ALARGAMIENTO DE LAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN
Cansado de estar cansado de esos personajes que se creen duendes y traen a cualquier conversación seria o no a sus objetos de adoración: Les dejo bien juntos los artículos, para que se defiendan de esta plaga moderna, en dos bloques, este y ALARGAMIENTO DE LAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN 2
ANTIGUOS EXPLORADORES NOS LEGARON MODERNOS VIAJEROS TURÍSTICOS
Ya en otro libro (De la Tribu Urbana que no se habla) escribía sobre una nueva casta de mochileros imbuidos de su fe militante, que se lanzan a recorrer territorios ancestrales de altas culturas, generalmente partiendo de la ciudad de Buenos Aires o de sus alrededores y se comportan como conquistadores, pretendiendo cambiar todo aquello que consideran equivocado de esos lugares. Los menos se asombran de la cortesía del saludo de los locales (los que logran notarlo), de las vestimentas adecuadas al clima de una gran amplitud térmica, de los carteles escritos con faltas de ortografía, que son el resultado de la yuxtaposición (http://www.ecured.cu/Yuxtaposici%C3%B3n) del lenguaje local y el de los conquistadores, del cual se sienten tan orgullosos estos personajes mal educados (1). Y lo peor de todo, mas allá, de las burlas sin ningún fundamento es el destrozo de monumentos o las pintadas en los mismos que es igual, porque no representan a SU cultura.
Pero ello no hace mas que demostrar de donde se sienten llegando, como europeos, a tierras de personas de piel cobriza, a los que presuponen inferiores y a los que se sienten obligados a reformar. Cuando es muy conocido que el lenguaje, para usarlo de ejemplo, tiene una base de cotidianidad, que se impone hasta en la mente del mas prominente científico (ver en Antropología Estructural del autor citado mas abajo).
Todo ello me hace recordar al maestro: en el "...capitulo 4 LA BÚSQUEDA DEL PODER
(2)
Un incidente fútil, que queda en mi memoria como un presagio, me dio el primer indicio de esos olores inciertos, de esos vientos cambiantes, anunciadores de una tempestad más profunda. Como había renunciado a la renovación de mi contrato con la Universidad de Sao Paulo para consagrarme a una larga campaña en el interior del país, me adelanté a mis colegas, y algunas semanas antes que ellos tomé el barco que había de llevarme nuevamente al Brasil. Por pri
mera vez después de cuatro años, yo era el único universitario a bordo; por primera vez también, había allí muchos pasajeros: hombres de negocios extranjeros, y, sobre todo, los integrantes de una misión militar que se dirigía al Paraguay. Estos últimos volvieron irreconocible la travesía familiar y el ambiente del barco, antaño tan sereno. Tanto los oficiales como sus esposas confundían un viaje transatlántico con una expedición colonial, y el servicio de instructores de un ejército —en definitiva bastante modesto—, con la ocupación de un país conquistado, para la que se preparaban en el puente (por lo menos moralmente): lo habían transformado en plaza de armas, adjudicando el papel de indígenas a los pasajeros civiles. Estos ni sabían cómo evitar una insolencia que por lo ruidosa había conseguido provocar malestar hasta en el puente de oficiales. La actitud del jefe de la misión era opuesta a la de sus subordinados; él mismo y su mujer eran dos personas de conducta discreta y atenta; me abordaron un día en el rincón poco frecuentado donde intentaba huir de la batahola, se informaron de mis trabajos anteriores, del objeto de mi misión, y por algunas alusiones me hicieron comprender su papel de testigos impotentes y comprensivos. El contraste era tan flagrante que parecía ocultar algún misterio; tres o cuatro años más tarde, el incidente volvió a mi memoria cuando leí en los diarios el nombre de aquel oficial superior cuya posición personal era, en efecto, paradójica. ¿Habrá sido entonces cuando comprendí por primera vez lo que, en otras regiones del mundo, circunstancias tan desmoralizadoras como ésta me enseñaron después definitivamente? Viajes: cofres mágicos de promesas soñadoras, ya no entregaréis vuestros tesoros intactos.
Una civilización proliferante y sobre excitada trastorna para siempre el silencio de los mares. Los perfumes de los trópicos y la frescura de los seres son viciados por una fermentación de hedores sospechosos que mortifica nuestros deseos y hace que nos consagremos a recoger recuerdos semicorruptos.
Hoy, cuando islas polinesias anegadas de hormigón son transformadas en portaaviones pesadamente anclados en el fondo de los mares del sur, cuando Asia entera cobra el semblante de una zona enfermiza, cuando las «villas miseria» corroen África, cuando la aviación comercial y militar marchita el candor de las selvas americanas o melanesias aun antes de poder destruir su virginidad, ¿cómo la pretendida evasión del viaje podría conseguir otra cosa que ponernos frente a las formas más desgraciadas de nuestra existencia histórica? Esta gran civilización occidental, creadora de las maravillas de que gozamos, no ha conseguido, ciertamente, producirlas sin su contra parte. Como su obra más admirable, pilar donde se elaboran arquitecturas de una complejidad desconocida, el orden y la armonía de Occidente exigen la eliminación de una prodigiosa masa de subproductos maléficos que infectan actualmente la Tierra. Lo que nos mostráis en primer lugar, ¡oh viajes!, es nuestra inmundicia arrojada al rostro de la humanidad.
Entonces comprendo la pasión, la locura, el engaño de los relatos de viaje. Traen la ilusión de lo que ya no existe y que debería existir aún para que pudiéramos escapar a la agobiadora evidencia de que han sido jugados 20 000 años de historia. Ya no hay nada que hacer: la civilización no es más esa flor frágil que preservábamos, que hacíamos crecer con gran cuidado en algunos rincones abrigados de un terruño rico en especies rústicas, sin duda amenazadoras por su lozanía, pero que permitían variar y vigorizar el plantel.
La humanidad se instala en el monocultivo; se dispone a producir la civilización en masa, como la remolacha. Su comida diaria sólo se compondrá de este plato.
Antaño se arriesgaba la vida en las Indias o en las Américas para traer bienes que hoy nos parecen irrisorios; madera de brasa (de ahí Brasil), tintura roja, o pimienta, por la que en tiempo de Enrique IV se enloquecían hasta tal punto que la corte ponía sus granos en estuches de caramelos, para mordisquearlos. Esas sacudidas visuales u olfativas, ese gozoso calor en los ojos, esa quemazón exquisita en la lengua, agregaban un nuevo registro al teclado sensorial de una civilización que no había sospechado siquiera su propia insipidez. ¿Diremos entonces que nuestros modernos Marco Polo traen de esas mismas tierras, ahora en forma de fotografías, libros y relatos, las especias morales que nuestra sociedad, sintiéndose naufragar en el hastío, necesita con mayor apremio?
Otro paralelo me parece más significativo. Pues estos modernos condimentos son, quiérase o no, falsificados. No ciertamente porque
su naturaleza es puramente psicológica, sino porque, por más honesto que sea el narrador, no puede ya traérnoslos de manera auténtica.
Para que consintamos en recibirlos es necesario, por una manipula
ción que en los más sinceros es sólo inconsciente, entresacar y tami
zar los recuerdos y sustituir lo vivido por lo estarcido. Abro esos relatos de exploradores; me describen la tribu x como salvaje, la cual conserva todavía en la actualidad las costumbres de no sé qué humanidad primitiva, caricaturizada en algunos breves capítulos. Y yo he pasado semanas enteras de mi vida de estudiante anotando las obras que hace cincuenta años, y también recientemente, hombres de ciencia consagraron al estudio de esa misma tribu antes de que el contacto con los blancos y las epidemias siguientes la redujeran a un puñado de miserables desarraigados.
Tal otro grupo, que un viajero adolescente descubriera y estudiara en cuarenta y ocho horas, según se dice, fue entrevisto (y esto no es un hecho desdeñable) durante un desplaza
miento fuera de su territorio en un campamento provisional ingenua
mente tomado o confundido por una aldea permanente. Y se velaron cuidadosamente los métodos de acceso, los cuales hubieran revelado el puesto misional —en relaciones cotidianas con los indígenas desde hace veinte años—, la pequeña línea de barcos de motor que se interna hasta lo más profundo del país, pero que el ojo adiestrado descubre a partir de menudos detalles fotográficos, pues el encuadre no siempre consigue evitar las latas oxidadas donde esa humanidad virgen cocina su rancho.
La vanidad de esas pretensiones, la credulidad ingenua que las acoge y hasta las suscita; el mérito, en fin, que consagra tantos esfuerzos inútiles (como no sea que contribuyen a extender el deterioro que, por otra parte, se empeñan en disimular), todo esto implica resortes psicológicos poderosos, tanto en los actores como en su público. El estudio de ciertas instituciones indígenas puede contribuir a esclarecerlos. Pues la etnografía está en condiciones de ayudar a comprender la moda que atrae hacia ella toda esa concurrencia que la desfavorece.
Para buen número de tribus de América del Norte, el prestigio social de un individuo está determinado por las circunstancias que rodean ciertas pruebas a las cuales los adolescentes deben someterse en la pubertad.
Algunos se abandonan sin alimento en una balsa solitaria; otros van a buscar aislamiento a la montaña, expuestos a las fieras, al frío y a la lluvia. Durante días, semanas o meses, según el caso, se privan de comer, toman sólo productos salvajes o ayunan largos períodos, y hasta agravan su quebrantamiento fisiológico con el uso de vomitivos. Todo es un pretexto para provocar el más allá: baños helados y prolongados, mutilaciones voluntarias de una o varias falanges, desgarramiento de las aponeurosis mediante la inserción de clavijas puntiagudas bajo los músculos dorsales, atadas con cuerdas a pesados fardos que intentan arrastrar.
Si no llegan a tales extre-mos, por lo menos se agotan en trabajos gratuitos: depilación del cuerpo pelo por pelo, o de ramajes de pino hasta despojarlos de todas sus espinas, ahuecamiento de bloques de piedra, etc.
En el estado de embotamiento, de debilidad o de delirio en que los dejan estas pruebas y ejercicios, esperan encontrar comunicación con el mundo sobrenatural. Conmovido por la intensidad de sus sufrimientos y plegarias, un animal mágico se verá forzado a apare-cérseles; una visión les revelará al que desde ese momento será su espíritu guardián, así como el nombre por el cual serán conocidos y el poder particular otorgado por su protector, que les concederá privilegios y rangos en el seno del grupo social.
¿Se dirá que estos indígenas nada tienen que esperar de la socie
dad? Instituciones y hábitos les parecen iguales a un mecanismo cuyo funcionamiento monótono no deja lugar al azar, a la fortuna o al talento.
El único medio de forzar la suerte sería arriesgarse en esas fronteras peligrosas donde las normas sociales dejan de tener un sentido al mismo tiempo que las garantías y las exigencias del grupo se desvanecen: ir hasta los límites de lo civilizado, de la resistencia fisiológica o del sufrimiento físico y moral. Pues es sobre este borde inestable donde se exponen a caer, ya sea del otro lado para no volver o, por el contrario, a captar, en el inmenso océano de inexplo-tadas fuerzas que rodea a una humanidad bien regulada, una provi
sión personal de poder, gracias a la cual será revocado un orden social, de otra manera inmutable, en favor del temerario.
Con todo, esa interpretación aún parece superficial. Pues en esas tribus de las praderas o de la meseta norteamericana no se trata de creencias individuales que se opongan a una doctrina colectiva. La dialéctica completa depende de los hábitos y de la filosofía del grupo. Del grupo aprenden su lección los individuos; la creencia en los espíritus guardianes es un hecho del grupo, y la sociedad toda entera es la que señala a sus miembros que para ellos no existe oportunidad alguna en el seno del orden social, si no es al precio de una tentativa absurda y desesperada para salir de él.
¿Quién no ve hasta qué punto esta «búsqueda del poder» se en
cuentra reeditada en la sociedad francesa contemporánea bajo la forma ingenua de relación entre el público y «sus» exploradores? También a nuestros adolescentes, desde la pubertad, se les da venia para obedecer a los estímulos a los cuales todo les somete desde la primera infancia, y para franquear de cualquier manera la influen
cia momentánea de su civilización.
Puede ser hacia arriba, por la ascensión de alguna montaña, o hacia lo profundo, descendiendo a los abismos; también horizontalmente, aventurándose hasta el cora
zón de regiones lejanas. Finalmente, la desmesura que se busca puede ser de orden moral, como ocurre en aquellos que voluntariamente se exponen a situaciones tan difíciles que los conocimientos actuales parecen excluir toda posibilidad de supervivencia.
Frente a los resultados que quisiéramos llamar racionales de esas aventuras, la sociedad exhibe una indiferencia total. No se trata ni de descubrimiento científico ni de enriquecimiento poético y literario, ya que los testimonios son, con la mayor frecuencia, de una pobreza ofensiva. Lo que importa es el hecho de la tentativa y no su objeto. Como en nuestro ejemplo indígena, el joven que durante algunas semanas o meses se aisla del grupo para exponerse, ya con convicción y sinceridad, ya, por el contrario, con prudencia y astucia (las sociedades indígenas también conocen estos matices), a una situación exce
siva, vuelve dotado de un poder que entre nosotros se expresa por artículos periodísticos, importantes tiradas y conferencias en salas repletas, pero cuyo carácter mágico se encuentra atestiguado por el proceso de automistificación del grupo, que explica el fenómeno en todos los casos.
Pues esos primitivos, a quienes basta con visitar para volver purificado, esas cumbres heladas, esas grutas y esas selvas profundas, templos de altas y aprovechables revelaciones, son, de diferente manera, los enemigos de una sociedad que representa para sí misma la comedia de ennoblecerlos en el momento en que termina de suprimirlos, pero que sólo experimentaba hacia ellos espanto y repugnancia cuando eran adversarios verdaderos. Pobre presa cazada en las trampas de la civilización mecánica, ¡oh, salvajes de la selva amazónica!, ¡tiernas e impotentes víctimas!; puedo resignarme a comprender, el destino que os anonada, pero de ninguna manera a ser engañado por esta brujería más mezquina que la vues
tra, que ante un público ávido enarbola álbumes en kodachrome en reemplazo de vuestras máscaras destruidas. ¿Cree acaso éste que con ellos conseguirá apropiarse de vuestros encantos? No satisfecho aún, y ni siquiera consciente de aboliros, necesita saciar febrilmente con vuestras sombras el canibalismo nostálgico de una historia a la cual ya habéis sucumbido..." (Pag. 41 a 45)
1)- https://www.aciprensa.com/Familia/faltaeduca.htm
2)- Tristes trapiques
Publicado en francés por Librairie Plon, París
Traducción de Noelia Bastard Revisión técnica de Eliseo Verón
Cubierta de Mario Eskenazi y Pablo Martín
© 1955 by Plon, París
© 1988 de todas las ediciones en castellano,
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona
y Editorial Paidós, SAICF,
Defensa, 599 - Buenos Aires
http://www.paidos.com
DESCARGA EN
Antropología & Cultura
TRISTES TRÓPICOS
CLAUDE LÉVI - STRAUSS
PDF: https://bit.ly/2YL2VjT
ALARGAMIENTO DE LOS CRANEOS EN LA ANTIGUEDAD
https://m.lagranepoca.com/…/78639-una-mirada-a-las-teorias-…
LA DEFORMACIÓN DE CRANEOS EN ALGUNAS CULTURAS ANCESTRALES DE NUESTRO CONTINENTE
Ya mostramos, en otro artículo, que el cráneo encontrado en el Desierto de Atacama es absolutamente humano y que se trata de una práctica común de nuestros pueblos originarios similar a la de otros pueblos del planeta y ahora hacemos un repaso de ellos.
http://www.eldoradocolombia.com/
deformacion_craneos.html
ANÁBASIS Y LAS PIEDRAS ABLANDADAS DE ANTIGUAS CIVILIZACIONES
Ya tratamos, en parte, este tema de una creencia generalizada entre un grupo de personas comprendidas en edades entre los 10 y los 50 o más años, con estudios incompletos por diversas razones, en la intervención de seres de inteligencia superior extraterrestres o de una permanencia en el fondo del mar o bajo los casquetes polares, en las construcciones realizadas por antiguas y originarias civilizaciones de alta cultura en el mundo (Ver los artículos de Ciencia y Religión y Los Contras en la página de Facebook: Guía de Campings Latinoamericanos y en el blog de Google: Guillofca Sustentable Ecoturismo)
Anábasis significa ascensión o subida de algo o expedición al interior, también podemos decir: de algo. Un amigo suele decirme: Son flojos y otro piensa que gustan de vivir equivocadamente. Pero en general todos nosotros, en algún momento somos flojos o nos equivocamos, como seres humanos incompletos, comunes y corrientes. Pero no trataremos en este articulo de los que asumimos nuestras imperfecciones.
Nos detendremos en personalidades agranda das por la soberbia, en esos seres que le temen a todo, en los que no lograron madurar, en los que no les importan los otros, en los que viven atrapados en el consumismo más desenfrenado, en los consumidores de todo aquello que sea ilegal, en los que practican la violación sistemática de todo tipo de reglas, normas o leyes, en especial las naturales, porque, sin dudas, todos pasaron por el sistema escolar, sin que este tenga algún tipo de resultado positivo en sus conductas.
Todos ellos en mayor o menor medida son discriminado res, patriarcales y poco afectos a respetar a las comunidades originarias o a la naturaleza, pero es bastante común que viajen, generalmente en excursiones supuestamente espirituales, que solo se relacionan con plantas y hongos alucinógenos. Sabemos que solo pasaron por algún sistema educativo, que no logro cambiar su educación familiar y hace las veces de un barniz brillante que los impulsa a continuar con sus desatinos. Recuerdo un alumno al que no aprobé en el curso regular, pese a las recomendaciones en contra de los directivos y familiares, que pretendían que con solo mirar algo ya lo sabia y aseguraban, como prueba, que se pasaba el tiempo mirando vídeos presuntamente educativos, cuando en realidad no tenia idea de todas las galimatías que esgrimía, como argumentos solidos (el ejemplo es el de Marco Polo que ya tratamos).
Supongo que el arte de hacer la plancha (que es un dicho argentino vinculado con los que, en el agua, no nadan y solo se mantienen a flote de espaldas) es su deporte preferido. Debe ser muy difícil que una mentalidad de estas características logre comprender que, para todo, se necesita trabajar por mucho tiempo (que implica estudiar) y que en su cerebro resulta mas fácil introducir un elemento extraño y antojadizo ideal, para determinar que esa gente de culturas superiores originarias o antiguas lograron acumular una cantidad de conocimientos biológicos, químicos, físicos, astronómicos y matemáticos que les permitieron crear las bases de sólidas civilizaciones antiguas. Sin descuidar los aspectos sociales que son las estructuras ideales de reinos, imperios y de las confederaciones de ciudades, que, seguramente, exceden sus capacidades de pensar, Es una ciencia ficción, para ellos que enormes sociedades sostenidas económicamente por canales de irrigación, hayan tenido la precaución de considerar en su planificación los efectos del fenómeno meteorológico, como el que nosotros conocemos, como El Niño.
Con las colosales piedras de las construcciones ocurre igual, aunque sabemos que falta investigación o mejor dicho financiamiento de las mismas, para que logremos comprender alguno (o todos) de los misterios de esas tierras tan alejadas de del centro europeo. Pero de ninguna manera podemos dejar que los que contaron con todos los privilegios rebajen el trabajo y el estudio de los que edificaron nuestras altas culturas, por cuestiones religiosas (de antiguas o nuevas religiones) o de desconocimiento supino de realidades muy tangibles. Solo porque no se haya podido comprobar totalmente, como cortaron gigantescos bloques de piedras, sin intervención externa.
DICCIONARIO FILOSÓFICO de Centeno
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Anábasis *
Etimológicamente procede de una palabra griega “ἀνάβασις” que está compuesta de dos términos: “ἀνά” que significa arriba, y “βασις”, que significa marcha, camino, andadura. Así entonces la “ἀνάβασις” hace referencia a la ascensión de algo, subida y por extensión también significa, expedición al interior de un país, monta a caballo, progreso de una enfermedad, etc. De la misma etimología es el verbo “ἀναβαίνω” que significa, subir, avanzar, montar a caballo, suceder, resultar, proseguir, etc. Así pues la anábasis se opone a la catábasis, del griego “κατἀβασις”, que es todo lo contrario de la anábasis, significa, bajada, descenso. El verbo es “καταβαίνω”, que por supuesto significa bajar, descender, llevar a término, alcanzar, abordar.
En el materialismo filosófico es una figura dialéctica…
.
Vid.: Catábasis, Anástasis, Catástasis, Metábasis.
Para citar este artículo:
CENTENO, S.; Anábasis; en: Diccionario filosófico de Centeno; Oviedo-España; 25/09/2017; https://sites.google.com/…/diccionariodecenteno/a-1/anabasis
https://sites.google.com/…/diccionariodecenteno/a-1/anabasis
Biblioteca Digital Santiago
"Anábasis de Alejandro Magno", por Flavio Arriano.
Descargar.
Tomos I-III
https://docs.wixstatic.com/…/ec84ca_9abcbb81dcf349189432218…
Tomos IV-VIII
https://docs.wixstatic.com/…/ec84ca_6b8227396ccd4090a1d876e…
Sujetos del habla
Pequeño tratado de los grandes vicios
Marina, José Antonio
Este libro es un peculiar tratado de psicología. Se ocupa de las fuentes del mal. Es un ensayo de espeleología íntima, de descenso al núcleo ígneo del volcán humano.
La conciencia moral ha trabajado durante muchos siglos sobre sí misma, perforando galerías en la roca amorfa de nuestra intimidad. Los héroes griegos de la Ilíada tal vez no tuvieran capacidad de reflexión. Nuestros sentidos, nuestros deseos, están vertidos al exterior. Son centrífugos.
Volverse hacia uno mismo exigía una torsión cataclísmica. Y sólo la implacable exigencia moral tuvo potencia suficiente para impulsarla. Tenía razón Sartre al decir que los moralistas han sido los maestros de la introspección. Se quedó corto. Fueron sus inventores. Pero esa búsqueda dividió el mundo en dos mitades. Lo bueno era irreal, estaba fuera, en el reino de los fines. Lo malo, en cambio, está ya en nuestra naturaleza terrible e indecisa. La gran creación consiste en saltar de la realidad a la ficción. En inventar nuestra esencia a partir de nuestras limitaciones.
Marina enlaza la idea de vicio con los hábitos, una noción fundamental para comprender la personalidad humana. Tanto los vicios como las virtudes son hábitos que incitan a actuar, mal o bien. Y tiene siempre presente la idea de «Anábasis», subida, ese afán de superación que define a la naturaleza humana.
El análisis del mal lleva a Marina a reflexionar sobre las tres etapas del descubrimiento moral: lo puro y lo impuro, la falta objetiva o la culpabilidad sin responsabilidad, la falta subjetiva o la unión de responsabilidad y culpa. A su vez, relaciona los grandes vicios con las grandes pasiones, y éstas con los tres deseos fundamentales: el placer, la vinculación afectiva, la ampliación de posibilidades del Yo. Así, Marina, actuando una vez más como detective cultural, se acerca al corazón de las tinieblas, de donde acabará saliendo un resplandor oscuro. Lo hace investigando una poderosa y duradera tradición de la cultura occidental. El canon de la perversidad. Durante más de quince siglos se transmitieron unos detallados planos de los sótanos del alma, divididos en siete grandes estancias: los siete vicios capitales. Esta figuración dio origen a una rica imaginería, a un mundo simbólico completo, que podría llenar museos enteros.
Se comprueba una vez más que la inteligencia humana vuelve ilimitado todo lo que toca. Los deseos también. Baudelaire veía en la infinitud de los vicios una prueba de la infinitud de las aspiraciones humanas. Al acercarse a la formulación clásica de los vicios capitales, Marina descubre un elaborado sistema de las pasiones humanas y de sus ambivalencias. Es decir, el dramatismo enérgico de nuestra condición. Este libro trata, pues, de la vida.
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El enigma de las «Piedras de Plastilina» precolombinas
28 de marzo de 2016 ↓ Ir a comentarios
A menudo las leyendas resultan más veraces que los rígidos dogmas que la ciencia oficial quiere imponernos como verdad; tal parece ser el caso de antiguas tradiciones de los pobladores del imperio inca acerca de la existencia de una planta que les fuera regalada por sus dioses y con la que habrían podido ablandar las piedras de modo de volverlas maleables. Esto explicaría la extraordinaria precisión en el corte y tallado de los gigantescos bloques pétreos de las construcciones del incanato, cuyo encastre entre unos y otros es tan perfecto que ni siquiera permite la introducción en las junturas de una delgada hoja de afeitar.
Sacsayhuamán, Cusco, Perú.
La leyenda de las «Piedras de Plastilina», como se la denominaría en tiempos modernos, se fue transmitiendo de generación en generación por los pobladores nativos ante la absoluta indiferencia de la arqueología oficial. Recién hacia 1983, el padre Jorge Lira, un sacerdote peruano experto en folklore andino y sus tradiciones, llevó a cabo un experimento con algunas plantas nativas. Durante catorce años este sacerdote católico había estudiado la leyenda de los antiguos andinos y, finalmente, consiguió identificar cierto arbusto al que los pobladores nativos llamaban Jotcha como la planta que, tras ser mezclada y tratada con otros vegetales y sustancias, era capaz de convertir la piedra en barro.
«Los antiguos indios dominaban la técnica de la masificación —afirmaba el padre Lira—, reblandeciendo la piedra, que reducían a una masa blanda que podían moldear con facilidad». Así lo explicó él en una entrevista que le hicieron ; y poniendo manos a la obra consiguió, luego de múltiples pruebas, ablandar una piedra; pero le resultó imposible hacerla retornar a su estado de dureza inicial, por lo que decidió finalmente que su experimento había fracasado.
Izquierda: Ahu Vinapu, Isla de Pascua. Derecha: Muro Inca en Cusco.
Se cree que la sustancia que utilizó Lira en este experimento habría sido extraída de cierto arbusto, similar a la planta a la que los campesinos —como dijimos— llamaban Jotcha, y cuyo nombre botánico sería según algunos Ephedra andina. No obstante, el padre falleció en el año 1988 y se llevó a la tumba el secreto de la verdadera sustancia y de su utilización, y hasta ahora nadie ha logrado identificar con precisión tan extraña planta y, aunque muchos especialistas aventuran especulaciones, no existen ni siquiera fundamentos absolutamente certeros para relacionarla con la Ephedra andina.
Un secreto con alas
Ahora bien; entre las múltiples tradiciones presentes en toda el área andina, existe una que parece refrendar las curiosas propiedades del arbusto que tanto interesó al sacerdote peruano, y en ellas también se habla de un pájaro que utilizaría dicha sustancia para tallar sus nidos en las piedras.
Son muchas las tradiciones que hay al respecto; tal por ejemplo las narraciones del famoso viajero y explorador inglés Percy Harrison Fawcett; según él, los tiahuanacotas conocían los secretos de una planta que crecía en las selvas amazónicas y cuya savia reblandecía las rocas.
En sus escritos, Fawcett hace referencia también a un pájaro «semejante al martín pescador» ;y dice que esas aves vuelan hacia los acantilados rocosos llevando en su pico hojas de cierta especie de plantas, y luego «…se adhieren a la roca como los pájaros carpinteros a un árbol, restregando las hojas con un movimiento circular sobre la superficie», después de ciertas repeticiones en las que se alejan y retornan durante algunos días, «botan las hojas y comienzan a picotear hasta que pronto abren un orificio circular en la dura piedra».
También mucho mas al sur de América, entre los mapuches, existe la leyenda acerca de un pájaro llamado Pitiwe, que guarda un profundo secreto: la utilización de una la planta que disuelve la piedra y el hierro. Diego de Rosales en su obra Historia General del Reyno de Chile; describiendo las plantas medicinales mapuches, habla de dicha hierba y sus propiedades:
Hay otros pájaros carpinteros, que llaman Pito, del cuerpo de un tordo: son pintados de negro, blanco, y burilado y de ellos se derivó a la yerba el nombre de la yerba del pitu, porque usan mas de ella, que los otros pájaros.
Tienen el pico tan fuerte, que rompen, y barrenan cualquier árbol, así para sacar y comer los gusanos, que se crían en sus entrañas, como para edificar sus nidos, abriendo una concavidad, en que se alojan con toda su familia.
Se han hecho célebres por la yerba, que con natural instinto hallaron, para que se quebrante, y desmenuce el hierro, en que se han hecho muchas experiencias, y adquirido su conocimiento con notable maña.
Porque advirtiendo cuando sacan sus polluelos y salen a buscarles de comer, les cierran con una plancha de hierro la puerta del nido los que quieren hacer experiencia de la virtud de la yerba del Pito, y llegando el pájaro carpintero, y hallando cerrado el nido, y que sus polluelos pían dentro, y que no puede entrar, y al punto revuelve a buscar la yerba, que llaman pitu, y refregando con ella la plancha, la rompen, y deshacen como si fuera de papel, que es de las raras virtudes, que se conocen de yerbas, y maravilloso el instinto de este pájaro.
Otras narraciones de viajeros y exploradores tales como Hiram Bingham (a quien se le atribuye el «descubrimiento» moderno de Machu Picchu), por ejemplo, relatan el fenómeno del ablandamiento de la herraduras de hierro de los caballos y de las espuelas del mismo material, al transitar los caballos por sobre una meseta donde crecían determinadas plantas.
Pero todas estas narraciones, tradiciones, leyendas y aún experimentos, continuaron siendo considerados sin fundamento científico, hasta que en otro lugar, a decenas de miles de kilómetros de distancia, en Egipto, y en 1988, casi en la misma época del fallecimiento del padre Lira, el doctor Joseph Davidovits, un investigador sobre materiales geopoliméricos y profesor en la Universidad de Toronto (Canadá), así como director del Instituto para la Aplicación de las Ciencias Arqueológicas (IAPAS) de la Universidad de Barri (Florida) —un investigador con los títulos suficientes como para no ser acusado de farsante por los pseudoescépticos—, publicó, en coautoría con Marguie Morris, el libro The Pyramids: An Enigma Solved (Dorset Press, Nueva York, 1988), obra fundamental para comprender la técnica del reblandecimiento pétreo en el antiguo Egipto. En esta obra, Davidovits expone numerosos ejemplos de construcciones del antiguo Egipto realizadas por medio del reblandeciendo de la piedra, modelándola y posteriormente volviéndola a endurecer una vez era colocada en su emplazamiento definitivo. Además, muestra análisis microscópicos y de rayos X de piedras en cuyo interior han sido descubiertos cabellos, bolsas de aire, fibras textiles, etc.; lo que probaría que durante la manipulación de la roca, ya convertida en una pasta blanda, se introdujeron accidentalmente en ella estos elementos...
VER COMPLETO EN:
https://mysteryplanet.com.ar/…/el-enigma-de-las-piedras-d…/…
AYAHUASCA, MAGUEY Y OTRAS PLANTAS ALUCINOGENAS
Desde hace unos años observamos desde los sitios en donde se alojan mochileros que aumenta un tipo de viajero que no se lo puede catalogar dentro de malucos, gedes o pseudo anarco, dado que su destino y sus fines no tienen que ver con el conocimiento y la experiencia ligada a él (como con los anteriores), pero viajan revestidos de una fe, parecida a la de ufólogos y de todos los tipos de religiosos, buscan primero la experiencia de las plantas alucinógenas, de los chamanes de pueblos originarios y luego el conocimiento de esos especímenes de la vida vegetal, para los que las culturas son solo un envoltorio.
Ya existe una variada gama, en internet, de alertas sobre estos individuos, debido a su apetencia desmesurada por experimentar y poseer algunos conocimientos sobre estas particularidades y su accionar se torna desmesurado y proclive al abuso de la madre natura. Dicen contar con buen respaldo capitalista a su lujuria de goces prometidos, por quien sabe quien y en esto no debemos echarle la culpa a Don Juan o a su discípulo, aunque sigan los mismos parámetros capitalistas.
https://www.elsevier.es/es-revista-neurologia-295-articulo-…
https://www.vix.com/…/el-peyote-esta-en-peligro-de-extincio…
MAGUEY
Atlas de México y el Nuevo Mundo
"En la medida en que es un sustento generoso y fuente de la bebida ritual más significativa para las sociedades mesoamericanas, el maguey es una planta con importantes connotaciones simbólicas. Entre los mixtecos, a la deidad del maguey se le llamaba 11 Serpiente y se le mostraba con la cabeza separada del cuello, del que brota sangre. Algunos autores proponen que esto se relaciona con los cortes que se hacen al maguey para extraer el aguamiel, proceso fundamental en la elaboración del pulque."
El maguey. Mitología y ritos
arqueologiamexicana.mx
AYAHUASCA
http://www.konbini.com/…/los-millennials-estan-arruinando-…/
Qué busca la gente que toma ayahuasca o yagé
Emma Thelwell
Especial para BBC
30 abril 2014
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Derechos de autor de la imagenREUTERS
Nunca he tomado una pastilla en una fiesta. Y aun así, me encontré en las profundidades de la selva colombiana tomando un líquido psicoactivo, bajo la supervisión de un chamán que hablaba un idioma que yo no entendía.
Durante mi estadía de un mes en Colombia, no me sumé a los miles de mochileros que se dejaron llevar por el producto más famoso del país: la cocaína. Pero sí me vendieron la idea de la ayahuasca.
Me intrigaba el hecho de que durante siglos sociedades indígenas suramericanas habían usado esta "planta maestra" en rituales regulares.
La ayahuasca, también conocida como yagé, es una mezcla de dos plantas -la enredadera de ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (Psychotria viridis), que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT).
En muchos países como Estados Unidos y el Reino Unido, el DMT es ilegal.
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El gobierno británico advierte que el consumo de yagé puede tener serias implicaciones para alguien con problemas de salud mental, pues el alucinógeno puede ser responsable de desencadenar trastornos en aquellas personas predispuestas, aunque inconscientes de ello.
Pero en Suramérica la ayahuasca es una parte integral de algunas sociedades tribales. En 2008, el gobierno peruano reconoció esta bebida como "uno de los pilares básicos de la identidad de los pueblos amazónicos".
También afirmó que el consumo de la "planta maestra" o "sabia" "constituye la puerta al mundo espiritual y sus secretos, razón por la cual la medicina amazónica se ha estructurado alrededor de la ceremonia ayahuasca".
Basados en la evidencia científica, los beneficios clínicos del yagé son limitados, aunque quienes defienden esta bebida aseguran que cada vez es más popular como una herramienta para tratar trastornos de estrés postraumático, depresión y adicciones.
"La mayoría de las personas busca la ayahuasca con buenas intenciones -no están en busca de emociones pero son serios curiosos- o tienen problemas específicos como depresión", explica el profesor Dennis McKenna, botánico de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos.
"Quienes buscan emociones la desechan después de varias sesiones de vómito", agrega el experto, quien es miembro del Instituto de Investigación Heffter, sobre sustancias psicodélicas. "No es agradable o divertido. Pone tu cuerpo en un exprimidor físico y emocional".
Pura curiosidad
Preparación de ayahuasca. Foto flick/jairinflas
Ciertamente, cuando me aventuré a participar de la ceremonia de medianoche en una granja de un chamán con otros cuatro "gringos", no estaba en busca de fiesta. De hecho, por lo que había oído, no era mucho lo que te ocurría. Sólo tenía curiosidad por el ritual.
Lo que encontré fue una comunidad colombiana que se reúne cada semana a tomar la planta maestra con el chamán local como parte de un proceso de aprendizaje y curación.
Si bien éramos un grupo, se trató de una experiencia individual. Después de tomar la repugnante mezcla amarga, buscamos nuestro propio espacio en la granja, nos acostamos en colchones o miramos el fuego.
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La ayahuasca es una liana que se encuentra en la selva amazónica en Suramérica.
Algunas personas vomitaban de vez en cuando, otros lloraron y unos durmieron. La mayoría permaneció en silencio, sólo con el sonido de fondo de unos músicos y el canto ocasional del chamán.
Pasé unas cuantas horas en un estado de conciencia pero como si fuera de sueño. No me enfermé, pero por un tiempo me sentí físicamente incómoda y desorientada.
Esperaba como mucho ver una explosión de colores, pero me sorprendió experimentar poderosas y significativas visiones de recuerdos de mi niñez.
Después de unas horas pasó el efecto y me quedé con una sensación de paz y felicidad.
Es un proceso de aprendizaje ceremonial que se está haciendo cada vez más popular en todo el mundo, con gente explorando su desarrollo personal a través de la naturaleza introspectiva alucinógena, de acuerdo con el Centro Internacional para la Educación, el Servicio y la Investigación Etnobotánica (ICEERS, por sus siglas en inglés).
El año pasado, el orientador profesional Jeremy Behrmann tomó durante varias semanas ayahuasca en Colombia, como parte de la investigación para su libro Breakaway, que ayuda a las personas a diseñar los años sabáticos.
"Tomé ayahuasca con la cuarta generación de chamán para explorar su habilidad de ofrecer 'visiones' que pudieran dar a mis lectores más claridad de su llamado vocacional", señala.
"Muchos de los viajeros que conocí la tomaron porque les habían dicho que tenía efectos similares a drogas como LSD, que con frecuencia se usa para fines recreacionales. En mi experiencia, las personas sólo deben buscar la medicina y a chamanes bien entrenados que realicen la ceremonia con la intención de tener un golpe espiritual".
Behrmann agrega que su experiencia fue increíblemente reveladora, "pero básicamente muy desafiante".
Cuestión de confianza
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De hecho, el botánico McKenna advierte que no todos los chamanes están bien entrenados.
La ciudad de la selva peruana Iquitos, por ejemplo, puede ser el epicentro de los centros de retiro, aunque según el profesor también es el "viejo oeste" del yagé. Allí, los turistas pueden comprar en la calle vasos de ayahuasca, sin ninguna forma de saber quién la preparó.
Si bien son raras las sobredosis, algunos locales menos escrupulosos lo mezclan con "brebajes asquerosos" que tienen toé, otra planta psicoactiva. McKenna explica que esto puede dejar a la gente en un estado más vulnerable y confuso, y con frecuencia se hace por razones malvadas (para robar o abusar sexualmente).
"Después de iniciar la ceremonia, los participantes son inmovilizados de cuatro a seis horas, así que es importante confiar y estar en un lugar seguro", señala Joshua Wickerham, jefe consejero del Consejo de Administración de Etnobotánica (ESC, por sus siglas en inglés).
La ayahuasca sólo es legal en Perú como parte de una ceremonia espiritual, no se supone que se beba sin supervisión.
En Colombia, aunque hay poca supervisión gubernamental, se está organizando un gremio de chamanes para garantizar la buena práctica.
Un chamán responsable debe revisar qué medicamentos toma la gente antes de dar la bebida, aclara Wickerham, y sabrá sobre las posibles reacciones que pueda tener con otros fármacos, como los antidepresivos.
Básicamente, mi experiencia fue positiva, pero hay un riesgo, y las personas deben preocuparse en elegir con quién toman yagé.
La ESC, una organización benéfica dedicada a la utilización segura de plantas tradicionales, y cuyo proyecto emblemático es la ayahuasca, indica que el uso de esta bebida por occidentales interesados en el chamanismo ha elevado el perfil de la medicina tradicional a nivel mundial."El sendero de la ayahuasca en Perú y Colombia es muy visitado, con decenas de miles de extranjeros que cada año toman la bebida", explica Joshua Wickerham.En general, el turismo en Colombia ha vivido un aumento meteórico junto con los esfuerzos del gobierno de desmovilizar a la guerrilla tras décadas de conflicto.La cantidad de turistas internacionales en ese país aumentó de 547.000 en 2002 a 2.175.000 en 2012, según la Organización Mundial de Turismo.La doctora Daniela Peluso, profesora de antropología de la Universidad de Kent, considera que el aumento del turismo también ha ayudado a difundir la práctica ceremonial."Considerando que, hace sólo unas décadas, para tener una experiencia ayahuasca el viajero solitario debía hacer su camino hacia las selvas de Suramérica, ahora las nociones de espacio local y global convergen en la medida que chamanes y turistas viajan por todo el mundo para realizar y participar en una diversidad de ceremonias ayahuasca", señala.Sin olvidar, por supuesto, que importar esta sustancia es un delito grave en muchos países.
https://www.bbc.com/…/140430_salud_ayahuasca_yage_propiedad…
LOS CONTRAS
Todos los mochileros saben, por haber conocido alguno o algunos, que hace unos cuantos años que las actividades de esta tribu urbana se ven restringidas social o legalmente (que incluye reglamentos de distinta especie). No negamos que tiene plena vigencia el derecho humano a viajar en la forma que se pueda y quiera, pero el daño que producen las personas detalladas más abajo atenta contra las posibilidades de todos los que son genuinos mochileros, El secreto (o no) para evitar esto es hablarlo en los grupos (en los alojamientos) y evitarlos sin darles la oportunidad, que buscan de lograr el mimetismo que buscan para pasar desapercibidos y lograr otro tipo de objetivos (verdaderos) que tienen que ver con distintas formas de violencia o de quiebre de leyes, incluidas las naturales.
En otra parte contaba que siempre intento explicar aquello de paraíso perdido, a los novatos y veteranos jóvenes, contando que los mochileros recibíamos el mismo trato que los ciclistas, hace bastante mas de veinte años y que lo perdimos por no ser firmes frente a esta invasión de presuntos viajeros. Debemos esforzarnos en demostrar que no somos depredadores de naturaleza y culturas. Por ello les paso tres artículos anteriores que pretenden hacer visible esta realidad, para evitar los malos momentos que nos generan.
CIENCIA Y RELIGION
Es bueno que, luego de muchos milenios, más de cinco, se haya logrado separarlas o casi. Con esto no pretendemos entrar en un debate interminable, ya que modestamente solo nos ocupamos del ser humano y de las ciencias sociales. Pero es muy molesto que al estar charlando de ancestrales y antiguas culturas milenarias alguno pretenda incluir en el tema en cuestión a sus seres preferidos y adorados: Los extraterrestres.
No negamos que sería muy soberbio de nuestra parte el creer que estamos solos en el Universo o que no puedan existir inteligencias superiores a las nuestras. Pero no existe una sola prueba concluyente o contundente de que exista algún contacto o que pueda haber existido en el pasado. Todo lo que se mencionó en este tipo de charlas o de escritos se fue demostrando que no era real: Los esqueletos con cráneos alargados pertenecen a varias culturas milenarias que pretendían demostrar la superioridad de un linaje determinado en distintas etnias en particular a lo largo de la Historia de la Humanidad.
Es conocido el chiste que indica, para nuestro continente, que existió un horizonte Pre-Inca, uno Inca y que luego vinieron los Inca-paces y afirmaron que las colosales estatuas, construcciones y gigantescos dibujos no pudieron ser ejecutados por la mano del hombre o que se necesito de ayuda externa. Uno a uno esos mitos fueron derribados por estudios y recreaciones científicas de métodos y procedimientos, que demostraron cómo fueron realizadas paso a paso y que tipos de materiales de la zona y época se usaron.
Los que tenemos la costumbre de observar los desarrollos culturales de pueblos y civilizaciones sabemos que las religiones son una necesidad para los seres humanos en orden con ese tercer horizonte cultural que les mencionaba y que nos parece absolutamente legitimo que existan seres humanos que vivan el derecho humano de tener la creencia que quieran en orden con toda la legislación nacional e internacional sobre el tema. Pero ello no implica que dejemos que nos molesten cuando estamos hablando de cosas mas sencillas, prosaicas y humanas, como son nuestras culturas originarias o nuestra manía de registrar todo lo que humanamente podemos registrar, porque nunca se nos ocurriría pedirle a ninguna mente superior, que nos ayude, para no molestar, porque fuimos bien educados por nuestros padres.
Un reducido, pero creciente, grupo de los amantes de realidades de ficción, posiblemente pensando que no necesitan estar en la cima de una montaña, para que sus todopoderosos objetos (o sujetos) de sus adoraciones los saquen de este mundo de penas, se dedican a quedarse con lo ajeno (al menos es lo que se observa viajando. Aunque sabemos que puede tratarse de una ética inconclusa, por el corto desarrollo religioso.
https://ar.tuhistory.com/…/encuesta-revela-el-perfil-de-los…
Son, aparentemente, menos depredadores, porque solo se quedan con nuestra paciencia:
LA SOLUCIÓN GLOBAL A LOS PROBLEMAS DERIVADOS DE LA CONTAMINACION GENERAL DEL PLANETA NO ES UNA SOLA.
Todo lo que hacemos en este mundo tiene un impacto mayor o menor en los ecosistemas a los que estamos vinculados. En nuestra vida diaria producimos una multiplicidad de consecuencias de nuestros actos, que impactan sobre el medio ambiente. A nivel global esas actividades comunes y corrientes tienen un crecimiento exponencial que las tornan un problema mundial, pero menor. El verdadero problema mayor se origina por una enorme cantidad de procedimientos industriales altamente contaminantes, que no pudieron ser reducidos en el pasado próximo. El capitalismo se ahoga, literalmente, por sus propios desechos y por su rapacidad sin límites.
El tema es complejo por la variedad de los problemas a los que nos enfrentamos. Tenemos una infinidad de vías para generar y aumentar esos problemas y algunos caminos globales que nos pueden posicionar para enfrentar la calamidad. La Educación es uno, la Información es otro, como la formación y la investigación. No podemos dejar de lado a los Estados y sus gobiernos, que deben repensar no solo sus postulados económicos y de desarrollo humano, sino generar políticas públicas que no solo ataquen la problemática, sino que preparen los medios de socorrismo y prevención de desastres, producto del cambio climático, que se motoriza con la polución.
Para todos los que crean que la solución es una sola les pasamos un listado de ALGUNOS de los problemas: Combustibles Fósiles, Basura, Gases de Efecto Invernadero, Sobre Explotación Vacuna o Ganadera, Sobre Explotación Minera (en especial a cielo abierto) y sobre Explotación Agrícola, con sus necesidades de uso de agro tóxicos sumando a la problemática. Suena algo inmaduro cuando alguna persona esgrime como solución frases como: Hay que dejar de generar basura o hay que dejar de comer carne y todos los problemas desaparecerán, porque es notorio que casi es tarde para un esfuerzo global sin precedentes, que no se avizora, mucho mas para soluciones parciales y aisladas.
Ya escribimos varios libros que tocan estos temas y ofrecen soluciones posibles (Formación Profesional I al IV y De la Tribu Urbana que no se Habla: Los Mochileros), que no todos tienen la obligación de haber leído, pero nos parece un tanto exagerado que nos manden a investigar el problema de la basura y la solución radical y definitiva de su no generación. Pero eso es común en mentalidades infantiles y de mentes unidireccional es, que tienen poco apego a pensar y mucho menos a actuar.
En el mundo donde gano su lugar el LLAME YA las soluciones únicas inmediatas o no están a la orden del día y pululan los cruzados ensabanados (para simular las capas) que se pintan un símbolo en el pecho o en frente, virtual o real y salen a repetir las bondades de las ultimas tendencias de la unidireccionalidad.
http://www.mundoenergia.com/…/efectos-causas-soluciones-ca…/
https://www.ecologiaverde.com/causas-y-consecuencias-del-ca…
http://www.un.org/…/…/issues-depth/climate-change/index.html
CÓMO SE CONSTRUYO CARAL
En el Norte Chico Peruano a pocos Kilómetros de Lima (hoy) se desarrolló hace más de 5000 años la Cultura Caral, en torno a la Ciudad de Caral
https://m.youtube.com/watch?v=IweHCO7SD-Q
https://m.youtube.com/watch?v=3so01a2zcjg
http://m.arqueologiadelperu.com.ar//caral.htm
CÓMO SE HICIERON LAS LINEAS DE NAZCA
https://m.youtube.com/watch?v=K32nWKIypHA
https://www.elconfidencial.com/…/el-misterio-de-las-lineas…/
Umberto Eco: "Las redes sociales generan una invasión de imbéciles"
elclubdeloslibrosperdidos.org
Cansado de estar cansado de esos personajes que se creen duendes y traen a cualquier conversación seria o no a sus objetos de adoración: Les dejo bien juntos los artículos, para que se defiendan de esta plaga moderna, en dos bloques, este y ALARGAMIENTO DE LAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN 2
ANTIGUOS EXPLORADORES NOS LEGARON MODERNOS VIAJEROS TURÍSTICOS
Ya en otro libro (De la Tribu Urbana que no se habla) escribía sobre una nueva casta de mochileros imbuidos de su fe militante, que se lanzan a recorrer territorios ancestrales de altas culturas, generalmente partiendo de la ciudad de Buenos Aires o de sus alrededores y se comportan como conquistadores, pretendiendo cambiar todo aquello que consideran equivocado de esos lugares. Los menos se asombran de la cortesía del saludo de los locales (los que logran notarlo), de las vestimentas adecuadas al clima de una gran amplitud térmica, de los carteles escritos con faltas de ortografía, que son el resultado de la yuxtaposición (http://www.ecured.cu/Yuxtaposici%C3%B3n) del lenguaje local y el de los conquistadores, del cual se sienten tan orgullosos estos personajes mal educados (1). Y lo peor de todo, mas allá, de las burlas sin ningún fundamento es el destrozo de monumentos o las pintadas en los mismos que es igual, porque no representan a SU cultura.
Pero ello no hace mas que demostrar de donde se sienten llegando, como europeos, a tierras de personas de piel cobriza, a los que presuponen inferiores y a los que se sienten obligados a reformar. Cuando es muy conocido que el lenguaje, para usarlo de ejemplo, tiene una base de cotidianidad, que se impone hasta en la mente del mas prominente científico (ver en Antropología Estructural del autor citado mas abajo).
Todo ello me hace recordar al maestro: en el "...capitulo 4 LA BÚSQUEDA DEL PODER
(2)
Un incidente fútil, que queda en mi memoria como un presagio, me dio el primer indicio de esos olores inciertos, de esos vientos cambiantes, anunciadores de una tempestad más profunda. Como había renunciado a la renovación de mi contrato con la Universidad de Sao Paulo para consagrarme a una larga campaña en el interior del país, me adelanté a mis colegas, y algunas semanas antes que ellos tomé el barco que había de llevarme nuevamente al Brasil. Por pri
mera vez después de cuatro años, yo era el único universitario a bordo; por primera vez también, había allí muchos pasajeros: hombres de negocios extranjeros, y, sobre todo, los integrantes de una misión militar que se dirigía al Paraguay. Estos últimos volvieron irreconocible la travesía familiar y el ambiente del barco, antaño tan sereno. Tanto los oficiales como sus esposas confundían un viaje transatlántico con una expedición colonial, y el servicio de instructores de un ejército —en definitiva bastante modesto—, con la ocupación de un país conquistado, para la que se preparaban en el puente (por lo menos moralmente): lo habían transformado en plaza de armas, adjudicando el papel de indígenas a los pasajeros civiles. Estos ni sabían cómo evitar una insolencia que por lo ruidosa había conseguido provocar malestar hasta en el puente de oficiales. La actitud del jefe de la misión era opuesta a la de sus subordinados; él mismo y su mujer eran dos personas de conducta discreta y atenta; me abordaron un día en el rincón poco frecuentado donde intentaba huir de la batahola, se informaron de mis trabajos anteriores, del objeto de mi misión, y por algunas alusiones me hicieron comprender su papel de testigos impotentes y comprensivos. El contraste era tan flagrante que parecía ocultar algún misterio; tres o cuatro años más tarde, el incidente volvió a mi memoria cuando leí en los diarios el nombre de aquel oficial superior cuya posición personal era, en efecto, paradójica. ¿Habrá sido entonces cuando comprendí por primera vez lo que, en otras regiones del mundo, circunstancias tan desmoralizadoras como ésta me enseñaron después definitivamente? Viajes: cofres mágicos de promesas soñadoras, ya no entregaréis vuestros tesoros intactos.
Una civilización proliferante y sobre excitada trastorna para siempre el silencio de los mares. Los perfumes de los trópicos y la frescura de los seres son viciados por una fermentación de hedores sospechosos que mortifica nuestros deseos y hace que nos consagremos a recoger recuerdos semicorruptos.
Hoy, cuando islas polinesias anegadas de hormigón son transformadas en portaaviones pesadamente anclados en el fondo de los mares del sur, cuando Asia entera cobra el semblante de una zona enfermiza, cuando las «villas miseria» corroen África, cuando la aviación comercial y militar marchita el candor de las selvas americanas o melanesias aun antes de poder destruir su virginidad, ¿cómo la pretendida evasión del viaje podría conseguir otra cosa que ponernos frente a las formas más desgraciadas de nuestra existencia histórica? Esta gran civilización occidental, creadora de las maravillas de que gozamos, no ha conseguido, ciertamente, producirlas sin su contra parte. Como su obra más admirable, pilar donde se elaboran arquitecturas de una complejidad desconocida, el orden y la armonía de Occidente exigen la eliminación de una prodigiosa masa de subproductos maléficos que infectan actualmente la Tierra. Lo que nos mostráis en primer lugar, ¡oh viajes!, es nuestra inmundicia arrojada al rostro de la humanidad.
Entonces comprendo la pasión, la locura, el engaño de los relatos de viaje. Traen la ilusión de lo que ya no existe y que debería existir aún para que pudiéramos escapar a la agobiadora evidencia de que han sido jugados 20 000 años de historia. Ya no hay nada que hacer: la civilización no es más esa flor frágil que preservábamos, que hacíamos crecer con gran cuidado en algunos rincones abrigados de un terruño rico en especies rústicas, sin duda amenazadoras por su lozanía, pero que permitían variar y vigorizar el plantel.
La humanidad se instala en el monocultivo; se dispone a producir la civilización en masa, como la remolacha. Su comida diaria sólo se compondrá de este plato.
Antaño se arriesgaba la vida en las Indias o en las Américas para traer bienes que hoy nos parecen irrisorios; madera de brasa (de ahí Brasil), tintura roja, o pimienta, por la que en tiempo de Enrique IV se enloquecían hasta tal punto que la corte ponía sus granos en estuches de caramelos, para mordisquearlos. Esas sacudidas visuales u olfativas, ese gozoso calor en los ojos, esa quemazón exquisita en la lengua, agregaban un nuevo registro al teclado sensorial de una civilización que no había sospechado siquiera su propia insipidez. ¿Diremos entonces que nuestros modernos Marco Polo traen de esas mismas tierras, ahora en forma de fotografías, libros y relatos, las especias morales que nuestra sociedad, sintiéndose naufragar en el hastío, necesita con mayor apremio?
Otro paralelo me parece más significativo. Pues estos modernos condimentos son, quiérase o no, falsificados. No ciertamente porque
su naturaleza es puramente psicológica, sino porque, por más honesto que sea el narrador, no puede ya traérnoslos de manera auténtica.
Para que consintamos en recibirlos es necesario, por una manipula
ción que en los más sinceros es sólo inconsciente, entresacar y tami
zar los recuerdos y sustituir lo vivido por lo estarcido. Abro esos relatos de exploradores; me describen la tribu x como salvaje, la cual conserva todavía en la actualidad las costumbres de no sé qué humanidad primitiva, caricaturizada en algunos breves capítulos. Y yo he pasado semanas enteras de mi vida de estudiante anotando las obras que hace cincuenta años, y también recientemente, hombres de ciencia consagraron al estudio de esa misma tribu antes de que el contacto con los blancos y las epidemias siguientes la redujeran a un puñado de miserables desarraigados.
Tal otro grupo, que un viajero adolescente descubriera y estudiara en cuarenta y ocho horas, según se dice, fue entrevisto (y esto no es un hecho desdeñable) durante un desplaza
miento fuera de su territorio en un campamento provisional ingenua
mente tomado o confundido por una aldea permanente. Y se velaron cuidadosamente los métodos de acceso, los cuales hubieran revelado el puesto misional —en relaciones cotidianas con los indígenas desde hace veinte años—, la pequeña línea de barcos de motor que se interna hasta lo más profundo del país, pero que el ojo adiestrado descubre a partir de menudos detalles fotográficos, pues el encuadre no siempre consigue evitar las latas oxidadas donde esa humanidad virgen cocina su rancho.
La vanidad de esas pretensiones, la credulidad ingenua que las acoge y hasta las suscita; el mérito, en fin, que consagra tantos esfuerzos inútiles (como no sea que contribuyen a extender el deterioro que, por otra parte, se empeñan en disimular), todo esto implica resortes psicológicos poderosos, tanto en los actores como en su público. El estudio de ciertas instituciones indígenas puede contribuir a esclarecerlos. Pues la etnografía está en condiciones de ayudar a comprender la moda que atrae hacia ella toda esa concurrencia que la desfavorece.
Para buen número de tribus de América del Norte, el prestigio social de un individuo está determinado por las circunstancias que rodean ciertas pruebas a las cuales los adolescentes deben someterse en la pubertad.
Algunos se abandonan sin alimento en una balsa solitaria; otros van a buscar aislamiento a la montaña, expuestos a las fieras, al frío y a la lluvia. Durante días, semanas o meses, según el caso, se privan de comer, toman sólo productos salvajes o ayunan largos períodos, y hasta agravan su quebrantamiento fisiológico con el uso de vomitivos. Todo es un pretexto para provocar el más allá: baños helados y prolongados, mutilaciones voluntarias de una o varias falanges, desgarramiento de las aponeurosis mediante la inserción de clavijas puntiagudas bajo los músculos dorsales, atadas con cuerdas a pesados fardos que intentan arrastrar.
Si no llegan a tales extre-mos, por lo menos se agotan en trabajos gratuitos: depilación del cuerpo pelo por pelo, o de ramajes de pino hasta despojarlos de todas sus espinas, ahuecamiento de bloques de piedra, etc.
En el estado de embotamiento, de debilidad o de delirio en que los dejan estas pruebas y ejercicios, esperan encontrar comunicación con el mundo sobrenatural. Conmovido por la intensidad de sus sufrimientos y plegarias, un animal mágico se verá forzado a apare-cérseles; una visión les revelará al que desde ese momento será su espíritu guardián, así como el nombre por el cual serán conocidos y el poder particular otorgado por su protector, que les concederá privilegios y rangos en el seno del grupo social.
¿Se dirá que estos indígenas nada tienen que esperar de la socie
dad? Instituciones y hábitos les parecen iguales a un mecanismo cuyo funcionamiento monótono no deja lugar al azar, a la fortuna o al talento.
El único medio de forzar la suerte sería arriesgarse en esas fronteras peligrosas donde las normas sociales dejan de tener un sentido al mismo tiempo que las garantías y las exigencias del grupo se desvanecen: ir hasta los límites de lo civilizado, de la resistencia fisiológica o del sufrimiento físico y moral. Pues es sobre este borde inestable donde se exponen a caer, ya sea del otro lado para no volver o, por el contrario, a captar, en el inmenso océano de inexplo-tadas fuerzas que rodea a una humanidad bien regulada, una provi
sión personal de poder, gracias a la cual será revocado un orden social, de otra manera inmutable, en favor del temerario.
Con todo, esa interpretación aún parece superficial. Pues en esas tribus de las praderas o de la meseta norteamericana no se trata de creencias individuales que se opongan a una doctrina colectiva. La dialéctica completa depende de los hábitos y de la filosofía del grupo. Del grupo aprenden su lección los individuos; la creencia en los espíritus guardianes es un hecho del grupo, y la sociedad toda entera es la que señala a sus miembros que para ellos no existe oportunidad alguna en el seno del orden social, si no es al precio de una tentativa absurda y desesperada para salir de él.
¿Quién no ve hasta qué punto esta «búsqueda del poder» se en
cuentra reeditada en la sociedad francesa contemporánea bajo la forma ingenua de relación entre el público y «sus» exploradores? También a nuestros adolescentes, desde la pubertad, se les da venia para obedecer a los estímulos a los cuales todo les somete desde la primera infancia, y para franquear de cualquier manera la influen
cia momentánea de su civilización.
Puede ser hacia arriba, por la ascensión de alguna montaña, o hacia lo profundo, descendiendo a los abismos; también horizontalmente, aventurándose hasta el cora
zón de regiones lejanas. Finalmente, la desmesura que se busca puede ser de orden moral, como ocurre en aquellos que voluntariamente se exponen a situaciones tan difíciles que los conocimientos actuales parecen excluir toda posibilidad de supervivencia.
Frente a los resultados que quisiéramos llamar racionales de esas aventuras, la sociedad exhibe una indiferencia total. No se trata ni de descubrimiento científico ni de enriquecimiento poético y literario, ya que los testimonios son, con la mayor frecuencia, de una pobreza ofensiva. Lo que importa es el hecho de la tentativa y no su objeto. Como en nuestro ejemplo indígena, el joven que durante algunas semanas o meses se aisla del grupo para exponerse, ya con convicción y sinceridad, ya, por el contrario, con prudencia y astucia (las sociedades indígenas también conocen estos matices), a una situación exce
siva, vuelve dotado de un poder que entre nosotros se expresa por artículos periodísticos, importantes tiradas y conferencias en salas repletas, pero cuyo carácter mágico se encuentra atestiguado por el proceso de automistificación del grupo, que explica el fenómeno en todos los casos.
Pues esos primitivos, a quienes basta con visitar para volver purificado, esas cumbres heladas, esas grutas y esas selvas profundas, templos de altas y aprovechables revelaciones, son, de diferente manera, los enemigos de una sociedad que representa para sí misma la comedia de ennoblecerlos en el momento en que termina de suprimirlos, pero que sólo experimentaba hacia ellos espanto y repugnancia cuando eran adversarios verdaderos. Pobre presa cazada en las trampas de la civilización mecánica, ¡oh, salvajes de la selva amazónica!, ¡tiernas e impotentes víctimas!; puedo resignarme a comprender, el destino que os anonada, pero de ninguna manera a ser engañado por esta brujería más mezquina que la vues
tra, que ante un público ávido enarbola álbumes en kodachrome en reemplazo de vuestras máscaras destruidas. ¿Cree acaso éste que con ellos conseguirá apropiarse de vuestros encantos? No satisfecho aún, y ni siquiera consciente de aboliros, necesita saciar febrilmente con vuestras sombras el canibalismo nostálgico de una historia a la cual ya habéis sucumbido..." (Pag. 41 a 45)
1)- https://www.aciprensa.com/Familia/faltaeduca.htm
2)- Tristes trapiques
Publicado en francés por Librairie Plon, París
Traducción de Noelia Bastard Revisión técnica de Eliseo Verón
Cubierta de Mario Eskenazi y Pablo Martín
© 1955 by Plon, París
© 1988 de todas las ediciones en castellano,
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona
y Editorial Paidós, SAICF,
Defensa, 599 - Buenos Aires
http://www.paidos.com
DESCARGA EN
Antropología & Cultura
TRISTES TRÓPICOS
CLAUDE LÉVI - STRAUSS
PDF: https://bit.ly/2YL2VjT
ALARGAMIENTO DE LOS CRANEOS EN LA ANTIGUEDAD
https://m.lagranepoca.com/…/78639-una-mirada-a-las-teorias-…
LA DEFORMACIÓN DE CRANEOS EN ALGUNAS CULTURAS ANCESTRALES DE NUESTRO CONTINENTE
Ya mostramos, en otro artículo, que el cráneo encontrado en el Desierto de Atacama es absolutamente humano y que se trata de una práctica común de nuestros pueblos originarios similar a la de otros pueblos del planeta y ahora hacemos un repaso de ellos.
http://www.eldoradocolombia.com/
deformacion_craneos.html
ANÁBASIS Y LAS PIEDRAS ABLANDADAS DE ANTIGUAS CIVILIZACIONES
Ya tratamos, en parte, este tema de una creencia generalizada entre un grupo de personas comprendidas en edades entre los 10 y los 50 o más años, con estudios incompletos por diversas razones, en la intervención de seres de inteligencia superior extraterrestres o de una permanencia en el fondo del mar o bajo los casquetes polares, en las construcciones realizadas por antiguas y originarias civilizaciones de alta cultura en el mundo (Ver los artículos de Ciencia y Religión y Los Contras en la página de Facebook: Guía de Campings Latinoamericanos y en el blog de Google: Guillofca Sustentable Ecoturismo)
Anábasis significa ascensión o subida de algo o expedición al interior, también podemos decir: de algo. Un amigo suele decirme: Son flojos y otro piensa que gustan de vivir equivocadamente. Pero en general todos nosotros, en algún momento somos flojos o nos equivocamos, como seres humanos incompletos, comunes y corrientes. Pero no trataremos en este articulo de los que asumimos nuestras imperfecciones.
Nos detendremos en personalidades agranda das por la soberbia, en esos seres que le temen a todo, en los que no lograron madurar, en los que no les importan los otros, en los que viven atrapados en el consumismo más desenfrenado, en los consumidores de todo aquello que sea ilegal, en los que practican la violación sistemática de todo tipo de reglas, normas o leyes, en especial las naturales, porque, sin dudas, todos pasaron por el sistema escolar, sin que este tenga algún tipo de resultado positivo en sus conductas.
Todos ellos en mayor o menor medida son discriminado res, patriarcales y poco afectos a respetar a las comunidades originarias o a la naturaleza, pero es bastante común que viajen, generalmente en excursiones supuestamente espirituales, que solo se relacionan con plantas y hongos alucinógenos. Sabemos que solo pasaron por algún sistema educativo, que no logro cambiar su educación familiar y hace las veces de un barniz brillante que los impulsa a continuar con sus desatinos. Recuerdo un alumno al que no aprobé en el curso regular, pese a las recomendaciones en contra de los directivos y familiares, que pretendían que con solo mirar algo ya lo sabia y aseguraban, como prueba, que se pasaba el tiempo mirando vídeos presuntamente educativos, cuando en realidad no tenia idea de todas las galimatías que esgrimía, como argumentos solidos (el ejemplo es el de Marco Polo que ya tratamos).
Supongo que el arte de hacer la plancha (que es un dicho argentino vinculado con los que, en el agua, no nadan y solo se mantienen a flote de espaldas) es su deporte preferido. Debe ser muy difícil que una mentalidad de estas características logre comprender que, para todo, se necesita trabajar por mucho tiempo (que implica estudiar) y que en su cerebro resulta mas fácil introducir un elemento extraño y antojadizo ideal, para determinar que esa gente de culturas superiores originarias o antiguas lograron acumular una cantidad de conocimientos biológicos, químicos, físicos, astronómicos y matemáticos que les permitieron crear las bases de sólidas civilizaciones antiguas. Sin descuidar los aspectos sociales que son las estructuras ideales de reinos, imperios y de las confederaciones de ciudades, que, seguramente, exceden sus capacidades de pensar, Es una ciencia ficción, para ellos que enormes sociedades sostenidas económicamente por canales de irrigación, hayan tenido la precaución de considerar en su planificación los efectos del fenómeno meteorológico, como el que nosotros conocemos, como El Niño.
Con las colosales piedras de las construcciones ocurre igual, aunque sabemos que falta investigación o mejor dicho financiamiento de las mismas, para que logremos comprender alguno (o todos) de los misterios de esas tierras tan alejadas de del centro europeo. Pero de ninguna manera podemos dejar que los que contaron con todos los privilegios rebajen el trabajo y el estudio de los que edificaron nuestras altas culturas, por cuestiones religiosas (de antiguas o nuevas religiones) o de desconocimiento supino de realidades muy tangibles. Solo porque no se haya podido comprobar totalmente, como cortaron gigantescos bloques de piedras, sin intervención externa.
DICCIONARIO FILOSÓFICO de Centeno
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Anábasis *
Etimológicamente procede de una palabra griega “ἀνάβασις” que está compuesta de dos términos: “ἀνά” que significa arriba, y “βασις”, que significa marcha, camino, andadura. Así entonces la “ἀνάβασις” hace referencia a la ascensión de algo, subida y por extensión también significa, expedición al interior de un país, monta a caballo, progreso de una enfermedad, etc. De la misma etimología es el verbo “ἀναβαίνω” que significa, subir, avanzar, montar a caballo, suceder, resultar, proseguir, etc. Así pues la anábasis se opone a la catábasis, del griego “κατἀβασις”, que es todo lo contrario de la anábasis, significa, bajada, descenso. El verbo es “καταβαίνω”, que por supuesto significa bajar, descender, llevar a término, alcanzar, abordar.
En el materialismo filosófico es una figura dialéctica…
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Vid.: Catábasis, Anástasis, Catástasis, Metábasis.
Para citar este artículo:
CENTENO, S.; Anábasis; en: Diccionario filosófico de Centeno; Oviedo-España; 25/09/2017; https://sites.google.com/…/diccionariodecenteno/a-1/anabasis
https://sites.google.com/…/diccionariodecenteno/a-1/anabasis
Biblioteca Digital Santiago
"Anábasis de Alejandro Magno", por Flavio Arriano.
Descargar.
Tomos I-III
https://docs.wixstatic.com/…/ec84ca_9abcbb81dcf349189432218…
Tomos IV-VIII
https://docs.wixstatic.com/…/ec84ca_6b8227396ccd4090a1d876e…
Sujetos del habla
Pequeño tratado de los grandes vicios
Marina, José Antonio
Este libro es un peculiar tratado de psicología. Se ocupa de las fuentes del mal. Es un ensayo de espeleología íntima, de descenso al núcleo ígneo del volcán humano.
La conciencia moral ha trabajado durante muchos siglos sobre sí misma, perforando galerías en la roca amorfa de nuestra intimidad. Los héroes griegos de la Ilíada tal vez no tuvieran capacidad de reflexión. Nuestros sentidos, nuestros deseos, están vertidos al exterior. Son centrífugos.
Volverse hacia uno mismo exigía una torsión cataclísmica. Y sólo la implacable exigencia moral tuvo potencia suficiente para impulsarla. Tenía razón Sartre al decir que los moralistas han sido los maestros de la introspección. Se quedó corto. Fueron sus inventores. Pero esa búsqueda dividió el mundo en dos mitades. Lo bueno era irreal, estaba fuera, en el reino de los fines. Lo malo, en cambio, está ya en nuestra naturaleza terrible e indecisa. La gran creación consiste en saltar de la realidad a la ficción. En inventar nuestra esencia a partir de nuestras limitaciones.
Marina enlaza la idea de vicio con los hábitos, una noción fundamental para comprender la personalidad humana. Tanto los vicios como las virtudes son hábitos que incitan a actuar, mal o bien. Y tiene siempre presente la idea de «Anábasis», subida, ese afán de superación que define a la naturaleza humana.
El análisis del mal lleva a Marina a reflexionar sobre las tres etapas del descubrimiento moral: lo puro y lo impuro, la falta objetiva o la culpabilidad sin responsabilidad, la falta subjetiva o la unión de responsabilidad y culpa. A su vez, relaciona los grandes vicios con las grandes pasiones, y éstas con los tres deseos fundamentales: el placer, la vinculación afectiva, la ampliación de posibilidades del Yo. Así, Marina, actuando una vez más como detective cultural, se acerca al corazón de las tinieblas, de donde acabará saliendo un resplandor oscuro. Lo hace investigando una poderosa y duradera tradición de la cultura occidental. El canon de la perversidad. Durante más de quince siglos se transmitieron unos detallados planos de los sótanos del alma, divididos en siete grandes estancias: los siete vicios capitales. Esta figuración dio origen a una rica imaginería, a un mundo simbólico completo, que podría llenar museos enteros.
Se comprueba una vez más que la inteligencia humana vuelve ilimitado todo lo que toca. Los deseos también. Baudelaire veía en la infinitud de los vicios una prueba de la infinitud de las aspiraciones humanas. Al acercarse a la formulación clásica de los vicios capitales, Marina descubre un elaborado sistema de las pasiones humanas y de sus ambivalencias. Es decir, el dramatismo enérgico de nuestra condición. Este libro trata, pues, de la vida.
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El enigma de las «Piedras de Plastilina» precolombinas
28 de marzo de 2016 ↓ Ir a comentarios
A menudo las leyendas resultan más veraces que los rígidos dogmas que la ciencia oficial quiere imponernos como verdad; tal parece ser el caso de antiguas tradiciones de los pobladores del imperio inca acerca de la existencia de una planta que les fuera regalada por sus dioses y con la que habrían podido ablandar las piedras de modo de volverlas maleables. Esto explicaría la extraordinaria precisión en el corte y tallado de los gigantescos bloques pétreos de las construcciones del incanato, cuyo encastre entre unos y otros es tan perfecto que ni siquiera permite la introducción en las junturas de una delgada hoja de afeitar.
Sacsayhuamán, Cusco, Perú.
La leyenda de las «Piedras de Plastilina», como se la denominaría en tiempos modernos, se fue transmitiendo de generación en generación por los pobladores nativos ante la absoluta indiferencia de la arqueología oficial. Recién hacia 1983, el padre Jorge Lira, un sacerdote peruano experto en folklore andino y sus tradiciones, llevó a cabo un experimento con algunas plantas nativas. Durante catorce años este sacerdote católico había estudiado la leyenda de los antiguos andinos y, finalmente, consiguió identificar cierto arbusto al que los pobladores nativos llamaban Jotcha como la planta que, tras ser mezclada y tratada con otros vegetales y sustancias, era capaz de convertir la piedra en barro.
«Los antiguos indios dominaban la técnica de la masificación —afirmaba el padre Lira—, reblandeciendo la piedra, que reducían a una masa blanda que podían moldear con facilidad». Así lo explicó él en una entrevista que le hicieron ; y poniendo manos a la obra consiguió, luego de múltiples pruebas, ablandar una piedra; pero le resultó imposible hacerla retornar a su estado de dureza inicial, por lo que decidió finalmente que su experimento había fracasado.
Izquierda: Ahu Vinapu, Isla de Pascua. Derecha: Muro Inca en Cusco.
Se cree que la sustancia que utilizó Lira en este experimento habría sido extraída de cierto arbusto, similar a la planta a la que los campesinos —como dijimos— llamaban Jotcha, y cuyo nombre botánico sería según algunos Ephedra andina. No obstante, el padre falleció en el año 1988 y se llevó a la tumba el secreto de la verdadera sustancia y de su utilización, y hasta ahora nadie ha logrado identificar con precisión tan extraña planta y, aunque muchos especialistas aventuran especulaciones, no existen ni siquiera fundamentos absolutamente certeros para relacionarla con la Ephedra andina.
Un secreto con alas
Ahora bien; entre las múltiples tradiciones presentes en toda el área andina, existe una que parece refrendar las curiosas propiedades del arbusto que tanto interesó al sacerdote peruano, y en ellas también se habla de un pájaro que utilizaría dicha sustancia para tallar sus nidos en las piedras.
Son muchas las tradiciones que hay al respecto; tal por ejemplo las narraciones del famoso viajero y explorador inglés Percy Harrison Fawcett; según él, los tiahuanacotas conocían los secretos de una planta que crecía en las selvas amazónicas y cuya savia reblandecía las rocas.
En sus escritos, Fawcett hace referencia también a un pájaro «semejante al martín pescador» ;y dice que esas aves vuelan hacia los acantilados rocosos llevando en su pico hojas de cierta especie de plantas, y luego «…se adhieren a la roca como los pájaros carpinteros a un árbol, restregando las hojas con un movimiento circular sobre la superficie», después de ciertas repeticiones en las que se alejan y retornan durante algunos días, «botan las hojas y comienzan a picotear hasta que pronto abren un orificio circular en la dura piedra».
También mucho mas al sur de América, entre los mapuches, existe la leyenda acerca de un pájaro llamado Pitiwe, que guarda un profundo secreto: la utilización de una la planta que disuelve la piedra y el hierro. Diego de Rosales en su obra Historia General del Reyno de Chile; describiendo las plantas medicinales mapuches, habla de dicha hierba y sus propiedades:
Hay otros pájaros carpinteros, que llaman Pito, del cuerpo de un tordo: son pintados de negro, blanco, y burilado y de ellos se derivó a la yerba el nombre de la yerba del pitu, porque usan mas de ella, que los otros pájaros.
Tienen el pico tan fuerte, que rompen, y barrenan cualquier árbol, así para sacar y comer los gusanos, que se crían en sus entrañas, como para edificar sus nidos, abriendo una concavidad, en que se alojan con toda su familia.
Se han hecho célebres por la yerba, que con natural instinto hallaron, para que se quebrante, y desmenuce el hierro, en que se han hecho muchas experiencias, y adquirido su conocimiento con notable maña.
Porque advirtiendo cuando sacan sus polluelos y salen a buscarles de comer, les cierran con una plancha de hierro la puerta del nido los que quieren hacer experiencia de la virtud de la yerba del Pito, y llegando el pájaro carpintero, y hallando cerrado el nido, y que sus polluelos pían dentro, y que no puede entrar, y al punto revuelve a buscar la yerba, que llaman pitu, y refregando con ella la plancha, la rompen, y deshacen como si fuera de papel, que es de las raras virtudes, que se conocen de yerbas, y maravilloso el instinto de este pájaro.
Otras narraciones de viajeros y exploradores tales como Hiram Bingham (a quien se le atribuye el «descubrimiento» moderno de Machu Picchu), por ejemplo, relatan el fenómeno del ablandamiento de la herraduras de hierro de los caballos y de las espuelas del mismo material, al transitar los caballos por sobre una meseta donde crecían determinadas plantas.
Pero todas estas narraciones, tradiciones, leyendas y aún experimentos, continuaron siendo considerados sin fundamento científico, hasta que en otro lugar, a decenas de miles de kilómetros de distancia, en Egipto, y en 1988, casi en la misma época del fallecimiento del padre Lira, el doctor Joseph Davidovits, un investigador sobre materiales geopoliméricos y profesor en la Universidad de Toronto (Canadá), así como director del Instituto para la Aplicación de las Ciencias Arqueológicas (IAPAS) de la Universidad de Barri (Florida) —un investigador con los títulos suficientes como para no ser acusado de farsante por los pseudoescépticos—, publicó, en coautoría con Marguie Morris, el libro The Pyramids: An Enigma Solved (Dorset Press, Nueva York, 1988), obra fundamental para comprender la técnica del reblandecimiento pétreo en el antiguo Egipto. En esta obra, Davidovits expone numerosos ejemplos de construcciones del antiguo Egipto realizadas por medio del reblandeciendo de la piedra, modelándola y posteriormente volviéndola a endurecer una vez era colocada en su emplazamiento definitivo. Además, muestra análisis microscópicos y de rayos X de piedras en cuyo interior han sido descubiertos cabellos, bolsas de aire, fibras textiles, etc.; lo que probaría que durante la manipulación de la roca, ya convertida en una pasta blanda, se introdujeron accidentalmente en ella estos elementos...
VER COMPLETO EN:
https://mysteryplanet.com.ar/…/el-enigma-de-las-piedras-d…/…
AYAHUASCA, MAGUEY Y OTRAS PLANTAS ALUCINOGENAS
Desde hace unos años observamos desde los sitios en donde se alojan mochileros que aumenta un tipo de viajero que no se lo puede catalogar dentro de malucos, gedes o pseudo anarco, dado que su destino y sus fines no tienen que ver con el conocimiento y la experiencia ligada a él (como con los anteriores), pero viajan revestidos de una fe, parecida a la de ufólogos y de todos los tipos de religiosos, buscan primero la experiencia de las plantas alucinógenas, de los chamanes de pueblos originarios y luego el conocimiento de esos especímenes de la vida vegetal, para los que las culturas son solo un envoltorio.
Ya existe una variada gama, en internet, de alertas sobre estos individuos, debido a su apetencia desmesurada por experimentar y poseer algunos conocimientos sobre estas particularidades y su accionar se torna desmesurado y proclive al abuso de la madre natura. Dicen contar con buen respaldo capitalista a su lujuria de goces prometidos, por quien sabe quien y en esto no debemos echarle la culpa a Don Juan o a su discípulo, aunque sigan los mismos parámetros capitalistas.
https://www.elsevier.es/es-revista-neurologia-295-articulo-…
https://www.vix.com/…/el-peyote-esta-en-peligro-de-extincio…
MAGUEY
Atlas de México y el Nuevo Mundo
"En la medida en que es un sustento generoso y fuente de la bebida ritual más significativa para las sociedades mesoamericanas, el maguey es una planta con importantes connotaciones simbólicas. Entre los mixtecos, a la deidad del maguey se le llamaba 11 Serpiente y se le mostraba con la cabeza separada del cuello, del que brota sangre. Algunos autores proponen que esto se relaciona con los cortes que se hacen al maguey para extraer el aguamiel, proceso fundamental en la elaboración del pulque."
El maguey. Mitología y ritos
arqueologiamexicana.mx
AYAHUASCA
http://www.konbini.com/…/los-millennials-estan-arruinando-…/
Qué busca la gente que toma ayahuasca o yagé
Emma Thelwell
Especial para BBC
30 abril 2014
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Derechos de autor de la imagenREUTERS
Nunca he tomado una pastilla en una fiesta. Y aun así, me encontré en las profundidades de la selva colombiana tomando un líquido psicoactivo, bajo la supervisión de un chamán que hablaba un idioma que yo no entendía.
Durante mi estadía de un mes en Colombia, no me sumé a los miles de mochileros que se dejaron llevar por el producto más famoso del país: la cocaína. Pero sí me vendieron la idea de la ayahuasca.
Me intrigaba el hecho de que durante siglos sociedades indígenas suramericanas habían usado esta "planta maestra" en rituales regulares.
La ayahuasca, también conocida como yagé, es una mezcla de dos plantas -la enredadera de ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (Psychotria viridis), que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT).
En muchos países como Estados Unidos y el Reino Unido, el DMT es ilegal.
Saltar las recomendaciones
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Fin de las recomendaciones.
El gobierno británico advierte que el consumo de yagé puede tener serias implicaciones para alguien con problemas de salud mental, pues el alucinógeno puede ser responsable de desencadenar trastornos en aquellas personas predispuestas, aunque inconscientes de ello.
Pero en Suramérica la ayahuasca es una parte integral de algunas sociedades tribales. En 2008, el gobierno peruano reconoció esta bebida como "uno de los pilares básicos de la identidad de los pueblos amazónicos".
También afirmó que el consumo de la "planta maestra" o "sabia" "constituye la puerta al mundo espiritual y sus secretos, razón por la cual la medicina amazónica se ha estructurado alrededor de la ceremonia ayahuasca".
Basados en la evidencia científica, los beneficios clínicos del yagé son limitados, aunque quienes defienden esta bebida aseguran que cada vez es más popular como una herramienta para tratar trastornos de estrés postraumático, depresión y adicciones.
"La mayoría de las personas busca la ayahuasca con buenas intenciones -no están en busca de emociones pero son serios curiosos- o tienen problemas específicos como depresión", explica el profesor Dennis McKenna, botánico de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos.
"Quienes buscan emociones la desechan después de varias sesiones de vómito", agrega el experto, quien es miembro del Instituto de Investigación Heffter, sobre sustancias psicodélicas. "No es agradable o divertido. Pone tu cuerpo en un exprimidor físico y emocional".
Pura curiosidad
Preparación de ayahuasca. Foto flick/jairinflas
Ciertamente, cuando me aventuré a participar de la ceremonia de medianoche en una granja de un chamán con otros cuatro "gringos", no estaba en busca de fiesta. De hecho, por lo que había oído, no era mucho lo que te ocurría. Sólo tenía curiosidad por el ritual.
Lo que encontré fue una comunidad colombiana que se reúne cada semana a tomar la planta maestra con el chamán local como parte de un proceso de aprendizaje y curación.
Si bien éramos un grupo, se trató de una experiencia individual. Después de tomar la repugnante mezcla amarga, buscamos nuestro propio espacio en la granja, nos acostamos en colchones o miramos el fuego.
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La ayahuasca es una liana que se encuentra en la selva amazónica en Suramérica.
Algunas personas vomitaban de vez en cuando, otros lloraron y unos durmieron. La mayoría permaneció en silencio, sólo con el sonido de fondo de unos músicos y el canto ocasional del chamán.
Pasé unas cuantas horas en un estado de conciencia pero como si fuera de sueño. No me enfermé, pero por un tiempo me sentí físicamente incómoda y desorientada.
Esperaba como mucho ver una explosión de colores, pero me sorprendió experimentar poderosas y significativas visiones de recuerdos de mi niñez.
Después de unas horas pasó el efecto y me quedé con una sensación de paz y felicidad.
Es un proceso de aprendizaje ceremonial que se está haciendo cada vez más popular en todo el mundo, con gente explorando su desarrollo personal a través de la naturaleza introspectiva alucinógena, de acuerdo con el Centro Internacional para la Educación, el Servicio y la Investigación Etnobotánica (ICEERS, por sus siglas en inglés).
El año pasado, el orientador profesional Jeremy Behrmann tomó durante varias semanas ayahuasca en Colombia, como parte de la investigación para su libro Breakaway, que ayuda a las personas a diseñar los años sabáticos.
"Tomé ayahuasca con la cuarta generación de chamán para explorar su habilidad de ofrecer 'visiones' que pudieran dar a mis lectores más claridad de su llamado vocacional", señala.
"Muchos de los viajeros que conocí la tomaron porque les habían dicho que tenía efectos similares a drogas como LSD, que con frecuencia se usa para fines recreacionales. En mi experiencia, las personas sólo deben buscar la medicina y a chamanes bien entrenados que realicen la ceremonia con la intención de tener un golpe espiritual".
Behrmann agrega que su experiencia fue increíblemente reveladora, "pero básicamente muy desafiante".
Cuestión de confianza
Derechos de autor de la imagenGETTY
De hecho, el botánico McKenna advierte que no todos los chamanes están bien entrenados.
La ciudad de la selva peruana Iquitos, por ejemplo, puede ser el epicentro de los centros de retiro, aunque según el profesor también es el "viejo oeste" del yagé. Allí, los turistas pueden comprar en la calle vasos de ayahuasca, sin ninguna forma de saber quién la preparó.
Si bien son raras las sobredosis, algunos locales menos escrupulosos lo mezclan con "brebajes asquerosos" que tienen toé, otra planta psicoactiva. McKenna explica que esto puede dejar a la gente en un estado más vulnerable y confuso, y con frecuencia se hace por razones malvadas (para robar o abusar sexualmente).
"Después de iniciar la ceremonia, los participantes son inmovilizados de cuatro a seis horas, así que es importante confiar y estar en un lugar seguro", señala Joshua Wickerham, jefe consejero del Consejo de Administración de Etnobotánica (ESC, por sus siglas en inglés).
La ayahuasca sólo es legal en Perú como parte de una ceremonia espiritual, no se supone que se beba sin supervisión.
En Colombia, aunque hay poca supervisión gubernamental, se está organizando un gremio de chamanes para garantizar la buena práctica.
Un chamán responsable debe revisar qué medicamentos toma la gente antes de dar la bebida, aclara Wickerham, y sabrá sobre las posibles reacciones que pueda tener con otros fármacos, como los antidepresivos.
Básicamente, mi experiencia fue positiva, pero hay un riesgo, y las personas deben preocuparse en elegir con quién toman yagé.
La ESC, una organización benéfica dedicada a la utilización segura de plantas tradicionales, y cuyo proyecto emblemático es la ayahuasca, indica que el uso de esta bebida por occidentales interesados en el chamanismo ha elevado el perfil de la medicina tradicional a nivel mundial."El sendero de la ayahuasca en Perú y Colombia es muy visitado, con decenas de miles de extranjeros que cada año toman la bebida", explica Joshua Wickerham.En general, el turismo en Colombia ha vivido un aumento meteórico junto con los esfuerzos del gobierno de desmovilizar a la guerrilla tras décadas de conflicto.La cantidad de turistas internacionales en ese país aumentó de 547.000 en 2002 a 2.175.000 en 2012, según la Organización Mundial de Turismo.La doctora Daniela Peluso, profesora de antropología de la Universidad de Kent, considera que el aumento del turismo también ha ayudado a difundir la práctica ceremonial."Considerando que, hace sólo unas décadas, para tener una experiencia ayahuasca el viajero solitario debía hacer su camino hacia las selvas de Suramérica, ahora las nociones de espacio local y global convergen en la medida que chamanes y turistas viajan por todo el mundo para realizar y participar en una diversidad de ceremonias ayahuasca", señala.Sin olvidar, por supuesto, que importar esta sustancia es un delito grave en muchos países.
https://www.bbc.com/…/140430_salud_ayahuasca_yage_propiedad…
LOS CONTRAS
Todos los mochileros saben, por haber conocido alguno o algunos, que hace unos cuantos años que las actividades de esta tribu urbana se ven restringidas social o legalmente (que incluye reglamentos de distinta especie). No negamos que tiene plena vigencia el derecho humano a viajar en la forma que se pueda y quiera, pero el daño que producen las personas detalladas más abajo atenta contra las posibilidades de todos los que son genuinos mochileros, El secreto (o no) para evitar esto es hablarlo en los grupos (en los alojamientos) y evitarlos sin darles la oportunidad, que buscan de lograr el mimetismo que buscan para pasar desapercibidos y lograr otro tipo de objetivos (verdaderos) que tienen que ver con distintas formas de violencia o de quiebre de leyes, incluidas las naturales.
En otra parte contaba que siempre intento explicar aquello de paraíso perdido, a los novatos y veteranos jóvenes, contando que los mochileros recibíamos el mismo trato que los ciclistas, hace bastante mas de veinte años y que lo perdimos por no ser firmes frente a esta invasión de presuntos viajeros. Debemos esforzarnos en demostrar que no somos depredadores de naturaleza y culturas. Por ello les paso tres artículos anteriores que pretenden hacer visible esta realidad, para evitar los malos momentos que nos generan.
CIENCIA Y RELIGION
Es bueno que, luego de muchos milenios, más de cinco, se haya logrado separarlas o casi. Con esto no pretendemos entrar en un debate interminable, ya que modestamente solo nos ocupamos del ser humano y de las ciencias sociales. Pero es muy molesto que al estar charlando de ancestrales y antiguas culturas milenarias alguno pretenda incluir en el tema en cuestión a sus seres preferidos y adorados: Los extraterrestres.
No negamos que sería muy soberbio de nuestra parte el creer que estamos solos en el Universo o que no puedan existir inteligencias superiores a las nuestras. Pero no existe una sola prueba concluyente o contundente de que exista algún contacto o que pueda haber existido en el pasado. Todo lo que se mencionó en este tipo de charlas o de escritos se fue demostrando que no era real: Los esqueletos con cráneos alargados pertenecen a varias culturas milenarias que pretendían demostrar la superioridad de un linaje determinado en distintas etnias en particular a lo largo de la Historia de la Humanidad.
Es conocido el chiste que indica, para nuestro continente, que existió un horizonte Pre-Inca, uno Inca y que luego vinieron los Inca-paces y afirmaron que las colosales estatuas, construcciones y gigantescos dibujos no pudieron ser ejecutados por la mano del hombre o que se necesito de ayuda externa. Uno a uno esos mitos fueron derribados por estudios y recreaciones científicas de métodos y procedimientos, que demostraron cómo fueron realizadas paso a paso y que tipos de materiales de la zona y época se usaron.
Los que tenemos la costumbre de observar los desarrollos culturales de pueblos y civilizaciones sabemos que las religiones son una necesidad para los seres humanos en orden con ese tercer horizonte cultural que les mencionaba y que nos parece absolutamente legitimo que existan seres humanos que vivan el derecho humano de tener la creencia que quieran en orden con toda la legislación nacional e internacional sobre el tema. Pero ello no implica que dejemos que nos molesten cuando estamos hablando de cosas mas sencillas, prosaicas y humanas, como son nuestras culturas originarias o nuestra manía de registrar todo lo que humanamente podemos registrar, porque nunca se nos ocurriría pedirle a ninguna mente superior, que nos ayude, para no molestar, porque fuimos bien educados por nuestros padres.
Un reducido, pero creciente, grupo de los amantes de realidades de ficción, posiblemente pensando que no necesitan estar en la cima de una montaña, para que sus todopoderosos objetos (o sujetos) de sus adoraciones los saquen de este mundo de penas, se dedican a quedarse con lo ajeno (al menos es lo que se observa viajando. Aunque sabemos que puede tratarse de una ética inconclusa, por el corto desarrollo religioso.
https://ar.tuhistory.com/…/encuesta-revela-el-perfil-de-los…
Son, aparentemente, menos depredadores, porque solo se quedan con nuestra paciencia:
LA SOLUCIÓN GLOBAL A LOS PROBLEMAS DERIVADOS DE LA CONTAMINACION GENERAL DEL PLANETA NO ES UNA SOLA.
Todo lo que hacemos en este mundo tiene un impacto mayor o menor en los ecosistemas a los que estamos vinculados. En nuestra vida diaria producimos una multiplicidad de consecuencias de nuestros actos, que impactan sobre el medio ambiente. A nivel global esas actividades comunes y corrientes tienen un crecimiento exponencial que las tornan un problema mundial, pero menor. El verdadero problema mayor se origina por una enorme cantidad de procedimientos industriales altamente contaminantes, que no pudieron ser reducidos en el pasado próximo. El capitalismo se ahoga, literalmente, por sus propios desechos y por su rapacidad sin límites.
El tema es complejo por la variedad de los problemas a los que nos enfrentamos. Tenemos una infinidad de vías para generar y aumentar esos problemas y algunos caminos globales que nos pueden posicionar para enfrentar la calamidad. La Educación es uno, la Información es otro, como la formación y la investigación. No podemos dejar de lado a los Estados y sus gobiernos, que deben repensar no solo sus postulados económicos y de desarrollo humano, sino generar políticas públicas que no solo ataquen la problemática, sino que preparen los medios de socorrismo y prevención de desastres, producto del cambio climático, que se motoriza con la polución.
Para todos los que crean que la solución es una sola les pasamos un listado de ALGUNOS de los problemas: Combustibles Fósiles, Basura, Gases de Efecto Invernadero, Sobre Explotación Vacuna o Ganadera, Sobre Explotación Minera (en especial a cielo abierto) y sobre Explotación Agrícola, con sus necesidades de uso de agro tóxicos sumando a la problemática. Suena algo inmaduro cuando alguna persona esgrime como solución frases como: Hay que dejar de generar basura o hay que dejar de comer carne y todos los problemas desaparecerán, porque es notorio que casi es tarde para un esfuerzo global sin precedentes, que no se avizora, mucho mas para soluciones parciales y aisladas.
Ya escribimos varios libros que tocan estos temas y ofrecen soluciones posibles (Formación Profesional I al IV y De la Tribu Urbana que no se Habla: Los Mochileros), que no todos tienen la obligación de haber leído, pero nos parece un tanto exagerado que nos manden a investigar el problema de la basura y la solución radical y definitiva de su no generación. Pero eso es común en mentalidades infantiles y de mentes unidireccional es, que tienen poco apego a pensar y mucho menos a actuar.
En el mundo donde gano su lugar el LLAME YA las soluciones únicas inmediatas o no están a la orden del día y pululan los cruzados ensabanados (para simular las capas) que se pintan un símbolo en el pecho o en frente, virtual o real y salen a repetir las bondades de las ultimas tendencias de la unidireccionalidad.
http://www.mundoenergia.com/…/efectos-causas-soluciones-ca…/
https://www.ecologiaverde.com/causas-y-consecuencias-del-ca…
http://www.un.org/…/…/issues-depth/climate-change/index.html
CÓMO SE CONSTRUYO CARAL
En el Norte Chico Peruano a pocos Kilómetros de Lima (hoy) se desarrolló hace más de 5000 años la Cultura Caral, en torno a la Ciudad de Caral
https://m.youtube.com/watch?v=IweHCO7SD-Q
https://m.youtube.com/watch?v=3so01a2zcjg
http://m.arqueologiadelperu.com.ar//caral.htm
CÓMO SE HICIERON LAS LINEAS DE NAZCA
https://m.youtube.com/watch?v=K32nWKIypHA
https://www.elconfidencial.com/…/el-misterio-de-las-lineas…/
Umberto Eco: "Las redes sociales generan una invasión de imbéciles"
elclubdeloslibrosperdidos.org
ecured.cu
Yuxtaposición.
Es un concepto puramente formal que indica la ausencia explícita de
nexo, utiliza signos de puntuación en la lengua escrita. No es un tipo
especial de conexión, sino un procedimiento para marcar la relación
entre elementos oracionales. Aunque este vocablo se relaciona
generalment...
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