se incorporaron a partidas de matreros y gauchos alzados[11]. Además, hay que tener en mente que los códigos de los gauchos no corresponden a los códigos de los ciudadanos que hacen las leyes: la propiedad privada, por ejemplo, no existía en el código consuetudinario del gaucho; tampoco estaba prohibido "matar en duelo si se es ofendido"[12].
Sarmiento, quien renegaba de la "barbarie" que vio representada en el gaucho, lo introdujo, sin embargo, como arquetipo de la identidad argentina que reside en cierto sincretismo entre elementos "bárbaros" criollos y "civilizados" eurooccidentales[13]. Tal vez valdría la pena ahondar en el proyecto en los gauchos como modelos de identidad para Argentina/Uruguay y Brasil, y destacar las diferencias en las respectivas literaturas nacionales o regionales. Personalmente, creo que la diferencia entre literatura nacional y regional reside en este grado de la identificación de la mayoría de la población con cierto tipo autóctono, y no tanto en el grado de referenciabilidad. Países como Argentina y Uruguay, que se caracterizan por la estructura social "capital vs. campo" o "ciudad vs. provincia", no tienen regiones muy variadas como el Brasil con la Amazonia, el Sertão, el interior, la costa, etcétera.[14]
Se impone entonces la siguiente pregunta: ¿nacionalismo o regionalismo? Siguiendo a Carlos Alonso (1990), expongo brevemente el concepto del regionalismo literario que predomina en la hispanística: hay otros términos parecidos como novela de la tierra, novela criolla, novela rural, novela costumbrista, novela regional, novela campesina, novela de la selva, y, last, but not least, novela gauchesca. Los autores se orientan en lo vernáculo, las idiosincrasias, y buscan una escritura que debe expresar una identidad cultural mestiza del Nuevo Mundo. De ahí que lo autóctono no se encuentre sólo en el contenido, sino también en la narración, por ejemplo, en la imitación del habla cotidiana o en la transcripción de dialectos. La naturaleza adquiere estatus de protagonista, muchas veces es un antagonista del ser humano.
En este sentido, las novelas gauchescas rioplatenses como Don Segundo Sombra serían novelas regionalistas –y la historiografía literaria parece seguir esta lógica, puesto que la novela de Güiraldes forma parte de una reconocida tríada regionalista, junto con La vorágine de José Eustasio Rivera y Doña Bárbara de Rómulo Gallegos[15]. Las tres novelas aparecieron en los años 20, después de la Primera Guerra Mundial, cuando se celebraron los 100 años de la Independencia de Hispanoamérica, y pueden leerse como toma de conciencia con respecto a los valores nacionales, propios. La narrativa regionalista concibe Latinoamérica como algo extraordinario, positivo, subrayando el aspecto de su "otredad". A la vez, persigue una intención civilizadora que destaca asimismo en las novelas gauchescas de Carlos Reyles y Benítez Lynch, cuyos protagonistas quieren introducir nuevas tecnologías, reformar las estructuras y el trabajo en las estancias y luchar contra la indolencia de los paisanos[16]. Valga añadir la hipótesis de que en el ámbito hispanoamericano el regionalismo literario carece de la connotación negativa que tiene en el Brasil –por lo menos el regionalismo hispanoamericano del siglo XX–, mientras que la crítica brasileña utiliza frecuentemente la expresión "apesar de regional, universal", por ejemplo con respecto a Guimarães Rosa[17].
Pasamos ahora al desarrollo genérico de la narrativa gauchesca. Tenemos dos formas de criollismo que deberían sucederse cronológicamente por las distintas poéticas a las que recurren, pero que de hecho coexisten: Tenemos
la tradición romántico-realista –véase por ejemplo la novelística de Acevedo Díaz [en los tardíos años 80 y en los años 90. Y tenemos] la novela naturalista-criollista [que] adopta los procedimientos científicos para explicar y criticar el funcionamiento de lo representado en los mundos novelescos y que cambia la representación del gaucho como personaje fundacional idealizado por la de un ente determinado biológico y socialmente, situado en su contexto histórico en vías de transformación (Schlickers 2003:293).
Después se abre camino una narrativa gauchesca que supera nuevamente las palabras letradas delimitadas nítidamente de un Juan Moreira o Don Segundo Sombra: Reyles reproduce el habla gauchesca en El gaucho Florido (1932). Lynch lo supera dos años después en Romance de un gaucho, ya que la novela entera, que tiene más de 500 páginas escritas en letras de pulga, está puesta en lenguaje gauchesco. Esto es posible porque Lynch, introduciendo un narrador gaucho en primera persona, se aparta de la tradición de separar nítidamente los pasajes del narrador hetero-extradiegético personal de los pasajes de diálogos que transcriben fielmente los dialectos de los gauchos y chinas. Lynch termina su prólogo explicando los motivos de la publicación del supuesto manuscrito encontrado:
Esta es la novela que publico, en el convencimiento de que no tengo derecho a mantener ignorada –en una época que tanto se interesa por todo aquello que se refiere al antiguo habitante de nuestros campos– una obra que no puede ser más genuinamente gaucha, como que fue sentida, pensada y escrita por un gaucho... (pp. 9s.)
Es curioso leer estas palabras nostálgicas sobre el trasfondo de cierto discurso nacionalista argentino de los años 30, estoy pensando particularmente en Martínez Estrada y su desoladora Radiografía de la Pampa (1933). Después del primer proceso de la vertiginosa modernización, del Centenario, de los primeros movimientos de vanguardia en los años 20, de la crisis económica del 29, surgen, entonces, discursos nacionalistas diametralmente opuestos: En el ambiente de restauración conservadora (golpe de estado de Uriburu en 1930), con una apertura cultural, elitista hacia Europa (en 1931 aparece la revista Sur), los hijos de ricos estancieros, como Carlos Reyles y Benito Lynch, hacen resucitar el gaucho como personaje idealizado y sitúan los mundos narrados de sus novelas en un pasado idílico en el campo. Martínez Estrada analiza el estado de enfermedad de un país condenado al eterno retorno de la barbarie y del caos[18]. En El hombre que está solo y espera (1931), Scalabrini Ortiz describe paralelamente el hombre nuevo, surgido del congestionante proceso migratorio[19]. Este "hombre de Corrientes y Esmeralda" coincide con la línea de interés del Evaristo Carriego (1930) de Borges, la biografía de un poeta popular, mito del "Palermo del cuchillo y la guitarra". En cierto sentido, el gaucho se convierte, pues, en guapo.
En los años 70, un autor argentino muy original y desmerecidamente ignorado por la historiografía literaria, Juan Filloy[20], escribe con la saga de Los Ochoa (1972) no una parodia, sino más bien un palimpsesto a veces paródico de la gauchesca. En el último cuento se encuentra una inversión de la dicotomía civilización – barbarie, a la vez que mete un punto final al gaucho y –posiblemente– con ello a la literatura gauchesca[21]:
En materia de doma de potros, los salvajes somos nosotros, no los mapuches chilenos que ocuparon hasta 1879 la mitad de la Argentina. Los indios [...] no domaban al bagual, lo amansaban. [...] Ya no hay indios en nuestra tierra ni gauchos errantes en ella. Porque, ni bien el gaucho se apeó y se sentó ante una mesa y comió con cuchara y tenedor, se hizo peón. Es decir, obrero rural. Es decir, ciudadano argentino.
Bibliografía
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3. Diccionarios
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Notas
[1] Versión elaborada de mi charla del 16 de julio de 2004 en un workshop del proyecto de investigación en el Instituto Latinoamericana de la Universidad Libre de Berlín, organizado por Ligia Chiappini.
[2] Agradezco cualquier crítica o sugerencia que me puedan transmitir a la siguiente dirección: sabine.schlickers@gmx.de
[3] Empezando en 1806 con la llegada de tropas bajo el mando del general británico Whitelocke, la victoria de los argentinos y la proclamación de Liniers como virrey provisorio en 1808, y el "Día de la patria" (caída del virrey español) en 1810.
[4] Anteriormente, Walter Rela (1967:9-15) había hecho ya esta distinción – es raro que Ángel Rama no mencione a su compatriota.
[5] Cfr. Rama (1976:97). Me pregunto si existían en el Brasil también gacetas gauchescas que cumplían esta doble función informativa y educativa.
[6] Tendría también dificultades para comprobarlo, ya que Santos Vega ahonda en el mismo problema con respecto a los hijos mestizos, fruto de los casamientos entre caciques y cautivas, en este caso: "Y hay cautiva que ha vivido/ quince años entre la indiada,/ de donde al fin escapada/ con un hijo se ha vinido, / el cual, después de crecido,/ de que era indio se acordó/ y a los suyos se largó; y vino otra vez con ellos, y en uno de esos degüellos/ a su madre libertó" (Santos Vega, 17).
[7] Según Meyer-Minnemann (1986:14), la oligarquía rechazaba primero el Martín Fierro. Sólo décadas después, cuando el gaucho ya no existía, pudo convertirse en el poema épico nacional para todos los argentinos. Garscha (1978:22), en cambio, opina que ya en el momento de la publicación –o sea, en los años 70– los gauchos libres ya no existían en ninguna parte.
[8] Por ejemplo, en la narrativa de Javier de Viana (ver Schlickers 2003:301-312).
[9] "De um lado era necessário excluir textos fortemente marcados pela sua regionalidade de um projeto de literatura nacional [como] textos que colocavam em questão os limites nacionais [...]. De outro lado era preciso assegurar também simbolicamente as fronteiras establecidas pelo poder político—que só raramente coincidiam com fronteiras lingüísticas e culturais. Isso ocorreu através da confirmação literária da Nação conquistada politicamente, como Movimento cultural próprio em direção ao seu interior e como demarcação rigorosa em relação ao exterior. Os romances de José de Alencar são um bom exemplo disso" (Linha de pesquisa 1).
[10] Existen además diferencias raciales con respecto a la acepción del término criollo. En la novela naturalista Bom crioulo (1895) de Adolfo Caminha, el "crioulo" es un marineiro homosexual de piel negra, lo que corresponde a las acepciones de "crioulo" en el diccionario Novo Aurélio: "1. Diz-se de qualquer indivíduo negro [...]. 3. Referente ao negro nascido no Brasil.". Sólo la segunda acepción corresponde a la española: "indivíduo branco, nascido nas colônias européias, particularmente na América".
[11] Ludmer destaca que Martín Fierro ejemplifica esta situación de injusticia: debido al trabajo forzoso y sin sueldo para el ejército, se convierte en un gaucho malo. Juan Filloy reescribe esta temática en el cuento "El Juido" de su saga gauchesca Los Ochoa sobre la que proyecto hacer un estudio singular, junto con uno sobre su novela La potra que salió un año más tarde.
[12] En el cuento "El carbunclo" de la mencionada saga de Filloy, esta diferencia de códigos se parodia: El protagonista gaucho Primo Ochoa orina en cualquier lado y es arrestrado por ello, ya que la mujer del veterinario monta tanto escándalo cuando se topa con Primo en esta ocasión que su marido lo denuncia en la comisaría. Lo trágico de este cuento reside en el hecho de que el veterinario descuida en pos de la venganza sus tareas y su código ético-moral y no visita al hijo de Primo Ochoa cuando éste tiene una infección altamente inflamada. Por consecuencia, el hijo se muere.
[13] "El caudillo Rosas forma un ejército europeo, mientras que los liberales europeizantes ensayan la táctica de la ´montonera´. El resultado militar-cultural según Sarmiento: ´el gaucho toma la casaca; el militar de la Independencia, el Poncho´; [...] el espíritu de la pampa ´está alli en todos los corazones; pues si os levantáis un poco las solapas del frac, hallaréis siempre el gaucho más o menos civilizado´ (Sarmiento: Facundo, citado en Dill 1994:67).
[14] Ligia Chiappini (2004:15) cita en su artículo sobre la cultura fronteriza del mercosur a Aldyr Schlee, escritor y gaucho de Jaguarão en la frontera con Uruguay, quien confirma que la gauchesca es un fenómeno local en el Brasil, pero nacional en las regiones de provincia de Argentina y Uruguay.
[15] Ver también Literaturwissenschaftliches Wörterbuch für Romanisten, s.v. "Regionalliteratur", p. 354.
[16] Por un lado, el hombre y su mundo aparecen como resultados de cierto desarrollo político-social y los autores persiguen una intención reformadora, didáctica. Por el otro, es justamente la alteridad la que aparece como eterna e interesante para ser apropiada literariamente. Reformar las condiciones de vida equivaldría, pues, a borrar los rasgos característicos de la identidad. Aquí se abre un círculo vicioso, o por lo menos una contradicción, ya que festejando la alteridad se cimentan las miserables condiciones de la vida.
[17] Agradezco esta observación con respecto a la literatura regionalista brasileira a Ligia Chiappini; Horst Nitschak es un experto de la literatura nordestina regionalista del Brasil. En cuanto a la connotación positiva del regionalismo literario en Hispanoamérica hay que exceptuar a Rodó, "quien aclaró contra la corriente en ´El americanismo literario´ (1895) y ´La novela nueva´ (1896), que la literatura nacional no reside en la descripción de la naturaleza o en temas específicos de la realidad extraliteraria, puesto que este ´regionalismo infecundo´ lleva a ´incomunicaciones e intolerancias´" (Schlickers 2003:81).
[18] Morales Saravia (1986:162) indica que Martínez Estrada reescribe todas las dicotomías de Sarmiento en equivalencias, al estilo de ciudad = campo, Buenos Aires = pampa, barbarie = verdad, vicios y fallas = prosperidad (con signos de igual? No sería mejor con ~?).
[19] Una tercera vertiente se encuentra en Historia de una pasión argentina (1937) de Mallea, quien trata de reevaluar el viejo mito de la civilización desde una perspectiva retrógrada. La desilusión consiguiente lleva a la retirada, al silencio, a la subjetividad (cfr. Morales Saravia 1986:277ss).
[20] Agradezco a Dieter Reichardt el conocimiento de este autor excepcional, que publicó sólo una mínima parte de su obra literaria durante su vida.
[21] Por otro lado, la famosa trilogía del Gaúcho a pé en los años 30 de Cyro Martins tampoco acabó con la literatura gauchesca, sino que le dio una nueva dirección.
LINK RELACIONADO:
RELAÇÕES E TENSÕES NOS PAÍSES DO MERCOSUL: O LUGAR AMBÍGUO DA GAUCHESCA BRASILEIRA - Ligia Chiappini
VER EN http://www.celpcyro.org.br/joomla/index.php…
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